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mi pendiente contigo. por yuki666

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Notas del capitulo:

si les soy honesta estoy desvelada, briaga y aburrida y como no tenia nada que hacer pues les dejo otro capitulo mas.

gracias a las personas que comentaron y por leer.

Cierta tarde, los dos iban por la calle, cuando las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer. Taiga se quitó su chamarra y se la coloco en sus hombros al peliazul.

-pero… te vas a mojar tú…-

-no te preocupes… así me ahorro un baño…- bromeo el pelirrojo  insistiendo de esa manera en que Tetsuya continuara tapado.

-gracias… supongo que debo reconocer que ya no me puedo dar el lujo de andar sin abrigarme o mojarme cuando yo quiera o peor aún tomar cosas muy frías… -

Entendiendo que el director se estaba auto señalando como viejo soltó una carcajada.

-¿pero que dice director? ¡Si usted es muy joven! ¿Cuántos años tiene 26? ¿27?

El chibi hizo un pucherito  -31… - confeso resguardando su rostro en la chaqueta. Taiga se detuvo estupefacto un par de segundos.

-es broma ¿verdad?- Tetsuya negó encogiéndose un poco más sobre sí mismo. Al notar que el director ya le había dado una buena distancia de diferencia troto tras él y lo giro sobre sí mismo para quedar los dos de frente.

-¿vas a cumplir 31 o tienes 31?-  la intensidad de la mirada del pelirrojo hizo que Tetsuya se sonrojara y sintiera un fuerte nudo de una emoción sentida hacia mucho pero mucho tiempo con Aomine.

-tengo 31… en una semana… cumplo los 32- agacho su mirada al no poder sostener la borgoña -¿te molesta que sea más grande que tú?-

El pelirrojo se percató entonces que continuaba aferrando a Tetsuya de ambos brazos para impedirle que se moviera, su cuerpo tomo el control y llevo su mano hasta el rostro del profesor para levantarlo y forzarle suavemente a mirarle.

-no me molesta… para nada… me sorprende que se vea  tan joven… ¿a usted le molesta que yo sea más joven?-

Tetsuya negó con un enérgico movimiento de cabeza, después sonrió complacido, como si un gran peso se hubiera quitado de su espalda.

-deja de hablarme de usted… al menos cuando estemos fuera del trabajo… - Taiga sonrió de manera deslumbrante.

-¿sabes que me gustas mucho verdad?- aquel comentario había salido de manera tan natural que los dos sin proponérselo si quiera se percataron que se habían acercado mutuamente.

El ojiazul asintió –a mí… a mí también…-

-quiero conocerte… y quiero que me conozcas… - tan ensimismados estaban el uno del otro que no se percataron que la suave lluvia que había iniciado comenzaba a aumentar su intensidad.

Se inclinó un poco hacia el chibi y justo antes de besarle unos delgados dedos se posaron en sus labios.

-está lloviendo más… y yo… no puedo… a un no…-

Kagami suspiro con resignación… después sonrió con auténtica felicidad y estuvo a punto de saltar como quinceañera enamorada. Otro paso… había dado otro paso más a su propósito. Incito al profesor a que continuaran caminando y juntos, cerquita el uno del otro lo hicieron hasta llegar a las afueras del trabajo y hogar del peli celeste.

La lluvia se había convertido en un auténtico torrenton, Tetsu abrió la puerta del colegio y miro al otro con gesto avergonzado.

-pasa… sécate y cuando pase la lluvia podrías irte… todavía es temprano-

Taiga ni lo dudo.

 

 

-¿es en serio? Tío… pero mira que eres terco, pensé que después de que te cagaras en los pantalones no regresarías.-

El fantasma le recrimino nada más entrar al departamento ceñudo y los brazos cruzados.

Taiga ni caso le hizo. Tomo asiento en la sala  y acepto la toalla que le daba el profesor para secarse el cabello.

-te estoy hablando imbécil… no te hagas el sordo… en este preciso momento te largas de mi casa y ni se te ocurra regresar… Tetsu es mío…-

El moreno continuo la perorata larga y tendido  y para ser sincero con uno mismo comenzaba a irritar a Taiga, sin embargo la exquisita visión de un peliazul mojado hasta los huesos y la ropa ajustándose a su cuerpo hizo que Aomine pasara a ser un mueble más para él.

-voy a cambiarme- aviso el peliazul una vez se aseguró que Taiga tenía todo lo indispensable para que entrara en calor.

Aprovechando que el chibi se iba a su habitación el ojirojo fulmino con la mirada al moreno. El caparazón de la indiferencia que levanto Aomine  hizo que la intensidad con la que era observado perdiera total importancia, Taiga se sintió un verdadero chiquillo.

-¿se puede saber qué diablos sigues haciendo TU aquí?... sigue la luz, ve al más allá… ve a encantar una vieja mansión, ¡estás muerto! Ya no tienes nada que hacer… Tetsuya  tiene que seguir viviendo su vida… y si yo puedo entrar en ella no dudes que lo hare-

Los ojos azul cobalto del moreno lucían tantas expresiones en ese momento que eran difícil de apreciar o identificarlas.

-¿tú qué sabes estúpido?... siempre… desde jóvenes éramos Tetsu y yo solamente… el que no tiene nada que hacer aquí eres tu… yo soy su esposo… y no pienso dejar que ni tu ni nadie se acerque a el… -

Taiga trono la lengua con verdadera irritación.

 -no pienso dejar a Tetsuya… estas muerto… no puedes hacer nada por el… tienes que dejarle libre. Lo suyo fue historia. – una pequeña sonrisa apareció en sus labios. –yo hare que Tetsuya te olvide…

La mirada cromada era intensa, pero eso no le amedrento.

-veremos si puedes…- reto el moreno.

 

Tetsuya salió de su habitación con un pijama azul y una toalla alrededor de su cuello, estornudo un par de veces y miro a Taiga quien seguía en su sala con aire molesto. Al parecer no le era muy de su agrado estar en su casa.

-¿te resfriaste?- cuestiono el pelirrojo poniéndose  de pie y acercándose al peliazul

 -eso parece- murmuro el ojiazul sorbiendo por la nariz.

Había dejado de llover y Taiga supo que tenía que irse, Tetsuya tras dudarlo un poco le indico al pelirrojo que se inclinara.

Un beso…

Un rápido, tímido y tierno beso fue plantado en sus labios. Taiga se quedó pasmado lleno de emoción y  conmovido hasta la medula por el gesto, Tetsuya se estaba tocando los labios con la punta de sus dedos como si no pudiera creer lo que acababa de hacer.

Aomine estaba parado justo en medio de ellos con cara totalmente incrédula, extrañamente silencioso.

Taiga sonrió, se inclinó otro poco y devolvió el gesto moviendo sus labios lenta y seductoramente. Cuando creyó que perdería el control se limitó a separarse y acariciar la piel blanca y suave.

-buenas noches Tetsuya… -

Notas finales:

de una vez aviso, este fic es corto, sera a lo mucho otros 4 capitulos cortos, pero yo lloro cada que lo releo. xD

gracias por leer y espero contar con sus comentarios,


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