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El plebeyo del que me enamore. por Kou_bibe

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Notas del capitulo:

 

 

Hola !! 

 

Ejem, no me maten !! XD

 

Nos leemos en las notas finales ~

 

 

 

 

 

 

 

VIII

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

— Sasori, oye, Sasori —. El pelirrojo ojeroso sacudía a su casi hermano.

— Mhh... ¿qué quieres? —.

— ¿Qué quiero? Son más de las 08:00, quiero que te levantes —.

— Que molesto, hoy no hay Instituto, dejame dormir hasta tarde —.

— Sasuke ya no esta —.

— ¡¡¿Qué?!! —. El de ojos verdes se apresuró a taparle la boca.

— Shh, Naruto sigue durmiendo —. Ambos miraron en dirección al rubio y este seguía roncando en uno de los sillones, justo como se había quedado la noche anterior. — Será mejor encontrarlo antes que Naruto despierte y sepa que no esta —.

— No puede ir a ningún lado, no podrá salir a menos que Naruto lo autorice —.

— Solo vámonos —. El ojimiel estaba a punto de levantarse cuando alguien toco la puerta; se alarmaron, ¿quién podía ser tan inoportuno?

— Compermiso —. Esa voz, no quería verlo ahora, Sasori se dio cuenta y a velocidad luz lo metio bajo la manta que le correspondía, cubriéndolo hasta la cabeza. La puerta se abrió por completo. — Buenos días Akasuna-sama —.

— Hola Neji, buenos días —. Miro al castaño mientras acariciaba con descaro el cabello de su pelirrojo amigo.

— El desayuno esta listo, pueden... —.

— ¿Mmh? ¿Neji? —. El rubio  se endereso un poco y se tallaba los ojos.

— Joven amo, buenos días, el desayuno esta servido —.

— ¿Eh, dónde está Sasuke? —.

— El Sr. Uchiha esta abajo, tomo el desayuno temprano y ahora se encuentra en la biblioteca —.

— Bien... —. Estiro los brazos y se levantó. — Gaara, Sasori, vamos —. Neji se hizo a un lado para que el rubio saliera.

— Los esperare abajo —. Y ambos salieron dejando a los menores.

— Sasori —.

— ¿Sí? —.

— Gracias —.

— No hay problema, sé que no quieres verlo despise de lo que seguro hizo ayer —.

— Al menos sabemos donde esta Sasuke, bajemos —.

— Claro —.

— Y... ya puedes dejar mi cabello —.

— Mmn no, no quiero —. Le sonrió de forma picara.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

— Le informo que la puerta de su habitación esta reparada y los artículos que pidió llegaron —.

— Bien —. El oji zafiro comía de forma tranquila unos waffles con cerezas y moras azules además de un smotie de plátano y fresas. — ¿A qué hora se levanto Sasuke? —.

— Tomo el desayuno a las 06:00, cereal con pasas, almendras y avellanas, al terminar me pidió le llevase a la biblioteca y así lo hize, le lleve un té verde y no ha pedido nada desde entonces —.

— ¿Y mi hermano? —.

— Sigue durmiendo en su alcoba —.

— Neji, quiero un sándwich de pollo y un jugo de zanahoria con naranja —. El ojimiel llegó al comedor y se sentó sin más junto con Gaara cerca del rubio.

— Entendido, ¿para usted Sabaku-sama? —.

— Crepes de queso crema, kiwi y mango y té de mandarina —.

— Con gusto —. Después de acomodar los cubiertos y demás salio del lugar.

— ¿Haz hablado con Neji? —.

— ¿Por qué haría eso? —.

— Sé que no es asunto mío, además Kiba es mi amigo, pero —.

— Naruto, no sigas, realmente no necesito tu ayuda —.

— Gaara... —. Se quedaron quietos por varios minutos, después que Neji regresara con sus platos y saliera el ambiente no mejoro. Así hasta que los tres terminaron su desayuno. — Estuvo delicioso —.

— No por nada tengo un chef privado que prepara lo que quiero cuando quiero; por cierto Sasori, ¿qué querías decir con que podías ayudarme con ese asunto? —.

— Bueno, como sabes mi familia también se dedica a desarrollar antídotos y demás fármacos, así que... —. Le miro con un poco de lujuria.

— ¿Y para qué necesito medicamento? —.

— Vaya que eres lento, Naruto —.

— También puedo ayudarte Gaara —.

— Olvidalo —.

— Argh, no entiendo de qué hablan, iré a mi habitación e iré con Sasuke; pueden irse cuando quieran —. El rubio se levanto y salio del comedor dejándoles con una conversación que no entendía, ¿qué pretendía Sasori? un estúpido medicamento no podía ser una solución a su problema.

Llego hasta su habitación encontrándose con Hinata quien limpiaba el lugar.

 

— Buenos días Hinata, prepara mi ropa para hoy, también un cambio para mi invitado, Gaara y Sasori estarán un rato más, encargate de ellos —.

— Entiendo —.

 

La miro con aprobación y se metió a su baño personal, de nuevo era un lugar exageradamente grande, una familia de cuatro viviría ahí sin problemas; se desvistió dejando el pijama de algodón en uno de los cestos, camino hasta la regadera y abrió la puerta de vidrio, una vez dentro y con el agua a temperatura ideal se dispuso a ducharse, no tardo demasiado, al salir saco ropa interior de un armario pequeño, se cubrio con una bata y salio encontrándose con la oji lila.

 

— Su ropa esta lista —.

— OK —.

 

Se acomodó en una elegante silla de piel negra frente a un enorme espejo; la chica se paro detrás y le seco el cabello con cuidado, le peino y aplico distintas cremas en el rostro mientras el rubio se dedicaba a jugar en el movil.

 

— Su cabello esta listo, Joven amo —.

— Puedes retirarte —.

 

La chica asintió y al salir el rubio se dispuso a vestirse, pantalón de algodón y spandex en color gris entubados, polera negra y un blazzer negro muy elegante con algunos decorados de metal y zapatos plateados efecto espejo. Al darse un vistazo y verificar que todo estuviera bien salio en busca de su chico. No tuvo que caminar mucho cuando vio pasar a su hermano, este aún vestía el pijama y se notaba preocupado, bastante extraño, a esa hora Deidara ya se había duchado, desayunado e incluso solía salir con sus amigos, pero ahí estaba, totalmente impresentable; le llamo pero no tuvo respuesta, ya preguntaría despues.

 

Despues de cruzar algunos pasillos llego donde Sasuke, encontrándolo sobre un sofá con varios libros apilados a su lado, estaba durmiedo, pero parecía que era un engaño, se acerco sigiloso y se percató que el chico vestía unos jeans azules, playera rosa perla y un saco negro, además de unos botines cortos de piel, tan guapo, tan atractivo, imposible enamorarse.

 

Se quedó mirándole, solo importaba que lo tenía de frente, al estar junto a uno de los ventanales un poco de luz entraba e iluminaba de forma estratégica su rostro, lucía tan perfecto. Se atrevio a acercarse y besar sus labios de forma suave, deliciosos, podia ser la droga perfecta; le quito el libro de encima, a pesar de haber dormido en la misma habitación no pudo apreciar ese rostro angelical ya que fue él el primero en dormir.

 

Podía estar así por horas, días, semanas y no aburrirse, lo acomodo acostándolo y subiéndose en su cuerpo,  le acaricio con suavidad y beso de nuevo sus labios, más lento y delicado, quería hacerlo suyo, de verdad lo necesitaba, ¿qué iba a hacer?

 

El azabache pareció sentir el peso extra y abrio los ojos encontrándose con esa mirada de azul intenso, se perdio un poco, ¿acaso seguía soñando? Esa mirada que parecía ver hasta lo más profundo de su ser, no tardo en despertar y le aparto sutilmente.

 

— ¿Qué haces? —.

— Vine a verte, me disculpo por despertarte —.

— Hmmh, dime algo, ¿qué obtendrás conmigo aquí? Estoy siendo retenido en contra de mi voluntad pero soy libre de andar donde sea, incluso me dieron esta ropa —.

— Ha hah, solo quiero pasar más tiempo contigo, somos amigos, ¿no? —.

— Los amigos no se besan, dobe —.

Se quedaron quietos, Sasuke le miraba de forma insistente, era muy incómodo, aunque eso no le quitaba lo atractivo.

— No me mires así-ttebayo —.

— Sabes Naruto, tengo la impresión de que no eres un imbécil del todo, sin embargo no quiero hacerme ilusiones, vivimos realidades diferentes, jamás podré entenderte y tú a mí tampoco y a pesar de saberlo no puedo evitar pensar en ti como si fueras lo único que importa, sé que sentimiento es y por eso quiero dejar las cosas en claro, incluso si el amor es mutuo nunca podremos estar juntos y supongo que lo sabes; esta mañana tu mayordomo me miraba como si fuese la peste o algo, realmente no me importa, pero si así va a ser, no me voy a arriesgar a nada contigo, y quiero que lo tengas presente —.

— Eres un egoísta, ¿cómo puedes hablar así sin saber mis sentimientos? —.

— Tus sentimientos no le importaran a tu padre, investigue y... —. El rubio se levanto de golpe y se alejó furioso perdiéndose entre los estantes, ¿cómo se pudo emamorar de alguien tan idiota e insensible?

— Naruto... —. Dio un ligero brinco, ¿en qué nomento lo siguió, era un ninja?

— ¿Qué quieres? —.

— Yo solo... —. Se le notaba nervioso, tal vez, era el momento de su confesión, los estudiantes de su edad suelen confesarse en bibliotecas, es casi una regla, nervios, no esta preparado para eso, el de piel blanca le miro, el momento había llegado. — Llevame a mi casa —.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(Ramen x tomates)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

— Sasori, no creo que sea buena idea —.

— No seas aburrido, además tengo mucho tiempo libre —.

— No sé a quién envidio más, si a ti o a Naruto —.

— Ey, yo soy tu mejor amigo, hermanos —.

— Sí, como sea —.

 

El dúo de pelirrojos estaba en el jardín principal, ambos ya estaban presentables pues siempre llevaban consigo cambios de ropa, llevaban un rato fuera comiendo bocadillos mientras esperaban la hora del almuerzo.

 

— ¿Ya le conociste? —.

— ¿A quién? —.

— Sarutobi-kun —.

— ... No es importante hablar de él, es un mocoso de instituto medio —.

— Ahora son más precoces que nosotros, no lo subestimes —.

— Genial, estoy atrapado con un niño precoz, si iban a comprometerme con alguien hubiera preferido a alguien más —.

— No importa quien, esa persona sufriría contigo —.

— ¡Idiota! —.

— Regresando al tema, me pregunto si alguien de nosotros podrá estar con quien ama de verdad —.

— Uy, que sentimental, pero llevas razón, si yo pudiera ser libre de casarme con quien amo —.

— No sabía que te gustara alguien, ¿quién es? —.

— Es un secreto, además no me ve como nada más que su amigo —.

— Debe ser duro, pero puedes intentarlo —.

— No, ya ama a alguien mas —.

— Ánimo Sasori, puedes contar con mi ayuda en cualquier momento, siempre estaré contigo apoyándote —.

— Gaara... yo... —.

— Akasuna-sama, Sabaku-sama, es hora del almuerzo —. El mayordomo peli cafe había salido de la nada, que inoportuno.

— Gracias Neji, ¿Naruto y Sasuke ya estan? —.

— El Joven amo no tomara el almuerzo hasta más tarde y su invitado se dirige al comedor principal —.

— Bien, Gaara, ve por Naruto y traelo a rastras de ser necesario, si se salta una comida después andara de mal humor y no quiero aguantarlo —.

— Hmph, ¿por qué debo ir yo? —.

— Y yo iré a pedir consejos a Deidara, seguro sigue aquí —. Sin dar mas explicación se fue directo a la mansión con rumbo fijo dejando a su pelirrojo amigo y al mayaordomo.

— ¿Desea le acompañe Sabaku-sama? —.

— Estoy bien solo —. ¿Por qué el oji-lila no se iba? La tensión le estaba matando, si no fuera tan bueno siendo malo e indiferente ya habría caído, tal vez lo mejor era iniciar una conversación. — ¿Cómo te fue ayer con Kiba? —. ¡¡AHH!! Más estúpido no podía ser, ¿para qué preguntaba lo que menos quería saber?

— Solo, lo mismo de cada viernes —.

Fue como si un balde lleno de agua hirviendo cayera sobre él, sí, hirviendo, porque así se sentía, eso solo significaba que tuvieron sexo sin llegar a nada más, él mismo se encargo que Neji se enterara de la verdadera persona que era Kiba y cuando lo supo le aconsejo, seco sus lágrimas y estuvo a su lado dandole apoyo, se suponía que ayer era el día en que Neji terminaría con esa absurda relación y sus planes fueron frustados, ¿qué artimañana había usado Kiba para atrapar a alguien tan serio e inteligente como Neji?

 

— Lo siento —. ¿Qué más podía decir?

— Gracias Sabaku-sama —. Esa era la distancia que nunca iba a desaparecer.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(Ramen x tomates)

 

 

 

 

 

 

 

 

— ¿Dónde está? —.

 

Después de haber recorrido todos los pasillos y habitaciones seguía sin dar con él, ¿en dónde se había metido? Normalmente no era tan difícil encontrarlo, además era imposible que no estuviera en su casa, aunque, siendo sábado, no sería raro que hubiese salido, ¡¡Ahh!!

 

— Hey, ¿qué te trae por aquí? —.

— ¿Qué tan escurridizo eres, llevo horas buscándote, dónde te habías metido? —.

— Lleve a Akamaru a dar un paseo —.

— Sí... Ey, veo que la pasaste de maravilla ayer —. Le señalo con descaro las marcas rojas en la piel del cuello.

— ¿Y tú? No te quedas atrás —. Lo mismo se repitio a la inversa. — Aunque parece que lo tuyo es el masoquismo —.

— Oh, digamos que no resulto como quería, Gaara se entero de lo que paso entre nosotros y me golpeo —.

— ¿Y después se reconciliaron? —.

— No, se fue con Sasori donde Naruto y yo me encontre con ése loco de Kimimaro —.

— Sí, me han contado que es muy bueno en la cama —.

 

Las cosas son así, Sai se encontraba en la casa de Kiba, la construcción no era realmente grande, lo que imponía eran las áreas de jardín, bosque y ejercicios, los Inozuka se dedican a la crianza y adiestramiento de perros, además de encargarse de todo lo relacionado a ellos, Kiba, por ser el segundo hijo gozaba de todo el tiempo libre que podía antes de encargarse del negocio familiar, ya que a pesar de ser el segundo era el único varón, una vez se graduara de la universidad tomaría el cargo de la compañía, y aunque no lo parezca, seis años pasan volando así que estaba dando rienda suelta a su juventud, y vaya que estaba disfrurando, a diferencia de sus amigos él era libre de elegir con quien casarse y aún no encontraba a nadie para ello. Por otro lado, Sai al ser hijo único heredaría la compañía de su padre, aunque por ahora era libre siempre que no faltara con sus deberes, al contrario de Kiba, él sí estaba comprometido, nada más y nada menos que con el hijo menor del político y candidato más fuerte a la presidencia en las próximas elecciones, Sabaku no Gaara; a estas alturas del siglo XXI se creería que los compromisos y matrimonios arreglados no existen, pues bien, no es así.

 

Ambos chicos al ser libres  de su tiempo (por ahora) dusfrutaban de los placeres que la vida podía ofrecerles y claro, que podían pagar; uno de ellos y del que más abusaban era el placer carnal, sí, sexo, en especial Kiba, que no perdía la oportunidad cada que se le presentaba. La vida de los ricos sin duda tiene sus ventajas y desventajas, dspues de todo Sai había conseguido que la persona con la que pasaría el resto de su vida le odiase.

 

— ¿Qué piensas hacer con Neji? —.

— No sabía que venías a hablar —. Los chicos se encontraban ahora em la habitación del pelicafe, sencilla pero muy bonita y elegante.

— Solo me interesa un poco, Gaara esta molesto y su amigo también, tal vez no sea un problema, el asunto es que si Naruto se involucra y a su vez su hermano —.

— ¿Qué tiene que ver Deidara en esto? —.

— No nos llevamos muy bien, tenemos opiniones distintas —.

— Mmh, digamos que comienzo a aburrirme, al principio era divertido estar con alguien normal que no solo presumiera del dinero de su familia, estatus ni nada, pero ahora ya no hay nada que me entretenga, ayer comenzó a hablar como si fuese a romper conmigo, ¡ja! como si hubiésemos sido una pareja de verdad en primer lugar —.

— Eso es cruel hasta para ti —.

— Por favor, jamás estaría en serio con alguien como él, es atractivo, pero no tiene nada para darme además de un buen sexo —.

— Supongo que cuando te canses lo dejarás y Gaara se calmara —.

— No te preocupes, no tendrás que esperar mucho —. Sonrió de forma extraña, nada bueno estaba planeando, el moreno pareció notarlo y respondió con una risa discreta.

— Aclarado el asunto, deberíamos salir —.

— Sí, tienes razón —. Se levantó y se acerco a la puerta de su baño.

— ¿Vas a ducharte? —.

— Sí, hmn, hey, ¿quieres ayudarme? —.

— Mmmh ¿Por qué no? —.

 

 

 

 

 

 

 

 

(Ramen x tomates)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

— La verdad no consigo entender tu lógica, ¿te estás enamorando y te vas a esforzar en alejarte? —.

— Es lo mejor —.

— En serio no te entiendo —.

 

Sasori y Sasuke se encontraban conversando en una de las cocinas adicionales de la mansión Namikaze, una cocina modesta que solo utilizaban para preparar bebidas y bocadillos, a pesar de decir que era pequeña, para alguien normal como el moreno lucía exactamente como una cocina de clase media con todo lo necesario, una barra, nevera, estufa, hornos y todos los electrodomésticos, muy moderna y abastecida, el pelirrojo estaba en uno de los bancos cromados del lado de la estufa y estantes y el azabache en uno al otro lado de la barra con la espalda hacía la puerta.

 

Llevaban ya unas horas conversando, aunque parecía un interrogatorio del oji miel, ya eran las 15:22, en resumidas cuentas el pelirrojo no consiguió encontrar al hermano mayor, bajo al comedor principal encontrando solo al plebeyo, al llamar a su casi hermano y confirmar que había sido abandonado prefirió almorzar solo con su compañero de clase. Al terminar le convenció de irse a ese sitio más cómodo con acceso a bebidas y platicar a gusto; después de horas consiguió que Sasuke confesara sentir algo por Naruto, pero estaba decidido a enterrar ese sentimiento en lo más profundo de su ser, ¡¿acaso estaba loco?!

 

— Si Naruto se entera estará devastado —.

— Ya se lo dije —.

— He ~, vaya que tienes agallas, sinceramente apoyo la posible relación y mira que te niegas, no puedo creerlo —.

— Tengo otras prioridades, no tengo tiempo para romanticismo, además para alguien como yo es improbable estar con el hijo menor de Namikaze Minato —.

— Hmm parece que investigaste —.

— No realmente, cualquiera sabría quien es ése hombre —.

— Da lo mismo, igual ayudaré —.

— No es necesario, una vez me deje salir de aquí me alejaré de ese dobe, no me involucraré más —.

— Sí... Hey, ¿tienes sed? Puedo servirte algo —.

— Agua esta bien —.

— Ajá —.

 

Su compañero se levanto del banco y saco dos vasos para servir agua, el azabache giro la cabeza hacía el ventanal de la cocina, hasta ahora en todas las habitaciones donde había estado tenían ventanales enormes, excepto el cuarto donde todos durmieron y la cocina del personal; sentía remordimiento, no era su intención hacerle eso al rubio, también estaba enamorándose, pero aquello era absurdo, jamás podrían estar juntos, lo mejor para ambos era olvidar todo ello, debía salir pronto de ahí, su hermano seguro estaba preocupado y aún no estudiaba nada; dejo sus pensamientos de lado cuando escucho el sonido del vaso de cristal sobre el mármol.

 

— Aquí tienes —.

— Sí... —.

— ¿Pasa algo? —.

— Mmh, pedí agua, ¿cierto? —.

— Sí —. Se sentó en su sitio de lo más tranquilo a beber de su vaso.

— Entonces ¿por qué me has dado un extraño líquido en color rosa? —.

— Ho hoh, no te fijes, solo le agregué saborizante, el mío es rojo con sabor a fresa y el tuyo rosa con sabor a ponche de frutas —. Le miró serio. — Garantizo te gustará —.

— Bien —. No muy convencido tomo el vaso y bebió, no es que desconfiara, simplemente no era fan de los sabores dulces, tal vez algo con sabor a limón o toronja hubiera sido mejor. — No esta tan mal —. Dejo el recipiente vacío sobre la barra y noto que el otro le miraba con aprobación.

— Te lo dije, ahora vamos a otro sitio, acompañame ~ —. Dio un salto y jalo a Sasuke del brazo llevándoselo hasta otra habitación, una especie de sala de espera pequeña, esta no tenía ventanales ni nada, cuatro paredes, una puerta, un enorme sillón color negro al centro, una pequeña mesa de centro y algunos estantes con flores y fotografías de los hermanos Namikaze.

— Este lugar luce sospechoso —.

— No te preocupes. Ya sé, iré por algunos libros de ciencias, espera aquí —. Salió corriendo pasando de largo la biblioteca y muchos pasillos, ¿a dónde iba? Se detuvo en una puerta y golpeó como si de ello dependiera su vida. — ¡Naruto!, ¡Naruto sal! —. No obtuvo respuesta alguna. — ¡Naruto rápido! —. Nada. — ¡Sasuke se lastimó! —.

— ¡¿Dónde está?! ¡Llevame! —. Los dos salieron corriendo, en algun punto Naruto se había adelantado al pelirojo y ahora iba adelante a pesar de no saber a dónde iban exactamente. — ¿Dónde esta? —.

— En el otro pasillo, en el estudio de tu abuelo —. Sin necesitar de más explicaciones corrió dejando muy atrás a su amigo, al llegar entro de golpe y cerro la puerta buscando al azabache con la mirada más no lo veía en ningún lado, ¿acaso ya se había ido? Se mantuvo quieto un momento y escucho una respiración un tanto agitada, ¿qué era eso? — ¿Sasuke? —. Camino hasta un costado del sillón, ahí estaba, sentado en la piso abrazando sus rodillas, parecía sufrir mucho, ¿qué demonios había pasado?

 

— ¿Naruto? —. El moreno levanto la mirada y vio al mayor a su lado. — ¿Qué haces aquí, y Sasori? —.

 

— Eso no importa, levántate, te llevaré con nuestro médico —. Le tomo el brazo pero fue apartado bruscamente.

 

— Vete —.

— No seas tonto, no te encuentras bien —.

— No necesito tu ayuda, déjame solo —.

— Pero… —.

— Largate —.

— ¡¡Sasuke!! —. Lo jalo con más fuerza, más no contaba con que este no pusiera Resistencia alguna, de un jalón lo levanto y ambos se fueron de espaldas al piso de nuevo, cayendo Sasuke sobre el cuerpo del rubio. — ¿Estás bien? —.

— Idiota, dije que te fueras —. Era bastante extraño el hecho de que no se hubiese levantado e ido, ¿tendría el tobillo lastimado o algo?

— Te ayudare a ponerte de pie, solo déjame… —.

— Nnh, aah —. Lo que sintio y escucho jamás lo hubiese predicho, al tratar de levantarse rozo la entrepierna del Uchiha sobre él, lo sintió duro y escucho ese ligero gemido, fuerte y claro.

— ¿Sasuke? —.

— Teme, déjame solo —. Por el tono de voz no supo si se trataba de una orden o sugrencia, ¿qué había pasado? Se decidio a averiguar, tal vez estaba alucinando, se giro quedando sobre el cuerpo del menor y presencio algo que había soñado, pero mil veces major, el rostro de Sasuke rojo hasta las orejas, los labios apretados luchando por que su respiración fuse normal, los parpados entrecerrados y ese bulto en el pantalón, se antojaba tan erotico y el que no se opusiera sumaba puntos; no pudo evitar el sonreir victorioso. — Badstardo, que no se te ocurra, sé que fuiste tú, le dijiste a Sasori que me drogara con algo, ¡¿verdad?! —.

— Así que a esto se refería al mencionar fármacos y que me ayudaría —. Ahora todo tenía sentido. — Solo te ayudaré un poco, ¿bien? —.

— Nada de bien, todo esto fue idea tuya, pensé que te habías dado por vencido con tus ridículas bromas, estas yendo demasiado lejos Naruto —.

— Por favor Sasuke, solo un poco —. Apoyo sus dedos sobre el miembro del pelinegro masajeando lentamente.

— Bastardo… ngh, de-tente —.

— Si no te gusta cierra los ojos —.

— Como si fuera po-sible… aah… solo, hazlo rápido —.

— Sasuke… —. Se acerco lento a sus labios, le beso, tan tranquilo al principio, el ritmo de su aumento a la par de sus bocas, era inesperado que le correspondiera perto no iba dejar pasar la oportunidad de tenerlo a su merced, era la primera vez que trataba con esa situación, pero no era un niño, sabía lo que pasaría después y estaba preparado, además el efecto de esas drogas no era ningún chistey menos si se trataba de una recomendación de Sasori. El momento había llegado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Continuara…

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

 

 

Y así vivo yo, como un fastasma tras de ti (8)

 

OK. OK. Sé que no tengo perdón de Dios, pero de verdad no fue mi culpa lol, mi laptop murio y perdí el archivo de mi compu de escritorio, estos meses han sido un caos, recuerdan las remodelaciones de mi trabajo ? Pues mi jefe creyo que era buena ampliar y hacer otras cosas más, y bueno, no va ni a la mitad, estoy que me lleva el cansancio y estrés, siento que moriré; ahora me he dado una escapada del trabajo, actualizando desde mi oficina, yeah !! La verdad es que pretendía que el capítulo fuese más largo pero no quería hacerles esperar más, así que aquí está ! Diganme qué les parecio, espero que se vayan atando cabos y si tienen algunas dudas tratare de contestarlas con el proximo capitulo, no prometo actualizar pronto, pero sí prometo no abandonar la historia, si es que alguien aún la lee </3

 

Por cierto, alguién es fan de AMOLAD ? Los amo !! Y qué me dicen de Baozi & Hana ? Son perfectos ~ <3

 

Ahora debo regresar al trabajo; me disculpo por las faltas ortograficas y de redacción que obviamente hay, pero no he podido editarlo.

 

Gracias por leer !!

 

Nos leemos la proxima.

 

Bye ~ 

 

 


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