Shisui se inclinó, había terminado formalmente la reunión del clan en la casa de sus cabecillas y la gente comenzó a dispersarse para irse a sus casas pero él se quedó un momento estático aunando fuerzas para lo que se había propuesto hacer. Caminó por el pasillo por el que el Hokage se había dirigido y cuando estaba por hablarle desde atrás para que volteara una mano lo haló a una habitación aledaña.
De pronto se vio ante su amigo Itachi Uchiha que lucía una cara de enfado.
¿Qué pretendías decir a mi hermano?—preguntó Itachi.
Sabes perfectamente lo que quiero decirle—dijo Shisui.
¿Sigues con esa tontería de irte con ellos?—preguntó el de pelo largo.
¡No es ninguna tontería!—le contestó frustrado el pelicorto intentó pasar a su lado pero el otro con una mano lo obligó a parar y retroceder.
¡No permitiré que hagas esa sandez!—dijo Itachi. Parecía tan furioso que el otro se quedó sorprendido, luego de un momento le contestó.
¡Es mi sandez y haré lo que yo quiera! ¡Tú no tienes nada que ver en esto!—dijo con el ceño fruncido intentando de nuevo pasar pero otra vez se vio atrancado por el brazo del otro.
¡Déjame en…
Miró los ojos de Itachi.
…paz!—dijo y de pronto se dio cuenta de que estaba atrapado, maniatado. En ese momento también se dio cuenta de que estaba siendo víctima del sharingan. Miró a su amigo que se erguía frente a él en ese páramo desierto y rojo--¿Te has vuelto loco?—le preguntó sorprendido.
Usaré cualquier método necesario para evitar que hagas semejante locura. Tu lugar está aquí con los tuyos. No con esas personas. Entiende que los Uchiha de allá se extinguieron a manos de esos de su propio clan. Si vas allá quien sabe como terminarás y yo no estaré allá para protegerte—dijo el otro Uchiha con sus brazos cruzados sobre el pecho—Hago esto por tu bien aunque no lo entiendas—
¿Acaso piensas torturarme aquí? Porque si ese no es el caso no veo el objeto que me retengas. Sabes muy bien que en el mundo real pasaran solo dos minutos aunque aquí pasen horas. Cuando vuelva me iré a por tu hermano y le preguntaré—dijo Shisui tan terco que una vena saltó en la sien del otro Uchiha.
Era cierto que no pretendía torturar a su amigo. Estaba ahí para protegerlo de su propia estupidez. ¿Por qué no podía darse cuenta y dar su brazo a torcer el muy imbécil?
¿Por qué quieres irte? ¿Es que sigues creyendo que aquí no vales de mucho?—preguntó con sinceridad el otro.
¡Eso no te importa!—dijo el pelicorto y volteó el rostro buscando escapar de su mirada. Por experiencia el otro sabía lo que eso quería decir.
¿Por qué es?—preguntó de nuevo, ahora más imperioso Itachi sin ahora recibir respuesta. Cansado de esperar una se acercó al idiota pues aunque normalmente era paciente con Shisui siempre se le terminaba por agotar la paciencia.
Con una mano tocó el mentón del otro para obligarlo a mirarlo a los ojos, no para usar una técnica ya implantada sino para ver en ellos la verdad porque normalmente Shisui con él era muy transparente.
Al sus ojos encontrarse sintió una punzada en el pecho. Esos ojos negros estaban profundamente tristes y él no sabía la razón.
¿Qué te…?—preguntó y antes de terminar la cara escapó a su mano desviando la mirada. Entonces él entendió por fin lo que pasaba. Lo supo con su intuición antes que con su cabeza y su mano se quedó quieta en el aire donde había estado la cara.
Tal vez fue saber de pronto que el otro estaba pensando en ese beso y en sus palabras que parecían un insipiente rechazo. Tal vez fue su propio deseo de que su amigo no lo malentendiera. Tal vez fue la suposición de que todo eso terminaría separándolos para siempre lo que lo llevó a cometer ese irremediable acto nuevamente.
Ambas manos se apoderaron de la cara de Shisui entonces y la volteó para poner sus labios sobre los del sorprendido pelicorto que intentó mencionar su nombre con estupefacción y ahí es cuando algo que no sabía que existía lo llevó a inspeccionar la boca del otro con su ansiosa lengua.