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El plebeyo del que me enamore. por Kou_bibe

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Notas del capitulo:

Hola! Me extrañaron? No? Alguien? XD, a leer!!

 VII

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

— Ese Naruto es un idiota, es consciente del evento de hoy y, ¡ah! —.

 

Estaba en la cocina principal, furioso y desesperado, necesitaba apoyo fraternal y su hermano se lo había negado, fue cambiado por otro, un niño, ¡un niño!; ahora que lo mencionaba, ¿qué hacía ese chico en la habitación de su hermanito con el uniforme del Instituto? Según la información de Rock Lee y lo que recordaba ese Sasuke era un plebeyo becado en la escuela de su padre, ¿de dónde había sacado el uniforme? ¿tan amigo era de su revoltoso hermano? Probablemente Itachi lo había comprado, aah ~

 

— Itachi... —.

— Deidara-san, ¿se encuentra bien? —.

— ¡Ah! I-Ino, sí, estoy bien, no sabía que ya habías llegado —.

— Recién llegué —. La chica vestía un traje negro de pantalón con saco y blusa blanca, además de llevar sobre la manga izquierda una cinta roja con el bordado de un remolino con punta, el símbolo de la hoja, el distintivo de la familia Namikaze. Se acerco hasta el mayor y se sentó a su lado. — Ya sabe que seré su asistente de ahora en adelante, ¿cierto? —.

— Sí, me informaron ayer, hm —.

— Estaré a sus ordenes de ahora en adelante, Deidara-san —.

— Bien... —.

— Ahora, lo primero en su itinerario es visitar a Sabaku-sama, Akasuna-sama, Nara-sama e Inozuka-sama, ir por el traje que usara esta noche, después hay que visitar a Danzou-sama y después hay que dirigirnos al salón para arreglar su atuendo y... —.

— Espera, eso es demasiado, no tomaré el cargo hasta dentro de tres días, por ahora me dedicare a descansar, hm —.

— Me disculpo pero no será posible, Minato-sama me indico que desde hoy debía comenzar sus actividades —.

— Querrás decir el asistente de mi padre —.

— Deidara-san, no haga mi trabajo más difícil —.

— Da lo mismo —.

— Bueno, debemos comenzar —.

 

 

Así comenzó el ir y venir del primogénito, no esperaba que sus actividades dieran inicio tan pronto, era ridículo, además esa chica no le dejaba respirar, todo debía cumplir estrictamente un horario, incluso el baño, ¡por Dios!, ¿quién es tan demente para controlar las idas al sanitario? Obviamente ella.

 

Afortunadamente sus actividades solo eran visitar a los dueños, presidentes y líderes de diversas compañías y empresas para saludarles personalmente, un alivio en verdad. El día parecía no tener fin y comenzaba a sentirse con hambre, pero al parecer comer no estaba dentro del itinerario.

 

— Buenas tardes, tenemos una cita con Danzou-sama —.

 

Recién iban llegando a la recepción de una firma de abogados muy influyente, el lugar se sentía bastante tenso, en definitiva no le agradaba ese sitio tan serio, ¿por qué debía saludar a ese sujeto tan desagradable? Malditas apariencias.

 

— Namikaze-sama, el señor Danzou se encuentra en una reunión con un cliente importante, pueden esperarle en su oficina si lo desean —.

— Es ridículo, tenemos una cita agendada a las 16:30, ¿cuán irresponsable es el señor Danzou? —.

— No hay problema, esperaremos, hm —. Actitud amable ante todo.

— Imposible, no tenemos tiempo Deidara-san, hay un horario por cumplir —. Ino, su asistente y dictadora se dirigió a la chica de la recepción. — Espero que Danzou sepa en qué lio se ha metido, dejar a un Namikaze esperando es despreciable —.

— Ino, cálmate, no es para tanto, ¿y a dónde fue el honorífico "sama"? —.

— Escuche, Deidara-san, si Danzou no cumple con los acuerdos entonces estoy autorizada a terminar la inversión que su padre ha hecho con esta firma de abogados —.

— Pero... —.

 

 

 

 

Tension...

 

 

 

 

— No soy mi padre, pero podría recibirles en su lugar —.

— Sai-sama, si es usted estará bien — ¡¿Qué?! —.

— Oye, Ino, se supone que debo reunirme con los líderes, no con un niño de Instituto, hm —.

— Mis disculpas Deidara-san, pero hay un horario por cumplir, y Sai-sama es el futuro dueño de la firma, así que por ahora nos sirve —.

— Ese comentario es muy descortés, fea —.

 

 

 

 

 

 

— ¡¡¿QUÉ?!! —.

 

 

 

 

 

— Bueno, al menos no llamaron a seguridad —.

— No es gracioso, nos retrasamos demasiado, llegaremos tarde al salón para arreglar su atuendo —.

— No puedo creer que intentaras arrancarle el cabello solo porque te llamo fea, hm —.

— ¡Ejem! Sin duda revisare el contrato con la firma de Danzou, es hora de ir a la cena donde se anunciara su cargo y será todo por hoy —.

— ¿Arreglaste que me sentare junto a Yahiko, Nagato, Konan y Hidan? —.

— No, de su grupo de amigos solo estará Yahiko-san, por ser el Hotel de su familia —.

— Mmh, espero que terminé pronto —.

 

Un día lleno de actividades y gente aburrida para saludar, sin duda esa no era la vida que quería, él tenía alma de artista, escultor, no por nada se arriesgaba cada semana a espaldas de su padre para asistir a clases de arte. Ahora sí que no tenia escapatoria, su futuro estaba arruinado; sí, tenía dinero, fama y fortuna por parte de su familia y también gracias a su trabajo, sí, era inteligente, guapo y atlético, sí, nunca le falto nada desde que nació, sí, cualquiera le envidiaría, pero eso no era vida, no para él, solo deseaba una vida tranquila, un sencillo trabajo de oficina que le permitiera en sus ratos libres hacer lo que le gusta, llegar a casa, una modesta y tradicional casa, ser recibido por sus adorables hijos y por su hermoso doncel de piel pálida y larga cabellera negra, aah, Itachi...

 

— Deidara-san, hemos llegado al Hotel Konoha —. La voz de Ino le saco de sus pensamientos, ¿en qué momento habían llegado?, ¿ya incluso le habían vestido y arreglado en el dichoso salón, cómo?, ¿tan sumergido iba en sus pensamientos? Itachi, que loco estaba por ese chico, lo amaba tanto, ya una vida juntos había imaginado, pero ni siquiera estaba seguro de haber tenido una verdadera conversación con él, estaba perdido, ¿tan cobarde era? Podía al menos intentar que fuesen amigos pero no, siempre se quedaba mirándole desde lejos en el bar, le dejaba buenas propinas, pero no era suficiente, eso no significaba nada, ¿cómo acercarse? No podía ser imposible, una forma debía haber y en el momento que supiera qué hacer...

 

— ¿Namikaze-san? —.

— ¿Sí? —.

 

Se encontraba reunido ya con sus acompañantes de mesa, el padre de Yahiko, dueño del Hotel, Tsunade, la líder y encargada del mejor hospital en Japón y Ten Ten, una gimnasta de fama mundial; le paso de nuevo, ¿en qué momento bajo de la limosina, cruzo por las cámaras y reporteros, subió el elevador y se reunió con esa gente representativa de bienes raíces, medicina y deportes? Debía concentrarse, sí lo arruinaba estaba perdido.

 

— Disculpen, Deidara-san se siente algo abrumado por el evento, lo mejor es pasar y continuar, ¿les parece? —. Ino.

— No hay problema, es entendible, todo saldrá bien Namikaze-sama —. Ten ten.

— Es demasiado rápido, ¿en qué esta pensando Minato al poner a un chiquillo a cargo? —. Tsunade.

— No hagamos esperar mas a los invitados y que pase lo que deba pasar, igual eres un Namikaze y todo se te perdona —. El padre de Yahiko. — ¿Continuamos? —.

 

Probablemente ahora se pueden dar una idea de cuan grande es la responsabilidad de el primogénito de los Namikaze, una responsabilidad ENORME, así como la cantidad de lideres que le apoyaban y los que no. Cambiando de tema, de nuevo se perdió en sus pensamientos, ¡Espabílate Deidara! No puedes cometer errores ahora, será mejor concentrarse y olvidarse de Itachi, por una noche, solo una noche...

 

— Estaré cerca Deidara-san, todo ira bien —.

— Si sobrevivo a esto, podre hacer cualquier cosa, hm, entremos —.

 

Con un pequeño gesto le indico a los guardias de la entrada al salón que estaban listos para entrar, los uniformados obedecieron abriendo las puertas de par en par dejando ver a una multitud de gente bien vestida y cámaras por todo el lugar, una música ligera de ambientación y algunos camareros uniformados, un ambiente elegante de primer mundo, la clase alta. El rubio entro detrás del padre de Yahiko y una multitud de actores, inversionistas, políticos y reporteros con cámaras les detuvieron, se convirtieron en el centro de atención en menos de un segundo, principalmente el rubio, después de todo era una rara oportunidad de hablar con un Namikaze.

 

— Deidara-sama, ¿qué puede decirnos sobre el motivo de esta cena? —.

— Deidara-sama luce tan bien como siempre —.

— Deidara-sama es un placer contar con su presencia —.

 

Trivialidades por todos lados, buena cara y ser amable con todos era la prioridad; saludo de mano y le sonrió a otras más, pasando la mirada de rostro en rostro tratando de identificar a las personalidades presentes; solo gente importante, en serio, ¿en qué estaba pensando su padre al organizar un evento así?

 

— Buenas noches —. Saludo a uno de los senadores del gobierno. — Me alegra poder contar con su presencia, deseo que la este pasando muy... bien... —. En un segundo desvió un poco la mirada y sus ojos se encontraron con una intensa mirada, abrió sus ojos azules cuanto sus párpados se lo permitían y mantuvo los labios ligeramente abiertos, sintió un ligero escalofrío recorrer su cuerpo y se quedo inmóvil, ¿qué estaba pasando?, ¿por qué estaba él ahí? Nadie le dijo que asistiría, ¡debía ser una maldita broma!, ¿cómo iba a no pensar en él si lo tenía de frente? Ése malnacido de Yahiko se iba a enterar.

— ¿Deidara-sama? —. La voz de Ten Ten le hizo reaccionar. — ¿Se encuentra bien? —.

— Sí... No hay problema —. Le sonrió para alejar sospechas, pero estaba muy nervioso, ¿y si cometía algún error frente al amor de su vida? ¿o si creía que no era para nada genial o importante? No podría vivir con ello, además todavía debía responder a las altas expectativas de todos los invitados y más aún del padre de Yahiko, un buen amigo de su padre, no podía ser peor.

—  Buenas noches y bienvenidos sean al Salón Feudal, seré su anfitrión esta noche, un placer conocerles, Uchiha a sus ordenes —.

 

Estaba acabado, la voz de Itachi era perfecta, sus movimientos elegantes y su postura adecuada, maravilloso. Con un ademán les guió hasta su mesa, al frente y al centro, lo curioso y que  no paso desapercibido por nadie, y menos por el mismo rubio de hermosa cabellera es que el moreno deslizó su asiento para ayudar a que se sentara con facilidad, ¿qué rayos? ¿por qué solo a él? Estaba acostumbrado a recibir un trato especial pero por alguna razón ahora era diferente, lo más seguro es que así le hayan indicado actuar, pero no podía evitar sentirse feliz por ello. Después de preguntar por las bebidas que deseaban y otras cosas, el Uchiha se retiro.

 

— He he, parece que le agradas a ese mesero, Deidara, ¿le conoces? —.

— Tamura-san, no, me parece es la primera vez que nos vemos, hm —.

— Parecía todo lo contrario, es extraño que deslizara tu silla y no la mía, después de todo es uno de los meseros en mi bar "Akatsuki", imagine se llevaban bien, después de todo eres un cliente frecuente del lugar —.

— No, cuando voy me la paso con Yahiko y nuestros compañeros, no hablo con nadie mas, hm, debo cuidar mi apellido —.

— Tienes razón, no debes hacer nada que dañe el nombre Namikaze, seria muy malo para Minato —.

— Gracias por su consejo, Tamura-san —.

 

 

OK, pueden notar la tensión, Tamura, el padre de Yahiko era conocido por ser un hombre cruel, frío y directo, tanto en los negocios como con su familia y amigos, esa era su naturaleza, Deidara no lo soportaba, no podía siquiera respirar tranquilo cerca de él, al menos con Naruto podía distraerse un poco, pero no, su hermano idiota le había abandonado para estar estudiando con el hermano menor de su amado, esperen, tal vez podía obtener algo bueno de ello, usar la amistad de los menores para acercarse a Itachi, la excusa perfecta...

 

— Deidara-san, por ahora me mantendré al margen, si necesita algo estaré a sus órdenes, disfrute la cena —.

— Solo una cosa —. Le hablo lo más bajo que pudo. — No pierdas de vista al mesero, investiga todo lo que puedas de él, mantenlo vigilado —.

— ¿Necesita algo más? —.

— No, puedes retirarte Ino, hm —.

— Con permiso —.

 

La chica de cabello rubio se limitó a acercarse a una de las paredes, lejos de las mesas pero con completa visión  a la mesa del Namikaze, recargo su espalda contra el muro y saco una Tablet, su principal herramienta de trabajo, al acceder a la base de información y búsqueda de los Namikaze busco el apellido "Uchiha", nada, ¿qué rayos? Era imposible que no hubiera NADA de información, ¿qué estaba pasando? Intento de nueva cuenta y lo mismo, algo raro estaba pasando, era una broma, un último intento y lo mismo; levantó la mirada y vio al mesero acercarse, les entrego las bebidas a todos y noto como rozó ligeramente los dedos del futuro líder de la compañía, algo sumamente raro, necesitaba ayuda y se valdría de su buena amiga de trabajo, Haruno Sakura, saco su móvil y marco el contacto, no tuvo que esperar mucho para que le contestara.

 

— Ino, ¿qué pasa, todo bien en la cena? —. Se escucho la voz de la chica al otro lado de la línea.

— Sí, necesito me ayudes, estoy haciendo un encargo de Deidara-san, investigo a alguien pero no encuentro nada, ¿puedes hacerlo? —.

— ¿Investigar? ¿Qué pasa? Es inusual que Deidara-kun se interese tanto por alguien —.

— Sí, es muy extraño, bueno, ya se había tardado en fijarse en alguien, y tal parece es el caso —.

— ¡¿De verdad?! —.

— Deidara-san pone una expresión de colegiala enamorada cuando este chico se acerca —.

— Minato-sama tendrá un infarto cuando sepa esto, como sea, dime el nombre que yo me encargo —.

— Solo tengo su apellido, Uchiha —.

— ¿Por qué no le investigaste antes de la cena? —.

— Su nombre no estaba en el registro del personal de este evento —.

— Bien, cuando tenga algo te lo enviaré por correo, disfruta la cena —.

 

Y se escucho el timbre sonar, guardo el móvil y se mantuvo en su sitio vigilando al mesero de negro cabello, ciertamente era atractivo, entendía por que Deidara estaba enamorado, se notaba a kilómetros, seguro el tal Uchiha ya lo había notado y por eso actuaba así, un sin vergüenza que se aprovecharía para obtener dinero o algo. Noto como Yahiko se acercaba a la mesa y tomaba asiento junto al rubio, estos parecían discutir por algo sin importancia y cuando el mesero se acerco la mirada del pelinaranja fue extraña, algo sabía sin duda, y lo iba a averiguar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(Ramen x tomates)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

— Sai, no podemos... —.

— Claro que sí, no hay nadie —.

—No, todo el personal de mi casa esta aquí —.

— No entraran a menos que les llames —.

— Mis hermanos llegarán pronto —.

— Entonces  será mejor que nos apresuremos —. Le tumbo sobre el gran sillón de terciopelo y comenzó a besarlo, el otro parecía poner un poco de resistencia sin objetivo.

— No, por favor, no... podemos... —.

— No suenas muy convincente —. Siguió besándolo y bajo su diestra hasta el cierre del pantalón para abrirlo, ya lo había bajado cuando su plan se vio frustrando por una patada en su estómago que lo mando directo al piso.

— Dije: no —.

— Había mil formas de detenerme y elegiste patearme, ¡idiota! —. El moreno se levanto furioso del piso.

— Sé que te acostaste con Kiba, estúpido infiel —.

— No te pongas  celoso, ni siquiera me amas —.

— No estoy celoso, estoy molesto, se supone que mi prometido debe ser fiel a mí y no andarse acostando con cualquiera, ¿qué vas a hacer si nuestros padres se enteran? —.

— ¿Y cómo obtuviste esa información? —.

— Neji... ¿tienes idea de cuán dolido estaba? Se la pasó llorando toda la noche cuando se entero, estaba destrozado, y todo es culpa tuya —. Se levantó del sillón y acerco a la ventana de la sala mientras acomodaba su pantalón.

— Ese sirviente no me importa, es su culpa por enamorarse de una perra como Kiba, todos saben como es —.

— Tú no eres mejor que ese idiota, acostándote con cualquiera, eres igual a él —.

— Y tú no te quedas atrás, teniendo sexo conmigo cuando ni siquiera sientes algo por mi, es lo mismo, si tanto te duele verlo sufrir bien te lo mereces, deberías estar preocupado por mí y no por ese plebeyo inútil —.

— No te atrevas a hablar así de Neji, no te lo perdonaré —.

— ¿Y qué harás? Si intentas algo contra mí tú también saldrás perjudicado —.

— No estoy de humor, mejor vete —.

— No quiero, yo estoy aquí para ver a mi tierno prometido, si me voy apenas llego será muy raro, ¿no crees? —.

— Entonces quédate cuánto quieras, yo me voy —.

— ¿Vas a ver a ese sirviente? Infiel —.

— Voy a ver a Naruto, no a Neji —. Bajo un poco la mirada y su semblante se entristeció.

— Aah, es viernes, ese tal Neji seguro esta haciéndolo con Kiba y tú aquí sufriendo un amor no correspondido, que triste —.

— Eres un imbécil —.

— OK, vete, tal vez después vaya a  visitar a Kiba para que me cuente como es Neji en la cama, será divertido, incluso podría pedirle algunas fotografías del desnudo, no creo que se niegue, está tan perdido por Kiba, es tan estúpido que... —. No terminó su oración cuando un fuerte golpe fue a parar en su nariz.

— Es suficiente —. Sacudió un poco su muñeca, no acostumbraba a ser él quien usaba la fuerza, pero ese idiota de Sai se lo había ganado.

— ¿Cómo te atreves a golpearme en la cara? No soy uno de tus juguetes para que me trates así —. Se sobo la mejilla, sin duda iba a hincharse.

— Da lo mismo, si quieres quedarte hazlo, yo me voy —. Se encaminó a la puerta y antes de salir le miró. — Siéntete como en casa, cariño —. Y salió con sarcasmo total en esa frase dejándolo solo, corrió un poco pues era muy probable que saliera tras de el, cuando sintió estaba lejos se encamino al recibidor principal, obviamente tenía planes para salir, entro a la enorme sala y se encontró a su buen compañero tomando jugo. — ¿Cuánto llevas aquí? —.

— No sé, una hora quizá —. Ni si quiera se digno a mirar al menor de la casa, se mantuvo inerte mirando la enorme pantalla y bebiendo su jugo.

— Debiste llamarme para irnos —. Se paro junto a el.

— No quise interrumpir tú tiempo de calidad con tu amado prometido —.

— Mejor cállate, no estoy de humor —.

— Como si me importara —. Dejo el vaso en la mesa y apago la tevé, respiro profundo, como si necesitara fuerzas para comenzar a hablar. — Te dije que no iba a entrometerme, pero comienza a cansarme todo esto, no puedes seguir así, solo mira las enormes ojeras que tienes, ¿cuánto tiempo llevas sin dormir? —.

— Dormir no es importante —.

— Por favor, te la pasas al pendiente de Neji, le consuelas y cuidas, haces todo por él, ¿y tú, en dónde quedas tú? Debes decirle a tu padre que estás en contra del compromiso —.

— ¿Y como? Ya acepté, ya fue anunciado en los medios, es más que oficial que en cuanto Sai sea mayor de edad nos casaremos —.

— Aún hay tiempo, podemos hacer algo —.

— No es necesario, amo a Sai... —.

— ¡Gaara! Déjate de tonterías, no puedo aceptar que te destruyas de esta forma, no lo amas, ni te cae bien, teniendo sexo con el no conseguirás que te agrade —.

— No sigas, Sasori, yo me casaré con Sai, y no hay nada más —.

— Claro que sí, tú amas a Neji, te desvives por él, lucha por su amor, por que se fije en ti, tienes muchos puntos fuertes, puedes hacerlo, si le pedimos ayuda a Kankuro-san y Temari seguro nos ayudan, hacen todo por ti —.

— No quiero involucrarlos en esto, es mi problema —.

— ¡Gaara! —.

— Vámonos, Naruto nos espera —.

— Como si fuera cierto, seguro esta disfrutando con Sasuke —.

 

Fue ignorado por completo, necesitaba paciencia, o fuerza, lo que llegara primero para ayudar a su buen amigo; respiro profundo de nueva cuenta y corrió hasta la entrada principal pues el de ojos verdes le había dejado atrás, cuando llego hasta la puerta dispuesto a salir se encontró esa horrible figura, Sai le miraba desde las escaleras y no evito detenerse.

 

— Te encargo cuides de mi amado prometido —.

— Tsk, no te preocupes, cuidaré a Gaara —.

— Eso espero, ¡oh! si algo le llegase a pasar no podría, no podría seguir viviendo sin él —.

¡Ese imbécil! No podía ser peor, el solo pensar que su amigo, casi hermano estaba atado a ese ser despreciable, no se iba a quedar sin hacer nada, no señor, pero ahora tenía prisa, ya idearía algo después.

 

— Debo irme, nos vemos en el Instituto senpai —. Hizo una ligera reverencia y el moreno sonrió satisfecho. — Oh, parece que le arreglaron la cara, ahora sí se ve bien —. Y dicho esto salió satisfecho, al menos Gaara ya le había acomodado un buen golpe que seguro se merecía; hablando del pelirrojo ojeroso, este ya le esperaba dentro del auto con cara de fastidio; su buen amigo, sin duda no se quedaría de brazos cruzados.

 

— Tardaste, ¿qué tanto hacías? —.

— Nada, ¿nos vamos? —.

 

Sí, algo iba a hacer para ayudar a que su amigo fuese feliz, si Gaara era feliz, él también lo sería.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(Ramen x tomates)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

— ¿Qué siento por ti, por qué debería decírtelo? —.

— Sería lo justo —.

— Solo quiero estudiar —.

— Sasuke, ¿podrías al menos dejarme libre? —.

 

Aquí una explicación de lo que paso:

 

Después de que el rubio de curiosas marcas en las mejillas intentara desabrochar el pantalón del azabache, este pareció reaccionar y con suma habilidad le tiro al piso y ato las muñecas con la sábana de la enorme cama. Ahora Naruto estaba amarrado en el piso y Sasuke leía un libro de leyes que extrañamente se encontraba en un cajón del escritorio; llevaban así toda la tarde.

 

— ¿Qué hace un libro de leyes en tu habitación? —.

— Nii-chan lo dejo aquí, a veces viene a estudiar, dice que se concentra mejor a mi lado —.

— Tienes un buen hermano, deberías parecerte a él —.

— ¡Hmph! Y tú a tu hermano, tan educado y atento, Deidara nii-chan tiene suerte —.

— ¿De qué hablas, dobe? —.

— ... Aah... Nada, mejor desátame —.

— No —.

— ¡Teme! —. Iba a comenzar a patalear cuando se escucho una voz que le fastidiaba.

— Naruto, llegamos, ¿ya terminaron o regresamos en una hora? —.

— ¡Deja de decir tonterías y ayúdame! —.

— ¿Están visibles? —.

— ¡Ayúdame de una buena vez! —.

— ¿Cómo pretendes que te ayudemos si la puerta esta cerrada? —. Se escucho una segunda voz.

— Solo tiren la puerta, MUEVANSE —.

 

Se escucharon unas patadas contra la puerta y de repente un fuerte golpe que la derribo, dejando ver a un par de pelirrojos vestidos de forma informal, pero no dejaban de lucir elegantes, ya saben, ropa de diseñador hecha a la medida.

 

— Hola Sasuke, ¿la estás pasando bien? —. Sasori se sentó junto el en la cama mientras Gaara desataba al rubio y le ayudaba a levantarse.

— Lo soporto, ¿vinieron a sacarme? quiero irme a casa y hacer mis deberes, tengo cosas que hacer antes que mi hermano llegue —.

— Itachi no llegara hasta después de la media noche —. Gaara.

— Ni si quisiera me molestare en preguntar por qué sabes su nombre y horario —. Se levantó de la cama y de la nada corrió para salir de ahí.

— ¡NO! —. El rubio quiso salir corriendo tras el azabache pero no fue necesario, el de enormes ojeras salió corriendo en busca de su compañero de clase, si no tenia cuidado podía perderse en esa enorme mansión.

— Dime, Naruto, ¿tan intenso fue que te amarro para que te detuvieras? —.

— Déjate de bromas Sasori, tardaron en llegar, llevo horas amarrado, ¿qué hora es? —.

— 22:18, la fiesta debe estar con buen ambiente ahora —.

— ¿En serio, qué hacían? Tengo hambre —.

— De verdad que no entiendo como puedes llevarte tan bien con Sai, es un malnacido —.

— El simplemente hace todo lo que le pido, además no tiene opción, no es como si fuéramos amigos o tengamos los mismos intereses —.

— Da igual, no lo tolero —.

— La verdad no sé quién es más idiota, si Gaara o tú, ambos con un amor imposible, que difícil situación —.

— No todos podemos hacer simplemente lo que queremos, Gaara debe casarse con Sai aunque esta enamorado de tu mayordomo Neji, y yo debo casarme con un tal konohamaru, un mocoso que aún esta en el colegio a pesar de estar enamorado de mi mejor amigo, amor que debo mantener oculto porque jamás será posible y me arriesgo a perder su amistad y no quiero eso; te odio Naruto —.

— ¿A qué viene eso? Tampoco es tan fácil ser yo, no puedo ni parpadear cuando ya lo publicaron en la red o los periódicos y tevé, solo mira a mi hermano, él odia las leyes y esta a punto de hacerse cargo de la rama hotelera del país —.

— Estamos jodidos —.

— Bajemos a comer, apuesto a que no has cenado nada, que Gaara se encargue de Sasuke —.

— ¿No te satisfizo? —. Ambos salieron de la habitación al tiempo que se encaminaban a uno de los comedores de la enorme residencia.

— Es más difícil de lo que parece, creí que conseguiría algo pero nada —.

— Tal vez pueda ayudarte con eso —.

— ¿A qué te refieres? —. Se acomodaron en una silla cada quién y uno de los sirvientes se acerco para tomar su orden, como si de un restaurante se tratase. — Solo tráeme algo de pavo en salsa de mango y fetuccini con champiñones, una ensalada de arándanos con jugo de piña; llama a alguien para que reparen la puerta de mi habitación y preparen la sala de videojuegos, dormiré allí junto con mis invitados, y dile a Hinata que nos prepare algunas frutas, pan tostado, jugos y quesos, cotage y panela, planeo dormirnos tarde —.

— ¿Y para usted Akasuna-sama? —.

— Solo tráeme una ensalada de frutos verdes y algunos camarones con jugo de ciruela fresca —.

— Enseguida vuelvo —.

— Oh, asegúrense de encontrar a los otros dos y darles de cenar, atiéndelos bien y cuando terminen les llevas a la sala de juegos, es todo —.

— Como ordene Joven amo, con permiso —.

— ¿Hinata, Neji aún no regresa? —.

— ¿En serio quieres que este aquí y te robe toda la atención de Gaara? —.

— Buen punto —.

Decidieron dejar el tema de sus fracasos en el amor y hablaron sobre nuevos asuntos, ya habría tiempo para lamentarse, sus respectivas cenas llegaron y se dispusieron a comer.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(Ramen x tomates)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Faltaba poco para la media noche, unos minutos más y el evento finalizaría. Para entonces ya había memorizado todo sobre Itachi, obtuvo bastante información de él gracias a su pelirosa amiga, además en toda la noche no le había quitado su escudriñante mirada de encima, hasta ella se hubiera sentido incomoda, pero al moreno parecía no importarle, prefirió mantenerse al margen, según la  información el Uchiha podía ser muy intimidante y hasta agresivo. Por otro lado Deidara se sentía maravillado, toda la cena había sido atendido exclusivamente por el chico que le gustaba y cada que sus miradas se encontraban este le sonreía, una muy hermosa sonrisa.

 

— Aah... —.

— ¿Qué pasa Deidara? —.

— ¿Cómo puede ser alguien tan perfecto? —.

— A menudo me lo dicen, pero no creí que tú también lo creyerais —.

— No hablo de ti Yahiko, hablo de Itachi, hm —.

— Sí, es muy atractivo e inteligente, tienes razón —.

— Y su sonrisa, sé que es por su trabajo, incluso me sonríe cuando estoy en el bar, pero hoy es diferente, sus mejillas se sonrojan, ahh ~ —.

— ¡Oh! Tienes razón, debe ser por la fiebre que tiene —.

— Sí, debe ser por... ¿qué? —.

— Ya que eres muy observador creí que lo habías notado, no se siente muy bien, le dije que se fuera a casa pero no quiso, es muy dedicado y responsable —.

— Si no se encontraba bien debiste llevártelo, ¿cuan irresponsable eres, y si algo le llega a pasar, y si se pone peor? —.

— Cálmate, no seas paranoico —.

— Eso me recuerda, ¿por qué no me dijiste que él sería mi mesero? En cuanto supe que ustedes serían los encargados de este evento te pregunte y dijiste que Itachi no asistiría, hm —.

— Imaginé que si sabías buscarías la forma de evitar asistir y por ello elimine su nombre de la lista de empleados para hoy, y te diré algo para que te sientas en las nubes, cuando le di a Itachi la lista de sus invitados me pregunto si tú asistirías y tenia una expresión de decepción cuando le dije que no,  también dijo que tu mirada lo ponía nervioso —.

— Kya ~ —.

— Oye, compórtate, no porque mi padre y el resto de la mesa no estén ahora puedes actuar como siempre, hay cámaras y micrófonos por todas partes —.

— Ya lo sé, pero no puedo evitarlo, sabes mejor que nadie cuanto me gusta, hm —.

— Como sea, ya es hora, dale un vistazo por última vez, iré a la cocina a dar algunas indicaciones al personal, hablaré con Itachi para que se retiren y regreso contigo cuando termines tu discurso, suerte —. Sin más se levanto de la mesa y se perdió entre la multitud.

— Aah... —. El rubio se recargo en la mesa y respiro profundo, ya casi terminaba el día y por alguna razón se sentía más que cansado; de repente todos los invitados a excepción de su amigo comenzaron a tomar sus respectivos asientos, inhalo y exhalo, las conversaciones fueron terminándose y el ambiente se sintió bastante tenso.

 

— Bien, parece que llego tu momento, Deidara —. Sus acompañantes de mesa se acomodaron de nuevo.

— Tamura-san, sí... lo esperaba entusiasmado, espero responder a las expectativas de todos y contar con su apoyo —.

— Me esforzaré para ser de ayuda, Namikaze-sama —. Ten ten.

— Lo harás bien, mocoso —. Tsunade.

 

Se escucho la voz de alguien que agradecía la participación de los presentes en el evento y supo que su momento había llegado, busco a Itachi por última vez y lo encontró hablando con Yahiko, por alguna razón, se sentía con fuerzas cuando lo veía con esa expresión tan seria y calmada.

 

— Les agradezco su apoyo, hm —.

 

Escucho que el del micrófono pronunciaba su nombre y en medio de aplausos, luces y flashes de cámara se levanto a tomar la atención de todo el lugar.

 

— Buenas noches a todos, me presentaré para aquéllos que no me conozcan, mi nombre es Namikaze Deidara, el hijo mayor de Namikaze Minato y... *Que nervios, debo hacerlo bien, solo se trata de una presentación, aah quiero ver a Itachi pero no puedo, no es momento de esto, esta enfermo, ¿y si empeora? Tengo que salir rápido de aquí, ¿y si es algo grave? Seguro sí puedo hacer algo, debo ir tras él, Itachi...* nos gustaría contar con su presencia y apoyo en otros eventos y negocios, para nosotros son parte de la familia Namikaze, gracias por todo y espero la velada haya sido de su agrado; buenas noches —.

 

Hizo una reverencia y los aplausos comenzaron de nuevo así como los flases y cámaras que se acercaron, algunos políticos y lideres se acercaron para felicitarlo por la presentación y el evento, elogiando su gran trabajo, aunque claro, lo único que el había hecho fue presentarse; estuvo así por mas de 20 minutos, seguro Itachi ya s? Había ido a casa y el no era capaz de salir de entre la multitud, para fortuna su asistente llego junto con sus guardias privados.

 

— Gracias por asistir, el evento término y el señor Deidara-san debe descansar, compermiso —.

 

Con agilidad se abrieron paso entre los reporteros y llegaron hasta la recepción del Hotel, al fin pudo respirar tranquilo ya que todos los presentes eran empleados directos de su familia.

 

— ¿Se encuentra bien Deidara-san? —.

— Ino, ¿qué encontraste? —.

— Su nombre es Uchiha Itachi, tiene 20 años, se graduó del Instituto y recibió una beca de KyoDai y la Universidad T, pero rechazo ambas y se dedico por completo al trabajo, la única familia que tiene es su hermano menor, Uchiha Sasuke de 15 años, el estudiante becado del Instituto Jounin; es mesero en "Akatsuki" y... —.

— Es suficiente, hm, ¿qué hay de su salud? —.

— Limpio, pero mientras le observaba pude notar que no se encuentra bien, puede que este resfriado —.

 

Después de algunas preguntas vio a Yahiko acercarse.

 

— Ino, ve por el automóvil, que venga a la entrada, no tengo ánimos de ir hasta el estacionamiento —.

— Entendido, le llamaré en un momento —. La chica saco su móvil y se alejo saliendo por uno de los pasillos.

— ¡Hey, Deidara! —.

— Yahiko, ¿ya se fueron todos? —.

— Sí, todo el personal se ha ido —.

— ¿Todos juntos? —.

— Para eventos como este les proporcionamos transporte, les llevamos a todos a sus respectivas casas en una camioneta, tres, para que estén cómodos —.

— Me tranquiliza escuchar eso —.

— Aunque Itachi no quiso, parece que tomara un taxi, no se veía muy bien —.

— ¡Yahiko! —. Su móvil comenzó a sonar. — Diga; entendido, sí voy saliendo; OK hm... —. Guardo el móvil en el bolsillo de su pantalón y le dio la espalda a su amigo dirigiéndose a la salida. — Hablaremos por chat más tarde —.

— Ten un buen viaje Deidara —.

 

Se despidió con un gesto de su mano sin siquiera voltear a verlo, estaba un tanto molesto, ese Yahiko idiota, ¿cómo podía dejar que Itachi se marchara solo cuando tiene fiebre? Su móvil timbro de nueva cuenta.

 

— Ya estoy saliendo, oh, veo el automóvil llegar, sí —. Cortó la llamada y vio una silueta de pie en la acera, ¿quién en su sano juicio estaba fuera a tales horas con tanto frio? Noto que su transporte se detuvo frente a esa persona así que apresuro el paso y este se comenzó a desvanecer, corrió para que no se golpeara contra el piso y lo sostuvo contra su pecho, cuando su mirada se cruzo con ese profundo color negro sintió el mundo detenerse. — Itachi... —.

— Deidara-san, ¿se encuentra bien? —. La chica Ino bajo corriendo del auto negro, acompañada de uno se sus guardaespaldas y Rock Lee.

— Deidara-kun, ¿qué pasa? —.

— Lee, abre la puerta —. El de ojos redondos obedeció y se apresuro a abrir la puerta de atrás, Deidara se levanto con el moreno en sus brazos cargándolo de forma nupcial.

— Deidara-kun, permítame cargarlo yo —.

— No, yo lo hare —. Entro con cuidado al auto acomodando al mayor con la cabeza sobre sus piernas, se perdió un momento mirándolo, ¡se veía tan guapo! No daba crédito a que lo tuviera en esa situación.

— Debemos ir al hospital Deidara-san —.

— No, si me ven llegar así; vamos a casa —.

— Pero... —.

— Dije: a casa; allí lo atenderá Shizune, su consultorio esta mas que equipado para tratar un resfriado, todo estará bien —. Acaricio apartando algunos cabellos que cubrían el rostro de Itachi, se veía tan tranquilo a pesar de respirar con dificultad producto de la fiebre. Ino y Rock Lee se miraron dudosos pero no podían más que obedecer; durante el camino a la mansión se mantuvieron callados observando como Deidara acariciaba las mejillas del otro, además del cabello y le son tenia fuertemente una mano.

— Oye, Lee, ¿qué sabes sobre ese mesero? —.

— Parece que lo mismo que tú, Ino, Deidara- kun esta enamorado de el, pero nunca le ha hablado, simplemente lo observa de lejos, pero q mi me parece que Deidara-kun debería ser mas agresivo, ir por lo que quiere, ya sabes —.

— No digas tonterías, Deidara-san esta comprometido, se casara con la nieta de... —.

— Lo sé, pero eso no importa, no necesariamente se comprometen  con alguien a quien aman, lo has visto —.

— Eres imprudente Lee —.

— Solo quiero que Deidara-kun sea feliz —. Ambos se quedaron en silencio el resto del camino, al llegar al área de la mansión Ino hizo algunas llamadas. — Hemos llegado, le ayudare a bajar a Itachi-kun —.

— No es necesario Lee —. El rubio bajo del auto y después de cargar al mayor se adentro en la casa.

— Deidara-san, se ha preparado una habitación para el Sr. Uchiha con rodo lo que podría necesitar para su estancia, Shizune-san esta en camino —.

— No, se quedara en mi habitación —. Ignoro a su asistente y subió las escaleras, cruzo algunos pasillos hasta llegar a su recamara, Lee le ayudo a mover las cobijas y acostar a Itachi, le quito los converse y la sudadera y lo cubrió con la suave tela del edredón. — ¿Y Shizune? —.

— No tardara en llegar, ne, Deidara-kun, ¿en qué piensas? —.

— ¿A qué te refieres? —.

— Lo mejor hubiera sido llevarle al hospital, no creí que le agrade la idea de estar aquí —.

— Yo, solo no quería dejarlo solo, tienes razón, esa era una mejor opción pero, mi egoísmo no me ha dejado —.

— Yo te apoyo, me encargare de que nadie hable sobre esto y convenceré a Ino-kun de que ayude —.

— Gracias Lee —Llamaron a la puerta y el de grandes cejas se levanto dejando pasar al médico. La chica saludo al primogénito y se apresuro a revisar al paciente sobre la enorme cama, después de hacer algunas revisiones básicas como checar la temperatura, presión y demás le administro un suero.

— ¿Qué es eso, esta bien? —.

— No se preocupe, solo es un ligero resfriado, necesita descansar, le he administrado algunas vitaminas en el suero, parece estar bajo mucho estrés, cuando despierte debe tomar estas pastillas y que ingiera muchos líquidos, la fiebre bajara pronto —.

— Bien, gracias Shizune, puedes retirarte —.

— Regresare en unas horas para retirar el suero, compermiso —. Y salió.

— Yo me retiro también, llámame cuando quieras, descanse Deidara-kun —.

— Gracias —. Una vez su mayordomo salió se inca junto a la cama, sostuvo la mano del mayor y se quedo mirándolo dormir. — Itachi, necesitas descansar apropiadamente, hablaré con Yahiko, si yo no hubiese estado ahí cuando te desmayaste, ¿qué hubiera pasado?, Itachi, yo... —.

El timbre de su móvil lo hizo reaccionar, se alejo de la cama y contesto.

 

— Hola Deidara, ¿ya estas en tu mansión? —.

— Sí, estoy cansado y quiero dormir, te llamo mañana —. No dejo a su amigo responder cuando colgó y apago su móvil dejándolo sobre uno de sus escritorios, se acerco a su enorme armario y se cambio por una pijama en color azul turquesa de seda y soltó su cabello, agarro también un pequeño edredón, una almohada y se acostó en su sillón, lo mejor era descansar un poco, aunque se mantendría alerta por si su invitado necesitaba algo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(Ramen x tomates)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

— Sera mejor regresar Sasuke, es tarde, son casi las 23:00 horas —.

— Quiero irme —.

— No es tan malo como crees, Naruto es un idiota a veces pero siempre podrás contar con él —.

— Yo, es peligroso estar cerca, se que me estoy enamorando, es la primera vez y no quiero, no ahora, no de ése dobe —.

— Hasta un apodo le tienes, Sasuke, no puedes evitar lo que sientes, te gusta Naruto y es entendible, es casi perfecto —.

— ¿Qué, te gusta? —.

— No, solo es mi amigo, no te pongas celoso —.

— ¡¿HA?! ¡Yo no-! —.

— Además a mí ya hay alguien que me gusta —.

— Gaara, dime, ¿En verdad Naruto no esta comprometido? —.

— Hay una candidata, Uzumaki Karin, pero no creo sea posible, ellos no se llevan muy bien, siempre están discutiendo —.

— Yo, no quiero hacerme esperanzas, si él solo esta jugando conmigo... —.

— Ya puedes irte olvidando de esa idea, Naruto te ama y daría todo por ti, no hay duda de ello —. Pudo notar como el azabache se quedo callado, lo mejor era regresar con  los otros, la verdad es que ya también tenía hambre. — Mejor vamos dentro, hace frío y si algo te llega a pasar será mi cabeza la que ruede. Te prometo que mañana yo mismo te llevaré a casa —.

— Bien, vamos... —. Se levantaron de las bancas donde se habían detenido a platicar, se encontraban en uno de los jardines de la mansión, justo frente a la entrada a la cocina y comedor del personal. Caminaron un poco y entraron por ahí ya que era más rápido.

— Hola Hinata —.

— Sabaku-sama, no, no debería estar aquí —.

— Solo queremos cenar algo, ¿podrías prepararnos la cena? —.

— Sí, ¿qué desean? —.

— Quiero un filete de salmón acompañado de frutos secos y una crema de maíz y té negro —. Se acomodo en la mesa y guio al obsidiana a sentarse junto a el.

— ¿Y usted Uchiha-sama? —.

— Si es posible cereal integral con leche —.

— ¡Prff! ¿Acaso eres una chica? Eso es muy poco, ni Naruto siendo doncel come así —. La chica de cabello azul dejo caer el cuchillo con el que cortaba el salmón debido a la impresión.

— Naruto es... —.

— ... Maldición —.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(Ramen x tomates)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No pudo evitar despertar, sentía un poco de dolor en el cuello y abrió los ojos con pesadez; se incorporo y noto su almohada en el piso, la acomodo de nuevo dispuesto a seguir durmiendo cómodamente en el sofá y ¡pow! Se levanto de golpe, ¿qué hacia durmiendo en el sillón? Cierto, le dejo a Itachi su... ¡Itachi! Casi se rompe el cuello de tan rápido que volteo a su cama, el de mirada sexy no se encontraba durmiendo pero el equipo del suero seguía ahí, se acerco y notó que el medicamento ya no estaba, se puso algo nervioso, ¡¿a dónde había ido Itachi?! Salió corriendo de su habitación dispuesto a buscarlo, bajo las escaleras corriendo y por inercia entro al comedor principal donde le encontró tomando el desayuno junto a Rock Lee.

 

— Deidara-kun, estaba a punto de ir a despertarle —. El de cabello corto le sonreía tranquilo mientras se acercaba a sentar junto a su invitado y lo miraba extrañado. — ¿Le sirvo el desayuno? —.

— Sí, algo ligero... —.

— Permiso... —.

 

Lee se retiro y ambos chicos se quedaron en silencio, el Namikaze no sabía qué hacer, se removía incómodo en su asiento a pesar de ser el dueño de la casa, ¿qué clase de situación era esa?

 

— Aah..  Itachi... —.

— Gracias —.

— ¿Eh? —.

— Rock Lee me conto todo, me desmayé y fuiste tú quien me trajo aquí, me trataron y me siento mejor, disculpa que bajara a desayunar sin tu permiso, Rock Lee dijo que estaba bien y... —.

— No hay problema, siéntete como en casa, me alegra ver que te encuentras mejor, hm —. Su mayordomo le dejo los platos y se retiro. — No es mi asunto, pero debes cuidarte, pudo ser peor —.

— Lo haré, dime Deidara, ¿por qué eres tan amable conmigo? —.

— Ehh... bueno, yo... —. ¿Por qué pregunto eso tan de la nada?

— Sé quién eres, Yahiko me ha contado de ti, es solo que no le veo sentido a todo esto —.

— Dime algo, ¿qué sientes por mí? —. Estaba nervioso, no sabía ni por qué había preguntado eso, ¡ridículo! Miro un poco asustado a su acompañante, este tenía una expresión de sorpresa, ahora sí era obvio cuan idiota era frente a él. — Aah, yo... —.

 

Se quedo sin palabras, debía idear algo rápido y salir de esa situación.

 

— Me gustas —.

 

El mundo se volvió blanco, ¿escucho bien? Itachi había dicho-

 

— Me gustas Deidara, esos son mis sentimientos por ti —.

 

Se levanto y paro junto a él, se inclino un poco poniendo ambas manos sobre sus mejillas, sus dedos eran delgados y suaves, se sentía tan bien, sintió el corazón ir más rápido y sus mejillas arder.

 

— Me gustas... —.

 

Sus labios se juntaron, tan deliciosos, podía jurar que su corazón se detuvo, la respiración del moreno era tan calmada, si esto era un sueño, por favor, no quería despertar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Continuara...

 

 

Notas finales:

Ejem ! Esta vez no me disculpare, OK no, realmente lamento la larga ausencia, es decir, practicamente desapareci, pero ya sabran la excusa, como sea lo prometido es deuda y espero les haya gustado el nuevo capitulo, yeah! es obviamente mas largo que los demas, pero a fin de cuentas es bueno, o eso creo, de verdad me queme la cabeza escribiendolo y espero les guste, en este momento ya tengo avanzado el siguiente, asi que espero no tardar mucho, en esta ocasion no he contestado los RW porque mi movil murio y he tenido otros gastos, asi que no he conmparado otro y mi laptot esta en mi trabajo, asi que no puedo actualizar en mi casa, de hecho estoy actualizando desde un ciber XD, y tampoco tengo tiemnpo de salir mucho porque mi trabajo me mata! ademas el proyecto del que les hable se suponia terminaria este mes, pero no, no va ni a la mitad, asi que estoy hasta el cuello.

 

Mejor ya les quito de tanto drama y espero les haya gustado mil el capitulo, es lo que importa! 

 

Nos leemos en la proxima actualizacion, mil gracias a los lectores, los amo a todos!! 


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