°oOo°1 mes después °oOo°
Harry miraba a Remus en la clase y casi sentía pena por él. Al parecer los “sabios” concejos en los ámbitos amatorios de Sirius no estaban dando resultado, porque este seguía teniendo esa relación tan estrecha con Malfoy como el mismo Harry con Snape (o sea, inexistente) y comenzaba a preocuparle.
El profesor de defensa contra las artes oscuras se veía decaído desde esa vez en el callejón Diagon donde se la pasó buscando a aquel rubio de ojos grises que durante ese par de años consiguió joderle la existencia y este jamás hizo acto de presencia. Harry presuponía que don ricachón no quería mezclarse con los mortales y por eso no había ido al callejón en un día muy concurrido, pero no le dijo a Moony por temor a alterarlo más.
El castaño trataba de acercársele e iniciar conversación, sonreírle y le lanzaba de vez en vez miradas perturbantes al rubio, pero este estaba tan en su mundo, ajeno a todo que parecía que ni siquiera existía Remus en su panorama “pobre Moony…” pensó golpeteando su pluma contra su pergamino, poniendo más atención en su querido Remus y sus problemas, que en la clase misma.
Sabía que no podría hacer mucho por él debido a que ni siquiera conocía al dichoso Draco Malfoy pese a haber convivido con él por cuatro años; aunque claro, el factor “solo nos vemos para lanzarnos golpes y hechizos” pesaba mucho.
Regresó a ver el dibujo en su pergamino y suspiró. “no sé porque me preocupo por problemas que ni son míos, teniendo los propios” acarició aquellos cabellos ondulados hechos con tinta sin prestar atención a lo que Hermione a su lado dijo, solo se limitó a darle un asentimiento y siguió con lo suyo.
-Hey Potter ¿Quién es ese? ¿a quién dibujas?- preguntó esa siseante voz que reconocería sin necesidad de mirar.
-Déjame en paz Malfoy…- dijo ocultando con el codo su dibujo de esa persona que había logrado cautivar su mente desde segundo año, que con solo verle una vez, quedo grabado tan hondo en su ser que dolía.
-¿Es a tu novio?- dijo burlón arrebatándole el dibujo y mirándolo detenidamente. Las facciones aristocráticas se suavizaron como si estuviera analizando algo –creo que lo conozco…- murmuró antes de que Harry se abalanzara contra él.
-¡Devuélvelo!- chilló Harry tironeando del pergamino, pero Draco no cedía en esa batalla hasta que el destino se cansó de su jueguecito y el dibujo se rasgó exactamente por la mitad y fueron separador por cierto profesor de ojos acerina que los miraba ceñudo.
-5 puntos menos a Gryffindor- murmuró Snape que pasaba por ahí –Potter y Malfoy… están castigados…-
--------------°oOo°oOo°oOo°-------------------
Sirus caminando de un lado a otro exasperado con cara de pocos amigos y parecía que lanzaría una mordida al primero que se le acercara.
-¡¿Qué el murciélago te hizo, que?!- vociferó tan fuerte que Harry estuvo casi seguro que hasta Hagrid lo escuchó desde su casa –¡pero me va a oír ese… ese…!- ni siquiera podía articular una frase completa por los humo que se le subían a la cabeza.
-Sirius, ¿no tienes clase que atender?- preguntó Remus recargando su cabeza en su brazo. Le dolía su cuerpo por su tensa postura y miró en sus manos su propia sangre seca de tanto apretar sus palmas. Estaba seguro que hubiera atacado a Harry sin miramientos si no supiera controlarse y todo porque había atacado a su pareja destinada. “Maldito lobo interno que me vuelve loco…” refunfuñó negando con la cabeza.
-Si lo sé, lo se Moony, ¡pero Harry me necesita! Mira que castigarlo por lo que ese niño pijo causó… y ese Snape que mete su narizota donde no le llaman… el hecho de que tenga bonito culo no le da derecho a nada…-
Harry se le quedó viendo con curiosidad a Sirius tartamudeando un inelegible “¿Qué fue lo que dijo Sirius de Snape?” y Remus solo se limitó a rodar los ojos. Se suponía que Sirius en su afán de reivindicarse en la sociedad había aceptado de buenas a primeras ser el sustituto de la profesora Vector en Aritmancia, pero hasta ese momento, parecía que estaba más ocupado haciendo rabietas por su ahijado que en sus obligaciones.
-Ambos se lo merecen y no se puede hacer nada. Snape dictaminó el castigo y se acabó el cuento. Harry tiene que ir a la sala de trofeos a limpiar y tú tienes clase que dar- el de ojos como la tormenta bufó tomando sus cosas.
-¡Pero esto no se quedará así!- exclamó aireado saliendo cual torbellino de la estancia murmurando maldiciones a cada zancada.
-Lo siento por golpear a Malfoy, Moony…- murmuró Harry pasándole a Remus la esencia de Díctamo que no tardó en aplicar e sus heridas –olvidé lo tuyo con… él-
-Descuida Harrry; yo lo siento por casi lanzarme contra ti- sonrió tímidamente. Harry asintió y miró el reloj. Tenía que ir si no quería perder más puntos y sintió que una piedra se instalaba en su estómago. Apenas un mes de regreso a la escuela y ya estaba castigado. “Perfecto… y todo por Malfoy”
-Bueno… creo que me tengo que ir….-
-Vale- asintió Remus dándole un trago a su poción Mata lobos despidiéndose de Harry -ehh ¿cachorro? Solo te pido que por favor no te precipites con Draco… por favor… por más irritante que puede ser-
Harry sacó el aire de sus pulmones y asintió pensando que no le quedaba de otra que tratar de llevar la fiesta en paz –está bien… lo intentaré-
--------------°oOo°oOo°oOo°-------------------
Harry se preguntaba cómo le hacían para que los trofeos siempre se ensuciaran con rapidez, pero, era mejor no hacer la pregunta en voz alta, porque el ceño de Snape parecía que se estrechaba con cada segundo que pasaba.
Draco no pronunció palabra cuando llegó y ambos procedieron con la tarea ordenada.
Por el rabillo del ojo veía al tan dichoso Slytherin buscando que podría haberle gustado de él a Moony y no encontraba nada interesante… “claro, a menos que te guste tanta palidez en una persona” pensó rechistando y recordó el dibujo que hizo.
Ya que por fin le había salido tan bien su preciado Tom, tenía que llegar Malfoy y arruinarlo.
-Emm… Potter…- murmuró el ojigris rompiendo el crepitante silencio.
-¿Qué quieres Malfoy?- preguntó regresando a ver el trofeo en sus manos como si fuera lo más interesante del mundo.
-L-Lo siento… por lo de tu dibujo… no quería romperlo- dijo dando un carraspeo como si le hubiera costado decir aquello.
-¿Qué dijiste?- preguntó el azabache sumamente interesado. En todos esos años, era la primera vez que escuchaba “lo” y “siento” en una misma frase de Draco Malfoy, sin un ápice de burla.
-Lo que oíste, Potter… quiero decir que… dibujas bien y es una lástima lo que pasó… aunque creo que no quedará tan mal tu retrato con un reparo…- dijo con súbita tranquilidad –si quieres te ayudo cuando recuperemos nuestras varitas…- hizo una pausa al notar los ojos de plato con los que lo miraba Harry -¿Qué? ¿Por qué me miras así? ¿Tengo polvo en la cara?- dijo dejando caer el trofeo para limpiarse sus mejillas.
-Es que es raro… cualquiera diría que has madurado…-
-¿Y que si lo he hecho Potter?- dijo levantando su respingada nariz.
-Nada, me parece bien… aunque si intentas alguna broma, te la regreso- sentenció.
-Lo mismo digo- asintió recogiendo el trofeo.
El aire ya no lo sentía tan pesado por las constantes diferencias de todos esos años y era extraño. Mirar a Malfoy como algo que no fuera su enemigo era algo nuevo.
Cuando Snape regresó y les devolvió sus varitas y comprobó su trabajo terminado, con un bufido y un agradable “largense” les dio por terminado el castigo.
-Y ese que dibujaste… ¿no era Tom…Riddle…?- preguntó como que no quiere la cosa. Las mejillas de Harry se tiñeron de rojo y Draco rió; pero no como aquellas risas de petulancia que tan bien le conocía, esa era diferente. Como si estuviera riendo de verdad.
-Gryffindor tenías que ser, no me cabe duda que te gustan las complicaciones Potter…- Harry le dio un codazo para que dejara de molestarlo. El mismo sabía que era un tontería que le gustara alguien que ansiaba matarlo a toda costa… o eso parecía… pero ¿Qué hacerle? Asi lo sentía y no podía evitarlo… no desde que lo vio ese dia en la cámara de los secretos…
-Vaya que estas diferente…- dijo desviando la conversación. No se sentía con ganas de hablar de Tom -cualquiera diría que el golpe que te dio Hermione el año pasado te acomodó el cerebro- dijo sonriendo cuando el rubio le reparó el dibujo y le sacó la lengua ofendido.
-Mucho cuidado Potter porque puede que haya cambiado, pero no soy un santo. Si repites eso puede que aparezca un huevecillo de doxie en tu desayuno- sonrió con superioridad.
-Descuida Malfoy, tu secreto está a salvo- el rubio asintió –entonces… ¿tregua?- Draco dudó unos segundos cuando Harry alargó su mano y regresando a verlo a los ojos, disimuló una sonrisa.
-Vale- correspondió antes de despedirse y encaminarse en dirección de las mazmorras con ese petulante paso de sangre pura.
“Tal vez no es tan mala una tregua con Draco Malfoy” pensó jubiloso ya que tal vez con ello, podría ayudar a Moony más de lo que podía imaginarse.
--------------°oOo°oOo°oOo°-------------------
-¡Harry James Potter! ¿Cómo es posible que tan pronto te hayas peleado con Malfoy?- reprendió Hermione ajitando su libro en la cara de Harry, quien regresó a ver a Ron en busca de apoyo moral, pero parecía que estaba igual de pedido que él.
-Pensamos que ya venias tras nosotros, ¡pero no! ¡Tenían que comportarse como críos y encima ser castigados!- dijo poniendo las manos en la cadera.
-Solo fue una diferencia de opiniones… pero ya estamos bien…- se alzó de hombros dejando a sus amigos boquiabiertos.
-¿Qué?- exclamaron los dos con expresiones totalmente opuestas en su rostro. Mientras Ron estaba que no se la creía; la expresión de Hermione se relajó en una luminosa sonrisa.
-¡Oh cuanto me alegra escuchar eso Harry! Sabía que Draco no es tan malo una vez que se le conoce-
-Tal vez…- dijo Harry dándole el beneficio de la duda.
-¿Draco? ¿Desde cuándo llamas al hurón por su nombre?- preguntó Ron siendo ignorado olímpicamente por amigos.
-¿Y ahora porque del repentino interés en Draco, Harry?- preguntó curiosa Hermione y Harry negó efusivamente.
-No, no, no Mione, no va la cosa por ahí- la castaña arqueó la ceja –es por Moony… eh… el como que se enlazó con Malfoy o algo así… y ya que Malfoy se comportó más civilizadamente… pensé que con ello podría ayudar a Remus…- mientras Harry se mordía la lengua por bocazas, Ron chilló y los ojos de Hermione brillaron.
-¡Oh por las barbas de Merlín! ¡Eso era! Con razón el profesor Lupin había estado tan interesado en Draco siguiéndolo con la mirada y atento a todo lo que hacía desde que regresamos a clase… ¡ahora todo tiene sentido!-
-¡Qué horror!- vociferó Ron cubriendo sus ojos como si tuviera algo desagradable frente a él.
-Voy a tener que investigar sobre el tema, ¡seria fabuloso poder ayudarle!-
-¿Enserio? Creí que estarías encontrar cuando te enteraras… ya sabes por las reglas y todo eso… murmuró Harry y la castaña solo le dedicó una severa mirada.
-¡Claro que no! Bueno… eso solo que esto me parece muy romántico… por otro lado, creo que los enlaces mágicos son un tema muy delicado, pero tan sagrados que no se debe interferir en ellos- dijo muy segura –¡ahora, iré a la biblioteca!-
-Pero Hermione… no ibas a ayudarnos con la tarea…- murmuró el Weasley menor con un hilo de voz.
-Lo siento Ronald pero tengo que investigar sobre esto y aparte…- dijo comenzando a sonrojarse –tengo una cita…- dijo girando sobre sus talones para después desaparecer por el umbral.
“Las cosas están tan raras últimamente…” pensó con preocupación Harry dándole palmaditas a su amigo que parecía que no recuperaría el habla por el resto del día.