-¡Pero que hermosa sonrisa!- exclamo la mayor mirando con adoración a su hijo. KyungSoo sonrió tímidamente hacia su madre y se acercó para darle un beso en la mejilla y abrazarla.
-Oh cariño- la mujer se derritió en los brazos de su bebé –no sabes lo feliz que soy cuando te veo sonreír así. Dime ¿Cuál es la razón de esa bonita sonrisa? Creo que estoy en mi derecho, llevo días tratando de hacerte sonreír y he fallado, así que merezco saber que logro hacerlo antes que tu propia madre- Ahn MinJi se oía lastimada pero feliz al mismo tiempo y Kyung se odio por hacer sentir mal a su hermosa madre.
-Lo siento por eso omma…- abrazo de nuevo a la mayor –no tienes por qué sentirte así, simplemente decidí que no tiene caso amargarme por cosas tontas y que lo importante es que tengo una madre que me ama mucho, mucho-
-Quisiera creerte cariño…- se lamentó la mujer –pero algo me dice que se debe a otra cosa y siento decirlo, pero presiento que SeHun no es parte de eso-
KyungSoo se sorprendió de lo rápido que dejaba de afectarle tanto el nombre del castaño. Lamentaba haber involucrado a su madre en todo esto, odiaba el hecho de que su amada progenitora se enterara de lo estúpido que había sido por un hombre. También pensó en que debía hablar con su primo sobre estarle contando todo a su madre, el chico debía aprender que algunas cosas simplemente deben quedarse lejos de los agudos oídos y paranoica preocupación de las madres.
-Omma, solo puedo decirte que SeHun no es ahora un problema y… que parece que encontré a alguien que es muy bueno para mí-
-¡Dios!- clamo –no sabes lo feliz que me haces con esas palabras ¿Quién es? ¿Cuándo lo traerás a casa? Es ¿Él o ella?-
Kyung no podía decirle aun a su madre nada. Recordó como la mayor había recalcado en tantas ocasiones que JongIn y LuHan hacían una hermosa pareja y que debían estar juntos ¿Qué si su madre se enojaba porque le había quitado el pretendiente al rubio? ¿Y si no lo apoyaba?
En cuanto pensó en eso KyungSoo se golpeó mentalmente la frente ¿Cómo es que estaba pensando en algo como eso? JongIn y él solo habían compartido pequeños encuentros acalorados en los rincones de la universidad, una incómoda confesión en la casa del moreno y dos esplendidos días de películas, risas, besos y abrazos, dos de los días más felices en la vida del menor. Pero aun así, era muy poco como para pensar en que su madre aceptaría algo entre ellos. Que tonto.
-Es él y… será una sorpresa- dijo poco después para tranquilizar a su alegre madre. La mayor hizo una exagerada y falsa mueca de decepción pero aun sonrió en medio de esta.
-Oohh… bien, seré paciente. Ve a cambiarte la cena está casi lista y llama a los demás-
De camino a su cuarto Kyung se encontró de frente con su hermano mayor. YongHwa curiosamente nunca había mostrado interés o muestra de afecto hacia él, desde que KyungSoo tenía memoria el mayor parecía odiarlo más que aceptarlo como hermano y eso había logrado que el menor tomara cierto rencor y desprecio hacia el mayor.
Le llamo la atención que el mayor salía de la habitación de LuHan, el rubio no había llegado aún, lo sabría ya que su madre habría dicho algo como “trae a Lu para la cena o llévale esto a Lu” la mayor estaba decidida a ponerlos en constante contacto y Kyung sospechaba que sabía el porqué.
-¿Qué hacías allí?-
-Que te importa- contesto a la defensiva el mayor caminado de regreso a su habitación. Kyung noto algo en la mano del mayor y se adelantó para arrebatárselo. Por un momento pensó que su hermano le estaba robando al rubio, pero se sorprendió al encontrar un pequeño bóxer de color negro en manos de su hermano.
El mayor lo miro estupefacto por un momento.
-¿Qué? ¿Qué es esto?- YongHwa lo tomo rápidamente de nuevo.
-Son míos, solo los estaba recuperando- se excusó y se encerró en la habitación.
KyungSoo se quedó parado en el pasillo pensando en la situación. La ropa interior era demasiado pequeña para que fuese del mayor y la mirada de este era bastante sospechosa ¿estaría su hermano tomando la ropa interior de LuHan? No, no podría hacer algo tan enfermo, su madre los había educado con buenos valores para que fueran personas de bien. Eso era ridículo.
Desecho ese loco pensamiento y continúo su camino…
… …
Dentro en su cuarto, YongHwa respiraba agitadamente. Tendría que tener más cuidado la próxima vez, siempre entraba en el cuarto del rubio, tocaba algunas cosas, se deleitaba con el aroma del chico en las sabanas y tomaba alguna prenda prestada para su disfrute, peor se aseguraba de que no hubiera nadie en casa.
Hoy había sido un largo día de trabajo, un imbécil le había pedido agregar a su poder a dos personas más ajenos a su familia, se podía por supuesto, pero significaba mucho papeleo para él y odiaba el papeleo, así que el jodido idiota lo había insultado y lo había despedido y lo peor es que le había pedido a KyuHyun ser su abogado. El idiota era un ciudadano chino aun, así que debía tener la firma de un abogado coreano para hacer legal todas las transacciones.
Su día fue de mal en peor, tres clientes más pidieron ser movidos a la agenda del abogado Cho, tres de sus más grandes e importantes clientes. JiSub, el detective le había exigido no revelar aun la información que tenía en sus manos, de lo contrario el hombre se encargaría de negarlo todo y hacerlo quedar como un mentiroso frente a todo el mundo. El idiota podría ser un don nadie, pero uno con mucho poder y contactos, así que no podía arriesgarse.
La frustración por estar tan cerca de conseguir lo que quería lo tenía de mal humor y se había alterado una que otra vez con sus clientes, peor no era para tanto, no como para que lo despidieran y se cambiaran con Cho.
Tratando de calmarse, YongHwa tomo la prende en sus manos y la acerco aspirando lentamente el dulce aroma, indio su nariz y boca en la suave tela y se acarició el rostro con ella, su polla se endureció al instante con el deseo de tener a LuHan allí mismo a su merced, preparado, húmedo y jadeante para él.
En un movimiento rápido tendió la prenda en el borde de su cama y saco su erecto miembro comenzando a acariciarlo. Empezó fuerte y feroz, de arriba abajo, dando una pequeña caricia a su cabeza roma al final, recolectando el líquido pre seminal y esparciendo con su férreo control sobre toda la longitud. En su cabeza LuHan chupaba con ferviente pasión su polla, se la tragaba rápidamente hasta la base y subía lentamente cepillando con sus dientes, tan delicado como lo era él. Luego en su cabeza succionaba antes de alejarse un poco para con la punta de su pequeña lengua rodea su hendidura.
YongHwa no lo pudo soportar más, se corrió tan fuerte como siempre lo hacía cada vez que fantaseaba con LuHan. Marco la prenda interior del menor con su blanco y perlado semen, tomo la prenda y olisqueo. Su aroma y el de LuHan olían maravillosamente juntos. Algún día derramaría su caliente semen en el cuerpo blanco y terso de LuHan, algún día ese pequeño rubio tragaría toda su esencia y seria llenado por su enorme y hambrienta polla.
Algún día LuHan seria suyo…
… …
LuHan sonrió en medio del beso, los sonidos húmedos al chasquear sus labios y lenguas juntos eran abundantes, por alguna razón a SeHun le gustaba estos sonidos y él era feliz complaciendo a su amado, además claro de que también lo encendían.
SeHun lo había llevado a ver a su padre. Desde que había huido de la mansión Oh no había bulto a saber nada del amable hombre que había cuidado de él y de su familia. Solo cuando las noticias dieron a conocer el actual estado del famoso Señor Oh se enteró del horrible estado del hombre.
Oh TaekWoon era un hombre de bien que no merecía tal destino, LuHan lo había amado como a un padre y lamentaba la situación del mayor.
Frente al hombre, SeHun lo había presentado como el amor de su vida, la persona a quien amaba y con quien quería compartir toda la vida, había prometido frente a su padre que lo cuidaría y que jamás lo haría subir de nuevo, que lo haría feliz y que lo amaría siempre hasta el final de sus días, había cerrado la promesa con un beso cargado de amor y pasión. Y aunque se avergonzó de haberlo hecho frente al mayor, sabía que era necesario.
SeHun lo besaba con pasión mientras acariciaba su mejilla y lo acercaba a su cuerpo. LuHan gimió y se lamentó por separarse, pero debía hacerlo, le había prometido a la tía Min que llegaría para la cena y no quería entristecer a la mayor.
-Tengo que irme- susurro entre los labios contrarios.
-Lo se…- respondió igual de afectado el castaño –eso no quiere decir que me tenga que gustar- ambos rieron por la en cierto modo pataleta del castaño.
-¿Puedo recogerte después de la cena?- pregunto esperanzado. LuHan se mordió el labio para no responder inmediatamente ¡sí!
-Quisiera… pero tía Min está preocupada y necesito estar ahí para que ella vea que estoy bien-
SeHun suspiro resignado y abrazo al menor, enterró su rostro en el cabello dorado y respiro profundamente.
-Me harás tanta falta- LuHan sonrió con las mejillas encendiéndose.
-No será por mucho tiempo… pero tú también me harás mucha falta SeHunnie-
-¿Puedo tomar algo antes de irme?- pregunto en el oído contrario, estremeciendo al pequeño rubio.
-Lo que quieras- respondió apenas.
SeHun comenzó a lamer seductoramente su cuello, de arriba abajo tomando entre sus dientes el lóbulo de su oreja y deslizándolo lentamente antes de soltarlo, sus manos viajaban por su vibrante cuerpo enviando corrientes de placer.
-SeHunnie- gimió lentamente LuHan. Entonces SeHun sonrió y le robo un rápido y fuerte beso antes de alejarse dejando aturdido al rubio.
-Con eso tendré bastante para soñar y jugar conmigo en la noche- dijo satisfecho con su cometido.
LuHan se sonrojo a tope y sonrió por las locuras de su castaño. Al bajarse se asomó por la ventana del lujoso auto.
-¿En verdad vas a hacerlo?- pregunto tímidamente.
-¿El qué?- SeHun se escuchaba divertido.
-Lo que dijiste que harías- el sonrojo aumentaba.
-Siempre sueño contigo bebé, siempre- le aseguro guiñándole un ojo. LuHan sonrió y comenzó a alejarse –y un poco de juego antes de irme a la cama con la voz sin aliento de mi hermoso rubio es la mejor forma de dormir tan profundo como para llegar a esos excitantes sueños- le dijo con la voz cargada de deseo antes de irse.
LuHan se mordía el labio inferior mientras reía. Podía sentirlo en su interior, era absoluta y completamente feliz…
… …
-Hyung…- Saludo el castaño al mayor que se encontraba sentado en las escaleras de la entrada a su mansión -¿Qué haces aquí?- ya era un poco tarde para visitas.
-Mocoso mal educado- se quejó HoSeok. SeHun noto al peli negro inquieto y nervioso –solo invítame a pasar-
-Tae ya debió haber terminado sus oficios y debe estar durmiendo. ¿Por qué no vuelves mañana?- el mayor se sonrojo y desvió la mirada.
-Vine a verte a ti tonto… creo que… creo que necesito hablar con alguien-
SeHun no podía negarse al ver el estado de su amigo y superior.
-Eso es ridículo- dijo el castaño tiempo después –Corea no es tan conservadora como antes, muchas parejas del mismo sexo hacen publica su relación, se casan y hace un año la nueva ley les permite adoptar-
-Si… trata de convencer a mis padres- dijo en tono lastimero el mayor. Habían pasado algunos días desde que había besado a Tae en los baños públicos del centro comercial, ciertamente no era la idea que tenia de como seria su primer beso con el menor, pero la situación, los celos y lo adorable que se veía su peli naranja habían sido más fuertes que nada.
Le había pedido un poco de tiempo a Tae, quería hablar con sus padres antes para de esta manera llevar una relación formal con el menor, quería llevarse a Tae lejos y que ya no tuviera que limpiar para otros, quería consentirlo y darle todo lo que merecía tener el pequeño. Sin embargo, no había contado con que sus padres reaccionarían de esa manera tan paranoica y violenta.
Lo habían echado de casa, lo habían humillado y su padre no estuvo feliz hasta que no le dio unos cuantos golpes por haber decepcionado y manchado el nombre de la familia. Ahora no sabía qué hacer, nunca había trabajado, solo se preocupada por tener buenas calificaciones, pero ahora estaba solo y sin nada en sus bolsillos. Desde ahora olvídate de que tienes familia jodido marica habían sido las palabras de su padre antes de lanzarlo a la calle, golpeado y herido.
Y a pesar de la horrible situación, a HoSeok solo le importaba su pequeño Tae ¿Cómo podría ahora darle todo a su chico si él mismo no tenía nada?
-Hyung… no renunciaras a Tae por esa tontería ¿no es así?-
-¡Claro que no!- HoSeok le dirigió la mirada por primera vez en la noche –no ahora que deje de ser un idiota y al fin le confesé mis sentimientos… pero ahora tampoco valgo nada, no tengo nada que ofrecerle-
-¡No seas tonto Hyung!-
-El que me llames Hyung no sirve de nada si aun así me faltas al respeto mocoso cara de póker- se quejó el mayor cruzándose de brazos.
-Es necesario, de lo contrario terminaras depresivo y no puedo lidiar con eso. ¿Crees que tus padres solo reaccionaron así por la impresión? tal vez te busquen después y…-
-En todos estos año de conocernos, de verdad no llegaste a conocer a mis padres ¿no es así?-
-Bueno… tu padre ciertamente es aterrador y tu madre siempre me pareció una de esas brujas de cuentos- SeHun espero otra reprimenda de su mayor por faltarle el respeto a sus padres pero HoSeok rio alto sosteniéndose el vientre.
-Pensé… pensé que solo yo tenía esa idea sobre ellos- dijo tratando de recuperar el aliento -¿Qué hare SeHun? No tengo padres, familia, casa… no tengo nada, ni siquiera ropa-
SeHun lamento la situación de su amigo y quiso decir unas cuantas palabras en nombre de los inadaptados padres de este, pero por respeto a HoSeok se las guardo para sí. Definitivamente no dejaría solo a su amigo ahora que más lo necesitaba.
-Hyung… no estás solo. No te preocupes-
-SeHun, vine en busca de un consejo para la horrible vida que me espera, no por tu caridad-
-Lo sé, por eso no te la pondré tan fácil. Descansa, mañana te trasladaras a mi departamento y te ayudare a buscar un trabajo, en la compañía…-
-¡Olvídalo!- se negó en seguida al escucharlo –reprobé calculo toda mi vida, no puedo mantener nada en orden, no puedo llevar cuentas o agendas, no puedo vestir traje y corbata y no puedo ver a tu madre y a ese abogado durante más de dos segundos. Lo siento amigo pero no puedo-
SeHun rio por la actitud infantil del mayor, pero lo entendió. HoSeok era la segunda persona en un día que se negaba a estar cerca de su madre ¿Por qué era así? Su madre no era tan mala ¿o sí?
-Bien… te ayudare a encontrar algo-
-SeHun… no se lo digas a Tae-
-Bien-
… …
KyuHyun había tenido una semana difícil, muchos de los clientes de YongHwa se estaban pasando a su agenda y paso de estar preocupado por perder su reputación a no tener tiempo de nada arreglando el desastre de su socio y amigo. ¿En que estaba pensando el chico al momento de hacer todos esos contratos y declaraciones tan mediocres y no acreditables? Le daba la razón a los furiosos e inconformes clientes. Debía hablar seriamente con el joven, eran una sociedad y si a uno le iba mal, bueno todo fracasaba.
Ahora SungMin se encontraba dándole la ley del hielo. El joven doctor se había enojado con él por haberlo privado de información importante sobre el caso Oh. Trato de explicarse, pero ya conocía bastante al hombre y sabía que esa ridiculez de ignorarlo duraría un poco más.
KyuHyun no lo hizo con intensión, SungMin ya estaba bastante involucrado y no quería que el hombre se ensuciara más las manos. ¡Demonios! Lo había hecho pensando en el bien del contrario y este le pagaba de esa manera ¡estúpido oxigenado!
Llevaba tres días evitando a Oh ChaeRin, la mujer estaba desesperada porque se encontraran e hicieran los preparativos para la lectura del testamento, la bruja estaba planeando algo, pero debía retrasar sus planes cuanto pudiera, el Señor Oh se estaba recuperando pero aún no podían hacer algún movimiento. ¡Qué día! Seguro no podía ir peor.
El sonido de su línea privada lo trajo de vuelta, busco el aparato en medio de todos los papeles que tenía en su escritorio hasta que lo encontró cerca al que estaba destinado a ser su almuerzo, que seguro ya estaba frio y mantecoso.
Frunció el ceño al ver quien lo llamaba. El chico nunca lo llamaba.
-¿Diga?-
-Abogado Cho- saludo alegremente el joven.
-¿Si?... que ¿Qué ocurre?-
-Solo quería avisarle que estaré en dos días en Corea-
-¡¿Qué?! Pero… ¿Por qué? Aun no es tiempo…-
-Lo sé y lo lamento por ponerlo en esta situación, pero quiero estar lo más cerca posible de ellos-
KyuHyun lo entendía, pero era muy arriesgado.
-Entiendo. Por favor manténgame informado, yo lo esperare en el aeropuerto y se quedara en mi departamento, si no le incomoda por puesto-
-¡Me parece genial! Así omma y YunHonnie estarán más tranquilos. Gracias Abogado Cho-
Se despidió del chico con un mal sabor de boca. Ahora tenía otra cosa de la cual preocuparse…
… …
KyungSoo sonreía al ver el extravagante sombrero de calamar que llevaba JongIn mientras caminaban por la tienda mirando aquí y allá. Habían hecho un viaje de casi cuarenta minutos hasta el otro lado de la ciudad, según el mayor aquí no habría periodistas entrometidos y no se había equivocado, el lugar para estar en una zona tan lejana era bastante concurrido, pero tranquilo.
JongIn seleccionaba todo tipo de juguetes y los colocaba en el carro de compras, Kyung había preguntado la razón, pero el moreno le aseguro que era una sorpresa. No se preocupó, por alguna razón sentía que podía confiar en JongIn con su vida y no la perdería en el intento.
-¿Qué prefieren las niñas de hoy?- la pregunta del apuesto moreno lo saco de sus pensamientos – ¿My Little pony o Barbie?-
-Realmente no lo sé-
JongIn se encogió de hombros con una tierna expresión.
-Llevare ambos, por las dudas- sonrió mientras cargaba un tercer carrito. Aunque Kyung dijo que no se preocuparía, lo estaba y bastante. Eran demasiados juguetes, ¿acaso se trataba de una secuela del trauma por haber perdido a su hermanito? Si era así, realmente necesitaba encontrarle ayuda al moreno, no quería perderlo antes de tenerlo por completo.
JongIn empujaba con emoción el carrito y al dar la vuelta en el pasillo choco con algo o alguien que no estaba a la vista.
-¡Ahg!- se quejó alguien.
-¡Lu amor!- alguien dijo un poco más adelante –idiota ten más cuidado…-
JongIn y el castaño se quedaron enfrascados en el contacto penetrante de sus ojos. Para el moreno el chico frente a él no era nada más que el causante del sufrimiento de dos de las personas más importantes para él y para SeHun el moreno no era más que una amenaza, una pequeña piedra en el camino.
-¡Kai!- llamo LuHan en el momento en que el castaño lo ayudo a levantarse.
-¡Lu!- reacciono al darse cuenta de que había lastimado a su pequeño ángel –lo siento tanto ¿te encuentras bien?- intento acercarse, pero SeHun envolvió posesivamente los brazos entorno al rubio dando un claro mensaje de no tocar.
-Estoy bien. Es mi culpa, debo ser más cuidadoso, SeHunnie me advirtió de sentarme en el piso a mirar los productos- sonrió nerviosamente.
-Kyung- pronuncio suavemente SeHun al notar al más bajo pasos atrás del moreno. KyungSoo no podía apartar la vista de SeHun, desde ese horrible día no había cruzado palabra o mirada con el castaño. Si bien se lo encontró una que otra vez en los pasillos de la universidad siempre huyo lo más rápido y lo más lejos que podía. Temía que SeHun quisiera terminar lo que había provocado él ese día, algo ridículo ya que el castaño ahora estaba junto a quien en verdad amaba, sin embargo, el miedo estaba allí y lo tenía totalmente congelado.
-Kyung…- SeHun dio un paso adelante y solo con la amenaza de que este se acercara Kyung dio dos pasos más atrás comenzando a temblar.
-¿Kyung? ¿Qué ocurre?- JongIn se interpuso obstaculizando la vista de Kyung, el menor centro sus ojos en el moreno y vio la comprensión y decepción en su mirada. ¡No! Kai creía que el ver a SeHun y a LuHan juntos le había afectado y no era así.
JongIn se acercó, el brillo de antes había dejado sus bonitos ojos. Lo rodeo con su brazo por los hombros y lo llevo por el pasillo siendo la barrera entre él y los otros dos chicos.
-Kai…-
-Fue bueno verte Lu…- miro sobre su hombro a su amigo rubio sonriéndole para tranquilizarlo –cuídate-
Mientras pagaba y empacaban todas las bolsas en su coche, JongIn estuvo en silencio y distante. KyungSoo todavía se recuperaba del shock pero le dolía ver la reacción del moreno. Ciertamente JongIn aun creía que SeHun tenía el corazón de Kyung. Bueno y que podía esperar, había confesado gran parte de sus sentimientos antes. Sin embargo, nunca dijo explícitamente que su corazón ahora le pertenecía al moreno, porque lo hacía, JongIn se había ganado su cariño y corazón en tan poco tiempo y de una manera adorable aunque dolorosa para el mayor. Debería recibir un premio al más tonto de los tontos.
-¿Puedes llevarme a tu casa por favor?- dijo en un tono casi desesperado al ver que el camino del moreno llevaba a su propia casa. Debía hablar con JongIn.
-Puedes ponerlos en el garaje. Gracias- le dijo a uno de sus empleados una vez parqueo frente a su modesta mansión.
-Señorito Kim… Señorito Do- saludo el amable William –llegaron a tiempo para el almuerzo-
-Gracias William. En un momento…-
-Podrías guardarlo para más tarde William, debemos hacer algo antes, no tardaremos- interrumpió Kyung. Sabía que él era el menos indicado para dar órdenes al hombre, pero necesitaba hablar con JongIn, lo necesitaba.
El mayor asintió y se retiró. JongIn se quedó allí mirándolo atentamente, el brillo definitivamente se había ido. Armándose de valor Kyung avanzo y tomo la mano del moreno guiándolo hacia la habitación…
… …
-Me odia…- susurro SeHun –le hice algo horrible Lu, a él y a ti yo… yo soy una horrible persona, yo…-
-Sshh- lo tranquilizó el rubio enmarcando sus mejillas –no digas eso cariño. Está asustado, dale tiempo-
-No debí haber hecho eso, no debí haberte tratado así Lu, perdóname, perdóname amor- SeHun abrazaba con fuerza al menor como si temiera que este lo dejara.
-SeHunnie, todo quedo en el pasado amor…- acariciaba su espalda reconfortándolo –él entenderá que todo fue un error y podrán hablar de eso-
El abrazo se prolongó y no les importo que todos los miraran al pasar, ambos solo querían abrazarse y sentirse seguros.
-Lu… ¿Qué hacia tu amigo con KyungSoo?- pregunto minutos después cuando caminaban hacia el auto.
-Yo también me preguntaba… ¿Qué hacia JongIn con él?- el tono desanimado del menor llamo su atención.
-No has ido a verlo por mi ¿no es así?- bajo la cabeza –lo siento. Él tiene un lugar especial en tu vida y yo te estoy alejando de la única persona que te hizo feliz cuando yo te deje sin más…-
LuHan se adelantó y planto un profundo beso en los labios de su angustiado castaño. Por un momento pensó que había sido un movimiento estúpido, estaban en público y SeHun aún era una figura pública importante que debía mantener un perfil bajo, un escándalo no era lo que necesitaba su amado en esos momentos. Creyó que SeHun lo alejaría cuando sintió las manos de este en sus hombros, pero el mayor solo lo acerco más y profundizo el beso invadiendo la cavidad contraria con su ávida lengua.
Amaba cada momento que pasaba junto al castaño, pero cuando este lo besaba de esa manera tan profunda, íntima y suave, lo volvía loco.
-Llévame a casa…- susurro entre el beso LuHan –llévame a casa y hazme el amor-
SeHun gimió por lo bajo y se apresuró a llegar al auto aun sin romper el beso haciendo reír al rubio y a él mismo.
SeHun podía sentirlo en su interior, era absoluta y completamente feliz…
… …
Tao camino lentamente asegurándose que nadie lo estaba viendo en ese momento. Llego hasta la gran puerta de madera y la contemplo por un instante. Había estado más de una semana fuera de la mansión, bajo los cuidados y la sobreprotección de YiFan, días de los cuales había disfrutado. Pero debía volver al trabajo, si quería deshacerse del peligro para que él, su hermano, SeHun y LuHan pudieran ser felices debía comenzar a actuar ahora.
Se había puesto en contacto con el detective otra vez, el hombre había llegado a pensar que se había acobardado y desaparecido. Fue difícil convencer a YiFan de dejarlo volver al trabajo, pero nunca pensó que con un beso y la promesa de terminar con algunos asuntos antes de volver y quedarse por completo bajo el mismo techo que la peculiar familia Wang, lo convencería fácilmente.
YiFan no lo había dejado ir tan fácilmente así como así, el mayor aseguro que lo estaría vigilando de cerca ¿Cómo? No lo sabía, pero tampoco lo dudaba.
En un arranque de valentía el rubio se adentró al estudio de la Señora de la casa. El lugar ciertamente tenía el toque excéntrico de la mujer y no creía que eso hubiese sido idea del Señor Oh. La bruja de ChaeRin se estaba apoderando de todo lo que una vez le había pertenecido a su convaleciente esposo.
Sin perder más tiempo fue hasta el escritorio y trato de abrir los cajones, pero estos estaban cerrados con llave. Busco alrededor algo que pudiera servir como evidencia, pero no había terminado la escuela y sinceramente no sabía qué tipo de documentos eran los que había sobre la mesa o que buscaba exactamente.
Desistió y salió con cuidado de allí. Por ahora se preocuparía por la desaparición de TaeHyung, el chico al parecer se había ido sin decir nada a nadie dejando a todos los mayores y amigos preocupados…
No puede ser, imposible, eso pensaba…
No hay forma de que yo te pueda amar…
Solo estoy celoso…
Debe ser que me siento un poco solo…
Y así trate de engañarme… Pero ya no puedo negar…
Estos sentimientos por ti… Creo que te amo…
Debe ser así pues te extraño…
No lo puedo creer… Solo pienso en ti…
No puedo hacer nada… Solo esperar a que pase…
Me enamoro de ti…
No lo sabía pero, te necesito…
Y sin saberlo tú… te adueñaste de mi corazón…