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TRUE LOVE (HUNHAN - KAISOO) por NaTyK1995

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Una semana después… 

Era un buen día para arreglar las plastas, el sol brillaba como nunca lo hizo estos últimos meses y debía aprovechar el clima, los rociadores estaban encendidos mientras él estaba parado en medio cortando pequeñas ramas, emparejando los arbustos y hablándole a las plantas sin importarle ser mojado en el proceso. Disfrutaba mucho el tiempo que pasaba junto a sus pequeñas amigas y podría decirse que después de las dos personas que más amaba en el mundo las flores ocupaban también parte de su corazón.

-¡TaoTao!- lo llamo una voz, volviéndose se encontró con Victoria parada en la acera.

-Nonna- dijo suavemente en forma de saludo una vez que llego hasta la chica.

-¡Vaya! Tan temprano y ya estás trabajando- dijo la rubia mayor haciendo que Tao se sonrojara un poco y solo asintiera.

-Awww… quisiera ser como tú, además de ser un muy buen trabajador eres lindo y muy tierno- la chica pellizco suavemente la mejilla del otro.

-Nonna… no-no hagas eso- el rubio se alejó y acaricio su propia mejilla. La mayor lo ponía muy nervioso.

-¡Lindo!- chillo la otra –Ah, cierto la Señora quiere verte, tal vez quiera felicitarte por el rosal, en serio quedo hermoso-

-Si… tal vez- el cuerpo de Tao se tensó y caminando lentamente se dirigió al estudio de la Señora de la casa.

Una vez allí dio dos suaves golpes en la puerta, la dominante voz le dio el permiso de pasar y una vez dentro lo invito a sentarse delante de ella.

-Pequeño Tao- saludo la mujer sonriéndole.

-Se-Señora- casi susurro, le temía a la imponente mujer frente a él.

-Sí que eres tierno- los ojos de esta cavaban en su alma –dime, ¿tienes algo para mí?-

Sus manos estaban fuertemente empuñadas sobre su regazo y su cabeza baja –N-no… Señora- respondió.

-¿No?- la mujer sonó molesta -¿nada?- el menor negó con su cabeza –una semana Tao, una semana a pasado y dices que no tienes nada para mí- Tao tembló y volvió a negar -¿Estás seguro?-

-Si Señora, se-seguro-

-Pues no lo pareciera- la mirada de la mujer se ilumino y sonriendo se puso de pie y se acercó al joven -¿Cómo está el pequeño YiXing?- pregunto, Tao la miro en seguida temblando aún más.

-Bi-bien-

-Mmm… ¿gracias a quién?- decía mientras se acercaba al rostro del menor.

-A us-usted Se-Señora- sus ojos se aguaron y su voz se quebró, su hermano era su debilidad.

-Así es querido, no lo olvides. Tu hermanito está vivo gracias a mí y un paso en falso tuyo será la muerte para él-  una lagrima escapo y recorrió su mejilla, tenía miedo, miedo por su hermano.

-Lo se… nunca lo arriesgaría, usted lo sabe Señora- esta vez trato de sonar más convincente.

-Lo se querido, pero un nada no me sirve- con su mano apretujo las mejillas del pequeño –Consígueme algo para el fin de esta semana si quieres seguir viendo con vida a tu hermanito- justo cuando la mujer termino de amenazar al menor la puerta se abrió, dando paso a un elegante hombre.

-Te he dicho que toques la maldita puerta- dijo molesta.

-Buenos días a ti también ChaeRin- saludo el recién  llegado con una sonrisa coqueta, la voz del hombre hizo erizar la piel de Tao, si la mujer frente a él era peligrosa y le temía, ese hombre lo horrorizaba, lo congelaba por completo.

-Buenos días abogado Taec- saludo esta también - ¿Qué le trae por aquí tan temprano?-

-Ya te extrañaba- la sonrisa en su rostro nunca desapareció.

-¿Qué quiere?- ChaeRin lo asesino con la mirada y haciendo un pequeño movimiento de cabeza señalo hacia la silla frente a su escritorio la cual al ser tan extravagantemente elegante y grande cubría por completo a quien estuviera sentado en ella, la cara del abogado palideció y en seguido comenzó a reír.

-Jajajaja… solo era una broma Señora Oh- decía entre risas.

-Pues no me gusta nada su sentido del humor abogado, que no se vuelva a repetir- dijo mientras caminaba de vuelta a su silla.

-No lo volveré hacer Señora- Tao casi podía sentir como las arcadas amenazaban con salir, le daba asco esta situación, quien no los conociera de verdad creerían que se trata de un empleado jugándole una broma a su jefa, pero él los conocía muy bien y le enfermaba y molestaba ver al par de amantes actuando,  jugando a la “relación de trabajo”.

-Tao, retírate- ordeno ChaeRin. El menor rápidamente se puso de pie, eso era lo que más quería en ese momento  y se dio la vuelta evitando la mirada del otro salió del lugar.

Los ojos del abogado Taec brillaron de sobremanera al escuchar el nombre del pequeño y su cuerpo entero reacciono al ver la fina figura de este abandonando la habitación, su mirada siguió cada torpe movimiento y por supuesto al hermoso trasero del rubio, su miembro despertó al inhalar el delicioso aroma a flores que despedía, no sabía que el menor había vuelto ya y moría por tener un momento a solas con su hermoso rubio.

-¡TaecYeon!- escucho gritar a la rubia, se volvió y se encontró con está mirándolo feroz.

-Dime- dijo inocente.

-¿Dime? Ten más cuidado idiota- lo regaño -¿Qué si era SeHun?-

-Pero no lo era, solo era… el pequeño Tao- dijo restándole importancia y molestando aún más a la mayor.

-Bien, ¿Qué quieres?-

-Los Park no quieren firmar- hablo sin rodeos tomando asiento.

-¿Qué? ¿Por qué?- pregunto enojada.

-Trataran asuntos de la empresa solo cuando el heredero legitimo este frente a ella- dijo con una sonrisa, ChaeRin frunció el ceño.

-¿Y quién se creen que soy?-

-No te ofendas ChaeRin, pero eso aún no lo sabemos con exactitud, además ¿el plan no es hacerles creer que SeHun es el heredero?-

-¡Aaaggh!- grito ella mientras lanzaba el primer objeto que estaba más a su alcance -¡Maldita sea!-

-Cálmate Huracán- la molesto TaecYeon el abogado.

-No saben con quién están tratando- hablo apretando su mandíbula y dientes –Ni de lo que soy capaz- sonrió con maldad.

-Entonces, ¿Qué harás?-

-¿recuerdas que le pasó a la última persona que se negó a mí?-

-Cómo olvidarlo, fue una tragedia-

-Bien-

-No me digas que… ¡Vamos ChaeRin!-

-Esperemos y luego ya veré que hacer, por lo tanto mantenlos vigilados- decía mientras se cruzaba de piernas y dejaba estas al descubierto, provocando al caliente hombre que tenía en frente.

-Tus deseos son ordenes mi reina- TaecYeon dijo mientras se lamia los labios.

-¿A si?- pregunto seductora –entonces ven aquí- le ordeno, el otro de inmediato llego hasta ella –De rodillas… ahora haz lo que sabes hacer- el más joven sin dudarlo hundió su rostro entre las piernas de la rubia, pronto la habitación se convirtió en un horno por el calor que se encerraba allí y los escandalosos gemidos que salían de esta, no tenían de que preocuparse esa parte de la mansión estaba prohibida para los empleados y podían hacer de las suyas sin ser descubiertos. O por lo menos eso creían ellos.

“Asqueroso”  pensaba Tao mirando atento por entre las puertas mientras sostenía la pequeña cámara digital dada por su jefa anteriormente con otro propósito, tomando fotos de cada momento, ¿de algo le servirían más adelante no?

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

 

-¡Aahh!- un fuerte gemido salió de la boca de LuHan, su camisa estaba abierta en su totalidad y sus pantalones sobre sus tobillos, inclinado sobre uno de los escritorios aferrándose fuertemente mientras un muy salvaje SeHun lo penetraba desenfrenadamente una y otra vez tratando de llegar más profundo.

-Ahh… Se-SeHun mgh- una de las manos del castaño sostenía su cadera para no perder el ángulo y la otra masajeaba y pellizcaba los duros botones rosas de este.

-¡Si… agh!- gemía el alto sintiendo que casi terminaba,  llevo su mano del pecho a la cabeza del rubio y con un fuerte jalón y un mordisco en el hombro del pequeño soltó su semilla en su  interior.

-¡AAHH!- grito LuHan mas por el dolor que por el placer, una vez SeHun sintió que había dejado completamente lleno al menor y que ninguna gota se había desperdiciado salió bruscamente del apretado interior.

-¡SeHun!- se quejó el rubio, pero como las otras veces perdía su tiempo pues el alto no le prestaba la más mínima atención, se encontraba tratando de recuperar el aire cuando el frio tacto lo tomo por sorpresa, la mano de SeHun se encontraba bombeando rápido y sin cuidado su abandonado y flácido miembro.

-No lo dijiste- susurro con la voz ronca en su oído -¿Mhn?-

-ahh… te-te amo, te amo, te a-AHH- repetía el rubio en medio de las lágrimas, dolía, la fuerza que usaba SeHun le dolía y el cómo lo trataba.

-Eso es… más LuHan… gime más fuerte- el castaño lamia su oreja y la mordía -¡Gime mi nombre LuHan!- grito asustando un poco al rubio menor.

-¡Sehun-ahh!… SeHun… mhg ahh- gemía LuHan para complacer a su amado y luego de unos segundos los más largos para el bajo, al fin llego a su orgasmo, siendo rápidamente soltado por el alto.

 Intento incorporarse pero la punzada de dolor en su espalda baja se lo impidió haciendo que cayera de lleno al piso, desde allí observo con tristeza como el castaño simplemente cerraba el cierre de su pantalón y se acomodaba la ropa, una vez estuvo listo sin siquiera mirarlo se dio la vuelta dispuesto a salir del lugar.

-¡SeHun!- lo llamo el rubio pero este no se detuvo y siguió su andar.

-¡TE AMO!- grito y el castaño paro en seco frente a la puerta solo unos breves segundos para después abrir esta e irse, dejando a un lloroso y desnudo rubio atrás.

Una semana había pasado y entre ellos no había más que sexo, duro y salvaje sexo, el alto no cruzaba palabra alguna con él, ni siquiera le dirigía una mirada cargada de odio como antes, SeHun simplemente llegaba y sin importar el lugar bajaba sus pantalones hasta poder tener acceso total, lamia, mordía y rasguñaba cada parte de su cuerpo sin cuidado, jaloneaba su cabello, golpeaba sin piedad su trasero, entraba y arremetía contra él sin cuidado alguno, lastimaba su piel y lo besaba ferozmente antes de partir.

Una vez el castaño pareció estar de mal humor y casi intento golpearlo pero se detuvo en seco y se fue sin terminar, pero SeHun nunca se iba sin un “Te amo”  dicho con todo el amor por parte del rubio.

Esa se había convertido en su rutina diaria, no sabía que hacer ¿Cómo recuperaría a SeHun?, ¿Cómo le demostraría que en verdad lo ama si ni siquiera este le dirige la palabra o una mirada?  Solo llegaba lo usaba, se divertía con él y luego se marchaba, dejándolo completamente vació, aunque no podía negar que fuera como fuera disfrutaba, amaba el tiempo que pasaba junto a su adorado SeHunnie, porque sin importar si era el gimnasio, el cuarto del conserje, las escaleras de emergencia, los baños, la terraza, los balcones y ahora los salones, solo por ese momento sentía que SeHun le pertenecía, que se pertenecían el uno al otro.

En esa semana los encuentros se volvieron muy frecuentes, tanto dentro como fuera de la Universidad, fueran en la mañana, medio día, tarde, noche o madrugada LuHan siempre estaba dispuesto a lo que el castaño le propusiera y debía admitir que esta situación lo estaba cambiando y no precisamente  para bien, los desafortunados hechos con sus amigos se lo confirmaron.

“-Sal de mi vida y concéntrate en buscar la cura para la enfermedad incurable de tu madre, mira que le queda poco-”

Le había dicho a SuHo, después de que este intento animarlo invitándolo al parque de diversiones pero todo término con un lloroso Hyung esquivando su mirada.

“-¡Me tienes arto! En serio que no ves que eres realmente molesto, las personas están contigo solo por tu dinero, después de todo que otra cosa podrían ver en ti!-”

Dijo sin piedad a ChanYeol cuando este intento obligarlo a comer porque según el alto estaba demasiado  delgado, terminando esto con un desaparecido orejón pues no se lo había vuelto a cruzar.

“-No finjas que te importa MinSeok, porque no inviertes tu tiempo en otra cosa por ejemplo; ve al gimnasio mira que te hace falta ¿no lo crees?-”

Hasta su querido “hermano”  había sido víctima de su cambiante humor, ni siquiera sabía de donde exactamente habían salido esas crueles palabras, pero ahora no podía hacer mucho pues era ignorado olímpicamente por todos ellos, sabía que seguían allí velando por él, las cajas de almuerzo en su casillero, los apuntes en su escritorio y los trabajos que nunca hizo entregados a tiempo se lo confirmaban, en el fondo se los agradecía pues había empezado a descuidar sus estudios pero también le molestaba el hecho de que se metieran en su vida y trataran de jugar con su mente haciéndole creer que SeHun no lo quiere y que pierde el tiempo en ello, pero aun así le dolía la distancia entre ellos, Kai era otra historia, casi no lo veía y cuando se encontraban este lo esquivaba fácilmente, le dolía bastante, quemaba en su interior pero no podía permitir que nada se interpusiera entre él y su felicidad.

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

-Allí estas…- dijo una voz llamando la atención del castaño –Te he buscado por todas partes y por tu culpa ahora solo me queda media hora para el almuerzo- se quejó Chen a su lado.

-¿Qué quieres?- pregunto con tono irritado.

-¡Almorzar! Me muero de hambre y tú por ahí-

-Eso no tiene nada que ver conmigo-

-Sí. Discúlpame por ser un buen amigo y esperarte para almorzar-

Ignorando al peli negro y sin mucho más por hacer, SeHun fue hasta uno de los patios y se sentó en uno de los bancos fingiendo usar su celular. Chen seguía hablando y quejándose, pero a él eso no le importaba en lo más mínimo.

En su pecho, una enorme estaca atravesaba su corazón, mientras su alma se hundía en un profundo abismo.

“-¡TE AMO!-”

La voz de LuHan grito en su cabeza y un sentimiento de culpa lo invadió. Estaba muriendo de confusión, quería odiar al rubio, quería hacerlo pagar, pero también quería parar, quería llorar y pedir perdón, abrazarlo, besarlo y decirle que lo amaba también. Pero la voz de su madre repitiendo una y otra vez tantas cosas le impedían caer, le impedían rendirse y ser un estúpido frente al rubio.

La imagen de su padre postrado en una cama le daba fuerzas para continuar y vengarse en nombre de su familia por todo el daño causado, por las mentiras y por el dolor.

Aún recordaba como ParkBoom y sus hijos habían irrumpido en su perfecta y simple vida, como la adorable señora Boom lo cobijaba, le preparaba onces y lo felicitaba por sus logros, como una simple empleada le sonreía y acariciaba con amor, preocupándose por él y lo trataba como su madre nunca lo había hecho. Como la pequeña HanEul era la luz en la enorme y fría mansión que traía tanta felicidad a todos y por supuesto, como hace tantos años atrás un pequeño mocoso miedoso y hablador había derretido todas sus barreras y lo había enamorado por completo.

Sin embargo, todo a base de mentiras. ParkBoom solo quería meterse en la cama de su padre, humillar a su madre y quedarse con el dinero de su familia y el primer paso  para esto era ganarse al hijo de la mina de oro, HanEul solo era una distracción y LuHan tenía el papel más importante en el juego, mientras su madre destruía al matrimonio, él destruiría el producto de este… a él.

-¡SeHun!- lo llamo Chen chasqueando los dedos frente a su rostro –KyungSoo te estaba hablando- dijo señalando al lado del castaño.

Junto a él, KyungSoo estaba sentado con su cabeza inclinada ocultando su tristeza.

-¿Qué?-

-Dije hola- respondió con tono bajo.

-Aja-

-Se supone que digas hola también- elevo un poco la voz el más bajo, pero no obtuvo respuesta. SeHun seguía mirando la pantalla de su celular, ignorándolo y colmando la paciencia de KyungSoo.

Cansado del trato o la falta de este durante la semana, KyungSoo se levantó furioso y le arrebato el aparto de las manos  teniendo así  la completa atención del castaño esta vez.

-¿Qué pasa contigo SeHun?- exigió saber en un acto de valentía.

-Devuélvemelo- demando cortante el alto.

-¿Por qué eres así?... ¿Por qué eres tan cruel?- sus ojos comenzaron a escocer y lo último que quería era llorar frente a todos.

-KyungSoo. Devuélvemelo ahora- apretó los dientes y se levantó acercándose al menor.

-Kyung…- intervino Chen –dáselo-

-No- dijo con decisión aún con la voz quebrada.

-Kyung…- le pidió de nuevo Chen.

-Bien…- dijo finalmente mirando a los ojos del alto –solo quiero… solo habla conmigo SeHun- pidió en tono de súplica.

-¿Hablar? ¿De qué?-

-No se ¡hablar! Se supone que eso hace una pareja para solucionar sus problemas-

-¿Pareja? Ya, dame mi teléfono-

-SeHun…-

-¡SeHun!-

Aturdido, KyungSoo abrió sus ojos y se encontró clavado en el piso. Todo el costado derecho del cuerpo le dolía y su mano ardía, parpadeo para despejar su mente y entonces vio la espalda de Chen casi sobre su cuerpo, en un minuto entendió lo que había pasado. SeHun lo había lanzado al suelo de un fuerte empujón arrebatando el aparato de su mano y Chen lo estaba protegiendo, aunque ya era tarde para eso.

-¡¿Qué te pasa?!- grito furioso el peli negro empujando por los hombros al castaño.

SeHun solo lo miro, reviso su teléfono y se marchó sin más.

Chen negó levemente con su cabeza desaprobando el comportamiento del alto y centro su atención en KyungSoo. Llevaba casi tres años siendo testigo del mal trato del menor por parte del maldito orgulloso de SeHun donde solo había intervenido una vez y por la cual fue golpeado e insultado por KyungSoo, desde entonces no lo había hecho de nuevo. Veía en silencio y se tragaba la ira, pero ahora de nuevo se vio obligado a intervenir, SeHun no solo había empujado al menor sino que se había abalanzado sobre este con la intención de seguir y hacer quien sabe qué cosa.

Chen podía soportar  los insultos, la grosería, las malas acciones y los desaires de SeHun para con el menor, pero nunca una agresión como esa.

-Kyung…-

-¡Aléjate!- le grito lanzándolo lejos, levantándose para salir corriendo. Chen suspiro mirando al cielo, ese par le harían bastante difícil cumplir con lo prometido a Kris y si este se enteraba de que Kyung estaba siendo herido por SeHun y él no hizo nada al respecto, Kris se encargaría de él como amenazo la última vez que se vieron…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

Las clases habían iniciado de nuevo, pero como todos los días a SeHun no le importaba, solo asistía a estas para cumplir el capricho de su madre, lo que debía aprender para tomar cargo de la empresa de la familia ya lo sabía, así que ¿Porque esforzarse en obtener buenas notas?

Mirándose al espejo una vacía y torcida sonrisa formaron la comisura de sus labios, burlándose de lo patética que era su vida, tomo con sus manos una cantidad de agua y se lavó el rostro esperando refrescar sus pensamientos, pero el tranquilo silencio del cuarto con olor a químico de limpieza fue interrumpido.

-Disfrutando de tu reinado-

Al abrir los ojos, SeHun se encontró mirando el reflejo de un chico bastante alto con los brazos cruzados sobre su pecho y una penetrante mirada. Decidió ignorarlo mientras continúo secándose el líquido en el rostro con una toalla de papel.

El más alto bufo entre molesto y divertido por la actitud del castaño antes de acercarse hasta el lavado.

-Así que… el famoso Oh SeHun- dijo con desdén.

-¿Quieres un autógrafo?- respondió divertido SeHun mirándolo a los ojos y reconociéndolo entonces.

-Tu…- frunció el ceño y sintió la ira creciendo en su interior.

“-Es él… uno de los hombres en las fotografías-”

-¿Me recuerdas?- pregunto fingiendo sorpresa.

Y SeHun estuvo a punto de contestarle en voz alta lo que su cabeza gritaba.

“-¡Como olvidarte desgraciado!... ¡eres tú! ¡FUISTE TU QUIEN TOCO LO QUE ES MÍO!-”

-Por tu culpa no he podido dormir en toda la semana- acuso con tono severo, algo muy diferente del alegre y divertido gigante que todos conocían –vi lo que hiciste hace un momento a ese chico ¿tu dulce y querido novio, no es así?...- dijo acercándose al castaño, quedando a pocos centímetros de distancia –no me importa lo que le hagas a ese enano. Pero le rompiste el corazón a LuHan esa noche y si me llego a enterar de que le diste esa clase de maltrato antes…-

-¿Qué harás?- lo interrumpió SeHun, por alguna razón, celoso de que alguien más protegiera de esa forma al rubio.

-No lo sé… cuando me enojo actuó sin pensar, pierdo la cabeza y… no puedo decirte cuantas cosas podría hacerte por proteger a LuHan de ti-

-¿Y quién eres tú después de todo?-

-Lastimosamente, fui quien más apoyo la loca idea de que algún día volverías por él y lo harías feliz, fui quien más alimento sus esperanzas respecto a ti… y no sabes cuánto me arrepiento de haberlo hecho-

SeHun frunció el ceño aún más. No entendía hacia donde iba la conversación, pensó que el alto estaba ahí para golpearlo y retarlo por LuHan, pero… ahora solo lo había confundido. Con el dolor de cabeza volviendo con fuerza trato de alejarse del idiota, pero lo que salió de la bocaza de este lo detuvo en seco y lo hizo hervir de ira contenida.

-También limpie sus lágrimas en muchas ocasiones, acaricie su espalda reconfortándolo y lo bese en algunas ocasiones para ayudarlo a olvidar…- dijo recostando su cadera en el lavado y cruzando los brazos sobre su pecho –me ofrecí para ocupar tu lugar, le prometí hacerlo feliz y nunca lastimarlo o abandonarlo… me rechazo, pero aun así no me aleje de él. Me mantuve a su lado, apoyándolo, animándolo, abrazándolo… dándole calor y amor… como un amigo… un buen amigo que lo amaba en secreto- el tono suave cambio de pronto a uno lúgubre y furioso -¿para qué?... ¡para que tu maldito imbécil llegaras y lo lastimaras!...- rio con burla hacia el castaño –debí haberle insistido… si hubiera sabido que esto iba a pasar, incluso lo habría forzado a aceptarme. ¡Yo lo hubiera hecho feliz!...-

SeHun interrumpió el discurso del alto lanzándose sobre este y volviendo su rostro con un solo golpe, la agresión fue recibida y respondida de inmediato por el alto. Solo dos golpes más y la pelea real se desato. Pómulos, labios, costillas y de más huesos y músculos lastimados por la fuerza generada de la ira de ambos.

ChanYeol quería lastimar a quien había lastimado al pequeño rubio y SeHun quería acabar con el jodido imbécil que se había atrevido a tocar a LuHan, a SU LuHan, prometiéndose que al acabar con el grandote, limpiar a SU rubio del toque de este tipo era lo primero que iba a hacer, una larga y profunda limpieza, para después impregnar su esencia en SU LuHan, tan fuerte que nada ni nadie podría quitarla otra vez.

Maldijo en un principio a quien los había interrumpido y separado, sin embargo también estaba agradecido porque justo en ese momento el alto lo tenía por el cuello y comenzaba a faltarle el aire. En cuanto recupero un poco la conciencia, con su cabeza libre de la locura momentánea, vio a HoSeok en medio de ambos y gritando.

-¡¿Qué les pasa?!- el mayor extendía sus brazos para mantener la distancia de ambos. El peli negro reconoció al alto que se encontraba sobre SeHun como uno de los amigos de LuHan y recordando el extraño comportamiento de la pareja una semana atrás, su cabeza de hincho de frustración por saber qué era lo que pasaba.

HoSeok era un romántico empedernido y desde que el menor se había ido del país con la promesa de regresar por el rubio, había soñado con el maravilloso encuentro de la adorable pareja. Sin embargo, las cosas no fueron como a él le hubiera gustado, SeHun fue grosero y distante y LuHan se veía triste y abatido.

Al día siguiente había buscado al menor para obtener una explicación, pero grande fue su sorpresa al verlo con otros dos chicos, uno de ellos muy pegado a este y cuando le pregunto al pequeño de ojos grandes por la relación que había entre ambos, la respuesta le partió el corazón.

¿Cómo es que SeHun había vuelto con un novio de su viaje? ¿Cómo es que ahora ignoraba al rubio como si este no existiera? Las dudas lo estaban matando y al encontrarse ahora con uno de los amigos de LuHan y a SeHun envueltos en una pelea, algunas de ellas tenían respuesta. SeHun le había roto el corazón al pequeño rubio, SeHun había mentido y engañado a LuHan y SeHun era un maldito desgraciado por hacerlo.

-¡Alto!- grito amenazando con su dedo a ChanYeol quien intento alcanzar al castaño tras su espalda.

-¡No te metas!-

-¡No me grites mocoso!- el alto se tragó las palabras por la mirada de advertencia del peli negro -¡Soy tu Hyung y me debes respeto!-

ChanYeol era todo menos un irrespetuoso mocoso y esa afirmación logro mantenerlo a raya.

-¿Qué pasa con ustedes?- pregunto el mayor mirándolos desaprobatoriamente -¿saben en cuantos problemas pueden meterse por andar dándose golpes aquí?- los reprendió.

-¡Él empezó!- se defendió el alto.

-¿ChanYeol?- alguien más entro al cuarto.

El alto se sorprendió al encontrarse con su mayor allí mirándolo a él y a los otros dos atentamente. JunMyeon se acercó inspeccionando sus contusiones en el rostro.

-¿Pero qué…?- la mirada del mayor se endureció y sus ojos se volvieron rendijas cargados de odio hacia SeHun -¡primero le rompes el corazón a LuHan y ahora golpeas a mi amigo! ¡¿Qué clase de hijo de perra eres?!...- pudo haber continuado gritando las obscenidades que nunca antes había dicho, pero el alto lo tomo por los hombros y lo saco llevándolo tan lejos como podía.

ChanYeol era una excelente persona, pero un pésimo estudiante, su Hyung por el contrario era excelente en todo y no se merecía una mancha en su perfecto historial.

… …

-¡AISH!- se quejaba minutos más tarde el alto mientras el mayor limpiaba sus cortes -¡Hyung duele! ¿No puedes poner un poco de anestesia?- la pregunta le hizo ganarse otra presión en la herida abierta de su ceja.

-Que llorón- le dijo el mayor terminando y guardando su pequeño kit de primeros auxilios -¿Qué paso?- exigió con su tono grave de anciano jodido que usaba en ocasiones.

-¿Qué paso?- JongIn secundo al mayor acercándose a ellos.

-Se peleó con SeHun-

-Dime que el quedo peor que tu- el moreno se encogió de hombros por la mirada de advertencia del mayor.

-¡Claro que sí!- sonrió el alto –estaba a punto de dejarlo sin aire cuando ese Hyung se entrometió- se lamentó y la decepción también llego al rostro del castaño.

-Maldito sea- dijo el moreno refiriéndose al Hyung entrometido.

-Basta ya- JunMyeon los reprendió de nuevo y suspiro agotado. Esos dos siempre le hacían sacar canas verdes –dejan que la ira los controle y no piensan en LuHan… como están las cosas ahora ¿creen que si algo le pasa a ese SeHun, LuHan vendrá y les dará las gracias?- los dos menores bajaron la mirada reconociéndolo –así que, tienes suerte si LuHan no viene a partirte la cara cuando se entere de que tocaste a su SeHunnie-

Odiando esa idea JongIn intento cambiar de tema.

-¿Y porque fue la pelea?-

Grave error.

-Vi como ese imbécil maltrataba a ese chico, su “adorado novio” y no pude evitar pensar en que si ese jodido idiota le había hecho lo mismo a LuHan… me enfurecí demasiado- aun ahora el alto apretaba sus puños conteniéndose.

JongIn se levantó en seguida y comenzó a caminar.

-¡JongIn no te metas en problemas!- JunMyeon le grito, pero el moreno no se detuvo -¿Por qué le dijiste eso? Sabes cómo es de delicado cuando se trata de LuHan-

-Por lo mismo se lo dije- se defendió ChanYeol –si ese hijo de… su madre, está maltratando a LuHan o si lo hizo alguna vez en el pasado, debemos protegerlo y hacer lo posible por alejarlo de él- miro por donde JongIn se había ido –y un negro hirviendo de ira es la mejor arma contra ese tipo… él haría cualquier cosa por LuHan y lo sabes- sonrió por sus palabras. El mayor asintió de acuerdo y con pena por sus menores y todas las cosas que estaban pasando.

Pero lo que ambos no sabían, era que Kim JongIn no estaba en busca exactamente de SeHun. No, él iba en búsqueda del maltratado chico de grandes ojos y bonitos labios.

Necesitaba asegurarse de que estaba bien…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

KyungSoo lloraba de nuevo, sentado en la terraza lejos de la visión de quien quiera que estuviera allí también, solo y triste, luchaba para evitar que su corazón se volviera polvo.

SeHun otra vez había sido cruel con él, otra vez lo había hecho sentir peor que nada. Si no fuera por Chen que se había puesto en medio, no quería ni imaginarse que hubiera pasado. ¿Se atrevería SeHun a golpearlo? ¿Sería capaz de hacerlo?

Se estremeció de solo pensarlo y mordió su labio inferior conteniendo el dolor en su pecho. Exigió por una respuesta a SeHun, pero él ya la sabia.

SeHun siempre había sido bueno con él, en cierto modo, lo defendió de los abusadores, lo acogió en su grupo de amigos y le brindo protección, se preocupaba por él y siempre lo tenía en cuenta cuando se reunían, incluso fue afortunado al obtener una de las pocas y casi verdaderas sonrisas del castaño. Su corazón se calentaba y su cuerpo temblaba al estar cerca de él y casi podía gritar al ser tocado por el alto.

KyungSoo pensó y se equivocó, pensó que tantas atenciones hacia él era porque de alguna manera tal vez SeHun gustaba de él y se equivocó al confesarse a este soñando con que sus sentimientos serían correspondidos, pero no fue así.

 

-Me halagas Kyung…- le había dicho SeHun en ese entonces con un tono suave y mirándolo con ternura –pero no puedo aceptar tanto amor-

Su corazón se había agrietado un poco, pero no perdía la esperanza de ser parte de la vida del maravilloso hombre frente a él.

-Sé que es muy repentino… pero no me deseches tan pronto SeHun. Dame una opor…-

-No- fue firme, pero se mantuvo suave y tranquilo, no queriendo hacerle daño –No habrá una oportunidad Kyung… no quiero lastimarte, pero no esperes de mi más que la amistad que te doy ahora-

-Pero…-

-Kyung… no puedes entrar aquí- señalo su lado izquierdo –aquí no hay corazón, porque este se quedó en corea con la persona que amo-

Sus esperanzas se esfumaron, ni polvo quedo de ellas mientras escuchaba la historia de amor del castaño que lo había enamorado, triste, romántica y dramática como una película o un libro, una historia como de fantasía.

 

Las cosas pudieron haber terminado bien, pero entonces se volvió sordo a las advertencias de SeHun de dejar de lado sus sentimientos y comenzó a entrometerse silenciosamente en la vida del alto con el fin de apartar los recuerdos de un amor a distancia, con la idea de que el mayor en algún momento olvidaría su pasado  y lo llegara a amar.

SeHun cambio, se distancio un poco y parecía incómodo con él alrededor, pero su actitud empeoro un día. Más tarde ellos se darían cuenta de que el amor de SeHun, quien se había quedado con su corazón y por quien él había sacrificado tanto, lo había engañado.

El SeHun que ellos habían conocido, se había ido y una versión cruel y maligna había resurgido.

Entonces, en medio de tanto caos, KyungSoo fue feliz cuando SeHun le pidió ser su novio. Al fin sus sueños se hacían realidad, al fin seria parte de la vida del alto y volvió a pensar y a equivocarse.

Pensó que sus esfuerzos habían dado frutos y que sus sentimientos eran correspondidos, pero se equivocó, esto no era un sueño cumplido, era una horrible pesadilla de la que luchaba por salir pero el miedo de perder a SeHun se lo impedía.

Antes que el castaño, nunca se había sentido así tan necesitado, triste y lastimado ¿debía ser amor no? Estaba seguro que estaba enamorado de SeHun, lo amaba con todas sus fuerzas, un amor tan grade que le impedía alejarse del daño que este le causaba.

Además ¿Quién más lo querría aceptar después de estar tan roto? Nadie, nadie lo querría y él no estaba seguro de querer a alguien más que no fuera SeHun. No había nadie que hiciera latir su corazón como lo hacía SeHun, nadie lo hacía sentir lo que SeHun le hacía sentir y…

Una caricia en su cabeza lo devolvió de su laguna mental, suave y reconfortante. Sintiéndose como en una especie de trance se apoyó en el toque y suspiro soltando todas las preocupaciones, liberándose del peso de sus hombros. Si fuera un gato de seguro ronronearía.

Tal vez estaba soñando, abrió levemente sus ojos y la sorpresa lo embargo al ver quien estaba frente a él. Su corazón se detuvo solo para tomar aire y comenzar a palpitar como si estuviera corriendo una maratón.

-De nuevo estas llorando…- dijo el recién llegado con dolor en su voz, su mano acaricio las mejillas contrarias llevándose la humedad de ellas y dejando a su paso un bonito color rosa –se está volviendo costumbre que cuando nos encontramos  estas llorando o evitas mirarme- el chico sonrió y su mirada se ilumino, su mano alejando el cabello de la frente del consternado KyungSoo –no me gusta… quisiera ver una sonrisa y que me miraras a los ojos… justo como ahora-

KyungSoo despertó y entonces sintió la sonrisa que había en su cara, estupor reemplazo su cálida mirada. Le había estado sonriendo como un tonto a un extraño.

JongIn rio al ver el vago intento del otro por ocultar la vergüenza, su cara estaba tan roja como un bonito tomate y sus manitas se retorcían como…

“-¿Bonito tomate?... ¿Manitas?... ¡por Dios JongIn! ¡¿Qué te está pasando?!-”

Ignorarlo ya no serviría, KyungSoo volvió a tensarse cuando el toque del moreno volvió a hacerle sentir como si fuera de cristal.

JongIn le había tomado el brazo con cuidado y lo había puesto en su regazo, intento alejarse, pero el forcejeo lo lastimo, se quejó y entonces vio el raspón que cubría la palma de su mano y gran parte de su brazo hasta llegar al codo. Se sorprendió a sí mismo al no haberse dado cuenta de la herida que punzaba y de que la causa de este había sido el hombre a quien supuestamente amaba.

El moreno soplo antes de acercar un algodón sobre el raspón.

-Va a arder un poco…- le aviso disculpándose con su mirada –pero te ayudara a sanar más rápido y a que no se infecte-

Kyung no respondió, simplemente lo miro tratando de entrar en la cabeza del chico y saber el porqué de sus acciones. Vio todo el proceso de curación que el moreno le hizo, con total cuidado. Ni siquiera sabía cómo es que alguien llevaba consigo un pequeño kit de primeros auxilios en su mochila.

JongIn termino y se sentó a su lado rozando sus hombros y haciendo desear al menor por un poco más de ese toque.

-¿Necesitas que cante otra vez para ti?- le pregunto y las ganas de llorar fueron incontrolables para el más bajo.

-¿Lo harías?- dijo con un nudo en la garganta.

-Lo hare… si es lo que quieres-

-Por… por favor-

JongIn sonrió y se acercó más a KyungSoo, con cuidado tomo la cabeza del menor y la llevo hasta su pecho  acomodándolo mejor para que este lo escuchara cantar. Busco en sus memorias y sonrió al recordar a su hermanito Tae, cuando este caía y se lastimaba su madre le cantaba una hermosa canción que hacia al pequeño e inquieto niño olvidar su dolor y sonreír.

-Estrellita, estrellita dime ¿Dónde estás? Quiero verte titilar… en el cielo y sobre el mar, como un diamante de verdad…  estrellita ¿Dónde estás? Quiero verte titilar…- comenzó JongIn, sus mejillas se sonrojaron por lo ridículo que tal vez se escuchaba al estar cantando esa canción en plena luz del día y a otro chico, pero la vergüenza se evaporo al escuchar la suave risa de KyungSoo amortiguada  en su pecho. Sonrió y continuó cantando.

-Estrellita ¿Dónde estás? Quiero verte titilar… en el cielo y sobre el mar, un diamante de verdad… estrellita ¿Dónde estás? Quiero verte titilar…- esta vez KyungSoo lo acompaño en un susurro y él mismo sonrió por el efecto que había causado la canción sobre el menor, al igual que su hermanito, cuando su madre comenzaba a cantar Tae se olvidaba del dolor y seguía a su madre con el canto, sonreía y terminaba cantando la canción durante todo el día.

La sonrisa del moreno tembló  por un momento al recordar también como le gritaba a su hermanito y lo amenazaba para que este se callara de una vez por todas. Y lo había hecho, la voz de su amado Tae se había apagado para siempre.

Continuo cantando para KyungSoo, tragándose su dolor se concentró en ayudar al chico, en no solo reponer lo que una vez antes hizo mal, sino en reconfortar a ese pequeño y bonito chico…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

LuHan suspiro profundamente al llegar a su cuarto y cerrar la puerta, lanzo su mochila a algún lado, tomo su oso de peluche y se lanzó a la cama. Acariciaba al felpudo tratando de conciliar el sueño.

Espero fuera de la Universidad mirando atento su teléfono en caso de que SeHun le enviara un mensaje pidiendo que se vieran, pero este después de casi tres horas nunca llego.

Escucho los rumores acerca de que SeHun se había peleado con ChanYeol y HoSeok su Hyung se los había confirmado, preocupándolo por el estado del castaño y el de su amigo. El mayor le aseguro que había intervenido antes de que las cosas fueran a mayores y que solo se habían dado algunos golpes.

Busco y encontró a ChanYeol, después de preguntarle si estaba bien le había gritado furioso por haberse atrevido a golpear a SeHun y le había advertido de nunca más volverlo a hacer. Discutieron pero finalmente él se había alejado dejando en la orilla y tambaleando la amistad entre ambos.

Sus ojos no se cerraban y la preocupación por el estado de SeHun le impedía descansar. Pero debía luchar contra el impulso de ir en busca de él y cuidar de sus heridas. Era una de las reglas, solo podían verse cuando SeHun quisiera y solo cuando él lo llamara. No quería incumplir y bajar puntos en su reconquista a su SeHunnie, así que debía soportar y esperar.

Al llegar a casa, se encontró con una preocupada tía Min y con un furioso YongHwa. La mayor le había sonreído y preguntado por su día antes de avisarle en cuanto tiempo la cena estaría lista. Mientras que YongHwa lo había enfrentado y juzgado por su mal comportamiento las últimas semanas, LuHan lo había dejado gritarle al aire y había corrido a su cuarto a ahogarse en pena y dolor.

Aunque los furtivos y salvajes encuentros con SeHun lo lastimaban, estaba feliz de que este le hubiera permitido remediar su falta, cualquiera que hubiera sido. Estaba feliz y dispuesto a esta vez recuperar a su amado SeHunnie y a no dejar que lo vuelvan a separar de su lado…

 

 

No quiero llorar… No quiero llorar…

Porque te amo, porque diciendo que te amo…

No es suficiente, no importa lo que diga…

No esperaras, me dejaras sabiendo que te amo…

Te fuiste tan lejos ¿acaso ya no te gusto más?...

No juegues más, yo sé que estás ahí…

Te voy a esperar, sé que volverás…

Donde tú estés, yo te encontrare…

Si lloro ahora tal vez no pueda verte, así que…

No quiero llorar… no quiero llorar…

Guardare mis lágrimas…

No quiero llorar…

SEVENTEEN

Notas finales:

 

 


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