Era poco decir que Johnny estaba ardiendo por dentro.
No sabía si eran los nervios, la emoción, la adrenalina, o las potentes ganas de vomitar.
Probablemente eran las ganas de vomitar.
Veía a Jude tomar el café tranquilamente, con la vista clavada en las zapatillas deportivas negras que usaba y envuelto en la ensangrentada chamarra de Johnny.
— ¿Está bueno el café? —dijo Johnny con toda la intención de romper ese silencio que se había formado pero curiosamente no se sentía incómodo en ningún modo.
Jude soltó una suave risita que fue música para los oídos del nerd.
—Sí, mucho. Lo hiciste justamente como me gusta. Con azúcar y crema. No me gusta el café amargo —contestó el tierno muchachito, mientras se hundía más en el cómodo asiento —Me gusta tu auto—anunció de repente.
— ¿En serio? No es un auto demasiado bonito —replicó Johnny, sinceramente sorprendido. Jamás le habían hecho un cumplido respecto a su automóvil.
—Me gusta porque lo siento como algo "clásico" en cierto modo. Además, el interior es calentito y huele a limpio —explicó Jude, dando un trago a su café — ¿Te llamas John White, cierto?
Johnny casi frenó el auto de repente cuando escuchó eso.
— ¡¿Sabes mi nombre?! —prácticamente gritó el otaku cuando le oyó decir tal cosa.
—Sí ¿Por qué no habría de saberlo? Tenemos historia y español juntos. Además, vives en mi vecindario. Siempre te miro de camino a la escuela, pero me daba vergüenza saludarte —el chico río suavemente —Sería raro si alguien con quien nunca hablas te saluda de repente y como tu jamás intentaste hacerlo, supuse que no te agradaba.
Johnny volvió a sentir la cara roja y caliente. Todo ese tiempo Jude Black supo que existía y no sólo eso, pensaba que él le odiaba.
"Vaya pedazo de imbécil, ¿Por qué no te suicidas de una puta vez?" Pensó a la vez que daba un par de golpes de frustración con la frente contra el volante del auto.
Jude le miró con sorpresa para luego echarse a reír.
Johnny escuchó su suave risa y enseguida olvido su idiotez.
—Pareces muy tranquilo, incluso después de que esos idiotas te atacaran —mencionó el otaku, mientras aumentaba la velocidad del auto. Ya no faltaba demasiado para llegar a su vecindario.
—Se podría decir que estoy acostumbrado. Es normal que haya tipos que miren, me griten vulgaridades, me toquen o me ataquen, incluso siendo hombre. Las primeras veces si fue muy traumatizante. Después, simplemente lo dejas pasar —Jude levantó la mirada de sus pies y la fijó en la cara de Johnny —Pero fue muy valiente de parte el salvarme de esos tipos. Gracias, en serio.
Johnny, repentinamente, volvió a aparcar el auto, esta vez, junto a un parque de la zona que estaba ya a oscuras.
—No es algo que deberías agradecerme. No iba a dejarte solo —dijo con una falsa seguridad, viéndole a la cara. Obviamente no iba a admitir que lo primero que pensó fue en huir y evitarse problemas.
—Fue realmente sorprendente. Nunca vi a alguien darle una paliza así a otra persona. Aunque tú también tienes heridas —Jude veía con preocupación las cortadas en su pecho y brazo. Ninguna parecía demasiado grave, pero aún sangraban y la mancha se extendía sobre toda la camiseta con el logo de Batman.
—Fui a clases de defensa personal durante un tiempo, así que tenía bastante idea de que hacer. Pero me tomó por sorpresa el que ese chico usará una navaja —dijo Johnny al tiempo que arrancaba el auto nuevamente y seguía manejando. Le dolía la cara, el pecho y el brazo, pero no le interesaba. Había salvado a Jude de algo horrible y eso le bastaba —Solo que… ¿Por qué estabas en ese lugar? —preguntó por fin.
Jude apretó inconscientemente el vaso de café, cosa que pasó desapercibida para el joven de lentes.
—Por... Trabajo. Tengo un empleo en un local cerca de ahí —respondió con voz baja y algo temblorosa —Pero eso no es algo importante —dijo con toda la intención de evitar el tema.
—Bueno, me alegro que estés bien. Te llevaré a tu casa enseguida.
—Johnny ¿podría quedarme en tu casa? —pidió Jude repentinamente.
Johnny casi volvió a frenar el auto, pero solamente apretó las manos contra el volante y continuó manejando— ¿Por qué?
—Simplemente no quiero llegar a mi casa. Normalmente me quedo en la casa de mi novia, pero bueno, ya no tengo novia —dijo el chico con una sonrisa un poco triste. Parecía que se sentía culpable o algo así.
Johnny le miró por el rabillo del ojo, y tragándose el grito de emoción que amenazaba con surgir de su garganta, asintió suavemente. Jude notó el asentimiento y sonrió nuevamente.
—Gracias —dijo en algo que parecía más un suspiro de alivio que nada.
Pronto llegaron a la casa, donde Johnny se bajó primero para abrir la reja, meter a Bonham a la casa, y regresar para estación el auto en la cochera del frente. Ya ahí, ambos bajaron.
—Tu casa es muy bonita, Johnny —aduló el muchacho, mientras ambos caminaban a través del jardín para ir a la puerta.
—Pues deberías decirle eso a mi madre cuando vuelva, ella adora decorar está casa y le encanta presumirla —dijo Johnny, riendo ligeramente y cargado la mochila de Derek en una mano. Lo más seguro es que se la daría mañana en la mañana.
— ¿Tus padres no están en casa?
—Salieron a cuidar a una tía enferma. No volverán en una semana o más. Incluso hasta dentro de dos.
Jude no dijo nada, se quedó de pie junto a Johnny, mientras esté abría la puerta de la casa. Los dos entraron y enseguida escucharon un par de ladridos. El chico de lentes encendió la luz para encontrar a Bonham tendido en el sillón.
— ¡Qué lindo perro! ¿Es un labrador retriever, cierto? ¿Cuál es su nombre? —preguntó Jude con entusiasmo, viendo al curioso perro que los veía un tanto confundido.
—Su nombre es Bonham —dijo Johnny, al tiempo que hacía una seña para que el no tan pequeño perro se acercara a ellos.
— ¿Bonham? ¿Cómo John Bonham de Led Zeppelin? —Jude miraba a Johnny con ojos alegres
—Exactamente. ¿Te gusta Led Zeppelin? —Johnny estaba sorprendido y un tanto emocionado.
—Es de mis bandas favoritas —el chico sonrió aún más alegre, mientras el perro corría hacía ellos. Sorprendentemente, no se fue contra Johnny, sino que fue a parar directamente al vientre de Jude.
Trepó el cuerpo del delicado muchacho, casi tumbándolo por su gran tamaño, pero sin ninguna intención de hacerle daño. Miró el rostro amable de Jude y ladró con agrado antes de empezar a jadear y mover la cola como loco.
De cierta forma, Johnny recordó a todos sus admiradores hombres y soltó una risilla en voz baja por tan curiosa coincidencia.
—Parece que le gustas — "¿A quién no podría?" se dijo el nerd mentalmente, mientras se acercaba para apartar a Bonham, que parecía totalmente ansioso y con ganas de subirse encima de Jude.
—Eso es genial. Yo solo tengo un gato —decía el chico, frotando la cabeza del perro con ambas manos, en un movimiento tierno y relajante para el efusivo labrador.
— ¿En serio?, ¿Cuál es su nombre?
—Page, como Jimmy Page —el perro se alejó de Jude y regresó a dormir al sillón.
Los dos se vieron a los ojos un par de momentos, sin decir nada y totalmente serios. Johnny se había acercado a un gran estéreo sobre un mueble en la sala, presionó un botón y subió el volumen. Escuchó el áspero inicio de cierta canción, pero ninguno cambió su expresión neutral.
Y entonces…
— ¡You need coolin'! ¡Baby, I'm not foolin', I'm gonna send you back to schoolin'! —casi gritó Jude, mientras escuchaba el ritmo de la batería y el potente riff de guitarra.
— ¡Way down inside, honey you need it, I'm gonna give you my love, I'm gonna give you my love! —respondió Johnny con la misma efusividad.
— ¡Wanna Whole Lotta Love! ¡Wanna Whole Lotta Love! ¡Wanna Whole Lotta Love! ¡Wanna Whole Lotta Love! —cantaron al unísono, haciendo los mismos tontos movimientos que haces cuando finges que tocas una guitarra.
— ¡You've been learnin', baby, I've been learnin', all them good times, baby, baby, I've been yearnin'! —volvió a chillar Jude, tratando de emular la poderosa voz de Robert Plant.
— ¡Way, way down inside honey, you need it, I'm gonna give you my love... I'm gonna give you my love!—gritó Johnny nuevamente, viendo a Jude a la cara, quien se veía igual de divertido y confundido al no saber cómo habían acabado así.
—¡Whole Lotta Love! ¡Wanna Whole Lotta Love! ¡Wanna Whole Lotta Love! ¡Wanna Whole Lotta Love! —volvieron a cantar al mismo tiempo, mientras pateaban el piso emocionados y excitados por la canción.
No faltó decir que siguieron así toda la canción. Casi se tiraron al suelo, moviéndose cómo si sufrieran un ataque epiléptico, mientras fingía que tocaban la guitarra y la batería y ambos gritaban al orgásmico ritmo y tono de Plant.
Y eso fue bastante extraño, incluso para él.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español