Aquello le dolió, el ver aquella mirada y la forma amorosa en que lo dijo le abrió una profunda fisura en su corazón. Sintió náuseas y salió corriendo al baño. Al llegar chocó contra alguien, no le importó, y vacío el contenido de su estómago.
-¿Estas bien, Takao?- preguntó preocupado cuando el pelinegro terminaba de lavarse las manos.
Se quedó atónito -Yo...- lágrimas comenzaron a surcar sus mejillas -Sempai yo- trataba de decir.
-¿Qué pasa?- preguntó Miyaji abrazándolo.
-Shin-chan... Él..- comenzó y le contó todo lo de su noviazgo. Nadie sabía a petición de Midorima Shintarō.
-Seguro es un malentendido. Midorima lo aclarará- dijo sorprendido, pero ya lo sospechaba.
Pero las cosas no fueron aclaradas y conformé avanzaba la Winter Cup, Shitarō parecía distraído. Cada vez que intentaba abrazarlo o besarlo el peliverde lo alejaba. Su salud iba empeorando, agradeció que pudiera jugar contra Rakuzan aunque aquello lo lastimará profundamente. Al finalizar el partido Shitarō se marchó dejándolo sólo, donde su único acompañante era en esos momentos su Sempai.
-Vamos al médico a que te de algo- ordenó Miyaji y fueron al médico del estadio. Éste lo revisó y chequeo.
-Mañana a primera hora ve al hospital y pide estos análisis -Dijo tendiéndole un papel y un sobre. Miyaji lo tomó- Dile que yo te envíe y dale el sobre a la recepcionista. Ella te indicará que vas hacer- dijo con el ceño fruncido.
-¿Esta muy mal?- preguntó Miyaji.
-Todo depende del resultado. ya pueden irse- dijo serió.
Los dos salieron confundidos -Mañana en la estación a las 7 ¿Le vas a decir a Midorima?- dijo Miyaji a Takao mientras buscaban sus bolsos.
-Gracias sempai. No.... No quiero preocuparlo- dijo nervioso. Miyaji sólo negó y siguieron caminando.
Al siguiente día los dos iban entrando al hospital. A la recepcionista le dieron el sobre y ella miró de arriba a bajo a Takao y luego sonrió -¿No ha comido?- preguntó, Takao negó -2do piso. Tercera puerta a la derecha. Allí le dirán cuando esta listo el resultado. Regresa y te agrandaré la consulta- dijo le entregó la orden de los análisis.
-Gracias- dijeron y subieron al segundo piso. Llegó a la puerta, tocó y entregó la orden de los análisis. Esperaron durante 10 minutos y entró a que le sacaran las muestras de sangre.
Salieron y fueron con la recepcionista -Para mañana a las 4 será su cita con Yue-sensei- dijo entregándole un karnet -Él ya tendrá sus resultados- dijo sonriendo.
-Gracias- dijeron y se retiraron.
-¿Llegaré a tiempo mañana?- preguntó.
-Joder Takao. Primero esta tú salud y luego una final- dijo enojado. Esos días se veía muy mal el ojo de halcón.
-Pero es Seirin vs Rakuzan. Va a estar bueno- dijo con un puchero.
-Es las 6 no creó que tardemos- dijo sentándose en una banca cercana al hospital.
-¿Va a venir conmigo?- preguntó. Miyaji asintió.
-------Al siguiente día --------
-Ring ring- sonaba su celular cerca de las dos de la tarde.
-Shin-chan ¿Que sucede?- preguntó buscando su ropa -.....Lo siento, no puedo... Llegaré directo a la final..... Tengo algo que hacer... Si lo sé... Yo también te quiero. Adiós- dijo colgado y se metió bañar.
Se encontraron cerca de la estación y a las 3:30 llegaron al hospital. Buscaron el consultorio de Yue-sensei, al encontrarlo le dio su karnet a la enfermera y ella dijo es esperarán. 10 minutos después estaban entrando.
-Ya tengo sus resultados- dijo Yue a Miyaji una vez que se ubicaron en las sillas frente al escritorio.
-Yo soy Takao- dijo sonriendo.
-Oh... Lo siento- dijo mirándolo de arriba a bajo.
-¿Qué tiene Takao, Yue-sensei?- preguntó Miyaji.
-¿Usted es ..?- preguntó -Amigo y Sempai- respondió confundido.
-Iré directo al tema. Los resultados dieron positivo.... Estas gestando. Eres un hombre fértil, Takao-kun- dijo serió.
-¿Gestando? ¿Hombre fértil?- dijeron ambos.
-Takao-kun es un docel. Es decir, es un hombre que puede dar vida. Ven, recuesta te la cama- explicó.
Kazunari en shock hizo lo que le pidió sensei. Abrió la chaqueta y alzó su playera, el doctor aplicó gel y comenzó a pasarle el lector. Observaban con detenimiento el pantalla en color sepia hasta que pareció un pequeño punto blanco.
-Ese es tú bebé. Tienes ...- fue interrumpido por el ojo de halcón.
-Dos meses. Exactamente dos meses- dijo llorando. Estaba feliz y con miedo, esperaba un bebé de su Shin-chan.
-¿Cómo es posible que Takao éste embarazado? - preguntó asombrando.
-Supongo que nunca habían escuchado el término- éstos negaron -Existen desde hace mucho tiempo, son pocos los doceles. Pero son fáciles de reconocer: son delicados y con curvas, muy guapos de una forma linda y adorable; y Takao-kun lo tiene todo- dijo sonriendo, haciendo a Takao sonrojarse -Ven en un mes para tú siguiente consulta- dijo entregándole una ecografía y su karnet.
-¿Qué vas hacer, Takao?- preguntó una vez que salieron del consultorio.
-Decirle, pero.... Tengo miedo por lo de Akashi.... ¿Y si no nos quiere?- preguntó en un mar de lágrimas.
-Todo estará bien- dijo abrazándolo.
Buscó a su novio entre los cientos de espectadores y lo encontró en el último nivel -Shin-chan- dijo abrazándolo.
-Bakao- dijo alejándolo.
Eso le dolió, sonrió falsamente -¿Me extrañaste?- preguntó apoyándose del muró.
-Hmmm- dijo acomodando sus lentes, pero el sonrojó era visible.
-Shin -chan - dijo llamando la atención del peliverde - Cuando el partido termine, necesitamos hablar. Es muy importante- dijo mirándolo directamente a los ojos.
Shintarō lo miró unos minutos -Esta bien- respondió regresando la mirada donde estaban calentado los equipos.
El partido comenzó y cada vez era más emocionante, hasta que regreso él. Esos pases los reconoció de su encuentro en primer año de la escuela media.
-Seijūrō- escuchó que dijo el peliverde.
-Por favor, no. Shin-chan no- pensó al ver lo mirando con intensidad al pelirrojo. Tragó todas y cada unas de las cosas que quería decir.
Más que ver el partido, observaba el amor y cariño con que su novio veía al pelirrojo. Cada gestó que hacia jamás lo había visto. Al finalizar se dirigieron a felicitar a Seirin.
En uno de los pasillos después de haberlos felicitados, Kazunari detuvo al peliverde. -Shin-chan tengo algo que decirte...Verás estoy....- no pudo decirlo porque fue interrumpido.
-Shintarō- dijo una voz conocible pero más suave.
-Seijūrō- dijo volteando el peliverde y se encontró con ese par de ojos rojos.
-Es hora- dijo Akashi Seijūrō. Dío la vuelta y caminó, pero aún así volteaba a ver que el peliverde lo siguiera.
Kazunari observó el anhelo y la desesperación que tenía Shintarō Midorima por alcanzar al pelirrojo -Supongo que él me ganó- pensó. Aclaró su garganta..
-Takao yo...- trató de decir, pero el pelinegro no lo dejó.
Kazunari negó -¿Lo amas?- preguntó temeroso. "Por favor di que no. Di que me amas".
-Yo... Sí- respondió sintiéndose culpable.
Kazunari bajo la mirada y mordió sus labios. Tenía una inmensas ganas de llorar y rogar que no los abandonara. Jaló de la chaqueta al peliverde y capturó los labios del más alto. Shintarō le respondió el besó.
Liberó aquellos labios que tanto amaba -Siempre lo supe. Creí que algún día llegarías amarme como yo te amo, pero no fue así. Ve con él, Shin-chan- dijo con todo el dolor del mundo. "Elige me a mi. Ámame " "Queda te conmigo y seamos felices" fue lo que nunca podría salir de su boca. No podía atarlo a su lado sin amor, aún sí estaba esperando un hijo suyo.
-Takao, yo....- dijo anonadado por las palabras del pelinegro.
-Ve y se feliz, Shin-chan- dijo mientras le soltaba la mejilla que sostenía en ese momento.
-Gracias, Takao- dijo abrazándolo.
Respondió a aquel ultimo contacto, y aquella persona, el padre de su bebé, se fue corriendo. -Ve y se feliz, Shin-chan. Porqué.... nosotros lo seremos- dijo mientras lágrimas comenzaban a surcar su rostro. Con una mano frotaba su vientre y con la otra arrugaba aquel papel que yacía en su chaqueta y que indicaba su estado.
Aquella persona había escuchado todo, se acercó al pelinegro -Kazu-chan-.
Kazunari volteó y se lanzó a sus brazos -Reo-onii- dijo llorando en el pecho de su ahora hermano.
Pv Reo
Había visto pasar a su hermano, lo buscó hasta que escucho que éste se quedó con un 'estoy' en la boca. Aquel que había interrumpido a su hermano fue su Sei-chan.
Observó y escuchó todo lo que su hermano estaba haciendo -Vé y se feliz, Shin-chan. Porqué .... Nosotros lo seremos- dijo su hermano. -No me digas que éstas...- pensó. No aguantó verlo así y lo llamó.
Lo llevó a casa de su ahora madrastra (Por cuestiones de trabajo aún no vivían juntos), Takao Kaori. Ella era madre soltera con un hijo dos años menor que el, Takao Kazunari.
Hace unas semanas se había casado con su padre, Mibuchi Ren en secretó... (Por lo que ahora era Mibuchi Kaori) Bueno en secreto para las amistades y familiares. Sólo Kazunari, sus abuelos y el lo sabían. Kazunari aún no recibía el cambio de apellidó por lo que seguía siendo Takao Kazunari.
Llegaron a la casa Takao y tocó el timbré. La puerta se abrió -Papá- dijo al verlo.
-¿Qué sucede?- preguntó al ver a Kazunari llorando en brazos de su hijo.
-Él nos dirá- dijo entrando con Kazunari a la casa.
-Kaori, rápido- dijo Ren ayudando a Reo. Ren Mibuchi, 40 años, pelinegro de ojos verdes. Dueño de una importante firma de modas en Tokyo.
Kaori entró a la sala y vio a su hijo hecho un mar de lágrimas -¿Qué sucedió?- preguntó pero Reo negó -¿Hijo que pasa?-.
-Mamá- dijo abrazándola. -Él se fue... Él se fue con él. Nunca me amo- dijo llorando. Ella sabía de la relación con Midorima Shintarō.
-¿Qué?- dijeron los adultos.
-Él... Nunca me amo. Yo no podía obligarlo... Yo no puedo atarlo- dijo y le entregó la hoja arrugada a su madre.
Los tres Mibuchi leyeron lo que el papel decía. Reo ya lo suponía. Ren se quedó boquiabierto y se sentó en el sillón de la sala. Kaori ella.... Sólo abrazó a su hijo -¿Como es posible?- preguntó llorando.
-El doctor dijo que soy un hombre fértil. No me había estado sintiendo bien y Miyaji-sempai me llevó al médico. Hoy me dieron el resultado. Yo no lo sabía, lo siento- dijo limpiándose las lágrimas.
-No te disculpes cariño. No es tú culpa. No lo sabíamos- dijo besándole la frente.
-¿Qué piensas hacer?- preguntó Ren.
-Ir me... No quiero que él se enteré. Él ya eligió- dijo llorando.
-Está bien, Kazunari. Ren... comenta les lo que me estabas diciendo- dijo ella levantándose del pido y sentándose junto a su hijo.
-Entiendo.... Kazunari- éste lo miró- legalmente ya eres Mibuchi Kazunari. Estábamos esperando los papales para anunciar les que .... Nos vamos a América- dijo esperando los gritos de los pelinegros.
-¿Qué?- gritaron ambos.
-Sí. Reo tú entras a la universidad en unas semanas, y ya tienes cupo en una universidad reconocida -Reo sonrió le gustaba la idea- Kazunari... Contigo lo podemos arreglar con un tutor en casa. Por tú salud y el bebé ahora no es conveniente que salgas. No tienes que preocuparte te apoyaremos en todo- dijo sonriendo.
-Ren-san- dijo llorando y se lanzó a los brazos del pelinegro mayor -Gracias-. Kaori y Reo miraron la escena y luego se lanzaron a formar un brazo grupal.