Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una canción, el inicio de todo por HIkari Aome Nikoru

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

No iba a negar que los primeros días en su trabajo habían sido complicados. Hasta que le tomara el ritmo a las cosas le había costado mucho adaptarse. Sin embargo había transcurrido semana y media desde que inicio y realmente hacía bien su trabajo. A pesar de que había sido difícil y al ser estudiante y no tener experiencia, había logrado conseguir un trabajo a cargo de la caja de una boutique en una de las mejores zonas comerciales de la ciudad. La paga era buena, no iba a negarlo, había hablado con el gerente y negociar que su paga fuera diaria. Y según lo ofrecido y dependiendo de cuanto vendiera en el día le daría una pequeña comisión. Aunque para Yuuta no era tan pequeña.


En esta semana y media ya había logrado reunir el 20% del costo del pasaje y al ver su jefe que le estaba yendo muy buen no tuvo problema en concederle una mañana como permiso para que Yuuta pudiera tramitar su pasaporte. Su jefe estaba consciente que era algo temporal su estadía como trabajador. A lo cual no había tenido problema en contratarlo.


Yuuta se encontraba en la dirección del registro de migración, había logrado sacar sus papeles familiares a escondidas de su madre y ahora solo esperaba a que anunciaran su turno en la pantalla del televisor.


- Disculpe joven, ¿me podría indicar donde se espera por los turnos? – una señora de edad avanzada, unos 70 años le calculaba el ojiverde, le habló.


- Aquí llaman a todos los turnos – respondió


- Le agradezco – la señora se sentó junto al joven dejando un puesto de distancia


- ¿Vas a viajar jovencito? – le preguntó la señora


- Si, algo así – Yuuta no quería hablar, así que intentó responder de una manera cortante pero no grosera.


- Ya veo... y ¿a dónde te irás? – la señora al parecer no había captado la intención del joven.


- Lejos – sin embargo antes de poder si quiera detenerse, aquella palabra solo escapó de sus labios.


- Vaya, "lejos" es un lugar bastante agradable en primera instancia, sin embargo se puede convertir en un lugar bastante sofocante y solitario. – respondió la anciana al ver la actitud del pensativo y distante muchacho.


- Eh? – antes de que el muchacho pudiera responder algo ante el comentario de la mujer, ésta ya se estaba alejando hacia uno de los cubículos, pues su turno ya había sido anunciado en la pantalla.


Un poco contrariado ante las palabras de la mujer, el joven se acercó al ver su turno en la pantalla de la sala. Se sentó en la silla frente al señor que lo atendería con el proceso de su pasaporte.


Conversación entre Yuuta y la persona de migración


- Buenos días, ¿en qué puedo ayudarlo?


- Buenos días, quiero tramitar mi pasaporte para poder viajar a Canadá.


- ¿Motivo del viaje?


- Estudios


- Permítame sus papeles


- Claro...


- Por lo que veo usted fue admitido en un intercambio estudiantil y con beca incluida para una futura universidad.


- Pues sí, como puede ver mis papeles están en regla.


- Bueno... hay algo que hace falta... El permiso de viaje firmado por sus padres, al ser menor de edad lo necesita.


- Si, lo tengo... Aquí tiene. Me imaginaba que al ser menor de edad no me permitirían viajar sin el consentimiento de mis padres.


FLASHBACK


Yuuta sabía que necesitaba la firma de permiso de sus padres para poder salir del país, el problema era que no sabía cómo decírselos para que firmaran. Era más difícil decírselo a su madre que a su padre.


- ¿Papá me puedes ayudar con tu firma para dar consentimiento de un viaje escolar a Hokkaido?


- ¿Cuándo es el viaje?


- En 3 meses


- Este viaje no estuvo planeado en la reunión de padres de inicio de curso.


- No, es algo organizado en estas fechas, por eso me entregaron este consentimiento para que los padres firmaran.


- Ah, entiendo de acuerdo, pero necesitas el consentimiento de tu madre también.


- Si, ya le digo que me lo firme después. Son dos copias las que tienes que firmar.


Yuuta tenía un poco de miedo que su padre leyera el destino real del consentimiento que estaba punto de firmar. Había sido bastante laborioso hacer un consentimiento corto, como de un viaje estudiantil. Sin embargo su padre simplemente lo firmo y se lo devolvió, haciendo que el joven lograra respirar nuevamente.


Ahora lo que le restaba era saber que decirle a su madre para que firmara sin que lo leyera. Por lo que conjuntamente a otros papales falsos como de la Academia, más unos folletos de notas académicas, se acercó a su madre para que los firmara.


- ¿Mamá me ayudas con tu firma en mis registros escolares?


- Claro hijo, no sabía que te habían entregado ya tus notas.


- Ah sí, apenas ayer nos las dieron.


Su madre, como de costumbre leyó, las tres primeras hojas de los reportes académicos, llevándose la sorpresa que su hijo había salido con buenas notas independientemente de las clases de inglés y su trabajo a medio tiempo.


- No sé cómo le hiciste pero tus notas son muy buenas, te felicito hijo. Cuando iniciaste en este programa especial para convertirte en un artista musical, tenía mis dudas de que realmente te aplicarías; pero me alegro que hasta la fecha no lo hayas dejado.


- Así es madre...


- Ah, y este papel ¿qué es?


- Ah, es un consentimiento de un viaje a Hokkaido para dentro de 3 meses. Necesito el permiso de ambos, papá ya lo firmo.


- ¿Viaje?


- Sí, es un viaje que se ha empezado a organizar recién y por eso no se sabía de él en el inicio de curso, por lo que los profesores nos entregaron esta hoja para que los padres den el consentimiento a sus hijos de que puedan viajar. Es un viaje de fin de un evento musical para un festival de la escuela, y van a llegar a los grupos ganadores del festival anterior.


- Ah entiendo, entonces lo firmo.


Como ya sabía, su madre si tomó la carta para leerla y luego la firmo.


- Son dos copias madre, la de abajo también por favor.


- ¿Dos copias?


- Sí, una es para los registros de la Academia y la otra para nuestros... senpai.


- Para Ootori-san...


- Si para... O-otori-senpai.


Su madre sin leer la "segunda copia", la firmó.


FIN FLASHBACK


- Bueno ahora que veo la firma de consentimiento de sus padres, voy a ingresar sus datos en el sistema. Por favor espere mientras proceso la información.


- Claro, no hay problema.


(10 minutos después)


- He validado sus datos en el sistema y el proceso continuó sin problema, le voy a pedir que cancele en la ventanilla del piso de arriba el costo del pasaporte y acérquese nuevamente para fotografía, firmas y sellos.


- ¿Eso quiere decir que ya tengo mi pasaporte?


- Si prácticamente, cuando lo cancele estaremos en la parte final del proceso.


- Gracias, ahora vuelvo.


FIN de la conversación entre Yuuta y la persona de migración.


Ahora que prácticamente estaba a unos yenes de conseguir su pasaporte, Yuuta no cabía en sus sentimientos. Por una parte estaba aliviado de que no hubiera ningún problema en la emisión del mismo, por otra parte estaba nervioso porque ahora ya nada lo detenía de irse y por eso también estaba confundido. Ahora más que nunca sentía como real todo lo que había sucedido en estos meses, ya prácticamente palpaba su viaje entre sus manos y era una sensación amorfa y extraña. Los recuerdos golpearon en su cabeza y el causante de la decisión cayó como un rayo en su mente; Ootori-senpai. Se detuvo un segundo a recordar su rostro y su sonrisa, sin embargo y sin perder tiempo, este perdió el color y se transformó en la escena de su partida.


Ahí estaba todo lo que Yuuta no había querido pensarlo seriamente durante todo este tiempo, la realidad lo sacudió de pies a cabeza y lo hizo despertar completamente.


- Voy a irme, por fin voy a poder viajar... A dejar todo atrás y ya no sentirme de esta manera. Ahora ya con mi pasaporte tengo un pie prácticamente en el avión y el otro en Japón. Ya no hay nada que me pueda a atar...


Un poco más seguro se acercó a la ventanilla que el hombre le había indicado y con el ticket de pago en la mano, sacó 9000 yenes, los extendió a la señorita y recibió su comprobante de pago. Regreso al piso principal y se acercó nuevamente al joven.


Tomó asiento y veía como el muchacho ingresaba números y letras en su computadora. Posteriormente le pidió que pasara a un pequeño cubículo para la foto y huellas dactilares. Luego de esperar por 15 minutos ya tenía fecha para la entrega del pasaporte.


- En 4 días debe acercarse al piso 4 y en la ventanilla 7 le entregarán ya su pasaporte, el horario en el que puedo acercarse es de 2 a 4 de la tarde, no necesita tomar un turno; solo debe traer este documento.


Luego de agradecer la amable atención del muchacho, Yuuta se retiró del edificio y camino por una de las calles hasta un pequeño parque. Se acercó a una máquina de refrescos, pago por uno lo tomó y se sentó bajo un árbol a disfrutar de su bebida.


- Vaya, no pensé que podría encontrarte aquí- habló una voz cerca – Hoshitani-kun


- Tsukigami – respondió ante tan inesperado encuentro.


- ¿Puedo sentarme? – sin embargo ante de que el castaño pudiera responder ya tenía sentado a un costado a su excompañero de grupo.


- ¿Qué haces por aquí? – preguntó sin verlo a los ojos.


- Salí a correr – respondió el peliazul. - ¿Y tú?


- Unas diligencias – realmente no quería tocar el tema con nadie, aún estaba digiriendo ya tener su "boleto de salida".


- Ya veo... Sabes... Nayuki pregunta por ti muchas veces. Deberías llamarlo...


- No veo por qué realmente. De todas maneras no recuerdo haber tenido un bonito final con ustedes, sobre todo con tu novio.


- Hoshitani-kun


- Si me disculpas, tengo que irme


- ¿Tanto lo amabas?...


- ... En ese entonces, más que a mi propia vida... que tengas un buen día


- Hoshitani-kun, espera...


Sin embargo fue muy tarde. El castaño ya había salido de su radar visual. Mentiría si no dijera que le había sorprendido su respuesta, sin embargo no podía creer que tanto amor, que decía tenerle en ese momento, se haya transformado en odio, rencor y hostilidad.


Yuuta realmente lo había amado, todo el tiempo que pasó a su lado, sus encuentros fortuitos, sus sonrisas, sus miradas, sus conversaciones. Todo había alimentado poco a poco el amor que después se desbordaría tanto hasta que se escapó de entre sus dedos.


Pero estaba convencido, todo ello fue el causante de que ahora ya estuviera con un pie en su futuro sin música, sin escenarios pero lo más importante; sin Ootori. Estos eran los pequeños pasos para alcanzar su futuro.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).