El sol empezaba a ocultarse habían pasado varias horas desde la administración de la cura al capitán de Varia, sus constantes vitales se habían normalizado y los daños que anteriormente habrían sido catastróficos sanaban gracias a la cura y a las llamas del sol de Lussuria quien no había podido evitar ayudar a su amigo, este ahora ya no presentaba ningún problema, solo se esperaba su despertar.
Xanxus y Timoteo habían acordado que al despertar el espadachín quien le explicaría toda la situación seria el Noveno, ya que después de todo el tenia mejor tacto para ese tipo de situaciones.
Llego la hora de la cena y contrario a otras ocasiones el ánimo en esta era sin duda diferente, la principal razón era porque obviamente no se encontraba el capitán de la sede y la otra era porque esa noche les acompañaba el Noveno Vongola y por tal motivo los guardianes debían mostrar respeto y modales en la mesa, algo que si tenían pero que al no usar muy seguido hacia que se les olvidaran unas que otras cosas.
Pero el ambiente pronto se vio interrumpido por el doctor a cargo de la enfermería que anuncio que el espadachín finalmente había despertado.
En ese instante todos se olvidaron de sus modales y salieron disparados a la enfermería estaban por entrar pero se vieron interceptados por el Noveno y su líder que venían detrás de ellos y que parecían los más calmados.
-Comprendo que deseen ver a Squalo pero antes me gustaría hablar con el sobre todo lo que ha pasado, si él decide que pasen yo se los comunicare pero tomen en cuenta que a pesar de todo necesita descansar – hablo Timoteo calmando las ansias de casi todos los guardianes.
Cuando estos comprendieron la importancia de lo dicho por el Noveno no protestaron y decidieron aguardar pacientemente por lo que el peli plateado pidiera.
Con los ánimos de casi todos calmados el Noveno dirigió una última vez su mirada a su hijo antes de entrar a la enfermería, y al verlo pudo notar la preocupación en sus ojos, deseaba que todo saliera bien entre su hijo y su segundo al mando.
Dentro de la enfermería se dirigió hacia la camilla donde se encontraba el peli plata tratando de enderezarse, de inmediato se acercó y le pidió que se recostara nuevamente.
-¿Por qué se encuentra aquí Noveno? – pregunto con algo de dificultad el espadachín que nuevamente se encontraba recostado, el solo hecho de hablar le costaba horrores pero debía disimular.
- Squalo está bien, no quiero que te sobre esfuerces – hablo con tranquilidad mientras acercaba una silla al lado del capitán ya que lo que iba a decirle era muy importante – estoy aquí para explicarte que te sucedió y que es lo que ha pasado en estos últimos días, quiero que por favor me escuches con mucha atención y trates de asimilar todo esto de la mejor manera, ¿Está bien? – finalizó esperando una confirmación del otro la cual fue un asentimiento con la cabeza, con tal señal el Noveno le explico todo al espadachín, detalle por detalle.
Mientras tanto el ambiente afuera era calmado para la mayoría excepto para el jefe que no pudiendo aguantar más la presión de saber que pasaba dentro de aquella habitación, decidió que lo mejor sería ir a su oficina, una vez en esta no puedo evitar la tentación de tomar una de las botellas de whisky que se encontraba en su estante y la abrió para servirse varios tragos.
De esta manera paso una hora cuando nuevamente las puertas de la enfermería fueron abiertas y de esta salía el Noveno Vongola, al ver a todos los guardianes menos su hijo esperando sonrió de manera calmada ya que eso sería lo mejor.
-Está bien pueden pasar, pero traten de no hacer enojar mucho al capitán para que se recupere más rápido - les dijo a los guardianes quienes en ese momento se sintieron como niños a los que les advertían no hacer travesuras, por lo que no prometieron nada.
Cuando todos entraron a la enfermería se dirigió a donde sabia estaría su hijo, al entrar en la oficina de este pudo oler de inmediato el inconfundible aroma a alcohol, le dolía que su hijo se dejara caer en tales vicios pero sabía que a esas alturas el ya no podría corregirle, tanto porque había perdido el respeto que Xanxus le profesaba por ser su padre y además por perder su confianza al haberle mentido prácticamente toda su vida respecto a eso.
-Xanxus – le llamo captando su atención, pudo notar como su mirada se había oscurecido – Squalo ha dejado entrar al resto esta consiente de que los preocupo así que les calmara un poco, al parecer ya se siente mejor – hablo tratando de sobre llevar el tema importante con delicadeza, pero fue abruptamente interrumpido por su hijo.
- ¿Qué es lo que ha dicho respecto a mi decisión? – fue todo lo que pregunto expectante a la respuesta que le daría su viejo.
Con un suspiro acepto la idea de que su hijo no se iría por las ramas, por lo que armándose de valor decidió empezar a conversar con él para tratar que la noticia sobre lo que pensaba al respecto de todo lo sucedido no fuese tan mala a ojos de su hijo.
- El en estos momentos no desea verte ni hablar contigo, creo que deberías considerar la opción de dejarle salir de Varia – ante tal barbaridad dicha por su viejo Xanxus de inmediato se puso en pie y lanzo a una de las paredes de su oficina el vaso que había contenido whisky con hielos, del que había estado bebiendo, y que ante la fuerza del lanzamiento el impacto fue mayor causando que se rompiera en varios pedazos.
- ¡¡¡Eso jamás!!! – exclamó encolerizado, no dejaría que su peli palta se alejara de su lado aun si este le odiaba, era lo que había decidido.
- ¡Tranquilízate Xanxus!, piensa en lo mejor para Squalo, él ahora se siente como si fuera inútil, para él si llegara a no poder desenvainar su espada sería una tortura muy grande, no quiero pensar en lo que empezara a sentir de ti si le privas de este acto, ¡Xanxus él te va a odiar! – dijo el Noveno como un último intento de hacer entrar en razón a su hijo, el en verdad no deseaba que la relación de su hijo con la única persona que le aceptaba tal como era se terminara de esa manera.
- Eso ya no importa viejo – hablo de manera más calmada el moreno – he decidido que aunque termine odiándome no dejare que la maldita basura se vaya de mi lado, antes prefiero acabar con su vida con mis propias manos – termino de decir dando por finalizada esa discusión, la manera en que había dicho lo último había provocado un poco de miedo en el Noveno quien estaba seguro que su hijo sería capaz de cumplir con su amenaza.
El oji rojo salió de su oficina para dirigirse a descansar a su habitación sin ir a la enfermería pues sabía que a partir de ese momento la relación con su tiburón no sería la misma nunca más.
Pero por otro lado se encontraba el verdadero sentir del mejor capitán estratega de la sede.
En la enfermería los guardianes habían conversado un poco con su capitán, todos estaban al tanto de la situación del espadachín pero prefirieron no sacar el tema a colación, por respeto al peli plata.
-Shishishi el Noveno nos ha pedido no molestarte mucho capitán así que mejor nos vamos de una vez – hablo el príncipe mientras se dirigía a la entrada para dejar descansar al espadachín.
- Descansa Squ-chan mañana a primera hora estaremos aquí para verte de nuevo – esta vez hablo el afeminado Lussuria con mas ánimos al saber que su compañero y amigo se encontraba bien después de todo.
- Hasta mañana – fue lo único que dijo Levi antes de retirarse como el resto.
Por el cansancio acumulado esos días como por la emoción de ver bien a su capitán ninguno de los anteriormente presentes se dio cuenta de la ausencia en su grupo de un miembro más y se dirigieron directo a sus habitaciones a descansar con más calma.
-¿Cómo se siente capitán? – pregunto a Squalo el pequeño Fran, este al notar la mirada de su kohai un poco seria entendió de inmediato a que quería llegar pero trato de hacerse el desentendido.
- Me siento bien, solo un poco adolorido -.
- No me refiero a eso capitán – dijo el peli verde de manera más seria.
- Lo saben ¿no es así? – Lo único que hizo el más pequeño fue afirmar con la cabeza – gracias a todos por no mencionarlo antes – dijo de manera pausada pensando en todo lo que le había dicho el Noveno.
- ¿Cómo se siente? – pregunto nuevamente el peliverde con la intención de que el peliplata se desahogara.
- Yo… me siento como un completo inútil ¡Maldición! – empezó a sacar todo lo que sentía – Se supone que soy uno de los mejores en este oficio pero por un pequeño descuido me sucedió esto, no sé qué hacer, ni siquiera soy capaz de ver a la cara a Xanxus en este momento, prometí que le seguiría, pero tal promesa la cumpliría con mi mayor habilidad el uso de mi espada pero si por alguna razón no puedo usarla entonces soy nada más que un estorbo en su camino como uno de los más poderosos líderes de la mafia, yo no sería capaz de soportar ser una verdadera molestia para el Boss – dijo mientras unas lágrimas de frustración se escapaban de sus joyas plateadas.
- Capitán ¿Cree en serio que el Boss pensara en usted como una molestia a partir de ahora? – el peli plateado no respondió solo asintió con la cabeza, algunas lágrimas seguían escapándose por sus ojos. - ¿Qué es lo que siente por el Boss capitán?- ante la pregunta del más pequeño dejo de mantener baja la mirada y de inmediato respondió sin notar que sus mejillas adquirían un ligero color rosado.
- Le admiro – fue todo lo que dijo sin llegar a convencer al peli verde.
- ¿Solo le admira capitán? – cuestionó al más alto – ¿No siente nada más por el Boss? -.
- Por supuesto que no – rebatió con las mejillas más rojas aun.
Al notar que no podría lograr más con el capitán decidió decirle solamente – Sabe capitán no creo que el Boss le considere ni un estorbo, ni una carga y mucho menos alguien inútil después de todo es usted quien ha estado más tiempo a su lado sin importar que ha sucedido ¿o acaso planea dejar Varia? – pregunto para confirmar sus sospechas.
-¡Pero que estás diciendo! Por supuesto que no dejare la organización mocoso, te imaginas la cantidad de hombres muertos si no hay alguien que mantenga un poco controlado al jefe y no quiero ni imaginarme como se encargarían cada uno de ustedes de la organización. ¡A no! Definitivamente no dejare la organización no puedo dejar que ustedes hagan lo que les plazca que son peores que niños, no dejare la organización en sus manos aunque Xanxus sea el jefe no me lo imagino cargando con todas las responsabilidades de Varia no le dejare solo con tan grande responsabilidad – dijo con una nueva motivación el peli plateado haciendo sonreír un poco al peli verde.
- En ese caso espero que se recupere pronto capitán y que hable con el Boss para que no esté mucho tiempo de mal humor – dijo mientras se retiraba del lugar.
- Jajaja cuenta con eso, me recuperare de inmediato y volveré a poner un poco de orden en el lugar, por cierto gracias Fran – dijo mientras observaba como el pequeño empezaba a cerrar la puerta de la enfermería le observo asentir con una sonrisa en el rostro, sin duda era uno de los mejores subordinados de la organización aunque la mayoría del tiempo no sabía que pensaba.
Cerró con cuidado la puerta para evitar molestar más a su capitán al parecer no sería tan complicado hacer ver sus verdaderos sentimientos a sus superiores, a veces creía que esas personas no eran del todo normales pero comprendía que al trabajar como asesinos no estaban acostumbrados a mostrar la mayoría de sus sentimientos.
-Shishishi ¿Qué haces rana estúpida? – escucho como su sempai se dirigía a él por lo que volteo a verle con su mirada indiferente – se supone que no debemos molestar al capitán, idiota – dijo con su retorcida sonrisa en su rostro. Había notado que la rana no iba con ellos así que había regresado por ella, fue entonces que le vio saliendo de la enfermería con una sonrisa en su rostro eso por alguna razón le molesto, pero se molestó aún más cuando le miro de manera indiferente.
- Solo me despedía del capitán sempai, ¿usted que hace aún aquí? – pregunto haciendo que el rubio borrara su sonrisa y volteara dirigiéndose a su dormitorio.
- Eso no te importa rana estúpida – fue lo único que dijo antes de perderse de la vista del más pequeño que solo soltó un suspiro, al parecer tanto su sempai como todos sus superiores eran complicados cuando se trataba de sentimientos pero los comprendia, eran después de todo los mejores asesinos del mundo.