—Lloyd... ¿Podrías hacerte a un lado?— dijo Kai en un susurro, con sus mejillas sonrosadas.
—¿Por qué? Estoy tan agusto...— respondió el menor, haciendo que Kai se sonrojara más de la cuenta.
—N-no digas cosas como esas...— murmulló, girando su cabeza a un lado para evitar cruzar su mirada con la del rubio, no quería accidentes ni nada parecido.
—Kai, ¿podría volver a besarte?— preguntó muy decidido Lloyd.
Kai lo volteó a ver exaltado, con aquella cara roja.
—¿Eh?
¿Es que acaso no se podía dar cuenta de lo vergonzoso que era todo esto para él? Pero, sobre todo, si lo seguía besando de esa manera tan... pasional, Lloyd conseguiría de Kai otra reacción que no fuese un extremo ruborizado.
—...¿puedo?...— le susurró ahora al oído. Kai jadeo inconsciente y sonoramente. Lloyd lo miró aturdido, ¿qué acababa de pasar? ¿Kai...?
Sonrió, tomando la barbilla del castaño y uniendola con sus labios, depositando un beso suave pero demandante, introduciendo su lengua en la cabidad ajena, causando estremecimientos al contrario, dispuesto a explorarla. Ambas lenguas se encontraron y al hacerlo empezaron un baile frenetico de roces, lamidas y succiones. Lloyd, al cabo de un rato, podía sentir como Kai le goloeaba la espalda en señal de que parese o se quedaría sin aire. Obedeció, rompiendo el beso, pero dejando un delgado hilo de saliva entre sus dos lenguas, uniendolas aún de esa manera.
Kai estaba completamente sonrojado y con respiración agitada.
—E-ehh... ¡N-no! ¡No te muevas!... Ahh...
Lloyd se había movido para volver a acurrucarse en aquel pecho acelerado, encontrándose con algo que había producido aquelloa gemidos salir de la boca del mayor. ¿Kai se excitó por tan sólo un beso?
La respuesta se encontraba en aquel bulto que también su entrepierna tocaba y, tal perece, también estaba despertando, causando una deliciosa fricción sobre tela.
—Chicos... ¿No creen que deberiamos dejar de ver esto?— preguntó susurrante Cole.
—¿Eh? ¿Por qué?— Jayn estaba muy entretenido.
—Estoy contigo, Cole. Vamonos Jayn— dijo Zane, alejándose de la puerta con Cole a un lado.
—¿EH? ¡Esperenme!— gritó Jayn.
—¿Y a dónde iremos?— preguntó Cole, nuevamente.
—No lo sé— respondió Zane.
—¡Ya sé! ¡Vamos a comer algo! Tengo mucha hambre...
Lloyd, entre inconsciente y consciente, movió sus caderas, causando un roce maravilloso entre ambos bultos despiertos, logrando así que Kai se aferrara a su nuca y gimiera bajo.
—N-no... No te mu-muevas más... Ahhh...
—Kai, yo...
Volvió a moverse, mientras el jadeaba y Kai gemía. Aquella sensación era magnifica, y más cuando lo hacías con la persona que amas...
Lloyd abrazó a Kai y siguió moviéndose.
—Haa... N-no... Lloyd, si no paras yo-.
Sintió como Kai rasguñaba su nuca, pues se había corrido, y también como él mismo se corría en sus pantalones. Genial, ¿y ahora qué?
Miró a Kai otra vez, notando que tenía cara de cansancio. Tímido, paso su mano por la mejilla del mayor, acariciándola. Éste le miro, pero de una forma dulce, sonriente.
Kai hizo ademanes para que el menor se levantará.
—T-tomare un baño— dijo.
—¿Puedo ir contigo?— preguntó Lloyd, con cara de idiota.
El castaño lo miró enojado y sonrojado y dijo:
—¡¿Acaso no te bastó la vez anterior?!
Y acto seguido, corrió velozmente hasta el baño, cerrando la puerta tras de sí con seguro, pues se escucho un pequeño "clic".
Lloyd sonrió y suspiró.
Lo que ahora le preocuba era que hacer con sus pantalones.