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TRUE LOVE (HUNHAN - KAISOO) por NaTyK1995

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Notas del capitulo:

Hasta ahora… ¿Cómo va la historia?

TaoRis para el consumo… 

Unas Semanas atrás… Beijing, China…

Sus pulmones se hincharon cuando tomo una gran bocanada de aire, degusto el pesado oxígeno y lo soltó lentamente, al abrir sus ojos sonrió. Esta vez no lo estaba imaginando, al fin después de tanto tiempo estaba en su país.  

Su llegada se había retraso unos días ya que su padre le había pedido hacer una escala corta en Corea para recoger unos documentos y hacer acto de presencia frente al pronto socio de la compañía de la familia, pero al fin estaba aquí.

Una ostentosa limosina con su elegante chofer lo esperaban.

-Buen día Joven Wu- saludo el amable chofer.

-Buenos días Señor Tian- le devolvió el saludo con una sincera sonrisa –me alegra verlo. En verdad es un hombre valiente, otro en su lugar hubiera huido del trio de mocosos- dijo refiriéndose a los años de servicio del hombre mayor y por tanto a los años soportándolo a él y a sus hermanos, que por cierto eran todo un problema de niños mimados y orgullosos.

-Me alegra verlo igualmente Joven- el Señor Tian abrió la puerta e intento ayudarlo con el equipaje. El mayor estaba un poco sorprendido por la amabilidad que mostraba el chico. Tal vez los años en el extranjero lo habían cambiado.

 -Está bien. Yo lo hare, gracias Señor Tian- de nuevo el mayor quedo estupefacto y llego a pensar que a quien tenía en frente era un impostor y que al verdadero Joven Wu le había pasado algo.

De camino a la mansión Wu, Kris… no ahora ya no era Kris, de nuevo era YiFan y le gustaba como se escuchaba, miraba las calles y suspiraba constantemente, más que a su país lo que verdaderamente había extrañado era a cierto chico con ojeras, el pequeño y asustadizo panda que lo había vuelto loco, sus manos temblaban y su corazón en cualquier momento saldría disparado de su pecho, la euforia que despedía era inmensa, pues solo unos minutos los separaban, moría por estrecharlo entre sus brazos, decirle cuanto lo había extrañado y lo mucho que lo amaba y así poder besar esos hermosos y delgados labios, acariciar las suaves mejillas, contemplar su belleza y pedir perdón de rodillas por haberle hecho sufrir.

… …

-No está, se fue- fueron las palabras que destruyeron todas y cada una de sus esperanzas, no lo creía, no podía haberse ido él se lo había prometido, lo esperaría, lo recibiría con los brazos abiertos.

-No es cierto…- dijo tratando de convencerse.

-Meses después de tu partida se fue- le decía su padre sentado en el enorme sillón de la sala –tomo el dinero de la caja y se marchó- esto último descoloco al alto, definitivamente no podía ser cierto, su pequeño nunca haría algo como eso, no lo haría.

-¡NOS ROBO YIFAN! Esa basura nos engañó y nos robó- soltó con asco el mayor.

-¡NO LE DIGAS ASÍ!- el rubio estaba enojado, no permitiría que calumniaran así a su pequeño.

-¡ES LO QUE ES! Una basura, parásito, insecto, abominación, un hijo de puta, solo era tu puto esclavo hijo nada…- cada palabra era escupida como veneno.

-¡BASTA!...-el alto dio un paso al frente enfrentándose con su padre.

-¡no grites a tu padre! ¿Qué paso contigo hijo? En otro momento simplemente me dirías que te consiguiera otro juguete pero… ¿Qué tiene de especial él?- el mayor siguió con su trabajo como si nada, pero lo último que dijo despertó en YiFan la ira que había permanecido dormida durante años.

-Tú…-

-¿Qué?-

-Tú- volvió a decir más alto -¿Qué le hiciste?- dijo apretando sus dientes, con la respiración pesada.

-¿Yo?- pregunto indignado el casi anciano para luego reír con locura –yo no hice nada más que hacer lo que tú me pediste, el trabajo, un hogar, comida, las drogas y pagar cuentas de hospital- enumeraba cada una con sus dedos en alto – cosas que no se hacen por una mascota, lo hice por ti, se lo di todo, todo y ese mocoso ¿cómo me pago? Acostándose con mi hijo, engañándolo para así poder robarme- dijo con furia y poniéndose de pie.

-¡NO ES CIERTO!- grito – él no haría eso… no lo haría- la voz del alto comenzaba a fallar.

-¡JA! No hablaba de ti hijo- dijo burlón mientras sonreía.

-¿Qué?- el corazón de YiFan dio un vuelco.

-Él puto ese se acostó con ZhouMi- unos segundos pasaron y no hubo respuesta del rubio, solo estaba allí parado mirando a la nada con sus ojos cristalinos.

-No-no es cierto…- al fin hablo, el hombre mayor estaba sorprendido y confundido, era la segunda vez en toda su vida que veía una faceta diferente en su hijo, ¿Dónde estaba ese frió, egocéntrico y orgulloso muchachito?

-Claro que si, en cuanto te fuiste sedujo a tu hermano, lo engaño y después de revolcarse con él huyo como rata con nuestro dinero- el anciano sonaba totalmente herido y enojado- eso es lo que hacen personas como él…-

-¡NO ES CIERTO!- grito furioso YiFan mientras salía de la enorme habitación.

-¡YIFAN!- le grito el anciano,  su autoritaria voz detuvo en seco el cuerpo del otro -¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué tienes ese comportamiento tan extraño?- interrogaba el hombre mientras se acercaba lentamente al alto –solo era un juguete, bien puedo conseguirte otro, dos, tres  los que quieras-

-Lo quiero a él- exigió.

-¡No! Puedes tener a quien quieras y ¿quieres a esa cosa?- dijo ya cerca del inmóvil cuerpo de su hijo, YiFan no pronunciaba palabra y esto solo confirmaba las sospechas del mayor.

-¿Qué te hizo? Tú no eres así, nunca te importo nadie más que tú, duermes con alguien diferente cada noche, engatusas, engañas, usas a las personas, te embriagas, no sonríes, no lloras, no sientes, odias a todo el mundo, eres frio, egocéntrico, orgulloso y calculador… ¡ESE ES MI HIJO, NO LO QUE AHORA ESTA FRENTE A MI!- la paciencia del mayor llegaba a su fin.

YiFan miro sorprendido a su padre, el anciano tenía razón, desde que ese pequeño había llegado a su vida, esta había cambiado por completo, ese muchachito podía sacar así como lo malo lo más bueno y meloso de él, había sido un idiota al no darse cuenta antes.

-Yo…- no sabía que decir, cuatro años y aún no podía decirlo, su amado melocotón lo odiaría por eso.

-¡DUVUELVEME A MI HIJO!- grito el mayor tomándolo por los hombros -¡mira en lo que te estas convirtiendo! ¿Qué no te das cuenta YiFan? Los débiles no son nada en esta vida, aquellos que dejan que los sentimientos y emociones los controlen son cobardes, débiles, basura… te lo dije antes ¡TÚ debes pisar a los demás no ellos a ti!-

-No…- dijo el rubio después de unos segundos –No es así-

-¡Claro que es así!... quiero a mi hijo de vuelta- exigió apretando su mandíbula.

-¡NO LO TENDRÁS!-

-Mírate… cada vez te pareces más a tu madre… ingenua, estúpida y débil-  escupió las palabras, la ira invadió  el cuerpo del alto, el hecho de que su padre le dijera que se parecía a su madre en buena parte le alegraba pero era todo lo contrario a lo dicho por este, si se parecía cada vez más a su madre entonces se estaba convirtiendo en una maravillosa persona, porque eso era esa hermosa mujer un ángel en persona y que el viejo decrepito que tenía por padre hablara de esa forma sobre ella hacia que su sangre hirviera.

-No hables así de ella- sus palabras casi podían cortar el aire –no te atrevas siquiera a nombrarla- dándole un pequeño empujón al hombre se soltó del agarre.

-Este no eres tú hijo, el viaje fue difícil solo debes descansar y mañana todo…-

-¡NO, PADRE! No tendrás a tu hijo de vuelta, ese monstruo al que creaste nunca volverá y no puedes hacer nada ahora… ahora que alguien a domado a la bestia- al fin las palabras comenzaban a salir de su boca y se sentían muy bien –Di lo que quieras, lo encontrare y le diré lo mucho que lo amo, porque si padre ¡LO AMO!-

-¿Amor? Eso no existe- se burló el mayor.

-Si existe y es maravilloso-

-No lo permitiré- sentencio el Señor Wu acercándose una vez más a su hijo.

-Veremos- YiFan volvió a girarse pero de nuevo la voz de su padre lo detuvo.

-Él no querrá verte- sonrió.

-¿Por qué no?-

-Digamos que… no debe estar muy contento después de que te fueras y lo dejaras como obsequio de cumpleaños a tu hermano-

-¿Q-que?- sus miradas se volvieron a conectar-

-ZhouMi, le  dijo que tú se lo habías regalado-

-Ese maldito ¡VOY A MATARLO!- su cuerpo ardía en furia, habían tocado lo más sagrado para él y no se quedaría así, inmediatamente salió del lugar.

-¡ZHOUMI! ¡ZHOUMI! Mierda… ¡ZHOUMIII!- gritaba a todo pulmón mientras abría, pateaba y golpeaba puertas o lo que se le atravesara en el camino.

-¡Basta, cálmate YiFan!- decía un agitado hombre tras él, las canas sobre su cabeza no eran premisamente por mantenerse en forma, porque a sus cincuenta y nueve años ya casi ni pelo tenia.

-¿EN DONDE ESTA? ¡LO VOY A MATAR!- exigió saber parado en medio de la sala.

-Pero que dices… es tu hermano-

-¡Es un maldito hijo de…!-

-¡Padre!- llamaron desde la puerta, segundos después un elegante hombre vestido de traje, alto, bien parecido y algo musculoso de cabello negro apareció en la estancia -¿Qué son esos gritos? Los vecinos pensa…- no término de hablar, el puño del rubio lo tomo por sorpresa lanzándolo al piso.

-¡¿ESTAS LOCO, IMBÉCIL?!- grito molesto el pelinegro mientras limpiaba la sangre de su labio roto, pero no paso mucho para que tuviera a su furioso hermano sobre él repartiendo golpes sin parar.

-¡BASTA!, detente… ¡ya paren los dos!- gritaba el hombre viendo a sus dos hijos mayores moliéndose a golpes, pero estos no le obedecían.

-¿Padre?- una suave voz irrumpió en el lugar, el joven peli rojo al ver la horrible escena de sus mayores peleando en seguida trato de separarlos.

-¡Hermano!- grito mientras jalaba de la cintura al rubio, pero todo era en vano, los gritos y suplicas por parte del menor para que parasen se podían escuchar fuera de la mansión, la situación continuo hasta que un leve quejido detuvo por completo al  rubio.

-¡Aagh!- se quejó el menor, al tratar de separar una vez más a sus mayores sin ninguna intención fue golpeado en el rostro por el fuerte brazo de su hermano rubio, lanzándolo lejos.

-¡Fei!- YiFan llego en seguida y reviso al menor con cuidado.

-Estoy bien- aseguro este con lágrimas en los ojos.

-Estas llorando- dijo preocupado.

-Estoy bien so-solo no pelees más… por favor- pidió en medio del llanto.

-No lo hare. ¿No llores si?- hablo el rubio mientras besaba los rojizos cabellos del menor tranquilizándolo.

-¿Por qué me golpeas idiota?- le reclamo su hermano mayor furioso, su perfecto rostro había sido lastimado.

YiFan lo miro con una expresión fría en su rostro y poniéndose de pie lo encaro.

-Eres un maldito desgraciado- dijo apretando los dientes, el menor al ver la respiración agitada de su hermano se interpuso entre ambos para evitar una nueva pelea.

-¡JA! Y ahora… ¿Qué hice?- pregunto mientras se acomodaba el carísimo traje.

-¡¿QUE HICISTE?! Eres un maldito- grito.

-No sé de qué mierda me estás hablando pero…-  intento dejar la habitación.

-¡TAO!... ¿qué mierda le hiciste a TAO?- intentaba acercarse al pelinegro pero el menor se lo impedía.

-¿Tao?- el mayor volvió a mirarlo y sonrió con malicia –querrás decir ¿Qué hicimos?-

-¡NO! ¿Qué le hiciste?- Kris respiraba agitadamente tratando de contenerse por el bienestar de su hermano menor -¿Qué le hicieron?- pregunto ahogándose con el nudo en su garganta, le aterraba lo que  podría haberle  pasado a su melocotón solo, en esa enorme casa con esa porquería que tenía por familia, excluyendo claro a su pequeño hermano.

-Te lo dije hijo- nuevamente hablo su anciano padre –mientras tú estabas lejos, estudiando, tratando de ser alguien en la vida… la basura esa se acostaba con tu hermano- las palabras del hombre despedían asco.

-¡NO LE LLAMES ASI!- grito mirando a su padre –él… él no lo haría… sé que no- comenzaba a llorar, partiendo el alma del peli rojo que simplemente lo observaba.

-Piensa lo que quieras, tu puto encontró un mejor servidor acéptalo,  esa es la verdad, LongFei lleva a tu hermano a su habitación… te cambio- fue lo último que dijo el hombre antes de retirarse.

-Soy mucho mejor que tú, hermanito- ZhouMi sonreía mientras pasaba por su lado –O eso fue lo que dijo tu querido Tao- acercando su rostro al oído del rubio susurro –Llegue  más profundo- dicho esto se marchó dejando a un rubio llorando desgarradoramente en los brazos del menor quien lloraba con él.

-Fei...- llamo al pequeño entre lágrimas –dime q-que no es cierto- pidió.

El menor esquivando su mirada simplemente dijo bajo –Él simplemente se fue-

-Algo paso. Algo le hicieron- decía convencido –Mi Panda no haría algo así… dijo q-que me ama, él me ama- se levantó y camino hacia la puerta.

-¡Hermano!- lo llamo el menor, el alto lo miro y este sonrió –Taoge te ama - esas palabras hicieron sonreír al mayor.

-Lo se… Fei, lo encontrare- aseguro antes de irse.

-Suerte hermano- susurro el menor una vez quedo solo en la estancia, en verdad esperaba ver a sus Geges juntos de nuevo.

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

Long Fei se tragó el suspiro de decepción para no molestar a su padre y a su hermano en la mesa. Yuen la ama de llaves de nuevo había anunciado que su hermano YiFan no tenía apetito. Ya había pasado una semana desde el regreso de YiFan a China y tres días desde que este apareció de su fallida búsqueda, al llegar se encerró y no había vuelto a dar señales desde entonces.

Su padre le gritaba y exigía, pero el mayor se mantenía firme.

Termino su cena en silencio y escuchando las obscenidades de su padre hacia su mayor, siendo secundado por ZhouMi. Cerca de la media noche cuando todos dormían, se aventuró rumbo a la habitación de YiFan, unos metros lo separaban cuando se detuvo a divagar en sus memorias.

Recordaba cómo siendo el menor de los tres, siempre fue invisible y en ocasiones el saco de boxeo de sus hermanos mayores, pero de diferente manera. ZhouMi siempre lo hacía llorar, lo asustaba y lo lastimaba burlándose y llamándolo de diferentes maneras inhumanas, mientras que YiFan a quien siempre había admirado, simplemente ignoraba su existencia.

Su única amiga y compañera era su hermosa madre, pero esta lo había dejado a sus cortos cinco años y fue allí cuando todo empeoro. ZhouMi se volvió más agresivo y casi diabólico, su padre se convirtió en otra persona totalmente diferente al amoroso hombre de antes y su hermano YiFan entonces lo había visto.

Fei sabía que esto se debía a la promesa que su mayor le había hecho a su madre de siempre cuidarlo como si fuera lo más importante. Y lo hizo, YiFan se convirtió en su héroe.

Todo pareció mejorar cuando Tao había aparecido de la manera más cruel en sus vidas. Su padre como el monstruo que era acostumbraba a darles de regalo a sus hijos un “juguete” como recompensa por convertirse en hombres y Tao era el regalo de YiFan.

Al principio todo fue horrible, YiFan trataba al pobre chico peor que a un animal, le gritaba y humillaba. Pero Tao siendo tan bondadoso, amable y tierno, además de muy apuesto se había ganado el premio mayor, el corazón de su orgulloso hermano. YiFan se había resistido y lucho contra todo para no caer, pero Fei sabía que aunque no lo demostraba, estaba muriendo de amor por el chico con cara de panda. Un amor prohibido y peligroso como de telenovela comenzó entre sus dos mayores.

Lastimosamente, su padre se había enterado y dejo advertido a su segundo hijo. YiFan se había alejado y había lastimado a Tao. Entonces de pronto YiFan un día se marchaba al extranjero, según su padre para un tiempo de sanación, sin embargo, su hermano no tenía un corazón tan frio como todos creían. Su única condición para partir sin pelea había sido que su padre debía prometer y asegurar protección para él y Tao, incluyendo al enfermo hermano menor de este.

Días después, Tao había desaparecido, sin un adiós, solo se había ido con el dinero de la caja fuerte según su padre. Se había ido dejándolo solo en ese infierno de retorcida familia que tenía.

Mientras divagaba había preparado y llevado a la habitación del mayor una taza con sopa de fideos. Encontró al rubio acostado en la cama, con uno de sus brazos sobre los ojos. Su corazón dolía por el sufrimiento de su hermano.

-Gege…- llamo suavemente, colocando la charola en la mesa de noche.

-Fei…- el mayor frunció el ceño al encontrar a su hermanito a esas horas fuera de la cama -¿Qué haces aquí?-

-No has comido en todos estos días… y necesitas fuerza para encontrar a Taoge- sonrió para animar al rubio.

Sin ganas y con tristeza YiFan estaba acabando con la sopa.

-¿Cuándo se fue?- pregunto en un susurro, sin dejar la atención de la taza.

Fei se tensó antes de contestar.

-Un mes… un mes después de tu viaje-

-¿Por qué no me lo dijiste?- su mandíbula se había apretado al igual que sus puños.

-¿Cómo?... solo te fuiste y no me dejaste un contacto para comunicarme, solo llamabas a papá y él solo me decía que tú estabas bien… si hubiera sabido que se iría, le hubiera preguntado a donde o lo habría detenido… pero cuando volví de la escuela él ya no estaba… perdón- había comenzado con un tono de reproche, pero la culpa tomo el control.

-Perdóname tú a mí. No debí haberme ido… pero no tuve elección- dejo de lado la taza y enredo los dedos en su cabello con frustración –si tan solo me hubiera dado cuenta antes… esto no hubiera pasado-

-¿De qué hablas? ¿Cuenta de que?-

-Fui un cobarde, hui de los sentimientos que Tao me causaba y me negué a ellos… pensé que solo era un capricho, una locura y una tontería… culpe a las hormonas en ese entonces y pensé que lo que me mantenía tan pegado a él era lastima y el afán de ayudar… porque eso era lo que le había prometido a mamá… que cambiaria y sería bueno…- Fei veía como por tercera vez su fuerte y frio hermano se deshacía en lágrimas.

-Le di promesas vacías, le mentí y lo engañe con la idea de que algún día seriamos una verdadera pareja… él era tan ingenuo que creyó y cayó en las garras de este monstruo…- miro a su manos como si temiera de sí mismo –debía disfrutar y arrojar como siempre lo había hecho… pero con él no pude… hui cuando me dijo que me amaba-

-Tu… ¿lo amas?-

YiFan asintió y contesto con firmeza esta vez, el miedo se había ido y la decisión brillaba en sus ojos.

-Si… ¿pero de qué sirve ahora?... si se ha ido, y pensando lo peor de mi-

-No digas eso… él nunca creería en lo que padre o ZhouMi dijeran de ti, te conoce y en el fondo él estaba seguro que lo único que los alejaba era tu inseguridad-

-No lo entiendes… antes de irme le dije cosas horribles y con lo que mi padre y ZhouMi le hubieran dicho… solo confirmaría sus sospechas de la clase de monstruo que soy- furioso consigo mismo, YiFan caminaba de un lado a otro de la habitación despeinando su cabello.

-Entonces… ¿eso es todo?- el pequeño Fei comenzaba a enojarse con su mayor –Taoge soporto a esta enferma familia todos estos años solo por ti, fue tu juguete, nunca dijo NO, nunca se quejó frente a ti, se preocupaba por ti, te alimentaba, te apoyaba y siempre te esperaba con una sonrisa en tu cuarto al llegar de la escuela… te amo… él te ama… y tu… lo dejaras ir, lo dejaras solo, ¡lo abandonaras otra vez!-

Las palabras o más bien el reproche de su hermano le hizo doler el corazón al no poder desmentir alguna de ellas. Fei tenía razón en cada maldita cosa, Tao había hecho tanto por él, mientras que él solo lo había lastimado.

La esperanza de encontrarlo volvió, más fuerte en esta ocasión y con una sonrisa llego hasta su teléfono y marco uno de los pocos números que tenía guardados.

-Abogado Zhwo- dijo en cuanto la llamada fue contestada –Sí. Lo siento por eso, pero es urgente. ¿Podemos encontrarnos mañana temprano?... bien- corto la llamada y seguía sonriendo cuando se sentó junto a su hermanito.

-¿Por qué sonríes?-

-Porque voy a recuperarlo… lo buscare por cielo, mar y tierra si es necesario- sentencio.

-Me asustas…- declaro en tono burlón el más bajo ganándose una afilada mirada del rubio –Hermano…- dijo minutos después.  Fei había decidido dormir con su mayor esa noche y con su mirada perdida en el techo comenzó a hablar –cuando Taoge se fue… intente buscarlo. Una señora, vecina suya me dijo que su hermano estaba muy enfermo en el hospital…-

YiFan asintió distraídamente pensando en el amable y tierno hermano de Tao, un jovial chico condenado por una enfermedad.

-Él no se iría sin su hermano ¿no es así?-

-Tao hizo todo esto por YiXing… me soporto solo por él-

-Entonces… si se fue debió haberse llevado a su hermano con él ¿no?-

-Seguro… ¿A dónde quieres llegar?-

-Que tal vez… en el hospital quedo registrado el traslado de su hermano-

YiFan salto de la cama y casi se lanzó sobre el menor para abrazarlo, besarlo, lo que sea. Ahora mismo le daría lo que fuera a su pequeño hermano por iluminarlo de esa forma.

¿Cómo no lo había pensado antes?

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

-Corea del Sur- dijo demandante el rubio una vez llego a la taquilla.

-En-enseguida- respondió nerviosa la chica.

Esa mañana, antes de irse a reunir con el abogado de la familia fue al hospital en el que recordaba YiXing era internado cuando recaía. El hospital Global de Beijín era uno de los más costosos y eficientes de la ciudad y era donde él mismo había internado al pequeño chico en cuento se enteró de su enfermedad.

Lastimosamente, a YiXing le habían dado de alta en ese entonces y por tanto no había registro de un traslado. Estaba a punto de moler a golpes la recepción del hospital cuando un chico vestido de bata con animalitos llamo su atención. El menor era compañero de cuarto de YiXing y aseguró que el hermano mayor de este le había dicho que se irían al extranjero en busca de mejores posibilidades para la enfermedad del chico.

Y para su suerte, Corea del Sur había sido el destino de su amado Tao, porque si, al fin su muralla se había derrumbado y sus sentimientos claros como el agua habían hablado “¡Te amo Tao!”  Gritaba su ser y debía encontrarlo para decírselo y demostrárselo.

Poco más tarde, se había reunido con el abogado Zhwo, amigo de la familia. En solo unas semanas seria su cumpleaños número veinte y cinco y como estaba estipulado en el testamento de su difunto abuelo materno, el cincuenta por ciento de su herencia le pertenecería. El plan, según su padre, era que él recibiría el dinero y lo pasaría a manos de su progenitor. Sin embargo, ya no era Wu YiFan, tomaría el apellido de su madre y comenzaría de nuevo.

Todo quedo arreglado. Se iría del país y el abogado se encargaría de enviarle el papeleo para la reclamación de la herencia, estaba decidido a romper las cadenas que su padre le había puesto y que le hacían tanto daño. Fei no podría reclamar su veinte y cinco por ciento correspondiente hasta que fuera mayor y el chico apenas y tenía diez y siete años, pero no lo dejaría atrás y permitir que su padre lo usara en su contra.

Falsificar la firma de su padre no había sido difícil, pensó mientras le regalaba una sonrisa a su hermano pequeño que esperaba a unos metros con el equipaje, el Señor Tian y la Señora Yuen también esperando con pequeñas maletas a sus lados.

Si, su padre se iba a enojar en cuanto se enterara de que había huido con el dinero, su hermano y con dos fichas claves de su servidumbre.

-Disfrute su vuelo Señor  Wu- sonrió tímida y le entrego los boletos de avión, sin decir una palabra los tomo y camino rápidamente encontrándose con sus acompañantes y dirigiéndolos  a la puerta de abordaje.  Hace apenas una hora Yuen la ama de llaves  y su más leal confidente, le había confesado que el Señor Wu su padre había comprado en ese tiempo dos boletos de avión con destino a Corea del Sur, pero que le había parecido extraño que nadie de la familia viajara, también le había dicho que justo un día después de esto Tao se había marchado sin decir adiós.

 la esperanza brillo en su interior, conociendo a su padre y encajando las piezas lo más probable es que este hubiera corrido a Tao y lo exilió en el extranjero, además de eso el coreano era el único idioma aparte del chino que el pequeño dominaba, definitivamente allí debía estar.

Tao no podría pagarse un viaje como ese y debía saber que detrás de todo estaba su ambicioso y podrido padre.

Suspiro una vez se sentó en su lugar y ansioso espero por llegar a su destino.

-Lo encontraremos- le aseguro su hermanito dándole un confortante apretón en la mano. Suspiro y rogaba porque fuera cierto. Cerró los ojos y los recuerdos comenzaron a llegar…

 

 

 

 

… …

 

 

 

 

Corea del Sur…

-Adelante- ordeno la prepotente voz, la puerta fue abierta lentamente, un cabizbajo rubio entro.

-Se-Señora- pronuncio nerviosamente.

-Siéntate- ordeno sin siquiera mirarlo, pues la atención de la mujer estaba en los papeles que había en sus manos.

Algo nervioso pero rápido se dirigió a la silla frente al escritorio, sabía que a la Señora no le gustaba esperar.

-¿Has conseguido algo?- pronuncio calmadamente.

-…- el menor no respondió.

-¿Sabes?... el doctor Lee llamo esta mañana- sonrió con malicia, los ojos del menor se abrieron por completo y antes de que se exaltara la mujer lo detuvo con un ademan en su mano –son buenas noticias- aseguro sin borrar la sonrisa, el menor se mantuvo expectante con el corazón en las manos.

-Solo basta mi autorización y el pequeño Yiyi será dado de alta- el corazón del rubio volvió a latir y el color volvió a su rostro, respiro profundamente y sonrió agradeciendo a los cielos.

-Su mejora tiene impresionados a todos, la diálisis a surtido efecto y creen que ya puede volver a casa- volvió a decir la mujer, disfrutaba el hecho de que el otro tuviera esa sonrisa tan llena de alegría en su rostro, porque así el deseo de destruirla era más grande.

-¿Quieres verlo?- pregunto, el menor asintió rápidamente, la alegría tan inmensa que sentía en ese momento le hacía ignorar el hecho de que tras ese  macabro rostro sonriendo se escondía algo.

-Bien… dame algo- ordeno esta vez seriamente, la sonrisa del rubio se borró  y su cuerpo comenzó a temblar –solo dame algo, dime algo Tao… y te daré a tu hermanito- aseguro con un tono “dulce”.

-Yo-yo… no teng…- Tao desvió la mirada, la sola presencia de la mayor lo aterraba.

-Dos años han pasado Tao, te conozco lo suficiente como para saber que me has estado ocultando cosas… si quieres a tu hermano de vuelta, este es el momento de hablar- dijo autoritariamente.

La mirada de Tao fue a parar a la gran ventana que había en el despacho, sus ojos se cristalizaron. El menor ya no quería hacer daño a nadie y si bien nunca había tomado o usado un arma o herido a alguien, el dolor que le causo a personas inocentes y buenas era suficiente para hacerlo sentir como la peor mierda, un mentiroso, traidor y vil villano, pero…

Su hermanito lo valía todo, por el vendería su alma al diablo, claro eso ya lo había hecho desde el momento en que acepto la ayuda de esa horrible mujer.

Para muchos ZiTao podría ser un simple joven jardinero, misterioso y callado, tierno y amable, con una hermosa sonrisa y una mirada de compasión, porque esto era lo que él les mostraba a todos y a su pequeño hermano para evitarle problemas, pero en el fondo el corazón del joven rubio estaba destrozado, hecho polvo, no había esperanza, alegría u oportunidades, sin sueños, sin vitalidad, sin amor, sin nada, la única razón que lo mantenía en pie era YiXing y en cuanto este estuviera mejor y a salvo, el sufrimiento para él terminaría, o eso tenía planeado.

La razón de su vacío, desde muy joven  tuvo que encargarse de su pequeño hermano al quedar huérfanos, con esfuerzo y dedicación logro salir adelante y mantener a salvo a su hermano. Cuando la oportunidad de ser el ayudante de un jardinero en una hermosa mansión se presentó no la desaprovecho, con tan buena paga tuvo que sacrificar el tiempo junto a su Yiyi dejándolo al cuidado de una vecina y mudarse a la casa de ensueños de cualquiera.

Todo estaba bien, hasta que los dueños de esta llegaron de su viaje de negocios el Señor Wu, el ogro de la mansión según Tao, el pequeño y adorable Wu Fei, el caprichoso y coqueto Wu ZhouMi y el prepotente, arrogante y vanidoso Wu YiFan, desde el padre a sus hijos, cada uno era peor que el anterior, excepto el pequeño, nada hubiera pasado si él no hubiera despertado la curiosidad del intermedio de los hermanos y con este el interés del Señor Wu que cuando llego el momento y aprovechándose de su precaria situación había comprado la libertad de Tao y lo había ofrecido como regalo su arrogante segundo hijo.  

En un principio, todo fue una pesadilla, una horrible pesadilla. Wu YiFan lo trataba como a un perro callejero con pulgas y mugre, le gritaba, lo humillaba y le llenaba su inocente cabecita de cosas horribles. Pero soporto, fue fuerte y aguanto todo ese mal trato por su pequeño y enfermo hermano, necesitaba el dinero más que nunca y si ser el juguete de entretención de un adolescente mimado y prepotente se lo daría, pues lamería el piso si era necesario.

Meses después y según la Señora Yuen, las barreras de YiFan se estaban desmoronando a causa de la inocencia y bondad de su persona. No creyó en nada, todo debería ser un juego, pero al pasar el tiempo, al parecer y sin saberlo el humilde Tao había logrado cautivar y enamorar al arrogante Wu YiFan,  pero el mayor nunca había sido claro con sus sentimientos y durante casi tres años lo único que los unía era un ferviente y apasionado romance que alimentaba ilusamente las esperanzas de Tao.

Todo iba tan bien que la confusión de YiFan lo estaba orillando tanto hasta el punto de un día prometerle enfrentarse a su padre y darle el lugar que se merecía, le prometió más que un noviazgo, le prometió maravillas y felicidad absoluta… mentiras nada más.

YiFan en ese momento, se había alejado de pronto, volvió a ser frio y arrogante, grosero y agresivo y le había gritado cosas horribles, lastimándolo como nunca, más que la primera vez que se habían conocido. Sumando a ese daño las palabras del Señor Wu y su hijo mayor descartaban toda posibilidad de ser feliz en algún momento.  

La repentina partida del rubio mayor lo destrozo. YiFan se había ido dejándolo con un par de monstruos que se dedicaron a esclavizarlo y maltratarlo. El Señor Tian le había dado un poco de esperanza de nuevo asegurándole que la partida del Joven Wu se debía precisamente a él. El Señor Wu se había enterado de la oculta relación de su hijo y lo había amenazado con hacerle daño a su juguete si no se iba del país.

Con la esperanza de que cuando el mayor volviera serian felices, soporto los insultos y golpes, pero cuando fue víctima de la lujuria del mayor de los hijos y posteriormente del  Señor Wu, con las palabras, diciendo lo poco que significaba para su amado y golpes,  todo se derrumbó, sus esperanzas y sueños murieron y entonces fue cuando el Tao que todos conocían murió.

En cuanto el Señor Wu se cansó de usarlo lo desecho, ZhouMi lucho por conservarlo pero su padre no lo permitió y se encargó de enviarlo lejos, relativamente hablando ya que se encontraba en un país vecino. Al llegar a Corea las cosas no fueron fáciles, tuvo que limpiar baños y recoger basura durante dos años hasta que en su momento pensó que el destino le había sonreído al enviarle un ángel, que le propuso trabajo, comida, hogar y ayuda para su hermano, pero ahora se culpaba por haber sido tan tonto e iluso, en lugar de un ángel, se había encontrado con el mismísimo diablo.

-¿Y bien?- pregunto la mujer, el rubio se mantenía en silencio pensando muy bien en lo que diría.

Han pasado ya dos años desde que condeno su alma al seguir las órdenes de la malvada mujer frente a él, decir que estaba sorprendido cuando esta le ofreció una gran cantidad de dinero por ser sus ojos era menos, acepto teniendo en mente a su hermano ¿Qué tan difícil seria seguir a un chico con una cámara?  Lo hizo y tenía feliz a la mujer con sus resultados, la idea, hacer parecer al joven un puto, eso había dicho la Señora, tomar la foto en el ángulo perfecto. Al principio fue fácil, pero cuando sin querer escucho los planes de la mujer y lo que tramaba con esas fotografías, se sintió como la mierda al ser cómplice de esa bruja.

Ahora que el joven Oh había vuelto, vio el mismo las consecuencias de sus actos y el sentimiento en su interior crecía más, una vez más la mujer le ordeno seguir a los jóvenes y mantenerla al tanto de la situación y ¿por qué la mujer lo usaba a él y no a un detective? simplemente no quería escándalos o chantajes rodeándola, un simple joven jardinero era perfecto a él nadie le creería, a él nadie lo tomaría en serio.

En sus fotografías estaban registrados los innumerables encuentros de los dos jóvenes. SeHun citaba al rubio constantemente a su departamento y no era tonto para saber qué era lo que pasaba allí. Eso era lo que se supone debía decirle a la Señora, las fotografías en donde se podía ver al rubio y a SeHun juntos en el condominio de paramentos era lo que esa bruja quería.

Después de unos minutos y muy a su pesar logro conectar sus ojos con los fríos oculares de la mujer.

-Ya se lo dije Señora- inicio y se sorprendió a sí mismo al sonar tan convincente –no hay nada interesante, el joven Oh ha mantenido su distancia, ignora e insulta al otro chico y este sufre y llora todo el tiempo… tengo las fotos si quiere verlas- aseguro, la mirada de la mujer lo estudiaba atenta, dudando un poco, pero una vez más el joven logro darle lo que quería.

-Bien…- suspiro –te creo, mañana podrás ir a ver a tu hermano- hablo mirando de nuevo los papeles, en silencio el menor se levantó y dirigió a la puerta, antes de salir se volvió y miro a la mujer.

-Gracias, Señora Oh- susurro pero fue ignorado…

 

 

Soy como un ángel a quien le quitaron sus alas…

(Estoy solo)…

Tu amor lo fue todo para mí…

Contigo soy capaz de lograrlo todo…

(Yo vivo por ti)…

No me gusta ver como derramas lágrimas por mi culpa…

(Nunca me olvides)…

Soy como un ángel a quien le quitaron sus alas…

Eres preciado para mi baby…

A veces me arrepentía de lo que hacía…

Estaba encerrado en un hermoso sueño donde te veía…

Estaba frente a ti, escuchando tu voz…

Recuerda, gracias a ti soy lo que soy…

Niño hermoso, no estés triste, sonríe por favor…

Me duele en el corazón verte así…

Me gustaría tener una oportunidad…

Para decirte todo lo que siento por ti…

Soy como un ángel a quien le quitaron sus alas…

(Estoy solo)…

Tu amor lo es todo para mí…

Contigo soy capaz de lograrlo todo…

(Vivo gracias a ti)…

ZTAO

Notas finales:

 

 


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