Narutoko entró en el bosque tras su Hokage. Estaba tan impresionada por ese ataque de furia que ni se detuvo a meditarlo. Sasuke por su parte se encontraba frustrado. No era propio de él perder los estribos de tal manera pero lo que dijera ese Naruto. Entonces oyó su nombre.
¡Sasuke!—le gritó ella y él volteó--¿Qué rayos fue es…?—preguntó ella acercándose tal vez demasiado porque entonces, al ver su rostro tan cercano el Hokage no pudo evitar hacerlo. El beso fue pasional e inesperado, la rubia se dejó besar un momento antes de darse cuenta de lo que estaba pasando, pero no pudo separarlo de si. Después de todo se trataba de Sasuke. Eran sus besos, sus brazos la rodeaban y sus manos se apoyaban en su espalda.
Cuanto extrañaba sus manos en su piel. Amaba a Sasuke, lo sabía desde siempre. Incluso con su mirada soberbia y sus palabras prepotentes. Incluso con su cinismo y su sonrisa torcida. Sasuke había sido su compañero, su rival y luego se convirtió en el amor de su vida.
De sobra supo las razones que lo llevaron a jamás presentarse en la boda. Su familia no la quería entre los suyos. Siempre había sido una paria para todos. Los Uchiha no pensaban distinto porque fuera la jinchuriki. Lo que le dolió es que él no se les enfrentara.
Sus manos viajaron hasta su nuca y sus ojos se cerraron como los de él para disfrutar del mutuo contacto mientras él la besaba con esa pasión contenida que ambos guardaban.
¿Estás seguro de esto?—dijo entre besos--¿Tú clan no se molestará?—
¡Que se molesten!—dijo Sasuke mirando a Narutoko a los ojos, ella estaba sentada en el pasto y él de rodillas frente suyo, entre sus piernas—Después de todo soy el Hokage ahora--
A varios metros Itachi sonrió. Había salido tras su confundido hermano esperando otra rencilla de su parte para con ella pero el ver que por fin su hermano menor estaba expresando sus sentimientos para con la persona que quería lo aliviaba. Todo ese tiempo lo había acompañado en su dolor y sabía que Narutoko sospechaba de los porques tras su separación. Verlos juntos era alentador. Ya podía dejar de preocuparse por ese cabezón.
Ahora tenía otro problema. Justo a su derecha Shisui muy pálido empezó a decir--¿Esos no son…?—
Le tapó la boca y se ocultó con él tras un tronco esperando que su astuto hermano no percibiera sus chacras. “¡Rayos! Shisui a veces era un problema”, pensó con susto.
Ambos estaban muy pegaditos mientras le tapaba la boca y después de unos segundos en que esperó ruidos de búsqueda o una voz preguntando “quien estaba ahí” Itachi miró muy fugazmente en dirección a donde estaba su hermano. Felizmente el otro se hallaba muy ocupado en esos momentos disfrutando de su encuentro amoroso bajo la luz del atardecer con el amor de su vida.
Aliviado volvió su vista a su amigo en el que no había reparado desde que dijo aquello y entonces sus ojos se encontraron y fue consciente de lo cerca que estaban y de que su cuerpo se empezaba a sentir raro con esa cercanía. Fue inconscientemente que bajó su mano y acercó sus labios a los de Shi. Tal vez fue la escena que ellos habían visto segundos antes lo que la provocó. Su mente, siempre tan despierta, se quedó en blanco cuando sus labios tocaron los de Shisui, sus manos actuaron sola cuando se ocuparon de agarrar sus caderas y acercarlas.
Por su parte Shisui no estaba seguro de lo que estaba pasando, solo del increíble calor que había surgido en él cuando de pronto se encontró atrapado entre el cuerpo de su amigo de toda la vida y el árbol y luego al aspirar el aroma de su cuello cuando este oteaba más allá del árbol a su hermano en la distancia. Luego sus ojos lo atraparon por completo cuando finalmente lo miró y se sintió avergonzado de si mismo por las cosas que le estaban pasando a su cuerpo pero su conmoción fue titánica cuando Itachi después de sacar sus manos acercó sus labios a los suyos como él deseara inconscientemente.
Hay que decir que en toda la vida Shisui solo había tenido un amigo. Itachi. No era un chico popular y era un payaso fracasado porque todos lo consideraban muy raro. Por azares de la vida le tocó hacer equipo con Itachi y Noyama, una kunoichi médico que estaba perdida por Itachi pero al que él nunca miró dos veces y que Shisui siempre tachaba de cruel por hacerlo. Noyama murió de una enfermedad años antes y Shisui que había estudiado lo básico de medicina shinobi quedó a cargo de eso a petición de su amigo. El alto mando consideró que ambos podían seguir solos y por eso eran solo ellos dos.
Tampoco Shisui tenía suerte con las chicas que quedaban eclipsadas por el silencioso y duro Itachi y a las que él solo les parecía un mero acompañante de este. Su vida era solitaria y por ende nunca tuvo ni siquiera un beso.
Es por eso que este era el primer beso que le daban y se lo daba él. Por eso parecía algo demasiado especial. Además… la forma en que lo hacía sentir. Antes de darse cuenta correspondía a su contacto. Antes de entender porque sus manos que tocaban su pecho temblaban mientras el otro lo atraía en un abrazo.
¡Naruto! ¿Qué haces?—le preguntó Sasuke al dobe que se dirigía al bosque. Estaba mal herido y débil pero aún así su terquedad no menguaba.
¡Voy a disculparme!—dijo antes de desaparecer entre los árboles haciendo que el pelinegro levantara una ceja. Sabía que Naruto podía disculparse pero era raro que lo hiciera tan rápido. En fin tenía que cuidar a ese tonto antes de que se metiera en problemas. ¿Y si Orochimaru andaba por ahí escondido? Sabían que no se podía usar el aparato en dos días pero también que los otros podían volver ese mismo día si querían pues dominaban su llegada.
¡Espera, idiota!—gritó el Uchiha mientras caminaba tras él.
¡No tengo tiempos para sermones!—dijo Naruto que jadeaba pues no estaba del todo bien—Si no arreglamos con esa chica las vamos a tener difíciles con Orochimaru la próxima vez. Konoha necesita un biju o…--
Uzumaki dio un traspiés y se quedó algo lelo, para opinión del Uchiha no tanto mas de lo normal. Al ver lo que los ojos azules estaban enfocando, luego de llegar a su lado, el serio muchacho se quedó un poquitín más pálido de lo normal.
¡JAJA! ESTO NO TE LO ESPERABAS CHIQUITIN—dijo cierto zorro en el interior de Naru—DISFRUTA DE LA VISTA Y TOMA NOTA—
A unos metros delante de ellos, luego de un camino enfilado por árboles, se desplegaba una escena triple x entre sus otros yos, Sasuke Hokage estaba sin camisa y luchaba por sacarle las calzas a cierta rubia que le abrazaba el cuello y le besaba como si se estuviera acabando el mundo. Se veían un poco… apurados en llegar a la meta.
De pronto Sasuke tomo conciencia de lo que estaban viendo. Un acto muy privado y perturbador. Entonces optó por sacar de ahí a su… ¿amigo? Lo agarró del brazo y tiró de él. Es cuando sus ojos percibieron movimiento por el rabillo del ojo. Se movió pensando en un ataque de Orochimaru, se puso en guardia pero eran…
Su mente intentaba procesar lo que estaba viendo.
¡No podía ser!
¿Esos eran Shisui y su hermano?
¿Acaso su hermano también…?
“¡Oy! ¿También qué…?” se preguntó colapsado y después de un segundo, al darse cuenta de que Naruto aún no los había visto pero que estaba a punto hizo lo más oportuno.
Lo puso tras un árbol y se escondió con él.