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TRUE LOVE (HUNHAN - KAISOO) por NaTyK1995

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Notas del capitulo:

¡Hola polluel@s! Quería desearles un muy muy feliz año para ustedes y sus familias, un año lleno de bendiciones y cosas buenas, bonitas e inolvidables, pásenla muy bonito y sean muy felices… gracias por estar un año más a mi lado, leyendo y comentando, apoyándome a pesar de mis faltas, no saben cuánto l@s amo a todos, mucho,  mucho… ¡SEAN FELICES! 

-Le haré el amor a LuHan- una vez más su corazón se rompía y sus sentimientos eran aplastados, su existencia se esfumaba, un sollozo  escapó de sus labios, él lo sabía pero quería oírlo de los labios de su amado SeHun y fue aun peor. La llamada se cortó y su llanto se intensifico, la fuente en la que descansaba era pequeña comparada al enorme mar de emociones que lo ahogaban en su interior, el enorme parque solitario a esa hora era su fiel confidente, el silencio su acompañante y los arboles  testigos del sufrimiento que lo consumía lentamente.

Había hecho un enorme esfuerzo por ignorar y borrar la escena de su querido SeHun entregándose a LuHan tan apasionada y eróticamente en ese laboratorio, perdono en silencio la infidelidad de su castaño, pero esto era más doloroso, esto era más humillante.

-¿Estas bien?- una suave voz interrumpió su solitaria velada, sus ojos se encontraron y aun con estos nublados por las lágrimas pudo contemplar a una pequeña figura de contextura delicada y cabello castaño, el chico lo miraba con preocupación y KyungSoo estallo en llanto.

-O-oye… n-no llores… ¿estas herido?- pregunto el pequeño acercándose al sollozante joven, se asustó un poco cuando los brazos de este lo envolvieron por la cintura y tiraron de él hacia el pecho del otro, estuvo a punto de golpearlo y correr pero los desgarradores sollozos del otro se lo impidieron.

-¡¿Por qué?! ¡¿Soy tan feo, tan poca cosa?! ¡¿No merezco amor?! ¡¿Por qué nadie puede amarme?! ¡¿Por qué él no me ama?!- decía entre el llanto KyungSoo, el corazón del castaño se oprimió y sintió lastima del peli negro, tiernamente acaricio los cabellos de este mientras susurraba palabras para tranquilizarlo.

-Sshhh… llora, es mejor- le decía –todo estará bien-

Minutos más tarde el llanto seso pero los hombros del pelinegro aun temblaban.

-Vamos- el castaño lo ayudo a levantarse y tomándolo por los hombros emprendió camino, un poco después KyungSoo se dio cuenta de que caminaban en sentido contrario y se detuvo en seco mirando a su alrededor.

-Tranquilo- escucho decir a su lado –vamos hay sopa caliente y una cama esperándote- el castaño le sonrió y abatido siguió caminando…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

-¡AAAHHG!- KyungSoo hizo una mueca al terminarse la sexta lata de cerveza, arrojándola a un lado rápidamente tomo la otra y destapándola procedió a beberla o más bien tragársela.

-¡Waaoo! Nuca había visto a alguien tomar de esa manera- dijo para sí mismo el castaño parado del otro lado de la habitación.

KyungSoo se detuvo a media cerveza cuando su tono de mensajes sonó, fastidiado lo tomo y con el ceño fruncido comenzó a leer, cuando termino nuevas lagrimas se asomaron por sus mejillas y esto preocupo al otro.

-¿Q-que ocurre?  Me asustas en serio- el pequeño llego a la cama y el otro le extendió el aparato, indeciso y temeroso el mayor lo tomo y aparte de los números no pudo reconocer nada más.

-Son las palabras que quiero- hablo por primera vez el pelinegro de manera ahogada –pero no la persona que quiero que las diga-

El castaño permaneció en silencio, no entendía al otro y mucho menos entendía lo que estaba escrito en el aparato

-Aunque… por alguna razón me gusta que sea él quien las diga- susurro y rápido termino con la cerveza, lanzándola al piso junto a las otras.

-¿Tienes más?- pregunto suplicante.

-¿Estás loco? En minutos te tomaste la mitad de las cerveza de mi…- se frenó a sí mismo y con una genuina sonrisa termino –mi novio-

-Lo siento… solo quiero ahogarme en alcohol y olvidar-

-No es una buena idea- el castaño lo ayudo a quitarse los zapatos y ponerlo cómodo en la cama –Duerme pequeño- le dijo y justo antes de irse el suspiro del peli negro lo hizo sonreír.

-Kai-  pronuncio suavemente y sonrió.

-Vaya que está enamorado- dijo el castaño antes de retirarse por completo de  la habitación.

Cuando llego a la sala tomo el aparato de la mesa de noche y marco de memoria el número.

En seguida contestaron.

-¿Si, cariño?- 

-Aaah… hola- dijo con una tímida sonrisa.

-¿Dime amor?-

-P-podrías venir lo más pronto posible-

-¿Paso algo? ¿BaekHo está bien? ¿Estás bien?- se preocupó en seguida el otro.

-N-no. Estamos bien, es solo que…-

-Dime, me estoy asustando- pidió.

-Ha-hay alguien, un chico-

-¿Qué?  ¿Qué hizo?  ¿Dónde está?-

-¡No! Esta borracho llorando como un bebé aquí en la casa-

-¿Qué?- su novio se confundió.

-No te preocupes no es peligroso, pero ven pronto ¿sí?-

-Claro que sí. Pero no bajes la guardia-

-Bien-

-Te amo Baek- pronuncio rápidamente justo antes de colgar, una sonrisa adorno el rostro del castaño.

-Te quiero árbol tonto- susurro.

… …

-Espero que tengas una muy buena razón, para que un borracho este a estas hora en casa- dijo el alto una vez la puerta se abrió, dejando ver así aun sonrojado castaño de baja estatura.

-Lo-lo siento- dijo bajito este –es… es que se v-veía tan triste y solo-

-Baek amor,  no puedes ir recogiendo a todos los vagabundos de la calle, solo porque se ven tristes y solos- el alto lo reprendía pero sin dejar el tono dulce en su voz.

-N-no es un vagabundo-

-…- el menor suspiro y tomando entre sus manos el rostro del mayor planto un casto beso en sus labios -¿Donde esta?-

-E-en la ca-cama- dijo descolocado por el beso y despertando de su ensoñación cerró la puerta y corrió a la habitación, la única en la pequeña casa, cuando llego allí vio a su árbol parado frente a la cama sencilla contemplando con detenimiento el rostro del castaño que descansaba allí. Su mirada viajo del castaño al alto y una pequeña molestia se instaló en su pecho al ver a su árbol tan concentrado mirando a otro chico que no era él, cruzando sus brazos bufo algo molesto.

-Creo que lo conozco- dijo de la nada el alto, sorprendiendo al más bajo.

-¿Así?  ¿Y quién es?- pregunto con molestia.

-Ka… Keee… Suuu…- decía tratando de recordar el nombre del castaño -¡KyungSoo!- dijo al fin.

-¿Quién es KyungSoo y por qué lo conoces?- el mayor trataba de disimular su enojo.

-¡Sí! Es él… pero ¿Qué hace en esta parte de la ciudad? Solo y a esta hora… ¡Humm! es un descuidado y un tonto como puede…- hablaba consigo mismo hasta que un golpe en la cabeza lo despertó.

-¿Qué?- miro sorprendido al pequeño -¿Por…?-

-¿Quién es?- pregunto sonrojado y señalando el inmóvil cuerpo.

-Aaahh… es… es… solo un conocido, la verdad solo se su nombre- las mejillas de Baek se encendieron y se sintió como un tonto al reclamarle de esa forma a su gigante.

-¿Y? ¿Qué haremos con él?- pregunto acabando con el silencio.

-¿Qué haremos? No lo sé dímelo tu que lo trajiste hasta aquí- dijo burlón pero no cuido muy bien su volumen de voz pues el pequeño se encogió un poco de hombros.

-L-lo siento- dijo con un tierno puchero en sus labios, el cual fue besado de repente por el alto.

-Déjalo- lo abrazo –pero Baek cariño, ten más cuidado, gracias al cielo solo es ese enano ojón, pero pudo a ver sido cualquier otra cosa y es peligroso, ¿sí?- lo miro a los ojos.

-…- el bajo asintió tiernamente y otro beso se plantó en sus labios.

-Te extrañe- susurro el alto a milímetros de su boca, Baek se sonrojo y sonrió.

-Yo también- sus pequeñas manos rodearon la cintura del castaño oscuro –te extrañe mucho- dio un rápido beso a los labios contrarios y se acurruco en el pecho del alto ocultando su sonrojo. ChanYeol sonrió ampliamente, a su pequeño poco a poco se le hacía más fácil el decir o hacer cosas melosas y cursis como las había llamado una vez y esto solo significaba una cosa… todo iba por buen camino.

Con delicadeza tomo entre sus manos el rostro del mayor y junto sus labios pidiendo permiso de inmediato con su lengua el cual fue concedido enseguida, lento, profundo y húmedo, ambos estaban sumergidos en el otro cuando un leve quejido les recordó que no estaban  solos, separándose lentamente volvieron a abrazarse mirando al pequeño en  la cama.

-Kai… beso… sus labios- murmuraba entre sueños KyungSoo, el alto frunció su ceño confundido.

-¿Kai?-

-Es lo único que dice Kai esto, Kai lo otro y algo sobre que alguien no lo ama como él lo hace- dijo simplemente el bajo, separándose tomo el teléfono del otro de la mesa y se lo mostró a su árbol –me mostró esto antes de dormirse, pero bueno… no entendí mucho, es que hay palabras muy raras- se excusó avergonzado Baek.

ChanYeol tomo el aparato en sus manos y acariciando con ternura la cabeza del mayor le sonrió por intentar poner en práctica lo que le había enseñado. Enseñarle a  leer y escribir a un orgulloso y malhumorado  joven de veinte y cuatro años no era tarea fácil, más bien toda una odisea. Encendió la pantalla y su confusión aumento.

-Es el número de JongIn- susurro para sí mismo, pero el mayor lo escucho claramente.

-¿JongIn? Tu amigo- pregunto.

-Así parece- Chan miro penetrante a KyungSoo una llama de ira crecía en su interior.

“-¿Qué demonios hace  JongIn enviándole mensajes a ese enano?... Y esa clase de mensajes…-¿Qué hacia JongIn preocupándose y hablando con el enemigo?, con la persona que fue la razón del desmoronamiento de su pequeño y dulce LuHan.

-Ese imbécil- soltó al aire con rencor en su voz.

-¿Channie?- se preocupó el bajo.

-Amor, ponle una chamarra- dijo saliendo de la habitación.

-¿Qué? ¿A dónde lo llevaras? ¡ChanYeol no puedes dejarlo afuera así!- le discutía caminando tras él.

-No te preocupes- miro su propio teléfono –un amigo vendrá por él- dicho esto puso el aparato en su oreja y espero ser atendido.

-¿JongIn vendrá por él?- el alto solo asintió y desistiendo de obtener algo más que eso el bajo volvió a la habitación.

-Es casi media noche, no me jodas orejón- gruñeron desde la otra línea.

-Solo quiero saludar, saber ¿cómo estás?- dijo con un tono falso de preocupación.

-Hola y bien…-

-Hace mucho que no hablamos- interrumpió el intento del otro por terminar la llamada.

-Si bueno…-

-Deberíamos encontrarnos y hablar… como antes, como amigos- entre las palabras del alto se escondía algo y esto puso nervioso al moreno.

-Uuhh… claro, deberíamos-

-porque somos amigos ¿no es así?-

-ChanYeol ¿Qué ocurre?- pregunto frustrado.

-Nada… Kai- pronuncio despacio en tono amenazante.

-No me llames así- le dijo entre dientes el otro.

-¿Por qué no?- el alto lo provocaba.

-Sabes muy bien que solo LuHan pue…-

-Mentiroso…- le corto Chan.

-¿Qué?- se indignó.

-Sera mejor que te pongas bien los pantalones, saques tu maldito culo de la cama o donde demonios este y vengas a recoger a tu pequeño ojón- decía entre dientes, susurrando para no ser escuchado más que por el moreno traidor –y espero tengas una buena excusa para explicar el por qué le envías mensajitos o más bien por qué tan siquiera le hablas… y espero sea buena si no quieres que te destroce la cara ¡maldito traidor!- colgó y rápido le  envió la dirección.

-¿Papi?- lo llamaron, la suave voz disipó todo y una sonrisa se formó en su tranquilo rostro al ver al pequeño mini Baek con su pijama de IronMan, el cabello revuelto y tallando su ojito con su manita.

-Hey… campeón- saludo al niño tomándolo en brazos y besando su mejilla -¿Qué haces aquí?- pregunto refiriéndose a que estaba en medio de la entrada a la pequeña cocina.

-Omma le dio mi cama a ese hombre feo- dijo con un puchero, el alto sonrió con el adjetivo que uso.

-Pronto se ira y podrás dormir en tu cama- le aseguro sin borrar su sonrisa.

-…- el menor negó fervientemente arrugando sus cejas.

-¿Por qué no?-

-Uelia feo- dijo tapándose la nariz, ChanYeol rio por la mala pronunciación del pequeño y su gesto.

-Mamá arreglara eso- beso la frente del menor.

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

“-¿Estas bien?... Lu te extraño, sabes que te quiero-”

Enviar…

Releyendo el mensaje golpeo su frente “Pero que idiota”  susurro al ver la inconsistencia y mediocridad de sus palabras, pero ya estaba hecho, espero y espero y la respuesta no llego, sonrió con melancolía al saber la razón de la tardanza del menor.

-Seguro esta con él… otra vez- dijo con pesar. De pronto otra persona ocupo sus pensamientos lanzando lejos y dejando en el olvido la preocupación por su pequeño ángel. Armándose de valor tomo de nuevo su celular y busco el número que días atrás había robado de un distraído MinSeok.

“-Para muchos el significado de una sonrisa, no guarda ningún tipo de misterio, para otros la sonrisa es la cosa más bella e interesante del mundo… para mí, tu sonrisa es mi tranquilidad… Sonríe pequeño porque tu sonrisa… es la más bella  de todas-”

Enviar…

Leyó y leyó el mensaje más de diez veces y entonces se hundió.

-¡¿QUE MIERDA HICE?!- se gritó a sí mismo y frustrado se lanzó de espalda a su cama, como el primero este tampoco recibió respuesta, pero que esperaba después de decir esa clase de cosas, atormentándose con ese pensamiento tiempo después se entregó al mundo de los sueños.

 

La tranquilidad de las oscuras y silenciosas calles de Seúl, fue interrumpida por el estruendoso sonido que causaba la fricción de los neumáticos sobre el húmedo pavimento, JongIn conducía lo más rápido que podía, su corazón latía con la misma potencia que rugía el  motor, en algunas ocasiones el volante resbalaba de sus manos al tenerlas sudorosas y la concentración le fallaba al tener su cabeza ocupada pensando en otras cosas una de las cuales era una buena excusa  para que el gigante no le destrozara la cara.

Al detenerse enfrente de la pequeña y humilde casa reviso una vez más su teléfono comprobando la dirección y se preguntó  ¿Qué hacia una persona como ChanYeol en esa clase de lugar? Con cuidado y desconfiando un poco por la apariencia descuidada y sucia de los alrededores, dudoso dio dos suaves golpes en la madera deteriorada y no tardaron mucho en abrirle.

-H-hola…- le saludo un nervioso y sonriente castaño claro de baja estatura - ¿JongIn, cierto?-

El moreno lo miro confundido por un momento antes de contestar.

-S-si… escucha creo que me equivoque yo…- dio unos pasos atrás tratando de volver a su auto pero el mayor lo detuvo.

-Channie te está esperando dentro- le anuncio.

-Aah… bien- despacio entro y a solo unos pasos de la puerta se encontró con un sillón largo y un pequeño televisor en frente, supuso esa era la sala. La puerta se cerró y su mirada viajo escaneando la pequeña estancia que se encontraba llena de peluches y diferentes juguetes.

-JongIn…- pronunciaron con profundidad, el moreno se tensó y lento se volvió para mirar a los ojos a su amigo.

-ChanYeol…- dijo con el mismo tono, la tensión en el aire era palpable y Baek no era tan tonto como para no darse cuenta, dándoles espacio se retiró de la sala tomando antes la mano del más alto.

-No sé cuál sea el problema, pero sí sé que todo se soluciona hablando- dijo suavemente –BaekHo está durmiendo, no quiero problemas Channie- susurro esto último solo para el alto, quien le regalo un beso en la frente y una hermosa sonrisa tranquilizándolo.

-¿Qué fue eso?- pregunto sorprendido el moreno por la escena.

El alto lo fulmino con la mirada y se acercó un poco a él.

-¿Y bien? ¿Cuál es tu excusa?- el moreno trago fuerte y su cabeza comenzo a doler tratando de encontrar las palabras indicadas.

-Estoy esperando… y espero no intentes jugar conmigo, dame una, solo una razón para que…-

-No lo sé- dijo finalmente.

-¿Qué?-

-No lo sé… yo…- con sus dedos acaricio frustrado su cien y suspiro profundo. ChanYeol quería la verdad y esa era la verdad, no tenía idea de que era lo que sentía o porque lo hacía –ChanYeol en verdad no lo sé… y lo siento, sé muy bien quién es él y lo que su llegada ocasiono pero… yo…- JongIn miraba en todas direcciones desesperado y el alto reconoció esa mirada, la misma mirada que había tenido meses atrás cuando era él quien sufría  por… ¿amor?... ¿acaso era amor lo que estaba atormentando a su moreno amigo?

-…- el alto suspiro y miro al otro con compasión, tratando de entenderlo.

-JongIn… sabes que él esta…- dijo con pesar.

-Lo sé- lo corto el moreno, ganándose otra mirada de lastima por parte del alto.

-Sera mejor que lo lleves a casa- dijo caminando a la habitación.

Una vez adentro el moreno miro con pesar al menor, sabía muy bien quien era el causante de su estado y cada vez odiaba más a esa persona.

-¿Cómo…?-

-No lo sé, Baek lo encontró llorando en un parque y se acabó todas mis cervezas-

-Llorando… cerve… ¿Cuántas?- pregunto asustado.

-Una paca entera-

-¿Qué? Pero… ¿por qué lo dejaron tomar tanto?- se exalto acercándose al menor y comprobando su temperatura.

-Baek solo quiso ayudar, además ese enano parece ser muy gruñón- JongIn lo fulmino con la mirada por el comentario y volvió su atención al más bajo, tomándolo en brazos se dispuso a salir.

-ChanYeol…- llamo el moreno una vez deposito al menor en el asiento trasero de su auto -¿Quién es el pequeño y que haces aquí?-

-BaekHyun, su nombre es BaekHyun- gruño el alto –y eso no te importa-

-No te pongas así, solo…-

-Channie- llamo una tercera voz.

-Si cariño- sonrió el alto.

-Hace frio, te enfermeras- dijo acercándose a los más altos.

-Tienes razón- tomo al bajo por la cintura –Nos vemos JongIn- se despidió.

-JongIn…- llamo el más bajo –gracias por ayudar a Channie a conseguir el trabajo- sonrió el castaño.

-¿Qué?- pregunto confundido el moreno.

-En la tienda… y por todas las veces que lo has ayudado- JongIn miro al alto a quien el terror bañaba su rostro  y le pedía ayuda silenciosamente.

-Seguro. Es mi amigo, uno de los mejores y es lo menos que puedo hacer- sonrió amablemente.

-Baek amor… vuelve adentro, enfermeras- pidió dulcemente, el bajo asintió y despidiéndose entro de nuevo.

-Ni una palabra- amenazo Chan cortando el intento de hablar del otro.

-No diré nada, si tú no dices nada- sonrió cómplice.

-Hecho- dijo antes de irse.

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

A JongIn en ese momento solo le preocupaba el rápido latir de su corazón, el fuerte sonrojo en sus mejillas, sus temblorosas manos y calor insoportable que sentía al tener tan cerca el angelical rostro del menor.

Una vez llego a su mansión, tumbo suavemente al menor en su cama, le quito los zapatos y la chamarra para que estuviera más cómodo, cuando termino cansado se tumbó al lado del joven, los minutos pasaron y cuando comenzaba a dormirse sintió un peso en su pecho y unos brazos rodeando su cintura, abriendo de sobre manera sus ojos vio como la cabeza del pelinegro descansaba en su pecho, sorprendido y nervioso contuvo el aire.

Los minutos pasaron y cuando el cuerpo del moreno comenzaba a relajarse otro movimiento por parte del menor coloco sus rostros y cuerpos aún más cerca, con el corazón en la mano el moreno admiraba al hermoso chico que tenía tan cerca, desde sus cejas tan estilizadas, su fina nariz, níveas mejillas, hermosos ojos y abultados y apetecibles labios, todo en él le parecía lo más hermoso que había visto nunca. Con un poco más de confianza acaricio la mejilla de este y una sonrisa se formó en sus labios al ver como el menor se removía para conseguir más contacto.

-Kai…- salió en un susurro de los carnosos labios, el corazón del moreno se detuvo por un momento y pensó que había escuchado mal.

-Kyung…- lo llamo en susurros el también.

-Kai…- volvió a susurrar el más bajo y Kai pudo comprobar que no era un sueño, no lo estaba imaginando, el pequeño estaba pronunciando su nombre entre sueños, JongIn se quedó divagando entre sus pensamientos hasta que sintió el aliento del más bajo sobre sus labios.

-Kai…- volvió a decir el pequeño acortando la distancia, el moreno se congelo por un momento y entonces recordó que el menor se encontraba un poco tomado y no quería aprovecharse de la situación.

-KyungSoo, despierta- le pidió suavemente.

-Estoy despierto…- los ojos del alto de abrieron de par en par al oírlo, tenía que ser mentira.

-No, no lo estás… además tomaste y…-

-Solo fueron seis cervezas- seguía susurrando y tratando de alcanzar los labios del otro.

-Kyung… no quiero que…-

-Cállate y bésame- casi le ordeno –quiero olvidarlo por esta noche, por favor Kai- los ojos del menor de cristalizaron y su voz se quebró al igual que el corazón del mayor.

-No Kyung… sé que no quieres que eso pase- le acariciaba la mejilla.

-Si… quiero que pase, sé que me arrepentiré… pero quiero que pase-

-Kyung… pequeño y-yo…- los labios del menor le impidieron hablar y fue entonces que JongIn lo  entendió todo y la nebulosa que ocupaba su cabeza se dispersó solo un poco para que el moreno pudiera ver claramente quien era el causante de esas tinieblas y el hermoso rostro de ese pequeño de ojos saltones y carnosos labios le sonrió.

Encantando correspondió al contacto y con una pequeña lamida pidió permiso para entrar en la boca del menor, permiso que fue concedido de inmediato con la misma pasión de ese día en las escaleras, el tierno e inocente beso paso a ser uno húmedo, desesperado y hambriento, el menor se agarraba fuerte de la cintura del alto mientras este rodeaba el cuerpo del bajo acercándolo más.

KyungSoo se lanzó de espalda a la cama llevándose con él al moreno, quedando así el alto sobre su cuerpo.

-Mmnhg…- gimió el pequeño entre el beso y fue entonces que Kai reacciono y se separó dejando ver las agitadas respiraciones de ambos.

-Kyung…-

-Te-tengo calor- decía tiernamente el pequeño –y… duele… me-me duele mucho aquí- el moreno se tensó cuando su mano fue dirigida lentamente hacia la entrepierna del menor, comprobando así la dureza de este, la acción logro despertar en el la lujuria y un tirón en su parte baja le hizo saber que otra cosa estaba despertando.

-No…- luchaba el mayor consigo mismo.

-Po-por favor- pidió dulcemente el menor, tomando entre sus dientes el labio inferior del moreno.

-Aahhg- arrancándole un gemido a este. El beso empezó de nuevo más apasionante que el anterior y siendo preso del placer no supo en que momento su mano llego hasta los pantalones del bajo adentrándose en ella.

-¡AAHMG! … Kai- gimió alto al sentir el tacto del moreno sobre su muy despierto y húmedo miembro, la imagen del menor mordiendo sus labios tratando de contener los gemidos de placer, placer que causaba él, porque era su nombre el que esos exquisitos labios pronunciaban, fue suficiente para comenzar el lento vaivén, recorriendo al menor en toda su extensión, lento y placentero para ambos.

Los gemidos llenaron la habitación, la espalda de KyungSoo se arqueaba de vez en vez y sus caderas se movían en sincronía con las del moreno buscando ambos llegar al final.

El líquido pre-seminal escurriendo de ambos, haciéndoles saber que estaban prontos a terminar, el moreno aumento las caricias con su mano, generando un hermoso sonido por la humedad del otro y acariciando su entrepierna sobre el muslo de este sintió los destellos de placer aumentar, un cosquilleo en su vientre bajo logro que su espalda se arqueara y al sentir como la semilla del menor escurría de su mano un fuerte gemido salió de su boca acompañando al menor.

-¡Kai!-

-¡KyungSoo!-

Gimieron sus nombres.

Minutos después un sonriente y tranquilo KyungSoo dormía plácidamente, mientras un muy preocupado y aterrorizado Kai sentado en la cama observaba atentamente su mano húmeda aún por la esencia del menor.

Si, una parte de sus sentimientos se habían aclarado, pero ahora otros lo atormentaban.

“¿Qué hice?... ¿Por qué lo hice?... Estaba tomado… Me aproveche de él… ¿Hice bien?... ¿Hice mal?... ¿Y si me odia?... ¿Si no vuelve a hablarme o siquiera a mirarme… ¿Estaba consciente de lo que pasaba?... ¿Qué significo esto para él?-”

Bueno,  ahora todo parecía estar peor y se sentía mal consigo mismo, no por lo que le había hecho al pequeño, sino porque él no se arrepentía en absoluto, los labios de KyungSoo eran el manjar más dulce que había probado, el cuerpo del menor se había convertido en una obsesión, una trampa, una pesadilla y él no pensaba escapar de ella…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

-¡Hmmm!- gimió el peli negro mientras estiraba su cuerpo desperezando sus músculos. Esa mañana el sol no lo había despertado como las anteriores y extrañamente su cuerpo no dolía como antes. Se sentía como si hubiera dormido entre las mismísimas nubes, relajado, tranquilo y con mucha energía.

Miro a su alrededor encontrándose de pronto con que esta no era su habitación. Comenzó a repasar todos los hechos de la noche anterior, o al menos los que podía recordar. Lloro como un bebé en una fuente de algún parque en algún lugar de la ciudad, un chico bajo y castaño lo consoló siendo su pañuelo de lágrimas y lo llevo a una pequeña choza que si bien no le inspiro confianza en un principio tenía un ambiente cálido y familiar. Lo alimento y sus mejillas se coloraron al recordar que había acabado con seis cervezas, llorado y quejado en la casa de un extraño.

Recordó también porque había pasado todo esto.

“-Le haré el amor a LuHan-” 

Las palabras se repitieron en su cabeza y contrario a lo que pensó no dolió como debería de doler. Su novio, su primer y único amor le había dicho que le haría el amor a otro chico y él estaba ahí acostado en una cama desconocida pensando en lo que había hecho con cierto moreno.

Sintió el calor subir a su rostro y estaba seguro de que estaba como un enorme tomate. De pronto se levantó y con temor se miró a sí mismo, suspirando aliviado al ver que vestía una cómoda remera y bermuda de tela.

-¿En verdad te arrepientes?- KyungSoo salto al escuchar la voz del moreno tan cerca. Por supuesto, esta era su cama y él estaba allí a su lado con la espalda recostada en la cabecera al igual que su cabeza en la pared mirando al techo.

KyungSoo se quedó mudo durante unos segundos, analizaba la piel extendida decorada por una bonita y casi indetectable manzana de adán. A diferencia de los demás, JongIn tenía el mismo tono moreno en su cuello y le quedaba perfecto. Después de haber analizada las partes del cuerpo que el moreno dejaba visibles Kyung pensó en la pregunta que este le había hecho.

Repaso cada detalle de la noche anterior, en especial de lo que había ocurrido en esa habitación, en esa cama y con ese apuesto y ardiente chico.

KyungSoo le había pedido que lo besara, había dicho que quería olvidar, se habían besado, fue atrevido y sinvergüenza con todas las cosas que había dicho, gimió descaradamente alto, JongIn lo había tocado allí abajo y él había sentido la hombría del moreno sobre su muslo, ambos se habían venido y él había gemido en alto el nombre del moreno.

¿Arrepentido?... KyungSoo no tuvo que pensarlo, no, no estaba arrepentido en absoluto, pero el moreno no tenía por qué saberlo.

Sin responder y con el rostro acalorado aun, se levantó y busco su ropa desesperadamente. Oyó al otro suspirar profundamente y levantándose también.

-Lleve la ropa a lavar, olía a alcohol y guisado- dijo mientras caminaba a la puerta –toma un baño, encontraras ropa limpia allí, cuando termines baja para el desayuno William nos avisara cuando tu ropa este lista- sin mirarlo salió de la habitación.

KyungSoo hizo lo que el moreno le dijo y cuando menos lo pensó se encontraba bajando las escaleras de la enorme mansión. Con el moreno y todo lo que había pasado rondando en su cabeza no pudo apreciar la decoración.

-El Señorito lo espera en el comedor- el hombre mayor con elegante traje lo asusto apareciendo de la nada –su ropa está en la secadora. En cuanto esté lista se lo hare saber-

Incapaz de mirar al hombre a la cara bajo la mirada ¿los habría escuchado la noche anterior?

-Gra-gracias-

-No hay de qué. Provecho Joven- se despidió con una venia pronunciada.

Al llegar al comedor se encontró con el moreno sentado esperando por él con un completo y enorme desayuno. JongIn parecía nervioso.

-Adelante… William lo preparo para nosotros-

KyungSoo tomo asiento y comenzó a comer ignorando por completo el estado inquieto y nervioso del otro, ahora solo quería comer y esperar a que el hombre no tardara con su ropa para poder salir de ese lugar.

-¿Qué tal están?- pregunto aparentemente más clamado, refiriéndose a la tortilla con jamón.

KyungSoo detuvo el tenedor a medio camino y sin mirarlo lo ignoro y continúo con su comida. JongIn pareció entender el mensaje y no volvió a hablar hasta después de unos minutos.

-Escucha… sé que estabas un poco tomado, pero consiente. No hay necesidad de tomar esta actitud, pasó y tenemos que hacer frente a las consecuencias…-

-¿Consecuencias?- lo interrumpió el menor mirándolo ferozmente -¿Qué consecuencias?-

JongIn parpadeo repetidamente, incomodo por el tono amenazante del otro y la pronta negación a los hechos.

-Las consecuencias de lo que paso anoche…-

-¿Y qué pasó anoche?-

El moreno bufo y rio con sorna.

-Ahora… ¿vas a decir que no recuerdas nada?-

-Lo recuerdo. Todo, yo estaba fuera de mí, lastimado y necesitado…- tomo un trozo de fruta y lo mastico mirando al moreno con una expresión en blanco –y tú estabas dispuesto a reconfortarme y cubrir mi necesidad… eso fue lo que paso-

-¿Qué?-

-¿Qué esperabas?...- se cruzó de brazos –por Dios… querías un buenos días amor, besos, paz, amor y un felices por siempre- se burló el menor.

-Por supuesto que no- se defendió mordaz. El nervioso e inquieto JongIn había desaparecido, ahora estaba molesto.

-Entonces no sé de qué estás hablando-

-¿Te arrepientes?- volvió a preguntar mirando inquisidoramente al menor. KyungSoo lucho con sus emociones para mantenerlas ocultas y continuar con su inquebrantable expresión en blanco.

-Lo dije anoche ¿no?... quería que pasara, pero sabía que me arrepentiría…-

-Entonces… solo me usaste- concluyo lo que desde un principio sabia.

El tono lúgubre y la intensa mirada del moreno removieron el interior del peli negro. De alguna manera se vio a sí mismo en el contrario. JongIn dijo las palabras que él deseaba tener el valor de decirle en la cara a SeHun. Su cuerpo se estremeció por un sentimiento desconocido y se removió incomodo antes de hablar.

-Amo a SeHun…- dijo y se odio por el temblor y la inseguridad en su voz. Se aclaró la garganta esperando que el otro no se diera cuenta –anoche… estaba necesitado y tú te aprovechaste de eso para meterme la mano entre los pantalones-

-KyungSoo…-

-¡NO!- se levantó y golpeo la mesa –eso fue todo lo que paso. Ni siquiera debería estar aquí… Dios le fui infiel a SeHun, ¿Cómo voy a mirarlo a la cara?- comenzó a pasearse por la sala removiendo su cabello.

-De la misma manera en cómo te mira él- dijo entre dientes el moreno, pero lo bastante fuerte para que el menor lo escuchara.

-¿Cómo?-

-Estuve allí contigo… en las escaleras- JongIn se escuchaba dolido, le dolía la indiferencia del chico así lo que había pasado entre ellos, porque el beso en las escaleras y lo de la noche anterior se podía considerar algo ¿no?

KyungSoo alejo la mirada cuando sintió que volvía a colorarse. Por supuesto, como podía olvidar el apasionado beso que el moreno le había dado ese día. Inconscientemente sus dedos acariciaron sus labios y cerró los ojos reviviendo la sensación sobre su boca.

-¿Cómo puedes decirme que te arrepientes y actuar de esa forma?- pregunto en un tono grave JongIn, tan cerca que su aliente acariciaba sus mejillas.

-No…- susurro y se alejó del moreno.

-KyungSoo…-

-Disculpe Señorito…- William llego en ese momento –la ropa del joven esta lista, la he llevado a su habitación-

Sin esperar más, Kyung corrió escaleras arriba para cambiarse, lo que le tomo más tiempo del necesario ya que sus manos temblaban y su cuerpo no coordinaba. Estaba aterrado, después de pensar, imaginar y anhelar el contacto de ciertos labios una sensación creció en su interior, desconocida pero agradable, una como nunca había sentido y eso lo asusto.

Una vez que estuvo listo corrió hasta llegar a la puerta. El exterior del lugar era tan esplendoroso como el interior, amplios y bonitos jardines con calzadas lisas, frente a él JongIn en toda su gloria lo esperaba recostado en el capón de un lujoso auto.

Paso de largo ignorándolo, pero la voz calmada de este lo detuvo a solo unos pasos.

-Vivo a casi una hora de la ciudad-

-¿Qué?- se encontraba en medio de la nada y sin dinero.

-Sube- resignado y nervioso se volvió, JongIn sostenía la puerta del copiloto para él.

… …

KyungSoo miro furioso al moreno cuando media hora más tarde este parqueaba en la esquina de la calle que daba a su casa, durante el viaje vio como la mansión si estaba un poco retirada de la ciudad, pero solo porque esta se encontraba en un lujoso condominio de ricachones. Peor no estaban a una hora de la ciudad y mucho menos en medio de la nada, lo había engañado.

-Supongo que te dejare aquí. Estas a solo unas calles… no creo que quieras que tu familia te vea llegar en mi auto-

KyungSoo se dispuso a salir sin mediar palabra, pero se detuvo solo un momento y miro al moreno con una expresión de miedo.

-¿Se lo dirás?-

JongIn lo miro confundido y con el ceño fruncido ¿se refería a LuHan? ¿A su madre? O…

-¿Se lo dirás a SeHun?-

Por supuesto, para él era más importante la estúpida opinión de ese desgraciado que la de su familia. El moreno bufo burlándose.

-No puedes decírselo… no serias capaz de tomar eso y amenazarme-

-No soy esa clase de persona… y deberías saber que tu novio y yo no nos llevamos bien-

-Entonces… no se lo dirás-

-Sera nuestro secreto…- le aseguro mirándolo, hipnotizando al menor por su intensa mirada.

-Gracias… Kai- susurro él. La pronunciación de su otro nombre por así decirlo lo descoloco por un momento.

-No tienes que agradecérmelo-

-Tengo que… por lo de anoche…- soltó y salió tan rápido como pudo, corriendo hasta su casa con el corazón en la mano.

Su madre estaba muerta de preocupación y por ende furiosa con él. Hubo solo unos minutos de reprimenda y horas de abrazan y mimos.

… …

El fin de semana paso lento y agonizante. Durante los dos días sus únicos pensamientos eran el moreno y todo lo que había pasado con este. Solo hasta el lunes cuando estaba llegando a la universidad comenzó a pensar en SeHun y lo que este le había hecho.

La tristeza volvió, pero se armó de valor para enfrentarse a su novio y primer amor.

Lo encontró en la hora del almuerzo. SeHun guardaba algunos libros en su casillero y al volverse se encontró mirando cara a cara a la traición y sufrimiento que lo atormentaban. Como era de esperarse el castaño le sostuvo la mirada sin un ápice de emoción en ella para después continuar con su camino.

-No dirás nada- se las arregló para decir, tragándose el enorme nudo en la garganta.

-¿Sobre qué?- pregunto sin siquiera mirarlo.

-¿Cómo puedes ser tan cruel?- pregunto con la voz rota.

SeHun suspiro y continúo caminando.

-¡Estoy tan enojado contigo!- grito el menor. El pasillo estaba desierto y nadie podría verlo llorar mientras le reclamaba a su novio por hacerlo sufrir y haberlo engañado –pero más que eso… herido por lo que hiciste-

SeHun ahora lo miro, su rostro sin inmutarse.

-¿Qué clase de persona le dice a su novio que le hará el amor a otro y ni siquiera se disculpa o excusa?- sus emociones estaban hablando y a pesar del dolor logro mantener su tono firme.

SeHun se mantuvo en silencio e inmóvil, solo mirándolo como si lo que estuviera diciendo lo aburriera.

-¡Di algo por el amor de Dios!- le pidió en medio de lágrimas.

-¿Qué se supone que diga?- al fin hablo con tono cortante -¿no fue suficiente con lo que te dije esa noche? ¿Quieres saber más? ¿Quieres los detalles?-

-¡Quiero que me expliques que demonios hacías con LuHan!- el llanto impedía que gritara más alto -¡quiero que te disculpes y que me digas que no volverá a pasar!-

-Le hice el amor a LuHan durante toda la noche, lo bese, acaricie y toque… solo puedes disculparte cuando has hecho algo malo y te arrepientes de ello así que… no me disculpo, lo disfrute y no me arrepiento… y no puedo decir que no volverá a pasar, porque volverá a pasar esta noche al igual que paso todo el fin de semana-

SeHun dijo como si se tratara del clima y KyungSoo se quebró. Sollozo y desvió la mirada.

-¿Por qué?- susurro.

-Sabias que esto podría pasar, así que ahora no te quejes-

-Por supuesto… sabía que esto pasaría, pe-pero… no sabía que dolería tanto- su corazón estaba tan roto y sus ojos tan cansados que las lágrimas se detuvieron y bajo la mirada derrotado.

SeHun se acercó y tomo su rostro entre sus manos para conectar sus miradas.

-¿Qué soy yo para ti SeHun?- pregunto con un tono tembloroso.

-Eres mi novio…- dijo y se escuchó tan vacío –y lo seguirás siendo hasta que yo este seguro-

-¿Se-seguro?... ¿De-de que?-

SeHun beso su frente, frio recorrió su cuerpo entero y sintió una especie de punzada en su pecho.

-Seguro de que estoy haciendo lo correcto…- dijo antes de alejarse y dejarlo solo.

La campana sonó y los estudiantes comenzaron a volver a sus aulas. No quería que nadie lo viera en ese estado tan patético y desaliñado así que encontró refugio en el cuarto del conserje, no había mucho espacio y el olor a químicos y ambientadores era hostigarte, pero nadie lo veía y estaba solo. Se preguntó porque las lágrimas no caían, pero seguro estas ya estaban cecas de tanto derramarlas por el castaño, aquel a quien le había entregado el corazón y lo había roto en pedazos.

La puerta se abrió dejando ver a quien menos pensó, pero a quien una voz en su cabeza llamaba a gritos. La puerta se cerró dejándolos en tinieblas solo unos instantes, JongIn prendió el pequeño bombillo que colgaba del techo y se recostó en la otra pared frente a él.

Estuvieron así por unos minutos antes de que el moreno con movimientos suaves llegara hasta él y lo envolviera entre sus brazos. KyungSoo cerró los ojos y se entregó al tacto. Después de lo que pareció mucho tiempo el moreno se alejó solo un poco y tomo su rostro entre sus manos. Kyung se entremedio, el toque de JongIn era tan diferente al de SeHun, era cálido y delicado. De igual forma cuando el alto beso su frente la respuesta de su cuerpo lo consternó, sus piernas temblaron y su corazón dio un brinco ¿Qué no se había hecho pedazos?

-¿Quieres olvidar esto también?- pregunto cerca de su rostro. A pesar de la iluminación que el pequeño bombillo brindaba, los ojos del moreno se veían tan oscuros y envolventes. No lo asustaban, por el contrario lo atraían, lo fundían, sentía como si la mirada del alto lo abrazara y cobijara.

-Por  favor…- susurro rindiéndose ante la poderosa y hermosa mirada. JongIn no lo hizo esperar y se apodero de su boca con profundas y lentas caricias. Kyung enredo sus brazos alrededor de los hombros fuertes del mayor y sintió como era abrazado con más fuerza, sus cuerpos estaban tan cerca que ni siquiera el aire podía pasar entre ellos.

Sin poder evitarlo gimió cuando la lengua del moreno acaricio pidiendo permiso para entrar, él gustoso lo concedió y sintió su boca derretirse por tal manjar.

Pensó en las películas románticas que veía cuando estaba en el extranjero y en los apasionados besos que los protagonistas tenían, como en ese entonces soñaba con ser besado de esa forma tan apasionada, con ser sostenido como si fuera la fuente de vida para su amante. Deseaba saber que se sentía ser besado y tratado con tanto amor, se imaginaba que se sentiría muy bien, pero no era así.

Esto se sentía maravilloso y todos los sinónimos de la palabra, casi como magia, irreal, inefable. Mientras se dejaba consumir por la pasión del beso su subconsciente obstinado y tonto le repetía una y otra vez que el objetivo de esto era olvidar solo por un momento, olvidar el dolor, la traición, la soledad, olvidar a quien verdaderamente amaba, olvidar a Oh SeHun…

-Sé que no nos conocemos…- susurro sobre los hinchados y húmedos labios del menor –pero… cuando me necesites estaré allí para ti, no importa que, no importa cuando… estaré allí- prometió antes de volver a besarlo…

 

 

Cuando me llames al amanecer…

Y me digas que vaya a buscarte…

Despertare enseguida y correré a tu encuentro…

No es la primera vez…

¿Por qué soy así?...

No importa lo mucho que piense en ello…

Me empuja y me sigue sucediendo…

No sé, no se… porque soy así…

No importa cómo me trates…

Yo acepto todo…

Pero tú me empujas lejos una y otra vez…

Este juego de empuja y hala, por favor detenlo…

Debo de estar loco, esto no está bien…

Debí de haber perdido la cabeza…

Esto no es justo… ¿Por qué no puedo dejarte ir?...

No lo sé, solo sigo haciendo esto…

Sigo regresando a ti…

Y lastimándome en el intento…

DAY6


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