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Mi pequeño Charles//Mi pequeño Erik por Dark_Gaara

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Notas del capitulo:

Hola~! Les traigo otro pequeño cap de este fic nwn Me apresuré en actualizar ya que pasó las 1000 visitas <3 (quería una excusa en realidad (? ). Lo cierto es que ya terminé de rendir, y si bien tengo cosas que hacer, creo que tendré más tiempo para escribir n0n Asíque espero acutalizar pronto nwn
 Por cierto, me olvidé de aclararlo en el cap anterior: Erik le compra a Charles ropa acorde a él ya que quise mantenerme fiel a las imágenes en las cuales me inspiré para este fic n.n Por si nos las vieron, pueden  verlas aquí teddibe.tumblr.com nwn
 Espero que les guste~ 

Se removió un poco, aún con los ojos cerrados, recién despertándose. Aún adormilado, recordó los sucesos que habían ocurrido esa misma mañana. Había encogido. Se preguntó si aún seguiría en ese estado. Había llamado a Erik….Erik, siempre Erik. No pudo  evitar sonreír ante ese pensamiento, suavizado por el sueño. Sí, ahora recordaba todo mejor. Había ido a ver a Hank, le había hecho estudios, y luego, cuando Erik lo tomó en sus brazos, se durmió con la tranquilidad de que alguien iba a cuidarlo. Entonces, ¿dónde se encontraba ahora? Estaba en una superficie plana, que ascendía y descendía al ritmo de una respiración muy tranquila. Y ese aroma…olía a Erik, no había duda. Aspiró otra vez para cerciorarse, y algo en su estómago cosquilleó. Abrió los ojos con pesadez, lentamente, disfrutando el momento. Y cuando los terminó de abrir, se cercioró de lo que había pensado: efectivamente, estaba acostado sobre el pecho de Erik. No pudo evitar sonreír como un idiota. Era muy cómodo estar allí, tan cerca de él, era cálido, suave, protector. Pero, ¿Cómo había llegado hasta allí? Él no se había subido, estaba seguro, porque se había dormido demasiado rápido. ¿Entonces? ¿Erik lo había colocado sobre él? La idea lo llenaba de una estúpida ansiedad. Juntando coraje, alzó la cabeza, esperando encontrarse con la mirada celeste penetrante, y tratando de contener el ardor que amenazaba con subir a sus mejillas. Y no pudo evitar sorprenderse cuando descubrió que el magnético estaba durmiendo plácidamente. Sonrió bobamente. No era la primera vez que veía dormir a Erik: en el viaje que habían emprendido aprovechaba cada ocasión para tener esa maravillosa escena. El alemán nunca lucía más tranquilo que algunas veces cuando dormía, y a Charles le encantaba esa expresión de paz absoluta en su rostro, porque sabía que no la tendría conscientemente. Algunas veces, incluso, había pasado tanto tiempo mirándolo dormir, que él mismo no descansaba bien. Y le era complicadísimo disimular su vergüenza cuando Erik le preguntaba al día siguiente porqué tenía tantas ojeras en el rostro.

 Sin embargo, Erik no solía tener un sueño muy pesado. Así como Charles amaba verlo dormir tranquilo, sabía que las ocasiones donde el magnético dormía de esa manera eran sumamente pocos. En general, dormía con el ceño fruncido, soñando vaya a saber qué cosa de su pasado. Tampoco era raro que su mente confusa despertase al mismo inglés. Ni hablar de los recuerdos en forma de pesadillas que lo hacían removerse y gritar. El corazón de Charles se apretujaba cada vez que tenía que despertarlo, y veía en esos ojos celestes la agitación y la desesperación. Le daban unas ganas irrefrenables de abrazarlo, pero Erik sólo le dedicaba una mirada furiosa, y volvía a dormirse.

 Y en aquel momento podía darse el lujo de contemplarlo sin molestarlo. Quizás fuese su imaginación, pero lucía más tranquilo aún que cualquier vez que lo hubiese visto dormir plácidamente. Se preguntó qué estaría soñando, pero no era un entrometido: se conformaría con verlo así, los párpados cerrados, las largas pestañas adornándolos, la fina boca en una lía recta. Erik era un hombre hermoso, era innegable.

 Charles estiró su mano queriendo ver si lograba tocar  su rostro sin moverse demasiado, pero era más corto de lo que recordaba. Sin embargo eso no le llamó tanto la atención como la manga azul que cubría su brazo. Sorprendido se miró a sí mismo, y descubrió con asombro que estaba vestido. ¿Acaso no llevaba un pañuelo en forma de túnica? No recordaba haberse cambiado. De hecho, ¿de dónde había salido esa ropa? ¡Cierto! Había mandado a Erik a que se la comprase. No podía decir que se lo había pedido, porque sabía que en realidad lo había manipulado para que fuese. Y lo más curioso es que el magnético había accedido. Quizás Raven y Hank tuviesen razón respecto a que era bastante amable con él…Tonterías, Erik era amable con todos. Un poco difícil de tratar, pero amable al fin. Y por lo visto, no sólo había ido a comprarle ropa, sino que lo había cambiado. Su rostro se coloreó de un rojo intenso al darse cuenta de que entonces… ¡Erik lo había visto desnudo! Aunque, si era en ese tamaño diminuto, no contaba, ¿verdad? No es como si el magnético hubiese visto su cuerpo sin ropa de verdad. Ahora se asemejaba más a un muñeco  que a un hombre. No debería hacerse mucho problema por ello. Suspiró,  y su mirada volvió a buscar el rostro apacible de Erik. A fin de cuentas, estaba haciendo mucho por él. Sabía además que Erik no era una persona que apreciase demasiado el contacto físico con otros. De hecho, en su viaje, le había sorprendido lo poco que su amigo buscaba contacto con mujeres, siendo que muchas iban a coquetearle. Y bueno, ¿cómo no hacerlo? Erik era hermoso, y tenía un cuerpo muy masculino. Era obvio que iba a atraer a muchas mujeres. Lo curioso es que él no parecía muy interesado en intimar con ellas. Ni siquiera parecían gustarle los juegos subidos de tono o las caricias. Y Charles lo entendía: evidentemente, Erik rehuía del contacto físico a no ser que fuese necesario. Por eso, el pensar que el alemán lo había cambiado de ropa, e incluso se lo había colocado arriba para dormir, hacían que su corazón saltase de alegría y gozo.

 Erik se estaba preocupado por él.

Los párpados del alemán se movieron y comenzaron a abrirse lentamente. Charles aún lo miraba fijamente, sin haberse bajado de su pecho, demasiado abstraído en ver cómo esos ojos centelleantes se abrían. Erik lo miró, aún con la confusión de quien despierta de un sueño pesado y reparador. Charles sonrió ante aquella expresión.

-¿Ya despertaste?-preguntó con voz pastosa Erik.- Debías estar realmente muy cansado, porque te dormiste como un tronco…

-Mira quién habla.-contestó sumamente divertido.

 Erik lo miró contrariado, aún dormido. Recién en aquel momento cayó en cuenta de que era él quien se estaba desperezando. Suspiró.

-¿Me quedé dormido?

-Bueno, tú también debías estar muy cansado, mi amigo. Ha sido una mañana agotadora para ambos…-y sonrió juguetonamente, porque le encantaba hablar de un “ambos”.-Por cierto, debo reconocer que tu pecho es muy cómodo.

-No quería aplastarte.-explicó brevemente, agradeciendo estar lo suficientemente dormido como para no sonrojarse o ponerse nervioso.

-¿Sabes? Creo que es la primera vez que te veo dormir tan tranquilo.-comentó sonriente.

-¿Me espías mientras duermo muy seguido?-Charles no pudo evitar sonrojarse, creyendo que su amigo lo había descubierto. Pero Erik sólo se limitó a sonreír, en burla- Está bien, supongo que estaba realmente cansado. Fue un poco estresante verte así de pequeño y no saber si habría una solución.

-Sí, por suerte Hank ya está en eso.

 Tomó aire lentamente, dejando que la fragancia de Erik llenase su pecho. Al alemán no le pasó por alto la expresión de placer de Charles al respirar su aroma. Trató de calmarse, porque no quería que su amigo sintiese su agitación, y si estaba sobre su pecho, sería difícil de disimular. No se había percatado hasta entonces, pero lo cierto es que estaban mucho más cerca que de costumbre.   Él no era afectuoso del contacto físico. Pero no le molestaba que Charles, con ese tamaño, estuviese encima de él. Por algo él mismo lo había colocado allí. Y por lo visto al telépata tampoco le molestaba, porque hacía rato que estaba despierto y no se había bajado. Sonrió internamente al arribar a esa conclusión.

-Aunque tengo que admitir que es una lástima que ese chico mutante no se nos haya querido unir.-comentó con tristeza Charles apoyando su cabeza en su mano, como si estuviera dispuesto a quedarse charlando con Erik allí.- O sea, ¡su mutación era tan groovy~! Sólo, ¡mírame! Encoger personas, es realmente interesante…

-Para tí todas las mutaciones son interesantes.-dijo en un suspiro divertido. La alegría de Charles era terriblemente contagiosa.-Pero debo admitir que ésta en particular me tomó por sorpresa. Me hace pensar que realmente existen mutaciones de todo tipo.

-¡Seguramente! Y cada una de ellas debe ser fascinante.-los ojos azules brillaban cuando hablaba del asunto. Sin embargo, se apagaron un poco.- Por ello es deprimente que muchos huyan cuando nosotros queremos darles un lugar.

-Debes entenderlo, Charles.-dijo tranquilamente, como si fuese obvio.-Son mutantes. Los humanos los rechazan, entonces se esconden. Es una ecuación bastante fácil.

-Pero nosotros…-quiso protestar.

-Sé lo que estás pensando. “Nosotros los queremos ayudar”. Pero debes entender que esos mutantes son chicos que han vivido toda la vida ocultándose. No van a confiar en nosotros así como así. Y su desconfianza probablemente se traduzca en miedo.

-Me sigue pareciendo terrible. No son extraños, sólo son diferentes. Si tan sólo pudieran entenderlos todos, y pudiésemos vivir conviviendo…

-Eres muy ingenuo, Charles.-el telépata lo miró molesto. Pero Erik continuó.- Quizás tú no lo entiendas, pero ellos viven el rechazo día a día de parte de tus queridos humanos. Lo viste con Hank. No todos los mutantes pueden tener tu mutabilidad.

-¿Qué quieres decir?-dijo un poco a la defensiva.

-Tu mutabilidad es perfecta. Es poderosa, te da muchas oportunidades, y es completamente invisible. Puedes controlar el mundo entero sin que nadie lo sepa. Jamás tendrás que ocultarte. Y aunque te salieses de control, siempre podrás borrar la mente de todos.-y un poco molesto, agregó.-Es por eso que jamás entenderás el miedo que sienten los demás mutantes.

-No es tan perfecta cómo crees.-dijo mirándolo seriamente.

 Los ojos azules mostraban una profundidad que Erik nunca les había visto. No podía determinar qué querían transmitirle. Eran como un lago enturbiado, que lo absorbía. No brillaban, pero tampoco estaban apagados. Erik se preguntó qué pasaba por la mente de Charles, así que sólo pudo callar para escucharlo.

-Yo también creo que mi mutación es muy groovy, pero eso no quita que tenga su lado malo.-Charles se sentía un tanto extraño. Sabía que para todos su mutación era tal cual Erik la había descrito: poderosa e invisible; perfecta. Y no negaba que tenía muchísimas ventajas, algunas de las cuales él ni siquiera aprovechaba por sus principios éticos y morales. Pero eso no era todo, porque como todas las cosas, tenía sus desventajas, que estaban a la par de sus ventajas. Sin embargo, jamás había hablado de alguien con eso. Con pocas personas podía hablar de que era un mutante, y la mayoría consideraban que su mutación era mejor a la suya, así que no le daban mucho espacio para comentarla. ¿Cómo podría, por ejemplo, hablarle de sus penurias a Raven, siempre tan acomplejada? Era una villanía que él no cometería. Pero Erik…era diferente, ¿no?- Muchas veces no puedo elegir qué escuchar, porque las voces simplemente llegan a mi mente sin que pueda apartarlas, sobre todo cuando los pensamientos son muy intensos. Y los pensamientos, generalmente, llevan consigo una carga emotiva que también recibo. Muchas veces no es algo muy agradable que digamos. Admito que no es algo tan grave como en el caso de Raven, que le ha creado un gran complejo respecto a su imagen….

 Ante la mención de ese nombre,  Erik supo que tenía la carta ganadora en aquel debate.

-¿Lo ves? Quieres que Raven se adapte a la misma sociedad que la ha condenado, cuando es una criatura exquisita.-sentenció con aire casi victorioso, con un argumento irrefutable.

 La expresión de Charles rápidamente se transformó. Erik contuvo el aliento cuando vio, no sólo en esos ojos azules, sino en todo el rostro de su amigo, una total decepción, mezclada con una no agradable confusión. Y se dio cuenta que la había embarrado. Había cometido un muy grave error. Recién entonces se percató de lo íntimo que era lo que Charles le estaba contando sobre su mutación, y, combinado con la profundidad de sus ojos mientras hablaba, de lo importante que debía ser para él, casi como una confesión guardada por mucho tiempo. Rápidamente, su cabeza hilvanó lo que debía ocurrirle al inglés: le estaba contando algo que no había podido hablar con nadie, porque si ya eran pocos con los que podía hablar de su condición mutante, no había nadie con quien pudiese hablar de los defectos de la misma sin herir sensibilidades. Recordó que él mismo, esa misma mañana, se había dado cuenta de lo  cansador que podía llegar a resultar ser un telépata. Y lo cierto es que había muchas cuestiones relacionados a ello que lo intrigaban. Pero había desperdiciado la gran oportunidad que había tenido. La confianza que Charles había depositado en él, la había arrojado al tacho en cuestión de segundos. Se sintió sumamente idiota y arrepentido.

 Por su parte, Charles no era consciente del dolor que expresaba su rostro. Porque lo cierto era que le dolía. Había penado que Erik sí entendería, sí le interesaría….y en vez de eso había acabado hablando de lo “exquisita” que era Raven. Definitivamente, a su corazón no le gustaba para nada que ese nombre saliera de la boca del alemán, y menos para adorarla. Su hermana era genial, sí,  pero le molestaba que Erik también lo supiese. Y se lo dijese, descaradamente, como si no significase nada para él. Como si a él no le doliera. Suspiró para sus adentros. Está bien, se había equivocado respecto a Erik. No era la persona que escucharía sus lamentos sobre lo fatigoso y doloroso que podía llegar a ser conocer la verdadera identidad de las personas y sus máscaras a la vez.

-De cualquier manera-dijo Charles bajando del pecho de Erik con cuidado hacia la cama. Éste trató de ayudarlo, pero él hizo como si no lo viese.- creo que deberíamos ir a desayunar. No hemos comido en toda la mañana, y ya es tarde.-comentó sonriendo, quitándole importancia al asunto.

 A Erik se le removió el estómago cuando vio esa sonrisa triste en el rostro de su amigo. Odiaba y admiraba a la vez su capacidad para sonreír aunque no tuviese ganas de hacerlo. Iba a hablarle, pero no sabía muy bien qué decir. Hasta que un tirón en el cabello lo devolvió a la realidad.

-Vamos, Erik.-dijo Charles mientras tironeaba suavemente de los cabellos de su amigo, con sus pies hundidos en la almohada.-Eres muy pesado para levantarte.-aprovechó la ocasión para tocar y oler ese cabello tan prolijo. Normalmente no podía apreciarlo demasiado, dado que su altura era menor que la de su amigo.-Hey, ¿por qué no me llevas en tu cabeza? Así podré ver cómo se ve todo desde más arriba.

 Erik no pudo evitar reírse ante el tono de ilusión de su amigo. Sabía que aún debía estar dolido, pero lo conocía lo suficiente como para saber que si cambiaba tan claramente de tema, era mejor seguirle la corriente. Ya se encargaría de encontrar un momento óptimo para preguntarle sobre su mutación.

-No podrías.-contestó mientras se sentaba en la cama.-Necesitas sostenerte con fuerza, y tú no estás en un gran estado físico.-completó con una sonrisa burlona, mientras con el dedo índice tocaba la barriga del pequeño Charles.

 El inglés, que no se esperaba el contacto, cayó sobre su trasero en la cama, emitiendo un pequeño quejido. Erik sonrió aún más ante lo tierno que se veía su amigo en ese estado. Recordó que se había dicho a sí mismo que, en cuanto despertase, lo apachurraría. Aunque ahora no se le hacía tan buena idea. No es que no le tentase agarrar a ese pequeño Charles y apretujarlo todo, pero no sabía cómo se lo tomaría.

-No todos podemos tener un cuerpo tan genial como el tuyo, mi amigo.-se excusó el inglés aún sentado.

-Podrías si quisieras.-respondió con soberbia. No creía que Charles tuviese un cuerpo feo, todo lo contrario. Pero su orgullo brillaba ante el comentario de su amigo.

-¿Ah sí? Ya lo verás.- dijo Charles parándose decididamente.

 Caminó con paso firme hasta la pierna de Erik, y comenzó a deslizarse agarrándose del pantalón hasta el suelo.

-Era una broma Charles, no te ofendas.-aclaró mientras veía divertido como su amigo se esforzaba en bajar solo de la cama. Le encantaba cuando los ojos de Charles brillaban internamente, con determinación. Sabía que se tenía mucha confianza, por lo que, cuando se proponía algo, haría todo por cumplirlo.

 El inglés no contestó, se limitó a concentrarse en su tarea. Una vez que sus pies tocaron el suelo, suspiró.

-Vamos.-dijo, y sin esperar respuesta, comenzó a caminar hacia la puerta.

 ¿Siempre había sido tan grande su habitación? Quizás debería mudarse a otra, a fin de cuentas, vivía en una mansión, podía ocupar otro cuarto sin problema. Pero no, le gustaba estar allí. Excepto porque ahora, la distancia de la cama hacia la puerta se le hacía inmensa. Aún así, caminaba con paso firme, sin detenerse ni quejarse. Quería demostrarle a Erik que él también podía entrenar si se lo proponía. Y no es que no lo hiciese a diario, pero priorizaba el entrenamiento de los demás. Le parecía más importante su función de profesor, de ayudar y guiar a los demás, que mejorar él solo. Encima, su poder sólo le exigía un gran entrenamiento mental, pero no demasiado físico.

 Cuando caminó más de la mitad del cuarto, se detuvo, jadeando. Apoyó los brazos en las piernas. Estaba dispuesto a retomar, cuando sintió que se elevaba del suelo. Por un momento se sorprendió. Erik rió ante su expresión confusa mientras lo colocaba en su hombro. Enseguida, Charles se aferró a su cuello, pegándose a él. Cuando Erik habló, sintió la vibración de sus cuerdas vocales.

-¿Ahí vas bien?

-Si.-respondió con seguridad, mientras recuperaba su postura normal.

-Bien. Vamos.-Erik abrió la puerta de la habitación, sonriendo, y ambos salieron.

 

Notas finales:

Qué tal? nwn ya sé que me quedan cortos, pero bueno xD Y también sé que puse que era de humor/comedia y hay partes medio aburridas, sobre todo diálogos, pero no puedo evitar mezclar con la mutación de Charles, el pasado de Erik, o sus debates éticos, son parte  de ellos >< espero que aún así les guste el cap nwn 

 Me encantaría que em dejen un review <3 siempre me ponen muy contenta y me animan a seguir escribiendo esta historia y a actualizarla más rápido n0n

Nos leemos~!


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