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TRUE LOVE (HUNHAN - KAISOO) por NaTyK1995

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Días después un grupo de médicos preparaban al Señor Oh para su traslado a Paradise. ChaeRin miraba desde el marco de la puerta de la mansión como la ambulancia se iba llevándose a su único salvavidas. Los empleados curiosos y nerviosos comenzaron a susurrar sobre lo que estaba pasando.

-¡Ya callense!- grito furiosa -¡No tienen nada que hacer!... ¡vuelvan a sus oficios holgazanes!-

De inmediato todos desaparecieron de la vista furiosa de la mujer. ChaeRin resoplaba mientras corría a su estudio, estando allí se permitió liberar un poco de la ira contenida en chillidos de frustración.

-Esto está mal… no, no,  no puedo permitirlo- repetía fuera de sí la mujer, caminando de un lado a otro en la habitación.

-Todo estará bien- dijo el abogado Ok tratando de tranquilizarla. La mayor estaba tan furiosa que no recordaba que TaecYeon estaba con ella.

-¡Claro que no! Nada está bien… ¿Qué no ves? Si se lo llevan… todo se arruinara, ¡Todo!- grito desesperada.

-¡Basta!- le grito tomándola por los hombros –debes tranquilizarte…-

-No pensé que lo haría…- susurro con la mirada perdida –no pensé que fuera capaz de hacerlo… pensé que era una tontería y que lo olvidaría ¡pero lo hizo! ¡Ese mocoso lo hizo!- gritaba histérica refiriéndose a lo que había hecho su hijo.

-Suficiente… ya veremos como lo solucionaremos, ahora tenemos otro problema-

-¿Qué?... ¿algo más importante que esto?-

-Tu hijo quiere que Cho KyuHyun regrese y se haga cargo de todos los negocios como antes- TaecYeon tuvo que sostener a la mujer y guiarla hasta el sofá al ver que esta perdía momentáneamente el conocimiento.

-Ese… ese… ese bastardo- susurro entre dientes.

-ChaeRin… contrólate. No puedes perder los estribos con SeHun, lo necesitamos-

-¡Me está arruinando!- grito tomando por los hombros al abogado -¡a mí! ¡A su propia madre!... soy su jodida madre y me está arruinando-

-Lo necesitamos… no puedes acabar con todo lo que has hecho en un ataque de ira… debemos encontrar la forma de alejar a ese abogado, si tiene acceso a los documentos de la empresa, estamos perdidos-

ChaeRin comprendió las palabras de su joven amante y comenzó a respirar tratando de tranquilizarse, su enfermiza mente en seguida comenzó a trabajar en un plan, una forma de alejar al abogaducho de ellos y de SeHun.

-Llama a Cho KyuHyun- le dijo más calmada y con su estirada postura.

-¿Qué?... se supone que debemos alejarlo no traerlo aquí-

-Llámalo… invítalo a cenar o yo que sé. Vamos a sacarlo del camino-

-No vas a…-

-No. Por más que quiera verlo muerto no podemos hacerlo aún-

-Bien…-

-Tráeme a Tao y a Victoria también-

-¿A Tao?- TaecYeon se detuvo a medio camino y la miro expectante -¿Por qué a él?-

ChaeRin le dirigió una asesina mirada antes de contestar.

-Desde cuando tengo que darte explicaciones… ¡trae al mocoso!-

TaecYeon asintió y salió del estudio en busca de los dos jóvenes.

… …

-Victoria- llamo a la joven rubia que se encontraba limpiando las cortinas junto al pequeño TaeHyung.

-Se-señor-

-La Señora quiere verte en el estudio-

La chica palideció y regalándole una sonrisa al menor fue a su horrible encuentro con la bruja de la casa.

TaecYeon barrió con su mirada el cuerpo de Tae, incomodando al menor. Cuanto deseaba tener una pequeña probada de ese inocente y virginal cuerpo, pero justo ahora tenía a un hermoso juguete dispuesto a hacer cualquier cosa por mantener a ese niño a salvo.

El trato que tenía con Tao no lo limitaba de tocar al menor. Antes de salir de la habitación le dio una extensa y lenta caricia a la suave mejilla de TaeHyung, deleitándose por el estremecimiento de este.

Sabía muy bien dónde encontrar a su bonito rubio. En el jardín trasero Tao regaba los arbustos que rodeaban una estatua, perdido en su trabajo no se percató de la bestia que lo acechaba.

Despacio Ok se acercó y rodeo la cintura del menor. El cuerpo de Tao entre sus brazos se tensó y comenzó a luchar por liberarse.

-Sshh- susurro en su oído –hola lindo Tao. Ha pasado tiempo, ¿me has extrañado?- lamio a lo largo de la mejilla contraria, estremeciendo al chico.

-Po-por favor… aquí no- pidió rehuyendo del contacto del mayor.

TaecYeon ignoro la súplica del rubio y olvidando por un momento en donde se encontraban se empujó presionando su ya despierta hombría contra el trasero de Tao, repartiendo besos y lamidas por el cuello y la nuca.

Tao temblaba y se retorcía soportando el llanto.

Un extraño sonido alerto al mayor y se alejó del pequeño cuerpo inspeccionando los alrededores, pero no encontró nada.

-La Señora quiere verte- dijo sin mirar al menor –esta noche quiero que vengas- le dijo con tono amenazante antes de que este se fuera.

Rodeo los arbustos y encontró una pequeña maceta hecha pedazos, no se había caído, alguien la había roto con la pala de mano que se encontraba sobre la tierra derramada. TaecYeon trago el nudo en su garganta y no pudo evitar sentirse inquieto con la idea de que alguien lo había visto acosando al jardinero de la familia Oh.

Debía tener más control y evitar ese tipo de situaciones. Sin embargo, era tan difícil tratándose del hermoso Tao. Reacomodo su traje y como si nada hubiera pasado se retiró del lugar.

Lejos, tras unos rosales TaeHyung lloraba aferrándose a sí mismo. Su inmenso y puro corazón dolía por lo que su alegre y bueno Hyung estaba pasando. Su rubio amigo estaba en manos de ese horrible hombre que tanto miedo le daba y aunque ahora lo había alejado no siempre estaría hay para evitarlo. Debía encontrar una manera de ayudar a su Hyung antes de que fuera muy tarde…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

Después de pasar la noche estudiando ambos casos, JiSub comenzaba a tener un fuerte dolor de cabeza por tanta información y como toda ella giraba en torno a la familia Oh.

Según sus investigaciones Oh ChaeRin era la sospechosa de una serie de muertes en las mismas circunstancias y de posiblemente el envenenamiento de su esposo, sostenía una relación extramarital con su abogado Ok TaecYeon quien era ahora el encargado de la situación fiscal y financiera de la compañía, había destituido al doctor y abogado del Señor Oh y contratado su propio personal y según las estadísticas los negocios no iban nada bien. Un poco, solo un poco más de investigación y pruebas contundentes y estaba seguro de que desenmascararía a ChaeRin, de que la enviaría a la cárcel y además de que salvaría a mucha más gente, él haría historia como el único detective que lo había hecho.

Pero ahora, con el reciente descubrimiento de que el Señor Oh tenía su testamento listo y tres hijos como únicos beneficiarios, el caso era más grande y complicado. Choi SiWon y Cho KyuHyun solo le habían dicho acerca de los romances del hombre y como estos le habían dado dos hijos, sobre las sospechas del mayor hacia su esposa y su intento de asesinarlo, pero estaba seguro de que había algo más, algo más en el fondo de tanta mierda familiar.

Su desconcierto creció cuando en medio de su décima leída a los documentos se encontró con lo que creyó era ese algo que faltaba. Tomo su libreta y busco en la larga lista de personas conectadas al caso a alguien en especial y marco el número.

 -¿Diga?- contestaron en la otra línea.

-Buenas Tardes… ¿llamo a la Señora Ahn MinJi?-

-Uh… un momento…-

-¿Si?...-contesto la mayor.

-Señora Min… soy el detective So JiSub- se presentó educadamente.

-¿De-detective?-

-Así es. Estoy a cargo de la investigación del caso de la familia Oh y quisiera que nos viéramos para discutir algunas cosas- dijo tranquilamente. Del otro lado solo podía escuchar la agitada respiración de la mujer -¿Señora Min?-

-¿Qui-quien es usted?...- dijo con la voz entrecortada -¿Qué quiere?-

-Soy So JiSub, ya se lo dije-

-No sé quién es y no sé de qué está hablando…-

-Señora Min, soy amigo del abogado Cho, estamos trabajando juntos. Ha estado un poco ocupado y me pidió que me encargara de esto-

-No-no sé de qué…- la mujer se oía bastante conmocionada y se empeñaba en negarlo todo.

-Escuche… si se acerca de esto es porque él mismo me lo dijo… necesito que me ayude a verificar cierta información. No quiero pedírselo de otra forma- le dio una sutil amenaza esperando que esta aceptara, no quería ser grosero con la mujer, sabia acerca de ella y todo lo que había pasado, le recordaba a su propia madre y la admiraba aun sin conocerla.

-Bi-bien…-

… …

Al llegar JiSub se encontró con una mujer que a pesar de los años y todo lo que había pasado se veía radiante, aunque preocupada. Se acercó y se disculpó por haberla hecho esperar.

-Veo que no ha pedido aun. La comida aquí es deliciosa, adelante yo invito-

-Me hago una idea de lo que quiere… así que sin rodeos por favor- pidió amablemente. JiSub sonrió apenado y aclarándose la garganta comenzó.

-Ya sabe quién soy y lo que se… así que no tiene nada de qué preocuparse…-

-Se equivoca… no sé quién es y por supuesto que tengo de que preocuparme. ¿Se da cuenta de lo que puede pasar si esto se sabe?- decía angustiada la mayor.

-Se sabrá de una u otra forma-

-Pero aun no es el momento… aun no-

-Señora Min… el abogado Cho logro convencer a Oh SeHun de trasladar a su padre a la fundación del doctor Lee…- comenzó captando la atención de MinJi enseguida –es solo cuestión de tiempo para que la Señora Oh comience a actuar y los dos sabemos lo que ella ha hecho-

La Señora Min miro perpleja al hombre por esas palabras.

-Usted… ¿acaso usted… sabe algo?-

-Solo le diré… que nada quedara impune… Oh ChaeRin pagara por todo lo que ha hecho- le aseguro conmoviendo a la mayor quien conteniendo las lágrimas le sonrió.

Comieron y charlaron conociéndose más, la mujer se sintió halagada por el cumplido que el menor le daba al compararla con su madre y JiSub recibió los consejos de MinJi como una madre regañando a su hijo.

El detective se ofreció a llevarla en su auto y cuando estaban frente a la casa de la mayor el semblante del hombre se endureció un poco.

-Señora Min…-

-¿Si?-

-¿Qué relación hay entre Xia LuHan y Oh SeHun?- pregunto curioso sorprendiendo a la mujer.

-¿Qué?… ¿por qué lo pregunta?-

-¿Entonces ellos si se conocen?- esta vez el sorprendido era él.

-Bueno…- desvió la mirada –usted dijo que estaba al tanto de toda la situación… ¿Por qué lo pregunta entonces? ¿No debería saberlo?-

-Por supuesto que lo se… tengo entendido que… SeHun es el hijo primogénito del Señor Oh- dijo y la mujer asintió –Xia LuHan también lo es- la mujer asintió de nuevo –por lo tanto son hermanos –otra confirmación por parte de ella el detective guardo silencio acomodando sus ideas y finalmente hablo.

-¿Sabe usted que ellos sostienen una relación?- dijo lo más rápido que pudo y se sorprendió aún más al ver como la mujer no reaccionaba a la noticia, esta simplemente lo miraba atentamente.

-¿No dirá nada?-

-No tengo nada que decir- dijo con postura firme.

-Pe-pero…-

-Escuche joven…- interrumpió la mujer –no sé si lo sepa, pero  en el corazón nadie manda-

-Entonces… ¿está de acuerdo?... pero…-

-Le pediré que por favor no diga nada de esto a nadie- dijo MinJi comenzando a abrir la puerta del auto.

-Qué más da… en unos meses todos lo sabrán… igual que ellos-

-Bien, que todo pase a su debido tiempo-

-Pero… les romperá el corazón- dijo con lastima.

-Para ser el mejor detective del país… no lo sabe todo ¿no es así?-

-¿A qué se refiere?-

-Pronto usted también lo sabrá… gracias y regrese con cuidado- se despidió y salió del auto. JiSub confirmo su sospecha, pero ahora se estaba ahogando en el misterio que rodeaba la familia Oh y a Xia LuHan…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

-¿Manzana o naranja?- la pregunta sobresaltando  al castaño y un rubor surco las mejillas del menor avergonzado. Su Hyung estaba hablándole quien sabe desde hace cuánto y él tenía la cabeza en quién sabe dónde.

-¿Ahh?-

-La soda… ¿de qué sabor?- volvió a repetir JongDae sin ningún problema.

-¡Ohh! Manzana está bien para mí. Gracias- recibieron su combo de palomitas y comenzaron a caminar, TaeHyung no estaba seguro de porque había aceptado ver esa película con el mayor, era un gallina de primera y al ver la portada de la película en el enorme cartel, lo confirmo.

-¿Tae?...- lo llamo el peli negro -¿estás bien?- asintió.

-¿Seguro? Si quieres podemos dejarlo para después y…-

-¡Claro que no!... hace un tiempito que no salimos, así que tengo que aprovechar- Tae sonrió ampliamente tranquilizando a Chen.

-Así que… ¿me has extrañado?- su tono fue ligeramente coqueto y los nervios del menor enloquecieron. No estaba acostumbrado a esa clase de trato.

-Si-si… sino quien más me traería al centro comercial- se excusó y el mayor sonrió.

Estaban haciendo la fila para entrar a la sala de cine, JongDae aun veía al menor con los pensamientos muy lejos de allí. La idea de ver la película era precisamente para distraerlo, pero se dio cuenta de que no había funcionado y desistió, si él era el único que le prestaba atención a la película no tendría gracia.

-Tae… pensándolo mejor… ¿Por qué no volvemos después?-

-¿Qué?...- el menor lo miro sorprendido –pero Hyung…-

-De repente me dolió la cabeza y con los gritos y el alboroto… no creo que pueda aguantar, volvamos después-

-Pero…- TaeHyung estaba algo perdido por el comportamiento del mayor. Chen tomo su mano y comenzaron a alejarse de la fila, pero en medio del camino alguien choco con él y por poco tira el bote de palomitas.

-¡Lo siento!- dijo realmente apenado el chico.

-No te preocupes- sonrió Chen.

-En verdad que vergüenza, soy tan tonto-

-No pasó nada así que…-

-Estoy nervioso por la película…- lo interrumpió el peli rojo, a los otros dos les dio la impresión de que este hablaba mucho -¡Soy una gallina y eso se ve horrible!- se quejó tiernamente –pero todo es culpa de mi Hyung, a él sí que le gustan esas cosas-

Chen y Tae sonreían sin saber que más hacer.

-Aquí estas…- interrumpió alguien llamando al chico hablador, la sonrisa de TaeHyung desapareció y sus ojos se llenaron de tristeza, frente a él estaba quien se había robado su corazón, sonriéndole a otro, siendo feliz junto a otro mientras él lloraba y se preguntaba como estaría.

“-¡Que tonto!-”

-Tae…- pronuncio HoSeok sorprendido de ver al menor, pero al desviar su mirada a las manos entrelazadas de su pequeño con el idiota, su ceño se frunció en total desagrado a la imagen.

… …

TaeHyung revoleo sus ojos por enésima vez. Le parecía totalmente molesto e infantil el comportamiento del peli rojo, abrazándose, restregándose al peli negro, además de que gritaba como niñita. No supo en que momento termino así, sentado frente al gran monitor, con su Hyung a un lado y del otro lado el alborotoso niño en brazos de su platónico.

La estruendosa risa de JongDae lo trajo a la realidad y entonces recordó porque estaba en esa incómoda situación. Al darse cuenta de que verían la misma película, JongDae les ofreció a los otros dos verla juntos y él no pudo negarse.

Dos horas de sufrimiento habían terminado para TaeHyung, respiro profundo al verse cerca de la libertad, pero cuando su Hyung invito a los otros a comer, sintió morirse de nuevo. Las miradas suplicantes al mayor no sirvieron de nada en ese momento.

-¿Has probado la mostaza y la mayonesa juntas?...- pregunto el peli rojo a HoSeok, ante la negación el menor tomo el trozo de papa francesa y la sumergió en las salsas llevándola a la boca del mayor.

-¡Mmhmmh!- saboreo HoSeok –sabe realmente bien-  sonrió ampliamente.

-¡¿Verdad que si?!-

La escena no pudo romper más el corazón de Tae, parecían una pareja de enamorados muy felices y el menor pudo sentir como su labio inferior temblaba.

El trozo de pollo golpeándole en los  labios llamo su atención. JongDae sostenía con los palillos el pedacito de carne y le sonreía. Por inercia abrió su boca y la recibió.

-¿Esta bueno?- le pregunto el mayor. Sonriendo levemente asintió.

El sonido de una garganta aclarándose interrumpió el cruce de miradas.

El silencio que se instalo tenía un poco inquieto a JiMin, así que se decidió por entablar una conversación.

-Así que… tu eres el famoso TaeHyung- comento llamando la atención del más bajo y haciendo que HoSeok se ahogara con su soda.

-¿Famoso?- le pregunto Tae.

-Tal vez lo confundes Min- interrumpió HoSeok.

-Si… tal vez-

-Y ustedes… ¿salen muy seguido?- participo JongDae.

-¡Por supuesto!... Hoppie siempre hace lo posible por que tengamos nuestro momento- respondió JiMin sonriendo tímidamente.

“-Desde ese día no ha vuelto a la mansión… ¿Es él quien toma su todo su tiempo?-” se dijo así mismo Tae bajando la cabeza.

-Eso es muy considerado… siempre se debe tener tiempo para la pareja- comento JongDae mirando de reojo al castaño–HoSeok debe de ser un muy buen novio ¿no?-

“-¿Por qué haces esto Hyung?-” las lágrimas comenzaban a acumularse.

-¡El mejor!- JongDae miraba con diversión como HoSeok miraba con sus ojos a punto de salirse al peli rojo y tragaba con fuerza –me cuida, me mima, es cariñoso, amable y muy apasionado-

-No lo parece…- levanto las cejas.

-Parece una roca… pero es todo un caramelo conmigo- JiMin abrazo por los hombros al congelado peli negro -¿Y ustedes?-

-Justo hoy es nuestra primera cita… como novios- Tae levanto su cabeza y miro perdido a su Hyung. La sangre de HoSeok comenzó a arder.

-¡Aaawww! Que tierno-

-Lo cuido, lo mimo, soy cariñoso, amable y… muy apasionado-

-No es cierto- la furiosa voz interrumpió la conversación. Toda la atención se la llevo el iracundo peli negro.

-También puedo parecer una roca… pero soy…-

-Tae no estaría con alguien como tú- el rostro de JongDae se tornó serio, JiMin miraba con ansias y TaeHyung se sentía como un cero a la izquierda.

-¿Por qué no?- lo reto JongDae. Las manos de HoSeok se volvieron puños.

-No eres su tipo-

-Eso no es lo que él me dice- sonrió.

-Tae no…-

-Lo que haga o deje de hacer no es de tu incumbencia- interrumpió TaeHyung sorprendiendo a HoSeok.

-Pero Tae…-

-Vámonos Hyung- ambos se levantaron, pero el apretón en la muñeca del menor lo detuvo.

-No vayas con él- le pidió.

-Suéltalo- demando JongDae tomando su brazo –él se ira conmigo-

-No. Tae ¿en serio? ¿Con él?- no recibió respuesta, el menor solo se encogió de hombros –lo único que quiere es abrirte las piernas, lo mismo que todos siempre bus…- el golpe en su mejilla corto sus palabras. TaeHyung lo había golpeado y se encontraba frente a él llorando, entonces se dio cuenta de lo que había dicho y se arrepintió en seguida.

-Tae…-

-¡IDIOTA!- grito y salió corriendo del lugar dejándolo congelado en el lugar. Había lastimado a su pequeño Tae y se odiaba por ello.

-Esta es la última oportunidad…- le dijo JongDae mirándolo furioso –ve tras él y no lo dejes ir nunca más… o quédate aquí y olvídate de él-

-Vamos Hyung ya deja de ser tonto- lo alentó JiMin y entonces HoSeok corrió tras el pequeño.

-Pensé que no funcionaría- comento divertido JiMin, JongDae simplemente lo miro, pensando si había hecho lo correcto.

-¿Apasionado? ¿Todo un caramelo?- una tercer voz interrumpió.

-¡YoonGi mi amor!- saludo nervioso el peli rojo ante la mirada asesina del pálido chico.

… …

-¡TAE!- gritaba desesperado HoSeok corriendo tras el castaño. El dolor que sentía el pequeño era muy grande y no lo dejaba pensar con claridad, solo quería  desaparecer y no sufrir más.

-¡TAE! ¡Detente por favor!- los ojos del mayor comenzaban a arder y en un último esfuerzo alcanzo al menor.

-¡SUELTAME!- grito. Las personas a su alrededor comenzaban a mirar preocupadas. HoSeok lo tomo de los hombros y lo llevo hasta los baños, encerrándolos a ambos en uno de los cubículos.

-Para…- le pidió al ver como Tae se retorcía por alejarse.

-Déjame… déjame por favor… duele, duele… ya basta- pedía en medio de lágrimas. La imagen descompuso a HoSeok.

-Nunca…- Tae lo miro con suplica –nunca te dejare Tae…-

-Por favor…-

-No-

-¡DEJAME! ¡¿QUÉ NO VEZ QUE ME…- el silencio reino en el lugar, el llanto seso, las lágrimas se detuvieron y los latidos de dos corazones moviéndose en sincronía eran los únicos testigos del sueño hecho realidad.

HoSeok besaba con ternura los labios de TaeHyung…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

KyuHyun suspiro al ver el identificador de llamadas. El caso del Señor Oh y todas las complicaciones que se estaban presentando lo estaban acabando, a sus apenas treinta años se sentía como un hombre de la tercera edad, aunque no podía negar que una parte de él se removía al ver el nombre de quien llamaba.

-¿Qué quieres enano?- dijo al contestar con la intención de molestar al menor.

-KyuHyun…- el tono serio del rubio lo puso alerta.

-¿Qué ocurre?-

-Termine con el examen…-

-¿Y bien?-

-Es mejor que nos veamos-

Al llegar KyuHyun temía por lo SungMin diría. A paso lento se dirigió hasta  la barra en donde el menor lo esperaba.

-¿Y bien?- SungMin le entrego una carpeta con documentos.

-Junto a el estudio que realizo mi padre antes y lo que pude investigar yo, encontré la causa del estado del Señor Oh-

-Con un demonio ya deja de mirarme y habla- exigió con el corazón en la mano.

-Fue envenenado… como lo sospechábamos todos-

-¿Y? ¿Quién lo hizo?- su mirada cambio a una de furia en segundos.

-¡Yo que sé! soy doctor no detective- se quejó el rubio.

-¡IDIOTA!- grito asustando al menor -¡lo del veneno ya lo sabía, él mismo me lo dijo, lo que necesitamos saber es QUIEN lo hizo!- el rubio bajo su cabeza cohibido por el otro, mientras KyuHyun resoplaba molesto, SungMin sonrió y miro nuevamente al frente.

-No sé quién lo hizo… pero puedo combatirlo- dijo orgulloso.

El abogado lo miro en seguida esperando a que siguiera hablando.

-El envenenamiento fue causado con especias africanas, no mortales en pequeñas cantidades  pero si peligrosas, las tribus las usaban como medicina para dormir, relaja los músculos, pero en cantidades superiores a la necesaria, ocasiona parálisis no solo en el cuerpo si no en todos sus sistemas, en ocasio…-

-¿Cuál es la cura?- interrumpió el abogado, el menor suspiro y molesto por la interrupción siguió hablando.

-Dejar de aplicar las especias, suero, antibióticos, lavado estomacal y posiblemente diálisis, debemos sacarlas de su sistema-

-Eso es todo-

-Él prácticamente está dormido, quien sea que lo está haciendo, aplica una dosis mínima cada cierto tiempo, digamos que es como la bella durmiente-

-Bien, hazlo- demando el mayor.

-Puedo hacerlo, pero…- la mirada del doctor se entristeció.

-Pero…- el pelinegro se preocupó.

-Él no será el mismo… podrá mover la mayor parte de su cuerpo, pero sus riñones posiblemente estén dañados, su habla será escasa tal vez nula, su vista, posiblemente no podrá caminar, hablar, ni ver tal vez ni de pensar, no será él mismo- dijo SungMin con lágrimas en los ojos. El abogado se mantenía en silencio, le dolía escuchar eso, pero su Hyung tenía salvación y debían hacer lo imposible por ayudarlo.

-Hey…- llamo al menor y tomando las manos de este entre las suyas le sonrió cálidamente una vez lo miro –Po-si-ble-men-te –dijo recalcando cada silaba –tú lo acabas de decir, solo es una posibilidad, así que hay que intentarlo- el menor asintió más decidido y sus mejillas se sonrojaron al sentir al mayor tomándolo de las manos, sonrió nervioso y entonces el mayor soltó sus manos mientras se erguía incómodo.

-Bien, llámame cuando comiences el tratamiento- empezó a levantarse para irse.

-Ya lo he hecho-

-Genial. Pronto tendremos resultados-

-KyuHyun… sabes muy bien quien pudo haberlo hecho-

-Lo se…-

-¿Qué haremos?-

-Esperar Min… esperar- le sonrió cálidamente antes de retirarse…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

JongDae sonreía al recordar todo lo que había pasado el día anterior. Aunque siempre lo tacharon de insensible, vividor, mentiroso, coqueto e hijo de puta desgraciado, él tenía sentimientos, tan solo los ocultaba muy bien para no salir lastimado.

Había ayudado a que un par de adolescentes se confesaran al fin y dejaran de sufrir, esa era la prueba de lo buena persona que podía llegar a ser.

JiMin era solo un amigo de la infancia de HoSeok que al reconocer a TaeHyung decidió poner un poco de picante a la situación haciéndose pasar por su novio, lo cual le hizo ganar todo un sermón de su verdadero novio, un chico de mirada helada que le daba escalofrió.

Tae lo había llamado esa noche y le había contado con detalle la forma en la que HoSeok lo había besado, estremeciéndolo por lo grafico que podía ser el menor con las palabras. Se sentía orgulloso de sí mismo y toda esa situación le había hecho ver que el ayudar a las personas realmente era lo que en verdad quería, no convertirse en el heredero de la compañía de su familia.

Un sonido parecido a una risa amortiguada llamo su atención, frente a él SeHun miraba con atención su celular y parecía estar enviando mensajes mientras reprimía una sonrisa, algo que desconcertó al peli negro. No estaba acostumbrado a ver esa emoción en la cara del castaño y cuando lo hacía no podía evitar sentir una especie de miedo.

KyungSoo por el contrario jugaba con la comida sin ningún interés en ella. JongDae pensaba en una forma de ayudar a sus dos amigos, pero por más que le daba vueltas al asunto no encontraba una, ya que no existía la mínima posibilidad de que esos dos estuvieran juntos.

Mejor invertía esa energía mal gastada en una forma de ayudarles a ser felices, pero por separado.

-Escuche de un salón de boliche que hay aquí en la ciudad…- comenzó llamando la atención de los menores –desde que llegamos no salimos ¿Qué tal si vamos?-

-No puedo…- se negó de inmediato SeHun. Para el mayor no paso desapercibida la mirada de soslayo que Kyung le dio a su novio.

-Yo tampoco… tengo cosas que hacer- se excusó sin mirarlo.

El peli negro no dijo nada, suspiro y continúo comiendo. Cuando estaban por terminar vio a SeHun levantándose y yéndose sin decir nada más, lo siguió con la mirada y vio a lo lejos al rubio amigo de Kai yendo en la misma dirección. Se extrañó y pensó que eran solo ideas suyas.

KyungSoo se levantaba también y mientras dejaba su bandeja en el área de servicio miraba fijamente hacia un lugar e hizo un leve movimiento con su cabeza antes de salir de la cafetería, se preguntaba a quien estaría llamando y lo supo en cuanto vio a su amigo dejando también la bandeja y yendo tras KyungSoo.

“-¡¿Pero qué demonios está pasando?!-”

JongDae no era tonto y sabía que había algo entre esos cuatro…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

Asegurándose de que nadie lo había seguido, JongIn entro al cuarto del conserje. Allí se encontró con un absorto peli negro perdido en sus pensamientos. Ese día hacia frio y los labios del menor se veían más rojos e hinchados que de costumbre.

JongIn no podía evitarlo, era como si lo llamaran, como si lo invitaran a probarlos.

KyungSoo al fin lo miro, consumiéndolo con sus oscuros y penetrantes ojos. Sabía muy bien porque estaba hay. LuHan se había levantado antes de terminar y había ido a su encuentro con SeHun en ese laboratorio alejado y solitario y KyungSoo también lo sabía.

Tan cuidadoso como siempre, se acercó y tomo el rostro del menor entre sus manos, acaricio sus mejillas antes de besar la frente del chico. Kyung suspiro, cerró los ojos y humedeció sus labios a la espera del contacto. El moreno no lo hizo esperar más y se apodero de boca con un suave beso.

Se acariciaron los labios con mínimos roces por un tiempo antes de profundizar el beso. KyungSoo se abrió dándole la bienvenida al alto y sus piernas se debilitaron por la danza que sus lenguas comenzaron. Las caricias no faltaron y el calor comenzó a aumentar en la pequeña habitación.

KyungSoo perdió los sentidos y comenzó a empujarse contra la cadera del alto, generando fricción entre sus despiertos miembros y provocándoles gemidos a ambos.

JongIn no era ajeno a eso, en ocasiones sostenía la cadera del menor y se mecía contra él o lo tomaba de los muslos levantándolo y presionándolo contra la pared haciéndolo delirar por algunos segundos. Pero cuando KyungSoo llevaba sus manos hasta el cierre de los pantalones apretados del moreno, este lo detenía y lo abrazaba fuertemente, proporcionándole caricias en su espalda y cabeza mientras besaba sus mejillas y su cuello. Justo como lo hacía ahora.

KyungSoo suspiraba y trataba de regularizar su agitada respiración aferrándose al cuerpo cálido del alto, disfrutaba de las caricias e inhalaba el aroma fresco y varonil del chico.

-Hasta el viejo hospital de los muñecos… llego el pobre pinocho mal herido…- comenzó a cantar de pronto JongIn –pues un espantapájaros bandido… lo sorprendió, dormido y lo ataco… llego con su nariz hecha pedazos…- toco con su índice la punta de la fría y rojiza nariz del menor –una pierna en tres partes astillada…- dio en su muslo tres suaves toques –una lesión interna y delicada…y el médico de guardia lo atendió- se señaló a si mismo causando una pequeña risa en KyungSoo –a un viejo cirujano llamaron por urgencia y con su vieja ciencia pronto lo remendó… pero dijo a los otros muñecos internados… todo esto será en vano, le falta un corazón- picoteo en su pecho haciéndolo reír aún más.

En cuanto la triste mirada del menor desapareció, JongIn lo abrazo de nuevo con sus mejillas muy rojas y casi muriendo de vergüenza.

Para KyungSoo era realmente extraño el método que usaba el moreno siempre para calmarlo, si no eran los inesperados y apasionados besos, eran las extrañas canciones infantiles. Y con esto KyungSoo podía decir que JongIn era un extraño y ridículo chico, uno extraña y ridículamente dulce. Además de la única razón por la que había sonreído desde su llegada a Corea y su único escape desde que su sufrimiento había aumentado.

JongIn se separó solo un poco para poder mirarlo a la cara y tras contemplarlo un momento de nuevo lo beso, largo y profundo…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

Durante la semana, los encuentros en el cuarto del conserje se volvieron más concurridos. En un principio cada vez que SeHun y LuHan se escabullían de los demás escondiéndose en el laboratorio, Kyung llamaba al moreno para que le hiciera olvidar lo que estaba pasando en ese momento y este lo lograba, hacía más que eso, con sus estúpidas ocurrencias, con sus habidas manos y suaves labios le hacía olvidar el mundo entero.

Pero muchos de los encuentros que habían tenido habían sido incluso fuera de la Universidad y cuando ni LuHan ni SeHun estaban juntos. KyungSoo simplemente había querido al moreno a su lado para sentirse especial, para que lo acariciara y besara como nadie lo había hecho, para que le hiciera olvidar todo y a todos.

Necesidad, necesidad, necesidad…

Se repetía una y mil veces. La necesidad era lo único que lo empujaba sobre el moreno, la necesidad era lo que lo hacía actuar tan desesperado por el tacto de alguien más y la que lo impulsaba a ser atrevido e inmune a la culpa.

Porque aunque amaba a SeHun, no se arrepentía de lo que estaba haciendo con JongIn, que no era ni la mitad de lo que el castaño hacía con LuHan, así que ¿Por qué sentirse culpable? Aún estaba allí para SeHun, era su novio y su corazón le pertenecía a ese insensible y orgulloso castaño, pero necesitaba calidez para su frio cuerpo y JongIn se la ofrecía a cambio de nada.

Subió las escaleras del porche y dio tres golpes a la puerta, esta no tardó mucho en ser abierta, un hombre algo mayor le sonrió cálidamente mientras él devolvía el gesto. Aun no era capaz de ver a los ojos del hombre, no sabiendo que mientras ellos están en la habitación William esta por ahí escuchándolos y tal vez juzgándolos. Lo invito a pasar y tímidamente se adentró hasta la sala de estar de la mansión.

 Se encontraba contemplando la decoración como siempre lo hacía cuando dos fuertes brazos lo envolvieron en la calidez que tanto había extrañado, la barbilla del otro se posó en su hombro, sintiendo así el calor corporal  del pecho contrario, la pausada y tranquila respiración y el fresco y mentolado aliento chocando contra su cuello.

-Estas aquí- pronunciaron suavemente, casi en un susurro, inevitablemente una sonrisa adorno su rostro y con sus manos cubrió las contrarias que acariciaban su cadera y vientre bajo, volvió solo un poco el rostro encontrándose con la mirada más penetrante, pero agradable. 

-Aquí estoy- susurro él también.

El alto soltó una pequeña risa.

-¿Cómo estuvo tu día?- pregunto enterrando su rostro en el cuello del pelinegro.

-Igual…- le restó importancia con un encogimiento de hombros.

-¿Paso algo? ¿Estás bien?- se preocupó enseguida el más alto.

-Estoy bien, no es nada- aseguro sonriendo -¿Y tú?-

-Igual… aburrido- se encogió de hombros él también.

Ambos rieron y el alto apretó aún más el abrazo.

-Te extrañe- dijo el moreno en un susurro estremeciendo al más bajo.

-Uh…-

-Vamos, debes estar cansado- lo interrumpió. Llevándolo al sofá y como si se tratara de un niño, presiono un poco en sus hombros para que tomara asiento, tomo sus piernas y con cuidado las subió y coloco sobre su propio regazo.

-¿Que-que haces?- pregunto totalmente conmocionado el menor.

-Te daré un masaje, debes estar cansado- dijo y sonrió cálidamente.

Las manos de JongIn comenzaron a acariciar sus pies y podía jurar que están eran mágicas. Hasta ahora no se había dado cuenta de que sus pies estaban doliendo, peor con los masajes del moreno se sentía mucho mejor. 

-¿Y…?- comenzó después de unos minutos el dueño de la vivienda -¿Qué haremos hoy?- pregunto emocionado el mayor.

-¿Hacer?- frunció el ceño el peli negro.

-Sí. Dime, haremos lo que quieras- sonrió ampliamente.

KyungSoo jadeo al escuchar un fuerte latido de su corazón, como si hubiera sufrido un corto circuito. No entendía porque el moreno no se había lanzado sobre él y lo había besado o porque no estaba abrazándolo y cantándole como siempre hacían en sus encuentros.

Y más aún, KyungSoo no entendía porque él no se había abalanzado sobre el moreno en busca de calor y tacto, porque estaba allí teniendo una conversación tan normal como esa, porque estaban hablando y comportándose como una… pareja.

 Después de ver una película de terror en la que el más alto se encargó de “proteger”  al peli negro, hablaron por un tiempo y a Kyung le había gustado eso, una tranquila y divertida platica. Después  se habían besado al fin, pero no por mucho, lo que había dejado al menor con ganas de más.

Jugaron Jenga, hubo más besos en medio del juego, trataron de jugar al monopolio con algunas caricias incluidas, comieron y de nuevo se besaron en esta ocasión algo más  largo y húmedo, todo esto a petición del peli negro, claro a excepción de los besos, ya que estos fueron robados por el mayor. 

KyungSoo no se daba cuenta, pero con cada acción y palabra, el moreno se ganaba una parte de su frio corazón, poco a poco una pequeña porción era descongelada, la calidez y un sentimiento nuevo para él, crecían en su interior.

Ahora mismo se encontraban jugando la ronda número 6 de ese viejo pero entretenido video juego Mario Bross  ya que los juegos nuevos no eran del agrado para el menor además de inentendibles.

-¡Aaaahhh!- grito con emoción el alto -¡GANE! De nuevo gane- celebraba en su sitio con sus brazos en el aire.

-…- el peli negro se mantenía quieto sonriendo suavemente mientras observaba la infantil pero tierna celebración del moreno.

-No es justo- se quejó segundos después llamando la atención del contrario.

-¡Oh vamos! Fue legal- se defendió.

-¡Pero tú siempre ganas!- renegó cruzándose de brazos.

-Porque soy bueno y  tengo mucha suerte- sonrió.

-¡Ahh! Qué más da, odio este juego- aventó el control y junto sus piernas a su pecho, abrazándolas fuertemente, con un puchero adornando su rostro, haciendo que el alto muriera de ternura.

-Cariño…- pronuncio suavemente cerca al oído del pelinegro. Haciendo temblar su cuerpo entero –Si siempre te dejara ganar no sería divertido, además… no trates de usar ese tierno rostro conmigo, podrás causar mucho en mí, pero no me convencerás- al terminar  beso la oreja del más bajo, sorprendiéndolo.

-Estas frio- dijo el alto al abrazarlo y sentir helado su cuerpo.

“-¿Acaso puede haber algo más que me sorprenda de él?-” se preguntaba al ver como este lo envolvía en una cálida sabana y le regalaba una taza de chocolate caliente.

-Tómatelo todo, vayamos arriba  para que duermas un poco y más tarde te llevare a casa, ponte un abrigo mío, hará más frio en un rato y no quiero que enfermes-

¡Bum, bum, bum, bum, bum!

El peli negro podía escuchar su propio corazón, taladrando en sus oídos, comenzó a hacer más calor y pareció que todo se movía en cámara lenta a su alrededor, sus manos estaban sudando, su cuerpo entero temblaba y en su interior un extraño calor crecía, apoderándose de cada célula de su piel. 

Cuando el moreno lo tomo en brazos, envuelto aún en la sabana y emprendió camino hacia la habitación, KyungSoo entro en un pequeño estado de shock, las emociones y sentimientos del momento lo abrumaban y asustaban ya que nunca antes había sentido algo así, nunca.

El alto había hecho todo lo que él quería sin renegar o negarse, lo complació y siempre estuvo él en primer lugar, fue él el centro de atención del alto, lo cuido, protegió, hizo reír, hablaron, se interesó en él… todo se trataba de ÉL.

Esta vez comparo las situaciones y estaba seguro de cuál era la que quería para toda su vida, un novio ateto, cuidadoso, cariñoso, respetuoso y que lo amara incondicionalmente, eso quería y eso era lo que al parecer era ese chico alto, moreno y sexy.

Pero su cabeza y pensamientos aun eran tercos y le gritaban que sin importar cuan perfecto era JongIn, no era SeHun y este era el dueño de su corazón y de sus pensamientos. 

-¿Estas bien?- le pregunto preocupado, interrumpiendo sus cavilaciones.

-Lo estoy… gracias a ti- se encontró respondiendo casi automáticamente, yendo en contra de sus pensamientos.

-Eso me alegra- el otro se sentó junto a él en la cama -¿Quieres algo?  tal vez tengas hambre o frio… traeré…- la preocupación del moreno era evidente.

-Solo… quédate- le dijo tomándolo del brazo –quédate y abrázame ¿sí?- necesitaba sentirlo cerca, algo dentro de él le pedía que lo mantuviera cerca.

Sin pensarlo JongIn levanto las sabanas y se recostó abrazándolo suficientemente fuerte. KyungSoo suspiro complacido por el calor y la comodidad que el pecho del alto le brindaba. Ambos cuerpos se encontraban disfrutando de la calidez y ternura del momento hasta que el peli negro bajo rompió el silencio. 

-¿Eres real?- pregunto en medio del pecho del alto.

-¿Mnh?-

-¿En verdad existe alguien tan perfecto? ¿Cómo tú?- volvió a preguntar.

-No soy perfecto-

-Para mí lo eres- dijo sin pensar el menor –eres como ese príncipe azul en los cuentos de Hadas- sonrió.

-Si tú lo dices… entonces serias mi príncipe- pidió el alto.

-¿Qué?-

-En esos cuentos los príncipes azules siempre tienen a sus princesas… así que ¿serias mi princesa?- el corazón del bajo se aceleró de nuevo y el sonrojó en sus mejillas creció más.

-¿Qué dices?- dijo burlón.

Luego de un pequeño incomodo silencio ambos se soltaron a reír abrazándose de nuevo. Más tarde ambos sucumbieron al mundo de los sueños, abrazados entregándose calor y cariño, un alma dormía tranquila, mientras la otra aun entre sueños era atormentada por sus pensamientos. 

“-¿Qué demonios estoy haciendo?... ¿Qué es todo esto que estoy sintiendo?... ¿Qué hare?... ¿Qué hare cuando ya no me necesite?... ¿Cuándo ya no quiera olvidar?... Dios… Lu… ¿podrás perdonarme por lo que estoy haciendo?-”…

 

 

Hay un mundo vacío y profundo en mi corazón, sálvame…

Quiero reiniciar, quiero reiniciar, quiero reiniciar…

Ojos solitarios atrapados en la oscuridad…

¿Hay alguien que pueda tomar mi mano?...

Quiero reiniciar, quiero reiniciar, quiero reiniciar…

Alguien en algún lugar sabrá de mi desdichado corazón…

Esta justo frente a mí, pero por alguna razón no puedo verlo…

Estoy volando solo en esta oscuridad, en mi noche solitaria…

Estoy volando solo en esta oscuridad, con un corazón triste…

¿Por qué no lo sabes? Incluso si soy una existencia pequeña…

No me pisotees, ven conmigo…

Tus palabras y acciones descuidadas me descomponen…

Me acorralan, aunque lo niegues…

Me escondo detrás de la burla, no me busques…

Hay un mundo vacío y profundo en mi corazón, sálvame…

Quiero reiniciar, quiero reiniciar, quiero reiniciar…

Tiger JK & Jinsil

Notas finales:

Hola… no estoy muy segura si hay alguien leyendo la historia, sé que la falta de Rw es culpa mía, por tardarme tanto y hacerlos esperar, así que bueno, solo seré paciente y esperare… pero alguien podría decirme hola, o cualquier cosa… ¿siiiii?...

 

Tengan un bonito fin de semana… 


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