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Los infantes de Neo Verona por Febo Apolus

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Notas del capitulo:

Hay algo que se me olvido decir en las notas anteriores y es que. El titulo del fic es en honor  los músicales (eso ya lo había dicho) pero también los capitulos, el nombre de ellos es en honor a cada canción, al menos a algunas. 

Sin más les dejo la siguiente entrega. 

Ah, sí. En negritas cursivas es la letra de la canción y en cursivas simples es mi ¿Narrativa? Tal vez. 

Capitulo II

El odio

 

Estas en Verona, la bella Verona

En donde las mujeres son bellas y los jardines floridos

Es un paraíso sobre la tierra…pero las almas de sus habitantes están en el infierno.

No hay necesidad de elegir bando…lo han hecho por  ti, hace tiempo. Esta es la bella Verona

 

Un veneno que corre por sus venas… el odio

El hermano del amor, pero que uno oculta…

Sea pues,  en esta historia existieron dos coronas,  con relevancia vana sobre otras seis, de casta e importancia igual una a la otra, dos reinos dentro de un enorme imperio; dos reinos de odios poderosos uno contra el otro…

No había más belleza en uno que en el otro, los paisajes eran preciosos sin denigrarse mutuamente. Los habitantes de ambos reinos detestaban tanto a sus coronas en uno como en el otro.

En uno reinaban los de la sangre Rogers y en otro los de sangre Stark.

En uno el rey era Joseph y en otro era Howard.

Y para gran orgullo de las dos familias solo cada una tenía un hijo…y, oh, orgullo, había nacido varón.

Steve se llamó uno y Anthony el otro…los dos, se decía eran preciosos.

Uno era blanco como lo era la luna; el otro era acaramelado con el toque del sol.

Uno tenía los ojos zafiro con tono a mar; el otro los tenía ámbar con tono a miel.

Uno era rubio con un guiño de sol; el otro era castaño con breve polvo de cobre.

Un orgullo para sus padres; quienes en uno y otro…

…Tenían harto a su pueblo.

-¿Qué es ese alboroto?-preguntó Peter, un muchachito de cabellos castaños y porte delgado.

Había salido de su tranquilo paseo por las mañanas alrededor de la ciudad y escuchó, por desventura pura, un alboroto, de gritos y demandas, de espadas y lanzas, escudo también y gritos de fidelidad a una corona o a la otra. Y al tratarse de eso, no podían ser más, sino sirvientes o soldados de la casa Rogers o Stark.

-Son los sirvientes de los Rogers y los Strak, que vuelven a pelear-respondió un anciano que salía de la panadería en la que atendía, con una lanza que a leguas se miraba vieja y con la ira en la mirada –pelean cada que pueden, y destruyen la paz- afirmó – si tener un pueblo que muere de hambre les hace feliz, les hare saber cuan de acuerdo estoy con ellos.

Y Peter, al escuchar ambos apellidos no pudo sino dejar la rica  manzana que degustaba con ahínco especial, para él mismo, desenvainar su arma, aun sabiéndose de porte débil e intentar marcar la paz.

El día era joven, pensó para sí, el sol recién había salido, hacia no más de dos horas y, sin embargo ya habían turbado la paz de un lugar tan hermoso.

-¿Qué ocurre ahora?- preguntó a un soldado de ropas azulinas bajo la metálica armadura. El soldado le mal miro, sin embargo ya apiadándose de su complexión le respondió bajando el arma que apuntaba de manera amenazadora.

-Han invadido nuestras tierras, los Stark, esos perros buscan revuelta y nosotros les daremos eso- dijo con firme voz el soldado dispuesto a marchar con el arma directo hacia el pequeño contingente de soldados de rojizas ropas.

-Alto- dijo Peter –no habrá revuelta tal-ordeno y el soldado, sintiéndose ofendido porque un niño tan débil le diera órdenes.

Dispuesto estuvo a golpearlo por tal afrenta, sin embargo su mano se detuvo cuando una mujer de porte tranquilo, pero de fuerza brutal, salto frente  a él como toda una amazona; ya otro día reprendería al muchacho tan insolente, pero ahora tenía a una contrincante que atacar. Más  la mujer de habilidad digna y cabellos rubios casi rojizos no se dirigían a él, sino que paso de largo y miró al débil muchacho.

-Honores grandes han de ser- habló por fin –que ante nosotros no se muestra uno de sangre Rogers  como yo desearía pero supongo que es mejor que simplemente los siervos y soldados- dijo con tono despectivo – creo que puedo conformarme; sea pues bienvenido al campo de batalla, el joven Peter pariente adoptivo de los Rogers.

El soldado que hacía unos momentos intento golpear al muchacho quedo pasmado por no reconocer al joven, pero sus disculpas fueron ignoradas porque Peter respondía a la mujer.

-Ningún honor me trae a mirarte, Virginia, de la casa Stark- le respondió con voz insolente pero serena –sino una afrenta que debe ser detenida

-¿Detenida, Peter?- se mofó –es una fiesta que recién comienza, no seas aguafiestas, desenvaina tu espada, ven y enfréntate a mí.

-No lo haré, no hare la guerra- responde al reto sin embargo es ignorado por Virginia que se lanzó, sin más a él provocando que, sin en verdad desearlo blandiera su arma.

Hubo gritos y afrentas, los pobladores de las tierras Rogers intentaban separarlos, pero fue inútil, del todo, siguieron peleando. Pero una espada detuvo la del joven Peter, una hábil y veloz.

-Baja tu arma, Virginia, que es con un niño con quien te enfrentas- apareció una mujer de porte soberbió y mirada vivaz  -pero si quieres batalla, ven y se  a mí a quién hagas frente- dijo para sacar su espada y enfrentar la de la rubia.

-Admiren a quien tenemos aquí- dijo en  respuesta la rubia –es Natasha, la que se dice experta amazona- se burló bloqueando, al mismo tiempo, la espada de la mencionada.

-No te burles de mí, dama frágil- devolvió –que cuando menos a mí no se me conoce por ser in correspondida en los amores ¿O es qué negaras que tu vista se desvela por el único hijo de los Strak y qué tal niño no toma en cuenta tus sentimiento? – aquel palabrerío dieron origen a más ira por parte de la rubia atacada que arremetió con más ímpetu en contra de la pelirroja.

Era acalorada la batalla cuando todo se paró en seco, ante el avistamiento de solados y caballos de armaduras doradas y que abrían paso, en medio de la nieve levantada, a dos seres de porte majestuoso y vestimentas hermosas. Ambos vestidos con las más finas telas.

 

-Sus altezas imperiales, el príncipe Thor y el príncipe Loki, hijos de Odín emperador de los nueve mundos- hablo un soldado y los aludidos descendieron de sus corceles imponentes.

Thor era de cabellos dorados como el sol, Loki de hebras ébano como alas de cuervo. EL primero tenía los ojos zafiro y el segundo esmeralda, pero ambos eran firmes e inflexibles, así miraban a los de ambas familias.

-Han dañado de nuevo la paz-habló en primera instancia Thor.

-Con una estúpida afrenta- secundo Loki.

-¿Son idiotas al elegir estas acciones? ¿Me respondes, Virginia?- hablo Thor dirigiéndose a la aludida y al bando que correspondía a los Stark  

-¿Qué hay de ti, Natasha? ¿Les es divertida la guerra? ¿Por qué no van a los campos de entrenamiento para las batallas que se libraran en un futuro y ahí descargan su furor?- pregunto Loki acercándose de frente a los Rogers y mirando directo en los ojos de la pelirroja. Loki era intimidante pero Natasha era valiente.

 -A quién se atreva a turbar la paz de alguna otra manera, perderá la cabeza por mi propia mano- amenazo Thor –díganle  a su amo, los de la familia Stark, que vaya a ver al emperador en cuanto nos hayamos marchado.

-Los Rogers, díganle a su amo que vaya donde el emperador pasada la tarde y entrada la noche.- dijo el segundo de los hermanos.

Los príncipes montaron sus caballos, pero Loki hablo, antes de irse.

-Si alguno hace otra afrenta en contra de la paz- dijo con voz de ultratumba –de mi parte, una muerte en un ardiente mar de ácido, será lo mínimo en lo que pensare.

Y se fueron, como llegaron, de manera inmediata y sin mirar atrás.

-Esos hombres ¿Con qué autoridad y moralidad nos amenazan? – Dijo Natasha ante la reprimenda de los príncipes –no son más ni menos de orgullo que nosotros

-Basta, Nat- intento poner paz  Peter, al furor de la pelirroja –son los príncipes, más grandes aún que nuestro rey y por supuesto con más importancia que nosotros

La mujer rodo las gemas que tenía por ojos y volvió a hablar

-Para nadie es mentira que esos dos son compañeros de algo más que genes – se mofó –pero que va, si son rumores, nada más.

Notas finales:

Ya sé, a veces son largos y otras cortos los capitulo, bueno, lo lamento. Así salen. En realidad es la ambientación y el hecho que ocurre, bueno, nos leemos en el proximo capitulo. 

¿Un tomatazo? ¿Un comentario? ¿Una critica? 

Todo eso es bien recivido. 


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