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El plebeyo del que me enamore. por Kou_bibe

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IX

 

 

 

 

— Naruto… ¿sabes lo que haces? —.

— Cállate, deja que me encargue —.

 

El ojizafiro comenzó a quitarle de a poco el saco negro junto a la playera rosa aperlada, la blanca piel del torso se antojaba suave  y deliciosa, tal como la recordaba, sus dedos se paseaban libres al igual que sus labios; los deslizaba por la clavícula, el cuello, los hombros y regresaba al cuello, mordía y succionaba con fuerza la piel que se enrojecía y ardía, las manos que se paseaban a sus costados, abdomen y pectorales, los músculos perfectamente marcados, la piel quemaba con cada nueva caricia, el pecho del menor bajaba y subía con fuerza tratando de regular el poco aire que conseguía inhalar.

— Na-Naruto, deja de jugar con-migo, por favor… —.

— Tranquilo, no quiero lastimarte —.

 

Regreso sus labios a los contrarios, suaves, hinchados y deliciosos, le beso con fuerza descontrolada, lamía y mordisqueaba; era tan injusto, su cuerpo ardía, cada parte que el rubio tocaba le quemaba, sentía su respiración agitada y su pene le dolía, necesitaba atención y ése blondo imbécil se la negaba; cada una de las caricias recibidas le llevaban al cielo, no era posible, jamás creyó llegar a sentirse así y menos por el inútil de su mayor, pero ahí estaba, completamente a su merced desesperado por ser tomado hasta desmayarse.

— Naruto, por… favor, hazlo rápido, ngh —.

— Shh, tranquilízate… —.

 

Decidió darle un breve descanso a los delgados labios del menor y bajo dejando un acalorado camino de besos por la dermis pálida, al llegar al borde del jean azul solo había algo por hacer, desabotono y bajo el cierre quitando la molesta prenda y botándola a algún lugar desconocido, los zapatos habían desaparecido en algún punto; se permitió apreciar tan perfectas piernas, delgadas, firmes, una suave y blanca piel deseosa por ser marcada; se posiciono entre las extremidades, comenzó a besar y morder los muslos, no necesitaba usar mucha fuerza para dejar marcas rojizas, era tan delicado, subió hasta llegar a la tela de la ropa interior y sin reparo apretó con sus labios el miembro duro cautivo bajo el pequeño bóxer azul, Sasuke gimió tan alto que se juró jamás olvidar ese sonido tan erótico, continuo besando y dando pequeñas mordidas por la extensión sobre la tela, se sentía tan caliente, duro y húmedo, maravilloso.

 

— Aah, Naruto… Naruto, ¡Aah! —.

 

Sentía su temperatura en aumento y se deshizo del blazer y polera que le sofocaban dejando su propio torso descubierto. El moreno se removía bajo el cuerpo del mayor y desvió un poco los ojos al ver el torso del rubio al descubierto, esa piel ligeramente tostada con los músculos notablemente trabajados, exótico, sentía su cuerpo temblar de placer, se sentía ansioso, nervioso, excitado, una mezcla exquisita de emociones que le llenaban la cabeza y nublaban su pensamiento; el de ojos azules no le daba tregua, sintió las manos de este deslizarse por sus piernas hasta sus caderas donde comenzaron a quitar la prenda que mantenía un poco de su dignidad, sus manos eran suaves y contra su piel se sentían perfectas, como si fuesen hechas solo para acariciarlo a él.

 

La vista frente a sus ojos, era como ver por primera vez, el cuerpo semidesnudo del azabache le gritaba por ser dominado, una ligera capa de sudor cubría su piel, el estorbo de bóxer ya no estaba, ahora podía disfrutar sin reparos, la hombría del menor se mantenía erguida, grande y un tanto húmeda invitándolo a devorarlo con todo.

 

— Bonito color, Sasuke —.

— Idio-ta, no digas eso… —.

— Me encanta —. Con la diestra inicio un masaje tortuoso por el pene que creía le arrancaría la voz al pelinegro por los gemidos que escapaban de su garganta, era la melodía más increíble que jamás haya escuchado, la voz del otro había tornado en un tono infantil y meloso, esos suspiros le llevaban al límite, perdería la batalla contra su deseo de cuidar al de piel nívea en cualquier momento, continuo masturbándole con su mano hasta que se agacho a la altura y engullo por completo la longitud palpitante frente a él.

 

— AHH, Na… Naruto, detente, por-fa-vor… —.

— Eres delicioso —. Con la lengua recorría desde la punta, subiendo y bajando, hacia presión en la punta y mordía sin lastimar los testículos, era un deleite que se permitía y las manos del otro tirando de su cabello sin éxito le calentaban sin razón, el sabor un tanto salado le llenaba, sentía el miembro caliente y duro, como una rica paleta que disfrutaría hasta el final, bajo un poco más hasta el anillo rosado del otro, lo sintió suave y palpitante contra su lengua, al introducirla un poco pudo jurar que esta le succionaba, joder, era demasiado para su poco control.

 

— No hagas eso… aah, te mataré si no-te detienes —.

 

Si bien el tono del Uchiha era de verdadera molestia no convencía a nadie con esa mirada perdida, las mejillas rojas y la respiración cortada. Ignoro la exigencia y los tirones inocentes en su cabello para continuar; lamía sin descanso aquella entrada, metía y sacaba la lengua sin dejar de masturbarle. Cuando sintió que estaba bien lubricado se apartó y de un solo movimiento arranco su pantalón junto a su ropa interior sin importarle su destino dentro de aquella habitación donde la temperatura aumentaba.

 

Se acomodó de nueva cuenta entre las pernas de rodillas, levanto las piernas blancas poniéndolas a sus costados; se ayudó de su mano derecha para acomodar su pene grande y duro como piedra contra el rosado coño del otro; se mordió el labio inferior al meter de golpe el glande hasta la corona.

 

— ¡¡¡Aah!!! ¡Sácalo! Me duele… —.

— Respira, pronto pasara… —.

 

Era muy apretado, más de lo que imagino, se mantuvo quieto observando el rostro de su compañero, tenía los ojos cerrados con fuerza con algunas lágrimas acumulándose en sus largas pestañas, respiraba sin control, de verdad sufría, sintió en su pecho algo pesado y se agacho para besar los parpados cerrados, sus lágrimas eran saladas, continuo besando el resto de su cara, la nariz, las mejillas, la frente, la comisura de los labios; cuando sintió que su respiración se normalizaba ataco los labios, comenzó a besarlo de una forma tan dulce que el moreno se sintió derretir, le dio paso a la lengua del otro que empujaba sus labios, ambos músculos comenzaron una exquisita danza que no tardo en volverse en algo más húmedo con saliva escurriendo.

 

Naruto no dejo de besarle de esa forma tan erótica y bochornosa; apoyo su antebrazo izquierdo junto a la cabeza de Sasuke y dirigió su mano derecha al miembro pálido que seguía duro y con ese líquido preseminal que comenzaba a salir facilitándole el trabajo.

Espero hasta notarlo más relajo y continuo entrando. Lo hizo de forma lenta para que ambos se fueran acostumbrando, era tan apretado y caliente, tan estrecho, pero se sentía tan bien, los sollozos del menor fueron disminuyendo de a poco, le dolía como los mil demonios, pero no quería que se detuviera, quería más, lo necesitaba. Una vez entro por completo se detuvo de besarle y le miro a los ojos, se le notaba desesperado pero anhelante, le estaba pidiendo permiso para moverse, el brillo en los ojos de ambos era tan intenso, como si se tratara de una pareja de años que se amaba con toda el alma y daría todo por la felicidad del otro, y en algún lugar de sus corazones cálidos, lo sabían, eran el complemento perfecto, uno solo.

 

— Está bien, hazlo… —.

 

Por inercia volvieron a los labios del otro devorándose mientras el mayor comenzó con ese delicado vaivén de caderas, embistiéndole con fuerza pero lento, cada una de las estocadas eran tan profundas, sentía sus entrañas ser invadidas y como su vientre a la par de su entrada se contraían con fuerza, provocan un hormigueo que lo recorría todo el cuerpo, su cuerpo temblaba debajo del otro, el calor lo consumía y su descontrolada voz se ahogaba en la boca del de marquitas, tenía los ojos bien abiertos, no quería cerrarlos, tenía la sensación de desmayarse en cualquier momento si lo hacía, se creía en el paraíso con el blondo embistiéndole con fuerza, masturbándole y sin apartar esa mirada llena de amor que le hipnotizaba.

 

No aguantaría demasiado con esas emociones nuevas explotando sin control y esas sensaciones que se apoderaban de su cuerpo. Sintió las manos del mayor posarse en su cadera con fuerza levantándola para que pudiese llegar más profundo y lo hizo, sintió como el glande le golpeaba en la próstata, un escalofrió le recorrió la espalda y la poca fuerza que le quedaba se esfumo, estaba desesperado, necesitaba sentir más de aquello.

 

— ha… Sasuke… —. Soltó un ronco gemido desde lo más profundo de su pecho, su cuerpo no respondía, embestía al menor sin control y cada vez más fuerte, cada que llegaba hasta el fondo sentía las paredes del Uchiha apretarse contra su miembro de una forma tan deliciosa, no podía parar, no quería.

— Naruto, ngh… aah… agh… Naruto… dame ahí… más… ha… ha… rápido… —.

— Sasuke… ha, ngh, estas tan apretado… —.

 

Aumento el ritmo de su cadera contra la contraria, el ruido indecente del pene al entrar y salir inundaba la habitación junto a los sonoros gemidos del ojiobsidiana. El menor llevo ambos puños cerrados a su pecho, sentía que reventaría sin avisar, le dolía, su piel ardía y su garganta comenzaba a secarse, aunque quería no podía frenar su escandalosa voz, el rubio arremetía con fuerza contra su próstata y sintió un fuerte nudo junto a un cosquilleo incesante en su vientre; sin darse cuenta busco desesperado el intenso azul de los ojos de su mayor, al chocar ambas miradas sintió un golpe de calor invadirlo y con ello el inminente orgasmo.

 

— ¡¡¡Aah!!! —. Lo sintió tan fuerte, su cuerpo tembló y se estremeció por completo, grito y gimió con fuerza al sentir como su pene liberaba el semen que se encontró contra su vientre y pecho al tiempo que su entrada se contaría  con fuerza.

— Agh, Sasuke… ngh… —. Las paredes calientes le presionaron tanto que sintió el placer recorrer cada rincón de su cuerpo liberando el orgasmo, se corrió dentro del Uchiha segundos después, cuando creyó haber terminado de eyacular salió con dificultad al haber perdido la mayor parte de su energía con aquella explosión de sensaciones.

 

El ambiente se sentía húmedo y el aire tibio, un delicioso calor les lleno y el Namikaze solo atino a dejarse caer de lado junto al azabache; se quedó admirando su rostro, mantenía los ojos cerrados mientras su respiración volvía a la normalidad al igual que la propia.

 

— Naruto… —. Se sorprendió al ver esos ojos de profundo color negro mirarle con intensidad.

— ¿Sí? —. Los nervios lo invadieron sin saber el por qué.

— Gracias —.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Continuará...

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Hola !!

 

Cómo han estado ? Realmente espero que muy bien ~ 

 

Les doy las gracias por haber leído, de verdad me hacen muy feliz; aún no he podido contestar todos sus lindos RW, lo siento mucho, pero el trabajo me consume. Hubiera querido que este capítulo fuese más largo, como los demás, pero prometí que actualizaría antes de que finalizara el año y aquí me tienen.

 

Sinceramente acabo de terminar este capítulo y no sé qué les parezca, tengo un severo problema de dislexia, lo cual es increíble teniendo en cuenta la carrera que estudie y a lo que me dedico, en fin, este capítulo no está editado, es recién salido de mi retorcido cerebro, espero que lo hayan disfrutado.

 

Ahora, no olviden hacer preguntas si es que las hay, con gusto las contestare a la brevedad, como siempre solo les pido paciencia para ello pues el trabajo me consume y aunque voy llegando a mi casa del trabajo aún no puedo descansar, ni en fin de año tengo descanso *muere*.

 

Les deseo a todos un año lleno de metas y propósitos a cumplir, y que de verdad los cumplan, que la pasen genial junto a sus seres queridos y que nunca dejen de demostrar el amor que tienen para con sus semejantes, sean fuertes, al final la única persona a la que nunca decepcionar son ustedes mismos.

 

FELIZ AÑO NUEVO !!

 


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