En algún momento, Johnny había acabado sentado junto a Jude en el sofá de la sala con una taza de café instantáneo frente a ellos. Bonham se quedó dormido sobre el regazo de Jude y las suaves caricias del chico solo lo tranquilizaban más.
— ¿Entonces tu gato estará bien? —volvió a preguntar, queriendo deshacer ese extraño silencio que se había formado entre ambos desde hace un rato.
Jude río por lo bajo, mientras le daba un trago a su café.
—Lo estará. Page es un gato muy listo y está algo acostumbrado a estar solo. Una noche más que no llegué a casa no le hará daño —dijo con una sonrisa cariñosa en la cara.
Johnny no mencionó más y trató de permanecer en silencio un rato más, hasta que una pregunta que lo veía molestando desde la mañana, se deslizó inconscientemente entre sus labios.
—Lo de Jennifer esta mañana… ¿era real?
La sonrisa de Jude no desapareció pero tomó un matiz más triste y afligido. Se escondió aún más en la manta marrón que Johnny le había prestado hacía un rato.
Los dos chicos permanecían casi a oscuras en la casa. Todas las luces menos, una pequeña lámpara de una mesilla en la sala y el televisor, estaban apagados. En la tele se veía "A Clockwork Orange" de Stanley Kubrick, en alguno de esos canales que sus padres habían bloqueado cuando Johnny era pequeño pero que finalmente había terminado desbloqueando él mismo.
—Bastante real, a decir verdad —dijo Jude con un tono de voz que no sonaba en absoluto cínico o grosero. Solamente, algo culpable.
— ¿Por qué terminaste con ella? Jennifer Richardson es muy guapa y tiene un cuerpo increíble—Johnny podía estar enamorado de Jude, pero bien podía admitir cuando una chica estaba buena. Y Jennifer lo estaba.
—No lo sé —dijo en un murmuro fugaz.
— ¿Qué? —Debía estar bromeando
—No sé porque terminé con Jennifer Richardson —dijo más alto esa vez y con la vista clavada en el ventanal de la sala.
Johnny no terminaba de entenderlo.
—Había pasado la noche con ella, como casi siempre lo hacía. Por la mañana me levanté de su cama y le dije: "Ya no quiero salir más contigo". Tomé mi ropa y me fui de ahí. Sinceramente, no hablamos de nada. Y cuando ella comenzó a llorar en medio del pasillo en la escuela, fingí que habíamos zanjado el tema por las buenas —la brillantes mirada del chico se vio opacada. Dio un nuevo tragó a su barato café y acarició un poco más a Bonham.
— ¿Entonces terminaste a tu hermosa novia sin razón? ¿Siempre haces eso? —no hacía falta decir que estaba terriblemente confundido.
—A veces, a veces no. Es más bien… dependiendo de la chica —volvió a sorber de su café —Suelo tratar de ser amable con ellas cuando las corto, pero esta vez simplemente no pude.
— ¿Alguna vez alguien ha roto contigo?
—No.
El silencio extraño, tirando a incómodo, se sembró entre ellos. Jude bebía, acariciaba a Bonham y veía a través del ventanal, que en realidad estaba cubierto por una gruesa cortina de color beige.
Johnny de nuevo no sabía que decir. Ese tono frío en el que le había contestado fue ciertamente impactante. Ese muchacho de apariencia tan delicada era más macho de que lo que aparentaba. El pensamiento le dio risa.
— ¿Qué se siente ser así? —dijo velozmente antes de beber de su café.
— ¿A qué te refieres con ser “así”?
—A ser popular.
Jude pareció pensárselo un poco antes de contestar.
—No es la gran cosa, al menos no desde mi perspectiva —una suave sonrisa afloró sus carnosos labios rojos —No es algo que disfrute del todo.
—No entiendo porque. ¿Sabes? No hay nadie en la escuela que no conozca tu nombre. Prácticamente todo el mundo se moja con solo verte —Jude soltó una mínima risa ante tal comentario —Y los chicos suelen decir que eres famoso en otras preparatorias e incluso, universidades. Eso debe ser genial —concluyó Johnny, viendo a Jude fijamente.
—Puede parecerlo, pero no es tanto como la mayoría lo piensa. No sé, es como si siempre hubiera alguien tras mi espalda, hablando bien o mal de mí según como yo lo haya tratado. Es como si un día le dijera a alguien "Jódete" porque me estaba molestando y este tipo o tipa lo esparce cómo un rumor por todo Facebook, Twitter o Instagram, y luego todos me creen un idiota. Casi parecería que soy una especie de celebridad y eso es ligeramente irritante. Además, es verdad que soy "popular" —Johnny no esperó que Jude usara las comillas con los dedos al hablar de sí mismo —en otras preparatorias y también bastantes universidades, pero tampoco es algo que disfrute demasiado. La mayoría de los chicos y chicas que conozco se vuelven robots mecánicos que hacen todo para que me agraden, fingiendo estar de acuerdo conmigo en todo—Jude bufó un poco y siguió tomando su café —Podría decir que estoy a favor de que los niños se metan drogas y ellos dirían que también lo apoyan.
— ¿Hablas sobre hipocresía?
—Más bien sobre el vacío.
— ¿Eh?
—El vacío, pequeño Johnny, el vacío —dijo soltando una limpia carcajada. El nerd no tenía ni idea de lo que hablaba y Jude fue capaz de notarlo.
—Mira, te diré algo, pero no le cuentes a nadie ¿Ok? —dijo Jude mirándole de forma desconcertante mientras ponía su largo dedo índice sobre sus labios. Había algo raro en sus ojos, como un brillo travieso.
Johnny solo atinó a asentir, mientras se sonrojaba intensamente sin razón aparente.
—Cuando era niño no tenía ni un solo amigo —confesó tranquilamente. Johnny le miró impresionado. Era cierto que él mismo no era muy bueno haciendo amigos, pero jamás había estado solo. Siempre tenía alguien con quien estar, y esos eran Rose y Danny.
No imaginaba cómo era no tener ni un solo amigo. Debía ser duro.
—Es una broma, ¿cierto? —dijo Johnny nerviosamente forzando una sonrisa.
Jude se río tal como un hombre ebrio lo haría, aunque ninguno había probado ni una gota de alcohol (aunque el propio White le ofreció una de las cervezas que su padre guardaba en la nevera, pero Black se había negado amablemente).
—Es en serio. Cuando era pequeño, no tenía amigos y de hecho, los demás niños solían molestarme mucho —Bonham se removió un poco sobre las piernas de Jude y este, en un tierno gesto cariñoso, cubrió al gran labrador retriever con la manta que lo cubría en esos momentos.
— ¿Por qué? ¿Había alguna razón?
—Probablemente. Cuando era pequeño me veía mucho más… raro. Usaba lentes, tenía frenillos y siempre usaba gorras de equipos de béisbol que no me gustaban. Además de los overoles feos y las zapatillas deportivas desgastadas de mis hermanos mayores. Era más alto que él resto de mis compañeros de escuela y tan flaco, que prácticamente parecía un palillo envuelto en tela. Sin contar que siempre estaba leyendo, ya fueran cómics, libros o mangas que mis hermanos desechaban y que yo llevaba a todos lados en la mochila, casi nunca hablaba con nadie y era el chico con mejores calificaciones en clase —Jude sonrió con cierta nostalgia ante tales recuerdos.
Johnny no sabía cómo reaccionar. Sencillamente no se hacía una simple idea de un Jude Black que no fuera increíblemente popular, sexy y social. Un muchachito feo, flaco y friki no era lo primero que te venía a la mente cuando te mencionaban su nombre.
—Los demás niños me molestaban mucho, se reían de mí y me llamaban "feo" o "cuatro ojos" o "nerd" y cuando al final de las evaluaciones, siempre decían mis notas, y yo resultaba el más alto, se ponía peor. ¡Y ni me preguntes cómo me iba con las chicas! Creo que le daba asco a todas —dijo para luego soltar una escandalosa carcajada que tomó al nerd por sorpresa.
Escuchaba el relato muy atento, sintiendo que oía gran parte de su vida. Toda su infancia se asemejaba bastante a la de Jude.
—Creo que fue hasta los 12 o 13 años que mi apariencia empezó a cambiar y con ello, lo que los demás pensaban de mí —dio un trago a su café —También ahí empezó el “vacío”.
Nuevamente, eso del 'vacío' lo confundía.
Jude sonrió ante la obvia cara de extrañeza de su nuevo amigo. No quería complicarle las cosas demasiado.
—No es algo difícil, Johnny. Es sencillamente, esa sensación de hueco cuando estas mucho tiempo con toda esa gente superficial que te trata bien según qué tan guapo, adinerado o popular seas. Muchos de los "amigos" que tengo, son niños ricos pretenciosos que buscan cualquier oportunidad para meterse conmigo en cualquier modo posible. Yo no soy rico en realidad y tengo que trabajar para pagarme las cosas, así que no entiendo gran parte de su actitud —Jude hizo una cierta mueca de desagrado, antes de remover un poco el líquido en su taza y dar otro trago.
— ¿Por qué no te deshaces de ellos? —mencionó el joven nerd, que había posado la vista un par de momentos en la pantalla del televisor. Veía a Alex DeLarge tener una extraña trifulca con una anciana, en su casa llena de ilustraciones y esculturas de tipo erótico. Eso le causó un poco de nervios y río ligeramente para bajar la tensión.
—Lo intenté más veces de lo que podría imaginar. Las primeras veces que esos chicos, hablando específicamente de Daniel Grant y Jane Waters y el resto de sus tontos amigos, se me acercaban, yo solía alejarme o ignorarlos. Sabía que todos esos chicos eran un montón de cabezas huecas sin más sentido que el de saber que estaba de moda y que no —Jude forzó una sonrisa que lucía increíblemente incómoda y Johnny apartó la vista nuevamente.
—Me alejaba, los ignoraba y me escondía, pero ellos siempre hallaban la forma de pegarse a mí. Al parecer, yo me había vuelto más popular de lo que cualquiera de ellos podía serlo y ser mi "amigo" era la forma perfecta de hacerse una especie de publicidad entre los adolescentes. Así nunca me dejaban en paz. E hice de todo para que me odiaran o creyeran que era un nerd aburrido. Leía cuando me hablaban, estudiaba cuando estaba con ellos y les hablaba de cosas como cómics que había leído o algún anime que había mirado. Pero ellos sólo escuchaban y luego fingían que yo no había dicho nada. Con el tiempo sencillamente me aburrí y deje de intentarlo. No tengo los amigos que quiero y todos ellos sólo actúan como que les agrado para tener pase a las fiestas y lugares donde sólo a mí me dejen entrar. Y la gente con la que me gustaría hablar probablemente piensa que soy un imbécil falso y déspota. Es verdaderamente… patético.
Johnny bajó la mirada, incómodo, sin nada para decir. Como él no era popular, no entendía bien eso de tener amigos que en realidad no te querían. Él tenía a Rose y Danny, que lo querían realmente y Johnny lo sabía. Hasta Derek le apreciaba sinceramente. Pero no tener un solo amigo real y saberlo debía ser una de las cosas más duras que se podía sufrir.
—Así que… ese es el vacío —masculló Jude, frunciendo ligeramente los labios y jalando una de las peludas orejas de Bonham. No parecía particularmente incómodo o triste. Era más como alguien que ya ha asumido la realidad y la acepta de forma solemne. Johnny, repentinamente, sintió mucha compasión por Jude y por sus amigos.
Pensó en Daniel Grant y Jude Waters. Los dos eran novios, él mariscal de campo del equipo de fútbol americano de la escuela y la porrista líder respectivamente, y cualquier persona que les viera realmente, podría jurar que sus cabezas rubias están llenas de aire caliente. Y lo peor es que aunque ambos tenían esas posiciones sociales que cualquiera envidiaría, aún eran tan pretenciosos. Acercarse a alguien solo para disfrutar los beneficios de ser sus amigos era enfermizo, en cierto modo.
— ¿Y ellos no sienten el vacío? —tal vez uno de ellos también llegaba a sentirse así. Jude no podía ser el único infeliz.
—No lo creo. Están entre personas que entienden sus ideologías elitistas y mainstream. Además, todos son ricos. Si uno de ellos llega a sentir el vacío, lo llenaría con materialismo. Así que es un sencillo "no".
Jude se inclinó levemente sobre Bonham, abrazando al perro con delicadeza. Por primera vez en todo el rato, sobre su rostro se extendió una notoria mueca de real tristeza. Sus bonitos ojos púrpuras estaban muy opacos y sus manos se paseaban tranquilamente por el pelaje liso y oscuro de Bonham, buscando un pequeño consuelo por el momento.
Johnny odio la tonta forma en la que nunca sabía que decir en los momentos en que más era necesario decir algo. Se acercó un poco más a Jude, apartando suavemente el cuerpo de su perro y puso una de sus grandes manos frías sobre el hombre de Black. El chico elevó el rostro y miró a la cara a Johnny por un par de momentos. Pronto, esbozó una sonrisa muy pequeña.
—Bueno, esto sonará raro, pero, si tú quieres, podríamos empezar a ser amigos —mencionó Johnny en voz muy baja. Sentía que le sudaban las manos de solo pensar que Jude se echara a reír, le dijera que no y él quedara como un estúpido.
— ¿Cómo puedo asegurar que no tratas de volverte popular siendo mi amigo? —debía admitir que esa duda del chico que amaba fue bastante dolorosa.
— ¿Un chico que sólo quiere eso se ti se habría metido a una pelea para salvarte? —preguntó con una sonrisa y la voz más amable que pudo ejecutar.
Enseguida dijo eso, Jude se tranquilizó un poco, pero su rostro reveló que tenía una nueva duda.
—Hablando de eso, ¿Por qué me salvaste en primer lugar? Es decir, tú y yo ni siquiera habíamos hablado antes y aun así me salvaste el trasero. Debe haber una buena motivo —Jude acercó su rostro al de Johnny, quien ya se ruborizaba por tal pregunta.
Johnny solo echó la cabeza sobre el respaldo del sofá, se cubrió los ojos con una mano y respondió:
—Tengo mis razones.
Por supuesto que no le iba a decir que estaba enamorado de él desde ya hacía un tiempo. Black solo se asustaría de él y volvería a quedar como un idiota.
Jude lo escuchó apaciblemente y no preguntó más después de ello. Algo le decía que no debía hacerlo.
— ¿Entonces podemos ser amigos?
—Si quiere soportar al montón de lambiscones que me persiguen día a día, está bien.
Johnny regresó la vista hacia Jude y este sonreía nuevamente. Parecía un poco más animado y eso lo alegro a él mismo infinitamente.
Jude se le quedó viendo un poco más. Luego apartó la mirada y empezó a reírse.