Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fuego y Hielo por Hunter319

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: ¡Capítulo 2! ¡Espero les guste!
El dulce sabor del café me ha permitido recobrar las energías que no fui capaz de recuperar la noche anterior. Tuve que asistir a una importante reunión en el inframundo que había sido organizada específicamente por la nobleza. No pude dormir lo suficiente y por eso trato de compensar la falta de sueño con esta cálida taza de café con crema. De todos modos, nadie se ha despertado y eso me da tiempo para comprar las entradas por vía Internet. Entonces amanece; y puedo ver cómo la incandescente luz del sol reduce el poder de mi energía espiritual. Desde siempre los demonios hemos sido débiles a luz del día y entonces se me ocurre que tendré que tomar más de un café para conseguir ser invulnerable a ella.

Tengo que decir que no me considero un demonio gruñón, pero he tratado de descifrar la forma en la que se usa Internet y desde hace dos horas no he obtenido resultados benéficos. Esto me hace pensar en el humor con el que andaré respecto de todos los sucesos negativos que me han sucedido. Así que decido no complicarme más e intento usar la magia de Gelus para obtenerlas. El método funciona a base de un robo. Lo único que tengo que hacer es rastrear las entradas de alguien más para transportarlas a mi ubicación. Así que seleccionó diez entradas del parque acuático para convocarlas en la mesa de nuestra sala principal con un círculo mágico.

- ¿No crees que es insensato robar las entradas de alguien más? - Dice Finnick. No sé en qué momento apareció en el cuarto de estar, y cuando me volteo para mirarlo, veo que está completamente despeinado y descalzo. Su pijama está compuesto de una camisa musculosa y unos shorts de tela azul - ¿A qué hora saldremos? Estoy ansioso… - Se estira.

- Tendría que mirar el horario de la página del lugar para establecer una hora de partida… - No me sorprende que se haya levantado tan temprano. Finnick perteneció a la milicia de los cielos por mucho tiempo, por lo que acostumbraba a cumplir con estrictos horarios - Lo haré ahora mismo. Los otros se despertarán en un rato más. Así que podrías ir a ducharte. Yo iré después -

…l asiente con la cabeza y se encamina al baño del segundo piso. Me vuelvo a la computadora y coloco el nombre del parque acuático en el buscador de Internet; Google. Selecciono la página oficial y luego hago click en la casilla que dice: horario para ver la hora de apertura junto con los días de funcionamiento. Termino mi café y memorizo previamente las horas que son de mi agrado.

Poco a poco los ángeles y demonios de la brigada 76 comienzan a despertarse; se turnan para utilizar el baño y yo decido ser el último en ducharse. Así que cierro sesión en la computadora y camino hacia mi habitación para preparar lo necesario para un día de piscina: una toalla; el traje de baño; el protector solar y sobretodo unas gafas de sol para protegerse de la abrumante luz del día. Trataré de aparentar ser lo más humano posible; aunque no creo que sea tan difícil.

El día es caluroso; mucho más de lo que me había esperado. La enceguecedora luz comienza a ser un fastidio para nosotros los demonios obligándonos a usar las previstas gafas de sol. Puedo escuchar las risas de las personas que juegan cordialmente los unos con los otros: despreocupados; sin ninguna obligación más que la de disfrutar sin más. Los administradores del parque han decidido colocar música en función de estimular la actitud de sus visitantes. Es una canción alegre; diferente de las que solía conocer en el inframundo. Puedo cerciorarme de ello al observar el desconcierto de mis compañeros; pues nosotros no hemos experimentado la diversión propiamente tal. Los ángeles no parecen inmutarse respecto de la situación. Ellos simplemente les sonríen a todos los fiesteros que se cruzan con nosotros e intentan bailar al ritmo de la música.

Entonces dejamos nuestras pertenencias en un par de sillas de piscina cercanas a una de las piscinas más grande del parque acuático. Observo la forma en la que Finnick se quita ansiosamente su camisa y le pide a Marlene que le coloque un poco de bloqueador solar. Respiro profundamente al observar su cuerpo blanco y fornido. Me rio tan pronto me doy cuenta de que Johanna Mason también lo está mirando de la misma manera; absorta en su propia lujuria.

- Escucha Finnick… Sé que te enorgulleces por ser un ángel de agua - Le dice Cato - Pero sería favorable que intentes nadar como lo hacen los humanos y con una respiración máxima de menos de un minuto - Coloca una mano sobre su hombro para llamar su atención.

- No te preocupes - El rubio se coloca de pie y estira un poco los brazos - Lo tendré en mente -

- Eso espero… - Responde Cato con una sonrisa entre sus labios - Oye Lynn. ¿Serías tan amable de echarme un poco de protector solar? - Habiendo formulado la pregunta, se quita su camisa. Los demonios quedamos sorprendidos respecto de su cuerpo: musculoso y perfecto.

La castaña; deseosa de querer fundirse con el deslumbrante cuerpo del rubio sólo asiente con la cabeza. En lo que a mí respecta; Lynn tiene un cuerpo increíble: su cabello oscuro amarrado a una cola de caballo que le llega a la cintura junto con esa figura curvilínea son características que la llevarían a convertirse fácilmente en un súcubo, aunque ella esté estudiando para ser una torre.

Finnick se lanza al agua y nosotros nos cercioramos de que no haga nada imprudente. Pienso que la facción de los ángeles lo consideran un poco cabezota; en especial Cato. En cualquier caso, se aleja entre la muchedumbre. Me doy cuenta de que resulta insignificante monitorear a alguien que se ha unido a un millón de personas que conviven cordialmente unos con otros. Y así como él se metió al agua; poco a poco se va adentrando el resto del grupo.

- ¡Eh chicas! - Dice Marlene; refiriéndose a Johanna; Susan y Lynn - Un poco más allá están los toboganes. ¡Vamos a probarlos! - Ellas asienten y salen de la piscina para encaminarse hacia dicha atracción. Kee también decide ir hacia allá y Susan la toma de la mano para que no se pierda.

- A veces pienso que Susan podría llegar a ser mucho más que solo un ángel - Me dice Cato - Es una de las personas más bondadosas que he conocido en el cielo; es como si fuera perfecta -

Sus cabellos dorados y sus ojos verdosos definitivamente me permiten cerciorarme de ello - Suenas como si estuvieras enamorado de ella ¿No te parece? -

- No es así. Todavía estoy buscando a la persona indicada - Sonríe - ¿Qué me dices tú? ¿Tienes pensado decirle a Tobias lo que sientes? -

Boquiabierto; no logro encontrar las palabras adecuadas para responder. He sido tan cuidadoso con mis emociones que me resultaba difícil pensar que alguien pudiese darse cuenta de lo que he estado sintiendo por Tobias. De todos modos se ha descubierto; y decido que no tiene caso alguno ser deshonesto con Cato - ¿Cómo explicarlo?... Que un demonio diga que está enamorado de un ángel; podría generar escándalos en el inframundo. La organización gubernamental podría tomar medidas drásticas respecto de esta situación y se llevarían a Tobias lejos de mí -

Cato me mira con incredulidad - Es extraño pensar que los demonios serían capaces de hacer todo un escándalo por un tema de homosexualidad. He escuchado que la organización política del inframundo es bastante sencilla refiriéndome a las relaciones entre individuos del mismo sexo -

- Nunca se han cuestionado la normativa que rige el sexo en nuestro mundo. El verdadero problema está entre la conexión directa entre el cielo y el infierno - Explico - Los reinos espirituales tardaron demasiado en concretar la unión entre ellos. Y se suponía que cuando terminase la problemática de los ángeles caídos no iría a ver más contacto entre nosotros… -

- Sí que estás interesado en la política… - Me dice con una sonrisa - Será mejor que no te preocupes por eso ahora. No creo que el inframundo sea tan meticuloso como para darse cuenta de cada acción cometida por los demonios dispersos en el mundo humano - Opina en voz baja para no llamar la atención entre las demás personas - Pero si de verdad quieres a Tobias; creo que te haré un favor - Se voltea hacia donde están nuestras pertenencias y yo puedo observar al castaño de ojos oscuros sentado en la orilla de la piscina - ¡Eh Tobias! ¡Ven aquí! -

Sonríe débilmente y luego niega con la cabeza. Observo su cuerpo: moreno y musculoso e intento ser discreto. Es la primera vez que solo lo veo con una prenda; y eso me da razones para querer saber más sobre él. Entonces me doy cuenta de que Cato estaba tratando de decirme algo.

- Morboso… - Me río al observar su rostro. Probablemente ha sido capaz de leer mis pensamientos. Y por alguna razón cree que todos ellos eran pervertidos. - ¡Anda Tobias! No tengas miedo. Brian te atrapará si te ahogas… - Le dice con una sonrisa.

- ¡¿El qué?! - Le pregunto a Cato con un rostro confundido. No sé qué tipo de bondad sea la que me había prometido hace algunos momentos, pero esto me parece un poco desquiciado.

- Está bien. Lo haré - Tobias Eaton se coloca de pie; observa las profundidades de la piscina con cierta desconfianza y se inclina para lanzarse. Es ahí cuando Cato me da una palmada en la espalda; diciéndome que debo hundirme en caso de que no pueda subir a la superficie.

Reconozco la figura de Tobias nadar tranquilamente en las profundidades, así que coloco mis manos en su cintura para ayudarlo a impulsarse. Y luego de un par de segundos; logramos subir hacia el exterior para tomar un poco de oxígeno - No te preocupes… Te tengo… - Le digo con una sonrisa.

Mi respiración comienza a acelerarse e intento hacer todo lo posible por no desesperar. El cuerpo de Tobias está completamente pegado al mío y puedo ver la sonrisa que emana de su rostro junto con la suavidad de sus labios. Empiezo a sentir que mi corazón se acelera; el tiempo se detiene y la estancia de las demás personas se vuelve insignificante. …l me mira como si no fuese consciente de mi situación. Su piel es suave y por fin soy capaz de sentir los músculos de su espalda. Observo continuamente sus labios cercanos a los míos y empiezo a fantasear en un millón de situaciones en las que podría besarlo por accidente. Quisiera poder presionar mis labios contra los suyos y ser el hombre más feliz del universo. Pero eso sería una falta de respecto a mi familia; a mi nación y al inframundo. Entonces se me ocurre que nunca podré tener algo más que una amistad con Tobias, así que decido dejar de pensar demasiado y me siento con él en la orilla de la piscina.

- Nunca fui muy hábil en el agua… - Me dice con una sonrisa - Te lo agradezco… -

- No importa. Eso no me incomoda en lo absoluto. Um… No sé si sea el momento adecuado para decirte esto. Pero no quiero que dejes de ser mi amigo - Quisiera poder decirle algo más: que estoy enamorado de él; que necesito tenerlo junto a mí; que me gustaría que fuera mi novio

…l suspira alegremente - Creo que nadie quiere eso; Brian. Sabes que la problemática de los ángeles caídos no durará para siempre -

- ¿Cómo sabes eso? - Intento ser optimista aunque sé que no tiene sentido discutir - Yo solo…. No lo sé… Estoy confundido…. - Tobias reconoce la veracidad de mis palabras al asentir.

…l coloca su mano sobre mi barbilla; logrando que lo mire a los ojos - Yo tampoco estoy bien - Sonríe - Los demás también se sienten igual que nosotros. No estás solo… - Reconozco la tristeza en sus ojos. Y entonces comienzo a pensar que sí podría ser que sienta algo por mí.

- Si nosotros fuéramos ángeles tal vez podríamos pasar más tiempo juntos - Coloco una mano sobre su hombro - En cualquier caso; sé que te convertirás en un poderoso arcángel. Y tal vez en un futuro me veas a mí como el heredero del poderoso clan Gelus - O tal vez; si él fuera un demonio podría convertirse en mi esclavo; en mi sirviente; en mi caballero y en mi prometido.

- Tienes tu destino trazado - Comenta Tobias - Yo tendré que esforzarme mucho para ascender de rango. Podría llegar a ser que me den una de las armas astrales del cielo: Camael -

- Lo lograrás. Confío en ti - Ambos sonreímos y chocamos los puños luego de eso.

En ese momento siento la presencia de una entidad demoniaca. Me volteo para observarla y me doy cuenta de que es Edward; quien camina hacia nosotros como si hubiese sucedido algo malo.

- Eh chicos…. - Interrumpe con seriedad - Lamento decirles esto. Pero me han comunicado que la brigada 76 de ángeles y demonios tiene una misión muy importante que completar - La sonrisa en mi rostro se desvanece; y puedo ver cómo empiezan a llegar los miembros del equipo.

- Creí que nuestro día sería más extenso… - Protesta Johanna - Está bien; a la mierda - Estira su cabello hacia atrás y se sienta en la orilla de la piscina junto a mí - ¿Cómo nos organizaremos? El sol aún brilla demasiado como para que los demonios podamos ser útiles en la zona de batalla -

- No tenemos opción - Declara Marlene - Creo que tendremos que utilizar el mismo método de siempre: los ángeles primero; y cuando anochezca; los demonios. En cualquier caso, compensaremos la falta de poder con las habilidades curativas de Susan -

- Supongo que es la única opción disponible - Comenta Finnick; un poco preocupado - Es como el método que usamos la última vez, y en lo que a mí respecta, todo salió bien en esa ocasión -

- Está decidido - Dice Tobias colocándose de pie - El enemigo sigue siendo un ángel; así que no seremos tan vulnerables a sus conjuros. Y tampoco podrá usar magia negra con lo débil que será a la luz del sol. Por ese lado estaremos bien… -

- Entonces creo que no hay nada más que agregar - Le digo a la facción de ángeles - Tan pronto se haga de noche nosotros iremos a ayudarlos. Así que espérennos… - Me acerco un poco a Tobias y musito algunas palabras que solo él será capaz de escuchar - No te sobre esfuerces ¿Bien? -

- Haré todo lo necesario para ralentizar a nuestro enemigo - Responde. Entonces coloca sus manos en mis hombros y me sonríe por última vez - Estaré bien, no te preocupes -

Quiero ser capaz de creerle, pero sé que los ángeles corren un alto riesgo cuando se enfrentan solos a los ángeles caídos. Reconozco que tienen un obispo con una increíble habilidad curativa; pero eso no logra tranquilizarme, pues he estudiado mucho acerca de las nuevas capacidades mágicas de estos peligrosos insurgentes, y sé que son capaces de recitar maldiciones que vuelven incurable al enemigo; maldiciones que ni siquiera los demonios pueden anular. Asimismo; algunos de los caídos han conservado herramientas otorgadas por los administradores del cielo; también conocidas como espíritus que comprenden un poder colosal y responden fielmente a la orden de su anfitrión. Entonces se me ocurre que Kee podría acompañarlos; la pequeña niña invocadora cuyas bestias no son capaces de diferenciar el bien del mal; y por tanto le abren su corazón a cualquier ser espiritual como los ángeles o bien, los demonios. Pero recuerdo que ella necesita de la oscuridad para potenciar su energía espiritual y llamar a sus familiares. Así que solo me queda pensar en que mis compañeros serán capaces de aguantar hasta el atardecer.

- Todo estará bien… No deberías preocuparte más por ello - Dice Kee; sentada en el sillón de la sala principal. Ella está vestida con túnicas negras para la batalla - En cualquier caso, llamaré a mis mascotas. El ángel caído no podrá hacerles mucho daño. Ellos son invulnerables a la magia negra y blanca - Su rostro señala una expresión exhausta; llamando significativamente mi atención -

Desde siempre ha sido una pequeña muy callada y observadora. Es de las pocas personas a las que puedo ocultarle mis sentimientos. Y realmente no sé de dónde habrá heredado esa capacidad. Sus padres fueron asesinados por ángeles caídos, así que fui yo quien tuvo que asumir la responsabilidad como su nuevo tutor. Sin embargo; nunca ha estado sola y los miembros gubernamentales del inframundo saben que no es una niña débil; por su increíble capacidad para hacerse amiga de bestias poderosas - No lo seguiré haciendo… Hermanita… - Le sonrío.

El resto del grupo se ha preparado para la batalla, cada uno está vestido respecto de la pieza que querrán representar cuando sean reclutados por alguna prestigiosa familia de clase alta: Johanna Mason; el caballo. Lynn; una torre. Edward; un peón. Y finalmente Kee; un alfil.

- Los preparativos están listos… - Dice Edward - El sol se pondrá dentro de unos minutos -

- Entonces creo que ya es tiempo de empezar a movernos… - Los demás asienten con la cabeza y comienzan a colocarse en el centro de la habitación. Es ahí cuando convoco un círculo mágico de color celeste claro en la superficie de madera. Poco a poco mis compañeros comienzan a adentrarse al círculo; siendo Kee, la última pasajera - Bien… Vamos allá -
Entonces el círculo mágico emite una enceguecedora luz que nos transporta al campo de batalla.

Las fuertes corrientes de viento cálido que soplan en contra de nosotros comienzan a fastidiarme. Observo la forma en la que los árboles son agredidos cruelmente por éstos fenómenos naturales causados por la presencia de ésta entidad desequilibrada. La lluvia emerge con la finalización de las fuertes corrientes de viento, y siento cómo las frías gotas de agua despiertan los músculos de mi cuerpo. Los otros demonios también parecen exaltarse con el agua que emerge de los cielos; ha sido una costumbre para nosotros encender nuestro espíritu con escenarios tristes y gélidos.

- Qué extraño… - Susurra Lynn - ¿Dónde se han metido los ángeles caídos? -

- No te apresures. Podría tratarse de una emboscada… - Advierte Edward - Seguramente se han aprendido de memoria nuestro sistema de organización. Tal vez sabían que vendríamos -

- ¡Basta de cháchara! - Ordena Johanna; sacando sus dos espadas guardadas en su cinturón. Sus alas demoniacas aparecen tan pronto sus herramientas de batalla se incendian - Le enseñaré a esos cobardes quiénes merecen ser llamados: los exiliados del cielo - Se impulsa hacia adelante y su imagen desaparece respecto de su increíble velocidad, propia de los caballos o caballeros.

- ¡No te apresures! - Le dice Lynn. Pero ya es tarde; Johanna se ha adentrado en el bosque en búsqueda de ángeles renegados. Empiezo a pensar quién es realmente la burra del equipo.

Intentamos movernos; pero el sonido del viento llama nuestra atención. Entonces observo la forma en la que las nubes se han organizado para formar un torbellino. Reconozco además la acumulación de descargas eléctricas en el ciclón; como si se tratase de un encantamiento.

- ¡Esto es malo! ¡Muévanse! - Nos avisa Kee. Entonces ella toma con la mano derecha la túnica de Edward y con la mano izquierda la mía; lanzándonos consigo hacia cualquier parte del bosque. Observo la fuerza con la que me ha jalado y el aleteo de sus alas para compensar la falta de fuerza.
Entonces cae un poderoso relámpago que explota justo en la zona en donde nos habíamos parado. Lynn se coloca delante de nosotros para convocar un círculo mágico en función de proteger al resto del equipo. Y cuando los vientos se sosiegan podemos observar la presencia de una entidad caótica; de carácter femenino y con sus alas emplumadas de color azabache.

- Un ángel caído… - Murmura Kee con una leve sonrisa en su rostro. Extiende su brazo derecho hacia un costado para convocar una poderosa ráfaga de energía que trae consigo a la bestia albina de cinco colas. Uno de sus familiares favoritos que pertenece al mundo celestial - Te invoco; Shiro -

El cachorro aparece con un escalofriante aullido logrando que la energía utilizada para traerlo al campo de batalla se disperse por el bosque; congelándolo todo a su paso. Y sin embargo, Kee extiende el brazo izquierdo para traer a otro espíritu guardián. Zadkiel; el conejo de nieve. Continúa convocando a un águila seguido de una liebre ártica. Entonces las invocaciones finalizan; y sus bestias se reúnen a su alrededor para protegerla de los ataques del ángel caído.

- Increíble… - Dice Edward al observar la escalofriante apariencia de Kee atrapada entre medio de todas sus mascotas. Luego se arma de valor e invoca sus alas demoniacas para elevarse. Su acción me parece precipitada. Y sin embargo no decido frenarlo ya que el águila de Kee lo acompaña.

- Comienzo a sospechar que no es el único ángel caído - Murmura Lynn - Yo me encargaré de esta ramera. Tú encárgate de los otros renegados; Brian -

- Bien… Cuídense… - Asiento con la cabeza.

Tan pronto invoco mis alas demoniacas, asciendo a grandes alturas para ir en búsqueda de otros ángeles caídos. El aura que constituye mi energía espiritual comienza a fluir a través de todo mi cuerpo logrando avivar mis capacidades mágicas. Entonces me doy cuenta de que mis compañeros de la brigada de ángeles habían estado batallando muy cerca desde donde aparecimos. Puedo cerciorarme de ello al observar a Tobias Eaton y al resto de los ángeles batallar con otro ángel caído que yace en los cielos lanzando estruendosos relámpagos. Veo además que Susan Black se mueve ágilmente por los aires para defender a todos sus compañeros y la manera en la que Johanna Mason se ha adentrado rápidamente a la batalla campal. Entonces decido acercarme un poco más para llamar la atención de mis compañeros. Poco a poco ellos se van dando cuenta de mi presencia; dedicándome sonrisas y expresiones de alivio. Es ahí cuando invoco un círculo mágico para desencadenar un ataque de magia negra perturbando así la capacidad del ángel caído para lanzar relámpagos a mis compañeros.
Notas finales: ¡Muchas gracias por leer! :0)

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).