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LEYES & AMOR por Angel90

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Notas del capitulo:

Espero y les guste...

Ikky era un manojo de nervios, tanto era así que llamó a su amigo a pedirle consejo, marcó y esperó que respondiera.

Hola Shiruy, ¿Cómo estás? —preguntó ansioso.

Antes que sigas, dime que sucedió. Tu voz se oye extraña.

Tengo una cita, no sé qué ponerme. La verdad es que soy un desastre, mi mente no funciona en este momento, es una idiotez nunca antes me había pasado —dijo el joven preocupado.

—¿Quién es el afortunado? Porque para tenerte en ese estado debe ser alguien especial, ¿lo conozco?

Sí, lo conoces. Es… Saga de Geminis… —se sacó el teléfono del oído y lo miró espantado haciendo una mueca ya que su amigo pegó un grito que casi le rompe el tímpano. Sonrió al oírlo cantar una canción pegajosa— veo que te gustó la información.

Júrame que es verdad, el hombre es uuuaaauuu… un adonis. Pero si yo nunca lo he visto con hombres, ¿cómo es eso?

No lo sé, ni quiero saberlo. La verdad es que voy aprovechar la oportunidad que se me está dando y disfrutarlo, ya me preocuparé de los problemas después. Imagínate estaré con el hombre que amo.

Pues me alegro mucho, ya estaba bueno, si ya veía que en cualquier momento languidecías esperando por tu adonis.

No es solo eso Shiruy, él me gusta en su totalidad. Lo he amado por años y hasta la más ridículas de sus manías me enternecen —su voz sonó añorante.

¿Tiene muchas? —pregunto con diversión Shiruy.

Unas cuantas… pero no te las diré. Ahora dime que hago, mi cerebro se fue de paseo desde que me dijo que vendría por mí.

—¿De cuánto tiempo dispones?

Dos horas.

Bien escucha, primero que nada llenarás esa bañera maravillosa que tienes y cuando esté al tope le regarás las sales que te regalé, después te meterás dentro por media hora, para que te relajes, no sería bueno que vayas a tu cita estresado. Tenemos que tomar en cuenta como seguramente terminará, por lo que mientras más tranquilo estés, mejor. Ay amigo, solo espero que Saga lo haga memorable para ti, no quiero que tu primera vez sea dolorosa.

Mmm… ya te contaré que tal me fue después, mira que solo de pensarlo ahora me da pavor, hoy lo vi desnudo y te digo que su pene es enorme, no creo que quepa en mi —dijo con miedo, eso lo había estado inquietando hasta ahora.

Relájate amigo, eso no sucederá. Si te das cuenta que no se da el tiempo de prepararte, dile que requieres de unos minutos para estar listo, recuerda los videos que vimos juntos para que aprendieras.

Una cosa es verlo y otra hacerlo, me da vergüenza —murmuró sonrojado.

No te preocupes, Saga no es un niño, y tiene un montón de experiencia. Ahora sigamos con la preparación, recuerdo que tienes un traje precioso sin estrenar, eso estará bien, no creo que tu hombre te lleve a comer hamburguesas —dijo lo último sonriendo divertidoponte la camisa color marengo y la corbata nueva que compramos en nuestra última excursión a las tiendas, ¡diablos en momentos como éste odio que seas mi hermano del alma, quedarás tan apetecible que te querría para mí!

—¡Que cosas dices! Sería incestuoso, tú eres como mi hermanito —dijo horrorizado Ikky.

Solo bromeo tontito, yo también te quiero como un hermano. Bien, ahora sigamos… la ropa ya está definida, el resto lo combinas, no te pases con el perfume es desagradable si te pones demasiado, usa solo aftershave, al traje le rocías un poco de tu perfume y… ¡recuerda llevar condones en el bolsillo!

¡Diablos Shiruy, solo falta que me digas como hacer una mamada! —se quejó Ikky rodando los ojos avergonzado.

Estoy seguro que para eso no me necesitas a mí, ya tendrás a Saga deseoso de enseñarte. Ya dejemos esto hasta aquí o te retrasarás.

Bien, gracias amigo, me sirvió hablar contigo —dijo el joven mucho más relajado.

Recuerda, quiero detalles en nuestra próxima conversación.

Eso nunca, déjalo a la imaginación —respondió divertido.

Eres malo.

Chao, nos vemos en el trabajo.

Un beso, suerte y pásalo muy bien.

Eso tenlo por seguro —ambos jóvenes colgaron su llamada con una sonrisa alegre en sus labios.

Ikky siguió al pie de la letra todas las indicaciones de su amigo, revisó que todo estuviese cerrado, ya que solo faltaban unos pocos minutos para que llegase

Ikky, tomó un vaso con agua y se sentó a esperarlo en el sofá. Se levantó ágilmente al sentir sonar el timbre de su departamento.

Abrió la puerta, frente a él estaba el hombre más caliente que había conocido, alto, elegante, musculoso, de piel bronceada, unos ojos verdes preciosos y cabello negro, todo envuelto impecablemente en un traje Armani. Por un momento quedo sin habla.

—¿Puedo pasar? —preguntó divertido Saga

Perdón… por supuesto. Pasa —dijo haciéndose a un lado de la entrada y dejándolo entrar, sintió la cara caliente por el sonrojo— Ohhh… —soltó sobresaltado ya que Saga lo había tomado, lo apoyó contra la pared de la entrada y lo besó apasionadamente, solo se separaron por la falta de aire. Ikky se quedó mirando los labios de su cita embelesado.

Estás como para comerte, bebé, no pude aguantar la tentación de besarte — mientras lo decía el hombre acarició los labios hinchados del muchacho—, mejor nos vamos, tengo reserva a las ocho y media —besó delicadamente los labios del joven nuevamente y lo miró a los ojos—. Estás hermoso, quiero que llegue rápido el momento de sacarte de ese traje.

Gracias, me alegro que te guste como me veo —su voz se escuchó en un susurro. Ikky se sintió feliz.

Vamos, se nos hace tarde —Saga guió al joven hasta la puerta y fueron hasta su auto tomados de la mano.

La cena transcurrió sin incidentes, fue maravillosa, Ikky se sentía en una nube, nunca alguien había estado tan pendiente de él, hasta el más mínimo detalle, como los bombones que le había regalado nada más subirse al vehículo, ese detalle llenó su corazón de alegría, ya que se dio cuenta que no era tan indiferente al hombre frente a él, sabía cuales chocolates eran sus preferidos, lo que le indicaba que sabría muchas cosas más.

El restaurant donde lo llevó era elegante y muy acogedor, con iluminación tenue y música muy suave de fondo, lo que les permitió conversar amigablemente, por un momento Ikky pensó que al salir juntos no tendrían temas de conversación y se producirían momentos de silencio. Afortunadamente se equivocó, Saga era un excelente anfitrión y tocaron muchos temas en común lo que hizo de su cena un momento demasiado agradable, solo quedaban esos nervios que no podía detener por la anticipación de lo vendría. Cuando terminaron Saga tomó su mano y se la llevó a los labios, no le importó que hubiese gente pendiente de ellos.

Ya solo quiero tenerte para mí… ¿me dejaras hacerte el amor? —preguntó con una mirada intensa, cargada de deseo.

Sí, yo también lo deseo —dijo sonrojándose el joven.

Vamos, bebé —dijo levantándose de su silla y ayudándolo a levantarse, todo esto rodeados de murmullos que venían de las otras mesa y que ninguno puso atención, ya que estaban rodeados por su propia burbuja privada.

Una vez fuera del restaurant, salieron tomados de la mano y buscaron el vehículo, una vez dentro de este, Saga  se acercó a Ikky y lo besó en los labios suavemente.

Gracias por esta cena maravillosa, hacia tanto tiempo o mejor dicho nunca había disfrutado tanto de una cita ¿te ha gustado? —quiso saber el Saga.

Sí, me gustó mucho, nunca nadie me había invitado a cenar. Esta es mi primera cita.

Me hace feliz ser el primero —tomó la mano de Ikky y lo miró seriamente a los ojos— Ikky, quiero que esta salida sea más que solo eso, me gustaría tenerte más cerca ¿quieres ser mi pareja?

Ohhh… yo… me encantaría, claro que quiero ser tu pareja ¿eso es como si fuésemos novios?

Por supuesto que sí, solo seremos nosotros, se acabaron las citas con mujeres que mi madre me busque. Solo estarás tú en mi corazón, te daré tiempo para disfrutar esta etapa de citas y salidas, ya que sé que tú eso no lo has tenido, pero después de un tiempo quiero que vivamos juntos ¿te gustaría?

Yo sería feliz de vivir contigo… yo… te amo Saga —dijo esto último es un susurro, bajando los ojos, ya que a pesar de su felicidad, eso aún le preocupaba.

Mírame Ikky —cuando el joven lo miró, tomó su rostro y dijo antes de besarlo— Yo también te amo, desde hace mucho tiempo. Si antes no dije nada, es porque quería que maduraras, que vivieras un poco más. Y me alegro que tú me hayas amado tanto que te guardaras solo para mí.

Yo… este… nunca quise a nadie más, solo tú —dijo sonrojado, pero muy feliz.

Vamos a casa bebé, creo que si no lo hacemos saltaré sobre ti, y antes que nos demos cuenta seremos arrestados por actos impúdicos —dijo besando cariñosamente la frente de Ikky.

Saga puso en funcionamiento el vehículo y los llevó tranquilamente hasta su casa, ubicada es una zona exclusiva y residencial, las viviendas eran hermosas con grandes jardines. Se detuvo frente a una de ellas y guardó su vehículo en el garaje. Una vez estacionado salió del auto y abrió la puerta del joven, lo tomó de la mano y lo llevó directo hasta su habitación, lo hizo sentar en la cama mientras él encendía pequeñas velas blancas ubicadas en forma estratégica por toda la habitación.

Ikky estaba alucinado, no cabía de felicidad por todos los detalles tan lindos que estaba teniendo Saga, lo vio acercarse y casi brincó cuando lo hizo ponerse de pie, le ayudó a sacarse la chaqueta de su traje y la dejó colgada en una silla, sacó su corbata, desabotonó su camisa y a medida que iba revelando su piel acalorada, lo iba besando y chupando, cuando llegó a su pantalón ya estaba totalmente erecto, lo que hizo que jadeara cuando bajó la cremallera, lo sentó y le sacó los zapatos y los calcetines antes de bajarle el pantalón y el bóxer juntos.

Lo ayudó a tenderse sobre la cama sin dejar de besarlo o acariciarlo.

Bebé, eres tan hermoso —Saga se enderezó y se desnudó rápidamente sin dejar de mirar un segundo la visión tan perfecta que tenía frente a él, una vez desnudo se acercó al joven y se acomodó sobre él, haciéndole abrir las piernas, ubicándose. Esta vez el beso que siguió los hizo jadear, ya que el toque de piel con piel y la fricción de ambas erecciones los tenía al borde, pero Saga no se apresuró, quería que todo fuera perfecto para Ikky, aunque el deseo lo estuviese matando, sacó fuerza de voluntad y amó tiernamente el cuerpo de su pareja, arrancándole suspiros, gemidos y ruegos, los que llenaron su alma de más amor por su amante.

Cuando por fin estuvo dentro del cuerpo tan perfecto de su bebé, fue la sensación más maravillosa que había sentido, haciéndole ver que al fin había encontrado su hogar, el amor, dejando atrás los años de autoengaño e insatisfacción. Ikky le rogaba que lo embistiera más intensamente y él le dio todo lo que hizo feliz a su hombre y más. Por muchos minutos se escuchó en la habitación jadeos, el ruido producido por el golpe de piel contra piel y el rechinar del colchón. Cuando acabaron colapsaron juntos abrazados, sin aliento, y con el retumbar de ambos corazones agitados. Saga abrazó y besó a Ikky sin salirse de él, susurrándoles palabras de amor en su oído.

Te amo Saga, eso fue maravilloso, gracias…

También fue maravilloso para mí, cariño —respondió emocionado por primera vez en su vida. El saber que el hombre en sus brazos lo amaba por lo que era y no por lo que representaba, que Ikky se entregara tan libremente a él a pesar de nunca haber sido tocado antes, lo llenó de orgullo y humildad, ya que sabía la valentía que tuvo que tener para confiar tan ciegamente en él, sabiendo que no lo lastimaría—. Te amo.

Notas finales:

Gracias por haberlo leido...

Nos seguiremos leyendo en la siguiente historia...


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