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Así en el Cielo como en el Infierno. por Matsuoka Miyano

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Notas del capitulo:

Después de meses dónde el estrés de la escuela y mi falta de inspiración no me dejaron escribir nada, al fin  me alegro de poder actualizar esta historia y con dos capítulos por el precio de 1. Además de que este primer capítulo es más largo que lo habitual. 

Antes que nada quiero agradecer a Alondra por  tomarse el tiempo de leer y hacerme notar mis errores al escribir. ¡MUCHAS GRACIAS! 

Ahora sí, sin mas a leer, Disfruten

Capítulo XIII "Víctimas del amor"

―Al parecer Rin ha regresado ¿verdad? ― Fue lo primero que le preguntó Makoto a Haruka aquella tarde cuando Rin se había sanado de sus heridas gracias al ángel del agua. Ya que  al  entrar Makoto al taller que ambos compartían, se quedo en el umbral de la puerta  sorprendido de   ver al pelinegro realizando su trabajo de manera más fluida, sin el antiguo deje de pesadez que lo había estado acompañando últimamente, sacándole una pequeña sonrisa al castaño. Nanase no respondió nada, de hecho se enfocó más en el boceto que estaba realizando sin dedicarle una mirada a su amigo, pero al castaño no le hacía falta una respuesta, con solo ver el pequeño rubor casi imperceptible en el rostro de su amigo fue suficiente para saberlo.

― ¿Se encuentra bien?—Preguntó un tanto dudoso de tocar el tema. Mientras aun seguía de pie en el marco de la puerta.

Haruka se detuvo un momento, guardando silencio antes de reanudar su trabajo y contestar― Si, ya no está grave.

―Me alegro― Makoto no sabía cómo continuar con aquella plática, quería preguntarle sobre lo referido en la última frase, ya que él consideraba a Rin un amigo, a pesar de  no haber interactuado tanto, pero no se atrevía a preguntar, no  desde los hechos que se habían desarrollado algunas semanas atrás.

 En aquellos días, la noticia de que las aldeas del suroeste habían caído no se había hecho esperar, pero eso no era todo, la información que circulaba decía que la batalla no había sido nada fácil, dejando un gran número de muertos tanto de ángeles y demonios, a pesar de que ya se había informado de los decesos de ambos bandos desde hace días, Makoto había evitado decirle a Haru lo anterior; sobre todo después de lo que había pasado cuando interrumpió en el taller y le notifico a Haru del ataque a las aldeas.  Ese día el pánico había atacado visiblemente  al pelinegro,  haciendo que Haru dejara caer sus utensilios mientras sus ojos se llenaban de terror, y fue en ese momento que Tachibana entendió que Rin estaba participando en esa guerra. La imagen de Haru repitiendo el nombre de Rin aun seguía fresca en su memoria, haciéndolo entristecer y preocupándolo  por él , así  que Makoto decidió no volver a tocar el tema, y aunque Makoto  no le hubiera dicho nada más sobre las muertes a Haru, seguramente no hacía falta, también debió escuchar los acontecimientos.

Y de hecho, Haruka los había escuchado.

Durante la hora de la comida la guerra entre ángeles y demonios era el tema de conversación del momento, a pesar de que siempre había algún conflicto. Normalmente la plática duraba a lo mucho 3 días, después nada se volvía a comentar del tema, pero esta vez fue diferente, pasaban los días y el tema de conversación no acababa, todos mencionaban la gran cantidad de muertes que llevaban hasta el momento, los avances del escuadrón angelical sobre el del infierno y como habían logrado hacer una emboscada en su contra, esto había sido lo último que había escuchado Haruka, ya que después de estar soportando esas platicas cambió el horario en que solía visitar la cafetería por uno menos concurrido y algunos otros días   tomaba su comida y regresaba a encerrarse en el cuarto de trabajo. Sus actos no pasaron desapercibidos por sus amigos, sin embargo nunca comentaron nada respecto al tema o a Rin; se notaba a leguas que Nagisa quería hablar con Haru, pero siempre se contenía y después de unos segundos de debate mental, este cambiaba de tema. Haruka apostaba todo a que Makoto había hablado con ellos pidiéndoles que no tocaran el tema y la verdad se lo agradecía, nunca había sido de muchas palabras, y menos sobre sus emociones, pero esta vez era peor, ya que si hablaba en voz alta sus preocupaciones  estas tendrían mucho más peso que sus esperanzas de verlo volver y considerando que cada día sin ver al pelirrojo aquellas esperanzas disminuían, no quería dejarse caer  aún más en la agonía.

Y  ahora que Rin había vuelto, una nueva  mezcla de sentimientos se abrigaba en su pecho, por  un lado estaba el sentimiento de tristeza por la muerte de los de su misma especie de una forma tan cruel, pero por otro lado estaba feliz de que Rin hubiera ganado y sobrevivido, se sentía tan confundido. Todo era culpa de Rin, él solo había venido a  poner de cabeza todo su mundo, pero para ser sincero, Haruka no se arrepentía  de eso.

 

En el momento en el que Haruka dejo de lado sus pensamientos, sintió la verde mirada clavada sobre él, y por instinto le regresó  la mirada, intentando concentrarse y tratar de leer su mente como normalmente lo hacía, o al menos tratar de recordar que cosa le había dicho Makoto mientras él se perdía en su cabeza, pero fue imposible recordarlo, así que se rindió y con una mirada a su amigo le comunicó que no lo había escuchado apropiadamente, cosa que Makoto captó.
―Sabía que no me estabas  escuchando―Dijo como una pequeña queja antes de repetir su pregunta  ― ¿Volverás a verlo hoy?

Haru asintió con la cabeza.―Esta noche.

Los ojos de Makoto se abrieron con sorpresa, como si hubiera deducido algo y después esbozó una  gran sonrisa antes de  decirle “Diviértete.”

 El tono usado por Makoto hizo que Haruka se sonrojara y desviara la mirada para seguir trabajando, esto en un intento de ocultar su bochorno.

 

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Un par de horas más tarde, Haruka había llegado al claro principal, dirigiéndose hacia el segundo lugar,  hasta que escuchó la voz del pelirrojo llamándolo, haciendo  que el ángel detuviera su paso  antes de cruzar la cascada, y que cambiara su dirección para dirigirse a su lado.

—  Al parecer  llegamos casi al mismo tiempo. — Comentó el demonio con una gran sonrisa —  Sabes, hay algo que quiero contarte—  Y antes de que Haruka pudiera decir o hacer algo, Rin lo había tomado de la mano y lo había llevado a una de las rocas circundantes, indicándole que se sentara  a su lado. Haru hizo lo pedido y se sentó,  girando un poco su rostro para poder ver a Rin, pero este se había quedado callado mirando hacia el frente, pensando seriamente en algo.

―No estás hablando― Fue lo dicho por Nanase para incitar a Rin a hablar, sacándole una especie de risa nerviosa al más alto antes de que pasara su mano a través de sus cabellos rojizos peinándolos hacia atrás.

— ¿Recuerdas que  dije que tenía que presentar mi informe ante Amon? ― Preguntó aún sin dirigirle la mirada,  aun así pudo sentir que Haruka hizo un movimiento con la cabeza en señal de que lo recordaba.
―Pues  Amon me dijo que aquella victoria me colocaba como candidato  para ser su principal estratega militar. — Respondió utilizando un tono que denotaba que no estaba feliz con aquel dato.

Un pequeño  silencio se hizo presente entre los dos, Haruka no sabía qué hacer, ni que contestar, lo único que sabía es que esto significaba problemas  — ¿Y  qué vas a hacer? — Fue la pregunta que salió de sus labios.

— ¿No es obvio? Voy a desertar. —Respondió Rin con la mirada perdida en lo alto.

Haru tenía entendido que aquello era imposible, aunque puede que se haya equivocado, a lo que decidió preguntar — ¿Eso se puede? — Pero la suave negación que recibió como respuesta lo confundió más, hasta que Rin soltó un suave  “Me iré.”

Aquellas palabras resonaron en su mente ¿Se iría? ¿Qué? ― ¿A dónde? ― Dijo en voz alta sus pensamientos, si Rin se iba ¿Qué le aseguraba que lo volvería a ver?

 ― ¿No te lo había dicho ya una vez? ―Contesto volteándolo a ver  ―Iré al mundo humano, puedo esconderme a lo largo de todos los países, tardaran un buen rato  en encontrarme. Claro, si es que lo hacen― La última frase la dijo con tanta seguridad y  con una sonrisa, que Haruka  de verdad creyó por un instante que jamás lo atraparían.

―Ah, pero no tienes que preocuparte, te seguiré viniendo a ver. No te libraras tan fácil de mi― Acotó  con una sonrisa ladina.

La cual Haru decidió  ignorar por ahora.

― Seguramente vigilaran cualquier camino o entrada al mundo humano— Una parte de él se había alegrado de escuchar que Rin tenia intensiones de seguir con él, de hecho el pelinegro  no quería dejar de verlo tampoco, ya había experimentado el estar lejos las últimas semanas, pero por otra parte ahora sería peor, Rin estaría en un peligro latente, estando luchando básicamente todos los días por sobrevivir, sin la ayuda  de algún ejercito que lo respaldara.

 Y eso se había vuelto su gran preocupación

―Te olvidas que nosotros tenemos una entrada―Fue la rápida respuesta que dio el pelirrojo, señalando a su espalda con el pulgar la entrada que  estaba detrás de la cascada― Solo tengo que saber cómo llegar a esa casa en el mundo humano y siempre podremos vernos.

― Sabes, si frecuentas mucho ciertos lugares es más posible que te encuentren — Comentó tratando de disuadirlo. — Se supone que como  guerrero y prospecto a futuro estratega deberías saber eso. — Para Rin cada una de las palabras de Haruka sonaban como un regaño, cosa que  lo hizo soltar una risa.

La verdad es que Rin sabía que tenía que pensar y planear muchas cosas antes de poder desertar y escapar, tenía que pensar en cómo se adaptaría al mundo humano, como vivir sin llamar la atención, buscar lugares donde seguros, crearse una identidad, idear varios planes sobre qué hacer si lo llegaban a encontrar, entre muchas otras cosas más. Sin embargo, no quería enfocarse en eso ahora, lo único que quería en este momento era  tener egoístamente a Haru, dedicarse solamente a él, ya que tenía que recuperar el tiempo perdido y aprovechar ahora que podía, ya que no sabía qué cosas le prepararía el futuro cuando desertara.

― Luego pensaremos en eso― Fue la resolución que le dio temporalmente a todas las preocupaciones de Haru y las de él, antes de levantarse de un salto de la piedra y  empezar a estirarse, jalando su codo izquierdo  por arriba de su cabeza para luego hacer lo mismo con el derecho ― Vamos Haru,  hace mucho que no hacemos una competencia― Incitó mientras seguía calentando, estirando los músculos de sus piernas.

Haruka lo miro extrañado por el cambio tan drástico del tema, pero después su mirada cambio a una determinada mientras se  ponía de pie retirándose su ropa dejando notar su típico traje de baño,  lo que sacó una sonrisa al demonio. Por ahora Haruka no se preocuparía por nada, había pasado los últimos días de esa forma hasta que vio al pelirrojo aparecer frente a él, en este momento solo se iba a dedicar a disfrutar un poco, además ¿Cómo podía decir que no a una invitación a nadar?

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

La  emoción  no les permitió esperar más, quedándose en el lago purgatorio para competir. Además hacia mucho que no pasaban el rato en ese lugar, agregando que allí habían iniciado sus competencias, lo que le daba un aire nostálgico.

Ambos tomaron su lugar en la orilla del rio, preparándose para saltar en cuanto Rin diera la señal.

―En sus marcas…Listos…¡Fuera!

Los dos se habían lanzado al agua con pocos milisegundos de diferencia, los sonidos hechos por el agua mientras iban abriéndose camino eran igual de intensos que la fuerza que le aplicaban a sus movimientos, aunque claro, los movimientos de Matsuoka eran más violentos que los agraciados de Haruka, aun así ambos se encontraban alternando en quien iba a la cabeza, unos segundos era Rin y a los siguientes Haruka,  al dar la vuelta Rin se había adelantado gracias al fuerte impulso que había logrado, como la mayoría de las veces, pero Haruka no se dejaría vencer tan rápido,  puso más esfuerzo en sus brazadas haciendo que poco a poco se fuera disminuyendo la distancia que se había formado entre los dos, Rin al ver que Haruka le seguía muy de cerca también había puesto más energía en sus patadas tratando de mantener la distancia, pero la distancia seguía reduciéndose más de lo que lograba agrandarla, era un reñido estira y afloja, hasta que ahora iban a la par, ambos intentaron poner sus últimos esfuerzos en lo que quedaba antes de llegar a la orilla, sin embargo… uno fue el ganador.

En cuanto ambos emergieron del agua, Rin quedo impresionado, por primera vez le había ganado a Haruka en una de sus competencias, tal vez todavía le quedaba un poco de adrenalina e histamina en su cuerpo, lo que le había ayudado a mejorar sus habilidades, después de todo al parecer su cuerpo aún sentía los estragos  que tuvo que pasar para sobrevivir (sin mencionar su frenesí) ,pero eso no era todo, lo que más le sorprendía  era de que sus heridas no le hubieran afectado en su rendimiento, de hecho ni siquiera sentía nada, ¿Qué clase de don era ese? De verdad Haru había hecho un gran trabajo.

 

Después de aquella competencia le siguieron un par más, donde una termino en empate y la última con Haruka como vencedor, aunque esto no había hecho que Rin dejara de presumir por su primera victoria.

—Sabía que era cuestión de tiempo, para que al fin te ganara  — Comentó con una gran sonrisa burlona  y sacando su pecho luciéndose— Y justamente después de ser herido.

—Eso fue posible porque yo  te curé—Respondió Haruka quien ahora se encontraba flotando tranquilamente de espaldas en el agua. Cosa que hizo que Rin se cruzara de brazos, bien, Haru tenía un punto a su favor, aunque  eso no era todo lo que tenía que decir

—Tú lograste vencerme en la última porque ya estaba cansado. —Respondió con total seguridad.

—En ese caso yo también debería estar cansado, llevamos las mismas carreras—Contraatacó  tranquilamente Haruka sin abrir los ojos mientras seguía flotando plácidamente  Provocando  un sonido de exasperación por parte de Rin, quien buscaba como defenderse —Pero yo vengo de la guerra—

Y la discusión sin sentido siguió con Matsuoka intentando justificarse, mientras Haruka simplemente disfrutaba de contradecirlo.

Sin duda Rin era un mal perdedor.

 

Después de otro par de competencias, ambos decidieron tomar un merecido descanso, disfrutando de la compañía del otro. De esta forma los dos se habían acercado a la orilla del lago para relajarse, Rin se había recargado en una piedra como lo había hecho las primeras veces que había estado allí, dejando que el agua lo cubriera del torso para abajo, estiró una de sus manos para atraer a Haru y posicionarlo delante de él, permitiendo que el otro se sentara en medio de sus piernas, mientras que él lo rodeaba con sus brazos proporcionándole un cálido abrazo.

—Sabes, te extrañe —Había soltado Rin mientras repartía pequeños besos  por la espalda de Haru, creando un camino desde un hombro hacia  el otro, hasta que  recostó su cabeza  en  el hombro derecho de Haru, mirando bobamente su perfil; en ese momento Haruka giró levemente su rostro quedándose a pocos centímetros del rostro de Rin, sintiendo mutuamente como el cálido respirar del otro chocaba contra sus labios. 

“Quiero besarlo”  Esas fueron las palabras que cruzaron la mente de Haruka al ver tan cerca el rostro de Rin, y al parecer no había sido el único que lo había pensado, ya que sin darse cuenta ambos se fueron acercando lentamente hasta unir sus  labios en un dulce beso. La añoranza que ambos habían sentido por el otro las últimas semanas, estaba siendo completamente transmitida  por ese mudo acto. Tal vez este beso no era tan emotivo como el anterior donde Haruka había derramado lagrimas al verlo otra vez, pero eso no indicaba que fuera menos significativo.

En cuanto se separaron ambos se miraron fijamente a los ojos, notando como un tenue color rosado se había posado en las mejillas de ambos. Rin esbozó una gran sonrisa antes de volver a acercarse por otro beso. El ritmo fue  tan acompasado y lleno de amor,  que  Haruka se quedó en blanco, sin siquiera saber donde estaban sus manos, lo único que registraba su cerebro eran los cálidos labios de Rin y lo bien que se sentía tenerlo de vuelta. Haruka lo beso una vez, dos veces, tres veces, dándose cuenta que nunca tendría suficiente de él, que necesitaba su presencia, necesitaba aspirar su fragancia  y sentir su calor rodeándolo,  por esa razón lo beso con toda la devoción y amor que le tenía, y  lo mejor de todo, es que Rin le correspondía cada uno de esos sentimientos.

Al final de sus cortos besos, ambos se habían alejado lo suficiente para mirarse claramente a los ojos, y en ese momento Haruka pudo ver un deslumbrante brillo  en los ojos rojos, era una mirada intensa, sí, pero  era diferente a la que le dedicaba cada vez que iban a competir, ambas le hacían sentir como un calor se esparcía por todo su cuerpo, al mismo tiempo en que aceleraban su corazón, aunque la mirada que veía  ahora le indicaban que el pelirrojo lo deseaba y de hecho Nanase se sentía de igual modo.

Rin soltó un momento su agarre  sobre Haru para enderezarse un poco, irguiendo su espalda para acomodarse mejor. Con su mano derecha tomó el mentón de Haru y  lo giró para poder besarlo apropiadamente, profundizando  el contacto. Aquellos que habían empezado como dulces besos hace unos momentos, habían pasado a unos mas cargados de sentimientos. Uniendo sus labios como si su vida dependiera de ello, besándose cada vez más fuerte y  más profundamente, con una necesidad ferviente.

La lengua de Rin se deslizó en la boca de Haru suavemente,  haciendo que el ángel se derritiera por completo en aquella sensación, recargándose aun más contra el pecho de Rin, siendo esto lo único sólido  en su mundo giratorio, y a pesar del nulo espacio entre ellos lo necesitaba aún más cerca, pero  lo acelerado de su corazón y lo confuso de su mente no le permitían respirar apropiadamente haciendo que Haruka se separara  para recuperar un poco su aliento, además de que su cuello le estaba empezando a molestar por la extraña forma en que se encontraba. Aunque Rin no lo dejo ir sin antes darle una pequeña mordida a su labio inferior.

En ese momento las manos de Rin se empezaron a mover inquietas por todo su cuerpo, acariciando y tentando cada parte de su ser,  hasta que se entretuvieron en sus pezones. Rin se dedicaba a rozarlos con la punta de los dedos intercalando suaves roces con algunos  pellizcos,  mientras  que mordía la unión entre su cuello y su hombro, dejando algunas marcas con sus peculiares dientes en la blanca piel. Los tenues suspiros del ángel no se hicieron esperar ante aquellos  tratos, con cada roce un nuevo sonido trémulo emanaba de los labios de Haruka, las manos de Rin motivadas por aquellos sonidos y en busca de otros más dulces, descendieron lentamente por sus costados, causándole algunas cosquillas a su paso, las cuales se reflejaron en pequeños sonidos ahogados al intentar callar una diminuta risa, sonidos que se convirtieron en un gemido cuando las manos del pelirrojo rozaron por encima del bañador  su entrepierna,  haciendo que el cuerpo del pelinegro  se tensara levemente, aunque las manos del demonio no se detuvieron allí, haciendo que Haruka mordiera su labio inferior en el momento en que Rin había colado sus manos por debajo de su ropa y agarró con gran firmeza su falo. Un notorio sonrojo apareció de inmediato en las mejillas del ángel, sonrojo que no había hecho más que empeorar en el momento en el que  Rin empezó a  masturbarlo con un ritmo algo lento, haciendo que las piernas de Haru se movieran inquietas, arremolinando el agua,  mientras que su cuerpo se iba recargando un poco hacia atrás inconscientemente, pegándose más contra el robusto pecho de Rin.

Mientras el ángel se perdía entre sus brazos, Rin se entretenía repartiendo besos a lo largo del cuello de Haruka y recogiendo con su lengua cada gota de agua que encontraba en su camino, tomando su tiempo para degustar cada pedazo de piel que estaba a su alcance. Con su mano izquierda había rodeado por el abdomen a Haruka manteniéndolo firmemente contra su cuerpo, mientras que su mano derecha se dedicaba por completo a darle placer, aunque torturándolo un poco en el proceso,  ya que había momentos  donde aumentaba la velocidad de su mano y cuando observaba que Haruka llevaba su mano a su boca para acallar su voz, Rin  disminuía de nuevo el ritmo, sacando sonidos de inconformidad por parte del ángel. Se entretuvo poco tiempo así hasta que se dio cuenta que cada vez Haruka se removía mas entre sus brazos, indicando que no le faltaba mucho para alcanzar el climax, así que apresuro el vaivén de su mano, mientras que con la izquierda delineo  su figura, jugueteando  con otras partes de su cuerpo.

—Vamos Haruka, no te resistas más  —Fueron las palabras que Rin susurró en su oído con aquella embriagadora voz grave  que no hacía más que empeorar su situación.

 Haru se sentía cada vez más en su límite, con cada  movimiento de la mano contraria  encontraba  difícil hacer otra cosa más que jadear y gemir, al mismo tiempo que  intentaba mover sus caderas para satisfacerse mejor, y el hecho de que Rin le susurrara al oído volvió más intenso cada sensación, haciendo que su cuerpo se sintiera demasiado caliente y ligero. Hasta que una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo, provocando que se desplomara por completo contra el pecho de Rin en un intento de recuperar su aliento, mientras  que veía  a través de sus pestañas, como su semen que no había quedado en la mano de Rin, se desperdigaba por el agua. Pero Haruka no quería que eso acabara así, y en  medio de su desorientación una idea cruzo su mente y decidió ponerla en práctica,  así que junto todo el valor que tenia y  colocó con suavidad sus manos sobre las contrarias que lo tenían abrazado y las retiro, haciendo que el demonio dudara un poco, pero cualquier atisbo de confusión se disipo en el momento en el que el ángel  se retiro el bañador y se dio la vuelta, quedando de frente, aún así el gran sonrojo de Haru se vio escondido por su cabello, a pesar de que él había hecho el movimiento no significaba que no estuviera avergonzado.

Después de que Rin salió de su  estupefacción inicial, simplemente  esbozó una gran sonrisa  posicionando sus manos en las caderas contrarias, guiando los movimientos del ángel de tal  manera para Haru quedara sentado sobre él, con sus rodillas a cada lado. Ahora que el ángel  tenía una posición más elevada, envolvió sus manos alrededor del cuello del pelirrojo mientras se acercaba para besarlo de nueva cuenta, y en medio de aquel beso subió una de sus manos por su nuca, enredando sus dedos entre los mechones rojizos, dando algunos que otros tirones provocando que el demonio soltara suspiros de placer.

Por su parte Rin mantuvo su mano izquierda en la cadera contraria, mientras que la derecha la colocó en el muslo, acariciando la piel de allí. Con aquella nueva posición y el poco espacio entre ambos Haruka podía sentir claramente como la erección de Rin iba creciendo cada vez más, haciéndolo sentir más abochornado. Pero tenía una idea en mente y debía continuarla, así que el ángel fue elevando sus caderas hasta pasar de  estar sentado en el regazo de Rin a hincarse, con su mano derecha puso distancia entre ellos,  colocándola sobre el pecho contrario, aprovecho su movimiento  para descender acariciando cada musculo y línea que conformaban el torso de su pareja,  con cada toque que él daba, un pequeño temblor cruzaba el cuerpo de Rin al mismo tiempo que suspiros complacidos abandonaban sus labios, y es que el hecho de que Haruka tomara la iniciativa lo extasiaba. El pelinegro incentivado por cada reacción siguió con su recorrido, guiando su mano  por el abdomen contrario hasta encontrar el lugar donde hace unas horas se encontraba la herida y ahora solo quedaba una delgada línea como cicatriz, entreteniéndose, tocando muy superficialmente aquel nuevo relieve, dando una especie de caricia fantasma.

Rin aprovecho este momento de distracción del pelinegro para poder llevar una de sus manos entre el  trasero de Haru e introducir un dedo para prepararlo, provocando  un sonido agudo por parte del contrario al mismo tiempo que contraía su cuerpo. Rin dedicó una rápida mirada para revisar el estado de su pareja y siguió con las preparaciones. Haruka seguía sin acostumbrarse a aquella sensación y el hecho de que lo estuvieran haciendo en el  agua y que esta entrara con cada  movimiento de los dedos de Rin, era aun más extraño, pero no lo suficiente incomodo para detenerlo.

 El demonio llevó su mano libre a su propia entrepierna, liberándola de aquella prenda que cada vez se sentía más apretada, se dedicó a darse placer con movimientos rápidos y fuertes, además de que el poco espacio que había entre ambos cuerpos le daba una placentera fricción, los ojos de Haruka en algún momento se habían centrado solamente en ver aquella hipnótica imagen, el poco pudor que aún le quedaba en aquel momento le decía que debía desviar la mirada, pero aunque lo intentara, no podía. La primera vez no había podido apreciar claramente las muecas del contrario, ya que se había perdido completamente en las nuevas sensaciones, pero  ahora no iba a desaprovechar la oportunidad que tenia de admirar a Rin sin que este se diera cuenta.

Nanase se había quedado embobado viéndolo tan atentamente que le hizo olvidar temporalmente lo incomodo de la preparación, hasta que la voz de Rin lo despertó de su transe.

—Lo siento Haru, ya no puedo resistir más— Fueron estas las palabras de Rin, antes de retirar sus dedos de la parte inferior de Haruka y colocar ambas manos a cada lado de la cadera de Haru, alineándolo perfectamente con su miembro. Alzó su vista clavando sus orbes rojizas en las azules como preludio a lo que seguía, a lo que Haruka simplemente asintió con la cabeza antes de disminuir la fuerza de sus piernas para descender.

Las manos de Haruka se aferraban a ambos hombros  a medida que iba aceptando poco a poco el miembro de Rin, clavando sus uñas en la bronceada piel, al mismo tiempo en que algunas muecas se iban formando en su rostro, mordiendo la parte interior de su mejilla como intento de aguantar la molestia de tener algo ajeno en su interior.

Mientras tanto, Rin se perdía completamente embelesado por los gestos que Haruka mostraba gracias a él, y es que para él, era una vista completamente inigualable.  ¿Cómo resistirse a aquel hermoso ángel? Sobre todo ahora que sus ojos azules se veían más brillantes que nunca,  contrastando con los negros mechones que se pegaban a su frente por la combinación del sudor y el agua en la que habían estado nadando, mientras que otros mechones mas rebeldes se expandían por todas direcciones en un aspecto desordenado que lo hacía verse demasiado apuesto, pero al mismo tiempo el tenue sonrojo que a veces coloreaba su rostro se había vuelto de un rojo escarlata haciéndolo notar adorable, era una mezcla demasiado indescriptible para él, sin mencionar que ahora sus labios se veían algo hinchados y húmedos por el constante  abuso de Rin hacia ellos .

Simplemente para él era imposible resistirse a aquel ángel.

 

Una vez que Rin estuvo por completo dentro de Haru, el ángel se había quedado quieto, rodeando de nueva cuenta el cuello de demonio escondiendo su rostro. Rin tampoco se movió, y en cambio se dedico a acariciar con sus pulgares la cadera de Haru, al mismo tiempo en que enterraba su rostro en el cabello negro, respirando por completo aquella esencia embriagadora que era característica de Haru.

Cuando Haruka libero su agarre, este volvió a alzarse lo suficiente para liberar la mayoría del falo contrario. Esto fue señal suficiente para que Rin afianzara el agarre que tenía en sus caderas y con fuerza lo jalara hacia abajo, sacando un gemido de placer a ambos, iniciando de esta manera sus movimientos.  Con cada estocada, el chapoteo del agua no se hacía esperar, los movimientos iniciales  de Haruka eran lentos, en lo que se acostumbraba a tener a Rin en su interior, sacándole débiles gemidos y suspiros. Los cuales fueron subiendo de tono  conforme los segundos iniciales fueron pasando y la velocidad en las caderas de Haruka aumentó, teniendo como soporte sus manos sobre los  hombros del pelirrojo, siendo ayudado con el ritmo de igual manera por las manos de Rin y mientras que sus caderas  se alzaban para encontrarse con las suyas. El ritmo era frenético, cada impacto mandaba espasmos que recorrían su cuerpo  y el sonido del agua provocaba que a oídos de Haruka todo sonara más lascivo.

Las caderas de Haruka se habían acostumbrado al ritmo y sensación que habían logrado mantener en conjunto hasta que Rin se movió un poco y golpeó un punto que lo hizo perder el hilo de las embestidas, mientras soltaba un gran gemido que no pudo contener. Ante sus propios oídos, su voz había sonado tan  “pecaminosa” que lo avergonzó de sobremanera y lo único que pudo hacer fue esconder su avergonzado rostro en el cuello de Rin para que no lo viera, mientras que  Rin por otra parte sonreía orgulloso de haber encontrado esta vez el punto dulce de Haru.

—Déjame escuchar tu voz. — Fueron las claras palabras de Rin, y sin esperar nada volvió a embestir con fuerza del mismo modo que lo había hecho con anterioridad, sintiendo como un temblor recorría a Haru, al igual que su voz  salía de sus labios. Desde ese momento  Rin  procuró golpear con cada embestida aquel lugar, sin darle tregua a Haruka, quien temblaba cada  vez más y mordía con más fuerza su labio inferior para callarse.  Hasta que decidió darse por vencido y ya no reprimir su voz más.

En algún punto los movimientos  de ambas caderas se habían vuelto erráticos, la fuerza en las piernas de Haruka se había perdido por completo haciendo que el ritmo recayera totalmente en Rin quien cada vez se sentía con menos conciencia y fuerza para llevar un ritmo certero. Solo un poco de tiempo más fue necesario para que el pelinegro terminara por segunda vez, echando su cabeza hacia atrás, exponiendo completamente su cuello al mismo tiempo en que  exclamaba el nombre de Rin.

Si Matsuoka creía que con la vista de hace unos momentos su corazón estaba en peligro era porque no  había  escuchado a Haru  gemir su nombre.

¡ESTO NO ERA JUSTO PARA SU CREIDO INEXISTENTE CORAZÓN!

Así que aceleró la frecuencia de sus estocadas y su fuerza, llegando cada vez más profundo, arañando  los límites de su propio orgasmo  hasta que por fin lo alcanzó, terminando por completo en el interior de Haru acompañado de un ronco gemido.

Rin abrazó débilmente la espalda baja de Haruka y recargo su cabeza en el pecho contrario en un intento de recuperar su aliento en lo que pasaban sus espasmos, quedándose escuchando atentamente los agitados latidos del pelinegro que se asemejaban a sus propios latidos. Cuando ambos pudieron respirar  con relativa normalidad, Rin salió del interior de Haruka quien sintió como el líquido caliente también abandonaba su cuerpo, haciendo que Rin se ganara una mirada seria  por parte del ángel. A lo que el demonio simplemente contesto con un simple “Perdón” que no sonaba del todo sincero, pero ya no tenía fuerzas para reñirle, en cambio las pocas fuerzas que les quedaban a ambos fueron utilizadas para salir del lago y vestirse completamente, antes de desplomarse en el pasto uno al lado del otro, y caer en un sueño profundo.

Notas finales:

Dato al azar:
No sabía qué título ponerle a este capítulo, y dicen las malas lenguas que si no sabes que nombre poner, coloques el nombre de una canción :)  asi que puse mi reproductor en aleatorio  y apareció "Victims of  love" de Buck Tick, y me pareció perfecta considerando lo que dice. Además de que esta canción es de mis favoritas.


También quiero disculparme por si  mi intento de lemon fue un desastre. Aún sigo trabajando en no avergonzarme al escribir y hacerlo bonito (?)




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