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TRUE LOVE (HUNHAN - KAISOO) por NaTyK1995

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Notas del capitulo:

Recuerden que también pueden encontrar mis historias en Wattpad, me encuentran como ThaThayaAoi, pueden seguirme, votar y comentar por mis hijos editados y por supuesto disfrutar de muchas, muchas, muchas otras historias que encuentran allí.

 

Una vez termine aquí, voy a re-subir en Wattpad. 

 

El corazón del mayor latía deprisa, ansioso por ver el hermoso reencuentro entré sus dos adorados pequeños, aunque sabía que este estaría lleno de besos babosos, melosas palabras y sobredosis de ternura, quiso presenciarlo.

Pero esto no llego a pasar,  el silencio se prolongó y el aire se sentía pesado, la sonrisa de HoSeok empezó a desaparecer de a poco.

“-Tal vez es la conmoción del momento-”  pensó, pero su cuerpo se tensó al ver la transformación tan increíble que tuvo la mirada de SeHun justo antes de volverse hacia el menor.

-¿Qué?- su voz era ronca y como desde la noche en que se vieron por primera vez después de algunos años cargada de rencor y veneno, erizando por completo el cuerpo de los dos presentes.

La decisión y valentía que había adquirido LuHan en la mañana, se hicieron humo una vez los fríos ojos de su amado SeHunnie se incrustaron en lo profundo de su ser, algunas de las personas que transitaban por el pasillo parecían reconocerlos, ¿Quién podría olvidar al horrible y feo nerd que ahora era todo un bombón y a la famosísima parejita del año en la escuela?, algunos otros estaban atentos pues habían oído como LuHan llamaba “SeHun” al sexy castaño frente a él, todos preguntándose si ese era en verdad el famoso SeHun que el rubio siempre nombraba proclamándolo su “perfecto novio”  y que tantas veces los amenazo con que él vendría y los mataría si lo llegaran a tocar, algunos ya comenzaban a temblar, pero al ver tan tenso el ambiente y en como el sexy castaño respondió al saludo de su “novio”  comenzaron a dudar de que fuera ese SeHun.

-¿Vas a hablar o no?- pregunto tosco SeHun, poniendo las manos en sus bolsillos pareciendo desinteresado.

-¡SeHun!-  regaño HoSeok confundido.

“-¿Qué carajos está pasando?-”                                

-Yo…- la voz del menor tembló –Tú… haa…- no quería llorar, no frente a él y a todas esas persona que quien sabe cuándo comenzaron  a acercarse y prestar atención.

SeHun bufo y comenzó a caminar en otra dirección – Nos vemos Hyung- se despidió.

-¡¿Qué?!- HoSeok en seguida tomo el brazo de SeHun y miro a LuHan -¿Qué está pasando?- le pregunto, pero el rubio lo ignoro y miro con suplica al castaño.

-¡Espera!... ha-hablemos- finalmente dijo, su corazón hacia Bom-Bom-Bom y sentía que en cualquier momento explotaría, el frió trato de su amado lo estaba destrozando una vez más.

-¿De qué?- pregunto burlón el castaño.

“-¿De qué?-” en verdad preguntaba eso, LuHan no sabía que decir, el abismo frente a él se hacía aún más profundo con cada palabra y acto de SeHun.

-Por favor- pronuncio suavemente con sus ojos cerrados, el corazón de HoSeok dio un vuelco al ver al pequeño rubio de esa manera tan… derrotado y frágil, mientras tanto en el interior de SeHun se libraba una guerra entre sus dos tormentosas voces.

“-Acepta, habla con él y arreglen todo este mal entendido, olvida todo y simplemente bésalo, bésalo y dile lo mucho que lo amas…-”

Decía su corazón y mentiría si dijera que no se sentía tentado a tomar su palabra, pero algo se lo impedía, tenía miedo, miedo de que una vez más ese ser tan importante para él lo usara y lastimara de nuevo. Sus manos comenzaron a sudar y su frialdad a debilitarse cuando otra voz le hablo.

“-¡ACEPTA!, acepta, habla con él, no te das cuenta de que esta es tu oportunidad para vengarte… ¡Acepta y acaba con él!-”

Se escuchaba en su perturbada cabeza. Si, era la oportunidad perfecta para tomar su tan ansiada venganza, pero el solo hecho de saber que tendrá que hacer sufrir a su pequeño bonito, le carcomía por dentro.

“-¡TE ENGAÑO SEHUN!… ¡JUGO CON TUS SENTIMIENTOS, TE USO Y TE TIRO COMO TRAPO VIEJO, NO SOLO ESO ACABO Y SE BURLO DE TU FAMILIA!... ¡TIENES QUE HACERLO PAGAR!-”

-De acuerdo- pronuncio agrio y rápidamente tomo el delgado brazo de LuHan y lo arrastro bajo la atenta mirada de todos, el rubio mantenía la mirada baja,  su piel parecía estarse quemando con el tacto y fuerza que ejercía SeHun en su brazo, había extrañado de sobremanera a su amado castaño, toda la situación lo tenía bastante confundido pero estaba seguro de que todo se arreglaría y volvería a ser como antes, no supo en que momento atravesaron los pasillos y las escaleras, pero cuando fijo su mirada en el lugar ya se encontraban en la terraza.

Su cuerpo y alma se sintieron vacíos y sin rumbo una vez la mano del castaño se alejó de su piel.

-Bien… habla- casi le ordeno.

Quería hablar y tratar de aclarar todo, pero su maldita voz no salía y comenzaba a respirar rápidamente, sus nervios lo estaban traicionando, la inquisidora mirada de SeHun lo hacía temblar.

-¿Tienes algo que decir?- le insistió otra vez el castaño, comenzaba a desesperarse, aunque el lugar fuera espacioso y al aire libre lo sentía demasiado pequeño, su cuerpo reaccionaba a la presencia de su rubio pero su cabeza estaba haciendo un excelente trabajo controlándolo.

-Eso pensé- bufo molesto, pues esperaba al menos una disculpa pero ni una palabra de la boca del menor salió, decepcionándolo por completo, reacomodo su maletín y con paso elegante empezó a retirarse del lugar.

LuHan tembló, al fin lo tenía frente a él, y se comportaba como tonto, debía hablar no podía perder la oportunidad de arreglar todo y ser feliz nuevamente así que por impulso tomo con sus dos delicadas manos la fuerte y cálida de su amado.

En seguida una corriente eléctrica atravesó ambos cuerpos y solo por un momento sintieron que el tiempo se detenía.

-¿Por qué?- pregunto un lloroso rubio – ¿por qué SeHunnie?- volvió a preguntar.

El castaño se tensó por completo ¿Por qué?  Furioso se soltó del agarre y volteo, su respiración estaba agitada y trataba de controlarse.

-¿Por qué?- esta vez pregunto él –En serio LuHan… ¿por qué?-

Totalmente asustado por el movimiento tan brusco el menor retrocedió, su cuerpo entero estaba temblando y ya no sabía cuántas veces su corazón se había roto en mil pedazos, el odio que reflejaban los profundos ojos de su amado SeHun lo congelo, su mirada estaba bañada por lo que parecía ser decepción, tristeza, ira, rencor y lo que más le dolía asco, asco hacia él, nunca pensó que llegaría a sentirse así al lado de su SeHunnie, el comportamiento del castaño hasta el momento lo tenía nervioso y bastante preocupado pero una parte de él  aún mantenía viva la esperanza de que todo se trataba de una horrible y desagradable broma  o que tal vez todo era un enorme mal entendido, pero en cuanto las manos que una vez le regalaron el toque más cálido, delicado, tierno y  las caricias más exquisitas , lo tomaron fuertemente por los brazos, haciendo presión y causándole dolor y tal vez un pronto hematoma, todo rastro de nervios, preocupación y hasta su esperanza se esfumo por completo, siendo reemplazados por lo que hace mucho no sentía miedo. Otro fuerte dolor recorrió su cuerpo esta vez en su espalda, sin darse cuenta en que momento su cuerpo había sido estampado fuertemente contra una pared cercana y el agarre en sus brazos se intensifico.

-¡¿POR QUÉ?!- grito el castaño cerca de su rostro, los ojos de LuHan se abrieron a mas no poder,  las lágrimas que había tratado de contener rebeldes empezaron su recorrido, sus piernas en cualquier momento cederían y el frió comenzaba a invadirlo.

-Eres despreciable LuHan- escupió con ira SeHun –el ser más despreciable, egoísta, orgulloso y mentiroso, desagradable, molesto…- cada palabra era como un puñal clavándose lenta y tortuosamente en lo profundo de su ser, totalmente herido por lo que acababa de decir el castaño LuHan bajo su mirada y cerro sus ojos fuertemente, terror  y más terror recorría su cuerpo.

-¡MÍRAME!- le grito el mayor  jaloneando un poco sus adoloridos brazos, el rubio salto y se encogió aún más en su sitio provocando que el enojo del otro creciera más, totalmente cegado por la ira SeHun tomo bruscamente con una de sus manos la mandíbula del pequeño y levanto su cabeza.

-¡MÍRAME LUHAN!- volvió a gritarle al ver que este no habría sus ojos – ¿no eres capaz? – Dijo entre dientes – ¿Ah?  ¿Tan grande es tu culpa?  ¿Ahora la conciencia te perturba? –Con cada pregunta apretaba aún más su agarre –ábrelos –le ordeno, pero el rubio solo temblaba y lloraba en silencio.

-Y una mierda… ¡QUE LOS ABRAS!- volvió a empujar el frágil cuerpo hacia la pared.

-¡Mhng!- un suave quejido salió de los labios del rubio pero no abrió sus ojos, tenía miedo estaba totalmente aterrado por lo que se pudiera encontrar frente a él si lo hacía y ya se sentía bastante mal hasta el momento como para soportar esa mirada de su castaño.

-¿Te sientes culpable no?- susurro SeHun en el oído del menor, provocando que una especie de electricidad recorriera su cuerpo y al mismo tiempo se preguntara “¿Por qué debería sentirse culpable?”  

-Eres un pequeño mentiroso, una molestia- ¿Mentiroso?  LuHan se confundía más y más ¿porque era un mentiroso?  ¿Molestia? una molestia eso era ahora para su amado y le dolía saberlo.

Después de unos segundos dolorosos para el rubio el agarre de SeHun se soltó por completo y entonces sus brazos dolieron aún más, con sus propias manos froto  las zonas afectadas.

-Mi madre tenía razón- hablo SeHun –tú al igual que tu madre… estas sucio- esto último asesinó  el alma del rubio, esta vez sus ojos se abrieron a mas no poder y con desesperación y tristeza miro al alto.

-SeHun…- susurro.

-Ella siempre me lo dijo… me advirtió sobre ti y la… puta de tu madre- la mirada de SeHun estaba ida, no enfocaba un punto en particular y su voz era rasposa, la ira lo estaba controlando y hablaba por él, más tarde se arrepentiría… tal vez, pero ahora solo pensaba en devolver todo el sufrimiento causado.

-¡No!- exclamo LuHan, trato de gritar pero el nudo en su garganta se lo impidió, no podía creer lo que escuchaba, su SeHunnie no podía estar diciendo eso de su adorada y angelical omma.

-¡EMBUSTERAS, MENTIROSAS, EGOÍSTAS, ORGULLOSAS E INTERESADAS! –grito y volvió a acercarse a un muy tembloroso rubio -¡Así son las personas como tú y tu madre LuHan, nocivos, poca cosa un estorbo!… basura- su mano derecha tomo el cabello de LuHan por la nuca y halo de este un poco hacia atrás.

-¡SeHun!- dijo LuHan alterado interponiendo sus manos para que el cuerpo del furioso castaño no acortara más distancia.

-¿No te avergüenzas?- le pregunto al menor -Andando por ahí, meneando el culo sin pudor, engatusando y abusando de las personas, follando con quien sea para obtener miserables cantidades de dinero, arrastrándote como sanguijuela y restregándote como animal en celo… ¡ME DAS ASCO!-  soltó bruscamente  la cabeza del rubio, su respiración estaba agitada, la imagen de su padre inmóvil en la cama y todo lo que le había dicho su pobre madre le daban las fuerzas y el rencor que necesitaba para hacer todo esto, no estaba pensando con claridad y estaba muy dolido, debía tomar venganza, por su padre, su madre, el apellido de su familia y por él mismo.

-¡BASTA!- esta vez sí pudo gritar,  los sollozos comenzaron a ahogarlo, el dolor era insoportable, su SeHunnie nunca le diría algo como eso, no lo trataría de esa forma, no haría nada que pudiera lastimarlo, este ser frente a él no era su amado SeHun.

La cabeza y los pensamientos de LuHan comenzaban a distorsionarse ahora en verdad estaba creyendo que había hecho algo malo y por eso su SeHunnie estaba enojado.

SeHun por otro lado sonrió con burla.

-Solo digo la verdad- dijo simple y poniendo sus manos en los bolsillos.

-¿Qué verdad?- pregunto con suplica el menor –SeHunnie, ¿no entiendo de que me estás hablando?-

La mirada de burla desapareció y la fría y vacía volvió –que no me llames así –apretó sus dientes –perdiste ese privilegio-

-¡NO!- grito acercándose al alto y tomándolo por los hombros le dijo -¡Tú eres mi SeHunnie, mi adorado SeHunnie!… mío, ¡MÍO! y de nadie más… tú me lo dijiste… me prometiste… ahh- hablaba entre los múltiples sollozos y se sostenía lo más fuerte que podía de los hombros del contrario –Te amo… mi amor por favor… duele, duele mucho, basta- pedía hipando, su rostro ya estaba mojado en su totalidad y su mirada estaba rota.

-¿Duele?- pregunto con sorna el alto –tú no sabes lo que es el dolor, no sabes lo que es que te engañen y te usen como a un objeto, que te crean una mierda y un imbécil- SeHun tomo con fuerza las manos del menor y las alejo de su cuerpo –no tienes ni la menor idea-

Pero el castaño estaba equivocado, por supuesto que LuHan  conocía  perfectamente el dolor, ha tenido que vivir con él todos estos años, por perder de la manera más cruel a su madre y pequeña hermana, por perder al que una vez considero como a un padre y por perderlo a él, el dolor siempre lo acompañaba  y parecía no querer dejarlo.

-SeHun…- quería decirle algo, oírlo hablar de esa manera le preocupaba,  algo le había pasado estaba seguro y él lo iba a averiguar, pero el alto lo interrumpió.

-¡Calla! Me decepcionaste LuHan… no sé cómo pude creer en… una basura como tú- otra vez esa mirada llena de asco, repulsión, desaprobación y reproche –desaparece de mi vida- dijo antes de volverse y emprender su camino.

Se estaba alejando, el amor de su vida se alejaba de a poco y lo dejaba destruido, solo y necesitado de compasión, abrazos y amor. No podía permitirlo algo hizo mal y haría cualquier cosa por remediarlo.

-¡PERDÓNAME!- grito desesperado, acto que provoco que el cuerpo del castaño frenara en seco -¡perdóname SeHun, por favor!- rogó. 

“-No sé qué es lo que he hecho mal, pero perdóname amor mío, perdóname-”  pensaba LuHan.

El alto se volvió  y paso su intensa mirada de pies a cabeza por el pequeño cuerpo –Lo que hiciste no tiene perdón, LuHan- dijo sin más.

-¡Lo sé!- dio unos cuantos pasos adelante -¡Lo se SeHun!… ¡pero perdóname, te lo pido por favor!- lloraba el menor.

-Entonces… ¿lo admites?- el dolor pinto sus palabras por un momento, pero logro mantenerse en pie. Su pequeño bonito lo estaba admitiendo y dolía, dolía como nunca. Tanta ignorancia y negación por parte del rubio para al fin terminar aceptándolo y atreverse a pedir perdón tan descarada y tranquilamente.

LuHan no sabía de qué estaba hablando SeHun, no sabía cuál era la causa de todas las emociones que se apoderaban de su amado, cuál era la causa de este doloroso y cruel comportamiento y mucho menos sabia porque estaba pidiendo perdón, no sabía que era lo que estaba admitiendo. Lo único que tenía por seguro, era que no iba a perder lo único más amado que le quedaba en el mundo y haría cualquier cosa por mantenerlo, si pedir perdón era la solución, lo haría sin importar que.

-S-si… yo… lo admito, me equivoque… lo que sea que te haya hecho, fue un error… una estupidez y lo siento, lo siento tanto SeHunnie… perdóname, perdóname por favor mi amor- pidió, su voz ahogada por el llanto.

Un atisbo de sorpresa se dibujó en el rostro del castaño pero inmediatamente volvió a su postura original.

-No lo pidas… suplica- dijo frió. El menor lo miro sorprendido -¿Me amas LuHan?- le pregunto acercándose él también -¿No decías  amarme más que a tu propia  vida?-pronuncio dándole  una mirada de súplica bastante falsa.

-Sabes que si- dijo suavemente el rubio con una pequeña sonrisa.

-Entonces, demuéstramelo –su mano acaricio con suavidad  la mejilla mojada, levemente inflamada y colorada por la presión de hace unos minutos –demuéstrame que me amas y suplica por mi perdón LuHan- el mayor  limpiaba con suavidad los rastros de lágrimas.

-te lo suplico SeHun- dijo sin pensarlo siquiera un segundo, sus ojos se habían cerrado disfrutando de la calidez de su amado –por favor, perdóname te lo suplico –repitió colocando una de sus manos sobre la del castaño.

-Arrodíllate- casi ordeno, LuHan abrió sus ojos y fijo su mirada en los del otro –Gánate mi perdón LuHan ¿o no lo quieres?- los minutos parecían pasar y LuHan no se movía, la petición de SeHun lo desconcertó, buscaba en sus ojos algo que le advirtiera que era una broma, pero no era así.

-Eso pensé, no me amas lo suficiente – dijo con fingida tristeza y comenzó a alejar su mano de la lastimada piel del rubio, esto hizo actuar en seguida a LuHan y rápidamente doblo sus piernas postrando sus rodillas en el frió, duro y lastimero piso de concreto, golpeándolas un poco por la rapidez y fuerza ejercidas.

Una vez más SeHun estaba sorprendido, le pedía esas cosas precisamente porque pensó que el ahora orgulloso de su ex declinaría de ello, pero nunca pensó que sería todo lo contrario, una sonrisa maliciosa se dibujó y entonces la voz que hasta el momento se había mantenido callada hablo.

“-Es tu oportunidad… lo tienes comiendo de tu mano, úsalo como él lo hizo contigo-”

-Por favor SeHun… perdóname- volvió a pedir el menor con lágrimas en sus ojos, sabía perfectamente que se estaba humillando, rebajando a lo mas poco que había pero solo pensaba en recuperar a su SeHunnie, traer de vuelta al SeHun tierno, amable, risueño, encantador y amoroso y lo haría cueste lo que cueste. Todo esto estaba por encima de su orgullo y dignidad, pero no le importaba en lo absoluto.

El alto volvió a acariciar el rostro del menor y sonriéndole dijo –es muy admirable de tu parte, LuHan- el menor sonrió –pero… no es tan fácil –SeHun doblo sus rodillas un poco para quedar a su altura, bastante cerca de su rostro –no solo debes ganarte mi perdón, si no también mi amor… de nuevo- la sonrisa del menor desapareció y quiso llorar “¿de nuevo?”   acaso eso quería decir que ya no lo amaba… no, no lo permitiría, se prometió así mismo que protegería, defendería y recuperaría a capa y espada lo que le pertenecía y SeHun le pertenecía, se pertenecen y lucharía por eso, por el amor de su amado.

-¿Que tengo que hacer?- dijo –haré lo que sea, lo que sea por ti SeHun- decía desesperado, sus manos encima otra vez de las del castaño.

SeHun sonrió –Luchar por mí… demuéstrame que en verdad me amas, ahora estoy con alguien, alguien realmente maravilloso… demuéstrame que eres mucho mejor que él, que me amas más que él –esas palabras hicieron doler aún más el pecho del menor pero ni siquiera eso lo detendría y haría desistir de luchar por él.

-Por ahora- dijo el mayor poniéndose de pie –confórmate con ser simplemente… el otro- dicho esto se retiró a paso lento del lugar, justo antes de abrir la puerta se giró y con una media sonrisa le dijo -No me decepciones esta vez… LuHannie- sin más se marchó, dejando a un casi muerto en vida rubio con sus ojos llenos de lágrimas las cuales salieron en cuanto el primer sollozo escapo de sus labios.

“-El otro, el otro, el otro… simplemente el otro-”

Se abrazó a sí mismo  y llorando desgarradoramente se lamentó y se culpó por ser un idiota, imbécil, estúpido, orgulloso, mentiroso, despreciable, egoísta y molesto por perder al amor de su vida… todo era su culpa, él fue el culpable de que SeHun lo tratara así, de que lo odiara y despreciara, por su culpa su relación se marchito…

Eso le dijo SeHun y él lo creyó.

TODO ERA SU CULPA”

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

La mañana paso muy rápido para unos y muy lento  para otros, la campana del recreo sonó y una estampida de jóvenes hambrientos o simplemente desesperados por dejar las cámaras de tortura  invadió los pasillos, un preocupado JongIn buscaba incesantemente por todas las aulas y lugares que se le ocurrían a su pequeño, después de evadir  las preguntas y escapar exitosamente de su amigo con un “¡Salgamos, te comprare lo que quieras!”   Las horas de clase fueron eternas al no tener noticias que le aseguraran que su pequeño estuviera bien, el hecho de que Chen estuviera en la misma universidad significaba que el maldito también lo estaba, su corazón dio un vuelco al recordar que hace un tiempo LuHan le había mencionado que su Amado se encontraba impartiendo la carrera de Administración de Empresas y Negocios Internacionales, ¿podría ser peor aún?

“-¡La misma carrera en la que se encuentra mi pequeño Ángel!-”

-No…- apenas pudo susurrar, cuando sus piernas ya se encontraban corriendo lo más que podía, no sabía hacia donde se dirigía él solo quería encontrar a su niño sano y a salvo.

 … …

Cuando la campana al fin sonó, KyungSoo no perdió tiempo y salió en seguida del aula, buscaba desesperadamente con su mirada a su Amado SeHun, tenía que encontrarlo y hacer lo posible por mantenerlo lejos del rubio, al no encontrar señales del castaño en los patios del lugar se dirigió al edificio de Administración.

“-Tal vez aún está en su aula-”  pensó.

Reviso atentamente el primer piso y no encontró a quien buscaba, trato de preguntar a la recepcionista pero esta lo ignoro olímpicamente mientras seguía hablando por teléfono, limando sus uñas y masticando asquerosamente goma de mascar, comenzaba a desesperarse hasta que un muy amable chico que parecía ser de primer año le dio alguna esperanza, describiéndole a un muy sexy, alto, acuerpado, esbelto, atractivo y condenadamente todo un Adonis, supuso él que sería su castaño, rápidamente se dirigió a las escaleras, al parecer el chico lo había visto en las aulas de Estadística.

Su cabeza estaba llena de una cosa y la otra, que decirle, que hacer, como comportarse todo lo nublaba, tanto así que no presto atención y cuando puso un pie en el primer escalón, choco aparatosamente con algo, o más bien con alguien, perdiendo totalmente el equilibrio el frio y duro suelo le dio la bienvenida, llevando su trasero y espalda baja la peor parte.

-¡Aaggh!- se quejó el bajo al caer, con una de sus manos acaricio parte de la zona adolorida, mientras intentaba levantarse, pero su espalda dolió otra vez y volvió a caer.

-¡Aishh!- volvió a quejarse y decidido a discutir con el idiota que lo golpeo levanto su mirada, encontrándose con un moreno casi que petrificado viéndolo atentamente, sus ojos  se encontraron con los del contrario y una especie de calor comenzó a invadir su adolorido cuerpo que raramente ya no dolía tanto, un leve temblor se apodero de sus piernas y su corazón comenzó a latir desmesuradamente, sus ojos se abrieron por completo e instintivamente llevo una de sus manos a su pecho, ¿Qué le ocurría a su loco corazón?  Nunca había experimentado tales sensaciones y temía  por la rapidez con la que latía su órgano y ¿si estaba enfermo, si algo andaba mal con su corazón?, debería visitar al doctor y asegurarse.

Por otro lado después de correr en busca de su niño y seguir sin resultados un furioso JongIn descendía por la escaleras cuando algo se interpuso en su camino, escucho el quejido proveniente de este algo,  luego el sonido seco de la caída y frustrado por la intromisión quiso alegar al otro, pero todo intento de habla murió al ver que se trataba nada más y nada menos del chico de labios carnosos y hermosos ojos, su mirada viajo por el pequeño y delicado cuerpo, piernas ligeramente esbeltas y finas, casi pudo jurar que estas temblaban un poco pero no presto atención a ello pues su mirada fue atrapada por los ojos del otro, una vez más sintió esa especie de opresión en su pecho, la misma que lo ataco la primera vez que lo vio y la que sentía cada vez que sin saber porque pensaba en el chico, quiso sonreír pero en ese momento recordó quien era y fue inevitable que la ira le hiciera compañía a su emoción.

“-¡Él al igual que el maldito, también causo el dolor de mi lindo Ángel!-”   Se gritó mentalmente, tubo el impulso de ignorarlo y si era posible pasar justo sobre  él, pero la mirada del pequeño pelinegro lo congelo, ambos se miraron atentamente, sin parpadear y cada uno teniendo una discusión interior con los extraños sentimientos que comenzaban a emerger, toda mala acción que planeaba tener el alto con KyungSoo quedo en el olvido al ver como el pequeño intentaba por tercera vez ponerse de pie y nuevamente se quejó de dolor, llevado por sus instintos según él  quiso creerlo, rápidamente se inclinó y tomo el brazo del bajo.

-¿Es-estas bien?- pregunto, su mirada una vez más fue atrapada por la del pequeño pelinegro, el tacto de sus pieles quemaba aun con el suéter del bajo de por medio y el tiempo casi parecía haberse detenido, con un pequeño y nada forzoso jalón logro ponerlo de pie, quedando sus rostros más cerca de lo que deberían.

KyungSoo rogaba porque sus piernas no fallaran y su respiración volviera a la normalidad, no sabía en qué momento había dejado de hacerlo. 

-Yo…- ninguna  palabra salía de su boca.

-Te… te golpeaste, ¿estás bien?- volvió a preguntar y se sintió tonto, “¡es lo mejor que puedes decir en un momento así!”  Se regañó mentalmente.

El cálido y dulce aliento del castaño golpeo suavemente el rostro de KyungSoo y pudo jurar que sus mejillas estaban coloradas a mas no poder, la cercanía lo estaba matando y era su idea o de repente comenzaba a hacer calor, sus labios y garganta estaban totalmente secos así que su inocente lengua paso rápidamente por estos y trago pesadamente, provocando un ligero tirón en la parte baja del alto, definitivamente estaba haciendo mucho calor.

-¿Kai?... ¿Kyung?- pregunto una voz, la cual interrumpió los pensamientos poco sanos y traicioneros del pequeño trayéndolo de nuevo a su cruel y ahora bastante distorsionada realidad, la culpa nuevamente lo invadía y la confusión hacía estragos en su interior. 

“-¿Pero qué demonios me está pasando?... contrólate KyungSoo-”  se regañó a sí mismo  y rápidamente se separó del moreno pecado andante encontrándose con la mirada confundida pero algo divertida de Chen, quien pasaba sus ojos de uno en otro.

-¡Chen!- exclamo algo exaltado, y si le decía a SeHun… debía explicarle –Yo, ¡no es lo que crees!- dijo rápidamente negando con sus manos, pero contrario a lo que pensó su amigo soltó  una pequeña risa  y negó suavemente.

-¡En serio!, no estaba pasando nada…- se excusaba el más bajo, pero al ver que la mirada divertida seguía allí sus nervios aumentaron -¡No pienses cosas que no son!- le dijo señalándolo.

Chen lo miro sorprendido por un momento antes de sonreír nuevamente –Yo no estoy pensando en nada- dijo levantando sus manos en señal de rendición hacia el dedo acusador de su pequeño amigo –O… ¿debería?- preguntó mirando burlón a su moreno amigo.

-¿Qué?- el alto apenas despertaba del trance causado por el pequeño encuentro.

-¡NO!- grito y aseguro rápidamente el bajo.

-Bien- dijo el mayor de todos aun sonriendo, un incómodo silencio se presentó y Chen estaba divirtiéndose bastante con la situación frente a él, dos nerviosos chicos desviaban sus miradas y temblaban con sus rostros totalmente pálidos mientras él los observaba atentamente, los tres simplemente estaban allí de pie en total silencio hasta que el mayo decidió hablar.

-Kai… ¿encontraste a tu amigo rubio?- le preguntó inocentemente. El nombrado abrió desmesuradamente sus ojos, por un momento se había olvidado de su niño y su corazón dolió por eso.

-Ah… ¡Cierto! Yo… se-seguiré buscándolo- dijo nerviosamente y  cuando quiso volverse se topó nuevamente con la mirada que lo estaba empezando a absorber, ambos conectaron otra vez y bastante cerca uno del otro sus alientos hacían temblar el cuerpo del otro, KyungSoo rápidamente intento hacerse a un lado para darle espacio al moreno pero este le siguió  quedando otra vez en la misma posición.

-Lo siento-

-lo siento-

Se excusaron ambos y comenzaron a moverse pero como si el todo poderoso estuviera en su contra una vez más chocaron, abrumado por lo ocurrido JongIn tomo delicadamente  al pequeño por sus brazos y dándole una pequeña sonrisa  lo hizo a un lado.

-Así está mejor- le dijo –Nos vemos Chen- se despidió de su amigo dándole una rápida mirada, este no respondió.

-KyungSoo- pronuncio suavemente en señal de despedida, el bajo juro que nunca antes nadie le había llamado con ese tono de voz tan condenadamente sexy, totalmente abrumado y desconcertado solo pudo asentir en respuesta al moreno, este soltó el agarre que tenía en sus brazos lentamente causando sin querer una suave caricia que estremeció el cuerpo de ambos.

El bajo quedo absorto en sus pensamientos, definitivamente algo estaba pasando con él, sus manos sudaban, sus piernas temblaban, sentía un calor interno que se apoderaba de su agitado corazón casi quemándole por dentro y su cabeza comenzaba a doler.

Chen estaba atento a las reacciones de su bajo amigo y una sonrisa se formó en su rostro una vez más, la situación era bastante buena para él, se divertiría bastante con esos dos. Dejo pasar unos minutos para que la cabeza de su amigo se despejara un poco.

-Kyung…- llamo al pequeño –Kris llamo, su vuelo sale hoy en la noche-  

-¿Ahh?- Kyung se sentía confundido, pensó que su mayor se aprovecharía de la situación pero en cambio fue el mismo quien cambio el tema de conversación  -Tan pronto- se lamentó KyungSoo siguiendo al mayor, después de todo era lo mejor para él.

El mayor asintió –así que, ¿Por qué no vamos a despedirnos de él?- pregunto.

-C-claro- aseguro con una pequeña sonrisa.

-¡Bien!... ahora vamos a decirle a SeHun- tomo a su ido compañero y se lo llevo de la mano…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

Las clases terminaron, y MinSeok esperaba pacientemente en la puerta de la Universidad a su amigo para poder irse, algunos minutos pasaron y comenzaba a irritarse solo quería llegar ayudar un poco a su Tía y enseguida recostarse junto a LuHan y dormir plácidamente como lo venían haciendo desde hace una semana, pero sus planes estaban siendo arruinados pues su moreno amigo no aparecía.

Tomo un pequeño impulso para ponerse de pie e ir en su búsqueda cuando a lo lejos pudo divisar a el causante de su irritación, un poco molesto por la espera se dirigió hacia el moreno, su molestia se disipó poco a poco pues mientras se acercaba logro ver el raro pero gracioso rostro de este, su mirada no enfocaba nada precisamente, su boca entre abierta, sus brazos colgando lánguidamente y casi que arrastraba sus pies para caminar.

La imagen era bastante graciosa para MinSeok que sigilosamente se puso a un lado de su distraído amigo, el peli rojo reía por lo bajo pues su amigo parecía una especie de zombie en busca de comida, mientras pasaba su mirada de arriba y abajo por el cuerpo de JongIn, otra risa se disparó de solo imaginarse al alto con los brazos extendidos hacia adelante y diciendo “cerebro, cerebro”, bien estaba viendo demasiada televisión.

Cuando llegaron al parqueadero, el peli rojo se dirigió al lujoso convertible pero enseguida se percató de que el moreno no lo seguía así que lo busco con la mirada encontrándolo a unos metros de distancia ¡el tonto había pasado de largo!  Rápidamente corrió hacia él y tomándolo por el brazo lo giro.

-¡JongIn!- le grito ganándose una mirada confusa de este.

-¿Qué?-

-¡¿Cómo Qué?! ¡¿Estás loco?!- volvió a gritarle y lo tomo por los dos brazos.

-¿De qué hablas?- trato de soltarse del agarre.

-¿Quieres morir, tonto?- le dijo MinSeok soltándolo y señalando con una de sus manos a la derecha, el moreno siguió la dirección y se encontró de lleno con el fin de la acera a solo unos centímetros, su cara palideció o eso pensó el bajo y sus ojos se abrieron de sobremanera.

-¿Pero qué?… ¿me ibas a dejar morir?- acuso a MinSeok y este enseguida lo miro indignado.

-¿Yo?... pero si… ¡aisshh!- el bajo se froto con la mano su pelo y se giró para caminar hacia el auto.

-¡Yah, Min!...- lo llamo Kai, pero este lo ignoro.

-¡Vamos a casa!- le grito.

-Un momento…- dijo JongIn  una vez dentro del auto -¡LUHAN!- dijo exaltado, como pudo olvidarse de él, su niño tal vez lo necesitaba en estos momentos y él estaba perdiendo el tiempo con cosas y personas equivocadas, rápidamente intento bajar pero fue detenido por el peli rojo.

-Se fue temprano…- su mirada se apagó un poco y bajo la cabeza –al parecer no se sentía bien- termino.

-¿Qué? Pero…-

-Está bien, llame a la Tía Min y está allí… encerrado en su habitación… de nuevo-  pronuncio pausadamente.

JongIn suspiro pesadamente y arranco el auto…

 

 

 

… …

 

 

 

 

Después de casi media Hora buscando sin ningún resultado al frio castaño, Chen se encontraba parado frente al gran portón de la mansión de este, anteriormente paso y dejo a KyungSoo en su casa pues el pequeño no se sentía preparado aun para conocer a sus suegros además de que SeHun nunca se lo había mencionado.

Toco el timbre y solo unos segundos después un lindo chico de cabellos castaños un poco más bajo que él y labios rojos de tamaño simplemente perfecto abrió la puerta, este le miro esperando a que dijera algo pero el alto solo soltó un silbido al aire y sonriendo coquetamente le dijo:

-Pero que belleza-

-¿Disculpe?- pregunto el pequeño confundido y Chen casi pudo oír a los pájaros cantar con la gruesa pero a la vez suave y delicada voz que este poseía.

-Simplemente hermoso- volvió a decir descolocando una vez más al bajo que no pudo evitar un ligero color carmesí  en sus mejillas.

-¿Pu-puedo ayu-darlo en- en algo?- dijo nervioso y Chen casi pudo morir de ternura.

-pero por supuesto, que claro, que si- dijo apoyándose con un brazo en el marco de la puerta acercándose más al castaño e intimidándolo.

-¿E-en qué?- pregunto nervioso.

-Nombre y teléfono- dijo y en su mano libre ya tenía su móvil listo para anotar.

-¿Qué?- pregunto el bajo mirando el lujoso aparato.

-Nombre y teléfono,  cariño- volvió a repetir pero la mirada del castaño no dejaba al aparato –vamos no seas tímido bebé- el castaño reacciono en cuanto sintió la mano del otro acariciando su mejilla y rápidamente la aparto.

-¡No me toque pervertido!- le grito y frunció el ceño.

-¡Anda! Sé que te tiemblan las piernas y sientes que hace mucho calor y créeme no es el calor, soy yo nene-  hablo seductoramente mientras tomaba nuevamente el rostro del pequeño y lo acercaba al suyo, pero fue apartado.

-¡Aléjese!- volvió a gritar el castaño y trato de cerrar la puerta pero el alto se lo impidió asustándolo de sobremanera.

-Chico difícil ¡eh!… me encanta- le dio una sexy sonrisa que para el bajo pareció nada más que aterradora.

-¡Aléjese le digo!- volvió a gritar desesperado -¡tengo novio!-

-¿Qué?- Chen se detuvo en seco y miro atentamente al otro -¡Esta bien! Ya, Ya lo siento- se disculpó inmediatamente, el forcejeo por la puerta se detuvo y el castaño miro al alto aun un poco desconfiado.

-No te preocupes, prefiero ser el plato fuerte- dijo acomodándose la ropa.

-¿Plato fuerte?- pregunto inocentemente, Chen soltó una carcajada el chico era bastante inocente, justo como le gustaban y le ponían demasiado pero como le había dicho al pequeño él siempre era el plato fuerte y los comprometidos no eran lo suyo.  

-Olvídalo, tú te lo estás perdiendo- dijo tomando su posición seductora otra vez – apuesto lo que sea a que soy más guapo- sonrió.

-¡JA! Mi Hobi es miles de millones de veces mucho más guapo que tu ¡FEO TROLL!- le grito, sorprendiendo y enojando un poco al alto.

-¡TaeHyung!- le llamo una voz femenina – ¿qué clase de comportamiento es ese para con los visitantes?- lo regaño tomando posición al lado de este y mirando al alto curiosa.

-Pero Nonna…-

-No importa- lo corto -¿usted es…?- cuestiono.

Chen miro atentamente a la chica rubia que tenía frente a él, era bonita no podía negarlo pero no le causaba nada, un esbelto cuerpo cubierto por ese uniforme color durazno, mocasines blancos y una venda con caras dibujadas en su mano, la hacían ver adorable para otros pero para Chen era simplemente una horrible mujer que interrumpió su intento de conquista.

-¿Esta SeHun?- pregunto con un tono de voz completamente diferente, frio y plano ignorando a la chica.

-No-

-Si-

Respondieron a la misma vez Tae y la chica, se miraron con los ojos abiertos y rápidamente cambiaron su respuesta.

-Si-

-No-

Volvieron a mirarse tratando de decirse algo con la mirada pero la limpia carcajada del intruso les llamo la atención.

-Yo mismo lo comprobare- dijo pasando de largo por ambos, entrando de lleno al vestíbulo.

-¡Ya!... mocoso- lo llamo la rubia corriendo tras de él.

-¡Feo Troll detengase!- le grito el pequeño.

-¿Qué sucede?- pregunto la profunda voz, causando una corriente fría por el cuerpo de los presentes que se encontraban forcejeando entre sí.

-¡SeHun,  amigo!- dijo Chen aliviado.

-¡Joven Oh!-  pronuncio la rubia.

-¡Hyung!- dijo feliz el castaño.

SeHun los miraba atentamente con un vaso de leche en sus manos desde el inicio de las escaleras, los tomo por sorpresa.

-¡Me quieren comer, SeHun has algo!- fingió desesperación y alzo sus manos a su amigo en busca de ayuda.

-Déjenlo- les ordeno, los empleados enseguida obedecieron y miraron al piso –Sube- sin más se fue en dirección a su habitación.

Chen miro profundamente al pequeño hasta que este lo soltó rápidamente, una vez liberado se soltó del otro que era sostenido por la rubia, subió las escaleras y casi al terminar se giró y giño un ojo al pequeño, pero este le hizo mala cara y saco su lengua groseramente, Chen sonrió y siguió su camino.

-TaeHyungnie…- llamo la rubia minutos después rompiendo el silencio.

-¿Mnh?- la miro.

-¿Desde cuando el joven HoSeok y tú  son novios?- la rubia lo miro acusadoramente tratando de ocultar una sonrisa.

-¡AAHH!- el pequeño estaba totalmente rojo de la vergüenza, su querida Nonna lo había escuchado decir eso  “Que vergonzoso”.

-Yo… él…- trataba de decir algo pero nada se pasaba por su cabeza.

-Te gusta HoSeeoook, quieres besarlooo, casarte con éélll, que te haga suyooo- cantaba la rubia y Tae podía jurar que sus mejillas y su corazón estallarían en cualquier momento.

-¡Ya!... si es mi novio… es solo que… el aún no lo sabe-  susurro lo último avergonzado.

-Awww eres tan lindo- decía la mayor mientras apretaba una de sus coloradas mejillas.

-¡Basta!- se quejó y se retiró del lugar, dejando a una muy sonriente rubia allí…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

-Llegaremos tarde- dijo SeHun parado en medio del vestíbulo viendo como el idiota de su amigo caminaba de un lugar a otro buscando al pequeño Tae.

-¡Agh!- se quejó el otro – no está- dijo haciendo un lindo puchero.

-Vámonos- se dio la vuelta el alto, hacia la puerta.

-Quería despedirme, ¿acaso se está escondiendo de mí?- se preguntó en voz alta -¡JA! Lo cautivé por completo- sonrió con orgullo.

-Ya lo creo- dijo sarcástico el alto.               

-Claro que sí, soy irresistible- Chen comenzó a adularse a sí  mismo mientras caminaban hacia la puerta, pero justo cuando el castaño abrió la puerta una figura alta y sombría se reflejó frente a ellos.

-¡Y una mierda!- exclamo Chen -¡que jodido susto!- dijo con una mano en su pecho y respirando profundamente.

SeHun simplemente lo miro y le pregunto:

-¿Qué quieres?-

El sujeto tardo en responder solo miraba atentamente los profundos y vacíos ojos marrones que le miraban expectantes.

-¿Y bien, hablaras?- volvió a decir esta vez algo exasperado.

El otro al fin reacciono y bajando la cabeza respondió.

-Tra-trabajo aquí Se-señor- dijo nervioso.

SeHun lo miro sospechosamente.

“-¿trabajar aquí?, ¡pero si el tipo fácilmente podría ser un ninja asesino!-”  Pensó Chen.

-Nombre- exigió el castaño, el recién llegado tembló. Estaba a punto de responder cuando una voz los interrumpió.

-¡TaoTao!- dijo la animada voz, atrapando la fría mirada de todos, la chica no se intimido y se acercó a ellos -¡al fin llegas! La Señora ha estado preguntando por ti- le dijo con una pequeña sonrisa.

-¿Mi madre?- el castaño frunció el ceño y miro nuevamente al otro -¿Por qué?- pregunto receloso.

-Así es joven Oh- respondió la rubia –Tao es el nuevo jardinero,  ya sabe cómo se pone La Señora con respecto a sus flores-

SeHun miro aun sin confiar al rubio reconociéndolo como el nuevo protegido de la señora Choi.

-Así que tú eres quien pone esas estúpidas flores en el recibidor- soltó con sequedad. Tao se encogió de hombros en seguida.

-Si-si… lo siento… por eso señor… no volverá a pasar-

-Bien… eso espero- dijo y salió de la mansión, justo al pasar al lado del otro sus miradas tuvieron una especie de conexión, el castaño pudo sentir la tristeza emanando de sus ojos y como si este le pidiera perdón, extrañado por la sensación apresuro el paso y se alejó, seguido de un Chen aun nervioso por la presencia del rubio.

Tao se quedó mirando fijamente la espalda del castaño, sabía que este regresaría en cualquier momento pero no se imaginó que sería tan pronto y mucho menos que fuera este quien le abriera la puerta, de alguna manera sintió como la mirada del castaño escavaba profundo en su ser, pudo ver el rencor, la tristeza, la ira y el odio en ellos y el vacío de su alma, se sintió culpable y arrepentido y las ganas de correr y hablar con el castaño se hicieron presentes.

-Pasa, hace frio y puedes enfermar- la dulce voz de su Nonna lo saco de sus pensamientos, entonces recordó porque estaba haciendo todo y su culpable corazón pudo tomar un pequeño respiro. 

“Su amado hermano lo valía todo”…

 

 

Intento borrarte con mis lágrimas…

Intento dejarte ir…

Porque, parece que eso es lo que quieres…

Ya no puedo confiar en nadie…

Con tu voz fríamente me dijiste que todo se ha evaporado…

Tú mirada se volvió dura…

Y tus labios se secaron…

¿Dime que tengo que hacer?... ¿Puedes volver a mí?...

Me haces llorar…

Eres la razón por la que vivo…

Por favor no me dejes… solo dime ¿Por qué? ¿Por qué?...

Por favor limpia mis lágrimas… me estoy volviendo loco…

Quiero oír tu voz hablando con amor…

Grito con tristeza… No me dejes por favor… Pero…

Me haces llorar…

MBLAQ

Notas finales:

 

 

 


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