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Ábreme tu ventana y yo robaré tu corazón. por livearoundtheworld

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Notas del capitulo:

Capítulo uno, narrado por Derek y por narrador omnisciente.

Narrador omnisciente:

Casa de los Stilinski.

-Enserio Scott, ¿me vas a dejar tirado de nuevo? Soy tu mejor, amigo, que digo, ¡tu hermano! Y aquí me tienes, solo, abandonado, en una profunda depresión...

-Stiles, eres un melodramático. – le corto Scott con tono cansado.

-¿Melodramático dices? ¡Venga Scott! Hace casi una semana que no te veo ese maldito culo peludo. – lloriqueo Stiles.

-¡Pero si nos vimos ayer mentiroso! – exclamó indignado.

-¡Vale! Es cierto, pero eso no cuenta. – refunfuñó Stiles.

-¿Cómo que no cuenta? Explícame por qué no. – preguntó confuso.

-Porque no llegaste a estar ni dos horas en mi casa, cuando ya estabas corriendo a ver a Allison. – bufó molesto Stiles.

-Stiles, tengo novia, tengo que pasar tiempo con ella, llama a Lydia o a Isaac o tal vez Erica o Boyd.

-Lydia estará con el imbécil de Jackson, Erica ha empezado hace poco a salir con Boyd e Isaac está trabajando por si no lo recuerdas.

-¿Y yo que le hago Stiles? Piensa en otra persona.

-No hay nadie más Scott, el único que queda es Derek y francamente dudo que quiera verme, sin contar que a mí me da miedo y creo que me arrancaría la garganta si lo llamase porque estoy aburrido.

-Eso no lo sabes si no pruebas Stiles.

-Sí, claro, voy a llamar a Derek, y le digo, “¿qué pasa Derek? Ya sé que estás continuamente amenazándome con matarme, ¿pero que te parece ir al cine conmigo? Es que estoy aburrido y mis amigos pasan de mí” y Derek dirá “Claro Stiles, ahora mismo voy a tu casa en mi coche con mi súper cara de lobo amargado, mi chaqueta de cuero y mi pose de chico malo y vamos de la manita la cine a ver la nueva película de Marvel”. – ironizó Stiles

-Bueno, tienes razón, quizás Derek no sea la mejor opción, pero no hace falta tanto sarcasmo Stiles...

-Utilizaré todo el sarcasmo que quiera, es mi única arma ¿recuerdas? Y ya no quiero hablar más, vaya a ser que Allison se enfade conmigo por robarte mucho tiempo. – dijo realmente ofuscado el castaño cortando la llamada sin dar opción al pequeño lobo a contestar.

Stiles se tiró en la cama y suspiró pesadamente.

-Ahora es cuando yo apreciaría realmente que una criatura sobrenatural azotara Beacon Hills o Derek apareciera con cualquier problema... Así al menos estaría distraído... – murmuró Stiles para sí mismo.

Mientras tanto, debajo de la casa Stilinski, se encontraba un Derek Hale con una sonrisa adornando su rostro y mirando fijamente la casa del castaño. Escucharle murmurar eso último al castaño había alentado las intenciones del joven Hale.

Derek:

Perfecto, llevo buscando el momento adecuado para venir y tener excusa para que me deje estar con él y me permita entrar en su casa, aunque ya haya entrado sin su permiso más de una vez, no es lo mismo, y es que Stiles me trae de cabeza, no me lo puedo sacar de mis pensamientos y tengo que hacer algo para que vea, que su lugar correcto es junto a mí, pero primero, como dijo Jack el destripador, vamos por partes.

Subí de un ágil salto a la ventana de Stiles y golpeé con suavidad en su ventana, causando un gran susto en Stiles, al verlo saltar del susto y  casi caerse de la cama no pude evitar contener una risilla. Stiles me miró llevándose una mano al corazón en un gesto dramático y luego se acercó apresurado a abrirme.

-¡Pero qué manía tenéis todos los chuchos de asustarme! ¡Os recuerdo que soy humano y yo me puedo morir de un ataque cardíaco! – exclamó Stiles mirándome con el ceño fruncido.

No pude volver a contener una risilla, baja y corta, pero no lo suficiente para que Stiles no se diera cuenta.

-¡¿Y tú de qué te ríes sourwolf?! ¿Me lo puedes explicar? ¡Espera! Ahora que caigo... ¿Te acabas de reír? ¿Tú, Derek Hale, alias el lobo amargado se acaba de reír? ¡He presenciado un acontecimiento histórico! ¡Esto saldrá en los libros...

-Stiles... – gruñí cortando su verborrea que ya empezaba a ser molesta.

-¿Qué? ¡No me puedes reprochar que esté sorprendido!

Yo rodé los ojos en respuesta y alcé una de mis cejas en señal de “Cállate dramático o te golpearé”.

-Y aquí volvemos a tener al lobo amargado de siempre.

Bufé, realmente quería cambiar, ser amable, pero Stiles es Stiles, y creedme cuando digo que es difícil...

-Bueno, ¿qué quieres Derek? Supongo que no habrás venido aquí a reírte y luego a amenazarme con tu ceja, por que supongo que eso pretendías antes.

Me quedé mirándolo con ambas cejas alzadas, esperando a que me invitara a entrar porque aún seguía en el alfeizar de la ventana.

-Derek, no tengo un traductor para el idioma de tus cejas, así que habla. – bufó Stiles.

-¿Me vas a dejar entrar o me quedo aquí en la ventana? – inquirí molesto, tan difícil no es entenderme, es obvio lo que quiero decir ¿no? Stiles, tienes mucho que aprender aun.

-Sí, claro, pasa, ¿ves que no es complicado hablar? – dijo con sorna Stiles.

Puse los ojos en blanco durante una fracción de segundo para luego lanzarle una mirada de “Eres idiota”.

-Enserio Derek, vas a tener que hacer un diccionario para que pueda traducir el idioma de tus cejas. – dijo Stiles con una cara de fingida exasperación pero con señales claras de burla.

Gruñí, a la siguiente lo empotro contra la pared... Empotrar a Stiles contra la pared, sujetarlo bien fuerte de su trasero para luego devorar su boca y lamer cada parte de su piel...

-Emmm... Derek ¿Qué te ocurre? – cortó mi línea de pensamientos el castaño.

Cuando volví a la realidad me di cuenta de la situación y entré en shock, todo yo olía a excitación en el estado más puro, por suerte eso Stiles no lo podía saber ya que no es hombre lobo, mi miembro estaba semi-erecto, mi cuerpo tenso... ¡Mierda! ¡Se había dado cuenta! Oh no... Esto no entraba en los planes... Maldito aroma de Stiles, malditas hormonas de Stiles impregnadas en la habitación y mezcladas con su olor, maldito Stiles... Espero que de verdad no se haya dado cuenta... Me senté rápido en su cama para que así se notara menos mi erección.

No me atrevía a hablar porque de seguro la voz me iba a fallar, así que opté por poner cara de confusión y enarcar una ceja.

-Lo digo porque has puesto una mueca muy rara de repente, pero de verdad Derek, hablar no es malo, es la forma de comunicación de los humanos, puede que hayas pasado mucho tiempo siendo un chucho solitario, pero te juro que si pruebas a hacerlo todo te irá mejor, porque no todo el mundo es yo y puede entender mínimamente todos esos movimientos de cejas...

-Stiles... Menos mal que no todo el mundo es tú, o acabaría matando a mucha gente, así que cállate o te arrancaré la garganta con mis dientes. – amenacé.

-Derek, mi casa, mis normas, y ya no me das ningún tipo de miedo, que lo sepas, solo eres un chucho gruñón, amargado y con mal genio. Así que ya estás diciéndome lo que sea y largándote. – dijo indignado Stiles.

¿Qué no me tiene miedo? Ya veremos. Me levanté en un movimiento rápido y lo estampe contra la puerta de su habitación haciendo brillar mis ojos de alpha y enseñando mis colmillos, el corazón de Stiles se iba a parar de un momento a otro de lo rápido que iba, estaba realmente asustado, olía a miedo por los cuatro costados.

-De-Derek... Vale... Solo un poco de  miedo... Suéltame por favor... – musitó un temeroso Stiles.

Yo esbocé una sonrisa ladina al sentir la respiración agitada del chico, su corazón desbocada, el calor de su cuerpo acorralado por el mío, su cercanía... Pude escuchar perfectamente como tragó duro Stiles y me miraba con los ojos abiertos de pánico puro. No me gustaba que me tuviera miedo, yo nunca le dañaría, pero he de reconocer que era muy gracioso y excitante verlo así.

-No-no sé qué me da más miedo, si tus garras, colmillos y esos ojos rojos o esa sonrisa tan siniestra que tienes... No puedes matarme Derek... Scott no te lo perdonaría, ni mi padre y él es el sheriff- dijo muerto de miedo.

El aroma de Stiles era embriagador y su cercanía me desestabilizaba, mi lobo arañaba mi pecho exigiendo que desnudase al chico y lo hiciera mío de toda las formas conocibles, pero aun no podía hacer eso, así que haciendo acopio de la poca cordura que me quedaba lo solté y volví a sentarme en su cama.

Stiles empezó a tranquilizarse, su respiración se regulaba y su corazón empezaba a latir más despacio y rítmico.

-Bueno, a riesgo de morir joven, te volveré a preguntar, ¿qué pasa Derek? ¿Por qué estás aquí?

-Necesito que me ayudes. – solté sin más.

-¿En qué? – inquirió saber el castaño.

-Me gustaría que me ayudaras con la traducción del bestiario de los Argent. – había meditado mucho mil excusas para estar a solas con él, y esta fue la que me pareció mejor y menos sospechosa.

-¿Qué? ¿Por qué no lo hace Lydia? La mitad de las cosas están en Latín y por si no lo recuerdas yo no sé Latín a diferencia de Lydia. – se quejó Stiles.

-Ella está ocupada con Jackson y tú puedes usar un diccionario al igual que yo. – respondí con simpleza.

-Yo también estoy ocupado. – me contradijo el chico.

-No mientas Stiles... Te oí antes de subir, estás aburrido. – le dije con franqueza.

-Malditos lobos con su súper-oído... – masculló Stiles. –Vale, te ayudaré sourwolf, pero no te acostumbres.

Bien, así me gusta, un Stiles obediente. Si hubiera sido una chica de 13 años abría saltado y gritado de la emoción, pero como es obvio, yo no hago tales cosas, así que me contenté con esbozar una sonrisa ladina mientras Stiles me miraba con el ceño fruncido.

-Bueno, ¿empezamos?

-Sí, claro. – contesté sacando el bestiario del bolsillo de mi chaqueta.

Empezamos a traducir el libro, esto era bastante aburrido, pero merecía la pena por poder estar recostado en la cama de Stiles junto a él. A veces (más de las que debería) me dedicaba a observarle atentamente como se concentraba en su tarea, me dedicaba a contar sus lunares, grabar su perfil en mis retinas, observar sus largas pestañas que adornaban esos ojos de color ámbar brillante...

-¿Me pasa algo en la cara Derek? – preguntó un desconcertado y preocupado Stiles mientras se tocaba la cara y se volteaba a mirarse en el espejo.

Me vi seriamente tentado a levantar una ceja en señal de confusión, pero sé que a Stiles con eso no le vale, así que hice el esfuerzo de hablar. Para que veas Stiles lo loco que me tienes...

-No, ¿por qué lo dices?

-¿Cómo que por qué lo digo? Es obvio ¿no? Te habías quedado mirándome fijamente y sinceramente eso me da miedo Derek.

-No tienes porque, no te voy a hacer nada. – respondí en tono plano.

-¿Enserio? Pues no es lo que me sueles decir ni demostrar, siempre amenazándome y estampando contra cualquier lado y que decir de esas miradas asesinas que me...

-Stiles... – le interrumpí rodando los ojos.

-Vale, pero aún no has respondido a mi pregunta.

-Lo sé. – me limite a decir.

-¡Ya sé que lo sabes! ¡Sigues sin contestar! ¡Dime por qué me mirabas! – exclamó nervioso el castaño.

Suspiré pesadamente y apreté el puente de mi nariz en señal de exasperación, Stiles puede llegar a ser muy insistente si quiere...

-Porque sí. – respondí mientras volvía a mirar el bestiario.

-¿Enserio? ¿No tienes nada mejor que decir?

-No. – volví a responder sin mirarle.

-¡Eso no es una respuesta Derek!

-Puede.

-¿Puede? ¿Esa que respuesta es? Sabes que no te voy a cobrar por palabra que digas ¿no?

-Sí.

-¡Aghhh! ¡Desisto! – gritó de desesperación el castaño volviendo a su trabajo.

Tuve que reprimirme seriamente para no estallar en carcajadas ahí mismo, me encantaba estresar a Stiles, se veía adorable así, aparte de que así me vengaba un poco de él por pesado.

Levanté un poco la vista para observarle, estaba nervioso y enfadado, ya no se podía concentrar, seguramente estaría dándole vueltas a el porqué de que lo mirase. Este barco va a buen puerto, ya estoy en su cabeza que es lo que quiero.

Stiles giró su cabeza y frunció el ceño al pillarme de nuevo mirándolo, yo para provocarlo solo esbocé una sonrisa de suficiencia y chulería.

-Vale, esto es lo que me faltaba, que el lobo amargado de Derek Hale se burle de mí. – empezó a refunfuñar Stiles mientras se levantaba y se iba.

-¿A dónde vas? – pregunté preocupado de haberle hecho enfadar demasiado.

-¡Anda! ¡Si ahora habla y todo el lobito feroz! – exclamó sarcástico Stiles.

Alcé mis cejas en señal de confusión para que se explicase.

-No te preocupes, no te voy a dejar solo con todo ese trabajo, voy al baño. – musitó el castaño mientras se iba.

Sonreí tiernamente, aunque Stiles se enfade mucho nunca te deja tirado, tiene un gran corazón. Aproveché su ausencia para curiosear en su cuarto, Stiles parecía a primera vista un chico desordenado, pero si te fijas bien, dentro de su desorden hay un orden, es la capacidad de tener ciertas pautas y clasificación dentro de lo que parece un cierto caos, es como él, la tranquilidad entre la tormenta que es mi vida. Me quedé embobado observando alguno de los portarretratos con fotos antiguas de Stiles donde sale realmente hermoso, mirando que tipo de libros le gusta, parece que los comics son los que gana aquí la partida, luego abrí su armario, era todo lo contrario al mío, lleno de colores vivos y muchos tipos de prendas diferentes, el olor de Stiles aquí era muy intenso. Curioseando entre su ropa un poco encontré una antigua camiseta de Stiles, esta olía realmente fuerte y bien, al ser tan vieja y estar tan usada era como casi tener al chico ahí mismo, la acerqué a mi nariz e inhale con fuerza, embebiéndome de su olor...

-¡¿Pero se puede saber que estás haciendo Derek?!

Di un salto en el sitio y me descompuse, lanzando la camiseta por los aires... Me había pillado de lleno... ¡Mierda! ¿Y ahora que le digo yo para que no se asuste? Piensa Derek...

Girando la cabeza para enfrentar la mirada horrorizada de Stiles que me miraba como si tuviera 3 cabezas (que para que negar, dolía verlo tan escandalizado y tan aterrado).

-Eeeehhh... No es lo que parece Stiles...

-¿No? ¿Qué es entonces? Porque a mí me parece muy claro todo, ¡estabas olisqueando una camiseta mía! ¡Como los chuchos!

-Stiles, no grites, te lo puedo explicar...

-¡Pues deprisa! Porque te juro que si no lo haces iré a por una escopeta y te llenaré el culo de acónito, ¡maldito lobo pervertido!

-Stiles... – le amenacé poniendo mis ojos de alpha y enseñando mis dientes.

El chico tragó duro y me miró expectante a la espera de una explicación, pero la verdad es que no tenía ninguna...

-¿Y?... – preguntó con impaciencia Stiles.

-Olí algo raro provenir de tu armario... Era como...

-¿Como qué? – me apremió el chico.

-No sé, es raro de explicar, me era un olor familiar, algo que olí en mi infancia... Es como si lo tuviese bloqueado, me vino mientras leía esta cosa. – dije señalando el bestiario. – Y tuve el impulso de saber que era, seguí el olor y me llevó a esa camiseta, no es tuya ¿no?

Stiles alzó una ceja en señal de duda, se le estaban pegando mis maneras... Vaya mierda de excusa Derek, esa camiseta apesta a Stiles por los cuatro costados, por suerte Stiles no es lobo y no puede saber a ciencia cierta si miento o no.

-Esa camiseta es mía y de nadie más Derek, no sé qué será lo que has olido, pero deja de olisquear mis cosas ¿de acuerdo? ¿Es que acaso los chuchos como tú y Scott no sabéis que es la intimidad? Todo el rato metiendo las narices en todos los sitios, son cosas raras ¿sabes? Y a mí me desconcierta y horroriza por partes iguales, no sabes lo perturbador que ha sido entrar y verte olisqueando mi camiseta Derek.

Gruñí, no me gusta que me digan que debo o no debo hacer, esa camiseta me la pienso llevar así que con cuidado y discreción la empujé con el pie hasta dejarla a un lado de la cama, para qué antes de irme la pueda coger y llevármela a mi casa, sería mi bálsamo.

Stiles rodó los ojos al escucharme gruñir y se aventuró a tirarse en su cama a proseguir con el trabajo.

-Venga lobo amargado, acabemos con esto.

Le miré de reojo mientras me volví a sentar a su lado y empezaba a trabajar de nuevo.

-Esto tiene más de 1700 páginas, al paso que vamos no acabaremos ni en mil años. – se quejó el castaño tras un rato.

-Es largo.

-No es largo, es jodidamente largo, y encima vamos híper-lentos con el maldito diccionario porque no sabemos latín, ya llevamos más de 5 horas, estoy agotado.

-¿Quieres dejarlo para otro día? – pregunté un poco desilusionado.

La verdad es que quería pasar un rato más con el chico.

-No estaría mal... Si quieres ven mañana temprano, mi padre no estará en todo el día y los chicos de seguro andan liados, así aprovechamos bien el tiempo, comemos aquí y luego si nos cansamos mucho podemos ver una peli o algo para despejarnos.

Alcé una ceja confundido, ¿podía ser verdad lo que me estaba proponiendo? ¿Un día entero con mi castaño? Mi lobo rugía de gozo en mi interior.

-Pero si no quieres nada, no tienes que enfadarte, no es obligatorio, lo digo para aprovechar y demás... – musitaba el muchacho emanando miedo por todo su cuerpo, me estaba malinterpretando, yo no quería que mi gesto pareciese molesto, solo estaba sorprendido.

-Me parece perfecto. – contesté con mi tono plano, intentando esconder todas las emociones del momento.

Con un movimiento de cabeza me despedí de Stiles, mientras en un descuido de este cogí la camiseta que quería y salí por la ventana con una sonrisa en la boca pensando en el día de mañana. El plan iba sobre ruedas...

Notas finales:

Aquí el primer capítulo del fic, espero que os guste, no olvidéis comentar y darme vuestra opinión, gracias por todo.


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