Orochimaru había vuelto a su antiguo empeño de destruir Konoha. Sasuke y todos le habían creído tal vez solo en parte que se dedicaría a perseguir la voluntad del Uchiha pero este como siempre tenía un fin oculto.
¿Acaso todos eran idiotas que creían que había perdonado a Sasuke por matarlo?
El que lo reviviera ayudado por su ADN instalado en Kabuto no era un aliciente para perdonarlo porque él seguir obsesionado con tener ese cuerpo joven para él, para renovar su vida, con un cuerpo así tendría al menos cuarenta años de improbable muerte y gran poder. Pero para su desgracia el último Uchiha había adivinado su plan a tiempo y tuvo que huir. No sin antes llevarse de Konoha un necesario elemento: Kabuto.
Este tampoco olvidaba su rencor por el Uchiha que junto a su hermano lo encarceló en aquel genjutsu eterno del que solo pudo salir al darse por vencido en su afán del cuerpo perfecto. Y después hubo de ser puesto en una apestosa cárcel por sus crímenes mientras su maestro que era mas peligroso que él era dejado para enseñar a Sasuke y otros muchos sus conocimientos. Entonces su odio por Konoha creció a la par que un deseo privado que a nadie comentó.
Entraron en la cueva ambos donde sus rivales habían sido perseguidos pero la encontraron vacía y fría como aquellas catacumbas que habitaran antaño--¡Aquí no hay nadie!—le dijo a su maestro.
Kabuto kun, siempre has sido un buen observador pero hay detalles que ni siquiera tú puedes ver—le dijo la siseante voz de Orochimaru mientras en su cara demostraba alegría—Para ver esto necesitamos unos ojos especiales. ¡Ven aquí!—llamó a alguien afuera. Con pasos monocordes entró aquel de espigada figura y vista de halcón—Mira cuidadosamente y dime que ves, Itachi kun—le dijo el mayor en la habitación. El revivido miró y pudo ver con facilidad aquellos gravados que fueron hechos solo para ser divisados por ojos muy especiales—Esto es un antiguo escondite de los Uchiha, Kabuto kun, sus secretos son de los más deliciosos para el mundo shinobi. Si en este lugar está lo que creo que está hemos dado con una puerta que nos permitirá no solo conseguir el poder más deseado, sino obtenerlo un montón de veces—le dijo la serpiente a su alumno.
Naruto estaba cansado por ser depreciado tanto, en realidad él no sabía que era depreciado, él no conocía esa palabra pero estaba muy, muy molesto porque ni siquiera su otro yo lo tomaba en cuenta y luego todo el mundo parecía querer botarlo de todos lados. Incluso los que viajaban con él. Si ese viaje no fuera para salvar Konoha…
En eso estaba pensando cuando volteó la calle y se encontró de frente con Itachi Uchiha. Dio un salto del susto y se puso en guardia. Itachi Uchiha significaba problemas para Naruto Uzumaki desde que lo viera la primera vez así que era natural reaccionar así del susto.
¡PAW! (Golpe en la cabeza)
Estamos en otra dimensión Naruto, es lógico que aquí esté Itachi—le dijo la pelirrosada que vio sus intenciones de atacar al inocente hermano mayor del Hokage de la aldea y que había estado admirando en silencio el comportamiento de Sasuke al reencontrarse con alguien tan importante para él.
¡Auch! ¡Duele, datebayo!—se quejó el ojos azules cayendo en la cuenta de que lo que decía la otra no era nada loco solo que la de malas cosas que estaba pasando y que lo tenían confundido no podía pensar coherentemente desde hacía un rato. Itachi lo miraba fijo y de pronto otro chico con el pelo corto pero evidentemente un Uchiha también miró a Naruto.
¡Eh Itachi! ¿No se te hace muy familiar esa cara?—preguntó el chico estudiando atentamente a Naruto. Para sorpresa de ambos el mayor le dio bruto golpe en la cabeza--¡Ay, duele! ¿Y eso porque fue?—le reclamó a Itachi.
¡Por menso!—le dijo el mayor y entonces los tres genins jóvenes de Konoha descubrieron a un Itachi nunca visto. Naruto pensó que se estaba comportando como… de reojo vio su apariencia al otro lado de la calle y lo miró. El Sasuke de siempre se había ido, en sus ojos resplandecía la trágica mirada de siempre pero endulzada con un hondo sentimiento de cariño que parecía endulzar todo su ser, era como ver a un Sasuke diferente--¿No te das cuenta a quien se parece? ¿Es que necesitas lentes?—preguntó a su amigo mientras el otro no dejaba de estudiar los rasgos de Uzumaki--¿Acaso esas marcas en la cara son muy regulares o que?—preguntó Itachi como un profesor cabreado con su alumno.
¿Te refieres a…?—preguntó el chico apuntando con un dedo a Naruto.
¡Me refiero a ella!—dijo Itachi sin dar mas detalles pero todos tenían una idea de quien hablaba.
¿Será un familiar?—preguntó extrañado el chico.
¡Tonto! Los Uzumaki y los Namikaze murieron todos en la última guerra, es imposible que sea su familiar directo, ni siquiera existen ya los Sarutobi—le explicó Itachi--¡Tú niño! ¿Quién eres y que quieres?—preguntó el hombre de 28 años.
¡No soy un niño! Yo…--dijo Naru tratando de inventarse algo. Sakura no sabía tampoco que decir.
¡Viene conmigo!—le aseguro un seguro Sasuke terminando de cruzar la calle. No quería que el idiota metiera la pata. Después de todo esta aldea no era aquella Konoha. El modo con el que había hablado era como apartándolo y eso a Naru le recordó a aquel Sasuke que había apartado a cierto Naruto lo que no le gustó para nada.
¡Oye tú! ¡Yo tengo boca!—le dijo a Sasuke.
¡Ya lo sé! Y la usas para meternos en problemas desde que te conozco—le retrucó impasible Sasuke.
Veo que ustedes son buenos amigos—cortó la tensión el amigo de Itachi con una alegre sonrisa.
¿Nosotros?—preguntó asombrado el cabreado Uzumaki.
El otro le sonreía aun—Si, se llevan igual que yo e Itachi—le contestó dando un golpecito en el brazo del otro que tenía una de esas miradas de “Prefiero el infierno” que dos por tres lanzaba Sasuke, dirigida justo al frente sin mirar a nadie en particular—Yo soy Shisui. ¿Cómo se llaman ustedes?—preguntó cordial.
Eso podía ser, se dijo Naruto tranquilizándose. No era difícil creer que ese Itachi tuviera amigos aunque ese nombre le llamó la atención pero de momento no recordaba de donde lo conocía—Yo soy Naruto Uzuma…--golpe en la testa por parte de Sakura.
Yo soy Sakura Haru y él es mi amigo Suke Uchiha—les mintió Haruno pues de acuerdo con la versión de esos Uchihas no había mas Uzumaki que Narutoko y decir quienes eran en verdad podía traer mas problemas que soluciones decidió. Sasuke admiró y agradeció la velocidad de reacción de su amiga. ¿Aunque… Suke? ¿De verdad fue lo mejor que pudo inventar?
¡Jajajaja!—reventó de la risa Naruto pues ese nombre inventado le recordaba a cierta condición casi femenina que encontrara en la otra dimensión. Sasuke o mejor dicho “Suke” lo miró con cara de “¡Muérete!” y luego volvió sus ojos a aquel espectro del pasado. Sus ojos se posaron en el amigo de su hermano, Shisui. Conocía bien el legado de este. El hombre que le entregó sus ojos para que Danzou no se apropiara de su poder, pidiéndolos que salvara a Konoha. “El cuervo”. El mejor amigo de su hermano. Así que en esta dimensión podían ser personas felices y completas sin el maldito legado de los Uchiha. Se sintió aliviado de que en algún lugar los Uchihas estuvieran destinados a ser felices.