-Vamos Chanyeol, no puede ser tan dificíl al menos encestar una- Kyuhyun se burlaba de su pequeño hermanito mientras seguía botando el balón lejos de él.
Chanyeol estaba apoyando las manos en sus rodillas, sudoroso y jadeando debido a toda la carrera que había echado durante el juego.
-No se vale, fuiste campeón de tu escuela durante 3 años, dame un respiro.- Chanyeol se enderezó molesto y se dirigió a la banca de aquella cancha donde había dejado su botella de agua, le fastidiaba tener que jugar basquetbol con su hermano, pero, debido al cariño que se tenían nunca se lo decía.
No había nadie más con ellos, estaban en un lugar apartado del barrio donde solían jugar desde pequeños, lo único que había a su alrededor eran unas bodegas, donde Kyuhyun tenía unos negocios ilegales de los que su hermano menor no tenía conocimiento.
El menor se sentó pesadamente en la banca, su hermano soltó una risa burlona y dejó el balón en el suelo para ir a sentarse con él.
-Eres una basura para jugar basquetbol- Kyuhyun revolvió los cabellos de su hermanito.
-Y tú una basura para todo lo demás- ambos comenzaron a reír, seguido de esto se llevaron las botellas de agua a la boca.
Kyuhyun estaba por decir algo cuando de repente se dio cuenta de que algo andaba mal, le pareció escuchar un ruido a lo lejos, el balón con el que estaban jugando ya no estaba.
Miró hacia el punto exacto donde había dejado el balón, estaba bastante confundido.
Se puso de pie y caminó hacia allí ante la mirada extrañada de su hermano menor.
-¿Kyuhyun qué pasa? - Chanyeol también se puso de pie.
Kyuhyun estaba completamente extrañado, se acordaba perfectamente de que allí había colocado el balón, pero no lo veía por ninguna parte, se giró
a ver a su hermano.
-¿Dónde está el balón?- Chanyeol lo miró confundido y caminó hacia él. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que no había señal alguna del mismo.
-No lo sé, debió de haber rodado sin que nos diéramos cuenta.
-No lo creo- la cancha entera estaba rodeada por una reja de acero que la hacía similar a una jaula, la única manera de que el balón se haya ido era por la puerta, pero eso era casi imposible.
Su hermano menor lo observaba atentamente, pero su mirada se desvió con horror hacia un punto en la cancha, comenzaron a escuchar cómo alguien botaba el balón.
Cuando Kyuhyun volteó se topó con el horror, era un chico quien botaba el balón, tenía puesta una máscara de un personaje extraño, con nariz larga y ojos negros, no tenía boca, el chico medía más de un metro ochenta, tenía puesta ropa negra, una sudadera le cubría por completo el cabello. El chico comenzó a silbar lenta y desentonadamente, Chanyeol comenzó a temblar.
-¡Oye! Ese es nuestro balón- le gritó a aquel chico que los observaba detrás de aquella máscara, sin dejar de silbar y sin dejar de botar aquel balón.
Fue allí cuando se dieron cuenta de que cada que botaba el balón contra el suelo algo salpicaba, como si el balón estuviese mojado.
Era sangre.
-Vámonos de aquí- el mayor jaló a su hermanito pequeño del brazo y lo llevó fuera de la cancha a un paso apresurado, casi corriendo, sin dejar de seguir con la mirada a aquel chico... Que también los seguía con la mirada.
En un momento dado el chico dejó de silbar y dejó que el balón rodara dentro de la cancha. Fue entonces cuando comenzó a perseguirlos.
Los chicos estaban tan aterrados que no miraban el camino, quisieron correr hacia la carretera pero entonces, como si de una película de horror se tratara Chanyeol pisó una trampa para osos que el asesino había colocado previamente al ataque que apenas había comenzado.
Esta se cerró destrozando el tobillo del menor, quien gritó despavoridamente al ver su hueso expuesto y al sentir ese dolor ensordecedor de las cuchillas atravesando su piel.
-¡CHANYEOL!- Kyuhyun veía como el asesino se acercaba lentamente, mirándolos, inclinando la cabeza como si estuviese cazando, abrió la trampa con una fuerza increíble que sólo podía venir de alguien aterrado y cargó a su hermano en brazos.
El asesino caminaba lentamente, burlándose de ellos, sabiendo que no tenían escapatoría, sabiendo que su historia terminaba allí.
Kyuhyun llevó a su hermano a una de las bodegas de al rededor, estaba tan asustado que su corazón no lo dejaba pensar, quería huir de allí e irse, incluso por su mente pasó durante unos instantes dejar a su hermano allí a la merced de ese asesino.
Cerró la puerta de aquella bodega, había perdido de vista al asesino y eso le aterraba aún más que verlo de frente. Tomó unas cajas y las llevó a la puerta de entrada con la intención de no dejarlo pasar.
-Kyu, Kyu, sácame de aquí- su hermano menor lloraba, estaba completamente aterrado, se notaba en la forma en que hiperventilaba, su cuerpo entero temblaba.
-Cállate- le dijo para después asomarse por la ranura de la puerta de aquella bodega y observar que el asesino ya no estaba allí.- ¿Dónde está tu teléfono?
Kyuhyun susurraba, se agachó a ver el tobillo lastimado de su hermano, se veía bastante mal, posiblemente no tenía reparación.
-En las mochilas- Chanyeol lloró aún más, las mochilas estaban afuera. Kyuhyun lo miró desesperado, no le dio tiempo de nada puesto que escucharon un ruido en la puerta, alguien trataba de abrirla.
Kyuhyun tapó la boca de su hermano y lo llevó más atrás de las cajas, para esconderse ahí, miraban aterrados como las cajas se movían a la vez que alguien empujaba la puerta con una fuerza monstruosa.
Y de repente, el sonido paro.
Ambos seguían temblando por el miedo, sabían que de allí no iban a salir jamás y eso les aterró.
Lo que no sabía Chanyeol es que pronto preferiría no salir nunca de allí.
Escucharon como una ventana se rompió. Ambos comenzaron a llorar mientras tapaban sus bocas con la esperanza de que eso le hiciera creer al asesino que no había nadie dentro de ese almacén.
Escucharon a alguien entrar y saltar desde afuera de la bodega. Un tronido infernal se escucho cuando el asesino tocó el suelo, como si uno de sus huesos se hubiera reacomodado por completo.
El hermano menor recordó aquel asesino sanguinario que habían visto alguna vez en las noticias, Ressik, recordaba, se caracterizaba por torturar y matar a sus victimas de una forma tan grotesca que hasta los mismos policías se asqueaban.
Deseo con todas sus fuerzas que no fuera él.
Escucharon pasos acercándose lentamente a donde estaban escondidos. Su fin se acercaba, sus corazones latían más rápidamente al escuchar el sonido de los pasos haciéndose cada vez más fuerte. Preferían morir a que ese asesino los encontrara.
Una sombra los cubrió, ambos giraron lentamente sus cabezas para ver al asesino, quien los miraba inclinando la cabeza, como si de un juego se tratara.
Kyuhyun, en un último intento por sobrevivir tomó un pedazo de madera que estaba allí y golpeó la cabeza del asesino con ella.
Su hermanito menor se destapó la boca sorprendido por lo que su hermano había hecho.
Pero el asesino ni siquiera se inmutó.
Sacó de su bolsillo una afilada navaja y la enterró en un costado del torso de Kyuhyun.
-¡KYUHYUN!- Chanyeol gritó al ver los borbotones de sangre que salían del torso abierto de su hermano mayor.
Kyuhyun cayó al suelo entre espasmos de dolor.
El asesino ahora se acercó a Chanyeol.
-No, no, no por favor- Chanyeol estaba tan asustado que rogaba por su vida, no podía correr y eso lo hacía sentirse impotente, pequeño.- Déjanos ir, no le diremos a nadie, por favor.
El asesino tomó de la camisa a Chanyeol y reanudó su silbido cínico. Comenzó a arrastrarlo hasta el centro del almacén, donde habían dos sillas con cuerdas.
-Ya para- Chanyeol no pudo decir más cuando el asesino lo obligó a ponerse de pie para sentarlo en dicha silla, lanzó un grito de dolor, lo triste era, que nadie nunca escucharía sus gritos.
El asesino procedió a amarrarlo bien a la silla, no paraba de silbar, parecía estar en una especie de trance. Le dio unas palmadas en la cara a Chanyeol que ya se encontraba desesperado por ese maldito infierno.
-Por favor, por favor- Chanyeol miró los ojos de aquel asesino a través de la máscara, tenía ojos cafés, su pupila estaba completamente dilatada.
En seguida el asesino caminó a donde había dejado al hermano mayor, se dio cuenta de que el chico trataba de huir arrastrándose por el suelo, lo tomó por el cabello castaño y rizado del chico y lo jaló hasta las sillas.
-¡NO! ¡DÉJAME IR MALDITO BASTARDO!- Kyuhyun ponía aún más resistencia que su hermano menor, pero era inútil.
El asesino lo colocó agresivamente en una silla y comenzó a golpearlo en el rostro una y otra vez, Kyuhyun estaba aturdido por la pérdida de sangre, no se defendió.
-¡MALDICIÓN YA DÉJALO! ¡PARA! ¡¡PARA!!- Chanyeol veía con horror como desfiguraban el rostro de su hermano mayor, su corazón se rompía, lloraba por la impotencia de no poder ayudarlo, se sentía inútil ya que ni siquiera tratando lo mejor que podía de desatar esas cuerdas lo lograba.
El asesino ahora ató a un casi inconsciente Kyuhyun a la silla, pero con este hizo algo diferente, solo ató sus brazos a la parte trasera de la silla, dejando todo su torso descubierto, preparado para lo que estaba por hacer.
-Oye...- Kyuhyun habló con la cabeza hacia abajo- ¿Eres...Ressik... verdad?
Alzó la cabeza con dificultad, al posar la mirada en la máscara del asesino este inclinó la cabeza hacia un lado y lentamente comenzó a asentir. El llanto de Chanyeol se intensificó al darse cuenta de que su peor pesadilla se acababa de cumplir, era Ressik quien los iba a matar.
-Por favor...déjanos ir...te daré el dinero que quieras- Kyuhyun temblaba, ya estaba demasiado asustado y herido como para intentar algo, sólo quería escapar- deja vivir a uno de nosotros.
Ressik fingió que rascaba su cabeza mientras pensaba, como si estuviera eligiendo un juguete, como si todo fuera un simple juego para él.
Caminó hacia una mesa cerca de la bodega, había planificado todo minuciosamente mientras ellos jugaban basquetbol, era tan silencioso que ni siquiera había incomodado a las ratas dentro del almacén.
De ahí tomó un fino escalpelo, lo observo por un rato y entonces tomó unas pinzas también, seguido de esto un cuchillo fino y largo, volvió a silbar.
Se acercó a los asustados hermanos y blandiendo el cuchillo grande comenzó a apuntar a cada uno, como si se estuviera decidiendo por alguno de los dos.
-¡Por favor déjanos vivir a ambos!- gritó Chanyeol desesperado.
Pero entonces, el asesino, como si se hubiera decidido de repente detuvo el cuchillo en Kyuhyun, al darse cuenta y con amargura, Kyuhyun soltó un suspiro aliviado. Giró a ver a su hermanito, le sonrió.
-Recuerda que siempre te quise- le dijo para después enfrentarse al peor de los infiernos en vida.
Al segundo peor infierno, ya que Chanyeol estaba por presenciar el primero.
-No, no, no- Chanyeol comenzó a intentar zafarse cómo podía de la silla- ¡DÉJALO!
Pero sus intentos fueron en vano, Ressik rompió la playera de Kyuhyun con el escalpelo, dejando completamente expuesta la piel de su abdomen y el pecho, la acarició con la yema de sus dedos, Kyuhyun lo miraba con horror.
Fue entonces cuando comenzó a cortar la piel al rededor de sus bíceps, con mucho cuidado de no atravesar el músculo, Kyuhyun comenzó a gritar despavorido.
-¡NO POR FAVOR! MÁTAME A MÍ ¡MÁTAME A MÍ!
Pero Ressik no lo escuchaba, sin más, cortó la piel de Kyuhyun todo alrededor de los bíceps abdomen y torso, como si estuviera haciendo un dibujo siniestro de lo que estaba por desollar. Y así lo hizo, al llegar de nuevo a donde había empezado el corte, Ressik jaló con sus dedos fuertemente la piel del hermano mayor y la arrancó por completo dejando expuestos los músculos sanguinolentos.
Kyuhyun en seguida comenzó a gritar horrorizado al igual que Chanyeol, el asesino al escucharlos se tapó los oídos como si esto lo molestara. Y de repente se puso inquieto, esto hizo que Chanyeol callara al instante.
Ressik tomó el cuchillo largo y con tan solo la punta, perforó el abdomen de Kyuhyun sin piedad alguna, continuó subiendo el cuchillo hasta llegar a su cuello.
Kyuhyun calló, sus ojos se quedaron viendo a la nada. Había muerto.
Chanyeol tenía tanto miedo que sus temblores ya más bien parecían espasmos, el trauma de haber visto a su hermano morir de esa manera no se comparaba en nada al trauma que estaba por sufrir.
Ressik vio cuando al fin Kyuhyun murió, vio como Chanyeol comenzó a llorar horrorizado. Desató a Kyuhyun.
-Kyu... Lo mataste, maldición...maldición- Chanyeol lloraba con la cabeza hacia abajo, por su maldita inutilidad había perdido a su hermano, a su mejor amigo, al único que aguantaba sus arranques de egoísmo...- mátame... Por favor.
Pero eso para nada estaba entre los planes de Ressik.
Ressik abrió el estómago del hermano ya difunto con sus manos, y con un esfuerzo mayor comenzó a sacar los intestinos del mismo, hasta que estuvieron afuera casi por completo, tomó los brazos de Kyuhyun y puso uno alrededor del hermanito, como si lo estuviese abrazado.
Chanyeol saltó horrorizado al sentir aquello, pero a pesar de ello comenzó a llorar en los cabellos de su hermano.
-Hermanito... Hermanito...Kyu- y seguido de esto, Ressik tomó los intestinos del hermano... Se alzó la máscara hasta que sus labios quedaron descubiertos ante la mirada espectante de Chanyeol.
Fue entonces cuando con la sangre que aún quedaba en los intestinos coloreo sus labios, antes de enrrollar aquellas visceras alrededor del cuello de Chanyeol, como si de una bufanda se tratase. Cobijó a Chanyeol con la piel cercenada de su hermano, como si fuera una manta. Como lo hacían cuando tenía tres años y se dormía en el regazo de su hermanito mayor.
-Mátame- suplicaba Chanyeol- mátame...
Pero Ressik lo calló depositando un beso en sus labios. Se bajó la máscara de nuevo, caminó hacia la mesa y seguido de esto tomó todas sus herramientas y salió por la puerta de la bodega tirando algunas cajas.
Chanyeol quedó completamente petrificado ante ese beso, se sintió confundido, comenzó a escuchar cosas en su cabeza, sus pensamientos no se ponían de acuerdo, su pecho dolía.
Cerró los ojos y se durmió recargándose en la cabeza de su hermano... De su Kyuhyun.
***
La sangre en la bañera de Taeyeon coloreaba el agua dejando un hilo que iba de sus muslos hasta expandirse por todo el resto de la bañera como si se deshilachara, veinte era el número de aberturas en la piel que ahora tenía.
Miraba a la nada, sosteniendo la navaja, estaba completamente desnuda. Se reincorporó un poco, en su cabeza no dejaban de escucharse las palabras de Chanyeol, atravesaban su pecho como la peor de las armas existentes en el mundo.
Se puso de pie en la bañera no sin antes jalar la cadena del tapón para que toda la sangre se fuera, terminó de bañarse.
Al salir de la bañera se topó con su imagen en el espejo, se vio a si misma de una manera completamente distorsionada, no veía sus huesos resaltando, sus costillas marcadas, sus clavículas salidas, solo veía una gorda Taeyeon, una obesa y fea Taeyeon, aunque ella siempre había sido preciosa.
Miró hacia el gabinete de su baño, vio las pastillas para dormir y pensó que era mejor hacerlo, pero fue entonces cuando su puerta sonó.
Alguien tocaba torpemente la puerta.
Taeyeon se quedó extrañada, tomó su bata de baño y se la puso encima cerrándosela lo mejor que pudo, se colocó unas sandalias y caminó hacia la puerta de salida de su departamento.
-¿Quién es?- nadie respondió la primera vez- ¿Quién es?- ni la segunda, Taeyeon abrió la puerta.
Sus ojos se abrieron desmesuradamente, Minho estaba en la puerta con la boca llena de sangre y bastante sudor en su frente, estaba completamente pálido, no traía la férula y su pierna se veía visiblemente más hinchada de lo que alguna vez había estado. Temblaba, parecía que tenía resaca.
-Nadie... Rechaza... A Noona- y seguido de esto se dejó caer adentro del departamento, Taeyeon lo sostuvo antes de que cayera al suelo.
-¡Minho!- la bata de Taeyeon se abrió un poco dejando que sus pechos se vieran aún más, esto la avergonzó a sobremanera, pero a pesar de ello supo que en ese momento Minho era lo más importante para ella- ¿Y tú férula? Por dios santo ¿Qué te pasó?
Taeyeon llevó al sillón como pudo a un pobre Minho que ni siquiera podía sostenerse a sí mismo, fue ahí cuando Minho se dejó caer en el sillón lastimando aún más su pierna.
Ahogó un grito de dolor.
-Captagón- Minho jadeaba, estaba perdiendo la vista, al querer acariciar el rostro de Taeyeon por accidente tocó uno de sus pechos- Éxtasis...
Taeyeon estaba completamente sonrojada, la mano de Minho acariciaba el pezón de la menor, estaba completamente drogado.
Seguido de esto Minho dejó caer su mano y se desmayó.
Taeyeon se cerró la bata de inmediato como si estuviera completamente avergonzada. Pero a la vez se sentía extraña, como si estuviera feliz por lo que Minho había hecho.
Ahora Taeyeon conocería el verdadero dolor de enamorarse de alguien que jamás sería para ella.
***
Taemin acariciaba el cabello de su padre mientras lo veía dormir, el doctor lo había anestesiado, era la tercera vez que intentaba huir. Inconsciente le parecía tan bello, le recordaba a cuando dormían juntos, cuando Taemin tenía tan solo dos años.
Sintió cierta tristeza invadir su pecho.
-Ese tipo es un maldito imbécil- Taemin se giró al escuchar la voz del doctor, tenía su cabello amarrado en una coleta por lo mucho que había sudado al batallar en ponerle la anestesia a su padre- pero no puedo evitar sentir cierto cariño por él al verlo dormir... Cuando no me rompe los cojones es bastante adorable.
Taemin soltó una risa junto con el doctor. Jiyong se acercó hasta donde Seunghyun estaba.
-Nunca sabré con certeza qué clase de hombre es mi padre, Ji.- Taemin volvió a mirar a su padre- Durante años me trató de una manera insoportable... Como si me odiara. Y ahora tiene actitudes que no entiendo.
Jiyong también miró al inconsciente Seunghyun.
-Por la forma en que peleó contra Minho parecía más bien un padre celoso que un padre que odia a su hijo.
Taemin volteó a ver a Ji ante esa confesión, se lo pensó un poco.
-Creo que aunque tenga toda la vida disponible nunca lograré saber si eso es cierto- Taemin se alejó de Seunghyun y de Jiyong, caminó hacia la puerta y tomó sus cosas, les echó una última mirada.- ¿Sabes? me gustaría que mi padre te hubiera conocido antes.
Jiyong miró a Taemin, no pudo evitar sonreír al escucharlo decir aquellas palabras.
-¿Para que fuera aún más amargado?
Ambos rieron.
-No... Para que ahora fuera más feliz- Taemin bajó la mirada, Ji sintió su pecho palpitar rápidamente- Te lo encargo.
Y seguido de esto cerró la puerta dejándolos solos en aquella gran habitación.
Ji miró a Seunghyun otra vez. Apretó los puños y depositó un beso pequeño en los labios de este.
-No sé qué clase de monstruo eres, pero haces que de verdad me duela la cabeza- acarició lentamente los cabellos azabache del mayor- Yo te voy a curar.
***
Taemin llegó a casa. Abrió la puerta y dejó su saco en la percha y sus zapatos en la entrada, su casa estaba bastante silenciosa.
-Amor, ya llegué- caminó hacia la cocina, se suponía que Minho estuviera allí- ¿ya fuiste a ver a Yeon?- al llegar a la cocina y ver que no estaba allí alzó más la voz ya que creyó que estaba en el cuarto.- A Kibum no le abrió, tampoco a Onew, llevamos una semana sin saber de ella.
Tomó una banana milk del refrigerador y la destapó para comenzar a beberla. Se dirigió a la habitación.
-Pensé que a ti si te abriría porque sabe que tienes una pierna lastimada y- pero al llegar a la habitación se topó con la férula de Minho sobre la cama. El collarín también estaba allí, habían dos jeringas al lado, ambas estaban vacías.
Sintió su cuerpo estremecerse, sabía que había ido directo a ejecutar su venganza, pero sintió pánico porque sabía de qué modo había logrado que su pierna sanara. Había utilizado dos especies de droga para inhibir el dolor.
Salió corriendo de nuevo de la habitación, tomó sus llaves y se puso el saco rápidamente, tomó su celular y marcó el número de Kibum, el contestador automático le respondió.
-Kibummie, es Minho, por favor, ve a la casa de Taeyeon, es urgente, dile a Onew que vaya.
Seguido de esto colgó el teléfono y prosiguió a marcarle a Jiyong, sin tener una mínima idea de cómo explicarle lo que había pasado con Minho.
***
Taeyeon ya estaba vestida, seguía colocando trapos húmedos en la frente de Minho, ardía en fiebre y temblaba debido al frío que esta misma le provocaba, ya le había cambiado dos veces la playera pero seguía sudando.
Se estaba deshidratando.
-Minho, despierta- le arrimó a la boca una botella de agua con una pajilla- Bebe esto, estás perdiendo muchos líquidos.
Minho no abrió los ojos, tenía el entrecejo fruncido debido al dolor que sentía en la pierna. Se acercó lentamente a la botella y comenzó a succionar de la pajilla.
Taeyeon escuchó que volvían a tocar la puerta, la abrió y allí estaba Taemin con Jiyong.
-Taeyeon, gracias al cielo estás bien- seguido de esto la abrazó, se separó casi de inmediato y la tomó por los brazos- ¿Dónde está Minho?
Taeyeon no dijo nada, solo abrió más la puerta y dejó ver a un semiconsciente Minho tirado en el sofá.
-Tiene síndrome de abstinencia- Jiyong le dio a Taemin el pesado maletín donde traía todo lo necesario para brindarle primeros auxilios a Minho- y posiblemente una nueva fractura en la pierna.
Jiyong se acercó a Minho rápidamente casi empujando a Taeyeon, Taemin lo siguió, luego le siguió el paso Key, quien miró a Taeyeon enojado.
-Tengo que hablar contigo después de esto- giró hacia dónde estaba Minho, sintió que su corazón se rompía al verlo tan mal, corrió hacia él y tomó su mano.
Fue entonces cuando Onew entró empujando una silla de ruedas que Taemin había mandado comprar para Minho.
-Hola Yeon, todo esto me tiene confundido así que sólo diré que estoy feliz de que estés bien.- Taeyeon le dedicó una sonrisa a Onew.
Ambos voltearon a mirar como Jiyong inyectaba algo a Minho.
-Esto eliminará los efectos del extasís y aminorará los del Captagón.- Jiyong comenzó a frotarse la frente- No preguntaré cómo mierda consiguió una droga tan potente y prohibida tu novio, pero si su pierna necesita cirugía es probable que tenga que hacer estudios de sangre.
Jiyong miró serio a Taemin quien solo bajó la mirada ya que no tenía explicación alguna para aquel doctor.
-Chicos, ayúdenme a subirlo a la silla de ruedas- Jiyong sacó de la maleta un collarín junto con unas tablillas para inmobilizar la pierna.- Pero quiero que primero me ayuden a inmovilizar la pierna, esa férula ya no sirve para esta lesión.
Jiyong roció un analgésico en spray en la hinchada pierna de Minho, desde la rodilla hasta los dedos de los pies. Estaba por comenzar a vendar cuando su celular comenzó a sonar.
-Kibum, venda su pierna, Taemin, Onew, ayúdenle, me llaman del hospital- Jiyong se alejó un poco y se sentó en el suelo para contestar el teléfono mientras observaba detenidamente como los amigos de Minho hacían su trabajo.- ¿Bueno?
Taemin veía como la cara de su amado se estremecía en dolor cada que tocaban su pierna, eso le dolió, sabía entonces que prefería no volver a dejar a Minho sacar a Ressik de nuevo.
-¡¿Qué?! ¿Cómo que escapó?- Jiyong se puso de pie de repente, Taemin sintió angustia, sabía cuál era la razón de su padre para simplemente salir así de un hospital, Ressik- Maldición. Sí, iré para allá.
Kibum vio como Minho comenzó a abrir los ojos lentamente, jadeaba.
-Jonghyun...- Minho habló mientras miraba a Kibum- Jonghyun es mi amigo... ¿Dónde está?
Kibum sintió tanto cariño por Minho al darse cuenta que dentro de aquel asesino sanguinario había una persona con un corazón palpitante, sintió incluso tristeza por él.
-Te verá en el hospital.- Casi se le quiebra la voz, terminó por vendar la pierna.- Onew, ayúdame.
-Onew también es mi amigo...
Onew sonrió y no pudo evitar reírse, cargó a Minho junto con Kibum y Taemin hasta la silla de ruedas. Jiyong se acercó a ellos.
-Por favor, lleven a Minho ustedes, tengo que buscar a Seunghyun.- Jiyong se puso en marcha y salió por la puerta dejándola abierta.
-Claro que soy tu amigo, Minho, pero si vuelves a hacer esto, te golpeo- Onew comenzó a empujar la silla de ruedas fuera del departamento.
-Dile a Tae... Que me perdone, lo amo.- Minho volvió a desmayarse. Taemin corrió a su lado y sostuvo su mano mientras entraban al elevador.
-Eres todo un caso, Choi.-Taemin le dio un pequeño beso en la frente a su amado.
Taeyeon los siguió, con la sensación de que lo peor para ella estaba apenas por comenzar.
***
Todo marchó mejor de lo que esperaban, resultó que gracias a que Minho no había consumido una cantidad importante de Captagón, pudieron sacarlo de su sistema mediante una diálisis, su pierna estaba más rota, por su puesto, había saltado una altura de Metro y medio a lo menos, pero no necesito cirugía, por lo cual pudo volver a casa ese mismo día, siendo empujado por su amado en lo que quedaba de camino, ya que Jonghyun se había ofrecido a llevarlos, pero había tenido un inconveniente antes de llegar a su casa.
Ambos seguían el camino en silencio. Taemin estaba molesto con Minho.
Minho al darse cuenta de esto quiso remediar las cosas.
-Tae.
-No, Minho, ahora no- Taemin se acomodó un poco el cabello y siguió empujando la silla de ruedas.
Minho apretó los puños y con su pierna buena detuvo la silla de ruedas. Taemin dejó de empujar.
-¿Vas a ir tú solo a casa?- Taemin se cruzó de brazos y caminó hasta estar de frente con su amado.
-No, pero sé que estás enojado, es mejor que lo solucionemos ahora mismo.
Taemin suspiró y dirigió su mirada a otra parte.
-No hay nada que solucionar, lo que hoy hiciste... Fue horrible- Minho lo miró confundido- no hablo de lo que hiciste con el hermano de Chanyeol, eso fue hermoso, gracias. Hablo de lo que hiciste contigo, drogarte de esa manera y tan solo irte... Incluso pensé en terminar lo nuestro.
Taemin bajó la mirada, Minho empujó hacia al frente la silla mientras miraba a su amado con el corazón partiéndose a la mitad.
-Pero ya no puedo vivir sin ti- Taemin suspiró y alzó la cara.- Es imposible... No me imagino una vida sin ti a mi lado... Pero maldición- las lágrimas rodaban por el rostro de Taemin sin que pudiera evitarlo- ya estoy harto de verte herido.
Minho bajó la mirada y entendió lo que su Taemin decía, entonces sin más, avanzó empujando la silla de ruedas rápidamente para que Taemin cayera sobre sus piernas.
Ambos quedaron frente a frente, Taemin dejó de llorar.
-Haré lo que me dígas, para no herirnos nunca más.
Taemin lo miró y una sonrisa comenzó a dibujarse en su rostro, comenzó a besarlo lenta, y calurosamente, pasando su lengua por todo alrededor de su paladar, deteniéndose una y otra vez a luchar contra su lengua hasta que se detuvieron debido a la falta de aire.
-¿Harás lo que sea? - ambos se miraron a los ojos.
-Lo que sea- el pecho de Taemin comenzó a palpitar debido a lo disponible que estaba Minho por complacer a su amado y por salvar su relación.
-Amo a Minho, tanto como amo a Ressik- al escuchar estas palabras, el asesino sintió que su corazón saltaba- pero quiero que seas Ressik solo cuando yo te diga.
Taemin le pedía a Minho algo que ni siquiera su propio hermano podía controlar, algo que ni él mismo algunas veces, pero como si Taemin fuera la máxima autoridad en el mundo, las voces callaron, Minho estaba en completa calma por primera vez en la vida.
-Así será.- Taemin y Minho se besaron fugazmente, volvieron a mirarse con una sonrisa.
Minho comenzó a mover la silla de ruedas con sus manos en las llantas.
-Mi amor, se romperá- Taemin comenzó a reír.
-Lo dudo, estás hecho un palito- Taemin comenzó a reírse mucho más y le soltó un puñetazo en el hombro a su novio.
-¡Pero así te gusto! - Taemin rodeo a su amado con las manos detrás de su nuca.
-Así es ¿no te gustaría ver que se siente hacerlo sobre una silla de ruedas?
Ambos se miraron de manera pícada y volvieron a reír mientras entraban al edificio.
El portero los vio entrar, no pudo evitar reír al ver como iban aquellos dos sobre la silla de ruedas. Le recordó a una película que alguna vez vio.
-Niños, con cuidado al subir al elevador- les avisó a ambos, apenas iban entrando.
-¡Claro! Muchas gracias señor.- gritó Taemin desde adentro del elevador mientras Minho comenzaba a besar su cuello lentamente.
***
Seunghyun acababa de tomar su tercera pastilla de oxicodona, apenas podía estar en pie y lo sabía, pero, al enterarse de que Ressik había atacado antes de que el saliera del hospital, supo que ya no podía volver a quedarse acostado en aquella asquerosa camilla, con aquel insufrible doctor.
-Oye, Seunghyun, no creo que sea bueno que tomes tantas- Daesung estaba por quitarle el frasco de pastillas pero Seunghyun lo guardó celosamente en su saco,
-No tienes idea de lo que me costó robarlas de aquel consultorio.- dijo Seunghyun mientras tomaba la piel cercenada que estaba sobre el chico que según ellos estaba muerto.- lo que me sorprende es que Ressik no le haya hecho nada a este chico.
Pero entonces, sin que ellos se lo esperaran el chico despertó y comenzó a gritar al verlo sostener la piel de su hermano, y al ver que aún tenía los intestinos de su hermano enrrollados en el cuello. Comenzó a gritar desesperado, jalando las cuerdas cómo podía, intentando zafarse, asustando por completo a Daesung y dejando en shock a Seunghyun quien no se podía creer que Ressik hubiera dejado a un sobreviviente.
-¿No dijeron que estaba muerto?- Seunghyun se giró molesto a mirar a los paramédicos.
-Debió de haber sido una parálisis.- uno de ellos se acercó al chico a intentar calmarlo, pero al ver como lanzaba patadas, lastimando aún más su tobillo lastimado los demás paramédicos corrieron a ayudarle.
Juntos intentaron sostener lo mejor que pudieron a Chanyeol, pero era imposible, debido al jaloneo comenzó a jalar más los intestinos de su hermano, que ahora comenzaban a llevar consigo otros órganos importantes, como el estómago o el esófago.
Seunghyun no sabía qué hacer, sabía que todo ese movimiento modificaría toda la escena del crimen, hizo que Daesung sostuviera con horror la piel del difunto hermano, estaba decidido a golpear al menor para que este recuperara la consciencia.
Alzó el puño y entonces alguien lo detuvo. Se giró para observar quién había sido, ahí estaba, el guapo y joven doctor, su más grande dolor de cabeza, se acercó al menor y con unos guantes de látex que ya tenía puestos, desenrolló los intestinos de su cuello, lo abrazó. El menor al instante comenzó a dejar de moverse poco a poco.
-Cálmate... Él está a tu lado- le dijo al oído, acariciando su cabello. El menor en seguida dejó de gritar, volteó a ver a su hermano y sostuvo su mano mientras lloraba en el regazo de Jiyong.
-Lo mató... Lo mató...- En seguida Jiyong desató a Chanyeol y este se lanzó a abrazar a Jiyong... apoyándose en él un poco debido a la grave lesión en su tobillo, Chanyeol en su maldita locura, en su maldita y despreciable locura que le había dejado aquel horrible trauma, creía que Jiyong era su madre.- Mami... lo mató.
Jiyong tomó de la mano a Chanyeol, se separó de él para mirarlo a los ojos con la esperanza de que no hubiera perdido del todo su cordura, pero lo había hecho. Al ver a Seunghyun, creyó que el era el asesino.
-Sácame de aquí mamá, llévame lejos de él, él lo mató, él lo mató- Chanyeol señalaba con deprecio a Seunghyun mientras sentía ganas de salir corriendo, de llevarse a su madre muy lejos de aquel lugar.
-¿Cariño de qué hablas?- Jiyong decidió apoyar la locura de aquel chico- Él es tu papá.
Seunghyun tomó del hombro a Jiyong al instante, éste le soltó un manotazo bastante molesto.
-¿Papá? No... Él es Ressik.- Jiyong volvió a abrazar a Chanyeol.
-Ven, tenemos que curarte.- Jiyong entonces sacó de la escena del crimen a Chanyeol, en brazos, como si de verdad fuese su madre, rompiendo la cinta policíaca que justo los hombres de Seunghyun acababan de poner.
Lo acercó hasta la ambulancia que había llevado para Seunghyun.
-Chicos llévenlo al hospital, quiero una revisión completa, junto con un electroencefalograma- miró de nuevo al menor, quien no quería soltar su mano.- cuídenlo, y llamen a Youngbae, necesitaré un traslado especial.
-Sí, doctor.
-Cariño, espérame, iré a verte.- Chanyeol entonces soltó su mano, haciéndole caso a quien creía era su difunta madre.
La ambulancia se fue haciendo que varios policías se arrojaran a los extremos del camino para evitar ser atropellados.
-Oye, no tienes jurisdicción alguna aquí- Seunghyun se acercó al joven doctor con la intención de sacarlo a patadas de allí- además-
Jiyong se giró y lo inyectó con un líquido en el cuello, preciso y certero, enseguida Seunghyun cayó al suelo debido al dolor agudo de esa aguja, comenzó a ver todo como si de una viñeta se tratase, estaba por desmayarse.
-Aún no te he curado, grandísimo idiota.- Jiyong sólo tenía un límite de tolerancia con sus pacientes, este era su límite.- Te llevaré al hospital a rastras si es necesario. Tú y tu yerno son todo un caso.
Y como si esto hubiese cruzado la cabeza de Seughyun como una flecha en seguida tuvo una idea, entendió porque Jiyong decía eso, Minho había hecho algo similar, estaba seguro.
Minho era Ressik.