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The Nerd's Trouble por Killer Cobain

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Notas del capitulo:

Tal vez dije que podía escribir rápido, y que probablemente tendría dos capítulos listos, pero ¡Hey! Tuvé que hacer unas cosillas y eso me comió el tiempo. 

Pero bueno, gracias por darle una oportunidad a mi historia y de paso, tomarse su tiempo para dejar un comentario y decirme que opinan, que les gusta o que no u.u

Este capítulo es bastante largo, ciertamente, y tengo la sospecha de que los siguientes también lo serán, pero sinceramente se ha vuelto uno de mis favoritos, aunque no le puse ciertas cosas que quería incluir y que dejé para el resto de los capítulos. Aún así, me gusta y espero que a ustedes también. 

Ya se cómo continuar el hilo argumental y habrá cierto personaje que parecía no prometer nada quempezará a hacer sus apariciones por aquí ggg 

Bueno, como ya había dicho, a partir de mañana hasta el viernes (ya no hasta el sábado) tendré que ir a hacer unas cosillas antes de la escuela y solo podré subir un capítulo diario, o hasta no haya capítulo. Y será más tarde (después de las 2:30, horas en México), pero luego tendré dos semanas libres hasta la entrada a la escuela y pues, ahí ya será ese horario permanente. Perdón :c 

Un saludo especial a Jessica, IntentoDeEscritora y Dan, que son los tres amables lectores que me han dejado más de un review y me corrigen para ser mejor. Gracias, chicos n.n 

Sin más que decir, pasen y lean :3 

Cuando ambos revisaron el reloj de la sala, comprobaron que ya pasaban de la 1:45 de la madrugada. 

—Debemos agradecer que ya es sábado —dijo Jude con una sonrisita antes de apartar lentamente a Bonham de su cuerpo y ponerse de pie.

Johnny pudo deleitarse nuevamente con la curvilínea figura del sexy muchachito, que se estiraba para evitar algún calambre o algo. 

— ¿Podemos dormir juntos?

Johnny, que daba un trago a su café ya frío, casi se ahoga con el líquido negro cuando Jude le preguntó eso de forma tan repentina. 

— ¡¿Qué?! 

—Que si podemos dormir juntos. 

¿Acaso Jude quería matarlo de un infarto o algo? Porque de repente sintió la cara demasiado caliente y podía jurar que el corazón le latía tan fuerte que iba a explotar.

—Quisiera dormir con alguien en la misma habitación. Estoy muy acostumbrado a eso por mis novias —dijo Jude con una sonrisa inocente, ignorando que su nuevo amigo se estaba medio muriendo, primero por el café que casi le entra a los pulmones, y luego al borde de un paro cardíaco.

Johnny se tranquilizó un poco, pero aun así sentía el rostro arder de vergüenza y nervios de solo pensar que el chico en el que pensaba para hacerse pajas (aunque sonara horrible) fuera dormir en la misma habitación que él. 

— ¿Te puedo preguntar por qué no te pusiste los pantalones? —hasta ahora se le había ocurrido. 

—Jamás uso pantalones dentro de mi casa y pues como me quedaré aquí ¿Por qué tendría que empezar a hacerlo? No quiero perder la costumbre —los dos se echaron a reír, Johnny notoriamente más nervioso que Jude. 

Los dos subieron hasta la segunda planta, donde estaban todas las habitaciones de la casa y que eran tres en total. La de sus padres, la suya y una de invitados, aunque después de tanto, ya no había cama, solo un sofá gigantesco dónde Johnny se ponía a tocar guitarra o batería, las cuales siempre estaban ahí guardadas. Y la habitación de sus padres siempre estaba cerrada bajo llave (de la cual ya había sacado copia hace años) y pues, era su santuario dónde nadie debía entrar. Así que aunque no quisiera, Jude tendría que dormir con él. 

Y el hecho de quedarse juntos lo aterraba enormemente. 

Entraron a la amplia habitación de Johnny, que para su mala suerte estaba terriblemente desordenada y cuya cama era una sencilla individual con las sábanas revueltas. 

No sabía si sentirse patético por los montones de mangas, cómics, libros y camisetas con logos que había por todo el piso, así como los posters de bandas y personajes diversos que se hallaban por todas las paredes azules. 

Pero Jude parecía especialmente absorto en el gigantesco póster de Arctic Monkeys que coronaba la cabecera de su cama. Un póster que llevaba ahí poco pero valioso tiempo. 

— ¿Te gustan Arctic Monkeys? —preguntó Jude, sentándose en medio del piso de la fría habitación. Solo apartó un poco la ropa y puso sobre sus largo muslos una pequeña pila de mangas en inglés de "Dragon Ball"

—Es mi banda favorita desde hace tres años —dijo Johnny con orgullo, sentándose frente a Jude. 

Este le sonrió encantado. 

—La mía también, desde hace 8 años. 

Johnny abrió la boca muy sorprendido, ¡¿8 años?! Considerando cuanto tiempo llevaba en existencia la banda… “Demonios”.  

— ¡Eso es imposible! —casi chilló, sin dar crédito a lo que escuchaba. Y él que se sentía uno de sus mayores fans cuando había gente que los conocía desde mucho antes. 

—Los empecé a escuchar cuando tenía 10 años. Mi hermano tenía amigos ingleses por e-mail, y cuando Arctic Monkeys empezaba a ganar reputación en los barrios underground de Seinfeld, ellos le enviaban las maquetas con sus canciones. Yo las escuchaba con él y a ambos nos gustaban mucho. Pronto salió su primer disco, "Whatever People Say I Am, That's What I'm Not" y yo ahorré y trabajé para comprarme mi propio ejemplar. Así lo he hecho con todos los discos, hasta "AM" de 2013.

Jude cerró delicadamente la boca de Johnny, cuyo mentón casi rozaba el suelo de lo impresionado que estaba. Es decir ¡ser fan de AM desde que no eran famosos! Debía ser un maldito dios. Ya estaba seguro de lo muy enamorado que estaba de ese chico que tenía al frente. 

Entonces, un par de cosas que Jude había dicho y que habían permanecido en su memoria, se unieron y le permitieron sacar una pequeña deducción.

— ¿Tienes 18 años? —de nuevo no sabía qué demonios con ese chico. 

Jude empezó a reír divertido otra vez e hizo un ademán con la mano para que Johnny se tranquilizara un poco. 

—Sí. Muchos creen que reprobé algún año en mi vida escolar, incluso aunque han visto mis calificaciones actuales. Lo único que sucedió es que tuve unos problemas para entrar a la escuela en primer grado de primaria y terminé ingresando con 7 años en vez de 6. Eso es todo. 

Johnny hizo una mueca de desencanto mezclado con sorpresa y Jude solo volvió a reír. Enseguida retomaron la conversación anterior.

—Me gusta mucho el estilo de la banda y la voz de Alex Turner. Es uno de mis vocalistas favoritos —Jude esbozó una suave sonrisa de admiración. Johnny volvió a sonrojarse de solo ver el bonito rostro de facciones perfectas del lindo chico. Apartó la vista, bastante apenado. 

—Era esa clase de cosas de las que no podías hablar con tus amigos ¿cierto? —nunca supo porque preguntó eso. Quizá estaba siendo cruel. 

—Sí. Igual con las chicas que me gustaban. Solía querer hacer que ellas escucharan una de sus canciones románticas y ellas no las entendían como yo lo hacía. —Jude bajó la mirada a los mangas sobre sus piernas. Johnny se grabó eso como una nota mental. Cuando Jude esta triste, apenado o afligido, no borraba las sonrisas de su cara, pero veía hacía abajo y sus ojos se tornaban oscuros. 

El silencio volvió a reinar el ambiente por un rato, mientras Johnny se miraba la mano en lo bajo y jugueteaba con una hebra suelta de su pantalón. 

— ¿Sabes algo? Cuando entré a la escuela, siempre escuchaba que le gustabas a la mayoría de las alumnas, pero también a los chicos, y que aunque siempre estabas rodeados de ellos y dejabas que trataran bien, jamás habías salido con un hombre —masculló algo curioso, sin apartar la mirada del trozo de hilo que se enredaba entre sus dedos. 

Jude levantó ambas cejas ante aquello, con una expresión en la que fácilmente se leía "¿Qué tratas de decir?″.

—Bueno, si quieres preguntarme que porque jamás he salido con un chico, puedo decir que no soy homosexual —el tono que usó sonaba levemente ofendido. 

Aquello fue una completa puñalada para los sentimientos de Johnny, que repentinamente se sintió imbécil por estar enamorado de él. Seguramente, por más amable que fuera, si llegaba a decirle lo que sentía, Jude se asquearía.

No, no se asquearía. 

Pero sería muy incómodo para él, más después de lo que hablaron. Sobre ese 'vacío'.

—Bueno, sé que no eres homosexual, pero… Verás, tienes un cara y un cuerpo muy poco usual entre los hombres, y siempre usa esa ropa es tan... —no tenía mucha idea de cómo continuar la frase de forma decente. 

— ¿Gay? ¿Afeminada? —Jude comenzaba a molestarse, aunque muy poco. 

—No son las palabras que yo usaría. Al menos no contigo —la situación se estaba tornando aún más tensa de lo que había sido cuando hablaban en la sala. 

— ¿A qué te refieres?

—Creo que la forma sencilla de decirlo es que tú te ves genial con ese estilo porque te queda, pero que es un poco raro que jamás le hayas dado pie a ningún chico, especialmente cuando hay tantos que se confunden con la forma en la que luces —se sentía algo imbécil. Acaba de decirle a Jude que parecía homosexual por su apariencia. Tal vez eso lo ofendería. 

Ya se estaba preparando para el puñetazo que probablemente le daría en la cara antes de irse y llamarlo "bastardo". 

Pero Jude permanecía callado y con la vista clavada en sus delicados muslos cubiertos por los mangas. 

Y contrario a todo lo que esperaba, una fuerte carcajada lo hizo levantar el rostro para encontrarse a Jude partiéndose de la risa. 

— ¡Entonces supongo que podemos decir que soy una gran prueba viviente de que "No juzgues un libro por su portada" es jodidamente cierto! —decía entre risotadas. Se apretaba el vientre con ambas manos, en señal de que el estómago le dolía por tan intensa risa y gruesas lágrimas le bajaban desde las pestañas inferiores hasta las mejillas enrojecidas. 

— ¿Q-qué?—de nuevo sentía que le iba a dar un infarto. Estaba confundido y al borde de las lágrimas, como una niñita de siete años. 

Jude detuvo su escandalosa risa, pero empezó a respirar tan violentamente para recuperar el aire perdido que Johnny llegó a pensar que tal vez estaba sufriendo un ataque de asma. 

— ¿Estás bien? —Johnny se inclinó sobre él (e incluso sentados le sacaba mucho centímetros de altura) cubriendo su pequeña figura con la sombra de sus anchos hombros. 

Jude hizo un pronunciado gesto con la mano que era un sencillo "relájate" y normalizó su respiración muy pronto. 

— ¿Qué rayos es tan gracioso? —Infló las mejillas, un poco ruborizado y molesto—No dije nada divertido.

—Es que tu cara al decirme todo eso fue muy chistosa. Tenías la cara roja y el ceño fruncido, como si estuvieras enojado pero no quisieras ofender. La verdad es que esa pregunta ya me la han hecho muchas veces antes y no es nada nuevo para mí. Así que no me molestaste ni nada por el estilo. Solo cálmate un poco —decía Jude secándose las lágrimas y dándose un poco de tiempo para relajar su propio diafragma. 

Y efectivamente, Johnny se calmó mucho más de lo que creyó que podría. Finalmente fue capaz de reírse un poco de su propia idiotez, no sin antes sonrojarse bastante por la vergüenza. 

— ¿Y qué hay de ti, Johnny? ¿Sales con alguien? —Jude le sonrió amablemente. Trataba de dar una atmósfera de confianza para que su nuevo amigo fuera capaz de sincerarse con él. 

— ¿Si te dijera que sí, me creerías?

—En realidad, no. 

—Eres cruel. 

—Tal vez. 

Los dos se echaron a reír algo fuerte, aunque ya no debían preocuparse porque alguien viniera a callarlos por su escándalo. 

— ¿Entonces jamás has tenido novia? ¿Eres virgen? —la idea sé que ese enorme chico, con ese semblante tan masculino que se cargaba, fuera virgen le causaba una cierta curiosidad enternecida. 

—No he tenido novia nunca, pero no soy virgen —dijo Johnny mientras se ponía de pie y tomaba una camiseta con logo de Black Sabbath de la silla frente al escritorio del ordenador.

— ¿No eres virgen? ¿Pero cóm…? —la pregunta de Jude se vio interrumpido repentinamente por la voz de Johnny, que se había vuelto más profunda y madura, sorprendentemente. 

—Es algo raro, no quiero hablar de ello.

Jude se apartó la pila de mangas de sus piernas, se levantó de un salto y trepó a la cama, gateando sensualmente. 

Johnny debía agradecer que estaba de espaldas, desbloqueando su ordenador, o una erección o una intensa hemorragia nasal se habría hecho presente en él al tener el voluptuoso trasero de Jude Black en primer plano mientras subía a la cama. 

—Yo te conté toda la historia de mi infancia y tú no puedes contarme sobre la pérdida de tu virginidad. Eso no se vale —Jude hizo un adorable puchero y levantó los brazos al aire, moviendo los dedos como gusanos, y admirando la enorme pintura en forma de "AM" en letras negras, hechas obviamente con pintura en aerosol. Aunque tenía un diseño genial y muy original. Quien quiera que lo hubiera hecho, tenía talento.

—Es diferente. Yo te pregunté algo y tú me diste una explicación larga. Tú preguntaste algo y te di una respuesta corta. Tu solo quieres que te cuente una historia de la que no quiero hablar. No es lo mismo —decía Johnny tranquilamente, mientras revisaba su perfil en Facebook. Como siempre, un mensaje de Rose y Danny, así como los montones de notificaciones sobre fotos y actualizaciones de Derek. Cerró la sesión y comenzó a leer archivos viejos de Word Office. 

—Eso es injusto, Johnny —se quejó Jude. 

—No en mi juego, cariño. 

—Wow, ¿de dónde salió eso? —Jude soltó una risilla sorprendida y alzó una ceja, algo divertido. 
 —No lo sé, en verdad —dijo Johnny, riendo un tanto avergonzado por eso. Era una vieja frase que él había usado en una de sus múltiples novelas y se le había quedado por mucho tiempo. 

—Sonaste muy genial. Tu voz seria es muy masculina.

Johnny rio nuevamente, tan avergonzado cómo siempre. Se sentía entre patético y ligeramente feliz. Jude creía que era genial. 

Cerró todos los programas de su computador y la apagó. Después se puso la camiseta que había estado sosteniendo en la mano. 

Se dio la vuelta hacia su cama y vio a Jude acostado boca arriba sobre esta, con una de sus piernas flexionada y la otra sobre esta, agitando su pequeño pie de uñas esmaltadas en el aire. 

De nuevo, juntó toda su casi nula voluntad e hizo uno de los mayores esfuerzos humanos jamás vistos (o eso podía asegurar Johnny) para no pensar en todas las cosas pervertidas que siempre imaginaba cuando se trataba de Jude Black. 

Pero parecía casi imposible, con ese par de interminables piernas hermosas y las pronunciadas curvas que marcaban su pequeño y erótico cuerpecito. Así como las largas pestañas negras que se agitaban de encantadoramente en su bello rostro y las blancas manos finas que jugueteaban en el espacio vacío de su cuarto. 

Si eso que tenía enfrente no era un ángel, una deidad o cualquier tipo de ser mitológico de la belleza, no sabía que era porque Jude Black no podía ser un humano. 

No al menos, uno tan perfecto. 

Pero para su mala suerte, en el peor momento, una gran erección asaltó sus ajustados vaqueros deslavados. Agradeció que Jude estuviera distraído con la pintura del techo. 

Con la cara tan roja que parecía estar al borde de una apoplejía, se dio la vuelta rápidamente y caminó a la puerta de su cuarto, tropezando con sillas, libros y montículos de ropa. Su mano tanteó la pared desesperadamente hasta dar con el interruptor. Apagó la luz violentamente, casi fundiendo el foco. 

— ¿A dónde vas? —dijo Jude, visiblemente preocupado por la repentina penumbra de la habitación y las obvias intenciones de irse del joven nerd. 

—Es mejor que duerma en la sala, la cama es muy pequeña para los dos y… —"Por favor déjame ir, antes de que trate de violarte en mi propia casa". 

— ¡No! No hace falta —gritó Jude antes de que Johnny corriera fuera del cuarto (específicamente al baño a hacerse una buena paja). 

—P-pero, Jude, yo… —solo quería escapar de ahí rápido. 

—Está bien, Johnny. Quédate aquí —la voz de Jude sonó increíblemente dulce e increíblemente necesitada. 

Johnny no pudo objetar nada contra eso, así que haciendo nuevo uso de su poca voluntad, regresó a la cama a paso lento y se metió bajo las sábanas, las cuales ya cubrían al delgado cuerpo de Jude. 

Jude sonrió imperceptiblemente en medio de la oscuridad de la habitación y Johnny, tan avergonzado que pensó que vomitaría de los nervios, se dio la vuelta, dándole la espalda a Black. Aún sentía la erección entre las piernas, la cual ya comenzaba a volverse dolorosa. 

Jude seguía boca arriba sobre la cama y pasó un pequeño rato, en el que, sumidos en un silencio que no se podía llamar incómodo, apacible o necesario, los dos reflexionaron mucho de lo que había pasado ese día. 

— ¿Puedo decirte algo? —susurró Jude, finalmente rompiendo ese desconcertante silencio de 20 minutos. 

—Dime —pronunció nuevamente con la voz seria que a Jude le gustaba. 

—Te conozco de horas, y siento como si te conociera de años —dijo Jude, con un tono de voz extraño. Triste, feliz, enojado. No sabía realmente. 

Johnny tragó duro y se apartó un poco de él en esa estrecha cama. 

—Eres el mejor amigo que he tenido hasta ahora. Sino es que el único. 

Jude río suavemente, sin mucha gracia en verdad. Luego se dio la vuelta, encarando la pared, y comenzó a dormir silenciosamente.

Johnny no dijo más después de eso. Simplemente pensó que si algo quería, era estar con Jude siempre y darle todo el cariño que tenía para él. 

Pasaron 20 minutos antes de que se quedara dormido.

Notas finales:

Tal vez si me apresuró, pueda terminar el siguiente capítulo hoy y publicarlo (aunque sea en la madrugada, me vale queso xD ) para que puedan leerlo después, o lo publique junto con el de mañana. Eso ya pueden decírmelo por reviews o algo así jejej 

Aunque dudo que alguien vaya a leer este capítulo tan tarde e.e

Bueno, bueno, eso es todo de mi parte 

Gracias por leer! :D 


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