Perspectiva Levi
¿Por que me tiene que pasar esto a mi?.... ¿por qué después de todo lo que he tenido que vivir?...... ¿por qué Eren?.... maldita sea….¿por qué?.
Me siento tan debil…. Tan fuera de mi mismo…..
Recuerdo que cuando era pequeño mi madre siempre llevaba a casa hombres que luego entraban en su habitación. pasaban horas hasta que salían con un rostro extrañamente satisfecho, le daban dinero a mamá y luego se iban…. Aveces no volvían, avécéses si.
Siempre tuve curiosidad de saber por qué venian a casa, y que hacían en esa habitación.
Después de aquello mamá siempre estaba sombría, parecía triste.
Algún dial le pregunté a mi madre quienes eran esos hombres, y porqué lloraba por las noches…. No comprendía nada de todo aquello…
Ella me respondió que solo eran amigos a los cuales debía un favor, me dijo que me amaba y que haría lo que fuera por mí…. Que no tenía por qué preocuparme mientras ella estuviese a mi lado.
No lo entendí hasta tiempo después de su muerte.
¿Esto era lo que sentías madre?.....¿esto era lo que te hacían aquellos malditos?....... por esto llorabas en silencio?....no soporto pensar todo lo que tuviste que sufrir solo para cuidarme…. Y si así te sentías; justo como yo me siento… entonces te pido perdón.
Este dolor que me llena, desde lo más profundo de mi cuerpo…. Mi alma….
Toda aquella fortaleza que siempre tuve se ha ido… me abandonó.
Tengo miedo… temo que nunca pueda escapar de aquí.
No puedo dormir, cada vez que cierro los ojos el rostro de ese maldito monstruo aparece en mi mente para atormentarme.
Quizás no debería recibir su droga, pero no soporto estar consciente. Duele entender todo lo que está pasando… sentir el hambre, el dolor, la vergüenza.
Sentir como me Debora clavando sus ojos en mi como un depredador acechando su presa….
Se siente tan humillante.
Me enoja sentirme humillado ante alguien tan asqueroso como Eren. Que mi rostro se sonroje de forma tan infantil cuando se burla de mi, cuando me mira de aquella forma tan penetrante y me siento indefenso, desnudo.
La primera vez que lo hizo el miedo me impedía mover el cuerpo, sentía su tacto brusco sobre mi cuerpo; quemaba, dolía…. Cada roce dolía. Cada palabra.
“Zorra, puta, perra”
Escuchar eso mientras te someten, mientras lo único que puedes hacer por defenderte es rogar que se detengan. Eso realmente duele.
Al principio no supe a lo que me enfrentaba, pensé que quizás Eren estaba celoso de mi o algo parecido, jamás creí que me haría tanto daño.
Creí que después de la primera vez quizás no dolería tanto, pero cada vez que me toca, que me mira, se siente aún peor que la anterior.
Sus ojos… sus ojos son lo peor… se tornan de un color extraño cuando se molesta… y entonces pierde el control… me golpea… me grita… me dice palabras hirientes…. Y…. y…. hace cosas que no puedo pronunciar en voz alta.
Que te toquen de esa manera y te sometan hasta exprimir tu última gota de dignidad y valentía… hasta volverte loco… y no saber cuando dejar de sufrir…. No creer ser capaz de dejar de sufrir.
Sentir que todo está perdido… que no tienes ninguna salvación…. Y mirar esa puerta… y escuchar como lentamente se abre, dejando paso a ese desgraciado monstruo.
No puedo recordar la primera vez que “lo hizo”… recuerdo el dolor… el miedo y la vergüenza…. Pero nada más que eso…. Lo único que quedó gravado en mi memoria antes de desmayarme fueron sus palabras… no paraba de gruñirme contra el oído –“putita” “zorra” “perra” “ramera”-
Lo peor de todo es que ni siquiera pude defenderme…. Esas palabras resuenan en mi cabeza, y por más que me niego a aceptarlo me siento así…. Quizás si soy una zorra…. Si no es así ¿ Por qué mi cuerpo reacciona de esa manera cuando me toca?...no lo entiendo…. ¿Por qué eyaculé…. Por qué gemí… por qué no pude detenerlo?.....
¿¡Y POR QUÉ AHORA LLORO!?... por qué…. Yo… yo no era un cobarde…. Maldición… por qué lloro…. Por…. Por qué.
La última vez que me tocó… que me amarró de esa forma tan bestial… en esa ocasión sentía como entraba en mi interior, como me hacía derramar lágrimas de dolor y por más que trataba de no permitir mostrarme débil…. Él simplemente conseguía sacarme un gemido o un sollozo cuya existencia solo yo llegue a conocer, porque esa maldita mordaza me impedía decir cualquier cosa… quería gritarle… gritarle que era un maldito… que lo odiaba….
Pero creo que aún sin el bozal habría sido incapaz de hacerlo….
Él… me da tanto miedo… nunca en mi vida había experimentado esa horrible sensación de desespero….
No sé cómo describir lo que me hizo… se que no es precisamente mi culpa, pero me hiere saber que mi cuerpo ha obedecido a su tacto. Que tiemblo cuando me penetra… que gimo y sollozo… es…. Tan humillante…
Solo deseo que todo esto acabe… solo quiero ver a mis amigos…. Quiero saber que me están buscando.. pero cada vez estoy más convencido de que no es así….
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La droga aligeraba aquella sensación dolorosa que le rondaba el cuerpo.. todo quemaba… sus glúteos ardían…. Pero él solo permanecía allí, con la mirada fija en un punto perdido en la pared y la mente en blanco…. Había tratado de dormir, pero los sueños le acechaban cada vez que se permitía cerrar los ojos…. Sus párpados pesaban, sentía como el agotamiento llenaba cada esquina de su ser. Solo quería descansar, pero aquello le resultaba imposible, las pesadillas eran inevitables y extremadamente aterradoras.
Sin embargo la sensación adormilada que le provocaban los narcoticos le relajaba; era como estar flotando en una nube suspendida en medio de la nada… no sentía miedo en aquel momento. Solo neutralidad…. Calma pura y tranquila… y sentimientos inexplicables… no es que no le afectará lo que pasará a su alrededor, simplemente era resignación disfrazada de inexpresividad, que cuando eren aparecía en seguida se tornaba en terror absoluto… y odiaba eso, odiaba temerle al diablo.
Eren no había mostrado señal desde hacía un día, aquello ya empezaba a inquietarle, se sentía ligeramente ansioso, pues temía escuchar la puerta abrirse, per sabía que era cuestión de tiempo para que aquello sucediera. Además la droga empezaba a perder su efecto, y poco a poco la incomodidad le iba invadiendo el cuerpo. Sin darse cuenta empezó a rascar la piel donde antes se había hecho daño, de no ser por el tenue olor a sangre que le provocaba nauseas no se habría percatado de que lo hacía… ojalá Eren no lo notara.
Se encogió abrazándose de sus rodillas, cerró los ojos apretando los párpados y se llevó una de sus manos hasta la nariz. Posó sus dedos sobre el tubito que se hundía profundo en su nariz, haciéndose consciente del líquido que entraba a su cuerpo a través de este.
Sintió ganas de arrancarlo de su cuerpo…. Sintió asco, como si se tratara de un parasito… el parasito que lo mantenía con vida.
Su estómago rugió… ya no ardía por el hambre, pero si hacía sonidos constantes de reproche. Levi se había acostumbrado a sentir el vientre vacío, pero en ocasiones sentía ansias desesperada producto de la sed.
El catéter le hidrataba el cuerpo, pero no lo suficiente como para hacerle sentir satisfecho.
Su garganta ardía profundamente, tanto por los gritos y gemidos, como por la resequedad producto del estrés.
La puerta se abrió lentamente, eren parecía extrañamente desinteresado en el cuerpo tendido del mayor, quien al verle entrar a la habitación se recogió sobre sí mismo, intentado refugiarse. El moreno tan solo caminó hacia uno de los escaparates, traía consigo una ampolla en la mano, que sujetaba con absoluto recelo.
Introdujo la llave correspondiente al cajón y de este extrajo una aguja un tanto gruesa y larga.
Traspasó el líquido del tarrito transparente hacia la inyección, fijándose de que en esta no quedase burbuja alguna. Dio algunos golpecitos a la jeringa, y por fin posó su mirada en el azabache, quien lo miraba con recelo, intentando descifrar que pretendía el menor.
Se aproximó hacia el pequeño pelinegro , quien intentó escabullirse de su tacto.
E:-“acuéstate boca abajo Levi”-
Le ordenó mirándole desde encima.
Esperó algunos segundos, y al percatarse de que este no obedecía prosiguió a amenazarle.
E:-“hazme caso o no te daré más drogas por hoy y me encargaré de hacerte el día un infierno…..”-
Levi se cuestionó obedecer, sin embargo no tardó en arrastrarse, tratando de acomodar su cansado cuerpo en la posición antes dicha.
Sintió como Eren levantaba el camisón, dejando sus desnudos glúteos a la vista, cerró los ojos y un segundo después se estremeció ante el agudo ardor del pinchazo de la aguja enterrándose en su piel, y luego en su músculo, mientras el líquido frío le recorría por dentro, con un escalofrío peculiarmente molesto.
Eren lo miró, sonriendo con una mueca que al mayor le produjo una profunda sensación de repugnancia. Sin embargo el menor no lo tocó más.
Se dispuso a caminar hacia la puerta con ese aire aterrador que siempre le rodeaba, y allí lo dejó otra vez…. Solo.
Fue incapaz de moverme por algunos minutos ante el calambre que le había producido el líquido intromisorio, pero pronto recobró algo de fuerza y volvió a su esquina, en donde se sentía ligeramente a salvo.
Una sensación de pesadez le invadió el cuerpo y más pronto de lo que fue consciente cayó en un sueño profundo y aletargado.
Ya era tarde cuando despertó, sintiéndose profundamente adormilado y extrañamente confundido.
Una oleada de calor le llenó el cuerpo desde muy profundo en su interior. Se sentía sofocado y agobiado.
El aturdimiento le hacía tambalearse y su boca salivaba de manera exagerada. Sintió la necesidad de tocarse, y al llevar su mano a su entrepierna se topó con una palpitante ereccion.
Sus ojos se llenaron de angustia al sentir la impotencia que empezaba a invadirle, dirigió ahora sus dedos hacia su entrada palpitante y caliente y sintió asco de sí mismo al gemir con el roce de sus propios dígitos.
Se acurrucó tembloroso abrazándose de sus piernas, mientras intentaba recobrar la postura, sus orbes desencajados se llenaron de lágrimas al sentirse tan sucio y necesitado de atención sexual.
Soltó un ligero gemido al apretar las piernas, siendo testigo de cómo un hilillo de semen le caía por los muslos y le mojaba el camisón.
Entonces se echó a llorar de manera silenciosa, entre los temblores de su pequeño y afligido cuerpo.
Hasta que escuchó el chirrido característico de aquella puerta al abrirse. Fue en aquel momento que el pánico lo invadió de verdad, sintiendo como el calor se apoderaba de todo su ser, y las ansias de ser dominado se hacían presentes de forma carnal en su subconsciente.
E:-valla, valla….. ¿pero que tenemos aquí?-
Pronunció Eren de manera burlona, mientras recorría el cuerpo semidesnudo del mayor con la mirada. Percatándose de la humedad entre sus piernas.
E:-¿Qué pasa capitán?..... ¿por qué tiembla de esa forma tan desesperada?
Susurró, mientras le sujetaba de la quijada, haciéndole estremecer.
E:-¿quieres que te ayude gatito emproblemado?.....
Sugirió de forma burlona, mientras introducía un par de dedos en la boca jadeante del mayor.
Para la sorpresa de ambos, Levi chupó de forma suplicante los dos dígitos que se Indian en su boca. Ante esto Eren no pudo evitar tragar grueso, sintiendo como poco a poco su entrepierna se iba hinchando cada vez un poco más.
L:-E…Eren….-
Levi parecía tan ido en lo que hacía y sentía que no supo en que momento empezó a masturbarse. Eren sonrió ampliamente, tomando las manos del mayor impidiéndole seguir con su vergonzosa tarea.
E:-así no se hace bonito…..tienes que tocar aquí atrás…..-
Dijo mientras le rozaba su pequeña entrada, la cual se contrajo al sentir el tacto del menor.
Levi se removió de manera incomoda, de alguna manera y en algún lugar en su ida mente aún seguía consiente de lo que estaba sucediendo y quería negarse ante todo tacto. Sin embargo todo su cuerpo le rogaba ser poseído y en aquel momento le costaba ignorar el fogoso ardor que le invadía el rostro.
Soltó un gemido agudo al sentir los dedos del menor entrando en su interior, una ola de placer le recorrió el cuerpo, haciendo que su espalda se arqueara de manera evidente.
El rostro de Eren se nubló de éxtasis al ver la expresión del mayor, quien ardía en lujuria y estaba completamente sonrojado y abochornado.
El ojiverde se llevó las manos al cinturón, bajando sus pantalones y bóxers, dejando a la vista su palpitante miembro.
Tomó el pelo del jadeante azabache y lo ayudó a sentarse con las piernas entreabiertas, obligándole a llevarse el pene erecto a la boca.
Levi lo recibió gustoso entre sus húmedos labios, empezando a chupar y succionar de manera ansiosa, llevando una de sus manos a su miembro desatendido.
Al percatarse de esto, Eren le tomó del brazo, evitándole autocomplacerse y le sujetó con fuerza enterrándole las uñas y haciéndole sangrar.
E:-no vas a tocarte putita…. Solo yo puedo tocarte-
Gruñó con voz ronca, mientras le obligaba a hundirse su miembro más profundo en la garganta.
Pronto sintió la deliciosa sensación del orgasmo aproximarse, sacó su pene de la boca del mayor y le forzó a masturbarle, hasta que llegó y todo su semen chocó contra el rostro congestionado del mayor.
E:- ponte en cuatro-
Ordenó, y Levi no tardó en obedecer, dejando sus glúteos q la vista del menor, y su palpitante entrada deseosa por ser invadida.
E:-¿quieres que te la meta bonito?-
Preguntó con una sonrisa burlona en el rostro. Levi se limitó a asentir de manera tímida, mientras llevaba una de sus manos a su entrada, frotando sus dedos contra esta y soltando un pequeño gemido ahogado.
E:-entonces pídelo-
Sentenció, mientras le daba una fuerte palmada en una de sus nalgas, que enrojeció de inmediato, junto con un agudo gritó de dolor por parte del más bajo.
Hubo un instante de silencio, en el que Levi se permitió tomar algo de control sobre sí mismo, sintiéndose completamente avergonzado y culpable de lo que estaba sucediendo, sin embargo su mente y su cuerpo no terminaban de ponerse de acuerdo y de manera impulsiva se sorprendió gimiendo de forma suplicante
L:-métemela….-
En seguida llevó una de sus manos a su boca, intentando retractarse de lo antes dicho, pero en aquel momento sintió como el miembro palpitante y carnoso del menor lo llenaba por completo, siendo incapaz de evitar gemir agudamente, y no precisamente de dolor, sino de placer.
Sus ojos se nublaron con lágrimas de sentimientos y sensaciones confundidas, intentaba acallar sus súplicas por más, pero le era imposible, mientras sentía como lentamente el menor lo hacía suyo, penetrándole con mayor intensidad a cada estocada.
Quería gritar que se detuviese, sin embargo las palabras no le salían de la boca, tan solo gemía como un pequeño animal al cual someten. Y en su mente se hacía presente la viva imagen de su madre, pensando que la había defraudado. Que estaba permitiendo que le hicieran lo que ella siempre se vio obligada a hacer para mantenerle…..
Solo permitió que las lágrimas de frustración callaran por sus mejillas, las cuales ardían ante el acto del lívido.
Fueron 3 horas seguidas en las que Eren hizo de las suyas, mientras Levi simplemente obedecía a todo lo que este le ordenaba, hasta que lentamente empezó a sentir como toda la energía se le escapaba del cuerpo, dejando de gemir, dejando de mover su pequeño y maltrecho cuerpo. Hasta perder por completo la noción del tiempo, sin siquiera dejar de sentir el dolor, la vergüenza y la humillación que lentamente se apoderaron de su mente.
Hubo un punto en el que Eren se cansó del acto sexual, abandonando su interior y quedándose de lado de la habitación observando al mayor, quien al sentir que todo aquello había acabado se acurrucó sobre si mismo, permitiéndose liberar toda su frustración, mientras chillaba y gimoteaba con todas las fuerzas que sus pulmones le permitían, aún con su miembro erecto y la humillación a flor de piel.
El llanto se intensificó cuando sintió como su semen le empapaba el pecho ya desnudo y despojado de prenda alguna. Se sintió indefenso, cansado y desprotejido, abrazándose con aún más fuerza en el agarre, mientras gimoteaba.
Así fue hasta quedarse dormido, producto del agotamiento de la intensa copula.
Eren se sintió profundamente satisfecho de sus actos, al verle así, tan roto, confundido y agobiado…. Sabiendo que ya tenía a Levi comiendo de la palma de su mano.
Después de observarle algunos minutos, lo tomó entre sus brazos y lo vistió con una prenda limpia, la cual le cubría más debajo de las rodillas. Lo sostuvo en sus manos, mientras contemplaba su bello rostro, y sus hijitos hinchados de tanto llorar.
Le dio un ligero beso en los labios, arrullándole en su agarre de manera obsesiva y por último le proporcionó todas las drogas por vía sanguínea, percatándose de continuar con el ciclo de los estupefacientes.
Mientras al otro lado de la fortaleza una hermosa pelinegra de ojos rasgados empezaba a cuestionarse acerca del paradero de su mejor amigo, planteándose si seguirlo en una de sus tantas escabullidas, aunque eso significase perder su confiabilidad.