Kabuto corría en pos de su libertad. Sonriendo de manera triunfadora. Que ese estúpido se enfrentara a su copia hecha a base de un sacrificio. Sería interesante ver su cara cuando se diera cuenta que se la vieron. Después de todo él era un maestro de la decepción entrenado por uno de los senin también, pensaba mientras se alejaba del lugar en que su doble y Sasuke Uchiha se estaban enfrentando entonces.
Seguramente su doble estaba destinado a perder, pero sobre él no recaía la culpa ya que no era su persona la que estaba luchando. Eso lo aprendió en los días en que diligentemente trabajaba para Konoha. Dejar que el enemigo se desgaste inútilmente mientras él escapaba para ver otro día.
Creo que olvidaste que soy un Uchiha—dijo de pronto una voz a su lado y cuando miró vio al Sasuke adulto corriendo a su lado. Frenó de inmediato y solo con toda su agilidad pudo evadir la patada del otro ninja.
El peligris saltó hacia atrás apoyándose en sus manos para luego caer en sus pies de nuevo. El pelinegro saltó de una vez hacia adelante con el kunai agazapado en su mano y cuando hizo un giro de media luna pudo haber dado en su blanco ya que el filo salía por un costado pero Kabuto no era fácil de engañar y aun conservaba la rapidez de la serpiente.
Sasuke evitaba cada ataque de él con la eficiencia propia de cualquier genio aunque era de esperarse de él también se debía a que Naruto actuaba como un autómata sin corazón desplegando ataque tras ataque sin vacilación ni aviso. Tal vez eso era propio de un shinobi pero no de Naruto que siempre era escandaloso. Verlo tan frío y mudo causaba cierta inquietud en Uchiha que solo iba aumentando mientras la rubia los observaba aparte por pedido del Uchiha. Ella estaba preocupada por su propio Sasuke pero sabía que si iba con él el desgraciado le traería una bronca con eso luego. Tal vez por eso cuando los veía sentía parecido a Sasuke. Como que algo no andaba bien. Pese a saber la verdad esa muda pelea entre ambos parecía irreal. Cansada de esperar que el rubio reaccionara incitó al ojos negros--¡Vamos! ¡Dile algo haber si reacciona!—
¡No lo hará!—respondió el ceñudo ninja—Kabuto suele ponerles un pliego para matar la personalidad y asegurarse de que cumplan con sus órdenes sin dilación ni engaño—
¡Me importa una mierda, teba! ¡Esa cosa no podría conmigo y dudo mucho que pueda con él!—le gritó la ojos azules.
Sasuke la miró viendo la fuerza de su mirada recordó la verdadera mirada de su compañero, miró la congelada que ahora poseía y sintió que su pesar se agigantaba en su pecho a la par que su decisión se hizo más fuerte. Las siguientes palabras que dijo fueron cruciales--¡Hey, dobe! ¿Qué crees que estas haciendo?—un pequeño parpadeo en la mirada fría le indicó que ese lado era el correcto y arremetió por ese lado de nuevo--¡Dejándote controlar por ese infeliz! ¿Acaso eres una marioneta o él es tu chulo?—
“¡Vaya que esos dos se parecían a ellos!” pensó Narutoko mientras observaba la retahíla de cosas que le decía ese Sasuke a su Naruto.
El cuerpo de Naruto estaba visiblemente tenso y su mirada ya no era tan fría.
Orochimaru atacó sin piedad, como la veloz serpiente que era ni bien vio los ojos rojos entre los árboles. Ni siquiera Kakashi era tan veloz como él y poniéndolo de escudo entre la sombra y él vigiló los movimientos de este con el rabillo del ojo.
Es problemático cuando no puedes ver a tu enemigo a los ojos—dijo su enemigo.
¡Soy lo suficientemente veloz para reaccionar a tiempo, no me preocupan tus ardides—dijo el confiado senin.
¡Pues deberías!—dijo de pronto otro voz a su lado poniendo sus ojos rojos directo sobre él. Si Orochimaru no fuera tan veloz como el sonido no hubiera escapado antes de mirarlos directamente pero bajando los ojos reaccionó cortando la cabeza del Uchiha antes de atravesar con su katana a Kakashi quien giraba invocando su chidori. Corrió con el cuerpo aun pendiendo de su espada para usarlo como escudo contra cualquier trayectoria que lo llevara a caer en las garras de Itachi. Cuando sintió su presencia aparecer a su espalda sonrió porque esa era la idea y aun mientras corría hacia adelante invocó el arte secreta que aprendiera en sus viajes al país de la niebla y usó un suiton en Itachi sin voltear. El agua brotó del suelo, directo desde debajo de los pies del otro impulsándolo y por un momento sacándole toda referencia y es ese momento en que Orochimaru atacó. Destrozándolo por completo.