Sasuke estaba preocupado. Si de verdad su enemigo no solo tenía la misma capacidad que ellos sino que además podía dominar el tiempo de su llegada significaba que podían caer en otra trampa. Estaba ocupado en sus pensamientos mientras los otros hablaban de que debían pasar la noche en la oscura cueva iluminada por las luces frías de los shinobis, elementos que se usaban para acampar en misiones donde una fuente de calor o luz muy fuerte podía costarles la vida, cuando sintió su presencia.
¿Si te quedas aquí solo cómo vas a hacer más amigos?—preguntó el ojos azules parado a unos centímetros mirándolo con el ceño fruncido.
El pelinegro le miró con cara de pocker—¡Yo no necesito amigos!—le dijo despreciativo y era cierto. Él no necesitaba un millón de amigos como ese baka.
¡Eres tan antisocial, Sasuke!—le gritó con algo de enfado el rubio antes de pararse a pensar—Aunque la verdad tú tienes también a esos raritos que siempre te siguen. ¿Cómo era que se llamaban?—Naruto pensaba pero no recordaba los nombres con exactitud—Creo que uno de ellos era Cara o Carita, el otro era jugo y el otro… creo que tenía que ver con el agua, Su… Sualgo—
En definitiva ese idiota lo estresaba—¡Ellos dicen ser mis amigos! ¡Yo nunca dije que lo fueran!—le dijo Uchiha.
¡Eso es muy cruel! Hasta para ti—le reclamó Uzumaki—¡Además si ellos dicen ser tus amigos lo son, no podrás escapar del poder de la amistad!—
El otro levantó una ceja—Veo que en mi ausencia te has juntado con Lee—le dijo el pelinegro.
¡JAJAJAJAJAJA!—exclamó Kurama en el interior de Naruto muerto de la risa--¡Le ha acertado chico! ¡Siempre creí que tú y ese idiota por lo menos deben ser primos!--
A Uzumaki le estaba por salir un tic.
No hay forma de que alguien sea mi amigo si yo no lo quiero como tal—dijo Sasuke tajante.
¡Puede! ¡Porque un amigo es el que se preocupa por ti, el que te ayuda y hasta daría su vida por ti! ¿Puedes decirme Sasuke que no soy tu amigo aunque tú no quieras admitirlo?—preguntó Naruto con una mirada decidida.
Sasuke se debatía en sus entrañas porque si aquello era lo que significaba ser un amigo Naruto cumplía a cabalidad los requisitos, siempre que lo necesitó lo tuvo cerca, nunca lo abandonó y se esmeró ante todos por devolverlo a Konoha a salvo. Achicó los ojos y decidió mirar a otro lado, frustrado.
¡Anda! ¡Dímelo!—lo retó Uzumaki.
¡No abuses! Yo decidiré quienes sean mis amigos—dijo Uchiha sin mirarlo. No se esperaba la pregunta que siguió.
¿Y Sasuke? ¿Me consideras tu amigo?—preguntó el ojos azules muy curioso ahora arrodillado a dos pasos del Uchiha.
Te considero un idiota útil, eso es suficiente—le dijo el incómodo pelinegro con sus preguntas y de pronto escuchó una mal contenida risa por lo que lanzó a su lado una mirada fulminante y con voz seca preguntó--¿Ahora qué?—
Me alegra ver que de verdad de a poco vuelves a ser como antes—dijo el jinchuriki.
¿De que dem…?—trató de preguntar cabreado y sorprendido el pelinegro.
Solo el Sasuke de antes discutiría conmigo si es mi amigo—dijo el otro con una de sus sonrisas bobas y se levantó. Sasuke sentía algo en el pecho que no sabía como definir—¡En fin! Siempre te consideraré mi amigo Sasuke. Aunque reniegues y estés todo el tiempo con cara de chupalimones. Si me llegas a necesitar estaré—le dijo el alegre rubio antes de volverse—No te obligaré a reunirte con la gente porque eso haría que te pongas más cabrón pero recuerda que en la otra parte de la cueva hay alguien importante que tal vez no vuelvas a ver y sería bonito que estuvieras un rato con él para generar recuerdos. ¿No?—
Naruto salió sin mirar atrás con las manos en la nuca a paso lento y confiado. Sabía que Sasuke no se atrevería a despreciar la compañía de aquel por quien tanto hizo.
El ojinegro le miró marcharse con un nudo entre la garganta y el pecho. Su naturaleza era alejarse del gentío pero el otro tenía razón. Itachi estaba ahí.
¿Y ustedes, cómo se conocieron?—preguntó el blondo. Sasuke 2 miró a los ojos de Naru 1 mientras Sasuke 1 asomaba su cara pues aunque no quisiera admitirlo ni siquiera a si mismo esa respuesta le interesaba--¡Oh vamos! Tendremos que pasar la noche aquí y en serio me preguntaba como dos tipos como ustedes… digo… un vampiro y un humano… y… que tiene un demonio dentro. Esto suena muy complicado—dijo Naruto a quien le picaba tanto la curiosidad de como un Sasuke y un él habían llegado a esa situación.
Sasuke no sonríe mucho lo cual no quiere decir que no pueda, aunque siempre que lo hace queda la sensación de que no sonríe del alma, que oculta secretos que no dira y que lo que él considera gracioso tú no lo considerarías tal. Pero la sonrisa que acudió a los labios de ese Uchiha era más sincera de lo esperado.
En verdad todo fue muy complicado—dijo Sasuke 2 al recordar.
RECUERDOS DE SASUKE UCHIHA, MARIDO DE NARUTO Y PADRE DE UN HIJO COMÚN.
Estaba con esa aura que siempre desprendía mientras caminaba para sacarse la rabia por las calles de Tokyo. Su tío Obito caminaba atrás tratando como siempre de que lo escuchara y reconsiderara.
Pero Sasuke…--le dijo.
Pero nada tío. Sabes que no voy a detenerme—dijo el sobrino molesto por ser seguido, preguntado y molestado por Obito.
Te entiendo pero no puedes pasar tu vida tras una venganza. ¡Piensa en tus padres! Ellos no querrían una vida así para ti—dijo el otro pelinegro mientras seguía el paso despiadado de su sobrino.
Sé lo que pretendes pero no vas a conseguirlo tío. Tú mejor que nadie sabes cómo me siento. Los odio. Ellos me lo arrebataron todo. Nosotros no podemos quedarnos con los brazos cruzados esperando que nos cacen como si fueramos animales—dijo el enojado chico mientras apuraba el paso—¡Es necesario detenerlos! No pararé hasta destruir a todos los cazadores que haya—dijo el pelinegro.
¡Muy bien, muy bien, entendí! Pero antes que hagas eso es necesario que vayas a la escuela—dijo Obito poniendo enfrente de su sobrino la mochila ya lista para su día de instituto, ante ellos se desplegaban las aulas, en el antiguo edificio de Shinagawa.
Sasuke puso cara de aburrimiento pero era algo que debía hacer. Su tío cuidaba de él desde pequeño y lo menos que podía hacer era acceder a ser educado. Entró mirando enfrente e ignorando a todos. No pensaba hacer amigos entre los humanos. Ellos solo eran una necesidad lejana. Pues los vampiros no eran como los pintaba la gente en sus fantasías. Un vampiro solo necesitaba sangre si estaba herido, para recuperarse. Ahí surgía la ansiedad casi indomable por sangre.
Entró al patio pues aún quedaba un rato mientras daban la bienvenida a los de primero. Dos chicos lo seguían ansiosos. Él ya había probado muchas maneras de sacarse chicos de encima. Por alguna razón se le pegaban como lapas siempre.
Llegado a una parte solitaria del patio se volteó y les dijo--¿Qué ven? ¿No se dan cuenta que quiero estar solo? ¡Vayan a buscarse algo que hacer!—
Los chicos pusieron cara de compungidos y se fueron dejándolo a él cabreado.
¡Oye teme! ¿Por qué rayos le hablas así a esos chicos?—preguntó alguien con voz algo cabreada desde algún punto sobre su cabeza por lo que miró hacia arriba de la malla y vio a un chico de tal vez la misma edad y ojos azules.
¿Y a ti que te importa? ¡Es cosa mía lo que haga o deje de hacer!—le dijo Uchiha al impertinente.
Esa fue la primera vez que sus miradas se cruzaron.