Levanté mi vista sorprendido, rezaba porque no fuera un pájaro que chocó con mi ventana o alguna rama del árbol que fue movida por el viento, y no lo fue, Riku estaba ahí con una de sus altaneras sonrisas esperando a que abriera la ventana. Sonreí con paz.
- Volviste.
- Volví.
- Pensé que estabas enojado por lo que dije y de verdad no ibas a volver.
- ¿De verdad crees que así de fácil te vas a deshacer de mí? - Nuevamente, su típica sonrisa.
- ...
- Si me fui no fue porque me lo pidieras, hay un par de molestias junto con una molestia mayor que lo único que saben hacer es... bueno, molestar.
- Ya... Ya veo. - No sé cómo sentirme al respecto, ¿A qué se refiere con molestias?, ¿Acaso nuevamente mató a alguien?, ¿O es que conoce más gente?, ¿Tiene algo que ver con que la venda en sus ojos esté húmeda?
- ¿Qué pasa?, te pusiste pálido, pensé que estabas feliz de verme.
- Sí estoy feliz.
- ¡¿Estás feliz?!, Vaya, eso es un avance.
- En realidad no sé si feliz es la palabra.
- No intentes corregirlo. - Algo dentro de mí me dice que se hará una costumbre el hecho de que me haga decir cosas que no quiero.
- Como digas.
- Y, ¿Qué tienes para mí?, ¿Qué has hecho?
- Sabes que mi vida es aburrida, por eso apareciste en ella.
- ¿Qué harías para ponerla mejor?
- ¿Por qué te gusta hacerme tantas preguntas?
- Discúlpame por querer conocerte un poco mejor.
- Ya sabes todo de mí, eres un sicópata.
- Error, sé lo que muestras, quiero saber qué hay dentro.
- No suena muy lindo viniendo de alguien que mata gente.
- Todos tenemos derechos a hacer halagos.
- ¿Fue un halago?
- Así lo interpretaste estás sonrojado.
- ... M-Mentiroso.
- Sí, pero ahora lo estás.
- ¿Qué ganas con eso?
- Aprender que puedes caer fácilmente en las trampas.
- No me gusta que sepas eso.
- No hay nada que hacer al respecto. - Riku rió una vez más y sacudió mi cabello, sólo pude apartarlo.
- Imbécil.
~~~
Estoy contento
Estoy feliz
No, mentira, tampoco tanto, con contento es suficiente. Sin desmerecer la palabra, claro. Estar contento es estar bien y estar bien es estar conforme, ni llorando ni riendo... es estar... bien.
De nuevo, qué mentira acabo de pensar, estoy mejor de lo que he estado en los últimos meses (que tampoco es mucho decir (de nuevo, sin desmerecer)), estoy sonríendo con esa cara de tener algún tipo de déficit (con respeto) o cosas por el estilo. Siempre dicen que después de la tormenta viene la calma y estoy pensando con algo de miedo que quizás se debe a que estás tan acostumbrado a estar triste que la más mínima alegría te pone a mil, de verdad espero que no sea el caso.
Esa es una de las cosas que me he preguntado, la otra es si es correcto el hecho de que la causa mi felicidad sea la misma que causa desgracia es muchas otras personas. Sí, lo solté sin rodeos ni quebraderos de cabeza, y lamentablemente así como lo suelto, lo dejo ir, porque no quiero pensar en una respuesta si es que la hay.
Pero yo soy Sora y le daré mil vueltas de igual forma, aunque intente convencerme de que no quiero hacerlo, porque no podré estar tranquilo si no lo hago y porque es la escencia de mi corazón (qué poeta). Normalmente cuando trato de analizar si una acción es buena o mala intento compararla con mil y un ejemplos de la vida cotidiana, el problema es que mi situación es tan irregular que no existe una forma de compararla con algo que sea malo de una forma exageradamente ridícula. Vamos con los ejemplos:
Ejemplo uno: Supongamos que es pleno invierno y hay un incendio en un edificio, yo soy un vago que casualmente se quedó a dormir por el lugar y estoy al borde de la hipotermia, ¿Sería correcto quedarme ahí e impedir que apaguen el fuego a costa de la vida de los demás para poder salvarme a mi mismo de las bajas temperaturas?
Ok, mal ejemplo, sigamos.
Ejemplo dos: Digamos que necesitan desactivar una bomba puesta en un colegio y necesitan mis tijeras, tijeras que son un tesoro familiar y que por algún motivo se dañarán luego de utilizarlas para cortar los gruesos cables de cobre extraído directamente desde las mejores minas de todo el mundo, ¿Acaso mi recelo por ese artilugio familiar no es excusa para que un par de cientos de niños mueran a causa de una explosión?
Síp, soy malísimo dando ejemplos, probemos una vez más.
Ejemplo tres: Imaginemos que una persona cualquiera se ha sentido muy decaída y encuentra ánimos y nuevas ganas de vivir en otra persona, persona que en sus tiempos libres disfruta de destripar seres vivos, traumatizar inocentes, golpear niños y practicar abortos no consentidos (ni autorizados y/o salubres) a mujeres embarazadas, ¿Sería correcto no denunciar a un evidente y cada vez más peligroso peligro para la sociedad por mi propio egoismo y autosatisfacción?
Podría parecer otro de mis malos ejemplos si no fuera porque, en efecto, es lo que me ocurre. Les dije que era difícil analizar ésto. Como excusa, en realidad se podría decir que corro tanto peligro como cualquiera.
¿Les dije que también soy malo inventando excusas?
Supongo que ahora pueden entender mejor la razón por la que dije que me daba ''miedo'' pensar en ésto y que prefería no hacerlo, y es que aunque lo pienso no hay una razón moralmente correcta donde salga beneficiado (porque el hecho de tener a un asesino bastante armado lejos mío no lo considero para nada beneficioso...), como dije antes, estar cerca de Riku me ha ayudado más de lo que creí que cualquier delicuente podría (sarcasmo), hasta me hace reír de buena forma, el desgraciado representa todo lo que no tengo hace tiempo y me hace feliz y me perturba a la vez. ¿Cómo puedo deberle tanto a una persona así?, de hecho, se me ocurren un montón de historias en las que la gente sale beneficiado por ''malos actos'' de algún tipo de malechor, pero en realidad eso no justificaría mi situación. Podría también excusarme con que en realidad la moral es algo ambigüo, que en efecto lo es, pero tampoco me libra del hecho de que estoy haciendo mal a muchas personas sólo por mi propio beneficio y que la justicia debe ser imparcial.
Lo único que puedo hacer ahora es convencerme de que si yo nunca hubiera estado donde estuve ni hecho las acciones que desencadenaron todos estos sucesos, Riku seguiría donde está. Así es, ser un cobarde me da cobijo.
Qué triste
- Muy bien, señores y señoritas, recuerden traer su mapa la próxima clase, pueden retirarse. - La infaltable voz de nuestro profesor un viernes a última hora de clases seguida del tan liberador ruido de la campana, nunca me cansaré de oír ésto.
- Chicos, tengo alguien a quien presentarles una vez más, pero debemos esperar a que se aparezcan Vanitas y Ventus.
- ¿Una vez más, Tidus?
- Supongo que esto del intercambio se está haciendo muy popular.
- Se irán de espaldas cuando vean quien es; es alguien alto, fuerte y bien parecido, de voz profunda pero bonita que...
- Entonces, Tidus, ¿Tú también prefieres las salchichas? - Axel... es tan Axel.
- No, no soy Roxas. - Y Tidus... también.
- Malnacido, repítelo. - Roxas golpeó una vez a Tidus en el estómago y por lo visto se estaba preparando para el siguiente.
- No me agrada la idea de que alguien como tú me haga cariñitos. Podrías hacerme dudar.- Tidus le sonrió aún con el dolor de su alma. El otro rubio, por su parte, se había levantado completamente de su asiento, pero Xion se interpuso entre ambos y dijo.
- ¡Hola, Ven, Van! - Qué extraño suena.
- Justo a tiempo... - Suspiró Tidus. - Vengan, vengan, tengo alguien a quien presentarles.
- Tidus, sólo hazlo.
- Es que tiene que ser sorpresa, cierren sus ojos, no los abran hasta que yo les diga. - Entonces se escucharon pasos y lo que parecía ser Tidus chocando contra las mesas del salón al intentar pasar de un lado a otro. - Muy bien, uno, dos, tres. Pueden abrir sus ojitos. - Todos estábamos impactados. O Tidus es un buen muchacho, o sólo quiere ver el mundo arder. - ¡Es un nuevo estudiante!, Su nombre es Terra Tsuyoi y está muy contento de conocerlos. - Si lo estaba no se notaba, podías ver la incomodidad a kilómetros de distancia.
- Sé que ésto es raro, pero antes de que me golpeen entre todos quería pedirles perdón por lo que hice y pudo haberles afectado, no tenía idea de la gravedad de mis acciones, lo siento. - Seco y directo, aún así no parecía ser mentira, después de todo nadie lo obligaba a disculparse.
- Tidus, ¿Qué es ésto? - Preguntó Xion.
- Miren, Terra de verdad siente que jodió todo y que no debió ser necesariamente así, además el tipo está sólo, no podemos dejarlo estar, da pena. Se acercó a mí porque pensó que de todos era el que más lo iba a escuchar y no tiene malas intenciones, confíen en mí.
- Lo de si tiene buenas intenciones habrá que verlo, pero te lo digo desde ahora mismo, vuelves a acercarte a Ven así y te mato. - Vanitas nunca se anda con rodeos, creo que sí piensa que el tipo se merece una segunda oportunidad, pero es mejor advertirlo desde ahora.
- Te prometo que eso no va a pasar... no sabía del todo la gravedad del asunto... y eso.
- Ya. - Vanitas lo aprobó, Ventus, aunque con algo de miedo le dirigió a Terra una mirada acompañada de un pequeño suspiro que decía ''todo está bien''.
- Entonces, ¿Era cierto eso de que ustedes dos son pareja? - Se podía ver en su expresión una pizca de curiosidad infantil, miedo a cagarla de nuevo y una pequeña plegaria para que no fuera verdad.
- Pero, Terra, si fue lo primero que mencioné de ellos en mi súper presentación de la otra vez. - Terra se limitó a guardar silencio, creo que ahora lo que más lo impresiona es el hecho de asimilar que todo lo que estaba en esa presentación era, de hecho, correcto. Qué vergüenza. - Y, Sora, ¿No dirás nada?
- ¿Decir qué?, por mí no hay problema, creo que los que tienen que responder son otras personas.
- Por si estabas preocupado por mí, no tengo nada que decir, de hecho fuiste una gran ayuda. - Roxas dijo ésto a la vez que extendía su mano para estrechar la de Terra, acto que fue correspondido. Los demás nos limitamos a sonreír de medio lado, puesto que no teníamos ningún motivo personal por el cual despreciar a Terra, todo fue un mal entendido que ya se solucionó.
- Roxas, Terra ya sabe eso, todos saben que ahora estás con Axel.
- ¡¿Qué dijiste?! - Roxas se veía amenzante, fue trabajo de Axel poner una mano en su hombro para tranquilizarlo.
- Lo mismo dije hace tiempo de Vanitas y Ventus y se cumplió, soy mago.
- Un golpe de suerte.
- Tidus, ¿Por qué no puedes decir algo así sobre alguna de nosotras?
- Lo siento, Kairi, no controlo estos poderes. Además, eso requiere mucha magia para que funcione. - Tidus siempre logra ser así de hiriente con Kairi, no creo que lo merezca, pero no deja de ser gracioso.
- Qué grupo tan extraño, quiero decir, es normal que éstas cosas pasen, pero no que cada chico del grupo esté con otro.
- ¿Y qué hay de tí?, Xion. - Ella se sonrojó, el lado bueno de ésto es que Tidus lo dice en broma... espero. Por lo menos fue interrumpida por los quejidos de alguien más.
- ¡Ya les dije que no es así!
- Roxas, mientras más lo niegues peor es. - Axel le revolvía el cabello.
- Tú no los apoyes. Además, Sora también puede decirlo.
- ¿Yo qué?
- Sora... No me digas que... - Kairi estaba pálida.
- Supongo que es genético. - Vanitas sólo quería avivar las llamas, es increíble como todos parecen obtener placer producto de molestar a Kairi.
- ¡No he dicho nada!, No respondí porque estaba distraído.
- ¿Distraído?, ¿Pensando en tu amor quizás?, ¿Pero quién podría ser? - Ventus lo dijo de un modo que parecía dirigirse exclusivamente a Vanitas.
- Hay un chico muy guapo dos salones más allá. - Axel recibió un codazo de parte de Roxas a lo que Tidus respondió automáticamente.
- Y después no quieres que digamos que andan de novios.
- ¡No fue por eso! - Se excusó el rubio.
- Entonces, Sora, ¿Quién te gusta? - El color en el rostro de Kairi se había retomado, pero como es costumbre interrumpirnos entre nosotros mismos, tampoco pude responder.
- Quizás Sora está tan distraído porque no deja de pensar en ''aquel'' suceso y en ''aquel'' hombre misterioso que le robó el aliento. - ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Estoy pálido o rojo?
- ¡Tidus, no seas idiota! - Casi todos golpearon a Tidus, seguido de palabras degradantes y miradas de desprecio. Terra observaba todo demasiado confundido, supongo que será el mismo Tidus quien se encargue de explicarle todo luego.
- Creo que eso sería lo último que alguien querría recordar.
- No podría siquiera imaginarme algo como eso.
- Si Sora lo viera, lo mataría él mismo.
- ¿Cómo alguien podría tomarle aprecio a alguien así?
- Y además en tan poco tiempo... No tiene ningún sentido.
- Pobre Terra, no entiende nada.
- Esa clase de persona sólo es capaz de generar asco.
- ... Sólo busqué un motivo correlativo a su nivel de distracción, no sean tan graves.
- Pero no por eso tiene que ser algo tan estúpido, Tidus.
- Es un sicópata sin más, no se merece nada.
- El tipo no vale la pena.
- Nos amarró y golpeó a cada uno de nosotros, ¿Por qué Sora lo querría?
- ¿Cierto, Sora?
- ... Claro, yo... Lo odio.
~~~
Y aquí estoy otra vez caminando sólo a casa, martirizándome una vez más porque mi predicamento no tiene solución, porque soy un idiota, porque soy un egoista, porque hago todo mal.
Mamá no estaba en casa, así que dejé pasar la tarde y luego cené sólo, no sé dónde se habrá metido Vanitas, pero si necesita ''privacidad'' es mejor que no sea en esta casa. Hablando del tema, nunca supe qué fue lo que le dijo mamá después de lo que pasó ese día con Ventus, o si han hablado entre madres, qué drama.
Preocuparme mucho me da antojos de dulces, muchos dulces, mamá y mi hermano dicen que parezo mujer, qué pena que Vanitas se niegue a disfrutar de éstos pequeños placeres de la vida sólo por mostrar masculinidad.
Así fue como entre dulces y peliculas de Disney pasó completamente la tarde y el velo nocturno se dejó caer sobre las islas del destino. Amo cuando hay maratón de clásicos, me distraen de absolutamente cualquier cosa, cosas como que mi mamá y mi hermano llegaron en algún momento a la casa, pensar en que valgo mierda y que tengo compromisos nocturnos de los que nadie debe enterarse.
Y como es costumbre, Riku, en forma de una figura negra con toques plateados daba golpecitos a mi puerta para inciar con nuestra charla.
- ¿Quiéres un dulce? - Dije mientras me sentaba junto a él en el marco de mi ventana.
- ¿Qué son? - Me impresioné.
- ¡¿Nunca has comido un dulce?!
- Idiota, claro que sí, pero hay de muchos tipos.
- Ahh... bueno, son caramelos con sabor a naranja, éstos de acá son Marshmellows cubiertos con chocolate.
- Dame de esos. - Dijo apuntando a los caramelos, se los ofrecí y el tomó uno. Lo saboreó un poco y luego lo mascó. - Está rico.
- Debí suponer que eras de la clase de persona que masca los caramelos.
- Lamerlos es de niña. - Reí.
- Sonaste demasiado infantil. - Él me golpeó.
- No me digas eso. - Seguí riendo. - ¿Así que me odias? - De un momento para otro, lo dijo tan calmado que incluso esa indiferencia me dolió, preferiría que fuera con algo de enojo para así por lo menos saber que siente algo. Me costó entender a qué se refería hasta que caí en cuenta.
- ¿Escuchaste eso?
- Siempre escucho todo.
- Encontes, ¿Escuchaste toda la conversación?
- Así es.
- Lo siento.
- No te disculpes, sé que así es como se sienten, es lo más lógico y no me importa realmente. Sólo me interesa saber si tú me odias.
- ...
- Sora, ¿me odias? - Su rostro, que normalmente se mantiene mirando hacia delante se giró hacia mí, lo bueno es que no podía ver los ojos que estaban cubierto por las vendas, no sé cómo habría reaccionado si me hubieran visto de algún modo especial.
- Yo... no... - No terminé cuando él me interrumpió.
- Sé sincero, por favor.
- Ser sincero. - Respiré hondo. - Llevo días pensando en que hay varias cosas mal con ésto, mi sentido común me dice que debería denunciarte por todo lo que mis amigos dijeron, sin embargo yo no quiero que te vayas.
- Qué bonito. - Riku esbozó una sonrisa.
- ¡No te burles de ésto!, me he sentido mal.
- Me imagino que sí, pero no puedo evitar conmoverme.
- ¿De qué hablas?
- Me aprecias lo suficiente como para seguir mantienendo ésto en secreto. Eso es algo.
- Algo que me hace sentir mal.
- ¿Qué es lo que te hace sentir mal verdaderamente?
- Supongo que el sentir que estoy traicionando a otros.
- ¿Y si me denuncias me estarías tracionando a mí?
- No me importa eso, no te debo nada.
- Entonces, ¿es por ti?
- Sí.
- Wow. - Riku rió. - Eres inesperadamente egoista.
- Lo sé, ¿Qué puedo hacer para arreglarlo?
- ¿Por qué deberías arreglar algo que no es malo?
- ...
- ¿No habías pensado en eso?
- ...
- Se suele asumir que esa clase de cosas son malas, pero yo no veo nada de malo en pensar en uno mismo o en lo que más nos importa, a fin de cuentas estamos solos y cada uno hace lo que le conviene.
- Aunque digas eso, no dejo de pensar que es incorrecto. - Riku puso su brazo en mi hombro y al verlo pude notar que su venda seguía húmeda.
- ¿Por qué no te relajas?
- ¿Cómo puedes ser tan así?
- Dijiste que te gusta estar como estamos ahora, por lo menos disfruta y deja de preocuparte.
- ¿Y cuando acabe?
- Entonces pasa el día pensando en que quieres que llegue la noche.
- Como si no pasara el día pensando en tí...
- ... - Podría jurar que Riku me miró con algo de asombro, cosa poco probable porque él siempre lo sabe todo, pero entonces entendí mejor lo que había dicho y me sonrojé.
- Osea, no... No así, no te atrevas a pensar cosas. - Riku rió, mientras más negaba, más lo hacía y más me sonrojaba yo. Me pregunto cuándo fue que su sonrisa me dejó de dar asco.
- Qué bonito.