Deidara e Itachi iban delante, Naruto se retrasó un poco observando el aeropuerto internacional… En realidad, estaba emocionado.
-Bueno, esperemos que no se atrase –Comentó Itachi-
-Aún es temprano –Dijo Deidara- Faltan dos horas…
-Es mejor así –Dijo simplemente Naruto- Voy a registrar el equipaje…
Sasuke vendó su mano tranquilamente, ya estaba más presentable, el cabello arreglado la ropa cambiada un baño encima. Observó el desayuno listo en la cocina pero no tenía hambre, no quiso comer… Al entrar al auto observó hacia atrás las cosas de Naruto ¿Por qué aun no se deshacía de ellas? ¿Flojera? ¿Nostalgia? ¿Apego? Tal vez todas esas cosas y más. Encendió el auto y salió de la casa…
Naruto volvía de registrar el equipaje cuando observó a nuevos personajes junto a Deidara e Itachi
-¡Naruto! –Saludó Sai, Gaara saludó con una sonrisa y un movimiento de cabeza-
-Hola, ¿Qué hacen aquí?
-¿Estás listo? –Preguntó Sasori-
-Ah, sí… Solo tengo que esperar que llamen a abordar, aún falta-ttebayo
-¡Naruto! –Todos giraron para ver a una algo alterada Konan intentar correr y saludando con una mano en alto con Yahiko y Pein junto a ella- ¡Oh, llegamos!
-Konan-nee no deberías hacer tanto esfuerzo –Aconsejó Naruto-
-Estoy bien –Aseguró ella-
-No quiso escucharme tampoco –Bromeó Yahiko-
-¿Naruto se irá lejos? –Preguntó Pein acercándose al rubio, éste se colocó a su altura sentándose al igual que los demás-
-Sí, me iré un poco lejos
-¿Por qué?
-… -No supo responder al momento, luego sonrió- Quiero visitar a una amiga-ttebayo
-¡Ah, entonces volverás! ¿Podremos jugar cuando vuelvas? –En realidad todos querían una respuesta a esa pregunta, el rubio no la había respondido nunca-
-Jugaremos algún día… Promesa –Dijo sonriente mostrándole el meñique al niño-
-¡Promesa!
-Voy por algo de comer y beber… ¿Alguien quiere algo? –Preguntó Gaara levantándose-
-Yo te acompaño, si quiero algo –Comentó Itachi levantándose igual, ambos comenzaron a alejarse-
-Algo me dice… Que algo va a pasar
-No lo digas así –Regañó Itachi- Suena aterrador
-No digo que sea algo malo –Dijo tomando de su bebida- Solo creo que falta algo aquí…
-… -Cuando iban de vuelta ambos notaron una nueva presencia- Ah, Momoi llegó
-¿Qué hace ella aquí? –Preguntó Gaara, Itachi volteó a verlo pues se había detenido-
-¿Qué? ¿Te sorprende?
-Naruto ni siquiera la conoce
-¿Ah no? –Gaara fue el sorprendido al ver al rubio mencionado sonreírle tranquilamente a la mujer antes de abrazarla- Pareciera que sí
-Tsk
-… Gaara… -Llamó, el pelirrojo volteó a verlo- Acaso, ¿A ti no te agrada Momoi?
-¿Por qué me preguntas eso? Apenas sé cómo se llama, aún no puedo decir que me agrade o no
-Ya veo…
-Ah, al fin –Comentó Konan- ¿¡Y mis chocolates!?
-Ten… -Entregó Gaara, Yahiko sonrió gracioso al ver a la mujer alegre tomarlos-
-¡Gaara! ¡También estás aquí! –Saludó Momoi-
-Si…
-Tú debes ser Itachi –Comentó ella- Mucho gusto, Momoi
-El gusto es mío –Respondió cortés el moreno. Itachi tomó asiento junto a Sai aprovechando que Momoi estaba hablando con Konan- ¿Sasuke?
-Sigue desaparecido. No sé nada de él, Ino tampoco y Kakashi menos… ¿Sabe que Naruto se irá?
-Yo se lo dije, pero no dijo nada. Ha ido a la empresa un par de veces
-¿Crees que se aparezca? ¿O habrá hablado antes con Naruto?
-No lo sé…
Sasuke pasó dos dedos por el barandal mientras subía las escaleras tranquilamente, en su otra mano un onigiri estaba a medio comer. Entró a su habitación como si nada y palmeó la cama encontrándola perfectamente limpia, luego se acostó, cerró los ojos cuando terminó el onigiri pero unos segundos después volvió a abrirlos y se acercó a la ventana observando afuera. Salió pasando por la biblioteca un rato, bajó las escaleras y pasó frente a la pequeña estancia donde estaban las fotos familiares, entró a paso lento y observó las fotos sobre la chimenea, su padre su madre su hermano Sai su tío, un sentimiento que no supo identificar se apoderó de él cuando volvió a ver la foto donde su padre madre hermano y él estaban tan alegres… Sasuke volvió a subir a la que fue la oficina de su padre y abrió la caja fuerte, solo se quedo ahí, observando dentro de esta.
-Pronto deben estar por llamar ¿Verdad? –Preguntó Yahiko mirando su reloj-
-Sí –Contestó Deidara, Naruto había estado en realidad muy callado, tal vez pensativo-
-¿Podemos hablar? –Naruto alzó la vista cuando Gaara pidió aquello, ambos se levantaron y alejaron de los demás-
-¿Qué pasa?
-¿Estás seguro de lo que vas a hacer? –Naruto sorprendido no esperaba aquella pregunta-
-Claro que lo estoy
-… -Naruto había apartado un momento la mirada y volvió a sorprenderse cuando sintió al pelirrojo abrazándolo-
-¿Gaara?
-¿En verdad volverás algún día?
-… -No pudo responder pero si correspondió el abrazo- Tú has ido hasta Australia y vuelto
-¿Eso que tiene que ver?
-Siempre seremos amigos… Gaara, ¿Por qué siento que hay tanta melancolía a mí alrededor?
-Tal vez porque esto es nuevo para todos, que seas tú el que se aleje
-Ja… -Ambos se alejaron-
-Naruto, sobre lo que dijiste aquella vez… -El rubio lo miro sin comprender- ¿Realmente me crees celoso?
-Jajaja
-¿De qué te ríes? –Preguntó entre molesto y avergonzado-
-Ne, Gaara, eres un celoso eso es una realidad-ttebayo
-¡Oe!
-Me preguntaste… Pero esa no es tu duda ni tampoco tu preocupación… ¿Verdad?
-…
-Yo…
-¡Naruto! –Llamó Konan acercándose con los demás- ¡Están llamando a abordar para tu vuelo!
-… -Los nervios sin saber por qué abrumaron al rubio de repente-
-Vamos… -Apoyó Gaara para acercarse a todos los demás-
Naruto comenzó a ver todo en cámara lenta, Konan sonriente pero con los ojos aguados abrazándolo y hablándole de su bebe, Yahiko también lo despidió, el pequeño Pein y su sonrisa hicieron al rubio sonreír pero al mismo tiempo temblar le debía cumplir una promesa a ese niño. Momoi despidió gentilmente con un abrazo y un beso en la mejilla, Sai y sus comentarios lo hicieron reír un momento mientras se despedían, Itachi lo despidió también con fuerza, Deidara parecía ansioso pero lo abrazó también con fuerza y algo tembloroso. Naruto quería gritarles que dejaran decir “te extrañaré” después de todo, y observándolos a todos sonreírle y deseándole lo mejor pensó… “Esto no es un adiós definitivo-ttebayo, sino un hasta luego”
Todos se abrazaron en grupo pero antes de alejarse Naruto volvió a acercarse a Gaara que estaba más alejado que los demás y pasó un brazo por sus hombros para hablarle al oído
-Gaara, si quieres saber mi opinión. Es muy obvio lo que Sai siente por ti –Y luego sonrió como si nada pero el pelirrojo estaba demasiado sorprendido y no pudo responder, incluso un pequeño sonrojo apareció en su rostro, cosa que Sai notó y cuando Gaara volteó a ver al moreno se sorprendió alejando la vista inmediatamente, Sai ladeó el rostro sin entender- A mi parecer.
-Pervertidos –Comentó Sai llamando la atención de todos-
-¡Cállate! –Se defendió Gaara-
-Eso no es tu problema-ttebayo –Bromeó Naruto-
-Pasajeros con destino a la ciudad de Nueva York, favor de abordar por la puerta 11…
-Me tengo que ir…
Naruto comenzó a alejarse a paso tranquilo, sabía que los aviones no solían ser puntuales ni siquiera en un aeropuerto tan movido como ese así que se dio su tiempo, los demás querían acompañarlo lo más que podían así que iban unos cuantos metros detrás… El rubio observó la fila de personas esperando a pasar para abordar y se quedó a un lado, no quería hacer fila ¿Qué más daba entrar de último?
-Naruto –Escuchó y volteó pero no vio a nadie, los que habían ido a despedirlo estaban un poco lejos y estaban viéndolo nadie hablaba hacia él, ¿Era su imaginación?- Naruto… -Escuchó otra vez. Entonces su teléfono sonó, se apartó más de la fila-
-Número desconocido… ¿Diga? –Contestó-
-¿Podrías no colgarme esta vez? –Naruto abrió los ojos con sorpresa, esa voz- ¿Tienes idea de lo que me costó tomar el teléfono y marcarte? Ya no sé si fue por miedo cobardía orgullo o algo más… ¿Está tu avión listo?
-No…
-Ah, entonces aún estás en Japón. –Naruto asintió-
-¿Con quién habla? –Se preguntó Sai-
-Debe ser Tsunade –Respondió Deidara-
-Yo, creo que tengo algunas cosas por decir… ¿Puedes escucharme? ¿Si digo por favor?
-… Te escucho –Respondió-
-Mi mente es un mar de confusión, pero hay algo que necesito decir antes que nada… Naruto, lo siento –El rubio se sorprendió- Lo lamento, todo. Es cierto, tú y todos tienen razón soy un idiota… Bueno, un teme
-Sasuke…
-Pero es que esa es mi forma de ser –Siguió- Así, toda estúpida e imperfecta, es algo que jamás podré cambiar porque soy yo… Pero he dejado de ser tan yo, he aprendido a ser mejor persona, lo admito gracias a ti, te agradezco sí, porque no cualquiera logra enseñarle trucos nuevos a un perro viejo, en especial a este teme viejo –Bromeó, el rubio sonrió gracioso- También necesito dejar varias cosas claras, muchas cosas que dije antes… Y si no es ahora no sé si vuelva a tener la fuerza para hacer esto
-Tu orgullo no te lo permitiría –Bromeó-
-Ja, exacto ya ves como me conoces. Dobe, puede que yo haya hecho muchas cosas mal pero intenté hacer muchas bien y otras fueron producto de mi inmadurez y egoísmo. No solo contigo, lo sé y estoy intentando redimirme, por ti
-Eso es algo que tienes que hacer por ti
-Lo sé, también por eso lo hago créeme pero de no ser por ti y la inspiración que me produces no hubiera siquiera pensado tomar conciencia de mis actos y sus consecuencias. Yo estoy seguro que no me creíste aquella vez, pero todo lo que dije fue verdad… Si quería intentar un futuro, juntos
-Ne, Sasuke
-En realidad… Todavía quisiera un futuro contigo aunque ya sé que eso no podrá ser, tú te vas y yo me quedo, se acabó. Desearía que fuera diferente, haría lo que fuera… -Confesó- Iniciar una nueva vida, empezar de cero, renunciar a mi empresa si fuera necesario, ya no me importa –Naruto se sorprendió demasiado- Abandonar mi casa y comprar una nueva, regalar todas mis pertenencias… Todos esos objetos inanimados que antes me valían tanto y ahora me dan tan igual, todo si con eso pudiera solo tener una oportunidad a tu lado, una sola… Si pudiera… Que gracioso… Jamás pensé escucharme hablando así, no sé si me tengo lástima a mi mismo o admiración. Ahora no puedo recordar todo, pero en verdad muchas de las cosas que te dije fueron realidad… Muchas, especialmente si tenían que ver contigo, tal vez fue porque jamás quise tener tu odio ni tu desprecio, ¿Quién podría querer que lo odiaras? Ja, estás destinado a que las personas que te conocen y están a tu alrededor te aprecien y quieran –Naruto comenzó a sentirse algo decaído- Estoy… Estoy triste ¿Sabes? Pensabas irte sin decirme nada, tuve que enterarme por terceros
-Pero te enteraste ¿Qué más da?
-Da mucho, vale mucho… ¿No lo he dicho ya? Todo lo que tenga que ver contigo me importa. Puede que yo sea un teme pero definitivamente eres un dobe. Hubiera querido enfermarme otra vez y que me fueras a cuidar, invitarte a una cita fingiendo que es solo una salida de amigos o compañeros de trabajo, llevarte a comer ramen y gastarme casi todo mi patrimonio en eso, ver la nieve caer a tu lado, las flores de la primavera florecer los girasoles que tanto te iluminan la mirada, el sol del verano disfrutar, jugar entre las hojas caídas del otoño, subir a la noria aunque este muerto de miedo, volver a ser niño paseando por otras atracciones y juegos en una feria, dormir y despertar a tu lado
-¿Qué rayos estás haciendo? –Preguntó luego de reír por las palabras del moreno-
-Tal vez es solo una confesión de último momento –Bromeó- Solo quiero dejar las cosas claras… Naruto puede que yo tenga mil defectos y haga muchas cosas mal pero mis sentimientos jamás han sido mentira. Yo no miento con esos temas ni los uso en juego, puedo jurarlo, de hecho yo comenzaba a creer como los demás, que no tenía sentimientos. Sí, tal vez soy demasiado exagerado y tomo decisiones repentinas y sorprendentes como declararme ante un hombre y todos sus allegados
-Creo que jamás imaginé ver a alguien arrodillado frente a mí, mucho menos tú, siempre di por hecho que sería yo el que hiciera eso
-Sí, lo siento también por eso, me precipité… Yo no puedo prometerte que cambiaré totalmente quien soy, pero puedo hacer tantos cambios, puedo mejorar… Yo tal vez siempre sea un prepotente, un arrogante, orgulloso
-Promiscuo… -Bromeó, Sasuke bufó-
-Y más… Pero yo si puedo prometerte que mis palabras han sido reales y lo serán para siempre. Apreciaré aún más a las personas a mi alrededor, amaré a ese niño o niña que viene con mi sangre en sus venas –Naruto se mordió el labio inferior- Intentaré dejar de ser tan ogro, todo lo que me quisiste enseñar antes y no te presté atención… Has logrado producir cambios en mí
-Yo no creo que sea Tsunade… -Comentó Itachi-
-¿Por qué lo dices? –Preguntó Konan, todos voltearon la vista hacia donde el moreno veía… Un hombre se abría paso con cuidado entre las personas del aeropuerto, todos se sorprendieron al divisar mejor a Sasuke tranquilamente caminar hacia donde Naruto estaba con un teléfono contra su oreja-
-Oye, usuratonkachi… -Llamó, Naruto por instinto volteó el rostro y ahí estaba, a unos metros, tan serio y tranquilo como siempre, Sasuke- Yo tenía razón –Sonrió-
-¿En qué?
-No eres una persona cualquiera, eres especial ¿Lo sabías? –Sasuke se mantuvo estático- Y yo soy el idiota más grande del mundo por hacer enojar y ganar el odio… De la única persona que me ha logrado enamorar en cuerpo y alma.
-Que cursi eres –Las palabras del moreno comenzaban a ponerlo nervioso ¿Qué hacia Sasuke aquí?-
-Ahora pienso que por una vez no me hará mal –Bromeó- Además, solo contigo soy así ¿No lo recuerdas? Varias veces lo fui aunque intenté no demostrarlo tanto, mis sonrisas por lo alegre que era por tenerte cerca, mis nervios, mi pecho y mi mente eran un desastre… No me gustan las demostraciones de afecto, pero como me gustaba tomarte de la mano abrazarte contra mí y llenarte de besos aunque me rechazaras, no me gustan las personas demostrativas y cariñosas tal vez era miedo y me volví una de esas personas, jamás me ha gustado dormir cerca de alguien menos en la misma cama y se convirtió en un sueño tenerte algún día a mi lado antes de cerrar los ojos y ser lo primero que vea al abrirlos, me he vuelto una contradicción de mi mismo… -Sasuke comenzó a acercarse- Y no me molesta en lo que me he vuelto, a pesar de lo triste que estoy porque te irás, puedo asegurar que jamás había sido tan feliz hasta que te conocí. ¿Sabes? Me he vuelto un zombi desde aquel día
-¿Día? –Preguntó al notar que el moreno mientras más se acercaba más se veía su rostro, su expresión de tristeza, desesperación comprimida y nervios. No estaba tan tranquilo como lo notó al inicio-
-Ese que dijiste que me odiabas… Tal vez no lo dije antes pero me partió el alma y quise odiarte también, pero soy incapaz, no puedo odiarte por más que tú me odies a mí, lo siento… No puedo luchar contra mis sentimientos, ya lo intenté bastante
-… -Sasuke estaba a solo unos pasos de él-
-Mi realidad más grande, mi verdad es… Naruto, te amo –El rubio se sorprendió otra vez y sintió algo triste- Yo, puede que haya arruinado todo y perdido mi oportunidad pero puedo jurarte que aquella vez te dije la verdad, puede que esto haya iniciado como no era, de la manera incorrecta pero… Yo realmente me enamoré, para cuando me di cuenta era tarde, había hecho tanto mal, es mi castigo enamorarme de alguien que no merezco y me odia… Esa es mi condena, mi realidad pero lo acepto. Puedes decirme que no me odias ahora, pero cuando lo dijiste sé que lo sentías en realidad, una parte de ti me odia si no es que todo tú lo hace
-Teme…
-No me importa donde estés o con quien, ¿Entiendes? –Ya frente al rubio no bajó ninguno el teléfono de su oído- Yo te amo y te pido perdón por todo lo que hice. Y por favor –Sonrió- Permíteme hacer otro acto de idiotez
-¿Qué podría ser? –Bromeó-
-¿¡Que está haciendo él aquí!? –Preguntó Deidara, pero Itachi lo detuvo de un brazo y Sai del otro-
-¿Ustedes?
-Deidara, quiero hablar contigo… Después –Pidió Sai-
-¡Oh por Dios! –Exclamó sorprendida Momoi llevando una mano a su boca-
-Vaya vaya… -Dijo Yahiko, Pein estaba casi dormido en sus brazos-
-¿En serio harás esto otra vez? –Preguntó avergonzado y confundido Naruto, Sasuke rió gracioso frente a él con un pequeño anillo entre sus dedos-
-Jaja, no pienso proponerte que seas mi esposo otra vez –Ninguno había bajado el teléfono aún- No creo soportar un no otra vez, ya me quedo claro
-¿Qué te pasó en la mano? –Preguntó algo alarmado e intrigado-
-No importa…
-Las personas se nos quedan viendo –Susurró el rubio-
-Creo que eso ya no me importa –Bromeó- Solo… Te quiero pedir un favor… -Observó el anillo. Naruto notó su inseguridad en lo que estaba a punto de hacer- Yo… Quiero que lo tengas –Extendió la mano- Es mi posesión más preciada, esa que cuando sabes que puedes perderlo todo es lo primero que piensas y temes perder, el objeto que más me importa y más cuido, no creo que haya otra persona que lo merezca mas o a quien pudiera dárselo, además de ti.
-…
-Solo… -Sasuke comenzó a sentirse triste otra vez y flaqueó un momento- Por favor, no permitas que nada le ocurra
-Yo no…
-Tómalo –Pidió- Por favor, mientras yo viva puedes estar seguro mi amor será tuyo, esta es mi muestra de amor hacia ti… -Naruto notó la mirada triste pero decidida del moreno- No es el objeto como tal, es mi amor y mi ser, mi alma y todo lo que soy se irán contigo y este anillo a donde sea que vayas pero por favor, llévalo contigo. Aunque no me ames a mí, si alguna vez al menos un amigo me consideraste, no permitas que muera mi amor, no permitas que le pase algo a este anillo
-Pasajeros con destino a Nueva York… -Llamaron una vez más, Naruto miró donde antes había una fila ya quedaban muchas menos personas-
-Yo puedo renunciar a ti –Naruto se sorprendió- Pero no a mi amor por ti, tómalo. –Naruto no supo qué hacer sentía que no debía pero al mismo tiempo miraba que cada vez quedaban menos personas y luego a todos lo que habían ido a despedirlo, el rubio tomó el anillo rápidamente y corrió para ya sin nadie adelante pasar a abordar. Sasuke observó por dónde se iba, Naruto jamás volteó el rostro- Dobe–Llamó a través del teléfono-
-¿Teme?
-Lindo reloj –Bromeó, había notado hace mucho que lo único que Naruto no le había regresado aquel día fue el primer regalo que le hizo, el reloj, y de hecho ese día lo llevaba puesto- Desearía haberte conocido antes, o en otra vida, bajo otras circunstancias que no terminaran como hoy –Susurró en confesión- Buen viaje… -Sonrió al fin tranquilo observando los aviones del otro lado del cristal- Te amo
-…
Naruto no dijo nada, pero tampoco hizo falta, Sasuke colgó de inmediato apenas dijo aquello… El moreno sabía que habían otros observando, incluidos los allegados del rubio y por eso no volteó el rostro sino que se escabulló entre las personas para irse.
-Sasuke… -Susurró Konan-
-El realmente vino… -Susurró alegre Sai-
-¿Tu le dijiste? –Preguntó Deidara a Itachi, el moreno asintió-
-Mejor nos vamos ya –Sugirió Yahiko con Pein dormido-
-Claro, nos vemos después –Konan se despidió de todos-
-¿Podemos hablar? –Preguntó Sai hacia Deidara-
-…
-Me voy –Fue lo único que dijo Gaara antes de comenzar a alejarse, Momoi e Itachi se miraron y decidieron alejarse de los otros dos-
-… -Deidara era malo para morderse la lengua y no hablar pero las palabras no le salían y Sai solo lo miraba seriamente sin decir nada, haciéndolo sentir más inquieto- ¿Y? ¿Qué me vas a decir? ¿Qué deje de molestarme cuando Sasuke aparece? Lo siento, eso me tomará tiempo –Pero Sai no dijo nada- ¡Habla ya!
-Relájate –Ordenó sorprendiendo al rubio- Sasuke podrá ser un idiota y un maldito
-En verdad eres crudo… -Susurró-
-Realista. Pero Sasuke es humano, no es perfecto, comete errores, tal vez más de los usuales… Pero no es una mala persona. Yo sé que tu relación con Sasuke jamás ha sido buena ni siquiera existe más que malos comentarios pero ese rencor tuyo contra él no lo afecta en lo más mínimo, solo te hace daño a ti
-Fui demasiado paciente
-Fuiste idiota
-¿¡Que!? –Preguntó molesto de la rápida y seria respuesta del moreno-
-Fuiste idiota al callar tanto, sí, puede que yo no sepa toda la historia pero sé lo suficiente me parece… Tu rencor mutuo con Sasuke creció tanto en silencio que solo cuando tuviste una devastadora oportunidad lo dejaste salir
-¿Qué? –No comprendía-
-Cuando parecía que tu relación con la familia Uchiha se acabaría, cuando tu relación con Itachi tuvo problemas… Pero no debiste dejar que siguiera creciendo ese odio desde ese momento
-Eso no tiene nada que ver aquí
-Tal vez –Concedió- Pero a ti te importa Naruto y lo quieres
-Por supuesto –Interrumpió-
-Entonces déjalo ser feliz –Deidara se sorprendió y quedo en silencio-
-Yo no…
-¿No impides su felicidad? No totalmente. Es igual a cuando Naruto pensaba que trabajar en una cocina era un suplicio para ti
-¿Cómo lo...?
-Solo lo sé… Soy observador y tengo buen oído. Deidara, Sasuke está intentando ser mejor persona y el que tú sigas odiándolo solo te hace daño a ti, olvídalo, da igual. No te digo que lo perdones por las cosas que te dijo e hizo, pero tampoco quieras herirlo interfiriendo con Naruto –Deidara jamás se había dado cuenta que inconscientemente eso era lo que hacía-
-No, yo solo quiero proteger a Naruto
-¿Proteger? ¿De Sasuke? Naruto es un hombre hecho y derecho, creo que puede defenderse y protegerse bien solo… Tampoco me malinterpretes –Dijo dando media vuelta y comenzando a caminar, Deidara lo siguió- No es tu culpa lo que está pasando, es de Sasuke. Pero tú debes dejar de entrometerte… -Sentenció- Naruto no necesita que lo ayudes. ¿Quieres que sea feliz? –Preguntó otra vez, Deidara asintió, Sai se colocó frente al rubio deteniéndose- Entonces déjalo ser –Ordenó- Te lo pido
-¿Me lo pides?
-Me debes un deseo –Recordó, Deidara entonces recordó también, Sai sonrió- Supongo que no lo olvidas ¿Cierto?
-Claro que no. ¿En verdad usarás un deseo en otra persona? ¿No para ti mismo?
-¿Qué tiene de malo? Yo no tengo nada que pedir para mí, de todas formas. Tu relación con Sasuke es una cosa, tu relación con Naruto es otra, pero tu relación con ambos debe cambiar… Sasuke no mintió cuando dijo que amaba a tu hermano –Confesó, Deidara sorprendido se sintió algo mal- Te lo aseguro. Y… Y si algo pasó entre él y Naruto o pasará, eso no depende de ti, ni debe importarte
-…
-Yo deseo… -Alzó su mano- Que dejes a Naruto ser feliz a su manera –Deidara se lo pensó un momento y observó entonces a Sai sonreír otra vez- Vamos mamá gallina, si incluso se fue del país… -Bromeó, Deidara alzó su mano tomando la del moreno-
-Bien, concederé tu deseo. Tienes razón… Gracias –Sonrió- Creo que necesitaba oír todo eso
-No hay de qué. Solo eres un hermano mayor sobreprotector.
Con Itachi y Momoi…
-Je… -El moreno sonrió, la chica a su lado no entendió y lo miró confuso con el vaso entre sus manos-
-¿Qué pasa?
-Entonces… Tú, no eres novia de Sai –Afirmó y luego miró a la chica a su lado, ella abrió los ojos con sorpresa-
-¿Eh? Pero
-¿De qué hablan?
-¡Ah! –Gritó ella de la sorpresa cuando escuchó la voz de Sai, el moreno serio frente a ella e Itachi la miró sin comprender, Deidara la miró sorprendida- ¿¡Cuando volviste!? ¡No aparezcas así!
-¡Itachi! –Mencionó sorprendido Deidara, los otros dos voltearon a ver al hombre, Momoi se sorprendió de inmediato y sonrojó, Sai solo se sorprendió-
-¡Oh por Dios! ¡Lo lamento! ¡Lo siento muchísimo! –La chica miraba el vaso ahora vacio en su mano y luego al moreno, cuando Sai había aparecido de repente por la sorpresa ella alzó los brazos tan rápido que el líquido en su vaso terminó de lleno en el rostro y camisa del moreno. Momoi sacó de su pequeño bolso un pequeño pañuelo intentando ayudar al moreno, Deidara entonces tomó su muñeca deteniéndola- ¿Eh?
-No te preocupes, yo me encargo –Dijo cortés-
-Pero…
-Estoy bien –Mencionó Itachi relamiéndose los labios- Me gusta el jugo de manzana –Bromeó, Sai y Deidara sonrieron entonces, la chica aún avergonzada alejó su mano-
-Lo siento
-No importa –Apoyó Itachi, Deidara entonces ofreció un pañuelo al moreno que lo tomó y comenzó a limpiarse- No fue tu culpa
-… Ah, si… Tienes razón –Concordó ella- ¡Fue tuya! –Acusó a Sai con un dedo-
-¿¡Que!?
-¡No te aparezcas así de repente! ¡Anúnciate con tiempo o algo! ¡Das miedo! ¡Haz algo de ruido al menos! –Gritaba ella al levantarse golpeando sin fuerza al moreno que solo se cubría como si nada sin usar fuerza contra ella, Deidara e Itachi solo miraron graciosos-
Sasuke observó al cielo, sabía que ese avión en su vista era justo en el que iba Naruto, una parte de él se sintió triste. Naruto mientras observaba el anillo en su palma, lo detalló tanto como pudo… Una simple y pequeña sortija de oro, una alianza, no tenia siquiera un rasguño, era totalmente liso y suave, simple, entonces miró mejor por dentro “Para siempre” solo eso, en una estilizadas y pequeñas letras, simple… Pequeño y a la vez tan lindo, tan significativo, algo le decía que era significativo, que valía y no solo por ser de oro, sino por como Sasuke dijo, los sentimientos que albergaba.
-Are you married, sir? –Preguntó la mujer amablemente a su lado viendo al rubio contemplar el anillo, él entonces volvió a la realidad-
-¿Eh? Oh, no jaja. I’m not, it’s just… A gift, from a friend.
-Oh, I see… -Sonrió ella, él le devolvió la sonrisa amable y entonces miró la sortija una vez más, se lo pensó un momento y la miró mejor, intentó colocarla en su dedo meñique y para su sorpresa, no le pasó del primer cuarto del dedo-
-Ni siquiera me queda –Notó algo molesto, podía sentir una ceja temblarle ¿Era una broma de Sasuke regalarle algo así?- Baka teme –Insultó en un susurro, pero no se quitó la sortija…-
Sasuke aquella tarde llegó a la casa de verano y se dirigió a su habitación, solo se acostó en su cama como si nada, aburrido… No, triste. ¿Se volvería una rutina? ¿La tristeza inundándolo? Odiaba la sensación, su vida en realidad jamás fue muy feliz, llena de alegría… Pero era tranquila, era suficiente, no como ahora.
Deidara se observó al espejo mientras cepillaba su cabello, el cepillo quedó en lo alto cuando volteó el rostro y observó por la ventana la media luna en alto, volvió a la habitación y observó a Itachi medio sentado en la cama, con la espalda recostada del espaldar y con los ojos cerrados, casi dormido… En sus piernas un libro abierto delataba que fue repentino y en realidad seguía despierto. Deidara se acercó y quitó el libro dejándolo en la mesita de noche, luego subió sobre el moreno sentándose, pasó los brazos por el cuello del moreno abrazándolo Itachi por reflejo abrió los ojos sorprendido y luego se calmó
-¿Dei?
-…
-¿Pasa algo? –Preguntó cansado cerrando los ojos otra vez-
-No –El rubio lo soltó y cayó boca arriba junto al moreno, suspiró llevando un brazo a su frente- Nada
-Mm… -Itachi se acomodó mejor y recostó la cabeza en el abdomen del rubio- ¿Fue la conversación con Sai?
-No, bueno… -Deidara con su otra mano comenzó a masajear la cabeza del moreno- Aún estoy pensando en todo lo que dijo
-¿Algo de que preocuparse?
-No, no en realidad. Necesitaba escuchar todo lo que dijo… Solo, estoy recordándolo todo. Sai tiene razón en realidad
-Dei
-¿Eh?
-Harás que me quede dormido –Informó, el rubio sonrió gracioso-
-Jaja, ¿Me detengo? –Alzó la mano-
-No –Pidió tomando la mano del rubio y colocándola otra vez en su cabeza-
-Duerme bien –Dijo antes de levantarse y besar al moreno, luego volvió a recostarse-
Sasuke tomó un suéter colocándoselo antes de bajar las escaleras, abajo se encontró con una de sus empleadas
-Señor ¿Necesita algo?
-Hazme un favor…
Sasuke salió hasta el auto y tomó cada una de las cajas con las cosas del rubio sacándolas del auto, las observó un momento más pensándolo mejor… Las llevó dentro de la casa, pero luego tomó una otra vez y salió, caminó tranquilamente entre los arbustos y árboles, no podía perderse, no él, él conocía el camino bien.
Movió un arbusto un poco para ver hacia adentro, ahí estaba, su pequeño claro y pasó las luciérnagas se apagaron de repente al sentir su presencia, pero luego de sentarse y quedarse quieto volvieron a encenderse. Sasuke sacó sin ver lo primero que tomó de la caja, el bolso que de parte de “Sharingan Corp.” Naruto había recibido, lo miro un momento, no encontró nada adentro parecía haber llevado uso pero no demasiado, su otra mano se escondió en su bolsillo y luego sacó un encendedor, observó el fuego antes de acercarlo hasta el bolso… Pronto tomó tamaño, lo lanzó a unos pasos de él dejándolo arder
-“Deberías regalar todo eso” “¿Sabes cuánto cuesta?” “Alguien más podría darle uso o aprovecharlo mejor” –Dijo antes de sonreír gracioso- Es que desde aquí puedo escuchar las quejas de ese dobe si estuviera presente… Pero… ¿Cómo podría vivir sabiendo que alguien más tiene algo que te pertenece? –Se preguntó- No. No puedo… No todo. –Sacó sin ver lo siguiente- ¿Eh? ¿La corbata? ¿Cómo llegó aquí? –La corbata del día que se le había declarado al rubio entonces pensó mejor, claro, él tomó aquella corbata y los gemelos y los había colocado en el auto también. Sin siquiera dudarlo también lanzó aquello al fuego-
Tiempo después cuando el fuego comenzaba a extinguirse se recostó en el césped usando sus brazos de almohada detrás de su cabeza y observando el cielo estrellado entre las hojas de los árboles difuminarse con las luciérnagas a su alrededor… Por un momento, se sintió en paz… Y decidió cerrar los ojos.