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Entre dulce y salado por sue

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Notas del capitulo:

 

 

Hello my lovers!!! Muy feliz año nuevo!!! :D Agradecida de todo corazón con los rr dejados en los capis pasados n_n confieso que no tenía planeado nada de la pareja KatzexRaoul por acá, pero debido a algunas peticiones veré si puedo complacerlos y colocar un poco de ésta parejita tan singular más adelante n___n

 

 

 

- ¿Qué pasó Riki? Fui hasta tu casa y me dijeron que ya no vives ahí.

 

- Eso es verdad. Ya no vivo ahí – Trató de alejarse.

 

- ¿Dónde estás viviendo? – Guy se interpuso en su camino.

 

- No tengo porqué decírtelo – Hizo lo posible por seguir caminando.

 

- ¿Estás viviendo con un hombre? – Ésta vez Guy tuvo la osadía de detenerlo colocando su mano en el pecho del pelinegro.

 

- … - La mirada angustiada del pelicastaño le hizo sentirse mal.

 

- Dímelo Riki ¿Es eso? ¿Por eso no quieres que yo sepa, verdad? Te has ido a vivir a la casa de alguien más…

 

- Pues si. Estoy viviendo con el hombre que quiero.

 

- Riki… no digas esas cosas ¿No ves qué me haces daño?

 

- Tú fuiste el que preguntó – Trató de mostrarse recio – Ahora déjame Guy. Va a empezar la clase – Se alejó.

 

- Riki ¡Riki!

 

No podía aceptarlo, no podía aceptar el hecho de que Riki estuviera viviendo con otro que no fuera él. Guy estaba decidido, tenía que hallar la manera de que el pelinegro regresara a su lado.

 

- ¿Qué te ha parecido la cena?

 

- Me ha encantado.

 

- Que bien – Se alegró de oírlo. Buscó de recoger los platos.

 

- Deja que te ayude Riki.

 

- No hay problema. Lo mejor es que descanses, después de todo has estado trabajando el día entero.

 

- De acuerdo. Te esperaré en la habitación… no te tardes.

 

El pelinegro asintió y quedó solo para hacerse cargo de los platos. Mientras retiraba el jabón de los cubiertos, pensaba que si no se apresuraba era probable que Iason se quedara dormido ante el cansancio. Se ruborizó, siendo obvio que en su mente no había otra cosa que la búsqueda de intimidad. Más algo lo hizo apartar aquella idea sofocante de su cabeza.

 

- ¡Es hoy!

 

- ¿Qué cosa? – Iason bostezó, ya acostado en la cama y medio cubierto por las sabanas.

 

- Desafío Culinario Z. El nuevo programa de cocina que estrenarán ésta noche. Sólo el mejor logrará hacerse con el título de Chef Z ¡Es toda una proeza! – Sin ocultar su emoción.

 

- Jo… - No supo que decir.

 

- … Iason… ¿Te molesta si enciendo la televisión?  

 

- Mmm… está bien.

 

Los ojos del muchacho se iluminaron. No perdió tiempo, encendió la tv, se quitó la ropa y se acurrucó al lado del rubio.

 

- ¿Te gustan mucho éste tipo de programas? – Con su brazo atraía el cuerpo del moreno hasta su pecho.

 

- Si… - Sin despegar un ojo de la pantalla - Es como una pelea, pero en lugar de golpes se ataca con habilidades de cocina.

 

- Jum… - Miró un poco de aquello - Creo que prefiero ver el boxeo directamente.

 

- No digas eso. Se aprende bastante. Ya verás, te prepararé algo de lo que den en el programa y cambiarás de opinión.

 

- Bueno.

 

Iason trató de interesarse en el show, pero comer y ver como preparan comida, son cosas totalmente distintas. Simplemente se aburría.

 

- Iason – Le llamó con suavidad.

 

- ¿Mmm?

 

- …No estás usando ropa interior… - Se hubo dado cuenta de que mientras que él si llevaba puesto los calzoncillos, el ojiazul estaba desnudo bajo las sabanas.

 

- Es más cómodo estar así – Notó que el pelinegro se acomodaba más en su sitio - ¿Te molesta si me quedo así? – Susurró en un tono lascivo.

 

Riki no le contestó, levantó las sabanas y se metió bajo de ellas. El rubio tuvo un ligero espasmo cuando el moreno tocó su pene semi despierto con las manos.

 

- Oye Riki… ya han acabado los comerciales…

 

El muchacho obvió su comentario y se enfocó en darle placer, ésta vez usando su boca.

 

- Ah… Riki… - Se lamía los labios – Riki… - Agarraba las sabanas, permitiendo que su amante le atendiera –… Ah… voy a…

 

 

Antes de que pudiera eyacular, la sabana se levantó y Riki llegó hasta sus labios. En el beso el moreno se percataba de lo ajetreado que estaba el mayor.

 

- Riki… - Acarició el rostro del muchacho y de nueva cuenta lo besó, ésta vez más salvajemente.

 

Cuando se separaron, Riki se apresuró en quitarse lo único que le impedía estar como había venido al mundo, se acostó y abrió las piernas. Su corazón palpitaba errático, con los ojos le pedía que le hiciera suyo. Iason se acercó y poco a poco fue metiendo su virilidad inhiesta y a punto de estallar en el interior del muchacho. Riki se mordía los labios, la sensación de ser uno con su amado, era sencillamente maravillosa. Cada roce que el moreno percibía lo llenaba de un éxtasis divino. Iason estaba en la gloria, se impulsaba agarrándose de las piernas de su amante. Riki movía las caderas al ritmo impuesto por el ojiazul, no se contenía los gemidos y mucho menos aquel nombre que sabía tan dulce en aquellos momentos, tanto que era hasta empalagoso.

 

- Iason… Iason… Iason…   

 

Finalmente el rubio llegó a su límite, vertiendo toda su semilla dentro del pelinegro. Riki hizo lo mismo y su vientre quedó todo salpicado de aquella cálida esencia. En cuanto Iason salió de su amante, lo atrajo para estrecharlo con fuerza entre sus brazos.

 

- Oh Riki… ¡Como me encantas!

 

Riki se rió por lo bajo, tenía las mejillas ruborizadas.

 

- ¿Quieres que nos demos un baño y busque sabanas limpias? – Preguntó el mayor al darse cuenta de que ambos se hallaban sudorosos y que las sabanas... eran un desastre.

 

- No… - Respondió desganado – Quedémonos así, junticos… además mañana viene Daryl a lavar - Seguidamente se acurrucó en su pecho.

 

- ¿No te da pena que el pobre chico limpie todo esto? – Le acariciaba los cabellos.

 

- Mmm… tsk… - Chistó con los ojos cerrados - Es el riesgo que se corre cuando se trabaja en casa ajena.

 

Llegado los siguientes comerciales al ojiazul le extrañó el silencio por parte del pelinegro.

 

- ¿Riki? ¿Mi amor? – Murmulló. Se dio cuenta de que el joven se había quedado dormido en sus brazos - ¿Qué se le va a hacer? – Sonrió, realmente Riki se veía tierno mientras dormía. Acercó como pudo las sabanas para que los cubriera un poco – Bien… - Agarró el control y cambió de canal – Oh, esto es lo mío. Romanticismo puro – Se puso cómodo ante la repetición de una novela de los años 80.

 

Sin preverlo, Mimea no tardó en convertirse en la confidente de Riki.

 

- No sabes lo difícil que se me hace venir a clase Mimea - Mencionaba frustrado.

 

- ¿Y eso por qué? ¿Acaso te has dado cuenta de que esto no es lo tuyo? – Siguió cavilando – Oh Rikichin, no me digas que tu “nuevo novio” no quiere que sigas estudiando.

 

- No es por Iason. Y por favor deja de llamarlo así, ya llevamos rato. Si ya se te olvidó es con él con quién vivo ahora.

 

- No se me olvida, no… - Sonrió – Ya sé. Ese hombre te tiene tan ocupado en las noches, que luego en el día no te quedan energías para nada, oh… ¡El romance en pleno apogeo!

 

- ¿Quieres dejar de decir tantas sandeces? – Trataba de ocultar su sonrojo – Es por Guy que me cuesta venir.

 

- ¿Y él qué?

 

- ¿Cómo que qué Mimea? Cada vez que me ve no hace otra cosa más que hostigarme. Me ha confesado que ha ido a buscarme a mi antiguo departamento… le tuve que contar que ya no vivo ahí. Pero aún así parece que no quiere darse por vencido. Es molesto en serio.

 

- Uy… pobre Guy, si que está coladito por ti… ¿Qué harás? ¿Lo evitarás toda la vida?     

 

- Ahí es dónde entras tú.

 

- ¿Yo? ¿Qué tengo que ver en sus problemas?

 

- Mientras que tú estés entre nosotros, no tendré porqué preocuparme.

 

- Genial, seré “el florero”  - Mencionó sarcásticamente.

 

Y así fue, por un tiempo Riki no se despegó de Mimea.

 

- ¡Mimea por favor! – Suplicaba casi de rodillas.

 

- ¡Ni loca entraré al baño de hombres!

 

- Pero Guy podría seguirme.

 

- Déjate de tonterías – Empujó al chico dentro del baño – Y que no se te olvide revisar tu zapato antes de salir, si te llegan a ver con papel pegado en la suela serás el hazme reír hasta que te gradúes.

 

- Mimea… ¿Qué haces ahí? – Preguntó Guy al verla tan cerca de la puerta del baño de hombres.

 

- Pues… nada – Sudaba frío - … ¿Vas a entrar?

 

- No… - Hizo una pausa - ¿Qué? ¿Estás cobrando peaje para ir al baño?

 

- Ja ja muy gracioso – Bufó.

 

- Ya que estás ahí parada ¿Has visto a Riki?

 

- Eh… no, no lo he visto pasar por aquí. Y eso que ando aquí desde hace rato… en serio… no miento… él en ningún momento ha pasado por éste lugar – No podía ocultar su nerviosismo.  

 

- Ya veo…

 

Seguidamente, el pelicastaño continuó su camino.

 

- Fiu… - Sentía que le regresaba el alma al cuerpo - “Por poco…”

 

- Mime…

 

Al darse cuenta de que Riki estaba a punto de salir del baño – y Guy aún seguía en el pasillo –, la chica se apresuró y empujó al chico de nuevo al baño, y ella tras él.

 

- ¿Qué te pasa?

 

- ¡Que Guy está ahí afuera!

 

- No hay problema. Lo que no quiero es que estemos los dos solos, sin que tú tengas oportunidad de intervenir si se pone insistente… no tenías porque empujarme ni entrar acá…

 

- ¡Lo he hecho sin pensar! Le he dicho que no te he visto y de pronto apareces ¡Demasiada presión!

 

- Hey… ¿Qué hace una mujer en el baño de hombres? – Mencionó un chico tras ver a los jóvenes charlando de lo más tranquilos.

 

- Esto… - Mimea se ruborizó de inmediato.

 

- No es una mujer – Se apresuró en hablar Riki - Es mi primo travestido.

 

- ¡!

 

La pobre chica acababa metida en semejantes aprietos en nombre de la amistad.

 

Un día, en clase el profesor dio un anuncio.

 

- Tienen que practicar sus recetas. De nada les valdrá ver la clase y no recrearlas  luego. Le sugiero que se reúnan con sus compañeros y las practiquen.

 

El profesor no podía ser más inoportuno. Riki y Guy llevaban siendo pareja de su clase desde que hubo iniciado el semestre y el pelinegro ya estaba harto de esa situación. Ya había hablado con el profesor para cambiarse de pareja, pero no lo aceptó, decía que un buen chef debía ser capaz de hacer equipo con quién fuera, por lo que el remedio había sido peor que la enfermedad. Riki tenía que ser su compañero hasta que finalizara aquella etapa de evaluación en equipo. No podían practicar en el recinto ya que debido a problemas pasados con alumnos, se hubo tomado la decisión de no ceder el espacio fuera de las horas de clases. Por lo que, la única opción era reunirse en otro lado a recrear las recetas.

 

- Ya sabes los problemas que hay en casa por la remodelación que están haciendo mis padres… ¿Qué me dices Riki? ¿Podemos ir a cocinar a tu nueva casa?

 

- Ni pensarlo – Se alarmó ante la idea.

 

- Vamos… no me digas que tu novio se molesta ¿Tan poca confianza te tiene?

 

- Él confía en mí. Sólo que… - Realmente no quería llevar a Guy a lo que consideraba era su nido de amor con el rubio.

 

- Ya has oído al profesor. Quiere que practiquemos en conjunto y en lo que llevamos no hemos practicado ni una sola vez fuera de clases. Ya sabes como es él, se da cuenta cuando las personas están distanciadas a la hora de cocinar. La sincronización no nace de pronto. Si nos limitamos a improvisar el día de la evaluación, podríamos arriesgarnos a que nos salga todo mal – Realmente quería estar a solas con él.  

 

- Está bien – Ya molesto ante sus argumentos cien por ciento válidos - Déjame que le pregunte a Iason si podemos, después de todo es su casa… Luego te aviso.

 

Para poder hacerle la pregunta, Riki le preparó un platillo un tanto especial, sabía que la mejor manera de pedir algo era alegrando a la persona primero.

 

- “Barriga llena, corazón contento”.

 

Cuando vio que el Mink estaba satisfecho con el postre que se hubo degustado, se sintió capaz de hacer la pregunta.

 

- Iason… ¿Podría cocinar aquí con alguien del curso? Necesitamos un lugar para practicar algunas recetas. Estamos en la fecha tope y no hemos tenido chance de reunirnos… por varias circunstancias…

 

Iason lo miraba con suma atención.

 

- El profesor insiste en que se hagan las prácticas, a pesar de que yo no…

 

- ¿Con un hombre? – Interrumpió algo seco.

 

- Eh… - Reaccionó. Le estaba preguntando que si se iba a reunir con un hombre - Pues… si.

 

Cuando se lo afirmó, Riki pudo percibir el deje de molestia en el rubio, eso lo angustió.

 

- Bueno… También invitaré a una amiga mía, se llama Mimea.

 

- … Mmm.

 

- Pero si no quieres yo les puedo decir que no podemos. No tienes que preo…

 

Iason suspiró sonoramente, haciendo que el muchacho se acallara.

 

- “Quiere traer aquí a otro hombre…” – Los celos empezaban a hacerse sentir, el hecho de que Mimea estuviera ahí le parecía irrelevante – “Por supuesto que no quiero que haga eso.  Pero si le digo que no, podría considerar que estoy siendo demasiado egoísta y celoso. Yo he invitado a Raoul aquí varias veces, sería injusto no dejarle traer a sus amigos… ush… pero no quiero, suficiente es tener que dejarlo ir a esa academia en dónde está rodeado de todos esos buitres… ¿Por qué simplemente no puede quedarse en casa a esperarme que vuelva del trabajo? No tiene necesidad. Yo le puedo dar todo lo que le haga falta…”

 

- Iason… - Le preocupó que se mantuviera en silencio.

 

- Está bien.

 

- ¿Em…?

 

- Pueden cocinar aquí en la casa.

 

- ¿Lo dices en serio?

 

- Si.

 

- Gracias – Estaba aliviado - Te prometo que dejaremos todo impecable. No te darás ni cuenta de que vinieron aquí.

 

Se contentaba con saber que el Mink confiaba en él. Fue sacado de sus pensamientos cuando el mayor se aproximó hasta quedar muy cerca de su cuerpo.

 

- Iason…

 

- Me han entrado unas ganas inmensas de besarte – Mencionó con autoridad.

 

- ¿Y qué te detiene? – Se mostró pendenciero.

 

Los labios le capturaron de inmediato. Iason lo cargó y lo llevó hasta el cuarto. Le hizo al amor al chico con la preocupación en la mente, la que sólo puede generarse cuando se teme perder lo que quiere con tanto fervor. El deseo del Mink de que el muchacho fuera suyo y solamente suyo, lo llevaba a pretender que tenía potestad absoluta sobre su porvenir.

 

Un pensamiento por demás absurdo, que no tardaría en traerle mucho sufrimiento.

 

 

Continuará…

 

 

 

 

Notas finales:

 

Y así, de nuevo Iason se cree el dueño del pobre mestizo, oh oh… eso nunca ha traído nada bueno xD bien, de nuevo les traigo doble actualización, así que no se despeguen de su monitor!!! :D (inner: así si es bueno *w*)

 

 


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