Hola de nuevo Sourwolf vengo a terminar de contar lo que aconteció aquel día. Así que aquí vamos. Hoy es 19 de Agosto de 1863.
---No quería que besaras a Malia... -susurró con un hilo de voz, y entonces volteé a verlo esta vez.
---¿Y por qué? -cuestioné cada vez más confundido e interesado en sus palabras, mi estómago se estaba subiendo a la montaña rusa.
---Porque... -No me veía a los ojos, ni siquiera me veía a mí al hablar-. Porque... No podía dejar que éso pasara, es que, sé que hubiera sido tu primer beso y yo no quería que lo tuvieras con ella, sino con alguien especial...
Ya sentado, en el pasto por tanto interés, le interrumpí:
---¿Con quién? --pregunté, grité, todo a la vez.
---Conmigo. -Al declararlo me vio a los ojos con una mirada brillante y tímida-. Será nuestro primer beso Stiles, juntos.
Mi estómago llegaba a la parte más alta de la montaña rusa rosa y podía sentirlo atravesar a toda velocidad mi diafragma con un toque masivo de adrenalina.
No lo podía creer, seguía pensando que estaba soñando, no podía, no cabía en mi propio cuerpo, mi mente pensaba en todas las posibilidades pero todas llevaban a una sola, Derek quería besarme sin más, y por éso estábamos ahí en el campo con sólo nosotros como compañía. Pero quería estar seguro.
---¿Quieres, besarme...? -pregunté anegado de pena y curiosidad.
El sonrió de nuevo con expresión de "¿Aún no lo crees verdad? ¿No lo pillas todavía?"
---Sí Stiles, quiero besarte -soltó con seguridad, mirando hacia abajo relajado, sin dejar su sonrisa-, sólo si tú quieres claro.
Sus palabras hicieron que mi corazón soltará un onda de radiación emocionante, incluso pude sentirlo atravesar mi pecho.
Yo no dije nada pero, él lo vio en lo profundo de mis ojos, yo también quería que mi primer beso fuera con él. Así que se acercó hasta quedar sentado frente a mí. Puso su mano izquierda en mi mejilla derecha, se acercaba demasiado lento, sólo mirando mis labios, el estómago de mi estómago estaba en un mar de ácido, y éso hacía que mi estómago estallara hasta mi garganta de los nervios, y mi corazón latía tan rápido que creí que en cualquier momento me daría un paro cardíaco, todo a nuestro alrededor se mantuvo en silencio, expectante, el aire dejo de bailar también, sólo para vernos.
Pensé que nuestro primer beso sería algo sencillo, tal vez sólo un roce explorativo, disfrutando del suave tacto, pero en realidad fue un poco mas allá. De pronto lo sentí, sus labios encajar con los míos, eran medianos, tibios, y sólo podía hacer lo que veía en todos lados cuando se besaban, así que empecé a mover los míos lento, e incluso absorví un poco su labio inferior -lo siento no sabía qué más hacer- mi boca se llenó un poco del sabor metálico de su sangre. Pero aun así su beso era como una bella melodía, suave, tranquilo, medio armonioso, incluso pude sentír su cariño hacia mí. Respiraba muy onda y mis fosas nasales se deleitaba con su salvaje aroma dulce exótico.
Pude sentír tantas cosas que no puedo explicarte Sourwolf, ojala fueras un persona de verdad para poder experimentar lo que se siente tener a alguien que te hace sentir bien. Me sentí maravilloso, lleno de... felicidad, y hasta me sentí más tranquilo y relajado, mis nervios se fueron.
El beso no duro mucho, pero si lo suficiente, tampoco había sido perfecto -fue muy torpe de hecho- pero fue lo mejor de nosotros. Cuando nos despegamos, nos vimos directamente a los ojos, queríamos saber nuestras reacciones, cómo lo habíamos tomado, ambos estábamos demasiado apenados, él casi era un jitomate humano, pero yo me sentía más apenado que él todavía, ambos nos sonreímos un poco.
---Tus labios sabían a fierro -comenté para evitar que hubiera un momento incómodo, aunque ahora que lo pienso era muy difícil que sucediera.
---Sí por mi herida. -Volteé a verlo, se mordió un poco su labio roto, y después sólo pasó su lengua muy ligero entre sus labios-. Los tuyos sabían a mora azul -respondió con un tono de felicidad.
---Sabes que yo como una mora por cada hora del día -dije sin dejar de ver cada una de sus expresiones.
---Lo sé...
---¿Me espiabas cuando comía moras verdad?
---Sí lo sé...
Derek Hale me espiaba mientras comía moras, no sabía si sentirme alegre o espantarme. Como lo había dicho antes, al final de cuentas depredador y yo presa.
Después de éso nos quedamos un rato en el campo, nos acostamos y miramos al cielo, disfrutamos unos momentos de nuestra compañía mutua, hasta que pensamos que ya era hora de estar en casa, nuestras madres se preocuparían y nos buscarían si llegábamos tarde.
Nos fuimos corriendo de nuevo, siempre era divertido hacerlo de esa manera, podíamos hacer carreras, al final Derek alegaba que me dejaba ganar, y yo le decía que era un perdedor que era claro que él nunca me ganaría, pero en el fondo lo sabía, él lo hacía a propósito. Chico estúpido, el mejor chico estúpido que he conocido. Y yo seguía seguía sin recordar algo importante a pesar de que habías muchos indicadores de que era ese día.
Al llegar a casa mi madre estaba ya esperando, pero no se notaba muy alarmada, estaba calmada.
---¿Cómo les fue? -preguntó ella sentada en la mesa de cocina.
Derek y yo nos miramos y después nos sonrojamos un poco, yo sonreí, y él disimulo una sonrisa con una expresión sería, seriedad con pena, una bella mezcla en la faz de Derek. Después de éso nos sentamos en las sillas vacías. Mi madre nos vio curiosa, ambos chicos viéndose para después sonrojarse.
---Nos fue muy bien Señora Stilinski -habló Derek otra vez ocultando su felicidad con el tono de siempre, pero había algo que lo delataba, era como una sábana café claro pálido y transparente, con una casi fantasmal mancha roja sobre ella, sería imposible verla, pero hay algún espectro de color diferente que lo revelaba y por eso mismo sabes que esta ahí. Así era el tono de Derek.
---¿Si? Que bien, cuénteme qué hicieron -exclamó ella muy interesada, recargando sus codos en la mesa para después unir sus manos y hacer reposar su barbilla sobre éstas. Presentía que lo sabía.
---Bueno pues Stiles y yo...
Interrumpí a Derek para después decir muy rápido:
---Hicimos carreras desde el campo vacío hasta la casa después de la escuela y fue muy divertido, pues en la escuela no nos vemos mucho, recuerda que estamos en salones diferentes. -Le dirigí una mirada a Derek que decía "¡¿Qué te sucede!? ¡Le ibas a decir a mi madre que nos besamos!"
---Sí, lo recuerdo -dijo ella asintiendo con la cabeza.
Derek me dirigió una mirada que decía "No se lo iba a decir directamente". SOURWOLF no preguntes cómo es que sé lo que dicen sus miradas, pero sé que es lo correcto lo que adivino de ellas, creo que lo que nos une a Derek y a mí es nuestra capacidad para comunicarnos sin decirnos nada, al menos en esta clase de situaciones en las que no podemos hacerlo en voz alta.
---Y yo besé a alguien de la escuela -dijo Derek orgulloso.
¡¿En serio tenía que contárselo a todo mundo?! Tenía ganas de golpearlo, o mejor todavía, darme un buen golpe a mí por dejarlo.
---¡¡Vaya que emoción!! -rompió mi madre en ese alarido-. ¿Y cómo se llama ella? -Y eso fue la gota que derramó el vaso. Quería gritarle a mi mama: Yo lo besé y no soy un ella.
Derek se quedó hecho una estatua de mármol sorprendida y por supuesto inmóvil.
---Ella su... su, su nombre... -Podía ver como se rascaba la nuca-. Es... Paige... -dijo finalmente y eso me hizo sentir un poco enojado y por supuesto celoso.
Y por un momento -segundos- prefería que dijera que él y yo nos habíamos besado que decir: "Me besé con Paige". Inserte tono de burla ñoña aquí.
---Vaya, eres todo un casanova -dijo mi madre alegre por él-. ¿Verdad Stiles? -Y me sacó onda.
---¡¿Qué?! -exclamé por completo sorprendido-. Este, claro que sí. -Derek me guiñó un ojo.
---Stiles -habló mi madre de nuevo. Yo abrí los ojos mucho ante lo que había hecho Derek.
---¿Si?
---¿Eso que tienes en la cara es sangre? -interrogó con el ceño fruncido enfocando su vista por completo en mí.
---¿En dónde? -pregunté.
---En tu mejilla derecha. -Me toqué y se sentía algo seco adherido a mi cara. Era la sangre de la mano de Derek cuando la puso sobre mi cachete para besarme, pero éso no era lo que me ponía a temblar, la boca de Derek estaba rota, y él acaba de decir que había besado a alguien, si lo conectabas todo desde el punto de vista de mi madre, podrías llegar a la conclusión que quería evitar que ella podría pensar.
---A sí, Stiles y yo nos caímos un par de veces mientras corríamos, mire mi labio está roto -dijo Derek antes de que yo probablemente lo arruinará más de lo que él ya lo había arruinado.
---Ah ya veo, no corran tan rápido chicas, chicos es decir -corrigió mi madre, me sentí incómodo por la no intencionada comparación, pero de todas manera reí-. Aún no sabes que día es hoy ¿verdad? -Me miraba con sospecha pero divertida.
---No... -Mi expresión era como "Lo siento me siento culpable de no recordar que se festeja hoy"
---Es tu cumpleaños -dijo Derek viéndome con cara de "Que bueno que lo he dicho porque si no tu pequeño cerebro de cacahuete hubiera estallado intentado pillarlo".
Siempre lo he olvidado pero, desde entonces, o sea, desde ayer, soy capaz de recordar cada detalle de mi cumpleaños. Y si lo pienso un poco, la palabra cumpleaños, es como azul, azul cielo, día soleado, aves cantoras, campo y olor a pasto medio acalorado, gritos buenos, y carreras por la vida de la festividad, frutas de sabores, olores dulces y frescos, malvaviscos de piña y manzana, baile en la noche, sonrisas al atardecer, deliciosos aromas por la mañana, nerviosismo, pero sobre todo, felicidad, besos, y Derek.
---Oh si es cierto, siempre lo olvido -comenté sonriente dándome un pequeño sape en mi frente.
---Y esta noche lo vamos a celebrar. -Ella sonrió al decirlo.
---Es genial -exclamé con sorpresa, brincando en mi asiento y sonriendo también, Derek se veía serio, pero yo ya sabía que él también era feliz, como mi madre y yo.
---Todavía falta mucho para la cena pero tú y Derek deberían ir a jugar un rato al campo, ustedes tienen el día libre. Pero después tienen que arreglarse para la cena.
Derek y yo nos miramos sorprendidos. Nuestro primer día sin tener que hacer tareas del campo era algo sorprendente y en realidad se agradecía, gracias a mi cumpleaños.
---Vamos Derek. A jugar -dije levantándome de mi asiento para después ir a saltar a su lado.
---Pues ya que -fingió el hastío.
Mi madre sólo río una vez más.
---Vayan a jugar niños -habló ella.
Salimos a correr por ahí.
---¡Te alcanzaré mocoso! -gritó él detrás de mí.
---¡Nunca! -Yo no dejaba de reír.
Y yo sólo lo dirigí hasta el centro del campo, un lugar donde nunca habíamos estado juntos, donde se encontraba el árbol haya más lindo que haya visto alguna vez.
---¿Qué hacemos aquí? -preguntó él un poco confundido.
---Este es mi lugar favorito en todo el mundo -dije tocando el árbol-. Y éste grandullón es mi mejor amigo, antes de Sourwolf.
---¿Quién es Sourwolf? -interrogo él (inserte voz muy rápida desde aquí) tal vez quien sabe probablemente celoso de ti amigo querido.
---Sourwolf es alguien que, no habla nunca pero a él le cuento todas mis cosas -expliqué.
---¿Tu amigo imaginario? -preguntó él en tono de burla.
---Él sí existe físicamente.
---Sí claro.
---Cállate y ven -dije y lo empujé "detrás" del árbol-. Es mi cumpleaños, tienes que darme algo por él.
---Ya te lo he dado -reprochó de "mala gana".
---Me estás rechazando -severé con un tono que podría haber hecho caer un árbol.
---Tú lo hiciste primero hace algún tiempo. -Usó el mismo tono de voz que yo.
---Y qué. Eso ya pasó, yo hablo del ahora niño.
---¿Qué es lo quieres? -preguntó dando un paso hacia adelante.
---Sabes lo que quiero.
Por alguna razón, me sentía un poco diferente, tal vez menos inocente.
---No me rehuso. -Se dio la vuelta, después de susurrarlo en mi cara.
Entonces no lo evité y me dejé llevar, le golpeé en la espalda con bastante fuerza.
---¿Qué crees que haces? -interrogó más molesto, creo que se había metido en su papel de niño malo, de nuevo.
---Lo quiero ahora -exigí.
---¿Lo quieres ahora? -cuestionó entre dientes, aferrándose a mi remera por los dos lados y después empotrado mi cuerpo contra el tronco del árbol.
---Sí -respondí valiente.
Derek se acercó de nuevo a mí, su rostro estaba cada vez más cerca del mío podía sentir su respiración en mi faz y nuestros labios a punto de tocarse de nuevo, sólo seis milímetros.
---Derek -gritó la mama de Derek a la lejanía.
Nos interrumpieron.
---Mamá -exclamó Derek por completo alarmado, asustado.