Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Ten hijos para esto! por Fullbuster

[Reviews - 345]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Aquel día Itachi había madrugado para unirse a la misión de su tío. Era el primero que había puesto a su disposición a todo su escuadrón para buscar a ese niño. Se levantó caminando descalzo por aquella tarima de madera hasta el armario donde reposaba su uniforme de ANBU junto a la máscara.


Se quitó el pijama para empezar a vestirse todavía teniendo en su mente aquel beso que Naruto le había robado. Tenía que hacer algo para evitarlo, sabía perfectamente que no podía seguir dándole falsas esperanzas a ese chico porque no podían estar juntos, él no quería estar con ese rubio si tenía la posibilidad de quedarse embarazado, si tenía la maldita posibilidad de morir a manos de ese zorro que intentaría aprovechar su debilidad en el embarazo. No quería que Naruto pasara por algo así, era mejor olvidarse de él y que encontrase una buena chica, era mejor que él mismo enterrase sus sentimientos en lo más profundo de su ser e impidiese que salieran.


Apretó con fuerzas las cinchas de sus muñequeras antes de ponerse mejor los oscuros guantes. La katana le esperaba reposando plácidamente sobre su soporte. La cogió entre sus dedos apretándola con fuerza debido a las dudas que aún rondaban su mente respecto al tema del rubio. Por una parte, quería verle feliz con alguien más, por otra, no quería que estuviera con nadie más pero una cosa tenía clara… lo quería vivo y si para mantenerle con vida debía alejar a ese demonio de cualquier posible embarazo, lo haría. No dejaría que a Naruto le pretendieran hombres, eso le excluía a él también.


Escuchó la puerta principal de su casa. Sabía que no podía ser nadie de su familia, todos estaban fuera. Su madre había aprovechado para ir al mercado temprano como hacía todas las mañanas, su padre estaría en la comisaría de policía Uchiha y su hermano… ése ni siquiera había pasado la noche en la casa y aunque le molestaba aquella rebeldía que últimamente tenía, él era el menos indicado para hablar con su hermanito.


- ¿Estás listo para irnos? – preguntó Shisui desde el marco de la puerta.


- Sí – comentó Itachi con su seriedad habitual asegurando bien la katana a su espalda.


Ambos salieron de la casa y cruzaron el jardín con tranquilidad. Shisui intuía que algo le ocurría a Itachi, no por su seriedad que era algo habitual en él, sino porque se había abrochado mal el chaleco.


- Itachi, ¿quieres contarme algo? – preguntó.


- No. ¿Por qué?


- Porque antes de seguir y que todos vean que tu cabeza está en otra parte y no en la misión, deberías abrocharte mejor el chaleco.


Aquella fue la primera vez que el gran genio Itachi Uchiha se sonrojó frente a su amigo, no podía creerse que hubiera cometido un fallo de novato. Sólo era un maldito chaleco Ninja y se lo había abrochado mal. Suspiró desabrochándolo todo para volver a abrocharlo, esta vez prestando toda su atención a él cuando lo hacía, no quería volver a cometer el mismo error.


- Creo que deberías contarme lo que te preocupa antes de seguir.


- Naruto – resopló Itachi.


- ¿Te preocupa Naruto? – preguntó sorprendido cuando de repente, sintió cómo Itachi se abalanzaba sobre él robándole aquel ansiado beso que siempre esperó darle a Maya Uchiha, la hija del herrero del clan.


Shisui se congeló en el sitio. Primero, porque él nunca había sentido atracción por alguien de su sexo y mucho menos por su mejor amigo y, segundo, porque no se esperaba que su amigo tuviera esa clase de sentimientos por él, claro que al detectar cerca de ellos el chakra de Naruto abrió los ojos buscándole. Tan sólo consiguió ver la espalda del chico que se marchaba del lugar cabizbajo.


Colocó sus manos en el fuerte pecho de Itachi y le alejó de él con un empujón dándose por enterado de todo lo que estaba ocurriendo. No pudo evitar sonreír antes de limpiarse con el dorso de la mano lo que quedaba del rastro del beso.


- Eres increíble, Itachi. No creí que fueras a comportarte como todo un niño en este asunto. Ve a disculparte – le dijo Shisui pasando de largo pero Itachi detuvo su muñeca.


- Quiero estar contigo – le mintió Itachi pero Shisui sonrió antes de pegarle un puñetazo.


- No seas mentiroso. Puede que tus mentiras funcionen en los demás pero no en mí. Estás enamorado de ese chico pero me besas a mí pese a saber que no me gustan los chicos sólo para alejarle a él. Ve a hablar con Naruto y arregla las cosas. No me metas a mí en medio de tus problemas. Ni siquiera entiendo por qué te alejas.


- No quiero que se quede embarazado – le dijo Itachi – no quiero que el zorro se libere por mi culpa y le pase algo a él.


- Itachi… si no quieres que Naruto pierda el control, lo mejor que puedes hacer es cuidar de él en lugar de alejarte. Eres un Uchiha. ¡Por Dios! Eres capaz de controlar al zorro con tu sharingan, eres capaz de salvar a ese chico, está más seguro contigo que con cualquier otro y lo sabes.


- No lo había pensado así.


- Claro que no. Tienes tanto miedo de perderle que no te has parado a pensar que tú eres el genio del clan Uchiha, eres tú el que puede ayudarle a controlar a ese monstruo en su interior. Nadie más lo hará y lo sabes. Ese chico sólo puede estar a salvo contigo. Ahora deja tus miedos a un lado y ve a hablar con él.


Shisui iba a marcharse pero algo se lo impidió. Ver a su mejor amigo allí paralizado sin saber qué hacer era algo que jamás había visto y mucho menos, pensado que vería. Itachi siempre había sido un hombre valiente, un poco serio y quizá algo frío pero en el fondo, era un chico que se preocupaba por su clan, por su familia, por sus seres queridos pese a intentar no mostrarlo en público.


- Vale. Siéntate. Hablaremos de esto con calma – dijo Shisui caminando hacia el gran sauce de hojas anaranjadas.


Se sentó bajo la extensa sombra pese a que el sol todavía estaba tratando de levantarse en el cielo. Podía ver ese tono rojizo en el horizonte, las nubes resaltando todo aquel colorido de un nuevo amanecer. Itachi se acercó muy despacio pero ni siquiera se sentó, apoyó su espalda contra el gran tronco y esperó en silencio tratando de encontrar las palabras para definir su preocupación.


- Siempre creí que Naruto acabaría con alguna chica – empezó – veía a esa tímida Hyuga siempre cerca de él, no sé, pensé que acabarían juntos.


- Siente admiración por él. Ya sabes que los Hyuga son muy estrictos, casi como los Uchiha. Esa chica sólo siente curiosidad y admiración por alguien con la vitalidad de Naruto, nada más.


- Supongo que era más fácil alejarme de él, guardarme lo que siento y verle hacer su vida con una mujer. Quería que fuera feliz.


- Es feliz contigo por si no te has dado cuenta – sonrió Shisui – te persigue a todos lados, te sonríe siempre y tú sonríes al ver su sonrisa pese a que trates de disimularlo, tú eres al primero que busca todas las mañanas, al que busca para entrenar, al que le cuenta todo y por el que se preocupa cada vez que sales a una misión. Te quiere.


- También siento algo por él pero…


- ¿Lo del embarazo? No le des tanta importancia. Deberías preocuparte cuando llegase el momento.


- ¿Y si ese sello se rompe?


- Se lo hizo Minato Namikaze – dijo Shisui con una sonrisa - ¿Conoces a alguien mejor en sellos? Es el Hokage, el más fuerte de la villa y es su hijo, así que creo que no habrá hecho un simple sello capaz de romperse a la mínima.


- Te recuerdo que últimamente pasan cosas raras por la villa.


- Lo sé. Pero si se rompiera el sello o alguien lo manipulase por alguna casualidad… ¿No eres el mejor de los Uchiha en sellos? Hasta sabes hacer habilidades y sellos sólo con una mano.


Shisui sonrió frente a ese rostro de frustración que había puesto su mejor amigo. Desde luego andaba preocupado pero por alguna razón, estaba empezando a ver las respuestas a todas sus excusas, ya no le quedaban muchas más para poner.


- Hablaré con él – susurró Itachi.


- ¿Perdona? Apenas te he escuchado.


- Que tienes razón – le dijo Itachi resignado – es cierto que estoy preocupado por algo que ni siquiera ha pasado.


- ¿Empiezas a darte cuenta de que eres su mayor red de seguridad? Tú eres capaz de controlar al zorro si se escapase, incluso de hacerle el sello para controlarle, eres perfecto para él, como su ángel de la guarda.


Una hoja se movió con la brisa hasta separarse de la rama, cayendo lentamente, planeando en el aire hasta caer en mitad de ambos chicos. Los dos se giraron hasta mirarse. No pudieron evitar sonreírse y es que siempre habían sido buenos amigos, los mejores y eso era complicado en un clan tan estricto como el Uchiha.


- Sabes que siempre te apoyaré – le dijo Shisui – Eres mi mejor amigo y siempre lo serás.


- Lo sé.


- Pero no quiero que vuelvas a besarme – sonrió haciendo sonreír a Itachi.


- Hecho – aclaró Itachi moviendo su puño hacia él para que Shisui lo chocara.


- Creo que nos están buscando para la misión – comentó mirando hacia la salida del jardín, viendo al otro lado del gran portón a un par de ninjas de su clan que les miraban y sonreían por haberles encontrado.


- Supongo que tendré que dejar la charla con Naruto para cuando regrese.


- Esperemos no tardar mucho.


- Esa escurridiza serpiente tiene muchos escondites. No creo que vayamos a encontrarla tan fácilmente en un solo día, pero abarcaremos terreno. Si sabe que le buscamos, se estará moviendo.


- Le encontraré – aclaró Itachi – porque tiene a mi primo y no se lo va a quedar.


- Izuna no quiere que Kazuto entre en la búsqueda.


- Yo tampoco le habría dejado – comentó Itachi – ya ha sufrido demasiado, no me arriesgaría a que le cogieran de nuevo. Está más seguro aquí en el clan.


- ¿Con un traidor suelto? ¿Crees que el traidor le dará la cara para tratar de enterarse de todo lo que sabe o lo que no?


- No creo – dijo Itachi pero entonces su rostro cambió a otro que asustó a su amigo.


- ¿Qué ocurre?


- Creo… que acabo de descubrir cuál es la clave que utilizó Kazuto para sus recuerdos. Tengo que decírselo a Izuna, si es cierto lo que estoy pensando… es posible que tengamos una posibilidad de encontrarle. Si encontramos al traidor, nos llevará hasta Orochimaru y hasta ese niño.


Antes de que Shisui pudiera decir algo, Itachi ya había salido corriendo por las calles del clan en busca de su tío. Shisui sonrió unos segundos dándose cuenta de que ese chico había heredado algo más que ese nombre de genio del clan Uchiha, era inteligente, demasiado quizá para lo que le convenía. Salió tras él porque una cosa tenía clara… alguien debía cuidar la espalda de ese temerario Uchiha.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).