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¡Ten hijos para esto! por Fullbuster

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El sol estaba en lo más alto del día pero Kazuto recién conseguía abrir los ojos. Le habían asignado para supervisar al nuevo integrante ANBU, a Itachi Uchiha. Muchos rumores habían llenado el edificio de los ANBU. Desde luego era el integrante más joven, nadie había entrado a tan temprana edad pero ahí estaba ese chico, un auténtico genio entre los genios y Kazuto ni siquiera sabía por qué le habían mandado a él para supervisar su entrenamiento, no tenía mucho que enseñarle a ese chico.


La campana de la puerta sonó en aquel momento pero no quiso levantarse, estaba demasiado cansado como para hacerlo y la pierna aún le dolía. Ese día Kazuto no tuvo suerte, sus padres al parecer habían salido a hacer compras o algo porque la campana sonó nuevamente obligándole a acudir. Gritó desde arriba que ya bajaba y bajó incluso con el pijama hacia la puerta. Allí frente a él estaba Minato Namikaze, su mejor amigo y ahora Hokage de la villa de Konoha.


Puede que viviesen cerca, sus clanes estaban uno al lado del otro pero aun así, le sorprendió su visita, prácticamente sólo se veían para reuniones familiares y poco cosa más. Su relación había cambiado tanto de cuando eran niños, de antes de que Minato se casase y eso no hacía tanto tiempo.


- ¿Hokage-Sama? – preguntó sorprendido.


- Deja de llamarme así, ya te lo dije.


- Sigues siendo el Hokage.


- Y odio que tú precisamente me llames así, has sido como mi hermano.


- No diría tanto – comentó Kazuto algo serio.


- Deja de martirizarte por lo ocurrido con Sakumo, no fue tu culpa, ya te lo dije.


- Te capturaron por mi culpa, viniste a salvarme. No tenías que haber venido.


- Tenía que ir, ya te lo he dicho… eres como mi hermano y por la familia hago lo que sea. ¿Me oyes?


- Pudiste haber muerto.


- Tú también y aquí estamos. Tú estás vivo, yo también y Sakumo encerrado.


- Van a soltarle.


- ¿Qué? No digas tonterías, yo no he dado ninguna orden así y soy el Hokage.


- Pues creo que los líderes del escuadrón ANBU se están tomando algunas libertades, porque van a soltarle. Les ha prometido que les ayudará a encontrar a Orochimaru.


- Tenía que habérmelo imaginado – comentó Minato con una ligera sonrisa – es Tobirama quien está al mando del escuadrón ANBU.


- ¿Qué ocurre con Tobirama?


- Es una larga historia pero digamos que los Uchiha y él no se llevan nada bien. Arreglaré esto.


- Tobirama tiene mucha influencia en el escuadrón. Si ha decidido hacer algo contará con apoyo de dentro.


- Muchos dentro del escuadrón odian a Sakumo por lo que hizo, no todos estarán de acuerdo.


- No lo estarán con Sakumo, pero sí apoyarán la decisión de Tobirama, algunos le temen y otros le respetan, nadie se opondrá a su decisión.


- Yo no le tengo miedo y como Hokage tendrá que respetar mi decisión – dijo Minato con seguridad haciendo sonreír a Kazuto.


- Eres el hombre más temido de todo el mundo Ninja – comentó Kazuto – pero necesitas algo más que eso, necesitas que los ANBU te apoyen y en estos momentos están más a favor de Tobirama que al tuyo.


- Eso es cierto. Supongo que tendré que ponerme manos a la obra para llevarme al escuadrón ANBU a mi terreno y quitarle ese poder a Tobirama.


- Te va a costar – comentó Kazuto.


- Al menos ya tengo un voto a favor, ¿no? – preguntó Minato sonriendo.


- El mío siempre lo tendrás y lo sabes.


- ¿Izuna está de misión hoy? – preguntó Minato sorprendido.


- Sí. A veces tengo la sensación que lo hacen a propósito. Siempre que tengo un día libre a él le ponen trabajo.


- Eso es raro desde luego. Que coincidiera alguna vez no me sorprendería pero que no hayan coincidido vuestros días libres ni un día en estos meses… es lo más sospechoso de todo. Hablaré con el escuadrón y trataré de informarme de lo que está ocurriendo.


- Ya sabes cómo funciona el escuadrón… camuflarán la verdad, se tapan los unos a los otros.


- Lo sé. Soy demasiado nuevo en el cargo de Hokage, sólo algunos me siguen, el resto siguen siendo fieles al antiguo Hokage.


- De eso se aprovecha Tobirama, sabe que tiene más influencia que tú en este momento y luego está Danzo, demasiado importante en el consejo, también tiene mucho poder e influencias. Ningún ANBU se opondría a sus órdenes.


- Hazme un favor… si te enteras de algo extraño estando ahí dentro, házmelo saber. Voy a necesitar a alguien de confianza ahí dentro.


- No es que me tengan mucho aprecio precisamente pero lo intentaré. Seré tus oídos.


Minato sonrió haciendo el amago de marcharse cuando entonces cayó en algo, en lo más importante que había venido a pedirle y que por poco se le olvida.


- Perdona, Kazuto… lamento pedirte esto en tu día libre pero… ¿Podrías quedarte a cuidar de Naruto hoy? – sonrió Minato y Kazuto empezó a reírse al entenderlo.


- ¿Tan necesitado estás de sexo con tu esposo? – preguntó susurrando para que no le escuchase el resto del clan.


- Naruto es como si lo oliera – se quejó Minato – cada vez que me acerco un poco a Madara ya está llorando para que le haga caso a él. Necesito una noche con mi esposo a solas.


- Ve, anda, me quedaré con él. Sólo… dile a Izuna cuando vuelva de la misión que estoy en tu casa para que no se preocupe.


- Claro – sonrió Minato como sólo él sabía hacer – muchas gracias.


Kazuto aprovechó para cambiarse mientras Minato decidía esperarle en el salón, al menos tendrían un agradable paseo hasta el clan, el cual quería utilizar Minato para tratar de retomar aquella amistad que ahora parecía flaquear entre ambos después de que Sakumo se metiera en medio.


Minato se marchó enseguida hacia la oficina tras dejar a Kazuto en su casa a cuidar de su hijo primogénito. Naruto tenía pinta de que iba a salir tan travieso como lo fue su padre de adolescente. En estos momentos lo único que le preocupaba a Minato sobre su hijo… es que llegase a tener las mismas ideas que tenía él cuando era más joven, que se escapase y le pintase la cara en el mirador de los Hokages. Kazuto ante aquella idea, sólo podía reírse y es que seguramente acabaría siendo como su padre.


Naruto estuvo toda la mañana muy tranquilo, hasta que llegó Mikoto buscando a Minato para que cuidase de Sasuke durante un par de horas debido a una reunión urgente a la que le habían pedido que asistiera. Mikoto se sorprendió de ver allí a Kazuto pero éste acabó comentándole que no tenía ningún problema en quedarse con ellos hasta que volviera de la reunión.


Aquello fue el auténtico desmadre de la casa, Naruto y Sasuke sólo sabían pelearse por los juguetes y cuando no eran los juguetes… era otra cosa. Kazuto probó a separarles pero tampoco funcionaba, entonces se ponían los dos a llorar. Aquello hizo que Kazuto sonriera sin poder evitarlo.


- De verdad que sois un caso… no podéis estar ni juntos ni separados.


Por unos segundos observó a aquellos dos jugar o más bien pelearse hasta que Naruto le dio con el sonajero en la cabeza a Sasuke. El Uchiha empezó a llorar al instante conmoviendo a un Naruto que intentaba frotarle la cabeza para que se le pasara el dolor. Kazuto en aquel momento sólo podía pensar en una cosa… en que le habría gustado ser padre también pero no podría, no si seguía con Izuna. Él no era el recipiente del Kyuubi, no podría tener hijos y eso le entristecía en cierta manera.


Quizá todos los ANBU tenían razón con él, quizá no debería estar con Izuna y robarle la oportunidad de ser padre, él no podía darle hijos, jamás podría darle una auténtica familia como lo que podía buscar su novio. Ese pensamiento se detuvo cuando la puerta de la casa se abrió dejando ver a un frustrado Itachi. Entró como alma que lleva el diablo hacia Kazuto señalándole con el dedo.


- ¿Por qué no me dijiste que los novatos no hacen misiones? – preguntó.


- No quería desanimarte – le sonrió Kazuto – es sólo una semana, entrenarás y cuando vean que estás listo, haremos misiones, ya lo verás.


- ¿Estás seguro que sólo será una semana?


- Sí. Aunque teniendo en cuenta que eres el genio Uchiha quizá hagan alguna excepción contigo y hagas misiones antes de hora.


- Está bien – dijo resignándose mientras miraba a su hermano y a Naruto jugar - ¿Crees que serán igual de amigos cuando entren a la academia Ninja?


- Creo que traerán de cabeza a más de un profesor – dijo sonriendo Kazuto.


Itachi caminó hasta ambos pequeños y cogió a Naruto con una sonrisa levantándole hasta su rostro. Naruto feliz de verle soltó finalmente el sonajero para poder cogerle la nariz a Itachi.


- Tita… - dijo Naruto sonriendo.


- No, Naruto, es Ita – le comentó sonriendo.


- Tita – volvió a repetir el pequeño sin soltar su nariz.


- Parece que le gusta estar contigo – le comentó Kazuto con una sonrisa.


- Será un gamberro de mayor – comentó sonriendo – va a traer de cabeza a más de uno.


Itachi se quedó media hora allí con los pequeños jugando y luego se llevó a su hermanito a casa dejando a Kazuto a solas con el pequeño Naruto. A las ocho de la tarde, tras haber duchado a Naruto, ambos se quedaron completamente dormidos en el sofá. Para cuando Izuna llegó y vio la imagen, no pudo remediar acariciar el cabello de Kazuto apartando un par de mechones de él para verle dormir plácidamente.


Cogió a Naruto en brazos con cuidado de no despertar a ninguno de los dos y se lo llevó a la cuna del piso de arriba. Le dio un beso en la frente al pequeño y bajó las escaleras sentándose en un rincón del sofá con la mala suerte que despertó a Kazuto al sentir que alguien se colocaba a su lado.


- Lo siento, no quería despertarte.


- No, está bien – le dijo Kazuto con una pequeña sonrisa intentando desperezarse.


- ¿Me dejas un sitio a tu lado?


- Claro.


Izuna se tumbó a la espalda de Kazuto abrazándole por la cintura y acercándole más a su pecho. Había tenido el tiempo justo de pasar por su casa a ducharse y menos mal que se encontró a su hermano en el camino y le comentó que Kazuto estaba allí en el clan. Al menos después de aquella misión podía ir con su novio y estar un rato con él. Los ojos se le cerraban, nunca le había gustado madrugar pero a ese sueño se unía además el cansancio de la misión. A este paso nunca tendrían un momento de intimidad, mañana era su día libre pero Kazuto trabajaba, como de costumbre sus días festivos nunca coincidían.


Intentando dejar el sueño a un lado, se esforzó por mantenerse despierto girando a Kazuto hasta dejarle bocarriba para poder besarle. Kazuto sonrió antes de pasar su mano por la nuca de su novio uniendo ambos los labios en un tierno beso que se fue volviendo más pasional conforme pasaban los segundos.


Kazuto cerró los ojos dejándose envolver por aquel momento, por las caricias de su novio hasta que sintió la mano de Izuna levantar su camiseta levemente para pasar la mano hacia su pecho. Notar cómo su novio se iba colocando lentamente encima de él provocó una reacción que no había sentido antes, por unos segundos sintió miedo, angustia y sin previo aviso, la imagen de Orochimaru apareció en su mente obligándole a levantarse de golpe dejando a un sorprendido Izuna que le vio correr hacia el baño.


Izuna atónito por aquella reacción y sin entender nada se acercó a la puerta del baño escuchando cómo vomitaba su novio. Tocó a la puerta con los nudillos preocupado por él.


- ¿Kazuto? ¿Estás bien? – le preguntó pero no escuchó respuesta así que abrió la puerta encontrándoselo en un rincón del aseo contra la pared escondiendo su rostro entre las piernas.


- Lo siento – dijo llorando – lo siento mucho…


- Ey, no te preocupes. ¿Te ha sentado algo mal de la comida? – le preguntó.


- No sé qué me ha pasado. Lo siento, en serio.


- Ven aquí – le dijo Izuna moviéndole ligeramente para sentarse tras él y apoyar su espalda en la pared, dejando así que Izuna se recostase la espalda en su pecho. Le abrazó y acarició sus brazos con suavidad – ya está, no te preocupes, todo está bien.


Pese a las palabras dulces de Izuna y las caricias tranquilizadoras, pese a los tiernos besos que depositó en su frente y en su cabeza, Kazuto no podía evitar llorar. Se sentía demasiado mal por lo ocurrido, ni siquiera podía explicarle lo que le estaba ocurriendo, él era un Uchiha. ¿Qué pensaría si le decía que tenía miedo? ¿Qué iban a pensar todos de él si decía la verdad de lo ocurrido aquel día en que debió morir? Izuna había venido cansado y había tratado de sacar fuerzas para estar un rato juntos, pero él lo había fastidiado, aquello le hacía sentirse aún peor. 


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