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mi pendiente contigo. por yuki666

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Notas del capitulo:

pues .... aqui esta el capitulo final xD

perdon por tardar tanto, pero la neta como que no me gustaba como quedaba y finalmente quedo...

pues dejenme decriles que me sigo poniendo triste por tener que acabar un fic, pero como les comente en in fire estoy por publicar un omegaverso

disfrute mucho poder escribir este fic, se que no hay lemon pero me quedo con un buen sabor de boca de poder compartirles esto que nacio de mi corazon con mucho amor.

gracias a todas las personas que comentaron y que leyeron, les invito a leer mis otros trabajos.

 

sin mas aqui el final...

Taiga abrió los ojos y de inmediato los cerro al sentir que la luz le lastimaba, se hizo pantalla con la palma de las manos y los volvió a abrir, su cuerpo dolía tan jodidamente horrible que se sentía como perro atropellado. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba?

Tomo asiento y pudo reconocer el lugar casi de inmediato, había cuidado en el mismo a Tetsuya hasta el día anterior, estaba en la recamara de su persona más especial.

Sus mejillas se sonrojaron al sentir que bajo las mantas estaba totalmente desnudo. Oh mierda… realmente ¿Qué había pasado?

Tetsuya entro a la recamara con   un gran balde de agua y un par de toallas.

-qué bueno que ya despertaste… ¿te sientes bien? Estaba por limpiarte pero si prefieres puedes darte un baño,  el calentador esta encendido.-

Taiga no sabía ni que decir. Se incorporó lentamente, teniendo especial cuidado en cubrir su cuerpo tanto como pudiera con la sabana.

-¿limpiarme? ¿Qué paso? –

Tetsuya se sentó en la orilla de la cama, sospechosamente muy cerca de él y con una bonita sonrisa en su rostro. A Taiga se le olvido respirar como 30 segundas por una cosa tan preciosa.

-te desmayaste, has estado aquí por una semana, te he estado limpiando desde entonces.-

Las mejillas de Taiga pasaron como por 30 tonalidades de rojo.

Tetsuya tomo la mano que Taiga inconscientemente había aferrado a la blanca tela, la acerco a su rostro, la beso y la dejo apoyada ahí, en su mejilla.

-gracias…-

Taiga observo todo en estúpido silencio. ¿Realmente lo estaba tocando? ¿Acaso estaba soñando? Giro la mirada en todas direcciones en busca de Aomine, seguro como la mierda que iba a aparecer en cualquier momento y le iba a morder el culo a gritos.

-ya no está aquí… él se fue, ya está descansando…-

Taiga supo que de lo que hablaba y sonrió con tristeza.

-lo siento mucho…-

-no tienes por qué disculparte, estoy bien y el ahora también lo está… gracias, lo ayudaste a descansar, eso es lo que importa.

Tetsuya subió a la cama lentamente y gateo hasta ponerse a horcajadas en el regazo del gatote.

-los amo… a los dos los tengo siempre en mi mente, en mi corazón, los dos son los hombres más importantes de mi vida, quiero estar contigo, quiero…-

Unas gruesas lágrimas se derramaron por las blancas mejillas. Que estúpido, Tetsuya había llorado más en esa semana que en toda su vida. Taiga había abierto la compuerta de todas sus emociones.

-shhh… sé que lo sigues amando, entiendo por qué y sé que tienes miedo a sufrir de nuevo, pero no te dejare, lo  prometo, puedo tomar una bebida antioxidante por día para mantenerme sano, nunca te dejare…-

Con los labios temblorosos Tetsuya beso los de Taiga. El pelirrojo le correspondió con fuego puro, se incorporó un poco, maldiciendo y batallando con la estúpida sabana que no lo soltaba.

Tetsuya sonreía nervioso y divertido borrando de su rostro toda huella de lágrimas.

-te amo tanto…- susurro Taiga mientras le volvía a besar, saboreando la piel, el aroma, teniendo especial cuidado en no aplastar con su descomunal cuerpo el pequeño de Tetsuya.

 -yo también… me enamoraste, hiciste que el dolor se fuera, hiciste que Daiki descansara y que volviera a respirar sin sentir que un cuchillo se me clavaba en el corazón cada que despertaba solo.-

Taiga sintió que un nudo se formaba en su garganta. ¿Era en serio? Al parecer dejarse poseer por ese estúpido fantasma había sido bueno. Tetsuya se veía distinto, libre, tranquilo y por su puesto más hermoso.

 

-Kuroko ¿Cómo está el…?- la inesperada entrada del doctor Shintaro dejo a Taiga lívido, ¡qué vergüenza! Su descolorido culo salía de entre las sabanas mientras acariciaba al ojiazul, los dos voltearon a ver al médico y los 3 hombres adultos se sonrojaron cual quinceañeras.

Los anteojos del médico se nublaron y este salió ocultando su vergüenza, Taiga oculto el rostro en el espacio del cuello del pequeño ojiazul.

-¿todos están aquí?-

Para disminuir el bochorno en Taiga el ojiazul palmeo su cabeza cual niño pequeño.

-sí, todos estaban preocupados por ti. Le dije a Midorima-kun que te alistaría para que te revisara- sonrió juguetonamente ante la vergüenza del pelirrojo.

-ven, tenemos que alistarte para que todos vean que ya estas mejor –

 

 

Dos semanas después a Taiga le faltaba la cola de perro para que se moviera con entusiasmo. La relación con el pequeño director había ido muy bien, salían a pasear mucho, se besaban y se acariciaban cada que querían, incluso en una ocasión el  inesperadamente atrevido director le había llevado a su oficina, en pleno horario escolar y tras asegurarse que la puerta estaba bien cerrada se habían dado una buena sacudida. Muchos besos húmedos, caricias fuertes, el tocarse uno al otro y llevarse al clímax con la mano, permanecer bien abrazaditos durante muchos minutitos.

 

 Taiga definitivamente era muy feliz, y estaba consiente que al seguir siendo estudiante universitario y tener como una entrada financiera su sueldo de la guardería y una pensión por parte de su padre tenía que hacer muchas cosas para sostener –aunque no le hiciera falta- económicamente al maestro.

Digámosle orgullo de hombre.

Tetsuya salió de su departamento con su ropa casual, listo para la cita de la noche, desde que Taiga recuperara sus fuerzas y comenzaran a salir se sentía rejuvenecido y entusiasmado. Los niños siempre le coreaban a viva voz “¡¡¡hhhuuuyyy tu novio!!!” y sus amigos se veian realmente satisfechos con que ambos estuvieran saliendo.

-guau…- exclamo Taiga mientras le veía salir, Tetsuya sintió que sus mejillas se sonrojaban ante la mirada muy apreciativa del tigre. El chico no se veía tampoco nada mal, con esa ropa casual que se ajustaba a su cuerpo en los lugares correctos no dejando mucho a la imaginación.

Tetsuya quería hincarse ahí mismo, lamer cada abdominal y el sexo bien dotado que se ocultaba debajo de la ropa.

-¿quieres que nos quedemos?- le susurro el pelirrojo como si leyera sus pensamientos. A Tetsuya no le hizo falta que se lo dijeran dos veces.

 

 

 

Tetsuya sintió algo raro en su cuerpo. No sabía que pero sabía que no todo estaba bien. Había sido una noche bastante movida, no había duda alguna que Taiga era un amante joven y enérgico que le había llevado al orgasmo hasta el desmayo, su cuerpo dolía en tantos lugares que temía sinceramente moverse aunque sea un poco, se abochorno de tan solo recordar la forma en que Taiga le había manipulado, como si fuera masa y le hubiera moldeado perfectamente a su cuerpo, todo, absolutamente todo su cuerpo había sido acariciado, besado, lamido, y le había dicho tantas cosas tan hermosas.

El joven era un amante dadivoso, empático, romántico y muy cariñoso que le había acariciado hasta dejarlo dormido despues de hacerle el amor muchas veces. Tetsuya no podía pedir más.

 

El bochorno fue rápidamente mitigado cuando una ola de nausea arremetió contra el obligándole a trastabillar al baño.

Las fuertes arcadas hicieron que Taiga se despertara y corriera atrás de él, dándole el suficiente confort y ayudándole a incorporarse y enjuagarse.

-¿te sentó algo mal? ¿Tendrás baja tu azúcar por que anoche no cenamos?-

 Aquello podía ser… pero Tetsuya tenía el presentimiento de que había algo más.

-Date un regaderazo, voy a llamar a Midorima para que te revise.-

Como era lunes y Midorima dejaba a Kazunari en la escuela Tetsuya no rehusó la atención. Despues de lo pasado con Aomine no le gustaba perder el tiempo en excusas tontas.

 

 

 

 

 

Los ojos de Taiga se abrieron grandotes, miro a Tetsuya que yacía ahí, sentado en la cama pálido y con los ojos aguados de emoción.

-pero… nosotros apenas anoche…- que Tetsuya estuviera embarazado había sido lo más bizarro que le pudieron haber dicho, como Midorima les había dado la noticia y noto una fuerte tensión entre ellos dos se había retirado lenta y cuidadosamente.

-no puede ser…- susurro Tetsuya abochornado y recordando su último encuentro con Aomine… en el cuerpo de Kagami.

-¡¡fue ese estúpido!! ¿Verdad?- Tetsuya se limitó a decir si con un movimiento suave de cabeza.

-con razón anoche sentí como que no era mi primera vez contigo… pues ni modo… ahora te casas conmigo para tomar responsabilidad de esto…-

El director vio a Taiga como si le hubieran crecido dos cabezas.

-¿casarnos? ¿Hacerme responsable?-

El tigre sonrió malévolamente –abusaste de mi mientras un espíritu me poseía… mi dignidad y mi virtud tienen que ser compensadas… ahora nos casamos.-

El nudo que yacía fuertemente amarrado en el abdomen de Tetsuya se soltó por la bonita sonrisa de Taiga.

-pues creo que no hay remedio… tomare la responsabilidad…-

 

 

 

 

 

 

 

 

 

35 años despues------

 

Hazuki salió del regazo de su madre y pucheo un poco tratando de limpiar las lágrimas que había derramado. Su abuelo Taiga había muerto… no sabía muy bien que significaba aquello pero tenía la certeza de que al igual que paso hace unos meses con su abuelo Tetsu ya no los vería más.

El tío Midorima, anciano y gruñón amigo de sus abuelos abrazo a su esposo y ambos le sonrieron amigablemente. Melissa, su madre no dejaba de llorar por la repentina muerte de su padre y Hazuki se volvió a aferrar a su regazo tratando de confortarla un poco.

-cumplió con su promesa…- susurro el tío Ryota con lágrimas corriendo dolorosamente por su arrugada mejilla.

-Kagamichi murió despues de él, cumplió con su palabra… el solo término de arreglar la documentación para proteger a Melissacchi y Hazucchi, y su corazón no pudo vivir más sin Kurokochii…-

Melissa, la bella pelirroja que era hija de taiga y Tetsuya sonrió con dolor a la lápida que tenía la foto de su padre Taiga.

-fueron muy felices… -

-si…- dijeron todos mientras Hazuki vio al hombre moreno parado en la entrada de su sala caminando hacia arriba, a la habitación de sus abuelos.

Se separó de su madre y siguió al hombre. Probablemente se había perdido.

Lo encontró mirando detenidamente la foto de sus abuelos casándose, justo a lado estaba una foto de su abuelo Tetsu en el hospital cargando a su mami, y a lado de esta la foto de Melissa cargándole a el recién nacido.

-son una bella familia…- susurro el moreno y Hazuki se impresiono por los fríos ojos  azules cobalto que miraban las imágenes con anhelo.

-si… los abuelos cuidaron mucho de mami y de mi… los quiero mucho… Taiga ojichan era muy divertido, sus cejas estaban chistosas y le gustaba comer mucho… a Tetsu ojichan le comprábamos siempre malteadas de  vainilla… -

El moreno se inclinó hacia el para verle directamente a los ojos.

-¿Cuántos años tienes?-

-8-

-¿tu madre es buena contigo?-

El niño brinco emocionado y asintió sonriente. –Muy muy buena… como papi sale mucho de viaje ella y yo jugamos mucho, me enseñó a leer, a escribir y a tomar bien los palillos, los abuelos nos dejaron quedar en su casa… -

El dolor volvió a cruzar los bonitos ojos rojos muy parecidos a los de Taiga y el moreno acaricio la cabeza del niño.

-oni-san*… ¿conoces a los abuelos?- una sensación refrescante, casi fría recorrió el pequeño cuerpo del niño.

-sí, éramos amigos… incluso podrías decirme ojichan también…-

Una sonrisa llena de un sentimiento especial, que el niño no logro entender en ese momento atravesó las duras facciones del moreno.

-¿oji…chan?...-

-si… muy bien… Aomine ojichan**…-

 

-Hazuki… ¿estás aquí? – la voz de su padre le sorprendió y el niño casi brinca de su propia piel, el hombre entro y tomo a su hijo en brazos.

-¿Qué haces aquí? –

-estaba hablando con Aomine ojichan… - explico el niño tratando de presentar al moreno a su padre.

No había nadie… y ahora que estaba en brazos de su padre podía ver con mayor facilidad las fotos que yacían en la repisa superior… la imagen de su abuelo Tetsu, joven y sonriente con Aomine ojichan le saludaba desde ahí…               

Notas finales:

ese aomine que viene a vistiar al "nieto" xD

la verdad siempre he creido que nuestros seres queridos aveces se pueden manifestar a nosotros... sobre todo ante los niños. aunque si me pasara probablemente me cagaria xD

en fin, de nuevo gracias por leer... nos vemos!!!

 

*es una forma respetuosa de referirse a un hombre adulto- joven desconocido, algo asi como "hermano grande"

** abuelito en japones aunque no recuerdo bien si asi se escribe. 


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