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mi pendiente contigo. por yuki666

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Notas del capitulo:

despues de mil años regreso!!

pues con la noticia de que este es el penultimo capitulo-

muchas gracias a las personas que han leido y que me han dejado algun comentario

espero contar con su apoyo!!

besitos

Tras lo que le pareció una eternidad en aquella negrura Taiga finalmente vio a lo lejos un pequeño punto de luz… caminó y caminó por incontables minutos a él y cuál fue su sorpresa al notar que el pequeño punto era lo que a su parecer era un hada. La diminuta persona flotaba en el aire tarareando una melodía y se mecía con suavidad en el aire. Taiga extendió su mano para que la diminuta persona callera en su palma. Se sorprendió al ver un mini Tetsuya dormitando.

Oh mierda estuvo a punto de sufrir  una epistaxis… se veía tan moe … lastima de tamañito.

El mini Tetsuya abrió los ojos y le miro con extrañeza

-tú no eres Aomine-kun… -

-no… no lo soy… me llamo Taiga, soy amigo tuyo… ¿no me recuerdas?-

El pequeñito negó con la cabeza y le sonrió.

-entonces ¿también eres amigo de Aomine-kun?-

Para permitir que un fantasma usara su cuerpo supuso que había cierta amistad con él.

-maa… se podría decir…-

La pequeña figurita se puso de pie y se meció al compás de la melodía que comenzaba a tararear nuevamente.

-Aomine-kun es el príncipe de mis sueños… es la persona que más admiro y amo en este mundo… es el más tierno y fuerte que conozco… y me ama-

Pese  a que la diminuta criatura estaba susurrando a Taiga no se le dificulto escuchar aquello. Bien, desde hacía tiempo sabía que tenía que superar un listón bastante alto, no era necesario que el mismo Tetsuya se lo dijera.

-yo soy solo el eco de la persona más amada de Aomine-kun… yo solo soy  una ilusión creada por el Aomine-kun actual, vivo en sus pensamientos, en sus recuerdos, soy el eco de como Aomine-kun me visualiza siempre… ven… te mostrare algo…-

Taiga se sorprendió cuando la diminuta criatura floto en el aire, tomo su dedo índice y comenzó a halarlo hacia algún lado. La criaturita tenía fuerza, al menos la suficiente para llamar su atención.

 

La oscuridad pronto desapareció y estaban en la entrada de una escuela, frente a un par de niños de primaria, Taiga los reconoció enseguida, Tetsuya era una versión pequeña de su yo presente con las mejillas sonrojadas y los ojos más expresivos, Aomine tenía cara de pequeño bribón, solo le faltaba un par de cola y cuernos para ser un verdadero diablillo.

-vamos Tetsu no llores… esos estúpidos no te van a volver a molestar… yo te protegeré… siempre te protegeré, lo prometo.-

El pequeño ojiazul levanto la mirada y tomo la mano que le estaban brindando, se levantó y se acercó al moreno para resguardarse en sus brazos, aquel gesto no solo sorprendió al Taiga que estaba viendo todo aquello, también al pequeño Aomine, el niño parecía amapola roja, sus brazos se movían como de robot sin saber muy bien qué hacer con ellos.

-gracias Aomine-kun… -

O shit, definitivamente ahí Aomine se debió enamorar de Tetsuya, Taiga sin lugar a dudas lo hubiera hecho.

La siguiente escena en la que estaban Tetsuya yacía nuevamente en los brazos de Aomine, eran un par de adolescentes, Tetsuya lloraba silenciosamente en los brazos del moreno. Ninguno dijo nada por minutos.

 

-ven a vivir conmigo…- susurro después de un rato Aomine, Tetsuya lloro más, sonrió, se abrazó a él y finalmente asintió.

-lo perdí todo Aomine-kun… mis padres, mi casa, el dinero… estoy solo… estoy tan solo…-

El moreno envolvió en sus brazos con mayor fuerza al ojiceleste.

-me tienes a mi… tranquilo me tienes  a mi…-

 

Así que desde jóvenes habían vivido juntos, ahora veía el porqué de que el pequeño profesor no tuviera tantos amigos y que tras  años de muerte de su esposo siguiera solo.

Un salto de escena más le hizo ver a Tetsuya sentado en un consultorio médico llorando desconsoladamente, a lado de él, pálido, totalmente petrificado estaba Aomine, frente a ellos dos estaba Midorima, la tensión se podía cortar con un  cuchillo, el pequeño Tetsuya, el que parecía un hada también estaba llorando. Taiga cerró su puño con suavidad y acaricio la diminuta mejilla con el pulgar.

-hey… cálmate… todo está bien…- la personita abrazo el dedo.

-este fue el segundo momento más horrible de mi vida… ese día… ese día Aomine-kun estaba desmayado en el baño, llame una ambulancia y cuando lo revisaron me dijeron que ya estaba muy enfermo… y no pude hacer nada… no tardó mucho en ponerse peor con el tratamiento… y yo… y yo todo el tiempo tuve miedo, me quería morir con el…-

Varias escenas pasaron frente a Taiga como si de una película se tratara, en todas estaba Tetsuya y Aomine, en el parque, en la tina tomando un baño, desayunando juntos, durmiendo abrazados, pintando alguna habitación, haciendo el amor…

Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas. Mierda, ¿Por qué les había pasado eso?. Es decir, ellos eran felices, se amaban, se habían esforzado para estar juntos, eran tal para cual, uno era la mitad del otro…  y… y…

Oh mierda ya ni sabía lo que pensaba…

 

 

 

Daiki respiro un par de veces antes de entrar a su antiguo hogar, las manos le sudaban y el corazón le retumbaba en los oídos, estaba tan nervioso que cuando paso frente al espejo del gekkan se dio cuenta que estaba caminando como robot, con la pierna y el brazo derecho al mismo tiempo, respiro un par de veces más por aquello de las dudas y tras buscar a Tetsuya en la sala , la cocina, su habitación y en el baño finalmente lo había encontrado en el estudio, el pequeño estudio en donde hacía años el había trabajado mucho para ayudarle con su sueño de abrir un pequeño kindergarden.

Se sorprendió un poco puesto que esa habitación tenía bastante tiempo de no ser abierta, era como un altar a cuando había fallecido. Tetsuya veía unas fotos, las acaricio, las beso y las puso en la pequeña repisa junto a la ventana, Daiki sabía que eran las fotos de su boda y otra de su luna de miel.

-te estaba esperando…- comento Tetsuya mientras salía junto a él y le arrastraba tímidamente a la sala.

-los chicos me dijeron que estuviste cuidando de mí todo este tiempo… y me di cuenta de algo…-

Daiki miro a su pequeña pareja… o mierda… se le iban a declarar a Taiga y él estaba en su cuerpo. Simplemente no podía hacerle eso a Bakagami, ambos se amaban y tenían derecho a ser felices, el solo… solo se quería despedir…

Un par de lágrimas salieron de los ojos borgoña y Tetsuya se alarmo un poco, no tuvo tiempo para decir o hacer algo puesto que el pelirrojo le abrazo con fuerza, hundiendo el rostro en el hombro del pequeño doncel.

-Tetsu… te extrañe tanto… - tras un poco de tensión por parte del más pequeño ambos se fusionaron en un fuerte abrazo.

“Testu”… Taiga le había llamado exactamente igual a como lo hacía Daiki y en cierta forma fue incomodo, no le dio tanta importancia cuando un par de manos fuertes y ásperas acariciaron sus costados.

-te necesito tanto…- murmuro.

-no lo he hecho con nadie en bastante tiempo… creo que… en vez de excitarte solo te divertiré.-

El fantasma sonrió de manera tranquilizadora, acaricio las mejillas blancas y beso los labios, primero con timidez, después con hambre desesperada.

-solo… solo déjate llevar…- le susurro con amor mientras lentamente le inclinaba hacia atrás en el asiento del sillón.

 

 

 

Había sido exactamente igual… todo, las palabras, las caricias, los besos, los susurros, todo. Tetsuya giro su cuerpo para ver el calmado rostro de Kagami Taiga, dormido, relajado, se veía tan joven, un par de lágrimas escurrieron por sus mejillas y Tetsuya hizo acopio de toda su voluntad para no llorar ¿Qué había pasado? ¿Cómo había sido posible que Taiga le conociera tan íntimamente? Había tocado todos y cada uno de sus puntos calientes, le había movido con agilidad, como si fuera una masa moldeable con la que trabajara años antes, le había dicho cosas que el… que Aomine Daiki le susurraba cuando estaban juntos, ¿Qué había pasado? ¿Realmente era  Taiga?

Se hinco frente al pelirrojo, su cuerpo un poco adolorido, se acercó a él con la bizarra idea rondando en su mente, ¿podría ser?

-Aomine-kun…- susurro con temor, si estaba equivocado lo más probable es que se echaría una bronca de lo lindo con Taiga.

-¿Aomine-kun?...- cuestiono con un poco más de fuerza, incluso movió el fuerte hombro.

-¿Qué pasa Tetsu?- cuestiono totalmente somnoliento el pelirrojo abriendo un ojo con flojera.

Tetsuya se quedó con los ojos abiertos y la boca igual. “Taiga” pareció darse cuenta de su error porque abrió los ojotes y se sentó a su lado.

-Tetsu… hey… déjame explicártelo… Kagami, el…-

El pequeño ojiazul no lo podía creer, sollozo con los sentimientos a flor de piel, se lanzó a sus brazos y comenzó a besarle con desesperación.

-regresaste, volviste a mí, volviste…-

“Daiki” tuvo que sobre esforzarse por detener al pequeño ojiazul, mierda, la había cagado y tenía que explicar todo antes de que Tetsu se hiciera falsas esperanzas.

-no, Tetsu… espera, espera por favor.-

La emoción en su pequeño esposo viudo era simplemente conmovedora, Daiki se sintió un verdadero hijo de puta por tener que decirle esto.

-Kagami Taiga me presto su cuerpo… - toda la emoción se disipo, así de fácil, así de cruel, la mirada de Tetsuya se entristeció un poco.

-¿conoces a Taiga-kun?- Daiki nunca había sido bueno para mentirle a Tetsuya, en vida nunca lo había hecho y la verdad no lo iba a empezar a hacer ahora.

-desde el primer día que entro en esta casa él me ha visto, cuando estabas enfermo fui yo el que le dijo como entrar y te cuidamos prácticamente juntos… Tetsu… ese chico te ama, te ama en serio, así que solo vine a despedirme-

La acuosidad regreso a los bonitos ojos azules.

-¿estuviste aquí todo este tiempo?-

El fantasma asintió y el llanto del pequeño ojiazul aumento.

-no podía dejarte Tetsu… no cuando me pedias que no te dejara… simplemente no pude.-

Tetsuya se tapó la boca con la sorpresa bien puesta en la mirada. ¿había sido su culpa? ¿Aomine se había quedado ahí por su culpa?, él debía descansar, estar en un lugar cálido, tranquilo, no ahí, ignorado, errante, solo.

-Tetsu… así hubieran pasado 10, 20, 50, 100 años, no te hubiera dejado, te amo tanto que no simplemente no podía dejarte solo, sé que me sentías, sé que en las noches, cuando estabas dormido y te acariciaba lograbas sentirme, mis sentimientos siempre te han alcanzado… -

Los dos se abrazaron muy fuerte, Aomine sentado en flor de loto y Tetsuya entre sus piernas, los dos lloraban, y se acariciaban con desespero.

-pero ahora todo estará bien amor.- Daiki entro con mucho cuidado al cuerpo aun sensible de su pequeño esposo, Tetsu se abrió a él y se aferró a sus cabellos bicolor.

-Taiga te ama de la misma manera en que tú lo haces, como yo lo hago, ahora en realidad puedo irme, ahora por fin puedo dejarte.-

Daiki movió lentamente el cuerpo de su pequeño doncel, era un adiós, pero estaba bien, no sabía lo que seguiría para el pero mientras Tetsu fuera feliz todo estaría bien, la felicidad de su ojiceleste era lo más importante para él.

Tetsuya se balanceo un poco más, las lágrimas continuaban cayendo por sus blancas mejillas, beso las mejillas, los labios. Suspiro al darse cuenta que ese no era Aomine pero le encantaba la sensación de ese joven cuerpo rodeando y tocando el suyo tan íntimamente.

-puedes irte Aomine-kun… estaré bien, Taiga me cuida mucho, me quiere, y nunca, nunca te olvidare… -

Los dos continuaron moviéndose, se abrazaron con fuerza y finalmente colapsaron en el futon profundamente dormidos.

Notas finales:

gracias por leer!!


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