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Desmantelando el burdel de Tsuzuku por Iratxe

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Notas del capitulo:

Bueno sé que publiqué el fic hace dos días pero qué queréis que le haga me tiene más enganchada a mí que a vosotros xDD

 

Vamos avanzando, a ver si os gusta ~ <3

 Tsuzuku me abrió la puerta y me quedé quieto en la entrada mientras él encendía las luces; parecía una casa normal, no había nada que indicara que debiera preocuparme. Me prestó unas zapatillas de andar por casa para que me quitara los zapatos allí y en cuanto lo hice empezó a caminar para que lo siguiera:

 

 

 

–Mira, puedes dormir aquí.–abrió una puerta una vez que estuvimos en el piso de arriba, parecía una habitación de invitados normal y corriente, pero bastante más de lo que podía esperar en mi estado–¿Está bien?–

 

 

 

–Sí...–

 

 

 

–Bien.–desapareció unos instantes y volvió con una muda de ropa que supe que era suya en cuanto la depositó en mis manos, su perfume era muy fuerte–Ahora no se puede usar el baño de invitados pero puedes ducharte en el mío, te prepararé algo de comer.–

 

 

 

–No tengo...hambre.–tenía el estómago hecho una bola con todo lo que había pasado, solo quería despertarme y que nada de esto hubiera ocurrido

 

 

 

–Bueno yo te haré algo por si acaso.–me acompañó hasta su cuarto, enorme, cama de matrimonio, y cruzamos la puerta del baño, de estilo occidental–Aquí tienes toallas, la mampara se atasca un poco a veces pero tú tira fuerte y ya. Si necesitas algo estoy abajo.–me dejó a solas en el baño y me quedé mirándome al espejo un poco, tenía los ojos hinchados de llorar al irme de casa y aún quería hacerlo más, así que me apresuré a quitarme aquel maldito vestido y a meterme en la ducha

 

 

 

**

 

 

 

Llegué a casa muy tarde; había tenido una clienta muy insistente y a estas alturas solo quería pillar cama. Pero cuando abrí la puerta y escuché el agua de la ducha corriendo...cambié de planes. Me deslicé en silencio hacia el piso de arriba y entré al baño. La mampara cerrada, la ropa de Tsuzuku apoyada en el lavabo para cambiarse...mi presa favorita. Me desnudé y me metí a la ducha dispuesto a abrazar a mi alto y guapo novio.

 

 

 

...pero no era él quién estaba ahí. Era un niño bajito.

 

 

 

–¡Aaah!–los dos gritamos al vernos, tanto que Tsuzuku subió corriendo para ver lo que ocurría

 

 

 

–¡Qué pasa!–abrió la mampara de un golpe y ahí estábamos los dos desnudos señalándonos el uno al otro como si nunca hubiéramos visto un pene–¿Ryoga, cuándo has llegado?–

 

 

 

–¡¿Quién es este?!–le grité mientras salía para ponerme una toalla, y el pobre niño se mantuvo quieto apoyado en la pared tapándose sus vergüenzas con las manos

 

 

 

–Ah...bueno.–Tsuzuku le miró y lo cubrió con su albornoz, aquel que yo me ponía después de que lo hiciéramos en la ducha–¿Cuál es tu nombre, peque?–

 

 

 

O sea que ni lo sabe.

 

 

 

–Yuuki...–

 

 

 

–Tsuzuku, ¿podemos hablar un momento?–salimos del baño–¿Me explicas que hace ese chico en mi casa?–

 

 

 

–Me lo he encontrado en la calle iban a violarlo.–

 

 

 

–Pues llama a sus padres y que vengan a por él anda.–

 

 

 

–Le han echado de casa, no tiene a dónde ir.–

 

 

 

–Tsuzuku no puedes recoger a todo perrito abandonado que te encuentres por la calle no podemos hacernos cargo de él, que se quede esta noche y mañana que se busque la vida en casa de un amigo o algo.–

 

 

 

–No.–

 

 

 

–...–pestañeé un par de veces–¿Perdón?–

 

 

 

–Quiero que se quede.–

 

 

 

–¡Si no le conoces, podría ser un ladrón o un psicópata!–

 

 

 

–¡Es solo un niño, no tiene a dónde ir!–

 

 

 

–¡Bueno haz lo que quieras pero tú hoy duermes en la puta bañera!–

 

 

 

**

 

 

 

Dos golpes a la puerta del baño cuando la discusión terminó, ahora me echarían.

 

 

 

–¿Se puede?–era la voz de Tsuzuku, no contesté así que pasó–Lo siento.–cerró la puerta–Es Ryoga, mi pareja.–

 

 

 

¿Este hombre era gay? Pensaba que sería un rompecorazones de los que se llevan una mujer distinta a la cama cada noche.

 

 

 

–Está bien... soy yo el que...ha molestado...–cogí el vestido–Me pongo esto y me voy...–

 

 

 

–No.–su voz sonó tan profunda que me detuve–Quédate, yo hablaré con Ryoga, no pasa nada.–cogió una toalla y me secó el pelo con cuidado–De aquí no te vamos a echar.–

 

 

 

–...–las lágrimas se acumularon en mis ojos, pero no iba a soltarlas

 

 

 

–Tienes el pelo muy bonito.–lo tenía a la altura de los hombros, negro, nunca me atreví a hacerle lo que quería–Oh, una mecha rubia–salvo eso

 

 

 

–Gracias...en realidad la quería rosa...pero no me dejaban...–

 

 

 

–Yo creo que te quedaría bien.–me dio su camiseta cuando estuve más o menos seco y me la puse–Toma esto también.–me sonrojé al ver que además de los pantalones había boxers que serían suyos también, no me había fijado en eso

 

 

 

Me los puse sin quitarme el albornoz y acabé convertido en una bolita envuelta en tela, me quedaba enorme. Supongo que en el fondo me tranquilizó un poco el hecho de que tuviera novio, era un tipo normal después de todo.

 

 

 

–Vamos.–Tsuzuku bajó a la cocina conmigo y me presentó una mesa llena de comida, de la cual la mitad me desagradaba, así que solo di un par de bocados a algunas cosas

 

 

 

–No quiero más...–

 

 

 

–Si no has comido nada.–

 

 

 

–No tengo hambre... ¿puedo subir a dormir...?–

 

 

 

–Claro ve.–

 

 

 

–Gracias.–

 

 

 

Me dormí en aquella cama de sábanas almidonadas, dura como una piedra ya que nadie la ocupada normalmente, y me desperté muy temprano, sin querer bajar al piso inferior. Era esa clase de sensación de cuando eres el primero en despertar en una casa ajena. ¿Y si bajaba y lo único que me encontraba era a ese tal Ryoga y me decía que me fuera?

 

 

 

De alguna forma conseguí vencer esos miedos y bajé las escaleras despacio, sin hacer mucho ruido. Tsuzuku era el único que se encontraba en la cocina, y suspiré aliviado, estaba preparando algo de desayunar.

 

 

 

–Buenos días...–saludé para que se percatara de mi presencia, y se dio la vuelta

 

Iba en camiseta interior y pantalón de deporte, y a mí me pareció un ángel caído del cielo. Sin el maquillaje, con el pelo natural... No resultaba tan intimidante.

 

 

 

–Hola peque, ¿vas a querer?–abrió la gofrera y me enseñó que estaba preparando gofres él mismo

 

 

 

En ese momento, mi estómago, al que apenas había entrado nada en las últimas 24 horas, hizo un sonido que incluso él pudo escuchar, y se rió de mí.

 

 

 

–Venga siéntate.–le obedecí y dejó frente a mí un plato enorme y todas las botellas de sirope que pudiera imaginar que existían–Échate lo que quieras.–

 

 

 

Cubrí de chocolate prácticamente el plato entero y devoré los gofres como si llevara meses sin comer, por lo que Tsuzuku pareció complacido.

 

 

 

–Oye peque.–

 

 

 

–¿Mm?–

 

 

 

–Nosotros trabajamos por la noche normalmente así que te quedarás solo si eso, ¿está bien?–

 

 

 

–...está bien.–

 

 

 

–¿No te da miedo?–

 

 

 

–...no.–

 

 

 

Un poco. No me importa quedarme solo en casa de día pero de noche y en un sitio que no conozco...

 

 

 

–Entonces está bien. Y tengo que llevarte a comprar ropa.–

 

 

 

–¿Ah? Nono...–no quería que gastara más dinero en mí del que ya gastaría teniéndome en casa

 

 

 

–¿Qué edad tienes?–

 

 

 

–Voy a hacer 19...–

 

 

 

–Eso es 18.–

 

 

 

–Sí.–

 

 

 

–Entonces como soy mayor que tú yo mando. Y me haces caso. Vamos a ir a comprarte ropa. No puedes ir con la mía que pareces cualquier cosa.–

 

 

 

–Pero no tengo dinero...–

 

 

 

–Yo sí. No te preocupes por eso, gano mucho.–

 

 

 

¿De qué trabajaría alguien como él? Seguro que de algo importante...quizá asesor de imagen de algún famoso...

 

 

 

–Yuuki-chan.–mi nombre en sus labios por primera vez–Venga que tenemos que irnos.–

 

 

 

Subimos hasta su habitación y me quedé fuera porque Ryoga; que tenía el sueño profundo, seguía durmiendo. Tsuzuku se acercó hasta la cama y se agachó, metiendo una de sus manos bajo la manta para acariciar al otro.

 

 

 

–Buenos días...–un beso en sus labios–Voy a salir con Yuuki a hacer unas compras, tienes el desayuno en la cocina...–un par de besos más

 

 

 

Se habían reconciliado en algún punto de la noche, no cabía duda. Ryoga volvió a meterse bajo las mantas mientras su novio cogía algo de ropa para mí antes de salir.

 

 

 

–Listo, ponte esto y vamos.–

 

 

 

–...–fui a cambiarme con una sensación rara en el estómago, a mí también me gustaría tener a alguien así, alguien que me besara y me preparara el desayuno...alguien que discutiera conmigo y luego lo arreglara...

 

 

 

Nunca había tenido lo que se dice una pareja normal...ni no normal. Salí con una chica “por obligación” durante no sé...un par de semanas...y creo que la besé dos veces, pero fue muy mal, no me gustó nada y ni siquiera se me pasó por la cabeza ir a más con ella. Era una compañera de ballet, y la única razón por la que mi padre accedió a que me apuntara fue porque le dije que era tímido y así era más fácil conocer chicas.

 

 

 

–¿Ya estás listo?–

 

 

 

–Sí.–

 

 

 

Tsuzuku y yo caminamos hasta un centro comercial, y nada más cruzar la puerta me dio la mano.

 

 

 

–¿Ah?–

 

 

 

–Hay mucha gente, no te separes de mí.–

 

 

 

–...–me quedé mirando nuestras manos–Vale...–

 

 

 

Todos los que pasaban por nuestro lado pensaban que éramos una pareja adorable, o que yo era su hermana pequeña aún no lo tengo claro.

 

 

 

–¿Qué tipo de ropa te gusta?–

 

 

 

–La que sea está bien.–

 

 

 

–¿No me vas a decir? Bueno te llevo a una que me gusta a mí.–entramos a un establecimiento enorme con un montón de ropa estilo punk...rock...yo qué sé, todo lleno de tachuelas y prendas rojas y negras, la verdad es que era guay pero no me veía con nada de aquello

 

 

 

Hasta que puse mis ojos en aquella falda. Era una minifalda de cuadros con tonos negros y rosas...me gustó tanto que dejé de mirar a Tsuzuku enseñándome lo que se quería comprar.

 

 

 

–¿Mm? ¿Te gusta esto?–cogió la percha–Es bonita.–

 

 

 

–Pero es de chica.–

 

 

 

–Ya ves tú que problema. Ve a probártela.–me la dio

 

 

 

–¿Ah?–me sonrojé

 

 

 

–Que vayas. ¿O te la tengo que poner yo?–

 

 

 

Me fui al probador y aunque me sentí un poco raro mientras me la ponía me gustó mucho... Abrí la cortina y Tsuzuku pareció contento también:

 

 

 

–Oh, a ver da una vuelta.–la di–Te queda muy bien esta nos la llevamos.–

 

 

 

–¿En serio?–ni siquiera me había molestado en mirar el precio pero por visitas posteriores a aquella misma tienda sé que no fue barata

 

 

 

–Sí, vamos.–

 

 

 

A lo largo de la mañana Tsuzuku me compró todo lo que podría necesitar, pasé mucha vergüenza porque abrió mi probador en un momento inoportuno en una ocasión pero todo quedó en risas.

 

 

 

–Yuuki-chan vamos a entrar a otro sitio.–

 

 

 

–¿Ah? ¿Más?–

 

 

 

–Es una última cosa. Venga no seas quejica.–

 

 

 

Acabamos en una tienda de peluquería en la que todo olía a amoniaco pero la dependienta parecía muy amable.

 

 

 

–A ver.–Tsuzuku cogió una de esas cartas de colores–¿Qué rosa te gusta?–

 

 

 

–...–

 

 

 

Se había acordado de eso.

 

 

 

–Venga dime o te elijo yo uno verde eh.–

 

 

 

–¡No!–me quejé–Quiero este...–señalé el más potente, fucsia

 

 

 

–Oh, este me gusta también, pero más para todo el pelo.–

 

 

 

–Me gustaría todo el pelo rosa...–esa era la verdad

 

 

 

–¿Sí? Pues vamos a coger decolorante y te lo hago.–

 

 

 

–¿Ah?–

 

 

 

–No te preocupes, yo me decoloraba solo en el instituto, fíate.–me sonrió

 

 

 

Tenía la sonrisa más perfecta que había visto nunca...

 

 

 

Comimos fuera en un local de comida rápida y volvimos a casa porque Tsuzuku recibió una llamada de Ryoga, por supuesto. Una vez dentro fue a “calmar a la bestia” y me indicó que lo esperara en el baño, que iría a teñirme. Todo bien hasta que empecé a oír...algunos ruidos...

 

 

 

¡¿Estaban haciéndolo?! ¿Así sin más? Me avergoncé de estar escuchando aquello y traté de taparme los oídos pero lo seguía oyendo. Además de la vergüenza el mayor sentimiento que tenía era curiosidad...yo nunca había tenido relaciones y teniendo en cuenta como soy a este paso nunca las tendría. ¿Cómo sería hacerlo con alguien como Tsuzuku? Parecía muy experimentado... seguro que sabía hacer que la otra persona disfrutara...

 

 

 

Me perdí tanto en mis propias ensoñaciones que para cuando me quise dar cuenta ya habían terminado y Tsuzuku estaba en frente de mí con el pelo revuelto y los pantalones mal abrochados preguntándome cosas que no había oído.

 

 

 

–Ah, perdón. ¿Qué decías?–

 

 

 

–Nada nada da igual.–me envolvió con una toalla–Que entraré esta tarde a trabajar así que volveré a medianoche.–

 

 

 

–Vale...–pensé en qué quería hablar con él mientras empezaba a trabajar con mi pelo–¿De qué trabajas?–

 

 

 

–¿Mm? Ryoga y yo somos hosts.–

 

 

 

Vale. Eso explicaba el aura de seducción de... ¡¿Ryoga también?! Pues no debe ser muy popular.

 

 

 

–Ah...eso está...bien.–

 

 

 

–¿Nunca has ido a un club ni nada no? Eres pequeño.–

 

 

 

–No no he ido...Tampoco me interesa mucho...eso.–

 

 

 

–Bueno, a tu edad no necesitas pagar para pasar rato con un chico guapo.–

 

 

 

Ese momento en el que Tsuzuku asumió que no tenía interés por las mujeres.

 

 

 

Hizo bien.

 

 

 

–Pues parece que sí.–

 

 

 

–¿Mm?–

 

 

 

–Nunca he conocido a alguien de mi...edad...con mis...gustos.–por decirlo de alguna manera

 

 

 

–Bueno es que a tu edad todos somos un poco tontos aunque nos muramos por follarnos a nuestro compañero de delante.–

 

 

 

–¿Ahí se sentaba Ryoga-san?–

 

 

 

–Sí.–se rió

 

 

 

–Entonces lleváis mucho juntos...–

 

 

 

–Nos conocemos desde los catorce, y un día pues bum. Y luego ya todo rodado.–

 

 

 

–A mí también me gustaría tener una historia así algún día...–

 

 

 

–No te preocupes, la tendrás.–

 

 

 

Y la tuve, pero quién me iba a decir que sería con él.  

Notas finales:

QUE SHIPPEO MÁS FUERTE TENGO MALDITA SEA

 

Ahora sí, la próxima ya battle dogs o un oneshot, ya habrá un tiempo de espera lógico para el fic xD

 

Pero bueno, muchas gracias a todos los que ya lo habéis leído <3


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