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Persiguiendo Sueños por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Ni Pokemon ni Yu-Gi-Oh! Me pertenecen, son de sus respectivos creadores Satoshi Taijiri y Kazuki Takahashi. Yo solo los utilizo y junto en mis locas ideas de fan-girl-medio-fujoshi xD.

 

18. De Combates y Festivales.

Luego de pasar la noche en un pequeño pueblo a las faldas del Monte Coronet, nuestros queridos tricolores se encontraban ya en las cercanías de Ciudad Pastoria; continuaban su trayecto a pie puesto que, al saberse cerca de su destino, Yugi decidió darle un descanso a Flygon, quien ahora reposaba dentro de su pokeball, al igual que sus compañeros.

Se notaba en el aire la cercanía de la ciudad, el ambiente estaba más cargado de humedad, gracias a la proximidad del Gran Pantano. Caminaron toda la mañana, charlando sobre cualquier cosa, el viaje fue ameno y muy agradable para ambos; a veces se tomaban de la mano inconscientemente, y al darse cuenta se sonrojaban un poco y sonreían ante la forma tan natural en que se estaba dando su relación.

Podía parecer cursi, pero a ellos les gustaba.

El césped empezaba a hacerse más alto, los matorrales más espesos y las fangosas charcas aumentaban su número. Los pokemon de agua, planta y bicho estaban a la vuelta de cada esquina, Yami prácticamente caminaba con la pokedex en la mano libre. Yugi no pudo evitar sonreír ante esto, añadiendo de vez en cuando algún comentario a parte de la descripción del aparato. Yami por su puesto lo escuchaba atento.

 Se acercaba el mediodía cuando llegaron a una especie de explanada con algunas mesas y bancos, y algunos círculos de piedras que indicaban que se hicieron fogatas allí; al lado había una pequeña estación donde paraba un tranvía de tres vagones medianos.

— ¿Qué es eso, Yugi?

—Ese tranvía atraviesa todo el Gran Pantano y recorre ciudad Pastoria —explicó —ayuda a la movilización sobre todo cuando el nivel del agua aumenta —añadió —dime ¿subimos al tranvía o paramos a almorzar aquí?

— ¿A almorzar? ¿No es mejor esperar a llegar al centro pokemon? —Yami ladeó la cabeza.

—Bueno, sí quieres —Yugi se encogió de hombros —lo decía porque nos tardamos un rato en llegar al centro pokemon y, bueno, yo podría preparar algo —ofreció con algo de pena, vacilando sus ojos en dirección opuesta a la de su novio.

Yami se sonrojó un poco ante el ofrecimiento pero también se sintió feliz de que Yugi quisiera cocinar para él —una parada a almorzar suena bien —aceptó, apretando un poco más sus manos unidas, empezando a caminar hacia las bancas.

Dejaron sus cosas en una de las mesas.

—Muy bien ¡todos fuera! —Yugi lanzó las cinco pokeballs al aire, dejando que Espeon se uniera al resto de su equipo para disfrutar del campo abierto.

—Hora de un descanso, chicos —Yami lo imitó, dejando al grupo de doce pokemons fuera.

Milotic y Gyarados se acomodaron fácilmente en el césped encharcado.

—Yami ¿podrías buscar algo de leña? Yo voy preparando esto —pidió el menor, sacando algunos utensilios de cocina*, alimentos en lata y unos pocos condimentos.

—Por supuesto —diligente, Yami fue por el pedido del oji-amatista, acercándose a los arboles más altos junto a Jolteon, pues con la cantidad de charcas, los arbustos y árboles bajos estarían húmedos seguramente, madera así costaba mucho de encender.

Unos minutos después Yami trajo varias ramas gruesas en brazos y las colocó entre uno de los tantos montones de piedras —Arcanine, un poco de ayuda, por favor —el pokemon de fuego se acercó y sopló una pequeña flama, encendiendo la fogata.

—Gracias chicos —Yugi colocó la olla sobre el fuego con los ingredientes necesarios para hacer un estofado, para luego acariciar la melena de Arcanine —solo hay que esperar a que esté.

Yami asintió.

— ¡Lux Luxray Luuuux! —Yugi apenas pudo dar dos pasos lejos del estofado cuando su Luxray se le plantó delante y empezó a dar pequeños saltos — ¡Luuuxray!

— ¿Qué le ocurre a Luxray? —preguntó Yami, curioso por las acciones del tipo eléctrico.

Yugi sonrió, comprendiendo claramente lo que decía su pokemon —Ciudad Pastoria nos trae buenos recuerdos, al llegar ella aún era una pequeña Luxio… evolucionó en pleno combate contra Wake para ayudarme a ganar —narró con audible nostalgia, acariciando la melena negra de la pokemon eléctrico, la cual correspondió con un suave ronroneo.

Yami se sentó en el césped, recostándose en el cuerpo de Arcanine, quien se echó a su espalda — ¿Cómo fue tu combate con él? — Yugi y Luxray imitaron las acciones del oji-vino y el tipo fuego, quedando ambos tricolores de frente; Espeon y Jolteon no tardaron en acompañarles. Yugi miró a su novio con una ceja arqueada y una pequeña sonrisa — ¿Qué? No te pido que me cuentes a detalle su forma de pelear, solo me da curiosidad tu punto de vista —se excusó.

Yugi soltó una risillas, e hizo como si se lo pensara —Wake es muy… entusiasta —mencionó divertido —Espeon, Roserade y Luxray tuvieron una gran batalla ¿no es cierto, chicas? —las dos pokemons presentes afirmaron a las palabras de su entrenador. Yami asintió en comprensión y Yugi se mordió el labio inferior pensando en otra cosa, al ver como el oji-vino acariciaba a Jolteon —solo… ten en cuenta una cosa… su Quagsire será un duro oponente.

Yami ladeó la cabeza — ¿Quagsire? —repitió el nombre desconocido mientras investigaba en su pokedex.

-Quagsire, el Pokémon pez de agua y la forma evolucionada de Wooper. Quagsire hace su casa en limpias y frescas aguas de lagos. El Quagsire está cubierto de una capa de piel resbalosa haciendo que éste Pokémon sea difícil de manejar. Tiene un carácter tranquilo y no se preocupa si su cabeza golpea contra barcos o piedras cuando nada.

Yami parpadeó un poco ante la descripción, pero luego entendió la advertencia de Yugi al ver los tipos del pokemon en cuestión: agua/TIERRA. Sería un problema para Jolteon, y no tenía consigo un pokemon de tipo planta. De hecho, en ese momento se dio cuenta de que, basándose en los tipos de su equipo, ni Arcainine ni Gabite tenían oportunidad en el gimnasio.

Yugi sonrió al notar que Yami estaba pensando seriamente en su próximo reto, decidió darle una pequeña guía.

—Algo a tener en cuenta al luchar contra Wake es la forma de su gimnasio —volvió a hablar el oji-amatista, re-atrayendo la atención del mayor. Yugi le dio un asentimiento a Espeon y esta usó su poder psíquico para atraer unas nueve rocas pequeñas que hacían parte de la base de una vieja fogata —como se especializa en tipo agua, su ‘arena’ de combate es una gran piscina, esto le da una ventaja importante a sus pokemons —relató —sobre el agua hay algunos islotes flotantes para que sus contrincantes puedan moverse —Espeon colocó las nueve piedritas en forma de tres líneas diagonales y Yugi pasó sus dedos índice y medio sobre cada una de ellas —el truco está en saber usar esas islas, porque cuando sus pokemons se sumergen bajo el agua quedas expuesto a ataques sorpresa dado que, a menos que estén cerca de la superficie no puedes ubicarlos, en cambio ellos pueden detectar a su contrincante desde cualquier punto de la piscina —Yami asintió, escuchándole concentrado —y eso es todo lo que te diré —concluyó con un guiño coqueto.

—Muchas gracias, aibou —sin ningún miramiento, Yami se levantó de su lugar y fue a sentarse junto al oji-amatista.

—Estoy seguro de que darán una gran batalla —lo alentó.

Yami inclinó su cabeza contra la de Yugi —contigo apoyándome, no dudes que lo haré.

El tricolor menor sonrió ante su acto, permitiéndose quedarse de esa forma, “sólo un poco más” se dijo a sí mismo.

Yugi le dio de comer a los pokemons mientras el estofado terminaba de estar y sirvió los dos platos para ellos, almorzando todos en el tranquilo ambiente de aquellos pastizales. Finalmente el tranvía sonó, avisando que estaba por salir.

— ¡Regresen todos! —los tricolores llamaron a su equipo, dejando como siempre a Espeon y Jolteon.

Los cuatro corrieron a alcanzar el vehículo y subieron a un vagón desocupado, cada mesa tenía un asiento triple al frente y atrás. Como no había nadie más allí Yami se sentó junto a la ventana y esperó a que Yugi se sentara a su lado para rodearlo con un brazos, el menor se reclinó un poco en él, acomodándose en su pecho y cerrando los ojos para dejarse arrullar en los latidos de su corazón mientras Yami contemplaba el paisaje. Espeon y Jolteon se acomodaron en el asiento de enfrente, acurrucándose juntos para seguir el ejemplo de Yugi y tomar un breve descanso.

-x-    

Yami iba a abrir las puertas del gimnasio cuando una persona, aparentemente apresurada, salió del mismo, provocando que el oji-vino chocara con este y, dada la diferencia de tamaños, cayera de sentón al piso — ¡ouch! —se quejó

Yugi le tendió una mano — ¿estás bien?

Gesto que Yami aceptó, poniéndose en pie para dirigir su mirada al hombre con el que había chocado, el tipo probablemente le sacaba más de 30 cm de altura, además, llevaba una especie de mascara estilo luchador —sí, pero ¿quién es…?

—Te lo voy a decir ¡El líder del gimnasio de Ciudad Pastoria! —gritó con orgullo —Soy el grandioso ¡Súper…

— ¡Wake! —lo interrumpió Yugi, a modo de saludo, antes de que el líder se viniera más arriba con su presentación.

Yami parpadeó unas cuatro veces de seguido —si es que hay que ver la de gente rarita que hay aquí en Sinnoh —murmuró muy bajo, consiguiendo un asentimiento de Jolteon, quien saltó a su brazo.

El gran hombre, que casi había salido de balance al haber sido interrumpido, miro a la conocida figura menuda, oji-amatista, reconociéndolo con facilidad —pero si es nada más y nada menos que el pequeño Yugi ¿cómo has estado campeón? ¡Vengan esos cinco! —extendió su gran palma, para que el tricolor la chocara, cosa que el menor hizo de inmediato. Wake siempre le hacía mucha gracia — ¿a qué debo el honor?

—Sucede que tienes un nuevo retador —se hizo a una lado, mirando a Yami.

—Soy Yami Atemu y vengo a retarte por una medalla —dijo solemne.

— ¡Jajaja! Que determinación —se llevó los puños a la cintura —Por supuesto que acepto tu desafío, jovencito —dijo sin más —sin embargo, en este momento no pudo dar una batalla.

— ¿Ibas a alguna parte Wake? —preguntó Yugi.

—Sucede que iba a reunirme con la enfermera Joy y el alcalde de la ciudad para concluir unos detalles del festival Croagunk —explicó el hombre.

— ¿El Festival Croagunk? —repitió Yami.

A Yugi le brillaron los ojos — ¿El Festival? ¡¿Es hoy?!

—Precisamente esta noche —le sonrió Wake de regreso para luego mirar a Yami —si no te importa esperar, no creo que demore más de una hora y podríamos tener esa batalla antes del festival.

Yami se encogió de hombros —está bien.

— ¡Jajaja! Perfecto, si gustan pueden esperarme en el gimnasio —palmeó a ambos en la espalda —Yugi ya conoce el lugar, bien puedan —empezó a caminar —los veré más tarde, muchachitos —y sin más, echó a correr.

—Una persona de lo más peculiar —dijo Yami, una vez que lo perdieron de vista.

—Pero no me dirás que no es divertido —sonrió Yugi, moviendo en círculos el hombro golpeado. Wake a veces no medía su fuerza —vamos dentro —avanzó al gimnasio.

Yami carraspeó, negándose a responder lo primero mientras seguía a su novio — ¿y qué era eso de ‘Festival Croagunk’?

—Gracias al Gran Pantano por aquí abundan los Croagunk, los ciudadanos los consideran algo así como guardianes del pantano y muchas familias de la ciudad tienen uno —explicó —una vez al año hacen un festival donde esos Croagunk compiten por ver quién es el mejor —mencionó mientras salían a la gran piscina del gimnasio —Muy bien Milotic ¡Sal ahora! —mandó la pokeball de su pokemon tipo agua a la piscina y caminó hacia el lado que correspondía al líder.

—Milo Milooo

— ¿Qué estás haciendo, Yugi? —consultó el mayor.

— ¿Usarás a Gyarados, cierto? —de repente, el oji-amatista se puso serio. Yami asintió —no han tenido tiempo de practicar ustedes dos, si planeas enfrentarte a un líder deben al menos saber trabajar juntos —Espeon saltó del hombro de su entrenador al notar sus intenciones.

Recién entonces Yami entendió sus intenciones — ¿Quieres que luchemos ahora? —preguntó inseguro.

—Necesitas entrenar con Gyarados —Yugi se llevó una mano a la cadera —nunca debes subestimar a un contrincante, mucho menos a un líder de gimnasio.

Yami tragó en seco, luego tomó la pokeball de Gyarados de su cinturón —Ven aquí, Gyarados —el pokemon agua/volador, colocándose al otro lado de la piscina.

El dragón acuático de color rojo se quedó un tanto perplejo de ver a Milotic y a Yugi frente a él; miró a Yami con duda y este sólo asintió, imitando sin saberlo la acción anterior de su entrenador, Gyarados tragó duro.

—Tienen el primer movimiento —dictó el oji-amatista.

Yami sacó su pokedex, recién dándose cuenta de que no conocía todos los movimientos de Gyarados, el primero que vio le llamó poderosamente la atención —Gyarados ¡usa Hiperrayo!

Yugi esbozó una pequeña sonrisa —protección —mandó simplemente.

Gyarados lanzó el poderoso rayo de tipo normal desde su boca, pero justo antes de que este estallara en Milotic, la tipo agua puro se cubrió con un manto color verdoso, negando cualquier daño.

—Primer error —dijo el menor en voz alta —Hiperrayo es un ataque fuerte, pero te deja en desventaja, no debes usarlo al iniciar un combate a menos de que estés completamente seguro de que puedes manejar la situación —instruyó —Ahora Milotic, usa Contoneo.

Con gran velocidad y gracia, Milotic nadó hasta Gyarados, aprovechando el turno obligatorio de recarga y lo rodeó con su cuerpo, generando un aura rojiza que aumentó el ataque de Gyarados e igualmente lo confundió. Luego de eso Milotic regresó cerca de Yugi.

—Usa Furia Dragón ahora —mandó de nuevo Yami.

Gyarados lanzó la gran esfera de fuego desde su boca hacia Milotic —Bloquea ese ataque con tu Cola de Hierro —la cola en forma de abanico del pokemon de Yugi se iluminó en plateado, ella la colocó frente a su cuerpo, deshaciendo el ataque dragón como si nada —respondamos con otro movimiento de tipo dragón ¡Ciclón, ya! —Milotic bajó su cola e invocó con ella un remolino a ras del agua, provocando que fuese un remolino de dicho líquido el que envolviera por completo el largo cuerpo de Gyarados.

Yami apretó los puños. Yugi llevaba el control de la batalla sin apenas inmutarse, debía pensar rápido en algo porque Gyarados estaba en apuros — ¡Usa la Cascada para salir de allí! —A Gyarados le costó un poco, logró zafarse del ciclón pero por la confusión se estrelló contra uno de los islotes en la piscina — ¡Gyarados, reacciona! —gritó tenso.

—Milotic… canta —Yugi relajó su postura. Milotic por su lado nadó hacia Gyarados con calma, empezando a cantar con su dulce voz mientras enrollaba un poco su cuello con el de Gyarados.

— ¿Pero qué… —Yami ya no entendía nada.

—Has entendido lo que trataba de decirte, además no quiero debilitar a Gyarados, tienen un combate importante en un rato —Yugi rebuscó en su bolso de viaje y sacó una medicina —dale esta superpoción y déjale descansar un poco en su pokeball, estará como nuevo para la batalla con Wake —caminó hacia él para entregarle el frasco.

Yami lo miró un poco sorprendido, tomó el bote de medicina y luego lo abrazó con el brazo libre por la cintura, besando suavemente su mejilla. Yugi se ruborizó un poco por la sorpresa de su repentino acto.

-x-

Tal como lo había dicho, aproximadamente una hora o un poco más después, Wake regresó al gimnasio, con el mismo ánimo que todo el rato.

Yugi fue a acomodarse en las gradas junto a su Espeon y Milotic, quien expresó su deseo de quedarse y observar el combate de Gyarados. Un muchacho robusto de pelo castaño rizado y lentes se posicionó en el sitio del árbitro junto a un Buizel mientras que Yami y Wake ocuparon sus lugares a ambos extremos de la piscina.

—La siguiente batalla en el gimnasio Pastoria está por comenzar —declaró el hombre para luego levantar una mano hacia Yami, movimiento que imitó su Buizel —en la esquina roja está el retador: Yami de pueblo Arcilla —dictó —y en la esquina azul, el líder del Gimnasio Pastoria: Súper Wake —concluyó, alargando las vocales del ‘súper’ —cada uno usara tres pokemons y la batalla terminará cuando alguno los pierda, además sólo el retador podrá sustituirlos.

—Como líder de este gimnasio es mi deber y privilegio ver la clase de habilidad que tienen tú y tus pokemons —empezó Wake, tomando una pokeball — ¡Gyarados, entra al agua!

Yami se sorprendió, no esperaba que tuviera también un Gyarados, caro que este era del habitual color azul.

—Gyarados ¿eh? —por un momento pensó en hacer un combate Gyarados vs Gyarados, pero se tomó un momento para pensarlo mejor, necesitaba actuar con la cabeza fría y aún tenía que ocuparse del Quagsire —muy bien Jolteon, ya es hora —miró al pokemon eléctrico a sus pies.

— ¡Jolt Jol! —sin esperar nada, Jolteon saltó al islote más cercano.

En las gradas se escuchó el aliento de Espeon.

—Será Jolteon —comentó Wake —entonces estamos listos, da todo lo que tengas.

—Así es como siempre peleo —le respondió Yami —Adelante Jolteon, inicia con Rayo Carga.

— ¡Joooooolt! —el ataque eléctrico conectó rápidamente con el pokemon agua/volador, siendo súper eficaz por dicha combinación de tipos; mientras tanto, el ataque especial de Jolteon aumentaba.

Luego de resentirse unos segundos, Gyarados se sacudió, justo cuando Jolteon terminaba su ataque. Gyarados rugió intimidante.

— ¿no le hizo nada? —exclamó incrédulo.

—La defensa de Wake es tan sólida como siempre —murmuró Yugi.

—Al ataque Gyarados —la serpiente marina se sumergió, nadando con rapidez hacia donde estaba Jolteon —Furia Dragón —el pokemon del líder salió justo frente al de Yami, lanzando su movimiento.

El oji-vino sintió un dejavú — ¡Agilidad, ahora! —con velocidad, Jolteon saltó de islote en islote, evadiendo el movimiento de Gyarados.

—Ve tras él y usa Mordida —Gyarados nadó hacía él con sus grandes fauces preparadas.

—Rayo Carga, de nuevo Jolteon —mandó Yami. Obediente, el tipo eléctrico lanzó dicho movimiento.

—Gyarados sacúdetelo —tal como antes, Gyarados se zafó del eficaz movimiento —Eso no te servirá.

Yami sonrió de lado —no estés tan seguro —murmuró.

—Yami ha usado el rayo carga para potenciar la electricidad de Jolteon… quiere terminarlo con un solo movimiento —dijo para sí Yugi.

—Usa Mordida, Gyarados.

— ¡Evádelo, luego ataca con Bola Sombra! —Jolteon volvió a saltar por entre los islotes, lanzando su movimiento de tipo fantasma; golpeó a Gyarados pero no hizo mucho daño.

—Ve bajo el agua —indicó Wake.

—Perfecto —murmuró Yami — ¡Mantente alerta, Jolteon!

— ¡Ataca ya, Gyarados! —el dragón marino golpeó el islote donde estaba Jolteon, dejándolo con medio cuerpo dentro del agua —ya lo tienes, Mordida.

—No lo creo ¡Jolteon, Chispazo a todo poder! —sentenció el tricolor.

El agua entera de la piscina pasó de un azul cristalino a un amarillo centelleante en cuestión de segundo, electrificando a Gyarados sin piedad. Fue un golpe fulminante, usando el agua como conductor de electricidad y potenciado por el rayo carga; Gyarados cayó sin fuerzas al agua.

—Gyarados ya no puede pelear así que Jolteon es el ganador —dictó el árbitro.      

— ¡Bui buii!

—Buen trabajo Jolteon —felicitó Yami, mientras su pokemon regresaba al islote más cercano.

En las gradas, Yugi soltó el aire retenido —bueno, es una buena forma de iniciar el combate —se acomodó mejor en su asiento “pero Wake solo estaba empezando

—Muchas gracias Gyarados, fue un gran esfuerzo —lo regresó a su pokeball —en cuanto a ti, esto solo es el principio ¡Quagsire, hora de la batalla! —mandó a su segundo pokemon.

—Ahí está Quagsire —murmuró Yami, tensándose un poco.

—Muy bien ¿qué harás ahora? —susurró Yugi, cruzándose de brazos.

Yami tomó aire lentamente —Jolteon, regresa por ahora —sin replicar, la Eevee-evolución saltó de regreso al lado de su entrenador, mientras este tomaba una de sus pokeballs —es hora de demostrar de lo que somos capaces —susurró, balanceando la esfera en su mano — ¡Gyarados, preséntate a la batalla! —Milotic canturreó en su lugar, abanicando su cola.

Wake observó entre sorprendido y maravillado el peculiar espécimen rojo que se alzó frente a él —así que también tienes un Gyarados, y debo decir que es toda una rareza —comentó el líder —veamos que tal sabe luchar ¡Después de ti! —cedió.

No parece muy fuerte…” Yami interrumpió el hilo de sus pensamientos agitando la cabeza, mientras evocaba las palabras de Yugi “No debo subestimar la fuerza de mi oponente” —Adelante Gyarados, usa la Danza Dragón.

Yugi sonrió ante la elección, viendo como los colores carmín y violeta hacia brillar el alargado cuerpo de Gyarados.

—Quagsire, ve bajo el agua —mandó el líder.

—Tras él Gyarados, no le dejes escapar —el pokemon rojo fue tras su oponente y trató de envolverlo con su cuerpo pero Quagsire se escapó con burlesca facilidad, como el jabón húmedo que se te resbala de las manos.

—Ahora Quagsire ¡usa la Bomba de Lodo! —el tipo agua/tierra se frenó en seco y giró, usando su amplia cola aplanada para ello y luego disparó su movimiento.

—Ten mucho cuidado, la Bomba Lodo puede envenenar —advirtió Yugi desde las gradas.

—Evádelo ya, usa Cascada —apuró el oji-vino. Gyarados ondeó su cuerpo con facilidad para esquivar el movimiento y luego golpeó a Quagsire desde abajo, enviándolo a volar por la diferencia de tamaños.

— ¡Golpe de Cabeza, ya! —aprovechando la caída, Quagsire se puso en posición de modo que su dura cabeza golpeara directamente contra la de Gyarados, justo en la base de su triple cornamenta.

— ¡No, Gyarados! —el dragón agitó su cabeza, resintiendo el daño.

—Está aturdido —declaró Yugi.

—Ahora, Rayo de Hielo —Wake no dejó de presionar. Quagsire disparó el rayo blanquecino desde su boca, dando un golpe directo, muy eficaz.

Yami gruñó, apretando los dientes.

—No pierdas la calma —murmuró Yugi para sí.

Los ataques de Gyarados no hacen mucho daño… si tan solo pudiéramos mantenerlo quito para usar el Hiperrayo… ¡eso es!” la expresión de Yami cambió, al parecer le había llegado una buena idea —Muy bien Gyarados, Furia Dragón sin parar.

Gyarados empezó a disparar, haciendo retroceder a Quagsire.

Yugi parpadeó un par de veces —bien ¿y ahora que planea este chico? —se preguntó, tratando de adivinar la nueva estrategia de Yami.

—Contrataca con Bomba de Lodo —la piscina entonces se convirtió en un verdadero campo de guerra, proyectiles de fuego y veneno chocaban en medio.

—Sigue así, Gyarados —luego de varias explosiones finalmente la Furia Dragón golpeó a Quagsire, así mismo la Bomba Lodo golpeó a Gyarados, envenenándolo —eso no está bien ¡Ahora Cascada! —el pokemon de Yami se sumergió, golpeando desde abajo una vez más, solo que en esta ocasión el pokemon de Wake terminó sobre una de las plataformas, Gyarados resintió el veneno —perfecto Gyarados ¡Ahora Hiperrayo a todo poder! —el movimiento de tipo normal golpeó directamente al derribado Quagsire, creando una explosión de humo.

Yugi se levantó de su sitio, Wake miró atento, el árbitro esperó a que se disipara el humo y Milotic canturreó con algo de nerviosismo.

Quagsire estaba debilitado en el islote.

—Buen trabajo Gyarados ¿eh? —de un momento a otro, Gyarados cayó al agua, debilitado por el daño residual del veneno.

—Ni Quagsire ni Gyarados pueden continuar, ambos deben cambiar de pokemon para la siguiente ronda.

Yugi se dejó caer de nuevo en su asiento —fue un… empate.

—Milooootic.

—Tranquila amiga, Gyarados estará bien —la calmó Yugi.

—Fue un gran trabajo Gyarados —Yami lo regresó —la próxima vez podremos demostrar toda tu fuerza, te lo aseguro —le dijo en voz baja a la pokeball, antes de guardarla.

—Muy bien, han conseguido llegar hasta aquí, pero Wake aún tiene a su pokemon estrella de reserva —Espeon saltó al regazo de Yugi para que este empezara a deslizar su mano por toda su espalda —ahora comienza el verdadero desafío.

—Muy bien jovencito, me has dado una batalla que disfrutar —dijo Wake, regresando a su debilitado Quagsire —tus combinaciones y el trabajo en equipo con tus pokemons se merecen mi respeto —aduló —y mi pokemon final será… —cambió la pokeball — ¡Floatzel, al agua ya! —gritó motivado.

—Zeeel zel —el pokemon comadreja marina saltó a su lugar y Yami sacó su pokedex.

-Floatzel, el Pokemon comadreja de mar y la forma evolucionada de Buizel. Su saco flotador se desarrolló para ayudarlo a perseguir a su presa. Floatzel también puede cargar gente en su espalda.

—Drapion, sal ahora —mandó Yami.

—Así que será Drapion, muy bien, que comience la batalla —dictó Wake.

—Drapion, usa Acupresión —con un furioso gruñido intimidante, Drapion levantó sus dos pinzas y pinchó su propio tórax, potenciando su ataque —ahora usa Picadura —con sorprendente velocidad, Drapion saltó entre los islotes y se plantó frente Floatzel.

—Bloquéalo —mandó Wake.

Floatzel infló su flotador, protegiéndolo del ataque tipo bicho como si nada y lo hace retroceder un poco. Yami parpadeó impresionado ante este hecho, Drapion superaba a Floatzel en estatura y probablemente le doblase en peso; para que el pokemon de agua le hiciese retroceder de semejante manera —tiene que tener una muy alta defensa —murmuró.

— ¡Jajajaja! —se regodeó Wake —el saco flotador de Floatzel es tan fuerte que un potente ataque como Gigaimpacto no causaría mucho efecto —dijo orgulloso — ¿es muy fuerte no te parece?

Yami frunció el ceño —nosotros también somos fuertes ¡Acupresión de nuevo! —está vez, Drapion se aumentó la velocidad.

Muy oportuno —es nuestro turno de atacar ¡Viento Cortante! —Floatzel cruzó sus brazos y disparó dos cuchillas de viento a presión desde los apéndices azules de sus brazos.

—Drapion, resiste ahí —al recibir el impacto, Drapion retrocedió un poco, quedándose casi al borde del islote —acércate y usa el Tajo Umbrío.

—Intercéptalo —Floatzel esperó a que Drapion se acercara y se hizo a un lado, golpeándolo para sacarlo de balance.

—Sujétalo —Drapion giró el torso y sujetó a Floatzel —ahora arrójalo —Drapion lo lanzó con fuerza contra uno de los muros de la piscina, sin embargo esta infló de nuevo su flotador, rebotando y cayendo al agua.

—Usa Corpulencia, Floatzel —mandó Wake.

—Aumentó la defensa y el ataque de Floatzel —dijo Yugi —quiere terminarlo ya.

—Acupresión —por segunda ocasión, Drapion se subió el ataque.

—Viento Cortante.

—Contrataca con Carga toxica —El viento y el veneno chocaron en el aire, creando una humareda oscura que cubrió las tres islas centrales —Ahora usa Puya Nociva.

Sin que Floatzel se diera cuenta, Drapion había logrado acercarse lo suficiente como para impactar en su cuerpo con ambas pinzas brillando en morado por el veneno; al haber sido tomada por sorpresa, la tipo agua no logró inflar su flotador, por lo que se llevó todo el impacto, siendo lanzada de nuevo contra uno de los muros.

—Floatzel.

— ¡No dejes de presionar! Puya Nociva de nuevo —Yami no pudo ver si Floatzel había quedado envenenada pero era mejor prevenir que curar, necesitaba acabar pronto con esa batalla pues Drapion se estaba cansando.

—No creas que has ganado ¡Floatzel, Colmillo Hielo! —ordenó Wake. Aun desde el agua, Floatzel abrió su boca, mostrando el resplandor blanquecino de los mismos y atacó con fuerza —sigue con Hidropulso —la esfera azul se creó entre las manos de Floatzel y se dirigió rauda hasta Drapion.

—Ataca ya —aprovechando la cercanía, Drapion volvió a impactar sus pinzas venenosas en Floatzel, envenenándola, pero Yami no se dio cuenta de la sombra lila que cubrió los ojos de su pokemon.

—Floatzel, Viento Cortante.

— ¡Evádelo! —en lugar de obedecer a Yami, Drapion le dio la espalda a su contrincante, recibiendo el ataque de lleno y llevándose un buen golpe — ¿pero qué estás haciendo? —reclamó el oji-vino.

—El Hidropulso lo ha dejado en confusión —le advirtió Yugi.

Recién entonces Yami se percató de ello. Decidió tomarse un momento para reflexionar su situación aprovechando que Floatzel apenas se recuperaba. La confusión era un problema, si Drapion daba un movimiento en falso podría caer a la piscina y sería su fin, si bien la Carga Toxica podía darle la victoria en ese batalla Floatzel aún se notaba con la fuerza suficiente para soportar un par de ataques más y Drapion estaba en muy mala posición… Decidió hacer lo más sensato que podía.

—Drapion, regresa por ahora —lo llamó a su pokeball —cuento contigo Jolteon —se dirigió a su primer compañero.

— ¡Jolt Jolt! —decidido, el pokemon eléctrico regresó al campo de batalla.

—Buena elección.

Yami notó como Floatzel se resintió del veneno —Rayo Carga, ya —señaló a la tipo agua.

—Ya conocemos ese truco ¡Remolino!* —con gran facilidad, Floatzel creó un enorme remolino brillante sobre su cabeza y lo colocó frente a ella a modo de escudo, disolviendo con facilidad el rayo carga, aunque estallando en el proceso —Viento Cortante.

—Bola de sombra —Yami sabía que necesitaba mantener a Floatzel a la distancia para que el veneno fuese haciendo su efecto. Una de las cuchillas de viento y la esfera negra chocaron, la otra cuchilla golpeó a los pies de Jolteon y lo hizo saltar en el aire.

—Colmillo hielo —Floatzel se puso al nivel de Jolteon con facilidad y le impactó el ataque gélido de lleno, haciéndolo derrapar en el islote más cercano a Yami.

— ¡Jolteon! —exclamó preocupado. Tenaz como eran él mismo y su entrenador, Jolteon se puso en pie, con dificultad pero decidido, ladrando hacia Floatzel con decisión; sin embargo, cuando logró levantarse en sus cuatro patas, volvió a caer adolorido — ¡¿Jolteon?! —luego de que dispersara un poco el vahó que quedó tras el movimiento de la tipo agua, Yami pudo ver el bloque de hielo que cubría el lomo de Jolteon y parte de su pata izquierda trasera.

—El efecto secundario de colmillo hielo lo ha congelado —estableció Yugi, apretando el borde de su asiento entre sus manos, mirando todo con su atención.

— ¿Lo ves, muchacho? Mi Floatzel no es cualquier pokemon ¡es uno de los pokemon tipo agua más fuerte! —Yami tensó los puños, Jolteon estaba en problemas. El gruñido dolorido de la tipo agua le recordó que estaba envenenada y que aún tenía su has bajo la manga — ¡Colmillo Hielo!

—Regresa, Jolteon —el tipo eléctrico saltó justo a tiempo de regreso junto a Yami, dejando un bloque de hielo en el islote medio roto sobre el que se encontraba —vamos a acabar esto de una buena vez —tomó la pokeball —Drapion, acabemos con ellos.

Drapion salió en otro de los islotes, ya libre de su confusión.

—Usa de nuevo Hidropulso —mandó Wake.

—Bloquéalo con Picadura —el ataque tipo bicho hizo estallar la esfera de agua —de prisa, Carga tóxica.

—Infla tu flotador, Floaztel.

—Eso no te servirá —el disparo venenoso cubrió a la tipo agua, combinándose con el veneno que ya la había estado afectado, acabaron con la resistencia de Floatzel.

—Floatzel ya no puede continuar, el ganador es Drapion y la victoria es para el retador Yami —declaró el árbitro.

— ¡Draaaaaap! —gritó el tipo veneno/siniestro celebrando su victoria, Jolteon le imitó con algo de cansancio —Joooolt.

Yugi se levantó de las gradas y corrió hacia Yami con Espeon mientras Wake regresaba a su pokemon —estuvieron de maravilla —felicitó el campeón, inclinándose para tomar al, aun medio congelado Jolteon en brazos —quedaron muy lastimados pero lograron dar un excelente combate.

—Gracias Aibou, significa mucho viniendo de ti —agradeció el oji-vino, en voz baja.

—Muy bien, muchacho —Wake se acercó con el árbitro —hiciste un excelente trabajo combinando las habilidades de tus pokemons —alagó el líder —deberías estar orgulloso.

—Lo estoy —asintió Yami, lo más sencillo que pudo.

—Y esta es la prueba de tu victoria en el gimnasio Pastoria —tomó la insignia de la bandeja que traía el castaño —La medalla Lodo.

—Gracias, Wake —Yami tomó su recompensa, observando su quinta medalla por fin en su poder, la hizo saltar en su mano y la cogió al vuelo, levantándola con orgullo —tenemos una más y solo restan tres.

Drapion y Jolteon celebraron de nuevo.

Wake miró entonces al cielo, que empezaba a adquirir tonos cálidos —supongo que se dirigirán al centro pokemon —ambos tricolores asintieron —bueno, si gustan ambos están cordialmente invitados al festival de esta noche.

Yugi no se lo pensó dos veces — ¡Será fabuloso, ahí estaremos! —aceptó sin dudarlo —nos vemos allá, Wake —se despidió amablemente.

—Los veré allá, muchachos —lo imitó el líder para luego marcharse hacia dónde sería la celebración.

Una vez fuera de la vista de Wake, Yugi se colgó del brazo de Yami —será una noche divertida, ya quiero que empiece.

—De verdad estás emocionado por esto —sonrió Yami, sintiendo la suave tibieza de Yugi pegado a su cuerpo.

—Los festivales son divertidos —comentó el oji-amatista —además, será nuestro primer festival juntos —susurró algo sonrojado, bajando un poco la mirada.

Yami se tomó unos segundos para entender lo que decía su chico y también se sonrojó, Yugi se veía tan tierno cuando se apenaba por cosas como esa que sentía el impulso de tomarlo en brazos y besarlo; simplemente se limitó a besar su frente.

Finalmente llegaron al centro pokemon donde dejaron a sus pokemons para que los de Yami fueran restablecidos y los de Yugi recibieran un rápido chequeo, por mientras el menor decidió tomar un baño y arreglarse un poco para el festival, Yami por otro lado prefirió primero conseguir algo de comer, su última batalla lo había extenuado bastante.

—Ya estoy listo —sonrió el oji-amatista, llegando junto a la mesa donde comía el mayor.

Yami pasó lo que tenía en la boca con un sorbo de su soda y desvió la mirada hacía Yugi, el menor había cambiado su sudadera celeste por una camisa lila sobre la playera blanca que acostumbrara y tenía un par de manillas en sus manos, así como una cinta de color morado oscuro anudada a su cuello por el lado derecho que fungía como gargantilla.

Aibou, te ves sencillamente adorable —Yami tomó su mano para jalarlo y que se sentara a su lado.

— ¿De verdad lo crees, Yami? —el menor se sonrojó, sentándose con él.

—Por supuesto —se inclinó para depositar un dulce beso en el cuello del chico, justo debajo de la cinta — ¿no quieres comer algo?

—Algo ligero estará bien, quiero probar los bocadillos de la feria —le sonrió antes de empezar a tomar ligeros bocados de la mesa, Yami había conseguido platos para ambos, pero en vista de que Yugi no quería comer mucho, se terminó el resto también.

Luego de comer Yugi fue a buscar los pokemons de ambos mientras Yami se arreglaba un poco, el oji-amatista guardó sus pokeballs y tomó las de su novio, dejando que tanto Espeon como Jolteon saltaran a sus hombros mientras esperaban al oji-vino. Afuera, un montón de personas caminaban junto a sus Croagunk hacia el centro de la ciudad y los colores violeta e índigo llenaban el cielo.

— ¿Listo para irnos? —le preguntó el mayor desde atrás. Yugi se dio la vuelta para contestarlo pero se quedó mudo al verlo con una camisa negra a juego con sus pantalones de cuero y una floja corbata magenta — ¿pasa algo?

Yugi agitó la cabeza cuando se dio cuenta de que se había quedado callado más tiempo del que debería —no, yo sólo… —Yugi se acercó con la excusa de acomodarle un poco la corbata del mayor —te ves muy guapo —le susurró.

Yami se sonrojó un poco, pero sobrepuso su actitud seguro de sí mismo y se llevó las manos a los bolsillos con una sonrisa coqueta —permíteme de volverte el cumplido —inclinó la cabeza, y de forma improvista juntó su boca con la de Yugi, provocando que el menor se ruborizara con fuerza ante el sorpresivo beso —eres muy lindo, aibou.

Yugi aún estaba algo aturdido cuando se separaron por lo que no hizo ningún movimiento cuando Yami lo rodeó con un brazo y empezaron a caminar hacia el centro de la ciudad, donde estaba montado el festival.
Las calles estaban llenas de casetas con bocadillos, bebidas, postres, accesorios, juegos y premios. Yugi miraba a todos lados con entusiasmo y algo de nostalgia, Yami por otro lado apenas si entre-dejaba ver su curiosidad, la gente caminaba con sus Croagunk agarrados a sus hombros, cabezas, espaldas o brazos, tanto adolescentes como adultos; apenas si se veía alguno que otro pokemon diferente y resaltaban tanto como su Jolteon y Espeon que caminaban juntos, justo frente a ellos.

A lo lejos se veian una gran -y perturbadora- estatua de Croagunk, una tarima en proceso de adornación y una mesa como de jurado, no pasó mucho para que divisaran a Wake por allí, quien se reunió con ellos de inmediato, hablándoles un poco más sobre el festival.

Yami estaba observando como terminaban de montar la tarima frente a la estatua y a las palabras de Wake que ni cuenta se dio cuando Yugi tomó un camino diferente. Tropezó con un chico de pelo verde que se le hizo muy familiar pero cuando trató de verle el rostro este se escabulló muy apurado, colocándose una capucha y fue que se percató de la falta de su novio.

— ¿Yugi? —luego de mirar a todos lados volteó a ver las dos Eevee-evoluciones que seguían con él — ¿A dónde fue Yugi?

Tranquilamente Espeon señaló en una dirección con una de sus patas delanteras, por allí venía Yugi con una pequeña bolsa de papel marrón llena de panecillos con forma de la cara de un Croagunk.

— ¿Quieres? —ofreció con una sonrisa.

Nada más ver uno a Yami se le revolvió el estómago —no gracias aibou, aún no he bajado por completo la cena —dijo para no despreciarlo. Yugi se encogió de hombros y siguió comiendo, por lo que casi se ahoga cuando Yami le pasó un brazo por sobre los hombros sin pensárselo si quiera, para seguir caminando por el festival, provocándole al menor un sonrojo —pero no te me vuelvas a alejar así sin avisar, por favor.

—E-está bien… lo siento —dijo con la cabeza algo gacha, intentando ocultar su sonrojo bajo su flequillo rubio.

Regresaron a la tarima cuando la -de por sí- potente voz de Wake, amplificada por un micrófono empezó a anunciar el concurso, teniendo como jurado al propio líder, a la enfermera Joey y al alcalde de la ciudad.

El ‘concurso de belleza’ comenzó, los Croagunk solo pasaban, se ponían en cuclillas sobre el escenario dos minutos mientras inflaban las mejillas y bajaban para dar paso al siguiente; se escuchaban muchos murmullos y comentarios… pero para Yami realmente todos se veían idénticos.

Hasta que pasó uno algo más pequeño, con las mejillas constantemente infladas y que caminaba a pasos muy cortos. Todos se mostraron impresionados ante ese ‘Croagunk’… excepto los tricolores.

— ¿Soy yo o ese se ve un poco raro? —se cruzó de brazos, arqueando una ceja con una expresión más confusa que otra cosa.

—No eres tú, es el Croagunk más raro que yo he visto en mi vida —le dio una lamida al helado de chocolate que ahora tenía en su mano.

—Sí… ¿en qué momento compraste eso? —volteó a verlo, parpadeando tres veces.

—Ahora mismo —con simpleza, señaló al carrito de botanas ambulante que iba un par de metros atrás.

— ¿Me das? —pidió coqueto, acercando su rostro al postre.

Yugi infló las mejillas con una pequeña sonrisa divertida y alejó el cono — ¿y si no quiero? —sacó la lengua —el chocolate es mi favorito.

—A mí también me gusta ¿en serio no me vas a dar? —Yugi no respondió, y Yami esperó a que diera otra lamida al helado para besarlo de manera sorpresiva.

Yugi no pudo sonrojarse más aún si lo hubiese querido — ¡Yami! —gritó en un susurro, tratando de no llamar la atención.

—Mmm, el chocolate sabe aún más delicioso de tus labios, mi aibou —dijo pícaro, aunque se podía entre ver el sonrojo en sus mejillas.

Yugi se quedó callado, terminando su helado. Yami pasó su brazo por sobre el respaldar de la silla de Yugi y este recargó la cabeza en su hombro, no sin bastante pena.

La siguiente prueba consistía en romper ladrillos, ponían una pila de 10 y a ver quién podía romper más, la mayoría rompía entre tres y  seis, hubo uno que rompió todos, y aquel extraño Croagunk no rompió ni uno.

Finalmente el ganador de la competencia tenía que enfrentarse en un ring de lucha contra el ganador del año pasado.  Todas las personas se reunieron alrededor del ring para alentar a los participantes; el combate empezó cuerpo a cuerpo, el ganador anterior fue el primero en mandar un movimiento —Tajo cruzado —gritó el chico. El participante cayó.

—Esto empieza a ponerse interesante —dijo Yami, observando el combate.

Un Puño Dinamico por ahí, algunas Puya Nociva por allá. El combate estaba en su apogeo cuando de la nada, un robot en forma de Croagunk apareció, derribando la estatua. Todos empezaron a correr y a gritar.

— ¡¿Pero qué es eso?! —exclamó Wake.

La boca del robot se abrió dejando salir una larga lengua que atrapó lo que iba a ser el premio del concurso, una pequeña corona con perlas y diamantes en ella. Los Croagunk que estaban luchando pusieron pausa al combate y fueron a golpear al robot, pero este los atrapó fácilmente con su larga lengua.

—Jolteon, usa chispazo en esa cosa —mandó Yami.

Jolteon empezó a cargar electricidad pero la voz de Yugi lo detuvo —espera Jolteon, no lo hagas —luego miró a Yami —podrías lastimar a esos Croagunk —le hizo ver.

—Ah… tienes razón.

— ¡Esto déjenselo a Super Wake! —llegó de la nada junto a ellos —es mi deber como líder del gimnasio local… —empezó a decir, hasta que se dio cuenta de algo — ¿qué? ¿ah? —murmuró, luego se llevó las manos a la cabeza — ¡Mis pokeballs! De todas las maniobras mal pensadas no puedo creer que haya dejado todas mis pokeballs —dijo horrorizado. A Yami le bajó una gota por la frente mientras Yugi suspiró —Bien concursantes Croagunk, no tenemos de otra ¡a luchar! —y a su voz, todos los Croagunk presentes se lanzaron contra el robot, cubriéndolo casi hasta la mitad.

—Es todo un personaje —se quejó Yami.

—Pero tiene el don de mover las masas —trató de defender Yugi, con una sonrisa, de ojos cerrados y una pequeña gotita resbalándole por la frente.

El robot abrió un compartimiento de su panza y empezó a meter dentro todos los Croagunk que podía.

— ¡No se llevaran a nuestros preciosos Croagunk! —Yami y Yugi voltearon ante la conocida voz, viendo a la enfermera Joy junto a una Croagunk con un liston rosa en la cabeza —Crissey ¿lista? —ambas echaron a correr hacia el robot.

— ¡Cuidado! —gritó Yugi al ver la mano del robot bajar con la intensión de aplastarlas, pero ellas lo esquivaron.

— ¡Onda Vacío! —mandó Joy.

Crissey empezó a girar, generando un pequeño espiral de ondas rosas que tomó forma luego de un corazón, el cual golpeó al robot, mandándolo para atrás y haciéndolo caer, dañándolo lo suficiente como para que todos los Croagunk pudieran escapar.

—Vaya, eso estuvo muy bien —comentó el oji-amatista.

—Ahora sí Jolteon, destruye esa cosa con Chispazo.

—Espeon, usa Psicorrayo —acompañó Yugi.

La combinación de ataques hizo estallar la máquina y los tricolores alcanzaron a ver a Weevil, Rex y su Anorith, saliendo disparados por el cielo, como ya parecía hacérseles costumbre.          

— ¡Nos mandaron a volar otra vez! —se quejaron antes de desaparecer.

—Que cansinos son ese par —se quejó Yami.

—Tienes razón —apoyó el menor con un suspiro.

Wake atrapó la corona que también había salido del robot y todos, ya más calmados se reunieron a su alrededor —bien, la corona esta bellamente sana y salva —dijo aliviado.

—Enfermera Joy, usted y su Crissey estuvieron muy bien —le sonrió Yugi.

—Jejeje, muchas gracias.

— ¡Fanáticos de los deportes! —gritó Wake, alzando las manos —en vista de que Joy salvó a nuestros amados Croagunk ¿qué les parece si nombramos a Crissey la ganadora de este año? —propuso a la gente. Todos estuvieron de acuerdo, incluso los dos finalistas —enfermera, me complace coronar a tu Croagunk como la ganadora —declaró el líder, colocando la corona en la cabeza de la pokemon con lazo rosa, sentada en los hombros de Joy.

Empezaron a colocar la estatua en su lugar mientras el festival se reaunadaba. Wake subió a una caseta donde había un gran tambor y tomó dos baquetas, muchas personas se acercaron, haciendo un gran circulo alrededor — ¡Ahora, damas y caballeros, es hora del baile pokemon! —Wake empezó a golpear el tambor a un ritmo conocido y las personas empezaron a seguir los pasos —un paso a la derecha… uno a la izquierda… las manos sobre la cabeza ¡Yeaaaaah! —cantaba al ritmo del tambor, guiando el baile.

—Jaja, eso se ve divertido —rio Yugi — ¿te parece si bailamos? —le propuso a su novio.

—Claro que sí, Yugi —rio Yami, con las manos en los bolsillos pues creía que su chico lo decía en broma, aquel baile lucia muy ridículo.

— ¡Bien, vamos! —sorprendiéndolo, Yugi tomó de un brazo a Yami y lo jaló para integrarse al baile. Sorprendido y ruborizado al oji-vino no le quedó más que imitar a su chico mientras que Espeon y Jolteon se quedaron tendidos juntos en el césped, viendo a sus entrenadores divertidos.

Y así, el festejo duró hasta la madrugada.       

-x- En Jotho.

Nada más atracar en ciudad Orquídea, Ryou y Bakura acompañaron a Janina a la famosa Farmacia Naturalista Pokemon para que pudiese recoger la medicina de Ampharos.

—Gracias por esperar, aquí está la medicina que ordenó —dijo el encargado, dándole a la chica una botella rojiza con el símbolo de un rayo en ella.

—Muchas gracias señor —respondió la pelinegra.

r13;Debes de llevársela a Jasmine cuanto antes —aconsejó Ryou.

—Si te vas ahora podrías alcanzar el ferry que va directamente a ciudad Olivo —dijo el muchacho, viendo el reloj de pared —llegaras antes del anochecer.

Agradecieron al hombre y salieron de la tienda, de regreso al puerto —Que tengas buen viaje y cuídate mucho Janina r13;le sonrió Ryou —volveremos a ciudad Olivo luego de que Bakura gane su nueva medalla.

La chica asintió guardando el frasco en su bolso —muy bien, que tengas suerte Bakura.

—Gracias, buen viaje —le respondió el aludido.

La acompañaron a tomar el ferry y la despidieron desde el muelle hasta que el barco se alejó.

— ¿Qué dices si nos quedamos un rato aquí en la playa? —propuso Ryou, abrazándose al brazo izquierdo de Bakura, pegándolo a su cuerpo.

Bakura le miró con una sonrisa ladina — ¿te apetece una parte de playa, lindura? —bajó la cabeza para depositar pequeños besos en su mejilla.

—Sabes que me gusta nadar, aunque yo lo decía porque por este lado la playa está muy tranquila —miró hacia la derecha, la arena limpia se extendía por un largo tramo, siendo a veces interrumpida por las cuerdas de pequeños botes atados; no habían personas por allí y solo se apreciaban algunos Krabby en la orilla y Slowpoke tomando el sol en unas rocas más alejadas —estaríamos solos —Bakura anchó más su sonrisa —y sería un buen sitio para que entrenes con Honchkrow.

Bakura cayó estilo anime —matas el momento —murmuró con un tic en la ceja.

Ryou solo se rio —pero bueno ¿en qué estabas pensando? —se inclinó a su oreja —pervertido —acusó en un susurro. Bakura entrecerró los ojos en él —además ¿mata momentos? ¿Quieres que te recuerde quien empezó lo de la piedra noche? —añadió pícaro, recordando aquel pequeño ‘juego’ que había hecho en las montañas nevadas de la reservación luego de despedir a Articuno.

— ¿Por qué no mejor te lo recuerdo yo a ti? —le regresó, deslizando sus manos de las caderas de Ryou hacia su retaguardia.

El menor se ruborizó, sin embargo, le dio una palmada a cada mano, frenándolo — ¡Bakura! Estamos en público —regañó, mirando como llegaban dos ferris nuevos al muelle.

Bakura solamente Ryou, tomándolo de la cintura para atraerlo con posesividad a su cuerpo.                      

            

 Continuará…

 

 

Notas finales:

*Los que han visto ALGUNA temporada de pokemon, me dirán que no se quedan alucianados cuando Brock/Cilan/Citron sacan de su mochila prácticamente una cocina entera. Bueno! Es la lógica de pokemon y también aplica aquí xD tómenlo en cuenta para el resto del fic ;)

*Remolino/Torbellino/Whirpool: es la MO que te permite atravesar los remolinos en el agua.

Ra! Tanto tiempo desde que tenía la mitad del jodio cap escrito y no sacaba tiempo para terminarlo *suspiro* que bien se siente actualizar este fic, ahora creo que podré seguir con otros más relajada.

¡Nos leemos la próxima, minna! ^^/

 


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