Obito regresaba del baño con sus sobrinos cuando encontró al peligris en la puerta de su habitación.
¡Yo los dejo!—dijo el pelinegro siguiendo de largo.
Mientras pasaba a su lado Kakashi san le dijo--¿Qué? ¿No te preocupa que le haga algo malo a tu tío?—
¿Bromeas? ¡Él es un vampiro! Además puede molerte sin siquiera tocarte. ¡Recuerda eso, Kakashi san!—dijo Sasuke dejando al otro con los ojos como platos.
¿Qué quieres?—preguntó el pelinegro con obvias intenciones de pasar de él lo más rápido posible.
¡Quiero hablar sobre ese bebé que dices llevar!—dijo el molesto abogado. No quería dar su brazo a torcer y ambos lo sabían lo que Uchiha no imaginaba que algo dentro del otro se había empezado a remover.
¡No voy a hablar mas de eso contigo hasta que regresemos a nuestra dimensión! Cuando esto termine iré a ver un médico. ¡Recuerda que puede que no tenga nada! ¡Tú lo dijiste! ¿Recuerdas?—estaba molesto más allá de toda razón con ese idiota. La manera en que antes lo había tratado. En algún tiempo llegó a albergar la esperanza de que cambiara. Siempre había pensado que muy dentro era una persona muy diferente a la que mostraba. Pero en esos días sus ilusiones se habían hecho añicos.
Kakashi intentó responderle pero el pasó a su lado sin darle tiempo. Quería ir a su cuarto y cambiarse. Quería ir rápido y no darle tiempo a ese idiota de hacerle cambiar de parecer.
Tal vez porque su mente estaba tan distraída se encontró en un lugar recóndito de la posada ya que esta tenía separaciones entre los edificios y él se encontró en el sendero equivocado. Caía ya la noche y frustrado se dio la vuelta para regresar cuando entre los matorrales lo vio.
¿Qué haces tú aquí?—preguntó al peliplateado de lentes que al ver que se había dado cuenta de su presencia salió al descubierto. Debería estar en los cuarteles del Konoha prisionero. ¿No?
¡Es mala cosa que me hayas visto, Obito san! ¡No puedo dejarles ver que estoy afuera. ¡No aún! Primero tengo que conseguir a Naruto kun—dijo el de ojos de serpiente arreglando sus lentes que estaban un poco caídos con una pose algo despreocupada pero de inmediatos saltó hacia él con sus manos brillantes de chacra.
¡Creo que te has equivocado conmigo!—dijo el Uchiha mientras sus ojos se tornaban rojos.
Pero Kabuto saltó en los aires y rebotando en un árbol cayó sobre él. Obito apenas pudo repelerle a tiempo con su poder. El otro fue empujado varios metros más allá y justo cuando creía que estaba en ventaja una sombra apareció a su espalda.
Eres muy fuerte pero nunca has escuchado hablar de los clones de sombra. ¿Verdad?—escuchó el pelinegro antes de sentir dos colmillos clavarse entre su hombro y su cuello.
La sensación de esos dientes incidiendo en su piel lo asustó porque recordó que posiblemente aquel era el que había envenenado al otro Naruto con esa maldición.
Cayó de rodillas de inmediato y comprendió que sin el poder del otro ayudado por un demonio él no tenía capacidad para detener el veneno.
Su visión se puso borrosa y sintió como sus fuerzas le abandonaban. Su única preocupación fue entonces el bebé que se desarrollaba en sus entrañas. Su mano se dirigió allí buscando protegerlo de un veneno que sin dudas iría a por él.
¡El ba-bé!—articuló con voz suave antes de caer desmayado.
Kakashi después de un momento salió a perseguir al idiota pero no lo encontró de camino a sus habitaciones y cuando golpeó en esta nadie contestó por lo que se volvió frustrado después de gritarle a la puerta un rato. Entonces cuando volvía al edificio principal su vista se topó con un objeto en medio del camino que se bifurcaba. Parecía una persona tirada y de inmediato a su mente vino una horrible idea.
Corrió rápido hasta donde se encontraba el bulto descubriendo con un escalofrío que si se trataba del pelinegro. Lo sacudió llamando su nombre sin idea de lo que le pasaba. Pensando tal vez en un desmayo hasta que de pronto vio como la piel del cuello del otro se teñía de negro y lo relacionó con el otro Naruto.
Con esfuerzo ya que no era muy atlético el peligris lo levantó en anda y corrió desesperado a la edificación principal donde estaban aquellos ninjas que podían ayudarle y entró gritando auxilio.
Le disgustó algo que su misma cara apareciera por el pasillo.
¿Qué sucede?—preguntó sorprendido Kakashi sensei pensando que también se trataba de un desmayo por el embarazo pero entonces el otro Kakashi le mostró la mancha que se extendía.
Llama a Sakura chan por favor. Ella puede…--dijo el abogado.
Ella está atendiendo a Naruto. Algo malo le ha pasado a él también—le informó el sensei.
¿Estás diciendo que tu alumno es más importante que él y…?—trató de preguntar el enojado Kakashi 2, se detuvo cuando el otro puso una mano en su hombro.
Estoy diciendo que iré por alguien que puede ayudarnos enseguida—le contestó Hatake 1 antes de desaparecer por la ventana.
Hatake 2 miró al que estaba recostado en el piso y con impotencia apretó los puños de los brazos que lo rodeaban mientras miraba su cara inconsciente.
Que sepas donde vivo no significa que puedas venir aquí cuando te da la gana—dijo Obito 3 luego de abrir la puerta y ver quien había tocado a ella. Era fácil decir quien era ahora porque lucía más joven que el Kakashi de su aldea y vestía como un shinobi.
¡No hay tiempo para eso! ¡Ven conmigo!—le dijo el peligris antes de agarrar su brazo y halarlo para empezar a correr juntos.
¡Oye que…!—trató de protestar el Uchiha.
Algo muy serio ha pasado. Necesitamos un médico o dos de nosotros morirán—dijo el sensei y el pelinegro se cayó para seguirlo por motus propio.
¿Qué sucede?—preguntó el abogado al Obito que trataba a su Uchiha.
Este estaba con sus manos sobre el cuerpo inconsciente—Esto es malo. Por más chacra que le paso solo logro mantener sus constantes vitales. Es evidente que Naruto debía mantener a raya ese veneno con la enorme cantidad del Kyubi pero en nuestro caso nuestros chacras no son suficientes para impedir que esta se expanda—
¿Y el bebé?—quiso saber Hatake 2 y el Uchiha 3 lo miró sin comprender.
Está embarazado—le aclaró Kakashi 1 al sorprendido jounin que enseguida puso sus manos sobre el vientre. Sus ojos se oscurecieron augurando malas noticias a los que lo miraban—No siento vida más que la de este Obito—dijo levantando sus ojos del cuerpo de su gemelo hacia los del Kakashi 2.
El peligris sintió que un pozo muy hondo se abría a sus pies. No solo estaba perdiendo a Obito sino que le decían que su hijo estaba muerto.