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El jardín del lobo por HappyBina

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Notas del capitulo:

Saber que le gustó a la persona que más esperaba me hace faliz, así que acá esta la segunda parte, de tres.

Si hay algun error me avisan <3

La mañana siguiente luego de que Jongdae saliera, Chanyeol se puso manos a la obra: fue hasta la habitación sobrante y desempolvó la caja menos pensada. Recordaba que dentro había un libro sobre jardines así que empezar con ello sería un buen comienzo de su plan. En él le explicaba los distintos tipos de jardines que existían y algunas recomendaciones de plantas para cada uno. Decidido por aquellas más llamativas, salió de la casa por el sendero del costado que usaban sus vecinos (a falta de llaves) y paseo por el pueblo hasta dar con una florería. Si bien no era la primera vez que iba al pueblo paseo por las calles con tranquilidad pensando en un sin fin de ideas para decorar aquel jardín abandonado con la esperanza de atraer a Baekhyun. Sí, así de loco estaba, su lobo estaba dando brincos en su interior de la emoción desde el instante en que vio un suspiro y una mirada significativa por parte del pelinegro hacia los vestigios de jardín. No importaba si nunca en su vida había prestado atención a una flor, siempre había una primera vez para todo. Luego de meses con los cabreos constantes, al fin era positivo en algo. Chanyeol se lo atribuía a la calentura y su orgullo, su lobo tenía otros pensamientos.

 

Al terminar de encargar las flores que iba a instalar y pedir que se las enviaran, se volvió a casa antes que Jongdae lo supiera. Y se pasó la tarde tratando de arrancar las malezas crecidas alrededor del estanque para poder limpiarlo, ignorando cualquier rostro de incredulidad que sus vecinos pudieran mostrar.

 

Su pedido tardó un par de días en llegar, tiempo suficiente para quitar cualquier exceso de hierbas y hojas, y llenar el estanque con agua cristalina. Decir que la experiencia no fue un dolor de cabeza era mentir. Entre las caras escépticas de Jongdae seguidas de sus gritos al cielo por haber hecho un milagro, las burlas frívolas de BaekHyun al verlo trabajar y el reto de Kyungsoo por haber tardado demasiado en adivinar, no sabía cuál era peor; sin sumarle al hecho de que su inutilidad le llevó a leer el libro de Junmyeon al menos unas dos veces más.

 

Para mediados de esa semana Chanyeol ya había plantado la mayoría de las flores: varios nenúfares flotando en el estanque daban vida y color, a un lado del olmos pulcramente recortado bordeando la pared de piedras puso algunos narcisos de diversos tonos y uno que otro azafrán cerca del porche de la casa principal. Incluso volvió a la tienda para pedir un pequeño árbol de cerezos para colocarlo al lado del estanque para hacer contraste y equilibrio con toda la vista.



-Debo reconocer que no creía que fueras a ser un buen jardinero, lástima que no te quisiste poner el traje para hacer el juego completo.- su amigo daba un pequeño vistazo al trabajo casi terminado del alto.

 

-Callate Jongdae si no quieres terminar plantado en medio del agua.

 

-Quién lo diría Junmyeon tuvo razón, has mejorado tu humor, la gilipollez ya es innata pero es un avance.

 

-Lo dices como si fuera un alcohólico en rehabilitación- su cara de chupar limón causó risa en sus compañeros.

 

Se encontraban con Kyungsoo sentados en el porche principal una tarde fresca con nubes tapando el sol, luego de que los tres terminaran sus actividades.

 

-Ojala yo pudiera decir lo mismo del idiota que tengo en casa, desde que empezaste los trabajos aquí que no para de quejarse. Del ruido, de las flores, de los olores, de tu sombrero, hasta del clima.

 

-Ambos son igual de idiotas con testosterona Kyungsoo, pero no lo admitirán adelante nuestro.

 

-Sigue hablando y mi testosterona hablará contigo usando los puños.

 

-Adiós récord de no amenazas. A veces pienso que lo único que deben hacer es follar. A lo mejor así reemplazan el palo del culo y dejan de gruñir por todo.

 

-Ni siquiera tienes cerebro Jongdae, no piensas.

 

-Más que tu seguro. Por lo menos jamás tuve problemas con mi lobo y mi conducta.- volvieron a reír sus dos amigos al ver su amarga cara ante el comentario. En situaciones como aquella se preguntaba si el problema realmente era él y no sus amigos.




Chanyeol no necesitaba follar (al menos no de momento), necesitaba instrucciones sobre cómo plantar un maldito árbol. Ese día el paquete con su pedido había llegado y por la emoción quiso ponerlo rápido. Pero en el libro de su hermano salían algunas recomendaciones todas referidas a flores o plantas pequeñas, nunca se le cruzó por la cabeza que un árbol fuera más trabajoso que las flores; pero se equivocó y su error le costó dos golpes, varios insultos, y su paciencia. Ya estaba por abandonarlo y usarlo como leña cuando una voz lo descolocó.

 

-El agujero es muy chico y debes sacarle la tela protectora de raíces primero. Ten cuidado esa especie es delicada, bruto- Baekhyun lo sorprendió en pleno trabajo y estuvo a punto de caerse con el cerezo encima. - ¿En ese libro tuyo no salían las instrucciones o no llegaste a ese capítulo aún?  

 

-Uno, no creí que este árbol tuviera raíces tan grandes. Dos, es un libro básico sobre jardines. Y tres, ¿qué mierda haces aquí?- trataba de sonar indiferente pero no le salió del todo bien al tratar de sujetar el cerezo con una mano a la vez que agrandaba un poco el espacio.

 

-Que no es obvio, vine a decirte cómo tienes que hacerlo luego de verte luchar por 10 minutos.

 

-Adivino que tenías miedo de que terminara matando al pobre árbol ¿verdad?

 

-Adivinas bien, ahora callate y deja la base quieta así te ayudo.

 

Sin decir nada más el pelinegro se agachó y empezó a desanudar la pequeña tela que cubría las raíces para luego guiar a Chanyeol hasta ponerlo en posición dentro del agujero agrandado y poder taparlo. El otro tampoco dijo palabra alguna cuando fue a buscar una vara y atarla al tronco del cerezo para que creciera derecho.

 

-¿Qué haces en tu casa a esta hora?

 

-¿Ahora me persigues para saber mis horarios?- Chanyeol ya estaba harto de esa ceja seductora y retadora que solo subía su temperatura corporal y agitaba a su lobo.

 

-No, pero el pasar mucho tiempo en el jardín compartido hace que termine sabiéndolo de todas formas. Además tus burlas te delatan.

 

Se felicitaba por esa contestación que dejó al otro con el ceño fruncido. Se felicitaba por haber pensado algo coherente siquiera.

 

-¿Y se puede saber qué insecto te picó para dartelas ahora de jardinero? Porque puedo apostar que no lo haces por puro gusto.

 

-¿Curioso?- le trató de picar como hacía minutos él había hecho -Junmyeon me pidió que arreglara un poco el lugar mientras estoy aquí.

 

-Curioso es ver a un tipo que no sabía cómo sujetar una pinzas crear un jardín lo suficiente agradable.- soltó con ironía.

 

-¿Me lo tomo como un cumplido?- con el trabajo terminado tenía ganas renovadas de molestar al más bajo.

 

-No era un cumplido idiota.- le respondió sin mirarlo, sin matices en su voz.

 

-Me lo tomaré como uno.- su sonrisa de gilipollas era radiante. Había tomado asiento en una piedra al lado del estanque, desde donde tenía una buena vista de Baekhyun examinando cada rama del cerezo.- Por lo visto tu si tienes más experiencia que yo en flores.

 

-Se puede decir que sí.- sonaba desconfiado pero al menos no gruñía. -Soy ayudante en una editorial y algunos de los trabajos son libros sobre plantas, además tengo algunas flores en mi departamento. Pero viendote cualquiera tiene más experiencia que tú.

 

-Soy estudiante de música, con mucha suerte sabía que las plantas son verdes, Baekhyun. -su tono era agotamiento puro.

 

-Me sorprende que siendo un cambiaformas no estés en contacto con nada de la naturaleza.

 

En ese punto parecía que su desconfianza se esfumaba, incluso se sentó a su lado en las piedras tocando con una mano las flores flotantes y dirigiendo sus ojos oscuros a su persona. Y Chanyeol tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para contestar coherentemente y mantener sus manos alejadas del otro cuerpo.

 

-Algunos días entreno a los miembros más jóvenes de la manada que aún son inestables. No tengo tiempo para ponerme a pensar qué tipo de árbol marco o las flores del lugar.

 

Pese a que no intentaba sonar gracioso, Baekhyun se rió por primera vez desde que se conocían. Su risa le sonaba a gloria y mandaba pequeñas descargas eléctricas por todo su cuerpo. Aquel lobo era de lo más extraño, toda la situación lo era, pero al menos pudo llevar una conversación con el pelinegro.

 

-¿Entrenas a los más jóvenes? ¿Cómo puedes controlar a lobos inestables cuando tu mismo tienes problemas con el tuyo?

 

Toda su calma, se le fue a la mierda. Era demasiado bueno para ser verdad, se dijo.

 

-¿Te las das de sabelotodo? Tendré problemas con mi lobo pero al menos no ando con un palo clavado en el culo todo el tiempo, Baekhyun.

 

El aludido le dedicó su mejor ceño fruncido y se paró con la barbilla en alto.

 

-Eso lo dices tú, no yo.- replicó ya de espaldas volviendo a la pequeña casa, haciéndole notar que todavía seguía sin tocarle el orgullo. Su aroma le decía lo contrario.

 

Chanyeol se quedó un rato más contemplando su reflejo en el agua, la imagen le devolvía una sonrisa de estúpido, distinta a las de gilipollas que tanto estaba acostumbrado. Su conversación difería mucho a la de dos buenos vecinos o dos personas que recién se van conociendo; la mayoría de las palabras soltadas tenían ironía o sarcasmo en ellas. Sin embargo Chanyeol estaba feliz. Su complicado plan había tenido una reacción positiva, un tanto extraña, pero se acercaba a lo que quería, al menos Baekhyun ya no lo ignoraba cuando le dirigía la palabra, incluso fue él quien habló primero y le ayudó con el cerezo. Detestaba decirlo pero Kyungsoo tuvo razón.

 

El ánimo que traía al cruzar las puertas nadie se lo podía quitar, ni el idiota de Jongdae pudo con sus bromas o sus dardos envenenados aludiendo a un milagro realizado por Baekhyun. No sonrió en su presencia pero se notaba su estado con cada contestación que le daba o ignoraba.

 

-Vamos Chanyeol deja de lado toda tu faceta de jardinero para acercarte a Baekhyun, ustedes dos solo deben follar y verán cómo las cosas se solucionan.

 

-Ya veo por qué Minseok apenas te presta atención, piensas con tu pene y nada más.

 

-No lo hago pero ustedes solo juegan a que se ladran para tapar lo obvio. Además, ¿Quién dice que a Minnie no lo tengo comiendo de la palma de mi mano?

 

-La misma persona que te vio desde la ventana en un intento fallido de besarlo. Y la misma que te deja el plato sucio para lavar y se va a su habitación ahora.

 

-¡Chanyeol que ni se te ocurra!- escuchó gritar cuando salió corriendo. Si tanto le gustaba joderlo, por una vez que lo jodiera él no le haría daño.



Todos los días que le siguieron Baekhyun saltaba la valla divisoria hacia el jardín central con alguna excusa, la mayoría sobre que las plantas requerían mantenimiento y cuidado, y se pasaba la tarde explicándole cómo debía regarlas o cómo arrancarle la hierba mala. Chanyeol resoplaba para ocultar su risa con cada explicación detallada que le daba Baekhyun.

 

-Deja de reírte lobo idiota y presta atención. Los nenúfares necesitan que el agua esté limpia y no junte insectos.- más que explicaciones eran órdenes.

 

Chanyeol era un alfa, seguir órdenes que no fueran de Junmyeon o de Yifan no estaba en su naturaleza, cualquiera que intentara siquiera intimidarlo terminaba con los dientes rotos (razón por la cual estaba en esa casa en primer lugar). Pero contrario a toda su lógica seguía al pie de la letra cada cosa que Baekhyun le indicaba. Primero porque le daba gracia la seriedad con la que se tomaba la tarea de cuidar a las plantas, y segundo, porque si no lo hacía el otro se iba.

 

Cuando las plantas estaban regadas y examinadas todas, Chanyeol solía sentarse al borde del estanque o en el porche principal a tomar algo fresco, Baekhyun por inercia o guiado por la sed siempre lo seguía sin decir mucho. Sus conversaciones al igual que la primera siempre tenía tonos bordes, sarcasmos e insultos que con el tiempo se empezaron a no tomar en serio. Cualquiera que los oyera pensaría que se detestaban, pero para Chanyeol y Baekhyun era lo más normal que podían llegar a estar.

 

-Para ser un estudiante de música tienes a tu instrumento con telas de araña. No te he escuchado tocar ni una sola vez en dos meses.

 

-Para ser un lobo tienes el oído y el tacto jodidos, Baekhyun.- soltó divertido mientras lo miraba a su lado bajo la sombra del olmos -Suelo tocar en la noche cuando me canso del imbécil de Jongdae, o en la mañana cuando estoy de buen humor. Que tú no me escuches no es problema mío.

 

-Mis oídos pese a tener orejas más pequeñas que los tuyas, yoda idiota, están perfectos. Mi tacto está jodido desde hace casi dos meses, y que yo sepa nunca te escuché tocar.

 

Baekhyun le dedicó una sonrisa petulante como siempre hacía, lo desafiaba con cada mirada pero nunca pasaba de eso. Chanyeol se fue acostumbrando al más bajo con el pasar de la rutina. Aquel atardecer no era diferente a los demás: flores, cuidados, sentarse en algún rincón y conversar mientras beben algo.

 

-Mañana la sacaré así te tragas tus palabras. Verás que tu oído está jodido y de que tengo razón. Ahora estoy demasiado cansado para moverme.- adoraba los desafíos y si tenían en medio el pelinegro orgulloso aún más.  

 

-Hablas demasiado Park Chanyeol, pero no haces nada.- le dijo de frente.

 

Su corazón se desbordaba, su nariz captaba un aroma a sol y vainilla que le jodía los sentidos y sus labios picaban por besar los del contrario que estaban a escasos centímetros. El muy maldito había matado el espacio personal de ambos para soltar esas palabras con veneno fingido, podía ver sus pupilas doradas retarlo a que terminara de cortar el espacio. Joder, lo quería, y lo hubiera hecho si Baekhyun no se hubiera levantado en el instante que escuchó los pasos de Kyungsoo por el camino lateral.

 

-Más te vale que no se te olvide el instrumento mañana, Chanyeol.- le terminó de decir mientras saltaba la valla de vuelta, apurado como un niño que se ha escapado de una penitencia y no quiere ser descubierto.

 

***

 

Byun Baekhyun siempre hizo alarde de su perfecto control y armonía con su lobo, era directo y le importaba una mierda todos los demás. Pese a no ser un alfa, sino un omega, era capaz de lograr lo que quería con solo decirlo, establecía sus límites y no dejaba que nadie osara pasarlos; tenía una especie de control sobre los demás, por así decirlo.

 

La única persona inmune a esa capacidad era Kyungsoo. El beta se pasaba por las bolas cada queja u orden que viniera de él, razón por la cual acabaron como compañeros de piso y de trabajo. Y fue él mismo quien le presentó por primera vez al líder de su propia manada, Junmyeon.

 

Todo caso relacionado a su manada le daba igual, nunca se metía más de lo necesario y no quería tener contacto alguno, hasta que llegó aquel rubio de su estatura. Su líder, diferente a lo que creía, desbordaba una confianza y tranquilidad que impacientaba, la misma con la que le pidió un favor un tanto extraño, y del que no podía negarse aunque quisiera.

 

Debía pasar 3 meses de niñera. En realidad, Junmyeon buscaba a alguien que pudiera ponerle límites y controlar a su jodido hermano menor, que parecía meterse solo en problemas. Kyungsoo, quien tenía más contacto con los lobos, le había recomendado hablar con él. El mayor le había dicho que iba a mandar a su hermano a un tranquilo pueblo cercano a Seúl lejos de toda posible pelea, pero que eso no le aseguraba que el comportamiento del otro cambiara; lo que le pedía era echarle un ojo al inestable lobo y actuar en caso de ser necesario, y le prestaba la casa de atrás del terreno para que pudieran estar cerca y a su vez tomarlo como un descanso. En lugar de una niñera, le cabía más es puesto de tutor.

 

La oferta era muy generosa, demasiado para ser cierta, sin embargo no se pudo negar a su líder y a un Kyungsoo emocionado por unas pequeñas vacaciones. No era la primera vez que lidiaba con lobos dominantes y busca problemas, pero dos casos no lo volvían un experto. Baekhyun esperaba que la naturaleza y el aire fresco fueran suficientes para lograr calmarlo, y no tener que involucrarse con su vecino.

 

Los dos casos donde había terminado peleando con algún alfa, fueron accidentales debido a una cuestión de respeto que Baekhyun no mostraba, su lobo generaba un rechazo muy grande hacia el otro animal como para siquiera disculparse, y si logró sobrevivir fue porque salió huyendo de ahí en cuanto el ambiente se tornó peligroso y no podía seguir manejando la situación a base de palabras.

 

La razón por la cual Baekhyun supo en cuanto llegó que tendría problemas era un aroma esparcido por toda la propiedad. Un aroma fuerte que llegaba desde la casa principal y se instalaba en su nariz provocando descargas por su columna vertebral. El omega tomaba nota de cada reacción mientras descargaba sus cosas y rogaba para que su lobo rechazara al otro tipo. Si no lo hacía estaría del todo jodido.  




-Actúas como un niño que no quiere ser visto, y como si Chanyeol no te calentara. Por más que quieras tapar el hecho de que se volvieron cercanos, tengo ojos Baekhyun y te noté a medio camino saltando la valla.- lo encaró nada más entrar en la casa.

 

-Sabes que no puedo permitir que el gigante mate alguna planta, son demasiado hermosas para dejarlas secar en un descuido, así que le doy algunos consejos. No somos cercanos y nunca lo seremos.- patética excusa gastada con el paso de los días.

 

Desde que lo vio parado en el porche el primer día supo que haber ido fue un error. Un error grave. Quién debía transmitirle calma, control y límites al más alto era él. Pero ¿Cómo se tranquiliza a alguien, cuando uno mismo es un alboroto andante por dentro? Se suponía que como omega era capaz de ser uno con su lobo, y de transmitir la seguridad que los más inestables necesitan; pero la simple mención del nombre del alfa le erizaba los vellos, su aroma era gloria para su animal, y su voz, su jodida grave voz era un afrodisiaco para todo Baekhyun. Al humano le tomó dos meses juntar el suficiente autocontrol para sobrellevarlo con rabietas, insultos y muchos suspiros frustrados.

 

-Consejos para besar dirás. Escúchame bien, estoy hasta las bolas de que pongas como excusa las plantas para todo. El tipo te gusta pero eres tan orgulloso y cretino que no lo admites. Debías acercarte cada vez que tuviera problemas de ira, no ser el causante de éstos.

 

-El tipo está perfecto, si hasta restauró el jardín de la casa por su cuenta, y eso lleva mucha paciencia.- le rehuía con todo lo que podía.

 

-Como actor eres buen editor Baekhyun. Frena de una vez toda esta estupidez que no te llevará a nada bueno.

 

-Eso debiste haberlo dicho hace meses antes de venir. Ya es tarde.- murmuró.

 

La misma conversación, a la misma hora todos los días. Kyungsoo no era él único cansado de toda esa mierda, el lidiar con los impulsos y deseos de su lobo todo el tiempo lo agotaba e irritaba. Sin querer seguir el hilo de la discusión, se fue a tratar de dormir.

 

Desde el primer encuentro que tuvo con el alto la mañana siguiente a su arribo, Baekhyun supo que su lobo no quería darle límites, y su poco control sobre el animal le enojaba. Pero el es en parte humano, y como todo ser humano hijo de puta que era, le echó toda la culpa de su estado al otro. En cierta forma no era mentira, quien le provocaba todo eso era Chanyeol. Baekhyun nunca se esperó encontrar a su pareja en medio de un pueblo pequeño, en una propiedad casi abandonada por el dueño. Lo sabía, sabía que aquel poste rojo de sonrisa sexy y labios gruesos era su pareja, aquella de la que hablaban pocos libros y sus antepasados como lo más maravilloso del mundo. Maravilloso las pelotas.

 

Su única salvación era que Chanyeol parecía no saberlo. El alto era muy directo, y si no le había recriminado en la cara por comportarse con un hijo de puta con quien el destino lo había emparejado, era porque no sabía. Aquella ignorancia fue la pequeña luz de esperanza de Baekhyun para tratarlo de lejos las primeras semanas de su estadía. Ayudando por las malezas.

 

El punto culmine de su plan fue cuando Chanyeol se dedicó a limpiar y restaurar aquella extensa división entre ambas casas que lo mantenían a salvo. Toda su construida seguridad y ayuda para su autocontrol desaparecieron y fueron reemplazadas por olor a tierras, narcisos y a Chanyeol. Mentiría al decir que no lo insultó por ser un cabeza dura que no sabe interpretar los rechazos.  

 

Baekhyun no era de roble, con el jardín restaurado ya no tenía excusa para no acercarse, y no pudo contener más a su lobo. Con voluntad para mantener una distancia prudente complació a su animal y de a poco fue saltando la valla todos los días para enseñarle al otro todo lo que parecía no entender de su libro de plantas. Con el tiempo se permitió bajar la guardia y comprobar que Junmyeon estaba algo equivocado al decir que Chanyeol no se podría controlar sin ayuda en ese lugar, él mismo no le mintió a Kyungsoo al decirle lo de su paciencia para hacer semejante trabajo con las plantas afuera.

 

Esa misma tarde en donde casi lo besa, Baekhyun no había podido resistir un impulso. Y se lo negó a Kyungsoo porque no quería estar metido hasta el cuello de problemas, ya suficiente hundido estaba. Su pareja era el hermano del líder (quien le había encargado ese favor/trabajo), era un alfa, ayudaba en la manada, y por lo que le habían dicho tenía dificultades para manejar a su lobo.

 

Todas las noches enumeraba esos puntos para tener fuerzas suficientes para lidiar la mañana siguiente, y esa no era la excepción. Más que a Chanyeol, Baekhyun no quería tener una pareja de la cual depender para estar bien, y se había hecho la idea de jamás tenerla luego de leer algunos libros al respecto. Y todo estaría bien mientras Chanyeol siguiera sin saberlo.



-No me mires impaciente desde la mesa Baekhyun, hoy no tengo que salir me quedaré en casa con unos borradores.- le soltó Kyungsoo cansado de soportar por diez minutos su mirada como cuchillos en la espalda mientras se manejaba por toda la cocina haciendo café.

 

Se suponía que ese día habían quedado con Chanyeol de traer su guitarra y solo pasar el rato, sin trabajos de por medio.

 

-Lo has hecho apropósito hijo de puta. Me quieres joder la tarde.

 

-¿Te jodí la tarde?¿Te estás escuchando?

 

-Sé lo que dije, me quieres retener aquí adentro y por eso no te vas.

 

-Nadie te retiene, no quieres que me quede para no tener que recordar mi cara de desaprobación a tus estúpidos intentos de tira y afloja con el otro lobo.

 

-¿De qué hablas? Lo ayudo en el jardín y luego nos quedamos hablando. Y si no te quiero cerca es para que no metas la pata donde no te llaman.

 

-¿Y vas a llenar de tierra tus pantalones favoritos? Dudo que puedas agacharte con lo ajustados que están.- el beta no estaba ni escéptico, le hacía burla.- además no creo que las flores aprecien la hora que pasaste en el baño arreglándote el pelo.

 

Antes de siquiera poder contestarle, un gruñido medio animal salió de su garganta qué no pudo controlar.

 

-Si no me quieres cerca, solo vayan a otro lado. ¿O es que Chanyeol necesita correa?

 

-Jongdae salió y no podemos dejar la casa sola, lo sabes. Por eso la pasamos en el jardín, imbécil.

 

-¿Hasta cuándo te harás el idiota y fingirás que no es tu pareja?

 

-El gigante no lo sabe, y no lo va a saber.- sus ojos cambiaron al son de esa amenaza, aquel tema no lo debía tocar, ni decir al aire.  

 

-Ya van mil veces que te lo digo Baekhyun, no juegues con ese chico. El que Chanyeol haya resultado ser tu pareja no es culpa de nadie, pero eso no te da derecho a tentarlo y luego huir como haces siempre.

 

-¡¿Crees que es un juego?! ¡¿Que me gusta el andar gruñendo por todo solo para conseguir calmarme y no saltar encima de él?!- el beta sabía que era su pareja y justo ese día lo saca a relucir. Ya estaba hasta las bolas todo ese tema y sus discusiones.

 

-Si no le dices lo perjudicas a él y a ti también. Chanyeol no es idiota, y estoy seguro que ya notó todos los efectos que le causas.

 

-Pensará que solo le gusto. Déjalo ahí y no abras tu boca.

 

Se dio media vuelta para salir por la puerta corredera cuando Kyungsoo lo siguió sin terminar con las palabras en la boca. Estaba encrespado, y con la lengua filosa, necesitaba alejarse para no cometer estupideces.

 

-¡Lo subestimas! ¿Qué planeas hacer cuando nos tengamos que ir en un mes, eh? De nada te servirá ocultar algo ya obvio.- escuchó a sus espaldas.  

 

La gota que rebalsó su vaso.

 

- ¡AQUEL POSTE ROJO NO ES, Y NO SERÁ MI PAREJA! YA NO VEO LA HORA DE SALIR CORRIENDO DE ACÁ, POR SU CULPA, Y LA TUYA ESTOY ASÍ. VAYANSE AL INFIERNO, YO NO ME VOY A EMPAREJAR- soltó sin filtro, cabreado, con todo el aire de sus pulmones.

 

Gritó todo lo que se vino guardando durante un tiempo, todo aquello era para el beta, quería que lo dejara en paz por cada decisión que tomaba. Joder, solo quería ir a escuchar al otro lobo tocar un rato la guitarra y no tener que pensar en nada. Mierda.

 

La cara de desilusión de Kyungsoo se agravó con un gruñido animal a sus espaldas. No quería darse la vuelta. No necesitaba ver al otro hombre detrás para saber que ya la había cagado.

 

Notas finales:

Ruego porque no me maten y que les haya gustado. Dejarlo ahí es medio inhumano pero necesario XD <3

Mañana les subo la parte que falta y termina n.n


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