Era medianoche, en la habitación de Haruhi, ésta se removía en su cama bastante inquieta puesto que estaba teniendo una pesadilla, de un momento a otro se despertó algo agitada y con los ojos llorosos, se aferró un poco al edredón de su cama mientras derramaba un par de lágrimas, volteaba alrededor algo asustada, no quería encontrarse frente a un monstruo o algo así, con voz un poco bajita y temblorosa llamó a Ritsu, al ver que no obtenía respuesta alguna intentó llamarlo con un tono de voz un poco más elevado e inmediatamente se escondió bajo su edredón asustada, pensaba que los monstruos podían escucharla antes que Ritsu y venir por ella, se asomó poco a poco pero no vio ni a Onodera ni a los monstruos, suspiró y tomó un osito entre sus brazos, se aferró al peluche mientras se trataba de armar de valor, poco a poco fue descendiendo de la cama sin dejar de mirar por doquier asustada, cuando por fin llegó al suelo miró a su osito de frente asegurándole que ambos iban a estar bien y que los monstruos no los atraparían, se dirigió sigilosamente al marco de la puerta, la cual estaba abierta, para después asomarse de un lado a otro del pasillo, tragó en seco y se aferró a su osito.
- Muy bien, Kuma-chan- decía Haruhi a su peluche tratando de sonar decidida- cuando cuente tres corremos a la habitación de papi y mami, si somos rápidos los moustruos no nos van a atrapar- se aferraba al oso- uno…dos…y ¡tres!- corrió lo más rápido que sus pequeñas piernas le permitían
Llegó frente a la habitación de sus padres que se encontraba con la puerta cerrada, Haruhi estuvo a punto de llamar a Ritsu para que le abriera la puerta cuando de pronto escuchó algunos ruidos provenientes de adentro de la habitación, antes de pegar su oreja la a puerta se aferró más a su peluche y volteó de un lado a otro para ver si los monstruos no estaban detrás de ella, ya más cerca de la puerta escuchaba algunos ruidos un poco extraños para después empezar a oír la voz de Onodera, aparentemente se estaba quejando, parecía que alguien le hacía daño.
- Ah…espe…ah… espera, no…¡ah! – Haruhi escuchaba lo que pensaba eran los quejidos de Ritsu
La pequeña se llevó una de sus manitas a la boca para cubrírsela, empezó a derramar un par de lágrimas y corrió de regreso a su habitación, después de escuchar aquello pensaba que los monstruos habían atrapado a Ritsu y lo estaban lastimando, estaba realmente asustada, empezó a llorar quedito mientras buscaba algo entre sus juguetes, cuando volteó para verificar que ningún monstruo estuviera detrás de ella pudo divisar lo que buscaba en el suelo, tomó la pequeña pistola de agua y se alegró de ver que tenía algo de agua adentro, se dirigió a su cama y cubrió a su osito con las cobijas, escondiéndolo.
- Kuma-chan, si no regreso cuida mucho de mi papi Masamune, por favor- pedía la pequeña a su peluche para después darle un beso al pequeño bulto que formaba el oso de peluche bajo las cobijas y se limpiaba las lágrimas que no dejaban de fluir
Haruhi pensaba que Takano aún se encontraba en el trabajo puesto que cuando ella fue a dormir su papá aun no regresaba a casa, Ritsu había sido quien la había arropado y preparado para dormir, por eso ella creía que Takano seguía en la editorial.
Mientras Haruhi se preparaba para enfrentar a los “monstruos” que atacaban a Onodera, en la habitación de Takano y Ritsu, éstos compartían un acalorado momento en pareja.
- Masamune, espera…- Ritsu trataba de quitárselo de encima- H-Haruhi podría escucharnos- decía preocupado
- Tranquilo, Haru debe estar en el quinto sueño- decía Takano mientras besaba el cuello de su pareja- hace tiempo que no tenemos intimidad- acariciaba el trasero de Ritsu quien suspiraba ante ese toque- además no escuchará nada si no haces ruido- le sonreía con malicia
- ¡Serás…!- se quejaba Ritsu molesto cuando de pronto sintió la mano de su pareja acariciando su entrepierna- ah…Masamune- se dejaba llevar por el momento, Takano soltaba una risilla
- Recuerda que debes mantener la voz baja- decía Takano levantando la playera de Ritsu para poder besar uno de sus pezones
- ¡…!- Ritsu se cubrió la boca con las manos intentando no dejar escapar sus gemidos, se sentía un poco irritado por el atrevimiento de su pareja pero también estaba dejándose llevar por el momento
Ambos estaban tan absortos en lo que hacían que no se dieron cuenta en ningún momento de que su pequeña hija estaba despierta.
Haruhi caminaba lentamente hacia la habitación de sus padres, estaba aferrada a la pistola de agua y no dejaba de mirar alrededor mientras apuntaba su juguete hacia donde miraba, derramaba varias lágrimas mientras temblaba por el miedo, de vez en cuando se limpiaba las lágrimas para que no le nublaran la vista; cuando llegó frente a la puerta de la habitación dio un gran suspiro mientras no dejaba de temblar, tomo la manija de la puerta con una de sus manos mientras sujetaba firmemente la pistola de agua con la otra mano, entreabrió la puerta silenciosamente y dio unos pasos atrás para darse impulso, de pronto entró a la habitación corriendo y gritando, empujó la puerta y empezó a disparar agua con su pistola con los ojos cerrados.
- ¡Dejen a mi mami, moustruos!- gritaba la pequeña sin dejar de disparar aún con los ojos cerrados
Takano y Onodera se sorprendieron al escuchar la puerta siendo azotada y se separaron por los gritos de su pequeña hija, ambos trataban de cubrirse de los chorros de agua disparados; de pronto la pistola se quedó sin agua, Haruhi no se había dado cuenta puesto que seguía con los ojos cerrados, Takano le arrebató el juguete con el ceño fruncido, cuando la pequeña sintió que le arrebataron la pistola de agua intentó correr pero Takano la detuvo.
- ¡Haruhi!- le gritó Takano a la pequeña- ¡Qué significa esto?- preguntó mientras intentaba secarse al igual que Ritsu
- ¿Papi?- preguntaba Haruhi volteándolo a ver- ¡papi!- se abrazó a él mientras derramaba lágrimas
- ¿Haruhi?- la llamaba Ritsu preocupado al ver a su hija llorando
- ¡Mami, estás bien!- exclamaba Haruhi alegre sin dejar de derramar lágrimas- ¡papi te salvó de los moustruos!
- ¿Los monstruos?- preguntaba Takano confundido
- Así es- decía Haruhi secándose las lágrimas con su pequeño brazo sin soltarse de Takano- escuche como atacaban los moustruos a mami
- ¿Escuchaste a los monstruos atacarme?- preguntaba Ritsu cuando de pronto se dio cuenta- u-un m-minuto, Haru-chan, exactamente ¿qué escuchaste?- preguntaba con horror
- Es que había tenido una pesadilla donde los moustruos me querían comer- explicaba Haruhi aún abrazada a Takano- entonces me desperté muy asustada y te llamé, mami, pero no viniste cuando te llamé, entonces me armé de valor y vine a buscarte, cuando te iba a llamar para que me abrieras la puerta escuche tus quejidos, probablemente porque un moustruo te mordió- se aferraba a Takano- pero me alegra mucho que papi Masamune te haya salvado de los moustruos- sonreía, alegre
Takano y Onodera se habían quedado sin palabras, de pronto Ritsu se sonrojó totalmente y Takano temblaba tratando de contener la risa, cubriéndose el rostro, Haruhi miraba preocupada a Takano pensando que lloraba mientras Onodera trataba de contener su furia hacia Takano.
- Papi, no llores, mami está bien ahora que lo salvaste de los malvados moustruos- decía Haruhi abrazada a él
- Sí, papi Masamune- decía Ritsu molesto tratando de sonreír porque Haruhi lo veía- no llores, si no tendré que hacer algo para que dejes de llorar- apretaba sus puños
- Descuida, Haru-chan, estoy muy feliz- decía Takano riendo, sin contenerse más
- ¡Que alegría, papi!- decía Haruhi alegre- también me alegra mucho que mami esté bien- abrazaba a Ritsu- estaba muy preocupada y asustada
- Descuida, Haru-chan- decía Ritsu agachándose para abrazar a su hija- los monstruos jamás volverán, nosotros siempre vamos a protegerte- besa la cabeza de la pequeña- además, puedes dormir con nosotros si sigues asustada
- ¿En serio?- preguntaba Haruhi sonriente- gracias mami
- Espera ¿qué?…- decía Takano dejando de reír, si Haruhi dormía con ellos ya no habría oportunidad de tener sexo con su pareja
- Incluso puedes dormir toda la semana con nosotros si deseas, Haru-chan- decía Ritsu sonriendo con satisfacción hacia Takano
- ¡Sí, muchas gracias, mami!- celebraba Haruhi alegre- te quiero mucho, mucho- se aferraba a Ritsu- ¡oh! casi lo olvido…- recordaba de pronto- mami ¿puedes acompañarme a mi habitación? Ahí deje a Kuma-chan, debe seguir asustado, quiero que vea que estamos bien y que duerma con nosotros
- Claro, Haru-chan- tomaba la mano de su pequeña hija, Ritsu- puedes decirle que dormirán con nosotros, sobre todo con tu padre el héroe- iba con ella a la habitación de la pequeña mientras sonreía con satisfacción
Takano daba un gran suspiro, frustrado, se sentó en la cama y bajó la mirada hasta su entrepierna, dio otro suspiro, irritado.
- Bien, Ritsu, si crees que no puedo atacarte en el trabajo estás muy equivocado- murmuraba Takano para después meterse a la cama, irritado
Esa noche, además de las demás noches de la semana, Haruhi durmió junto a sus padres, feliz, se abrazaba a Takano sintiéndose protegida ya que confiaba en que su padre podía vencer a cualquier monstruo que se atreviera a molestarlos.