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Love 4 melody's por KennethMc

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Notas del capitulo:

Segundo capitulo~, A diferencia del anterior que estaba centrado principalmente en Ren x Masato, este estará ahora en mi amado Natsuki x Syo, aunque claro estarán otras parejas; TokiOto (Mas bien, HayaOto xD) CamusCecil y las que sus ojos de fujoshi puedan ver xD
Pd: A los capítulos solo le podre nombre cuando traigan canciones, pues si este trae una pequeña música n.n

 El primer día en la academia Saotome había sido más tranquilo de lo usual, exceptuando las victimas que casi mueren por la comida de bienvenida de Natsuki, la mayoría de los chicos nuevos se llevaban bien con sus senpai, aunque que a ellos les agradaran sus Kohai era otra cosa.

Apenas había terminado de amanecer y ya todos los alumnos se despertaban para prepararse y entrar a clases, sus clubes o lo que tengan que hacer en ese día.
El primer día pudo ser tranquilo, pero el segundo siempre es el más agitado ya que es cuando los clubes abren las puertas para los chicos de primer año, otro lugar más donde los mayores deberán soportar a sus molestos Kohais.

–Nee, nee, vamos dímelo, Tokiya~– Era lo único que se escuchaba en una de las habitaciones, El chico de cabellos rojos se movía de un lado a otro acorralando a un senpai de pelos azules. –¡Vamos~, vamos~!– rogaba de un modo infantil.
–No tengo por qué hablar de eso. – Respondió con seriedad desviando la mirada con el ceño fruncido y los ojos cerrados, el menor acercaba su rostro al del otro.
– ¡Por favor, Tokiya!~ – Suplicó abrazando el cuello del mayor y mirándolo fijamente con una carita de cachorro degollado –Cuéntame~, ¿Cómo es tu hermano? – Repitió la pregunta, el peli azul lo observaba sin cambiar la seriedad de su mirada.
–¡Ah, yo también quiero saber eso~!– Dijo otra persona, la cual acababa de abrir la puerta del cuarto, al entrar y escuchar la duda que tenía su pequeño y apapachable Kohai, no pudo evitar sentir curiosidad el también.

Así que corriendo se abalanzó sobre el chico de segundo y empezó a acosarlo de forma similar al peli rojo
–Nee, nee nee~– Decían ambos a la vez
–Por favor, Tokiya~– Rogó el de primero.
–¡Vamos, Toki~!– Suplicó el de tercero – ¡Tú nunca dices nada sobre tu Nii-chan!~– Protestó haciendo un mohín
–Está bien, Primero suéltenme. – Ordenó ya arto, ambos obedecieron instantáneamente alejándose de paso unos pasos del posible futuro asesino –Escuchen atentamente, porque solo lo diré una vez. –
–¡YEEY! – Festejaron ambos, no pasaron ni unos minutos cuando el castaño y pelirrojo se encontraban sentados de rodillas en el piso observando fijamente al peli azul que estaba serio sentado sobre una silla.

–Era un día tranquilo el Seis de agosto, cuando dos pequeños niños de pelos azules iban a nacer…– Empezó a narrar, Ittoki escuchaba cada palabra atentamente y con mucha emoción, Reiji también estaba curioso al comienzo pero poco a poco conforme pasaban los minutos estaba empezando a aburrirse.
–…Ese día fue cuando nuestros padres…– Seguía contando luego de media hora, en la historia los pequeños Ichinose ya tenían aproximadamente seis años de edad, Otoya seguía escuchando igual que al comienzo, Reiji estaba a punto de quedarse dormido.
–…Y así fue como Hayato hizo su primer debut…– Ya finalmente estaban llegando al final de la historia, Hayato hacia su debut en un genial concierto en el cual Ittoki recuerda haber asistido, por cierto, el pelirrojo seguía igual que al comienzo de la historia.
–…Y Tokiya no vivió feliz para siempre, Fin. – Terminó de contar la historia, Otoya totalmente feliz empezó a aplaudir

–¡Gracias, Tokiya! – Agradeció con una boba sonrisa y un leve sonrojo, le agradaba poder saber más de su amado Hayato.
Al lado del pelirrojo se encontraba el castaño tirado sobre el suelo y roncando, vaya que si era una historia aburrida.
El peli azul con doble vida hubiera preferido que también se durmiera el oji rojo al comienzo dela narración, después de todo la historia la iba inventando por la marcha y no se acordaría de todos los detalles en un futuro; Estaba seguro que el pelirrojo le preguntaría por algo más adelante.

–Bien, ahora nos tenemos que ir. – agarró al mayor aun dormido de la camisa y lo empezó a arrastrar hacia la salida de la habitación.
–¿Eh? ¿A dónde vas Tokiya? – Cuestionó inocentemente
–¿Eres idiota?, ya son las cinco de la tarde. – Dicho eso no espero a nada más y salió del cuarto junto con el dormido castaño.
–¿¡CINCOOO!? – Exclamó, ¡ya estaban por terminar las clases de ese día!, además las inscripciones para los clubes no están abiertas todo el día, a la mierda estudiar, debía inscribirse en el club de música antes de que sea tarde

"¡Tranquilo, Otoya!, Todavía tienes tiempo, deberías comer primero algo, ir a la última clase y… NO. Ve primero al club, inscríbete, come, y mañana iremos a clases, si, ese es el plan Otoya." Se ordenaba mentalmente sus planes para el día, como un rayo se levantó y salió disparado de la habitación.
–¡TOKIYA! – Llamó al chico que no estaba muy lejos del lugar –¡ESPERA! – El peli azul detuvo su arrastrada para observar de reojo al pelirrojo quien se le acercaba corriendo.

–T-tu… tu... ¿Estás en el club de música… cierto? – preguntó agitado por la carrera, esa información la había obtenido de la historia contada con anterioridad, es decir; Según entendió, Tokiya odia a Hayato por envidia, así que probablemente él también quiere ser idol.
–Sí, y este también. – asintió levantando un poco de la camisa al todavía dormido castaño. Sí que tiene sueño pesado.
–¡Genial! ¡Vayamos juntos, Tokiya! – Sonrió con un leve sonrojo acercándosele.
– Tsk, Has como quieras…– Respondió desviando la mirada, sin esperar respuesta volvió a seguir su camino arrastrando al senpai.

Con una pequeña sonrisa el pelirrojo empezó a seguirlo caminando unos pasos por detrás, era un trayecto silencioso tranquilo para los superiores, pero algo incómodo para el menor quien observaba al piso con un leve sonrojo, "Esto es malo, no puedo dejar de pensar que estoy caminando junto a Hayato-sama… pero él es Tokiya, es otra persona."
Como observaba el suelo no notó cuando fue que el peli azul se había detenido chocándose contra él.

–Ah, lo siento…– se disculpó avergonzado, el mayor lo ignoro sin tomarle demasiada importancia.
–Ya llegamos. – Colocando la mano sobre la perilla de la puerta de entrada del club abrió la puerta, lo que encontró a continuación; lo dejo en shock.
Sin entender el pelirrojo también se asomó y se sorprendió ante lo que encontró.

– ¡ASI NO, IDIOTA, BAILA DECENTEMENTE! – Gruñó alguien de pelos claros, pegándole un golpe bien duro en la cabeza a quien aparentemente estaba bailando.
–¡Lo siento Camus! – se disculpó con pequeñas lágrimas en los ojos el ser atacado.
–AIJIMA, Si quieres entrar en el club de música, primero aprende a bailar. – Ordenó serio.
–¡Ah, pero si esto es un club de música, no de baile! –Protestó el regañado castaño oscuro.

–¡ESTUPIDO! ¡Un idol debe saber hacer de todo, si vas a cantar debes bailar, es lógica! –
–¡Pero yo bailo perfectamente bien! –Dijo confiado en sus palabras.
–¡EL AGNADANCE NO CUENTA COMO UN BAILE! –
–¡ES UN BAILE DIVINO! –
–¡QUE NO, ES UNA MIERDA! –
–¡CAMUS, NO SEAS CRUEL, ME ROMPES EL CORAZÓN! – Exclamó dramáticamente
–¿¡Qué tiene que ver tu corazón con tu ridículo baile!? –

–Ya, ya, Myu-chan-senpai, no seas tan cruel con el nuevo– Comentó despreocupadamente uno de los chicos que se encontraban dentro de la sala del club –Cecil-kun, ese baile fue muy bonito, ¡Me dan ganas de bailarlo también! – Sonrió emocionado el rubio de ojos verdes que decía esas palabras.
–¿Ah? ¿¡En serio, Natsuki!? – Cuestionó alegre
–¡Sí! – y como par de idiotas que eran, ambos empezaron a dar vueltas con los brazos extendidos a cámara lenta, ese era el Agnadance.

–Ustedes… ¿Qué están haciendo? – Preguntó incrédulo saliendo un poco de su shock Tokiya.
–Camus-senpai trata de ver las habilidades del nuevo. – respondió desde una esquina otro peli azul que escribía algo tranquilamente ignorando todo lo que sucedía.
–¡OTOYA!, ¿¡Mi danza es genial, cierto, cierto!? – el castaño se lanzó sobre su hermano y exclamaba incoherencias sollozando.
–Sí, sí, sí…– Murmuraba Ittoki dándole golpecitos en la espalda para calmarlo.

–¿Y por qué este idiota esta dormido? – Cuestionó otro miembro del club de música, este trae una cabellera gris y ojos de distintos colores, uno purpura y el otro del mismo color que su pelo.
–Es una larga historia. – Respondió quien había arrojado a su senpai al suelo.
–Reiji… maldito dormilón…– una vena le exploto al peli plata, le pegó una brusca patada en la cabeza al pobre castaño, pero este no respondía.
–De esa forma lo terminaras matando…– Dijo el conde –Tienes que despertarlo así. – De quien sabe dónde saco unas maracas y se las lanzo con fuerza al chico que dormía, quien tampoco respondió.

–¿Maracas? – Dijo incrédulo el peliplata
–Traen piedras adentro. – Respondió con simpleza y seriedad, ¿Qué demonios era ese chico de sueño pesado?
–Ustedes lo están haciendo mal. – Apareció en escena un tranquilo chico de pelos celestes como sus ojos –Esta es la forma correcta de despertarlo. – se agachó a la altura del castaño y le susurró algo al oído, no pasaron ni unos segundos para que se abrieran los ojos grises del bello durmiente y se incorporara con velocidad.

–¿¡ES ESO VERDAD!? – Exclamó con estrellas en los ojos, observo al conde y al peli gris –¿¡FINALMENTE ACEPTAN QUE SOMOS COMPAÑEROS!? – Cuestionó con emoción.
–Que ingenuo eres Reiji, Solo era para despertarte. – Expresó con su típica calma.
–IDIOTA, ¿Por qué seriamos tus compañeros?. – Escupió el de heterocromia
– Bájate de las nubes, Plebeyo. – Ordenó Camus.

Fuera de la sala del club en la que sollozaban los pobres castaños que siempre reciben el bullying de los demás, por los pasillos se encontraban dos chicos de primero que caminaban rumbo al club musical.
Un enano rubio y un rubio fresa con los brazos cruzados tras su cabeza.

–¿Syo-chan, regreso tu adicción por los sombreros? – Preguntó despreocupado el de mayor altura.
“¿¡SYO-CHAN!?” Pensó con una vena explotándole el mencionado –¿A qué te refieres? –
–Siempre usas gorros, pero ayer tenías la cabeza descubierta pensé que finalmente habías dejado de lado tu “pelo descubierto fobia” –
–¿¡PELO DESCUBIERTO FOBIA!? ¡Eso no existe! ¡A-además, eso fue… porque… s-solo pensaba que… etto… yo…– balbuceaba

–Olvidado. – El rubio fresa suspiró, el más pequeño para ocultar su leve sonrojo de vergüenza que ahora traía su cara apuro sus pasos quedando un poco más frente del de pelo largo.
–De todas formas, ¿Por qué entraras al club de música? – Cuestionó con un tono de molestia que sonaba más como un capricho infantil. –Tu solo lo haces por tu hermano, pero él no se enterara si entraste o no en el club–

–En eso tienes razón, enano…– Respondió más para sí mismo –Pero… tampoco es como si tuviera otra cosa que hacer…–
–¿Es que no te interesa algún otro club? ¿Un club de ligar por ejemplo? –  El más alto rio levemente ante la última frase.
–Aun así, entrare en el club musical por voluntad propia…– Syo se sorprendió ante ese comentario, ¿Ese era Ren? ¿¡En qué mundo REN haría algo por su propia voluntad?, claro ignorando el hecho de que coquetea con millones de mujeres (y algunos hombres) por voluntad propia.

Ya llegando al club el rubio dorado abrió la puerta entrando junto al más bajo despreocupadamente
–Disculpen, ¿El club de música? – Dijo más por instinto para anunciar su entrada, se encontraron con varios chicos y chicas de primero formando una fila frente a sus superiores quienes también estaban formados en línea.
El rubio fresa y un peli azul dirigieron sus miradas hacia el otro, mirándose fijamente.
–Jinguji…– Murmuró serio el peli azul con lunar.
–Hijirikawa…– Respondió de igual forma, Un aura extraña crecía alrededor de ambos niños ricos, la tensión se sentía en el ambiente.

–Syo-chan… ¿Me explicarías esta tensión? – Murmuró riendo nerviosamente el rubio con anteojos que mágicamente había llegado al lado del de menor estatura.
–Ni siquiera yo sé el motivo…– Respondió susurrando con un tono de leve molestia.
–¡Llegan justo a tiempo! – Rompió por completo la tensión del ambiente el alegre castaño de tercero –Ya estábamos a punto de cerrar las inscripciones de hoy~– Comentó con corazones saliendo de su alrededor

–¡Esperen, por favor! – Exclamó algo agitada una chica de cabellos naranjas que había logrado escuchar las ultimas frases dichas por el senpai, –Y-yo… también quiero entrar en el club…– Tartamudeo nerviosa
–¡AAAH, KAWAII! – Exclamó alguien y no pasaron ni dos segundos para que este abrazando a la chica que acababa de ingresar.
–¡Eres tan tierna! ¡Te pareces mucho a Elizabeth~! –decía mientras sacudía de un lado a otro a la pobre chica.
–¡¡¡NATSUKI!!! – Le regañaron la mayoría.

–Ah, lo siento…– se disculpó avergonzado soltando a la chica, olvidaba que podía abrazar todo lo que quiera siempre que sean hombres y peluches, con una mujer puede mal interpretarse sus puras y amables intenciones –Es que, ella se parece tanto a Elizabeth que me deje llevar…–
–¿Me parezco a alguien? – Preguntó tímida
–Si, a su perro. – Respondido serio el pequeño rubio.
–¡Syo-chan! ¡Si lo dices de esa forma suena muy rudo! – Se quejó de manera infantil

–¡DE POR SI YA QUEDA MAL DECIR QUE ALGUIEN SE PARECE A TU PERRO! – Le gritó con una vena explotando –¿¡NO VES QUE LA ESPANTAS!? –
–Ah.. Esto.. Yo estoy bien…– murmuró nerviosa la nueva
–¿¡QUIÉN QUERRIA PARECERSE A TU PERRO!? –
–¡Syo-chan, Elizabeth es muy linda! –
–¡SOLO PARA TI! –
–O-oigan… no peleen, n-no me molesta…– balbuceaba la mujer

–Ignóralos, corderita, El enano siempre está así– calmó el rubio dorado
“¿Corderita?” la peli naranja se sonrojo ante ese apodo
–¿¡CUANTAS VECES TENGO QUE DECIRTE QUE NO ME LLAMO ENANO!? – Rugió el más bajo
–Ya, ya, Cálmense. – Llamó la atención con un pequeño aplauso  –Todos los de primero, por favor formen así podemos empezar la ceremonia de inscripción– dijo con una calma, seriedad y alegría bastante extraña para ser dicho por Reiji, bueno la última no tan extraña.

–“¿Ceremonia de inscripción?” – Cuestionó sin entender el rubio menor
–Sí, cada vez que vienen nuevos miembros hacemos una ceremonia para decidir quiénes son dignos de estar en el club de música–
–¿¡Ah!? ¿¡Por qué no podemos unirnos solo si queremos!?- se quejó uno de la multitud.
–¡Cierto, eso es ridículo! – Agregó otro.
Si, adivinaron; Son los quejones de la ceremonia de ingreso.

–¿Para qué tener miembros inútiles? – Cuestionó como respuesta una voz desconocida para los de primero, empezaron a escucharse unos pasos y de las sombras salieron dos personas – Aquí solo se aceptan a las estrellas. – concluyó con los brazos cruzados y una posición seria.
–¡Buenas-Puu!~ – Canturreo su acompañante –¡Parece que llegamos justo a tiempo! – exclamó ladeando la cabeza con un dedo en el mentón la chica.

…¿O será chico?...
–¿¡RINGO-SENSEI!? – Exclamaron todos los de primero –¿¡Y-y Hyuuga Ryuuya!? – la última parte solo la dijeron aquellos que conocían a la primera persona en hablar. Syo tenía estrellas en los ojos.
-Llegan tarde~– se quejó de forma infantil el castaño que estaba hablando al comienzo
–Cállate, zopenco. – Escupió el peli rosa y  el de pelos naranjas le pegó un puñetazo en la cabeza.

Colocados unos pasos frente a la fila de Segundo y Tercero, frente a los de primero empezaron a hablar: –¡Bien, novatos, escuchen con atención! – Canturreó el adulto con apariencia de mujer, –Yo, Tsukimiya Ringo, soy el manager del club de música! – se presentó –¡Y ese gruñón de ahí, es Hyuuga Ryuuya-kun, el asesor del club de música! – señalo al peli naranja, a quien le explotó una vena al ser presentado por el manager y no por sí mismo.

–¡Ahora, escuchen con atención! – Comentó con un dedo en la boca –Para lograr entrar en el club musical…– se detuvo para dar suspenso –¡Deben crear una canción digna de esta escuela! –
–¿¡AAAHH!? – Gritaron todos los de primero por la sorpresa.
–Ah, pero~, no lo harán solitos. –
–Se formaran equipos de a dos, esas parejas deberán formar un dueto para cantar, los que aprueben el examen entraran en el club. Tienen hasta mañana a las once de la noche. – Los de primero empezaron a murmurar entre sí, ¿Cómo pretendían que formaran una gran canción en solo un día? ¿Quiénes se creían que eran ellos? ¿Las musas de Cecil? ¿Y más importante, los clubes están abiertos a esa hora?.

–Y lo más importante que Ryuuya-kun olvido mencionar…-Agregó sonriente el chico con apariencia femenina –¡Las parejas serán elegidas al A-Z-A-R! – deletreo la última palabra mientras movía su dedo por su boca, finalizando con un corazón saliendo de sus labios.
Ahora sí, que todo primer año había enloquecido.

–Bien~, bien~– canturreo el peli rosa con una lista en mano –¡Las parejas ya están listas! – luego de media hora esperando ya se habían elegido las parejas para el dueto.
–Veamos veamos~, ¿Nanami Haruka-chan? – llamó leyendo la lista.
–¿¡S-SI!? – Asintió nerviosa la joven peli naranja
–Te tocara con… Shibuya Tomochika-chan–
– ¡SI! ¡Haruka, nos tocó juntas! – se le lanzo encima en una abrazo una pelirroja amiga de Nanami.

–Continuemos~– Luego de haber ya mencionado a todas las parejas de chicas, ahora tocaban la de los chicos –Aijima Cecil-kun…– Fue el primero en ser llamado a causa de que la lista pretendía ir en orden alfabético.
–Te tocara con… Jinguji Ren-kun. – Ambos chicos se miraron unos segundos para asentir y salir de la fila.

Perfecto; El par de flojos sin deseos verdaderos de estar en el club eran una pareja, ¿Qué más se podía pedir?
Ya nombradas siete parejas más se volvía a mencionar un nombre más conocido – Ittoki Otoya-kun– Llamó, el pelirrojo alzo la mirada algo nervioso.
–Te toca con… Kurusu Syo-kun– El pelirrojo sonrió levemente al estar con alguien que al menos conocía y parecía que el rubio pensaba de igual forma, se Juntaron para separarse de la fila e irse a algunas de las mesas que traía el club en las cuales estaban sentada la mayoría de las parejas ya mencionadas.

–Bien~, ya no falta nadie- Canturreó al terminar de formar las parejas, en total formaban veinte dos. –Ahora, por favor empiecen con la canción~, cualquier duda consulten con el flojo del asesor~– A Ryuuya le explotó su vena numero ochenta en esa hora.

En una de las mesas se encontraba sentada la pareja “RenCecil” a veces confundida como “RenSexy” por la pronunciación del nombre del castaño oscuro.
El príncipe sentado en una silla con una leve sonrisa y la frente levantada, mientras el otro semi recostado sobre la mesa y con flojera.
–Bien, cesshi, ¿De qué quieres que sea la canción? – Preguntó ya sabiendo cual sería la respuesta.
El moreno lo pensó por unos segundos y con un brillo en los ojos exclamo su respuesta:
–¡SANGRE, MUERTE Y SUFRIMIENTO! – Ren se sobresaltó mientras tenía un escalofrió y lo observó fijamente con algo de temor.
–¿Eh? P-pensé que dirías “amor”… – murmuró
–Ah, si esta también puede ser otra opción. – dijo con naturalidad y una leve sonrisa.

–¡HOMBRIA, ACCION, PELEA! – Exclamó el chico rubio de la mesa conocida como “OtoSyo”, el pelirrojo rio ante la respuesta del chico.
–No sé si podremos hacer todo en uno, elije uno solo– comentó divertido y sonriente.
El más bajo se sonrojo levemente por haberse dejado llevar –Y-ya… entonces… supongo… que… no… esto… umm… aah….– balbuceaba indeciso.
El pelirrojo reía – Uhm… ¿Qué te parece una canción algo lenta pero con fuerza? – El chico del sombrero lo observó unos segundos a los ojos.
–¡Si, seria perfecto! – Exclamó emocionado apoyándose sobre la mesa.

Mientras en la mesa de RenSexy todavía no lograban decidir exactamente la temática de la canción.
– ¿Entonces de zombies? –
–¿Puedes decirme a que se debe tu obsesión con lo sádico? – Cuestionó muy aterrado el rubio fresa, aquel príncipe de Agnapolis no dejaba de dar sugerencias, si eso era bueno, pero todas estaban relacionadas directa o indirectamente con la muerte.
–Ah... Es que… el romance es muy común y quiero algo innovador…– murmuró un poco apenado.
–Entonces; Hagamos una canción romántica… pero que no sea feliz– Ofreció con una leve sonrisa de emoción.
–¡Sí! ¡Eso me gusta, me gusta! – Celebró el castaño de piel morena.

Ya habían pasado varias horas y cada uno se encontraba en sus propias habitaciones, el club no podía estar abierto las veinte cuatro horas del día y además mañana tendrían clases, aun así eso no parecía importarle a los de la pareja OtoSyo quienes seguían esforzándose aún por separado con sus respetivas canciones.

–Tarara… tata… tututu… toto…– Tardeaba el chico pelirrojo acostado en una de las camas de la habitación, se habían dividido los roles para la canción; Otoya haría la música y Syo la letra.
Esta tarea resultaba un poco más difícil de lo esperaba, si bien el chico rojizo ya había escrito varios instrumentales en momentos de aburrimiento nunca los hizo en serio y menos para usarse con una letra, la cual ni sabe cómo será.

Murmurando solo palabras que pretendían ser una canción no llegaría a ningún lado, necesitaba la inspiración pero esta no llegaba ¿Qué debía hacer?, tal vez si…
–Nee, nee~, Otoyan.-Llamó el senpai de tercero arrodillado en el suelo con los brazos y la cabeza apoyada sobre la cama –¿Y si pruebas usando tu guitarra? – sugirió sonriente.
–Justo había pensado en eso, gracias senpai– Le agradeció incorporándose para buscar su objeto instrumental e intentar conseguir algunas notas útiles.

Cuando se encontraba por llegar hasta su guitarra algo le ataco, una voladora almohada le golpeó de lleno contra la cabeza.
–OTOYA. – Regañó el atacante – ¿¡ACASO PIENSAS TOCAR ESO!? – Rugió señalando hacia el estuche con la guitarra.
–¿Eh? Pero, Tokiya…–
–¡SON LAS DOS DE LA MAÑANA! ¡HAY GENTE TRATANDO DE DORMIR! – El peli azul traía un pijama blanco con puntos celestes y un gorrito.

–¡YEEY, GUERRA DE ALMOHADAS! – Gritó feliz el castaño tomando la almohada de su cama y empezando a golpear con esta al peli azul
–¡OYE! ¡DETENTE! – Le gruñía mientras era golpeado sin parar por el castaño.
–¡Yo también, yo también! – Exclamó el pelirrojo, sacando de la nada otra almohada para unirse al ataque.

Mientras que en la 7-C Tokiya sufría el bullying que normalmente recibe el castaño de tercero, en el cuarto del segundo integrante del OtoSyo se encontraba el futuro idol rubio tratando de escribir la letra de la canción, controlándose de evitar colocar su amada “Hombría”

–Nee, Syo-chan– llamó otro de los integrantes de esa habitación –Syo-chan~– Repitió al ser ignorado.
–No molestes, Natsuki. – Respondió serio con un lápiz contra su boca observando fijamente el papal apoyado sobre el escritorio.
Escribió algo en el papel y el chico de lentes se alegró al ver que la inspiración le parecía llegar a su kohai, alegre se le acerco colocándose detrás –¡Déjame ver, a ver! – Observo la hoja en la cual el menor escribía.

Natsuki se sorprendió ante lo que decía, «No seas pesado y vete a dormir de una vez…» decía el papel.
Lo peor de todo es que estaba escrito con ritmo y todo.
–¿No entendiste el mensaje, Natsuki? – Cuestionó ahora mirándolo con el ceño fruncido.
–Pero… Syo-chan…– murmuró con tristeza –No quiero dejarte solo…–

–¡NO ESTOY SOLO! ¡Mikaze-senpai también está despierto! – apuntó con su lápiz hacia la cama del senpai de pelos celestes quien tranquilamente leía un libro ignorando todo a su alrededor
–Ah… pero Syo-chan, deberías relajarte antes de continuar con la canción…–
–¡Yo estoy calmado!, No puedo concentrar por tu culpa. –
–¡Pero, Syo-chan!, ¡Si la fuerzas la inspiración no llegara! – Aseguró

– ¡Estoy totalmente inspirado! – protestó
–No lo parecieras, Syo-chan no trates de forzar una canción. – Dijo con una seriedad extraña en él.
–Shinomiya tiene razón, si no entiendes eso no trates de entrar en el club. – comentó con tranquilidad desde otra parte de la habitación peli celeste.
–Pero… Yo…– Murmuraba apretando los puños con el ceño fruncido y un leve sonrojo, resignándose pego un suspiro –Esta bien, ¿Dime, Natsuki, como me viene “la inspiración”? – cuestionó todavía algo molesto.

–Ah, la mejor forma es…– Sonrió con un dedo alzado – ¡UN ABRAZO! – se le abalanzo encima.
–¿¡ESO EN QUÉ ME AYUDARIA!? – Gruñó con una vena explotándole –¡NATSUKI, SUELTAME! – pataleaba
–No deberías Syo-chan, si no te calmas no podrás inspirarte– decía con los ojos cerrados y una sonrisa.
–¡SI NO ME DEJAS LIBRE NO ME RELAJARE! – Amplió los ojos y se silenció calmándose –Tienes razón Natsuki… ya me vino la inspiración…– murmuró
–¿Eh, enserio? – cuestionó soltándolo del abrazo.

–¡POR SUPUESTO QUE NO, IDIOTA! – Se rio en su cara –TONTOOO– Sonrió burlón sacándole la lengua.
–Ahh~, que cruel Syo-chan…– se quejó infantilmente –¡Bien!, si el paso uno no funciona tengo otra forma de poder inspirarte, Syo-chan! – Agregó motivado
–¿Eh? ¿Y eso sería…?– Preguntó desconfiado.
–¡Unas ricas galletas caseras siempre son de ayuda! – En menos de un segundo le estaba extendiendo una bandeja llena de galletitas con forma de pollo.
–¡¡ALEJA ESO DE MI!! – Rogaba aterrado
–Syo-chan~ Las piyolletas son deliciosas…– Sonrió como siempre pero a vista del pequeño oji azul esa cara era demoniaca.

–Dejando la comida de un lado. – El chico de tercero golpeo la bandeja haciendo que todas las galletas se cayeran al suelo –Si das una vuelta podrías inspirarte solo necesitas relajarte y no forzarte a escribir. – Aconsejó con su típica calma.
–Ah, ¡Si, gracias senpai!, bueno, ¡adiós! – Sin esperar nada más salió corriendo de la habitación.
Natsuki suspiró con algo de tristeza –Deberías controlar un poco tu acoso. –

–¿Ah que te refieres Ai-chan? – Observó sin entender al mayor.
–Si continuas así no harás más que asustarlo, ¿Pero tú quieres que te quiera, cierto? – Más que preguntar afirmó despreocupadamente mientras volvía a dirigirse hacia su cama, el rubio se sonrojo levemente y bajo la mirada.
–Eso… nunca pasara. – Murmuró con una leve sonrisa no muy alegre–Después de todo Syo-chan me odia. –
–Haz lo que quieras…– Respondió luego de unos minutos en silencio, el mayor.

–Estúpido Natsuki, Como sus galletas y abrazos del infierno me podrían inspirar…– Murmuraba quejándose mientras caminaba por los oscuros pasillos. –Ai si me salvo… Aunque tampoco entiendo como una caminata podría inspirarme– se dijo ya resignado, bueno no sería bueno regresar en ese momento tal vez debería esperar hasta que este seguro de que el rubio se haya dormido.
Camino rumbo hacia el gran patio de la academia quizás si veía a las estrellas podría inspirarse, espera, ¿Desde cuándo piensa como Natsuki? “Las estrellas trasmiten los sentimientos.” Eran los pensamientos del de lentes.

Paseando sin destino por el patio de la escuela fue cuando escucho un leve ruido musical similar al de una guitarra, dejándose guiar por el sonido camino hacia donde sus oídos le indicaban, corrió las hojas de un arbusto que se encontraba en el camino y se encontró con un chico frente a un lago que tocaba tranquilo la guitarra.
Se le acerco a paso lento, cuando el chico dejo de tocar hablo –¿Otoya? – cuestionó para asegurarse que esa cabellera roja sea de quien pensaba, el chico se sobresaltó y rápidamente se volteó algo asustado.
–¿¡S-syo!? – Suspiro aliviado –Me asustaste…– murmuró haciendo un mohín

–Lo siento, ¿Oye… esa canción…?– Comentó sin saber exactamente qué decir.
–Ah… Solo estaba viendo si se me ocurría algo… Es que Tokiya me echo de la habitación…– se rascó la nuca sonriendo nervioso –¡Ah, pero tranquilo se me ocurrirá algo mucho mejor! –
–¿Bromeas? No la escuche toda pero… ¡Esa estaba perfecta! –
–¿Tu crees? – Cuestionó algo desconfiado –No estoy seguro… creo que puedo hacer algo mejor…–

–Bueno, haz lo que creas correcto… Confió en ti. – Trató de animarlo a su manera –Oye, ¿Qué tal si seguimos juntos? ¡Estoy seguro que la inspiración me vendrá escuchando tu música! – Preguntó más animado.
–¡Esta bien!, después de todo es un dúo– Dijo sonriente.
–Bien entonces, yo pensaba que…– Empezaron a intercambiar ideas, intentar distintas letras que se les iba ocurriendo, cambiar el ritmo de la música y las notas, corrigiendo los errores, repitiendo el instrumental ya completo al igual que con la letra, cambiando algunas frases que no quedaban del todo bien y algunas pasándolas al inglés para mejorar la calidad.

El tiempo había pasado más rápido de lo esperado, Cinco horas pasaron volando más rápido que las historias de Tokiya y estaban dándole los retoques finales a la canción. Las clases iniciarían en menos de una hora, aun así el club probablemente ya estaba abierto; Los horarios de los clubes son desde la seis de la mañana hasta las diez de la noche, aunque en algunos puede variar.

–¿Preparado? – Cuestionó alegre el peli rojo, en ambos se notaban las ojeras y la falta de sueño, estaban totalmente decaídos aunque la expresión de su cara mostrara felicidad.
– ¡Si!, vamos, tres, dos, uno…– Contó el rubio para que ambos colocaran sus manos en el pomo de la puerta para abrirla e ingresar al club.
–¡Buenos días~, la canción OtaSyo esta lista! –Saludó el peli rojo, algunos senpais ya se encontraban ahí, bien con eso bastaba.
 
–¡Ah, Syo-chan! – Saludó agitando la mano alegremente el rubio de ojos esmeraldas, traía un aspecto similar al de ambos chicos de primero.
–¿¡Natsuki!? – Se sorprendió un poco, como el rubio estaba despierto cuando él se fue pensaba que no se despertaría hasta tarde, espera, acaso… –Oye, ¿No dormiste en toda la noche? – Cuestionó serio con el ceño fruncido.
El mayor se sonrojo levemente al ser descubierto –Es que… Como tardabas en regresar estaba preocupado y no podía dormir…–
–¡Idiota! ¡No hacía falta que te preocuparas! – Regañó con un leve sonrojo –¡Soy un Hombre, no puede pasarme nada! –
Natsuki amplió su sonrisa mientras cerraba los ojos –Perdóname, Syo-chan– se disculpó con felicidad.

–Bueno, bueno. – Calló otro chico de segundo –¿Entonces ya terminaron su canción? –
–Tokiya, ¿Tu también estabas preocupado por mí? – Cuestionó inocente al ver que el peli azul tambien traía unas ojeras, este se sonrojo levemente ante esa acusación.
–Por supuesto que no, ¡Si sabes porque no pude dormir! –

–¡Ah, no te preocupes, Otoyan~! ¡Yo si estaba preocupado por ti! – Dijo alegre un castaño que parecía estar totalmente en forma.
– ¡Si tú te dormiste a los dos segundos de que se fue!– se quejó el de segundo.
–¿Ya terminaron la canción? – Cambió de tema sospechosamente.

–¡Sí! – Asintieron ambos ansiosos, fue cuando escucharon una risa ya más conocida.
De la nada frente a ellos apareció un adulto de pelos rojos en punta y lentes de sol.
–¿¡Director!? – exclamaron ambos novatos sorprendidos.
–Buenos días, OtoSyo~– Saludó empezando a bailar deteniéndose apuntando al techo en diagonal con uno de sus brazos –Para poder entrar, su canción la deberán cantar para toda la academia…– Pegó un giro –Para eso, ¡Se usaran los altavoces! – chasqueó los dedos y fue cuando los dos chicos de primero notaron que había altavoces tanto en el club como en toda la escuela.

–¿N-no alcanza con cantarla para los miembros del club? – Preguntó el más bajo.
–¡Syo-chan! ¡Es mucho más emocionante si todos la escuchan! – Exclamó como respuesta el rubio de lentes.
–Pero nosotros…– murmuró el peli rojo pero fue interrumpido
–¿Qué? ¿Acaso tienen miedo? – Cuestionó el peli azul hermano de Hayato.

–¡NO, NO TENEMOS MIEDO! – Exclamaron ambos decididos
–¡Director, cantaremos, lo haremos! – Afirmó el oji celeste.
–¡Por favor, déjenos cantar frente a toda la escuela! – Agregó el oji rojo.
El mayor de todos rio acomodándose los lentes –Me gusta su entusiasmo…– comentó
–Entonces, ¡Canten ahora mismo! – Señalo con las manos hacia un pequeño estudio que traía el club, ambos de primero asintieron emocionados.

–Ah, pero antes... – Los detuvo –¿Cuál es el nombre de la canción? –
Nombre… ¿De la canción?, oh, no habían pensado en eso, ¿Realmente era necesario?
–Ah… Esto… mmm… –Balbuceo el más bajo –¿F-fantastic Melody? –Sonrió nervioso diciendo una de las últimas frases que traía la canción.
El peli rojo sonrió levemente, le gustaba ese nombre –¡Si! ¡Fantastic Melody! – afirmó contento.
–Mmm, pues parece que será una fantástica melodía…– comentó divertido –Bueno, adelante–

Ambos chicos entraron en el pequeño estudio, este traía muchas teclas que una persona normal no tendría idea de para que funcionan, dos grandes micrófonos y algunos audífonos.
El pelirrojo acciono la tecla para iniciar la emisión y hablo atravesó de uno de los micrófonos.
-¿Hola?, Disculpen pueden escuchar? Uno dos tres? – Empezó a escucharse en toda la escuela inclusive en lugares donde sería imposible colocar altavoces.
–¡Somos Kurusu Syo y Ittoki Otoya de primer año! – Presentó el más bajo
–Sí, y tenemos una canción para presentar al club musical…– Agregó el pelirrojo.

–¿Otoya?... – Murmuró un chico moreno desde uno de los pasillos de la escuela.
–Vaya, Cesshi, parece que nos ganaron…– Comentó su acompañante con una sonrisa despreocupada.
–Bueno, Aquí vamos…– Dijo ahora el oji celeste, a través de los altavoces empezó a oírse el sonido de distintos instrumentos los cuales se habían encargado de grabar mientras creaban la canción.
No pasaron ni veinte segundos de instrumental cuando empezaron:


–Dame esa emoción que trae un ritmo giratorio. – Empezó con un ritmo lento el pelirrojo,
–Los problemas ocultos con la trampa del maquillaje– Le siguió ahora Syo, cantando con lentitud pero fuerza
–Ni yo me esperaba– Ittoki fue seguido por el rubio – Aquella bienvenida. –
– ¡Déjame libre! ¡No dejes caer la diversión!–Cantaron ambos al unísono

–Aah, Late el corazón con necesidad vistiendo una caracalla– Volvieron a cantar con un ritmo lento.
–¡Ven ahora– Pararon de cantar al unioso – para poder– Entonó el pelirrojo –relajarte! – Concluyó Kurusu.
–¡Es cierto nos perjudicara! – Interpretaron juntos.

–Como unos dados la vida se cae– Continuaron sin dejar espacio entre la frase anterior.
– Para acostumbrarse a la…– entonaron –…desigualdad solo necesitas lograr la sincronía – continuó con lentitud Otoya.
–Dos almas con un fuerte y extraño latido! – Exclamaron al unísono
–Ella comenzó a jugar…– Cantó Syo –¡…en nuestra fantástica melodía! – Cantaron juntos

-My song!, your song!, Our sounds!- Finalizaron ambos al mismo tiempo.



A pesar de no ser escuchados varios de los alumnos de la escuela empezaron a aplaudir, otros estaban sorprendidos, algunos antisociales los ignoraban y aquellos que querían participar también en el club de música se emocionaban poniéndose de meta superarlos, otros estaban celosos.

–¿Qué opinas Cesshi? – El mencionado soltó una pequeña sonrisa con el ceño levemente fruncido.
–Me gusta, pero la nuestra será mejor. – Comentó decidido.
–Me estás inspirando, Cesshi. – Sonrió el rubio fresa.

Notas finales:

Y hasta aca se queda el cap n.n, quería agregar también la letra de Ren y Cecil después de todo ya la tengo traducida y eso, pero no quería alargar mucho el capitulo u.u
"Fantastic melody" realmente existe, es un duo cantado por Otoya y Syo, era la única que encontré de ellos y me gusto bastante así que la puse n.n, la "tradución y adaptación" la hice yo por eso es tan mala xD (hecha en una hora u.u)
Si la quieren escuchar full y en japones: ya saben, lo tipico de www punto youtube punto com y le agregan /watch?v=5G4AavnFDnE
Pero si no pueden ver el video solo busquen algo como "Uta pri Ittoki Otoya Kurusu Syo Fantastic Melody" y en videos seguro les saldra n.n

De letra solo puse hasta el minuto 1:30 (como suelen hacer en el anime xD), no iba a escribir todo un cap con una canción

Pd: Pocos entenderan el mensaje "subliminal" de cuando syo grita "¡SI NO ME DEJAS LIBRE..." etc, ewe okno no es subliminal jaja pero ahi tambien se le ocurre la parte de "¡Dejame libre!" de la canción xD
Y que contenga "melody" el titulo de la canción es concidencia, pero me gustaría decir que es asi por el fic ewe xD
Pd2:El verdadero motivo por el que syo no uso sombrero en el anterior cap fue;
"La muy idiota de la autora se olvido de que su Syo-chan usaba un sombrero, y como se lo imagina en el anterior cap sin gorro decidió hacer como si en el anterior capitulo nunca lo hubiera tenido puesto"

jaja, ahora si sayonara minna! n.n


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