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Ángel (Himno Nacional) por STEREK141618

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Notas del capitulo:

Hola, hace mucho tiempo que queria actualizar, pero no me daban ganas, o no me acirdaba, pero ahorita ya me acuerdo y bueno, aquí el capítulo. 

Abrí los ojos, el sol entraba por la ventana, tardé un poco en poder ver con claridad, y al hacerlo ya podía ver a Derek despierto, se estaba poniendo su pantalón negro, y su camisa blanca, últimamente vestía así muy seguido, y para mí no había mucho problema, o más bien ninguno porque se veía, se ve divino. Y el sol tocaba sus ojos verdes haciéndolos brillar más fuerte de lo que ya lo hacían en estos días, días de verano. El día presagiaba ser el más bello del todo el mes, las personas se oían desde afuera platicar con muchos ánimos, las aves cantaban alegres, el sol sonreía, y el cielo estaba con su mejor ropa del año. 

Me perdí en sus ojos, se veía al espejo, muy al pendiente de cada uno de los detalles que componían su imagen, para mí era otro día común y corriente, y aburrido, a lado de la poca compañía de Derek en la escuela, porque no estamos en el mismo salón, y en la casa para nosotros era sudar la gota gorda pues no nos dábamos abasto con las tareas de la casa pues mi padre nos tenía trabajando como unos burros de carga en el caso de Derek, o como esclavo en mi caso, y para el colmo nuestras madres le habían otorgado el permiso a mi padre, estoy un poco indignado por éso, pero Derek tuvo la culpa, él me persiguió y por su culpa tiré el vino, es más, todos tuvieron la culpa porque ninguno en el mundo me explicó con exactitud que rayos tenía el vino en su composición. Pero ya pasó aquel incidente que nos trae a esto que se llama: "Stiles no tiene muy buena comunicación con Derek estos últimos días". 

Nos peleamos mucho también, por cualquier cosas nos gritamos, claro siempre siempre lo hacemos en el campo, ya hasta se nos está haciendo rutina, sólo vamos al campo a gritarnos todo lo que tenemos que decirnos, puros reclamos sobre por qué él es muy molesto y sobre por qué yo soy un necio, en todo caso en ocasiones pienso que estamos al revés. 

De nuevo a Derek, incluso se puso alguna especie de saco que no sabría adivinar de dónde lo sacó, y un moño bien acomodado en el cuello de su camisa, pero ¿por qué estaba vestido así? Bueno, hasta ese momento para mí era un completo misterio, tomó un frasco que nunca en mi vida había visto en mi casa, era largo y alto, delgado, de vidrio brillante y reluciente, lo cogió entre sus manos, y lo observó, después alzó un poco la cabeza hacia arriba, cerró los ojos al mismo tiempo que presionaba una cabecilla en el frasco, haciendo que éste lanzará miles de partículas de agua sobre su cuello, y juro por ti Sourwolf que todo lo que tocaba y estaba a su alrededor brillaba. Tal vez era que mis ojos aún veían medio borroso y eso hacía relucir todo. Abrió los ojos y por milésimas de segundo alcancé a cerrar los míos, pero podía sentir su mirada sobre mí. 

---Pequeño -habló en voz alta, me estaba hablando pero yo seguía haciéndome el dormido-. Sé que estás despierto. -Podía escuchar sus zapatos acercarse cada vez más a la cama, por donde salió en la mañana.

De repente todo se quedó un poco más silencioso. Mi estomago comenzó a hacer estragos en mí. Y sentí una respiración muy cerca, tan cerca y tan fresca, era el primaveral verano, asfixiándome, impidiendo mi respiración. 

Abrí los ojos de golpe, Derek sólo estaba a una taza de mi rostro. 

 

---Sabía que estabas despierto -susurró en mi rostro, sin dejar de verme a los ojos-. ¿Por qué fingías si era tan obvio? Podía sentir tu mirada sobre mí desde hace unos minutos. 

---Por supuesto que...

---Shhh... No mientas -ordenó con voz sería. Se movió acaso un par de centímetros hacia adelante y pude percibir el aroma del perfume que había roceado sobre él, era fresco y salvaje, y por alguna extraña razón esa mezcla tan rara le quedaba a la perfección a Derek. Seguro lo hizo a propósito porque cuando por fin recuperó la postura y se encaminó al espejo, lo único que podía sentir era el deseo de oler de nuevo su aroma-. ¿Sabes qué día es? 

---No... -Mi rostro revelaba la confusión que sentía.

---Es día de ir a la escuela y ya deberías levantarte que se hace tarde. -Se cerró aquel especie de saco. 

---¿Qué hora es? -pregunté sentándome en la cama.

---Son las seis y media -soltó como si nada y volvió a verme.

---¡¡Seis y media!! -exclamé hecho un escándalo humano de cabello corto. 

---Sí. -Me miró con chulería-. Sólo te quedan diez minutos. 

Me levanté raudo y lo tomé muy fuerte por la ropa y le di vuelta. 

---¿Por qué no me avisaste? -interrogué actuando muy rudo. 

Y llegó a mi cabeza el día anterior, cómo Derek había acabado tan fácil con ese par de gemelos que me pudieron haber matado tres veces si hubieran querido, y yo aquí comportándome todo rudo con el Hale, tal vez no estoy pensando con claridad cada vez que se me ocurre reclamarle, y él no me hace nada a pesar de que yo lo trato y hablo como si fuera inferior a mí. Él podría acabarme en un chasquido si quisiera.

---¿Te importaría un poco no desacomodar mi ropa? Por favor -pidió tan sereno como siempre cuando no está enojado. 

---De acuerdo. -Lo solté, parecía que en realidad se había tardado en vestirse y arreglarse. No quería molestarlo tan temprano. 

---Te veo abajo en cinco minutos. -Se giró y cerró la puerta tras de sí. 

Y el muy zoquete no me respondió la pregunté que le hice, bueno, yo tampoco le respondí. Hecho todo un balón roto volando por la habitación, apenas y me dio tiempo de buscar toda la ropa que usaría, sentía que se me olvidaba algo. Me puse un pantalón corto que no me llegaba ni a los talones, pero pero me gustaba como se veía, y una remera de manga corta, parecía que iba a hacer calor, de hecho si hizo bastante calor.

Bajé y me llegaba un olor delicioso, era el pan recién horneado. Cuando llegué a la cocina estaba mi madre, la madre de los Hale, mi padre y por supuesto Derek. 

En la mesa había varios platos con diversidad de frutas y además de pan recién horneado mantequilla y mermelada. 

---¡Buenos días Stiles! -saludaron todos con una sonrisa, Derek sólo la esbozo con los labios, yo quedé de boca abierta y ojos petrificados, los labios de Derek haciéndose de una línea recta a una pequeña sonrisa, aquel movimiento, quedé de cabeza, volando por el mundo de sus ojos verdes selváticos, en una aventura por los lugares más exóticos del mundo y sus dientes grandes y relucientes.

Pero después pude ver algo en la mirada de Derek que me hizo recuperar la cordura y hacerme pensar ¿qué demonios pasa aquí? ¿Acaso seguía soñando? 

---Vamos a desayunar -dijo mi madre. 

Me acerqué muy lento hasta llegar a la cocina. 

---Pasatéla bien hoy -deseó mi padre dándome un caluroso abrazo-. Lamento no quedarme a desayunar pero tengo que llegar a trabajar -explicó y se fue no sin antes despedirse de los demás.

---Siéntate -habló mi madre de nuevo mientras todos lo hacían. 

Quería preguntar de qué iba esto, pero preferí quedarme así, si era un sueño no me importaba, pues, si indagaba más en el asunto tal vez por ser un sueño, podría cambiar fácilmente, mientras mas durara mejor. 

Primero comimos varias frutas que nosotros cultivamos. Y después de eso, tomé leche, con pan y mermelada. 

---Es mermelada de mora azul, porque te he visto comer muchas moras azules desde hace días, además de que tú me dijiste que comías una mora cada hora -comentó Derek. 

Algo me parecía extraño, yo nunca comía moras frente a Derek, de hecho siempre lo hago cuando no está precisamente presente, ¿cómo es que me veía comer moras? Bueno, no investigué más allá, pues para mí era un sueño, y de seguro iba a ser un grandioso sueño.

---Gracias. -Sonreí un poco al untar la deliciosa mermelada en mi pan. 

Después de desayunar me di cuenta de que ya se había pasado de las siete, pero no importaba.

---Bueno, pues aunque sea este día tan especial, Thalia los llevará a la escuela, tendrá que hablar con el director para que los deje pasar -dijo mi madre recogiendo todo de la mesa. 

Al principio no quería ir a la escuela, pero acepté de todas formas. 

El camino hacia la escuela Derek y su madre hablaban esa vez en francés, era toda una dicha poder escuchar a Derek hablar esa lengua tan bella. También hablaban conmigo, de vez en cuando durante el camino, aunque siempre era gracioso intentar conseguir comunicarse con la madre de él, casi todo era por medio de mímica con ella. 

Cuando llegamos a la escuela, todo sucedió como lo planeado o casi.

---Pero qué niño más elegante y bien parecido -comentó el director al ver a Derek, y no me importaba que a mí no me hayan dicho nada, se sentía muy bien tener un amigo guapo como él para presumir-. ¿En qué les puedo ayudar?

La madre de Derek se intentó comunicar con el director o algo así.

---Disculpe pero mi madre sólo habla francés -dijo el pequeño (bueno, ni tan pequeño tampoco es una miniatura) pero sí más grande que yo, Derek Hale. 

---Oh ya veo -dijo el director en tono comprensivo. 

---Lo que ella quiere decir es que si nos permitiría entrar a clases es que... -Derek le hizo señas al director y éste se agachó hasta quedar a la altura de Derek, entonces éste sólo susurraba cosas al oído del señor.

---Entiendo... 

---¿Nos permitiría entonces? -insistió Derek de nuevo. 

---Está bien, sólo por éso, pero será la única vez -aseguró en tono firme, ya de pie completamente. 

Una vez pasó éso y la madre de Derek se despidió de nosotros. El chico Hale y yo nos quedamos solos por los pasillos. 

---Tal vez deberíamos, no entrar a todas las clases -sugirió mientras caminábamos, me gustaba mucho su idea, pero y si eso no era un sueño iba a perder un día de clases. 

---Tal vez puedes dejar esa absurda idea e irte a tu salón Derek -dije y aunque se notó que la idea no le gusto aceptó, o algo parecido.

---Está bien, pero... ¿Estás seguro? -preguntó y detuvo el paso esperando mi respuesta. 

---Seguro Derek -afirmé y me acomodé la mochila. 

---De acuerdo. -Seguía sin estar seguro, pero al final se fue por un pasillo estrecho con muchos árboles alrededor del pasillo de piedra roja.

Y yo me fui a mi salón, donde todo estaba completamente igual y sólo había uno de los gemelos -en realidad sólo uno de ellos va en mi salón- y no me dirigió la mirada en ningún momento, aunque en cuanto oyó mi voz pude notar como apretaba los puños, lo cual no me dio buena espina, y por lo tanto me mantendría al tanto de cualquier actividad que él hiciera. 

La mayoría de las clases pasaban bien y sólo de vez en cuando -es decir en los recesos- Paige y yo hablábamos de la cosas que nos pasaban, yo evitaba hablar lo menos posible de Derek porque, bueno, no podía contarle a nadie -de mis sentimientos hacia él- pues noté que era algo que no se mencionaba nunca en las platicas y por lo tanto, no me sentía muy seguro de contarlo o expresarlo y por éso prefería dejarlo en secreto. 

Y más tarde llegó una niña a hablarme.

---Hola -dijo ella.

---Hola -respondí de buena manera, Paige y yo la veíamos con curiosidad. 

---Me llamó Malia -explicó ella con voz nada tímida, demasiado social. 

---Hola me llamo Stiles, mucho gusto. -Le estiré la mano para estrecharla. 

Ella me vio y luego a mi mano, la tocó y la apretamos, entonces ella se sonrojo un poco, pero no se apenó ni nada por el estilo.

Digamos que Malia hablaba mucho y era muy atrevida.

---¿Stiles alguien te ha dicho que eres muy lindo? -dijo ella con una mirada traviesa. Lo que me recordó, a Derek, sólo por la palabra "lindo".

---Algo así -intenté mentirme a mí mismo cuando traté de pensar en alguna cosa linda que me haya dicho Derek desde que llegó pero nada arribó en mi memoria a pesar de rascar con una pala cada patio trasero de mi cerebro.

A la hora de la salida, Paige había quedado un poco excluida de nuestra conversación gracias a Malia, y se podía notar su incomodidad. Yo trataba de incluirla pero Malia siempre la hacía a un lado, cuando entonces pasó algo completamente inesperado, y Malia lo hizo sin importar que nos acabábamos de conocer y de que Paige estaba conmigo.

---¿Sabes? Desde que llegaste al salón tomé un interés especial en ti -hablaba muy rápido-, tú sabes a qué me refiero. -Me dirigió una mirada traviesa.

---Creo que tal vez probablemente entienda lo que dices -dije un poco nervioso. 

Entonces ella me tomó por la remera con mangas cortas y me empotró contra la pared, lo cual me dio la sensación de estar frente a una miembro de la familia Hale, pero éso era imposible, Derek era del otro lado del mundo. 

---Yo no he besado a nadie y quiero que mi primer beso sea contigo -soltó de golpe sin rodeos ni titubeos.

---Pero, pero, ¿Qué? -Mi cara estaba embarrada de confusión de oro. 

---Lo que oíste, yo pensé que eras más inteligente -replicó ella estando aún más cerca de mí, podía sentir su aliento.

Y sin embargo, tampoco me estaba oponiendo a su proposición. 

Ella ya estaba tan cerca de poner sus labios con los míos, tan cerca que cerré los ojos y los apreté hasta que casi se fucionaron mis párpados para recibir el impacto lento de nuestros labios. Hasta que claro alguien siempre tiene que interrumpir. 

---¡Stiles! -gritaron al unísono Derek, y por qué la vida no puede ser más generosa conmigo, por qué no también Ethan, digo sólo como un extra a mi suerte. 

Y me di cuenta de que Derek estaba parado muy lejos de nosotros en el mismo pasillo pero del lado izquierdo y Ethan estaba más cerca del lado derecho. Y quien más me preocupaba era Ethan; Malia no sé por qué mierda tardaba tanto, o tal vez ellos eran muy rápidos, pues cuando volteé hacia la derecha Derek también venía, corriendo, enojado y con determinación. 

Cuando menos lo esperé, mi beso con Malia no fue consumado y Ethan ya me jalaba de la remera, elevándome por los aires y lanzando mi cuerpo al suelo, vaya que dolió. 

---No te acerques a Malia -exigió él. Las únicas frases que llegaron a mi cerebro fueron: "Ella me quería besar" y "Te gusta Malia" y "Quería besarme a mí y no a ti".

---Te dije que no volvieras a tocar a Stiles. -Sourwolf juro por todos los buenos piratas del Caribe que a Derek le estaban saliendo garras, me arrastré hacia atrás escandalizado, pues Derek empujó con tanta fuerza a Ethan que si no me movía podría caer sobre mí.

Y sólo vi como el cuerpo de mi enemigo cayó al suelo, golpeándose la mandíbula contra esté, incluso pude escuchar el estrepitoso castañazo de sus dientes estrellándose unos contra otros. Derek estaba parado frente a nosotros, noté que ya no tenía su moño puesto, se había abierto el saco.

---¡Ethan! -gritó Aiden todavía más atrás de nosotros-. ¡Malnacido! -exclamó Aiden para Derek. Podía ver a Paige observar todo entre aterrada y sorprendida. Aquí íbamos de nuevo. 

Ethan se levantó y me observó enojado pero podía ver la furia hacia Derek en sus ojos. 

Los gemelos se fueron sobre Derek, ellos estaban realmente llenos de cólera. Vi a uno de ellos golpear a Derek en el estómago, mi amigo se inclinó hacia abajo intentado volver a tener aire, Ethan se acercó atrás de Derek, y éste tiró una patada al estilo "Caballo/Mula en una copa de enojo" pero Ethan le tomó la pierna y la jaló con tanta maldad que cayó al suelo también de bruces.

---Esperen aquí -informé a las chicas. Los chicos chismosos se estaba amontonando. 

Miguel no podía hacer todo solo. 

Antes ya había divisado algún bate béisbol que algún descuidado, lo había abandonado en el patio, fui por él y lo traje de nuevo hasta la escena de la pelea. 

Ambos gemelos estaban sobre Derek, demasiado ocupados encargándose de mi amigo como para darse cuenta de que estaba a menos de un metro de ellos.

---¡Par de idiotas! -grité a su lado.

En cuanto Aiden volteo a verme a toda velocidad estrellé mi bate contra su nariz y cayó de espaldas al suelo. Ethan se distrajo ante el suceso y Derek aprovechó para acomodar un buen golpe en la cara de Ethan, tan fuerte que pude ver la sangre acumularse en la boca de él.

---¡Corre Miguel! -grité sin soltar el bate. 

Derek tomó su mochila y echó a correr junto conmigo. No dejamos de hacerlo a toda velocidad a pesar de que sabíamos que ya casi nos alcanzaban y al salir de la escuela habían tantos niños en la entrada que los perdimos de inmediato. Y aun así no paramos de correr hasta que llegamos al campo libre/terreno baldío, bueno era alguna especie de lugar con arbustos y naturaleza que no era de nadie o más bien de todos. 

Nos tiramos al pasto, el cielo estaba contento al igual que el sol y el viento bailaba con los árboles, con los pájaros, con las nubes, con las hierbas, y con nuestras ropas. Y yo reí, no fue hasta que vi a Derek, que me di cuenta que él también se estaba riendo, ese gesto de él me gritó en la cara haciéndome caer en estado de coma y después cacheteándome y dar una vuelta por todo el mundo para después volver a ver esa amplia y bella sonrisa. 

Nunca lo había visto así, en persona tan cerca.

---¿Qué sucede? -preguntó aún sin dejar de sonreír ampliamente hacia mí. 

---Es que, no recuerdo haberte visto sonreír antes de hoy -expliqué todavía sin poder creerlo. 

---Pues ahora lo ves. Sólo suelo reírme de esta forma cuando soy realmente feliz.

---¿Estás bien? -pregunté viéndolo, para ver sus heridas. 

---Sí, sólo una pequeña cortada en el dedo de mi mano izquierda y me partí un poco el labio -explicó, relamiéndose el labio inferior en la esquina izquierda.

Todo eran tan místico y fantástico que temí por un momento que toda esa telaraña de colores y diamantes se fuera romper. 

---¿Estoy soñando verdad? -pregunté por fin anegado de valentía.

---Claro que no. -Sonrió de nuevo-. Es sólo que hoy es un día especial -dijo-, ya lo sabrás pero aún no lo recuerdas. 

---Bueno. -Inflé los cachetes.

---Oye tu ángel nunca te falla eh -comentó con las manos atrás de su cabeza. 

---Creo que no -admití. 

---Así que me debes algo. -Se sentó frente a mí-. Otra vez.

---Sí Derek, te dejaré dormir en la cama de nuevo -dije sin que me diera importancia. 

---De acuerdo, pero también quiero darte algo...

---¿Por qué?

---Bueno, la principal razón por la cual iba corriendo hacia ti hace unos momentos, antes de que me diera cuenta que Ethan iba tras de ti, fue porque estabas a punto de besarte con una tipa -declaró. Lo que acababa de decir me llamo la atención. 

---¿Qué quieres decir con éso? -pregunté sin dejar de ver la nubes aborregadas moverse y volar. 

---No quería que besaras a Malia... -susurró con un hilo de voz, y entonces volteé a verlo esta vez.

---¿Y por qué? -cuestioné cada vez más confundido e interesado en sus palabras, mi estómago se estaba subiendo a la montaña rusa.

---Porque... -No me veía a los ojos, ni siquiera me veía a mí al hablar-. Porque... No podía dejar que éso pasara, es que, sé que hubiera sido tu primer beso y yo no quería que lo tuvieras con ella, sino con alguien especial...

---¿Con quién? -interrumpí, pregunté, grité, todo a la vez ya sentado en el pasto de tanto interés. 

---Conmigo. -Al declararlo me vio a los ojos con una mirada brillante y tímida-. Sería nuestro primer beso Stiles, juntos. 

Mi estomago llegaba a la parte más alta de la montaña rusa rosa y podía sentirlo atravesar mi diafragma con un poco de adrenalina. 

 

 

 

Notas finales:

Actualizo el sábado u/


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