—¡Mierda!— gritó Cole, sosteniéndo a Lloyd por los brazos, evitando que se acercara en donde una pelea había empezado hacia más de una hora— ¡No debes pelear contra él aún, Lloyd! Eso sería una absoluta estupidez.
—¡¿Y dejar a Kai ahí tirado?! ¡Prefiero que me mate un jodido Guerrero de Piedra, gracias!— reprochó el rubio mirando foribundo a su compañero.
El plan había salido mal. Muy mal. Nunca se le pasó por la mente que Lord Garmadon pudiera predecir sus movimientos; y ahora Kai parecía estar en un peligro verdaderamente grave. Cuando Lloyd se dio cuenta de eso, se apresuró a posicionarse en frente del castaño, como un héreo que llega justo en el momento oportuno al más puro estilo de película, pero Cole lo detuvó a tiempo, antes de que cometiera un terrible error. Ni siquiera él -Lloyd- y Lord Garmadon debieron haberse encontrado, sin embargo el destino cambió drásticamente.
El rubio se sentía con una energía furiosa mientras miraba, con cierta impotencia, como Kai peleaba contra "su padre". Y éste se llevaba todas las de ganar. ¿Cómo no pudo haber pensado en eso? ¿Así mostraría acaso que era un buen líder? Ni de broma; se sentía la peor persona en aquellos momentos; tenía en su interior las inmensas ganas de echarse a llorar.
El castaño, en el suelo tirado de espaldas, jadeaba de cansancio. Le dolía todo su cuerpo y las heridas le ardían como el infierno. Como si fuera lava recorriendo su piel. En ese instante deseo con todas sus fuerzas tener en sus manos a su querida espada, estaba seguro que con ella ya hubiera derrotado a Lord Garmadon en tan sólo un minuto. ¿Habían sido tan idiotas como para salir sin ellas el primer día de todo esto? Sí, lo fueron. Y también lo eran.
Jayn y Zane estaban también al lado de Kai, peleando junto con él, pero se hallaban en las misma circunstancias; débiles y cansados. ¿Desde cuándo aquél monstruo era tan jodidamente fuerte?, pensaron. Tal vez era como la última ocasión y sus poderes se habían vuelto afectados siendo reducidos un cincuenta por ciento, o incluso más. Y Al aún no regresaba.
El azabache se había marchado, pero nunca dijo a dónde iba o para qué. Simplemente se fue, haciendo que Cole dudará bastante, aunque la sonrisa que le había dirigido al pasar a su lado lo hizo cambiar de parecer.
Un grito agudo salió de la garganta de Kai al chocar de espaldas contra una pared de un local, siendo lanzado por Lord Garmadon. Lloyd simplemente iba acumulando furia en su interior que terminaría por explotar, mandando al carajo al estúpido destino y al idiota de su "padre". El castaño cayó de rodillas al suelo, estana sudando, las gotas saladas resbalaban por su cara, llegando a su mentón para al final caer sobre la grava, haciendo pequeños círculos oscuros que al cabo de un rato terminaban por secar. Jadeaba mientras miraba como Jayn y Zane eran golpeados de la misma manera que él, pero parecían no querer rendirse.
Trató de pararse con un esfuerzo sobrehumano, sin embargo termino desfalleciendo ahí mismo. El rubio se soltó de Cole y corrió a su lado.
—¡Kai!— gritó.
—Deberías... haberte ido hace mucho... tiempo, Lloyd...— dijo, sonriendo lastimosamente.
Lloyd arrugo la frente e hizo una mueca se desagrado, haciendo puños sus manos, sintiendo como sus uñas se enterraban en la palma.
—¿Tú también me dices eso...? ¡Ahora mismo me importa una mierda el destino o lo que esté escrito! ¡No voy a dejarte así! ¡Joder, ya basta de decirme esa misma mierda una y otra vez!
Para su sorpresa, el castaño termino ríendo divertido, mientras se ponía de rodillas nuevamente, apoyándose en el suelo con sus manos rojizas.
—Necesitabas desahogarte, ¿cierto?— en seguida puso una cara seria y tomó el rostro del chico. Agregó:—. Escúchame, Lloyd. Simplemente no puedes hacer lo que te plazca en estas situaciones. No ahora. No y no. Sé que me veo como una mierda justo ahora, pero si tengo éste aspecto es porque estoy vivo y no moriré así cómo así. Preferería olvidar el amor que te tengo antes de morir y abandonarte, ¿lo entiendes?
Ahora si que se había echado a llorar. Sujetó las manos lastimadas del castaño y las apretó fuertemente, a pesar del ligero gemido que había soltado a base del dolor. Pero siempre hay un pero. Kai terminó siendo levantado al aire por Garmadon, como por milésima vez.
—¿No sabes hacer otra jodida cosa?— preguntó Kai, sonriendo de lado—. ¡Cole, saca a Lloyd de aquí, ahora! ¡Rápido!— alcanzó a decir, antes de ser lanzando nuevamente, ahora a un lado de Zane, que hacía ademanes de ponerse de pie, con ayuda de Jayn.
El pelinegro obedeció sin rechistar y se llevó al chico casi a rastras de todo peligro que pudiera correr. Se escondieron en un pequeño local hecho pedazos anteriormente.
—Me voy a echarles una mano antes de que todo se ponga aún peor. Tú quédate aquí y que ni se te ocurra salir o azomar un sólo cabello, ¿entiendes?— ordenó Cole, saliendo del lugar para dirigirse a donde estaban los otros.
—¡Hey~!— se escuchó a lejos, y todos, sin excepción alguna, voltearon a la dirección de donde provenía la muy bien conocida voz—. ¿A qué no adivinan qué encontré?
Todos sonrieron. Todos menos Lord Garmadon.