Te reías de mí frente a todos y yo me quedaba a un lado—dijo el pelinegro recordando con rencor lo sucedido en su etapa de estudiante.
¡Lo siento Obito, no pretendía hacerte recordar momento…--decía Kakashi cuando el otro interrumpió aun de espaldas a él.
Yo siempre lo dejaba pasar porque no importaba. ¿A quien rayos le importaba lo que yo sintiera o pensara?—preguntó con cólera mientras algunos elementos a su alrededor comenzaban a levitar en la habitación.
Y fue cuando Hatake san recordó que su pareja además de su ex compañero de universidad era un vampiro con el poder de la telequinesis. Y entonces el otro se volteó.
¿Sabes cuan humillado me sentí?—preguntó a los gritos el pelinegro.
¡Obito! Tus ojos se… tus ojos…--dijo el abogado.
¿Qué mierda pasa con mis ojos?—preguntó el usualmente calmado Uchiha.
Están rojos… Deberías calmarte. ¿Acaso quieres dejar a nuestro hijo sin padre?—preguntó el peligris.
¡Nuestro hijo ya tiene padre!—dijo el furioso Obito--¿Acaso no eras tu el que decía que no estaba preparado para una familia?—
“¡Oh, oh!” se dijo con asombro y algo de miedo el gran abogado porque sabía de lo que era capaz el otro--¡Oye Obito, no te pongas así! Estás algo sensible. Deben ser las hormonas—
¿Qué rayos tienen que ver las hormonas con esto?—preguntó el ojos rojos.
Poniendo con mucha delicadeza una mano sobre el hombro del pelinegro, Hatake le dijo—Lo siento Obito pero debes entender. El nombre que querias poner a la banda era…--
¿Era que?—preguntó el pelinegro con cara de menos amigos. El peligris golpeó su frente pues no sabía que contestar para que no le cayera mal--¿Qué estas pensando que…?—entonces a Kakashi se le iluminó la conciencia. De pronto su boca estaba sobre la del otro que al sentir sus labios intentó rechazarlo pero el agarre del otro era muy fuerte y poco a poco el encanto del peligris fue dejando sin sentido la lucha de ambos.
¡Suel…!—trató de decir el profesor.
¡No lo haré!—contestó el abogado mientras sus labios corrian raudos hacia los del otro y el vampiro perdía su tesón para mantenerlo a raya. Las manos de Obi se crisparon en los hombros de Kaka mientras este intencionalmente forzaba que se pusiera contra la pared. Lentamente los labios del abogado se deslizaron por el cuello del vampiro mientras sus manos bajaban a sus posaderas para apretarlas con renovado deseo y un desconocido impulso llevó al del pelo gris a morder el cuello de su pareja.
Kaka… ¡No! No hagas eso—decía el pelinegro mientras sus manos se afianzaban fuertemente en los hombros del otro tratando de resistir la deliciosa sensación de los dientes del humano clavándose apenas en su carne y como eso hacía que su parte baja se alzara más y más hasta que el académico respirara agitadamente--¡No!—gritó ahora tratando de evitar lo que Kakashi sabía le pasaba.
¡Estás deseando morderme! ¿No es así? No puedes evitarlo como yo no puedo evitar amarte a esta altura del proceso--¡Solo hazlo!—
Pero… la última vez quedaste…--dijo el que trataba de contenerse.
La ultima vez salvamos a nuestro hijo—dijo el otro frente a su cuello eclipsando a Uchiha para luego mover su cabeza de tal forma que pudieran verse a los ojos--¿No es suficiente para ti?—preguntó con voz ronca el abogado para luego morder de nuevo el pálido cuello Uchiha.
Entonces Obito cedió a la tentación pero no fue más allá de lo previsto para la ocasión, aún así preguntó como se encontraba el otro que de inmediato lamió de la comisura de su boca las gotas del fino elixir rojo que era su propia sangre.
Al sentir tal contacto Obito atrapó la boca de Hatake con la suya y lo llevó a un beso fogoso pero no exigente en que ambas partes se deleitaron con el otro.
Las ropas fueron cayendo despacio en ese lugar, cerca de la esquina de ese estar casi vacío y de madera. Sin prisa la piel desnuda fue apareciendo, sin prisa las manos fueron acariciando espalda y caderas mientras se fundían en un abrazo y sus cuerpos se asentaban en tierra. Las piernas del pelinegro quedaron por fuera mientras el peligris estuvo de rodillas debajo y él sentado en su regazo pero las cosas cambiaron cuando Kakashi se puso debajo. Estas envolvieron la cintura del peligris mientras sus bocas no se separaban más que para tomar aire. Hatake entró despacio en la abertura estrecha y al cabo de un tiempo de entrar y acomodarse empezó despacio con sus embestidas.
¡Más, quiero más!—dijo después de un tiempo el pelinegro como acicate.
¿Acaso no quieres que sea cuidadoso por el beb…--decía el otro cuando el pelinegro lo besó casi con furia y con un sonrojo advirtió Kakashi la mirada lujuriosa en esos ojos oscuros.
¡Más!—es todo lo que dijo el otro y Kakashi cedió.
Los aromas de ambos cuerpos se entremezclaron mientras sus corazones pulsaban con ahínco, las manos de Obito buscaron de pronto asidero sobre su cabeza encontrando solo el piso.
¿Quieres que pare para que encuentres algo?—se burló su amante y solo recibió una mirada fea de él en contestación.
Hatake fue más y más duro contra las posaderas del Uchiha quien pronto se devino en un orgasmo sonoro haciendo estrecha la entrada y logrando que el miembro allí encerrado lograra su clímax también.
Acurrucado contra su amante el pelinegro dijo después de un rato--¿Kakashi?—
¿Mmmmmm?—casi carraspeó el somnoliento peligris.
¿Recuerdas la promesa?—preguntó Obito.
¿Promesa?—preguntó Kakashi porque estaba casi dormido—No es necesario prometer. Si quieres algo solo dilo y yo…--
Es que… yo pensaba en el niño—dijo el Uchiha.
¿El niño? ¿Qué pasa con el niño?—preguntó de pronto papá Hatake preocupado por su primogénito. ¿Habría problemas con el embarazo? ¿Obito se sentía mal?
Es que Sasuke y Naru kun ya están casados pero nosotros… y no creo que sea bueno que el niño nazca con sus padres—se notaba que Uchiha no sabía como pedir aquello sin sentir que presionaba hasta el que hace poco no quería saber nada de ellos y al que le dijo que lo criaría sin él.
¡Tienes razón!—dijo con asombrosa rapidez el peligris.
¿En serio?—preguntó incorporándose un tanto el otro para mirar su cara y el ´peligris que estaba de perfil abrió el ojo para ese lado.
¡No es una gran cosa! ¿Acaso eso no estaba decidido antes de que viniéramos parar a estos estresantes mundos?—dijo el Hatake y Obito sonrió feliz—¡Pero el nombre lo escojo yo!—
¿Huh? ¿Por qué?—preguntó el casi ofendido vampiro.
No quiero que mi hijo termine con un nombre cómico del que todos se burlen de por vida. Sé cuan crueles pueden ser los niños—dijo el valeroso padre, lo que omitió mencionar era que lo sabía por él mismo haberse burlado de tales nombres--¡Se llamará Obito Hatake! ¡Y fin de la discusión!—añadió con los ojos cerrados y expresión decidida.
Por ello no vio la expresión de sorpresa aunque se la imaginaba. Lo que no sabía era que Obito quería llamarlo Kakashi Hatake jr. Sonrió ante esa muestra de cariño.