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El Usurpador por Reilaa_

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Notas del capitulo:

Normalmente elijo un día de la semana para actualizar, pero todavía no me decidí si hacerlo los miercoles o los viernes, asique como el prologo lo subí el viernes, y ahora subí el primer capitulo... Supongo que actualizaré los miercoles(?)

En fin, volví antes de lo planeado -y antes de que me llenen de examenes- y... eso. No quedó como esperaba, pero espero que les guste~

La puerta del bar se cerró con un fuerte ruido.

Varias personas se giraron para ver quien había entrado, sin sorprenderse al ver a aquel joven totalmente empapado por la lluvia que caía fuera del lugar. Jonghyun pasó una de sus manos por su cabello, quitandose los mechones mojados que se le pegaban en la cara y no le dejaban ver con claridad.

Se quitó el abrigo y se sentó en uno de los bancos que habia en la barra, apoyando sus codos en aquella superficie de madera y sonriendo levemente al empleado ; le conocía desde hacía tiempo porque cada vez que algo malo le pasaba, Jonghyun terminaba allí, bebiendo hasta olvidar su propio nombre.

Pidió su bebida y soltó un suspiro mientras sacaba su celular y tecleaba rapidamente un mensaje en la pantalla tactil, enviandoselo a su madre para que no se preocupara porque no llegaba a su hogar.

Al cabo de media hora mas o menos, observó de reojo como alguien se sentaba a su lado, pero no le prestó atención, estaba demasiado concentrado en pasar de nivel en aquel juego de música que le traía loco desde hacía varias semanas.

Cuando por fin habia logrado pasar de nivel con una puntuación perfecta y estaba a punto de ponerse a saltar encima de la barra como un niño chiquito, una mano se posó en su hombro, cosa que le hizo sobresaltar y salir de su propio mundo. Se giró para observar al dueño de aquella mano -porque claramente, esa no era la mano de una mujer- y cuando levantó la mirada, sintió que le tiraban un balde de agua fría encima.

¿Por qué...?

¿Acaso se estaba mirando en un espejo?

¿Cómo podía ser que aquel hombre se pareciera tanto a él?

¿Qué clase de alucinación era aquella?

Al principio creyó que se habia desmayado en pleno bar de tanto que habia bebido sin darse cuenta, y que estaba delirando. Pero cuando aquel extraño sonrió y pronunció aquellas palabras, Jonghyun pudo asegurar que su corazón había dejado de latir gracias al susto.

''Te encontré.''

~*~


Jonghyun seguía en shock, observando a aquel muchacho. La sonrisa, sus ojos, sus labios, dios santo, era como verse en un espejo. ¿Acaso había cruzado a una dimension paralela y ese era otro Jonghyun que andaba vagando en otro mundo? ¿Y si lo habían raptado unos aliens y se estaba viendo a sí mismo, estando en el cuerpo de otra persona?

- Oye, ¿no vas a decir nada? Quita esa cara de infarto, que tampoco viste un espectro. - La voz. Aquella voz, era SU voz. Él hablaba asi. Quizás su tono era un poco mas agudo y su voz menos ronca. Según lo que podia notar, aquel sujeto tan parecido a el, fumaba. Aparte de que el olor a cigarrillo le delataba.

- Yo... Ah... - Se giró nuevamente hacia la barra y se bebió de una sola vez todo el contenido de su vaso, sintiendo como el alcohol quemaba en su garganta.

- ¡Yah, no hagas eso! Debes escucharme atentamente. - Sintió un par de manos tibias sobre las suyas, obligandole a soltar el vaso y girandole para observar nuevamente a aquel ''gemelo desconocido''.

Jonghyun solo asintió con la cabeza aún sin saber como reaccionar. Por un lado tenía miedo y por el otro, la curiosidad se lo estaba comiendo vivo. ¿Acaso aquel era su ''gemelo malvado'', ese del que tanto hablaban en las películas de terror?

- Mira, yo me llamo Choi Jonghyun. - Demonios, incluso tenian el mismo nombre. La cara de poker de Jonghyun en ese momento era épica. - Y tu eres la persona que busqué durante tanto tiempo. Tengo un buen trato para ti: si finges ser yo durante seis meses, te dare una gran recompensa que te ayudará a ti y a tu familia.

Al escuchar aquello, Jonghyun automaticamente clavó su mirada en aquel rostro identico al suyo. ¿Así de facil era la cosa? Imposible.

- ¿Tengo que...? - Se detuvo para tomar un trago de su bebida -lo poco que quedaba en su vaso-, puesto que habia permanecido mucho rato callado y su voz se había puesto ronca. - ¿Tengo que fingir ser tu? ¿Solo asi? ¿Tan facil? ¿Quien eres? ¿Por que te pareces tanto a mi? ¿Donde estan las camaras?

Choi Jonghyun rió suavemente al notar la desesperación del joven, mientras acariciaba una de sus manos con las suyas propias.

- Tranquilo, solo piensalo. Esto no es ningun tipo de broma, voy totalmente en serio. Necesito tu ayuda, por favor. Ambos saldremos beneficiados. - Dijo en un susurro, mientras Kim Jonghyun seguía observando alrededor, probablemente buscando algun tipo de camara oculta.

Cuando Kim Jonghyun pudo tranquilizarse y pensar bien aquello, solo dijo que si. Sin saber nada de aquel extraño, sin saber que seria de él a partir de ahora.

Su ''gemelo malvado'', como le había apodado Jonghyun, le llevó hasta el baño y mientras él luchaba contra esos ajustados pantalones de Choi Jonghyun, este de repente comenzó a hablar.

- ¿Sabes? Me da un poco de miedo hacer esto. - Hizo una leve pausa y luego continuó con su monólogo. - Se que mis padres no lo notarán porque casi nunca los veo, pero Minho... el quizás se dé cuenta, aunque es poco probable.

- ¿Quién es Minho? - Preguntó Jonghyun con un poco de miedo, puesto que presentía que la respuesta no le agradaría demasiado. - ¿Es... un hermano o un primo, o algo así? - Susurró, mientras abrochaba los botones de la camisa.

Escuchó una suave risa y a continuación, lo que dijo el otro Jonghyun logró que su sangre se congelara en sus venas. - No, tonto. Minho es mi marido. - Dijo Choi Jonghyun, mientras se colocaba las zapatillas del Kim, que increiblemente eran de su talle.

''Acaba de... de decir... marido. Está casado con un hombre. Voy a tener que convivir con un hombre. Que me va a querer follar. Si... Mantén la calma Jjong, inhala, exhala...''

- ¿¡MARIDO!? ¿¡ES EN SERIO!? - Aquel grito resonó en todo el lugar, causando en Choi Jonghyun una ligera risa mientras salía del cubículo y se miraba en el espejo.

- Si, estamos casados hace como 4 años... Al principio yo no quería, pero luego de tener sexo con él... Ah~ Creeme, pronto sabrás a lo que me refiero. - Ante eso último, Jonghyun sintió como un escalofrío le atravesaba la columna. ¿Él? ¿Acostándose con un hombre? ¿¡ÉL!?

Jamás.

(O eso quería creer.)

~*~

Cuando ya estaban listos, se dirigieron a la salida, luego de pagar por sus bebidas. Un poco antes de que tuvieran que separarse, Kim Jonghyun le explico a su ''gemelo'' la situación que estaba viviendo con su madre, luego de la pérdida de su padre. Que tuviera cuidado si hablaba del tema y que si veía a su madre mal, que la distrajera y la consolara o sino él mismo se encargaría de cortarle la cabeza.

Luego, Choi Jonghyun le recalcó un par de veces el nombre de sus padres, de su hermana y de su marido, pero Kim Jonghyun sabía que terminaría olvidandolos. Por ultimo, Choi le apresó en un fuerte abrazo, mientras susurraba una y otra vez ''gracias''.

Finalmente, Kim Jonghyun se subió en aquel auto conducido por un chofer, ''Bien, soy un hombre de negocios ahora'' pensó con una sonrisa mientras observaba la lista de contactos en su nuevo teléfono celular, leyendo nombres de actores, actrices e incluso de cantantes.

No supo cuanto tiempo pasó, quizás se había distraido demasiado observando aquella zona en la que viviría durante los proximos meses, pero cuando escuchó un ''Señor Choi, ya llegamos'', su cuerpo se tensó totalmente mientras él... estaba a punto de caer en crisis.

''Mierda, no estoy listo para esto.''


~*~


Le costó bajar del auto, no iba a negarlo. Sus piernas temblaban como si él mismo fuese una gelatina, parpadeaba sin parar y encima de todo eso, el chofer ya le había preguntado como diez veces si se sentía bien. Él solo pudo asentir con la cabeza, porque había enmudecido mientras observaba su nueva casa.

Una vez frente a la puerta, soltó un suspiro y luego de un par de segundos, reunió la valentía suficiente para entrar y enfrentar su destino. Inmediatamente sintió varias miradas encima suyo, mientras una mujer se le acercaba y le ayudaba a quitarse el abrigo, mientras él solo se dejaba hacer, sin pronunciar ni una palabra. La observó, y enseguida notó como la mujer se tensaba. ¿Que demonios? ¿Acaso el otro Jonghyun era un demonio o qué?

- Ehm... - Carraspeó un poco antes de continuar hablando, observando como los empleados le miraban con miedo, casi como si temieran que les fuese a despedir o algo asi. - Han... Han hecho un buen trabajo hoy, sigan así. - Dijo, para luego sonreir levemente y levantar sus pulgares, buscando alentarlos y que dejaran de temerle.

- Señor... ¿Se siente bien? - Preguntó la misma mujer que antes le había ayudado con su abrigo. Las caras de los empleados eran un poema. No podían creer que el marido del señor Choi, ese que siempre les gritaba y maltrataba, ahora estuviera... ¿Animandolos?.

- Más que bien. Quiten esas caras, que no soy un demonio. - Dijo, sin quitar la sonrisa de su rostro. Quizá le miraban con aquella cara de sorpresa porque Choi Jonghyun nunca había sonreido o cosas así. - Ahora, voy a... dormir. - Dijo, observando las escaleras, sin estar seguro si su habitación estaba arriba. ¿Y si estaba abajo y él quedaba como un tonto delante de esas tres personas? - Tengan una buena noche~ - Y dicho esto, comenzó a subir las escaleras.

Mientras subía los escalones, pudo escuchar como los tres empleados cuchicheaban sobre su nueva actitud. Definitivamente su ''gemelo malvado'' era malvado en serio. Una vez en el segundo piso de aquella inmensa casa que al día siguiente planeaba recorrer en su totalidad, quizo morir. ¡Dios mio, habían más de 10 puertas ahí! ¿Como se suponía que iba a saber cual era la suya?

En medio de su desesperación, recordó que tenía el numero de su salvación en su nuevo celular. Rapidamente tecleó un ''Hay diez puertas y no se cual de todas es tu habitación.'' Envió el mensaje y rapidamente recibió la respuesta que esperaba. ''Es la tercer puerta de la izquierda, tonto. A mi no me costó nada encontrar tu cuarto~ Bueno, si, terminé en el cuarto de tu madre por error.'' Ante esto, Jonghyun soltó una leve risita y guardó su telefono, mientras se dirigía a la habitación indicada.

Entró en total silencio, puesto que no sabía si su ''marido'' se encontraba allí o no. Pero cometió un error que en ese momento, para él era fatal: soltó la puerta y esta se cerró de golpe, causando un fuerte ruido. Jonghyun, en pánico, se giró inmediatamente hacia la gran cama, viendo que la persona que allí dormía no se había despertado. Era imposible no despertarse con ese ruido. Quizá Choi Jonghyun lo había matado y ahora le llevarían preso a él.

Sacudió la cabeza mientras se regañaba mentalmente por estar pensando estupideces y a tientas en la oscuridad buscó algo que ponerse. Encontró un pijama y suspiró, tendría que usar aquellas prendas para dormir aunque odiaba hacerlo. Se quitó lentamente la camisa, refunfuñando en voz baja porque a veces no podía ver bien y por ende, no podía desprender los botones. A continuación se quitó aquellos apretados pantalones que tanto trabajo le había costado ponerse y ahora, sacarse. Parecían pegados en su piel con un pegamento muy fuerte. Además, el hecho de estar todo sudado por los nervios, no ayudaba.

Rapidamente se vistió y se metió en la cama con total cuidado, sin siquiera rozar el cuerpo a su lado. O al menos eso intentó, porque cuando intentó apoyar la mano en el colchón, por accidente lo hizo encima del brazo del otro hombre. Ahogó un jadeo de miedo, pero de todos modos no se apartó, Por inercia, continuó acariciando con suavidad el brazo contrario, notando claramente que hacía ejercicio. Se mordió el labio inferior y cuando recordó su situación, apartó su mano como si le hubiese dado un choque eléctrico. Se recostó en la cama, observando el techo mientras trataba de relajarse. Tenía que acostumbrarse. Era la primera noche de probablemente 365 (o más) que tendría que vivir ahí. 

Cuando por fin estaba logrando un estado de relajación perfecto y lentamente comenzaba a quedarse dormido, algo se subió encima de su cuerpo. Una mano atrapó las suyas en un fuerte agarre, mientras un par de piernas se situaban a cada lado de su cadera, impidiendole cualquier tipo de movimiento. Su primer impulso fue gritar, pero una mano que se posó en su boca de manera ruda le hizo callar inmediatamante. Se removió debajo del cuerpo de aquel que probablemente era su marido, no lo sabía con seguridad. Quizá todo era una trampa de Choi Jonghyun y este hombre que se inclinaba hacia su cuello y comenzaba a dejar besos húmedos en su piel no era su marido, sino un violador o quien sabe.

- ¿Que pasa, Jonggie? ¿Ya no reconoces a tu marido acaso? - Oh dios, ¿por qué de repente un escalofrío recorrió su columna al escuchar aquel susurro en su oido? Esa voz... En ese momento, pudo asegurar que si ese hombre del cual no recordaba el nombre le hablaba así siempre, sería su maldita debilidad porque era la primera vez que encontraba atractivo algo en una persona de su mismo sexo.

Lentamente sus manos fueron liberadas y Jonghyun aprovechó esto para llevar una de ellas hacia la mesita de luz y encender el velador. Nuevamente dirigió su mirada hacia ''su marido'' y lo que sintió a continuación, nunca le había sucedido antes. Fue una atracción casi inmediata, como si se tratara de un hechizo o algo así. Los grandes ojos le observaban con curiosidad, mientras Jonghyun lo único que hacía era balbucear y tratar de tranquilizarse, porque NO PODÍA sentirse tan nervioso por tener tan cerca a un hombre. No podía tener ese loco impulso de querer recorrer con la punta de sus dedos cada centímetro de piel de los brazos ajenos, no podía tener ganas de acariciar esa espalda bien formada, de arañar la piel, de dejar su marca personal allí. No podía tener aquellas ganas de besar esos labios abultados que se encontraban entreabiertos, casi pidiendole un beso.

Y... mierda. ¿Era su imaginación o Minho se estaba inclinando hacia él? De repente sus labios estaban más cerca de los suyos, podía sentir su cálida respiración contra su propia boca y eso le ponía demasiado nervioso. Mierda, mierda, tenía que salir de eso, no podía caer tan facil, él no era gay.

(Aunque estaba comenzando a dudar de eso).

Se mordió el labio inferior y observó como una sonrisa se formaba en los labios ajenos, en esos perfectos y abultados labios. Soltó un suspiro y antes de que el hombre le besara, posó una mano en su mejilla, acariciando la suave piel.

- Mi amor, hoy no... estoy cansando. - Dijo en un susurro, notando inmediatamente como los ojos del contrario se abrían más de lo normal al escuchar aquel apodo. Y es que Jonghyun no recordaba si su nombre era Minho realmente, por eso no había querido arriesgarse. Supuso que su ''gemelo malvado'' nunca había sido cariñoso con su marido, puesto que este se había recostado nuevamente en la cama con una cara de shock que parecía haber visto un fantasma. 

Jonghyun estiró nuevamente su brazo, tomando con su mano el interruptor de la luz y apagando la lampara, mientras se acurrucaba de lado y cerraba los ojos, cayendo en un sueño muy profundo a los pocos minutos. Mientras tanto, el otro joven quien si se llamaba Minho, se encontraba tocando su mejilla, casi en trance. Hacia tiempo que Jonghyun no le acariciaba, y aquello se había sentido demasiado bien. Soltó un suspiro y finalmente decidió dormir, acomodandose en el colchón hasta caer nuevamente ante los brazos de Morfeo.

Notas finales:

¿Creyeron que iba a continuar el prologo? JA JA JA.

Pues no, el prologo continua en... *redoble de tambores* EL EPILOGO. *huye*


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