-¿seguro que ya estás bien?…-
Cuestionaron al unísono Kise y Kazunari que habían ido a visitarle por la tarde, dos días después de la crisis del director. Tetsuya, con semblante más tranquilo, sano y feliz asintió a sus amigos.
-si… lo siento mucho, eh causado molestias a todos-
El rubio lloriqueando se acercó a su pequeño amigo y le abrazo fuertemente.
-Kurokochii… no sabes el susto de muerte que me dio Kagamichi cuando me habló por teléfono para decirme que estabas enfermo…- una extraña y maquiavélica mirada rasgo los bonitos ojos dorados.- lo bueno que él te había venido a ver un domingo en la mañana cuando estabas SOLO…-
La mirada zorruna de Takao y el rubio hicieron que Tetsuya se sonrojara...
-me gusta mucho…- comento con simpleza mientras tomaba un pañuelo y se sonaba, sus dos compañeros de trabajo le miraron expectantes.
-y yo también le gustó mucho…-
Kise y Kazunari sonrieron cómplices.
-¿y? ¿Vas a salir con él? ¿Ya se te declaro? ¿Hicieron ya cosillas de adultos?-
El ojiazul evadió su mirada con la típica carita de palo, inconscientemente apretó en su puño la colcha de la cama.
-lo bese… -
Los otros dos donceles gritaron emocionados y se abrazaron cómplices.
-pero como sigo amando a Daiki no tuve la fuerza necesaria ni para regresar a mi habitación y llore hasta quedarme dormido en el gekkan… por eso enferme…-
Los amigos se sentaron, uno a cada lado de su jefe y le abrazaron con aprecio.
-Kurokochii… Aominechii… el… el ya no está aquí… el… el no querría esto para ti, el solía decirte que en cuanto muriera regresaras a tu apellido de soltero y buscaras a alguien con quien vivir… que le dejaras ir… que…-
Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas, Tetsuya no solía ser muy expresivo con la gente, pero Kise desde la secundaria y Kazunari desde la universidad se habían ganado a pulso el cariño del ojiceleste y solía decirles con honestidad como se sentía.
-él pudo haber dicho muchas cosas… pero él no fue quien perdió a su persona más amada… para el ya todo acabo… él ya debe estar en un lugar tranquilo, sin dolor, descansando… pero yo sigo aquí… no es nada fácil despertar en la madrugada y al girar en la cama no ver su espalda… cada que los veo chicos siento envidia… ¿Por qué yo?... ¿Por qué el? Éramos felices… después de haber estudiado y trabajado por años habíamos alcanzado una estabilidad económica y estábamos planeando tener familia… los dos nos habíamos esforzado tanto… tal vez… tal vez si hubiéramos ido al médico la primera vez que vomito el estaría aquí… me atormento todo el tiempo por haberle hecho caso en que había sido tan solo un recargon estomacal, debí ser más insistente, pero era demasiado tarde cuando nos dimos cuenta… y… y se fue… pensé que mi corazón se había ido con él, creí que nunca en la vida habría alguien que me hiciera sentir así… creí que nadie más vería al “chico invisible”… pero…-
Kise y Kazunari abrazaron con mayor fuerza a su amigo, no le detuvieron en ningún momento, desde que había muerto su amigo Aomine esta era la primera vez que realmente hablaba de cómo se sentía, era bueno que sacara todos estos sentimientos resguardados si querían que el mas chibi mejorara.
-pero llego el… y me enamoro…- continuo Tetsuya resguardándose en el pecho de ambos, hipando como un niño chiquito, indefenso.
-come como bestia, le gusta el basket, se sonroja con facilidad, es honesto, tierno, le dan miedo los perros, me enamoro… es alguien autentico, similar en cuanto a fortaleza a Daiki… pero tan diferente a el… hay días en los que no pienso en Daiki por estar pensando en el… y simplemente… no lo puedo evitar… me enamoro… estoy estúpidamente enamorado de el… -
Tetsuya continuo sollozando un par de minutos más en el hombro de sus amigos… lo había dicho… finalmente había dicho el cómo se sentía.
Kazunari y Ryota lloraron con él y minutos más tarde, los tres donceles, con la nariz roja y los ojos hinchados se sonrieron en señal de apoyo.
-qué bueno que te sientas así por alguien…-
Los tres se tomaron de la mano.
-él también debe sentir lo mismo por ti… se nota a kilómetros… no dejaba de cuidarte, lo tuvimos que sacar a rastras hoy de tu casa, no quería, pero como los niños se fueron temprano le dijimos que estaríamos aquí hasta bien entrada la noche, prometió venir para cuidarte también hoy… sería bueno que hablaran… y que le agradecieras…-
Tetsuya asintió… por supuesto que lo haría.